Habias recibido hacía casi un mes una carta de tu Sire, el cual te había entregado para hacer una misión para un patrón del clan Tremere, llamado Jervais.
Sabías que había un grupo que trabajaba para el y con el cual debías reunirte en Bistriz aproximadamente en mayo, aun que no tenías clara la fecha exacta en la que llegarían, ya que el invierno había persistido más de lo normal y era dificil transitar esa zona.
La misión consistía en llegar al Paso más allá de Bistriz y construir una fortaleza.
Llevabas ya unos días por allí y sabias que en breves deberías irte a presentar al príncipe, ya que sino en cualquier momento los azotes podrían darte caza y sería un problema.
Recuerdas que estas solo.
El frío nocturno húngaro azotaba su forma mientras caminaba por las calles de Bistriz; también, le servía de excusa para llevar su capa tan profundamente calada que su palidez no resultara tan llamativa, o problemática. Era un gesto ya naturalizado en los años que llevaba convertido en Vástago, pero en el que aún así se preocupaba en pensar, para evitar descuidos y problemas innecesarios.
Había llegado unas noches atrás, con una carta de su sire y una misión; parte de cuyos preparativos estaban a cargo del confiable ghoul con el que estaba viajando. Sin embargo, era completamente inevitable tener que atravesar Bistriz y la Tradición exigía que se presentara ante el Príncipe del lugar para poder hacerlo, y aquella era la primera tarea que tenía por delante aquella noche.
La presentación era doblemente útil, en este caso. Mostraba su respeto hacia el gobernante local, y era bien sabido lo importancia que daban a la hospitalidad en la tierra más allá de los bosques; por otro lado, él debía reunirse con una cuadrilla en aquel paso, según le había dicho la dama Troglodytia. Lo lógico, en su opinión, sería que también se hubieran presentado y, quizás, el Príncipe pudiera informarle de cuánto terreno le llevaban de ventaja, o si, por el contrario, era él quien les había adelantado, por los imprevistos de viaje.
Así pues, se encaminó hacia donde el Príncipe prestara audiencia. Su palacio, probablemente...
Te queda clara cual es la residencia del príncipe solo al acercarte al lugar. Un gran castillo negro se alza imponente al lado de las colinas que rozan la ciudad.
Te dirijes sin problema y ves que los guardias te dejan pasar, probablemente sean Ghouls y hayan podido detectar que eres como su amo.
Finalmente llegas a una especie de "recepción" donde se te hace esperar hasta que el príncipe pueda atenderte.
Avanzo al resto, que se me han portao mal esta semana xDD
Por fin llegais a Bistriz en el carro de Myka.
La ciudad es algo más pequeña que Budapest, pero se ve claramente que es un buen enclave comercial.
Myka os va guiando por la zona, hasta un castillo que está un poco apartado en las colinas de la ciudad.
Si quereis hacer algo, podeis. Sino seguiremos hasta el castillo.
El silencio nocturno que acompañaba al pálido caballero por Bistriz no fue siquiera roto, más allá de lo necesario para informar de sus intenciones, ni siquiera por los criados del Príncipe mientras le guiaban a su sala de recepciones.
Una vez le condujeron a tal lugar, y sólo entonces, se retiró la capucha de la capa, mostrando sus pálidas facciones mientras tomaba asiento y, con la paciencia aprendida y grabada a fuego en sus años de vida por la disciplina de la orden, esperaba pacientemente la recepción del Príncipe.
Esperaba, al menos, que tal retraso se debiera a un verdadero motivo, y no a un innecesario capricho de ejercer la autoridad por ejercerla. Normalmente, quienes recurrían a tales aspavientos era quienes sentían la arena invadir los cimientos de su poder; y una guerra de poder tan cerca de su misión podría dificultar enormemente su tarea....
Finalmente llegais al castillo, el cual es bastante grande y todo completamente negro. Un ghoul os conduce hasta una sala central, que parece sencillamente un recibidor, aun que podeis ver que es bastante ostentoso.
Allí veis a otro vástago esperando.
Mientras esperas, ves como un grupo variopinto de cinco vástagos llegan a la sala.
Vale, podeis dar descripción y si quereis charlar xD
Ramirez avanza por la sala toqueteandolo todo, frotando la suela de sus gastadas botas contra las alfonbras, levantando los tapices de las paredes y mirando detras, comprobando las tallas de los muebles etc...
Suelta un largo silbido y finalmente dice al otro vastago fingiendo ingenuidad --¿Todo esto es de vos?
Perdón, no vi q no estabas marcado.
Ramirez es un tipo...bueno viste normal, sin demasiada preocupación por la ropa, el pelo largo y la barba igualmente largas negras y desaliñadas, su piel curtida por el sol y el viento es mas dura y oscura de lo habitual.
A parte de eso solo lleva una vieja espada larga, o almenos está claro que la vaina ha tenido dias mejores.
Sentado cómodamente contra una de las paredes de la sala, esperaba una figura seria y firme. Vestido de forma similar a la usanza de las órdenes religiosas militares de la época, es decir, capa negra larga con capucha, cubriendo un largo tabardo bajo el cual se adivinaba la forma de una armadura llevada con completa naturalidad, pero sin ningún emblema de orden. La capucha estaba retirada, mostrando a un hombre de cabellos oscuros y media melena, barba cuidada y una tez tan pálida que delataba su verdadera naturaleza, sin el disfraz de la sangre bombeada conscientemente que otros vampyrs usaban tan a menudo.
Su rostro era de un varón cercano a la treintena, de complexión fibrosa y ágil, con un escudo pequeño a la espalda y una espada en el cinto, completando el aspecto caballeresco de la estampa. Frotaba una mano enguantada contra otra, por hacer algo para combatir el tedio mientras esperaba más que por algún otro motivo, cuando los otros entraron en la habitación.
Sin disimulo, les dedicó una mirada de arriba a abajo a cada uno, intentando buscar alguna indicación sobre quiénes eran y su rango. Si lo habían conducido a la misma sala que a él, dudaba que alguno de ellos fuera el Príncipe de la ciudad; probablemente eran suplicantes como él que esperaban su audiencia. Respetuosamente, dedicó una inclinación de cabeza a la cuadrilla, antes de hablar en respuesta a la escueta pregunta del hombre de piel morena.
- No, me temo que sólo soy dueño de lo que porto conmigo, buen señor. ¿Debo suponer que también se hayan aquí para ver al honorable Príncipe de Bistriz? Mi nombre es Yago de la Cruz.
Recordad que por defecto no estoy marcado aún en la escena :P
--Pues eso parece, aunque a decir verdad, hasta hace bien poco no sabía que había un príncipe aquí, bueno, ni siquiera sabía que existía este... Asentamiento.-- dice con una media sonrisa --Ni se porque alguien querría asentarse ni gobernar aquí, en mitad de ninguna parte--se encoge de hombros.
--Yo soy Ramírez.-- se presenta sin mas pábulo.
Pd: ¿En que idioma nos hablas?
Una divertida sonrisa se pintó en el pálido rostro del hombre ante la respuesta de Ramírez. - Es... una curiosa forma de decirlo. Especialmente para Cainitas que también andan presentes por la región; hace que uno se pregunte qué os trae por estas tierras, aunque, por supuesto, no es que me debáis explicación alguna al respecto. - añadió un leve encogimiento de hombros a sus palabras, dichas en tono amistoso.
Discrepaba sobre el valor de la región, por supuesto; sus habitantes era algo que aún no podía juzgar, pero las raíces de aquellos bosques y montañas eran profundas y, para aquellos con ciertas sensibilidades, indudablemente poderosas. De todos modos, él tampoco estaba allí por eso.
- Si me aceptáis un consejo, no expreséis ese pensamiento en voz alta delante de nuestro anfitrión; tengo entendido que dan extrema importancia a las normas de la hospitalidad, y podrían tomar ofensa por tal pensamiento sobre su Dominio.
Volvió su cabeza hacia el otro que se había dirigido a él, antes de responderle. - No demasiado, señor Lenz, si bien es complicado mantener el sentido del tiempo mientras se espera en el interior de una sala en solitario.
Markus, si el post era también para mí, no me marcaste. Narrador, pls, ponme por defecto en la escena, que casi posteo para todos menos para mí XD
EDIT: Supongo que en Latín, por el momento; es lo más parecido a un idioma "común" en la región. O en el idioma que haya hablado Ramírez, si lo conociera.
Hay un tipo en la sala de espera, pero no le presto demasiada atención. Estamos a punto de conocer al que con total seguridad será nuestro principal rival en esta contienda, así que actuaría como el león que agazapado espera el momento de asestar el primer zarpazo.
Me paseo por la sala con calma y me cruzo de brazos en un rincón observando los detalles del lugar en el que nos encontramos o mirando por la ventana si la hay.
Algunas de mis ropas son suntuosas, las que sobrevivieron al combate. Llevo una larga capa negra con total naturalidad y mis rasgos son finos y perfilados, un hombre esbelto y bello donde los haya.
Yago, gracias. Actualizado mi ultimo post
--¿Que que hago aqui? Buena pregunta...perder el tiempo, supongo, pero por suerte tiempo no es algo que nos falte ¿no? .-- respondió miemtras jugueteaba con cualquier cosa como gato enjaulado.
--Y gracias por su consejo, pero bueno...¿Sabe como lo veo yo? Yo creo que si nuestro anfitrión conoce del poco interes, poco no, del ningún interes que tengo por estas tierras y en permanecer en ellas ni un segundo mas del tiempo necesario, verá claramente que no represento ningun problema para él, ni para su gobierno y hegemonía en sus dominios ¿no creeis? -- se gira y guiña a su interlocutor
Yo hablo casi cualquier idioma jajajaja
Las últimas palabras de Ramírez le sacaron una pequeña risita mientras sacudía la cabeza. - También es posible que se preocupe por que sembréis caos a vuestro paso, sólo para convertirlas en interesantes. - respondió en tono bienhumorado. - Mantengo mi consejo, prudencia cuando se hable del Dominio de otro.
- Por otro lado, el que dispongamos de más tiempo para hollar la tierra sólo hace más imperdonable la ociosidad. Yo, por mi parte, me dirijo al paso de Tihuta, al norte de aquí; Bistriz es sólo una ciudad de paso para mí en mi camino hacia allí, a petición de mi Sire. - dijo con franqueza; una muestra de buena fe. Después de todo, ¿cuáles eran las posibilidades de que hubiera más de una cuadrilla itinerante de paso al mismo tiempo por aquellas tierras que la que él estaba buscando?
Las palabras del desconocido captan mi atención. Sin embargo me abstengo de decir nada, me mantengo en segundo plano, como hasta ahora.
Markus sonrió ante los compentarios de Yago. Le gustaba como manejaba aquel la situación con Ramirez y la sensatez que mostraba. Era como ver una danza entre luz y oscuridad, caos y orden... y por supuesto el caos era Ramirez despreocupado y voluble como un niño que aún no ha desarrollado el autocontrol. ¿Si un vampiro era abrazado antes de que su caracter madurase, se quedaría inmaduro para el resto de la eternidad? Quizás con Ramirez podría encontrar la respuesta, si los hados le eran favorables y su insensatez no le traia una más que probable muerte “prematura”.
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- ¿El paso de Tihuta decís? – preguntó Markus enarcando las cejas en gesto sorprendido y curioso – Un viejo amigo de mi Sire, llamado Jervais, me habló hace tiempo de esas tierras. Un paso sin importancia alguna arrasado por guerras largo tiempo ha y abandonado por su escasa relevancia. ¿Qué os podría interesar de aquel lugar? – continuó curioso.
- ¿A mí, personalmente? Poco, en realidad. - Respondió de nuevo con honestidad. La mención casual de Jervais le servía como indicación de que estaba, probablemente, en lo cierto con respecto a la extraña cuadrilla; probablemente, estaban mostrándose en cierto modo precavidos, como él. Ningún lugar era suficientemente remoto para la Yihad, lamentablemente... - Mi sire, en cambio, sí parece tener un interés allí que me ha encargado atender; un interés relacionado con el mismo Jervais, según creo... Ciertamente es un vampyr muy bien conectado, ¿no creéis? - terminó con un leve encogimiento de hombros.
- Si es un paso que ya fue saqueado en el pasado, imagino que mi misión allí tendrá que ver con la amenaza creciente que nos acecha desde el Este.