Partida Rol por web

Me incorporo en silencio sin apartar la mirada de Azur, quién cada vez se veía más confundida e intrigada por los acontecimientos de su pasado. Al menos ahora entendía un poco aquel misterio, pero no lo suficiente.

Sentí una mirada y en busca de ella, me encuentro con unos ojos llenos de ira, del pequeño piel verde. Un poco sorprendida, enarco una ceja y lo miro de arriba a bajo ¿Mejoraría algún día la relación con mis compañeros de viaje? Probablemente no, esperaba que ahora que había aumentado el número de viajeros, la situación mejorara un poco, aún así, devolví a Bolg una mirada fría e indiferente.

-¿Cuál es el camino a seguir? ¿Cuál es nuestro rumbo? Estoy algo cansada de que mis dudas no se resuelvan- comento con cierto enfado y ahora miraba al gato -¿Sabes tú alguna información que nos pueda ser útil?- pregunto en el mismo tono.

Las palabras de Shadar Fezbane aclararon algo la situación, pero no del todo. La chica de rostro azulado parecía desconcertada respecto a su propia persona así que el encapuchado decidió no insitir, por el momento.

- No tenía ninguna intención de vender mi propia vestimenta -respondió al mago- Pero estoy dispuesto a escuchar ofertas... -la conversación parecía volverse absurda por instantes pero Nauj decidió seguirle el juego, por ver a donde quería ir a parar.

Cansada por éste o por otros detalles que no aclaraban la situación, o quizás porque todo el mundo se escondía tras un silencio sin querer hablar a las claras, Syara estalló, dirijiendo sus iras hacia el gato.

- Scire nos dijo que nos esperaría en el Bosque de los Sauces llorones en Orem, ¿recordáis? Y dijo que lo haría sólo hasta la noche de mañana, sea cuando sea que vaya a ser o haya sido ese mañana -habló mirando a Syara cuando ésta preguntó por el rumbo a tomar- ¿O sólo yo "soñé" con esas palabras?

Yo por mi parte ése es el camino que creo que deberíamos tomar. La extraña situación en que nos vimos envueltos me ha hecho entender que mi objetivo está más "arriba" de donde yo creía.

Algo oí hablar hace tiempo sobre ese Bosque... -añadió, por si podía aportar algo- Está en Orem, justo en la frontera con Idu. No creo que esté lejos de aquí, aunque no sé si tan cerca como para llegar a tiempo a la cita de Scire.

Oí rumorear que el Bosque es el lugar de residencia de una chamán, eso dice la gente. Quién sabe si ella sea la chica de la marca roja que conocimos...

Después de compartir lo que sabía, añadió, mirando también al gato, a la nueva chica y a sus compañeros:

- Claro que, si alguien puede aportar algo más de luz, se lo agradecería.

El gato maullo como un animar normal en respuesta a Syara, como si estuviera tomandole el pelo.

Esperas mucho de un pobre gatito. Jijiji...¿como podría arrojar luz si no se que pasó con ustedes? A parte de oirles roncar durante dos días no tengo conocimiento de mas, aunque parece que lo estaban pasando muy mal en sueños.

-Dos monedas de oro. Mas de lo que se puede pedir por esa capa.- No dejó de mirar a Azur mientras ponía precio a la vestimenta del hombre. -Aun no me has dicho si quieres retomar nuestra conversación. Y... ah.- hizo un gesto con la mano izquierda, una especie de chasquido que nunca llegó a sonar. -Siempre puede ir peor, créeme.- Quedó mirándola, expectante a la respuesta.

-Si, por supuesto que quiero continuarla -Dijo con decisión, pero sin arrogancia en absoluto. Un porte totalmente admirable- ¿Pero podrías aclararme quien eres? Es algo incómodo no tener un nombre para hacerte referencia.

-Podrías llamarme "el hombre misterioso", pero Shadar es mas corto.- Dijo, con una sonrisa en los labios.

Azur tenía una cierta facilidad para contar detalles de su vida sin que nadie le preguntara, y cuanto mas sabían los demás, mas probable era que interfirieran en sus planes. El saber es poder y quería ser él quien mas supiera en todo momento, era la única ventaja con la que contaba.

Antes de que hicieran mas preguntas, decidió que era mejor que fuera él mismo quien diera la información. Si el daba la información, él la controlaba. Lo único que tenía que hacer era dar la suficiente para satisfacer parte de la curiosidad y desviar la atención hacia otro tema. -Parece que funciona. Por el momento.- El tema estaba virando, dejaba de centrarse en Azur y pasaba a tratar el camino a seguir. Afortunadamente, Inome colaboraba con sus respuestas habituales.

Lo mas probable era que en verdad Inome todavía no supiera gran cosa de lo que habían soñado, pero lo que estaba caro es que en caso de saberlo, su respuesta no iba a ser: "Vayamos corriendo a los brazos de Scire". Al demonio le incomodaba su presencia y seguro que cuando supiera el tema a tratar, tendría algo interesante que decir y un par de insultos que dejar caer sobre la muchacha.

-Me pregunto cual será el verdadero papel que juega Inome en todo esto. Y en que papel me deja a mí.- Estaba muy preocupado, la situación se le escapaba de las manos y se sentía atrapado en dos planes opuestos, trazados con una información que no tenía y que le incluía. -Ahora soy un réprobo. Y por lo que ha dicho Scire, es posible que Inome sepa de esta historia anterior que han nombrado en nuestro sueño. ¡Cabrón! ¡Lo de llevarme hasta Azur ha sido una trampa para llevarme hacia su lado! He caído de pleno.

Espero que sean imaginaciones mías, porque lo hecho no se puede cambiar. Si esto formaba parte de su plan, deberé felicitarle cuando llegue el momento.-

Se acomodó con cuidado en su sitio, para poder apoyar la espalda en el respaldo de la cama sin hacerse daño tras alcanzar el mas próximo de los bollos y dar cuenta de él. Entre medio de los bocados comento:

-Primero que nada creo que lo mas adecuado sería agradecer, es muy extraño pero agradable que nadie se haya levantado de pronto con intenciones de entregarme. Ese hombre que salió recién sin embargo tenía una mirada un tanto extraña ¿estará bien?

Miró el techo pensativa, unos instantes.

-Si entiendo bien la situación no tengo actualmente donde volver ni a donde ir. Me preocupa lo que esté pasando en el castillo, pero si ya han pasado diez años esperar un poco mas no hará mucha diferecia. Durante esa experiencia tan extraña...cuando esa voz desagradable se puso a hablar...no la conocí de nada, pero no se como explicarlo. Quizás instinto sería lo mas adecuado, pero realmente sentí que era algo muy malo. Y no en el sentido tradicional, sino mas bien como si tuviera malas intenciones para con nosotros.

Negó levemente.

-No se si esté diciendo o no la verdad, pero no puedo negar que parece haberme...habernos protegido de alguna forma de esa presencia tan repulsiva. Necesito volver a hablarle a esa mujer pálida.

Te diste cuenta enseguida de que ese "sentimiento" del que hablaba Azur, realmente era instinto. De hecho, el mas fiable de todos: el instinto animal. Despues de todo, en parte su anatomía indicaba cruce con un animal...un dragón. Aunque quizá no del mismo modo, era probable que Blog compartiera ese "sexto sentido".

La chica se había quedado durante esos minutos de charla en silencio desde la revelación del nombre de Azur. Dejó en plato sobre la cama de Syara para que Blog pudiera seguir tranquilamente en su ataque personal, que por fortuna no ponía en peligro el buen comer del resto ya que eran realmente una cantidad considerable.

-Lo siento, ¡pero yo no puedo creerlo tan fácilmente! Lo que estas diciendo es muy serio, además tengo entendido que en el cartel dice que eres una criminal de la peor calaña. ¿Quien dice que no estas mintiendonos ahora mismo para, en cuanto se te de la espalda, asestar una puñalada?

Con el último comentario hizo un gesto con la mano como si realmente sostuviera un puñal, para enfatizar sus palabras. Se veía contrariada y con el ceño fruncido.

Bolg seguía a lo suyo, algo ajeno a la conversación que se desarrollaba en la sala. Al parecer solo le preocupaba cuantos bollos le cabrían en la boca antes de verse obligado a tragar.

De vez en cuando, miraba de reojo a Nauj, por si le necesitaba de alguna forma. Pero al comprobar que su amigo estaba enfrascado en palabras con aquellas personas, el guerrero goblin volvió a sus entretenidas distracciones.

Lentamente, entré, observando casi con curiosidad el ritual. No la echarían demasiado en falta, aquellos por quienes rezaba. Tan solo se llevaría un buen susto, y tomaría un poco de su sangre.

La tomé de la boca, para paliar los posibles gritos, para después colocar mis labios muy cerca de su oreja. No quería que se perdiera una sola palabra, porque con el miedo, se tenía tendencia a no escuchar. Aquello significaba que se acababan las buenas ideas, y no era nada bueno. Nada bueno para ella.

- No grites, no te muevas, y todo irá bien - le susurré con lentitud

Después, le rodeé el torso con mi brazo, para evitar que se moviera demasiado. Demasiada resistencia podría costarle la vida. Tomé su sangre para sentirme saciado

- Hoy los dioses te han escuchado, aunque no rezases por ti. Quizás debieras comenzar a hacerlo - le dije para después retirarme.

La tomé para dejarla tumbada sobre la cama, cubriendome la herida con alguna prenda.

Después, salí de la habitación para reunirme con todos. Debíamos partir, para reunirnos con Scire, y parecían no comprenderlo el resto

Como era de esperarse, la joven trató de gritar justo antes de la mordida pero se ahogó del todo por la palma que tenías e sus labios. El dolor hizo que pasara a ser un leve gemido antes de apagarse por completo, removiendose apenas en tu agarre ferreo sin el menor resultado.

Al haber elegido perdonarle la vida consumiste menos sangre, la suficiente para recobrar la calma hasta, aproximadamente, la tarde o la noche dependiendo de la actividad que tuvieras. Probablemente tardaría un rato en despertarse, pero cuando lo hiciera quizá fueran problemas para ya que probablemente intentaría pedir ayuda con su herida.

Tras dejar a la inconsciente muchacha, volviste sobre tus pasos a la "habitación común". Todos se encontraban allí, el goblin se echaba varios bollos de crema a la boca y los engullía como un desesperado, los demas comían alguno de forma esporádica y al parecer la charla se extendía.

La acólita que había traído la preciada comida tenía el ceño fruncido mirando a Azur, que a su vez tenía un porque en aquel momento solemne pero no arrogante, admirablemente digno para una noble de su altura sin lugar a dudas.

Andrue vuelve a hacer acto de presencia, como si nada. Se ve bastante calmado y su mirada ha vuelto a la normalidad.

Me detuve para mirarlos a todos, con una mueca de incredulidad en el rostro. La escena era del todo surrealista, especialmente por aquel goblin, que los devoraba casi con ansiedad

- Bien, creo que es hora de movilizarnos - comenté con voz neutra - Scire no va a poder esperarnos eternamente

Comencé a tomar mis pertenencias, mostrando mi disposición para marchar. Seguramente habría rencillas en aquellos momentos, pero a la mínima de cambio, la decisión estaba tomada

"El hombre misterioso" ofreció dos monedas por el hábito de Nauj.

- No es suficiente, lo siento mucho -le respondió, mirándole a la cara- Pero recordaré la oferta por si en algún momento me son necesarias.

Después, escuchó las palabras de Azur.

Y Aralun se mostró recelosa.

Y entró Seryu.

Y el vampiro se mostró inquieto.

- Muy cierto. Si nadie quiere aportar nada más, sería hora de partir. Los que quieran hacerlo, claro -miró a Aralun- Yo confío en ella; no temo ninguna puñalada por su parte -sonrío a Azur; una de sus sonrisas, que se perdían en las profundidades de la capucha.

Después miró a Seryu y le habló:

- ¿Estás de acuerdo, Seryu? ¿Vamos a la cita con Scire?

Y por último miró a su amigo, que le devolvió la mirada. Justo antes de continuar con su tarea de seguir zampando bollos.

 Comprendió lo dicho por la mujer. Tratarla como una criminal podría haber sido para muchos el camino mas facil hacia la gloria, pero ellos no estaban allí para conseguir gloria o fama, sino para tratar de comprender y restablecer el orden en el mundo.

Sumido en sus pensamientos mientras los vocablos emitidos por la mujer penetran sus oidos y por ende sus pensamientos mas profundos, miró hacia el suelo, y en unos segundos, comenzó a recordar la conversación cuando estaban encerrados en aquella taberna.

Un mundo cayendo en las garras de monstruos que jamás podría imaginar siquiera que existen. Un mundo bajo el yugo de fuerzas opresoras mas allá de la naturaleza y el orden, un mundo lleno de caos. Y el, en medio de todo aquello, con personas a las que proteger y un sino que quizás jamás podría cumplirse, pues la dura empresa de salvar un planeta no era menester de un silfo común.

De cualquier modo, no se iba a rendir, no, habían llegado demasiado lejos, y ahora parecía que comenzaba a llegar el momento de demostrar la razón por la que han caminado tanto. No había marcha atrás, así que alzó la cabeza, justo para escuchar la pregunta de Nauj, su compañero de viaje.

La determinación que destiló su mirada jamás había sido observada por nadie en aquel lugar. Y sin embargo, parecía seguir siendo el, aunque algo distinto, diferente, se había apoderado de su personalidad.

-Si, debemos ir. No hay marcha atrás, muchachos, pero solo quiero deciros una cosa. El camino no va a ser fácil, ni cómodo. Ninguno de nosotros es una fuerza divina, pero lucharemos contra fuerzas que si se oponen a las mismas. Hemos llegado demasiado lejos para rendirnos, y, al menos yo, tengo una misión que cumplir, un sueño, un objetivo. Y pienso llevarlo hasta el final, así me cueste la vida. Escuchad, este es un momento importante. Aquel que quiera dar la vuelta y marcharse, es el momento en el que se podría quedar aquí, y simplemente pasar la vida relajado. Quien nos siga, que se atenga a las consecuencias.

Se dirigió a Shadar, contactando visualmente su fría mirada con la de aquel hombre.

-Escúchame, shadar. A partir de aquí, nuestros caminos se cruzan. No voy a tener nada contra ti, y tu intenta no tener nada contra mi. Somos fuerzas que unidas podemos conseguir algo más que separadas. Sé lo que sois, o eso creo, al menos en arquetipo, y no me importa. Mi grupo, como decisión de líder, se aliará al tuyo, siempre y cuando mis decisiones sean respetadas, tan respetadas como las tuyas para tu grupo. Así pues, el grupo ahora se une pero tiene dos cabezas. No te arrepentirás de tenernos en tu bando, y yo espero no hacerlo tampoco de teneros. Y recuerda, que esta es una unión por necesidad.

Tras aquello, se dio la vuelta y los miró a todos aun dándoles la espalda.

-Os veo a todos abajo. Incluida vos, Azur. Es demasiado peligroso que te quedes en un lugar. Si le parece bien también a Shadar, os llevaremos con nosotros.

Tras esto, desapareció de la puerta, dejando un silencio sepulcral por unos segundos tras de sí.

Cuando Seryu acabó de hablar, Shadar estuvo tentado de dar un par de aplausos desganados, pero se contuvo. -Bonito discurso. Muy épico. Digno de un libro de caballerías.- Finalmente optó por negar con la cabeza. -Lástima que esto no sea un libro de caballerías-

Señaló hacia la puerta y miró a Nauj, que era con quien estaba negociando la capa. -¿Ese es vuestro líder? ¿estáis seguros?- Se encogió de hombros con indiferencia. -De tanto hacer trucos con plantas, se le han metido pájaros en la cabeza.-

-Olvida lo de tu capa. La necesito ahora, no luego.-

Se acercó a los bollos y cogió dos del extremo mas alejado del plato del que tragaba el goblin. Se acercó a Azur y le ofreció uno. -Creo que cuando te he dicho de hablar se me ha olvidado añadir en pri-va-do. Pero creo que esto ahora se arreglará. Parece que tienen prisa por partir. Por mi podéis ir tirando. No nos entretendremos.-

Shadar le dio un pequeño bocado, por cortesía. -Preferiría disfrutar de un buen filete, pero cada vez lo veo mas difícil-

-Muy buenos estos bollos.- Miró directo a los ojos de la acólita. -Me pregunto a qué se debe tanta cortesía.-