Bolg se agazapó entre las sombras. Sus ojos brillaban con el reflejo del sol, y su rostro mostraba una cruel sonrisa. - Tenemoz que partir ya, patazlargaz, el camino ez largo. La voz surgió aguda y gutural de la garganta del goblin.
- Delicada y bella criatura, zin duda... Deja que ze vaya... Bolg cuidará de ella... La voz del goblin escondía algo. Sus ojos se fijaban en la pequeña criatura, llenos de un resplandor inquietante. - Ez hora de irnoz... amigo. La última palabra resbaló de entre sus labios como untada en espesa miel.
-Alirio electro -respondió la criatura- deberías evitar el camino principal. Hay una disputa violenta mas adelante entre un humano y un violento dragón verde que no atiende razones, por parte de ninguno de los dos.
La criatura ahora se elevó en el aire observandole curiosa.
-Avanzar por el bosque sería lo mas sabio, yendo en la misma dirección que el camino. Si te topas con la casa en cuya puerta hay un circulo rojo, no entres...
El hada dejó de hablar, observando al recién llegado.
Tanto el hada como el mago estaban hablando en una lengua antigua y hermosa, que para el goblin era completamente desconocida. El hada había pasado de estar posada a alzar vuelo ligeramente mirando a Seryu mientras le contestaba. Al llegar Blog pasó la vista hacia él, mirandole con cautela.
-Gracias, dama de los bosques.
Comentó, haciendo una pequeña reverencia.
-Guiaré a mi grupo a donde deseen, puesto que se me aparecen dos puntos de vista en la cabeza, que en estos momentos chocan.
Uno... el hecho de que una vida estaba en peligro. Sea como fuese, estaba en peligro. Y algo en su interior deseaba salvarlo.
El segundo: Su sensatez. Una sensatez que lo promovería a seguir por el camino del bosque, evitando conflictos innecesarios y yendo seguros y a buen paso hacia Seiní.
Luego se giró hacia Bolg.
-Está bien bolg, vamonos. Las manos donde pueda verlas.
Volvió por un segundo la mirada hacia el hada, para luego guiñarle un ojo y seguir por el camino que llevaba de nuevo a la casa del chico y su hermana. Por el camino comió otra manzana: Las buenas nuevas eran siempre bien recibidas, y ahora se disponía ante ellos un dilema moral.
Seryu se volteó hacia Blog, y le comentó amablemente.
-Está bien Bolg, vamonos. Las manos donde pueda verlas.
Luego sin mas empezó a caminar de vuelta a la casa, comienzo a mordiscos la manzana que traía consigo con aire pensativo. La criatura se quedó observandole algo mas y luego empezó a elevarse hacia el interior de la copa de uno de los árboles, buscando adentrarse en ella.
Bolg observó como el hada se perdía entre las hojas de los árboles. Inalcanzable. Así que dio media vuelta y entró en la casa.
Blog volvió a aparecer, ahora acompañado de Seryu que se veía pensativo, atravesando ambos el umbral de la puerta. El panorama no había cambiado demasiado, salvo que ahora Nauj miraba un mapa de piel sobre la mesa, y Syara parecía ocupada con sus cosas.
Un día a pie se puede adivinar según el mapa, todo recto por la carretera principal. Lamento la tardanza de la respuesta xD
Nauj recogió el mapa que había estado mirando y se lo devolvió al goblin que había vuelto a entrar en la estancia. Un viento frío había entrado en la casa cuando la puerta se abrió, dejando paso a Bolg y al joven mago.
Bueno señores, les dijo cuando entraron, creo que sería ya hora de partir. Si no nos demoramos y caminamos sin contratiempos, al atardecer deberíamos estar ya a las puertas de la Ciudad Libre.
Después se dirigió al pequeño Kenneth. Adiós, pequeño amigo. Gracias por vuestra hospitalidad pero ya es hora de que emprendamos nuestro camino. Eres un joven valiente, Kenneth; sé que cuidarás bien de tu hermana.
Se quedó mirando a los demás y pensando que Bolg tenía razón. Tal como andaban los tiempos, era realmente peligroso para el pequeño y su hermana que permaneciesen solos en aquella casa.
El muchacho se acercó, aun algo preocupado. Borró la preocupación de su rostro y se dirigió a la hermana del pequeño. Luego de revisarla, le hizo recitar unas palabras...lo que sucedía con aquello era una leve protección que apenas gastaba energía. Podía ser facilmente repelida por magos, pero no por orcos u enemigos de otra indole, y podia mantener la casa a salvo.
Cuando estuvo seguro de aquel pequeño hechizo que sabía que ella podía dominar, colocó una mano en la frente de ella y bajó la cabeza, en gesto de despedida. Luego se acucilló para ponerse a la altura del pequeño y lo tocó con el dedo índice en el pecho.
-Escúchame. Tienes en tí una fiereza y valía que algun dia harán de tí un gran guerrero. Cuida de tu hermana ¿Si? Se que os hareis gente importante. Y entonces allí estaré para sentirme orgulloso de vosotros.
Luego de aquello, revolvió el cabello del pequeño chico y dirigió una última mirada hacia los chicos.
-No me han gustado nunca las despedidas, pero tengo fe en que sea un "Hasta pronto"
Luego se quedó fuera de la puerta, esperando al resto de la expedición. Inevitablemente volvió a invadirle aquella preocupación.
Nauj salió fuera a saborear la fría quietud de la mañana.
Inspiró profundamente y trató de concentrarse, allí donde estaba. Trató de sentir las fuerzas en el aire, en la humedad del rocío de la mañana, en el calor de los primeros rayos del sol y en la profundidad de la tierra. Los elementos parecen en calma, satisfechos. Quizás haya encontrado por fin el camino que andaba buscando.
Permaneció allí de pie, a la espera de que todos salieran de la casa.
Bolg siguió a su compañero Nauj hacia el exterior. Casi sin despedirse de sus tan amables anfitriones. Solo les dirigió un leve gesto con la cabeza, en señal de despedida, unas escuetas palabras. - La próxima vez, no eztaremos por aquí para zalvaroz el culo. Una vez dicho esto salió de la casa dispuesto a emprender el viaje.
El niño se despidió de todos personalmente en nombre propio y de su hermana que seguía en cama con cada uno personalmente. Cuando llegó a Blog le miró despectivamente por el comentario, sin embargo no dudó ni un segundo en darle las gracias al haber peleado tan fieramente con el ogro.
Así, el pequeño grupo volvió a pensar en su marcha a la Ciudad Libre.
Nauj comenzó a andar el trecho de sendero que les separaba de la carretera principal que conducía a Seiní. Él no sabía realmente para qué iba hacia allí, no tenía una meta en ningún lugar concreto. Su objetivo era encontrar a más gente que tuviera unos intereses similares a los suyos, donde quiera que fuese y sus pasos los guiaban exclusivamente las percepciones sobre el estado de las fuerzas que él percibía en su interior.
Y aquel grupillo que le acompañaba le daba al encapuchado buenas vibraciones, por eso decidió seguir indagando; se sentía extraño con ello, pues no era su carácter, pero las fuerzas le apremiaban a moverse, a actuar sin pereza, como cuando esas mismas fuerzas le obligaron a abandonar con premura su hogar.
Miró al goblin que caminaba junto a él, inquieto como siempre, husmeando continuamente el ambiente, y le preguntó: Bolg, ¿para qué has venido hasta estas tierras para buscar a ese mercenario del que me hablaste?
Lo preguntó discretamente, procurando que el mago y la chica que caminaban distantes no lo oyeran. Sabía que era una pregunta directa, pero Bolg no era alguien que pareciese reclamar mucho tacto.
Nauj esperaba que la confianza que había nacido entre ellos en las últimas horas animase al goblin a hablarle de su misión.
Las palabras de Nauj consiguieron frenar el nervioso y siempre alerta paso de Bolg. El goblin miró a su compañero y esbozó una sonrisa algo perturbada. - ¿Al mercenario? Le debo... un pequeño favor. Mientras decía esto se tocó, casi sin darse cuenta, la enorme cicatriz que le cruzaba el rostro. Sus facciones se endurecieron, y sus ojos se inundaron, de algo parecido a la ira. - Zi... Un grupo de aventureroz azaltó nuestro campamento al atardecer... Loz compañeroz de Bolg... muertoz... Y esta marca para recordar a Bolg eze momento... El goblin musitaba estas palabras, casi para si mismo. Perdido en sus pensamientos. Si alguien se hubiera fijado en el rostro del piel verde, hubiera sentido en el corazón, un miedo atroz a la sed de sangre de aquellos pequeños ojos amarillentos. - Cuando lo encuentre, le devolveré el favor. El momento pasó, y Bolg volvió a mirar a Nauj con su habitual sonrisa.
Seguía emprendiendo su camino con calma y seguridad, aunque con una duda bastante grande. LLegó un momento en el que se paró en un cruce entre caminos: El bosque o el camino. Cerró los ojos e inspiró profundamente, y por un segundo parecía que iba a gritar, que no aguantaría aquella presión.
Abrió los ojos poco a poco, alternando su vista en los dos caminos. Sus codigos, los codigos mediante los que actuaba, chocaban violentamente. Luego de unos segundos, se desvió sin pensárselo hacia el bosque a paso bastante rápido. No dijo, nada, es mas, se le notaba algo agitado, cosa muy extraña en una persona como él.
Antes del conocimiento había que dar lugar a el despeje de dudas..
Seryu se ha separado optando por viajar a través del bosque al parecer sin decir palabra, cosa extraña siendo tan comunicativo como suele serlo. Ahora nuevamente Nauj, Blog y Syara deberían decidir si segurle, o continuar su camino por la carretera.
Despues de despedirse de los niños, y de que Seryu se asegurara de que estarian bien Syara emprendio su camino junto al resto. Caminaba en silencia mientras escuchaba a sus compañeros de viaje para intentar conocerlos un poco más.
Seryu iba algo más callado de lo normal, algo que extraño a la Innuhe. Pero lo que mas raro le parecio fue que se separara a paso rápido sin mediar palabra.
La joven no se lo penso y fue tras el.
-Seryu!
Lo siento si he estado algo desconectada, estoy fuera de casa y la verdad es que no puedo conectarme tanto como desearia. El lunes vuelvo a la normalidad :)
Nauj se quedó en silencio tras escuchar la historia que le había contado Bolg y sentir el odio que emanaba aquel ser al recordar los acontecimientos. Se quedó con las ganas de saber cómo estaba tan seguro el goblin de encontrar a aquél tipo que buscaba en la ciudad de Seiní, pero decidió dejar el tema de momento y seguir hablando de cosas intrascendentes, de curiosidades de las plantas, tal como le gustaba al piel verde.
El grupo llegó a la carretera principal y el joven mago, tras unos momentos de meditación, desapareció en la espesura y la chica corrió tras él. A Seryu se le notaba extraño pero, desde luego, no les había hecho ninguna seña ni les había invitado a que le siguieran, así que Nauj optó por entrar en el camino y comenzó a dar unos pasos. De todas formas, animado por la prudencia, le comentó a Bolg: ¿Notas algo extraño, Bolg? ¿Crees que es más conveniente que le sigamos?
Se paró en seco, ligeramente tenso, recordando cómo les había sorprendido el ladronzuelo la tarde anterior.
Bolg olfateó el aire buscando algún olor fuera de lugar. Atento ante cualquier señal de peligro.
Master!! ¿Bolg detecta algo?