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Crónicas del Fin I: Camino Sin Retorno

Capítulo I: Hacia el Norte

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10/08/2018, 09:59
Thorskar Wedrun

Tras bajar Therm, Thánur se encaramó al pescante del carro y tomó asiento junto a Thorskar, que guiaba a los caballos con calma, llevando las riendas en sus manos pero cogiéndolas sin apenas fuerza, ya que el paso era tranquilo y el terreno sugería que era mejor no apresurarse - Y bien, mi nuevo amigo, habladme de vuestro reino, no he llegado tan al sur jamás pero sin duda he escuchado de la fama de sus Herreros Rúnicos y de la belleza de sus construcciones.

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10/08/2018, 12:48
Erin

Erin estaba contemplando asombrada el caballo de la hechicera, y la interpelación le pilló desprevenida. Miró hacia arriba, hasta que sus ojos de distinto color se encontraron con la mirada penetrante de la elfa. Erin enrojeció al darse cuenta de que la estaba observando mientras miraba el caballo; ¿cuánto tiempo llevaba mirándola?

 - Muchas gracias - acertó a decir por fin - Es un animal precioso, puede que luego acepte tu invitación... Pero ahora es mejor que camine delante; de poco servirían mis flechas cerrando aquí la marcha, si nos saliera alguien al paso - añadió, posando su manita sobre la madera de tejo de sus bosques natales que había dado alma a su arco.

 - Los espíritus de los árboles perduran en su madera, Erika - le decía su abuela. Parecía que pudiera escucharla de nuevo - Tienes que saber contentar a los espíritus del bosque: están en los arroyos, en las piedras, en las plantas...  Si honras y respetas a los espíritus del bosque, ellos te ayudarán; si provocas su ira, aprovecharán cualquier oportunidad para perjudicarte.

Así hablaba su abuela, mientras ambas miraban al padre de familia trabajando con sus manos nervudas, desnudando un trozo de madera de aquellas vetas superfluas y haciendo aparecer una figura nueva: sin duda, había algo misterioso en el proceso de convertir lo que la naturaleza les regalaba en un arma o en una herramienta. La mano del hombre se posaba sobre el caos, y le daba forma de acuerdo a su voluntad - ¿Será así como obran los dioses? - se preguntaba la niña, mirando a su padre con admiración. Pronto, su arco estuvo casi listo.

 - ¿Te gusta? - le preguntó el padre - Es para ti. Con esto cazarás conmigo, cuando te enseñe: ya va siendo hora de que no sólo me acompañes.

Traído por los recuerdos, un dolor sordo se anudó en el pecho de Erin, que tuvo que apretar los dientes, y apartar su mano del lomo del arco, como si se hubiera cortado. Miró al suelo, antes de volver a dirigirse a Syndra, esbozando una tímida sonrisa: - Me voy a adelantar, Syndra: luego hablaremos de nuevo.

Entonces, Erin apretó el paso hasta situarse junto a Gorsha y Wülf, a la vanguardia de la expedición, alejándose de aquella criatura temible que, sin embargo, ejercía una fuerte fascinación sobre ella.

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10/08/2018, 15:02
[Muerta] Gwyl

Gwyl se quedó en silencio, escuchando el poema del semielfo con el ceño fruncido, algo molesta por un gesto que, a su entender, la creída criatura no merecía. Sin embargo guardó silencio, aunque se adelantó, con su paso ligero, hasta quedar atrás de Wülf, la orca Gorsha y la muchacha delgada y rubia llamada Erin.

Esta última le llamaba especialmente la atención. Parecía tener más o menos su edad y aún con su forma de comportarse reservada y tímida, Gwyl no podía evitar sentir cierta calidez emanando de la muchacha. Quizás porque siempre le había caído bien la gente introvertida, o por como la había ayudado el día anterior... O por su falta de amistades femeninas, que quisiera o no, echaba en falta... O posiblemente fuera por todo a la vez. De todas maneras, era un hecho que la muchacha silenciosa le caía bien, y algo le daba en la nariz de que, quizás, solo quizás, la historia que cargaba no sería muy diferente que la suya propia. Posiblemente no fuera exactamente igual... Pero sin duda su figura, igual que la de Gwyl, hablaba de pérdida y dolor.

La mestiza se preguntó si tendría la oportunidad de conversar con Erin más a fondo en algún momento, o si el camino las separaría pronto. En realidad, era consciente de que con todos aquellos viajeros, los que le caían bien, los que le caían mal y aquellos que le eran indiferentes, solo le unía el hecho de que iban en la misma dirección, y que tarde o temprano sus caminos se separarían. "A parte" pensó apesadumbrada "No debería mezclar a nadie en mis cosas... Yo no estoy de paseo". La idea de volver a estar sola, y más en aquellas tierras hostiles, siempre en guerra, era dolorosamente punzante. Meneo la cabeza entristecida para volver a fijar su atención en el camino, deseando que pronto llegasen al primer alto. Quería recolectar algunas hierbas que faltaban en su botiquin y siempre eran necesarias, y aclarar un poco las cosas con el semielfo, aunque le fuera dedicando poemas a elfas pedantes.

 

 

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11/08/2018, 23:07
[Muerto] Belandir

El enano siguió caminando como si se tratará de una marcha hacia una batalla final, ignorando por completo al joven enano que comenzó a caminar a su lado o al menos así fue en un principio…

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11/08/2018, 23:08
[Muerto] Belandir

-….-

Un silencio de ultratumba fue lo que gobernó el ambiente una vez que Therm termino de bombardear al antiguo comandante con varias preguntas, con un ánimo y brillo característico de aquellos jóvenes sedientos de aventuras.

-….-

El ambiente parecía no cambiar, sin embargo, dentro de la mente de Belandir, se podía ver un mar de recuerdos bastantes antiguos en donde se contemplaba al mismo serio enano, pero con menos arrugas, una barba llena de vida y unos ojos desbordantes de tenacidad y soberbia, no obstante, no era lo único que se podía ver en aquellos recuerdos llenos de gloria, había una solemne silueta en cada escena, desde borracheras impecables hasta marchas militares en donde se honraban a los caídos y se juraba un futuro más próspero para el reino, era una silueta digno de un gran monarca… digno de un amigo… digno de un gran hermano…

Los ojos de Belandir, por un momento casi efímero, vuelven a brillar llenos de vida mientras nuevamente mira el rostro del joven enano que, por un instante, se transforma en el las facciones del rey que una vez sirvió, sin embargo, una vez que aquel espejismo, creado por la nostalgia y la debilidad concedida por la traición, se desvanece, la expresión sombría y hereje de Belandir vuelve a tomar totalmente su aura.

-….-

-…-

Antes que Therm pudiese actuar de nuevo, quizás incomodo por la opresiva aura del antiguo guerrero, este suspira pesadamente como si se hubiese dado por vencido por una fuerza invisible e implacable para abrir sus partidos labios.

-. Primer consejo-. un gruesa y áspera voz aparece después de un buen tiempo.

-. He visto demasiados jóvenes estúpidos que han sido decapitados por preguntar demasiado y saltarse los protocolos básicos de presentación-. Una sonrisa retorcida se dibuja en la cara de Belandir, engrandeciendo aún más sus cicatrices y marcas de batalla.

-. Segundo-. Sus inertes pupilas hacen un recorrido completo al cuerpo del comerciante-. Jamás bajes de la caravana sin un escudo y/o armadura, de hecho, me atrevería a decir que jamás alejes tu escudo de tu lado si es que quieres seguir viviendo una larga vida-. Sus vertebras suenan de golpe al momento que Belandir dobla su cuello de forma brutal.

-. Si estás de acuerdo con todo lo anterior, me puedes llamar Belandir y en caso contrario te puedes ir al carajo-. Con una velocidad y habilidad casi natural, el comandante comienza a preparar su pipa con una sola mano para luego encenderlo como si nada, impregnando el ambiente con el dulce olor de las hierbas que le había comprado a la mediana la noche anterior-. Vengo del antiguo reino que limita con las tierras de los elfos oscuros, Kazad Drakk-. Al nombrar aquellas últimas palabras una expresión de odio puro se establece por un par de segundos en las marcas de expresión del enano-. Te puedo contar varias de mis antiguas batallas siempre y cuando me digas quién diablos eres tú-. A pesar que el viejo enano sabia su identidad, el sentía que tenia la necesidad estratégica de enseñar a aquel niñato la importancia de las reglas sociales, especialmente si viene de una estirpe comerciante, una acción hecha al frente del dueño de la caravana con el unico objetivo de favorecer el contrato que había firmado con el arquitecto-. Quizás esto le sirva, si es que no muere antes obviamente-.Es lo que se dice a si mismo mientras que el humo del tabaco abraza el antiguo yelmo del enano al mismo tiempo que sube hacia el cielo…

Notas de juego

Todo lo hablado esta en idioma enano.

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12/08/2018, 23:26
Ussia

La mediana escuchó las palabras de todos, tan seguros de su posición ventajosa respecto a los posibles atacantes en el camino que podrían incluso no atacarles. Podrían resultar tranquilizadoras, si no fuera porque ya asumían que había bandidos en lo alto de aquellas paredes naturales de piedra. Levantó la mirada de nuevo, escudriñándolas por unos instantes, para luego encontrarse con la Wülf al bajarla de nuevo. Supuso que sería para asegurarse de que su plan seguía en pie, a pesar de la repentina aparición de la elfa. Ussia se esforzó por esbozar una sonrisa tranquilizadora y asintió, esperando que fuese suficiente para indicarle que todo iba bien.

Tras haber dejado de lado sus pensamientos pesimistas, ya que no tenía forma de evitar lo que les fuera a ocurrir, se centró en las conversaciones de los demás. Sonrió al escucharles hablar de gatos, pensando en que Gwyl perfectamente podría asemejarse a una figura felina, pero veía al semielfo demasiado rígido como para tener esos movimientos sinuosos. Y sin embargo, a la hora de cantar poemas era mucho más diestro y fluido que muchos artistas de taberna. Esperó a que el carro pasara delante de ella para cambiar al lado en el que estaba el semielfo y le dio una palmada amistosa en la espalda.

- Si te soy sincera, más que un gato, pareces un ruiseñor, Yriel. Sólo esperemos que Gwyl no te coma. - sonrió de forma pícara al pensar en la relación que había o parecía haber entre esos dos.

Después, se concentró en la respuesta de Throskar. Tenía olfato de vendedor, desde luego. Aquellos reinos más "necesitados" serían los primeros que visitaría ella si estuviese en su misma posición, y si quien le robó el carro fue lo suficientemente listo para pensar lo mismo, aquellos serían los primeros que tendría que visitar después de acompañar a Wülf. Seguramente la compañía de los enanos fuese más larga de lo que pensaba en un principio, y no sabía si eso acababa de gustarle. 

Volvió a oír la proposición de Syndra de compartir caballo y suspiró para sus adentros. Bien cierto era que ese terreno no era precisamente blando, pero decidió esperar a que respondiese Erin, quien se había quedado parada observando a la elfa. La joven humana se movía bien por allí, pero a simple vista no parecía tan experimentada en caminatas como ella. Y aún así parecía dispuesta a vigilar, con el carcaj preparado y el arco a mano. Era curiosa, casi inquietante, pero si sabía manejar bien armas, no iba a ser ella quien se quejase.

- No, gracias, todavía estoy bien. Tampoco me gustaría cansar a tu caballo con el peso de mi equipaje. - respondió dándose la vuelta para mirar a Syndra, recolocándose el bulto sobre la espalda. Aunque lo cierto es que allí, entre los enanos armados, se sentía mucho más protegida que sola en la retaguardia, aunque fuese con una poderosa hechicera.

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12/08/2018, 23:27
Ussia

Al moverse al otro lado, vio a Therm con algo de emoción en el cuerpo por poder hablar con Belandir. "Buena suerte." pensó ella, viendo que tal y como suponía, el enano era igual que siempre. Aunque al final sí que fue algo sorprendente oírle hablar. La curiosidad le instaba a hablar más con ellos, pero la sola presencia del enano la intimidaba y no podía pasar por alto las muchas miradas que le había echado Thánur por meterse en conversaciones ajenas. El aire empezó a oler al tabaco que había vendido la noche anterior, proveniente de la pipa de Belandir, y eso le bastó para saber que el enano estaba satisfecho con ella. Además, Yriel también había comenzado a hablar.

- ¿Magos? Ah, los estudiosos. Sí es cierto que parecían magos. - se rió tras pensarlo y luego se encogió de hombros - Han venido para aprender, por lo que parece, de arquitectura y ruinas antiguas. Aunque realmente es Thánur quien sabe más de ellos, realmente yo no llegué a enterarme bien de todo... - dijo mirando a este por un momento, cautelosa. No quería hablar de más de nuevo. Casi al instante alzó las cejas, recordando algo y sacó de su petate un pan relleno del desayuno, señalando a Yriel con él y levantando la vista para mirarle - Por cierto, tu desayuno. En mi familia te habrían dado otros tres para el camino, pero no tengo tantos fondos. Además, tampoco estoy segura de que te los comieras... - le sonrió, pensando en la lentitud con la que había tocado algo de su plato - Entonces, ¿lo quieres? No te sientas obligado a aceptarlo. - "Yo sería más feliz si no lo hicieras." pensó, pero decidió esperar a que el elfo respondiera. Al fin y al cabo, no se dedicaba a robar las sobras de los demás... No tan a menudo, al menos.

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12/08/2018, 23:50
[Abandono] Thánur Dangorín

La voz de Yriel llenó el silencio de la caravana, y levantó los ánimos de todos, mientras se adentraban en el paso. Thánur se acomodó en lo alto del carro, desde dónde Thorskar dirigía su avance. Hablar de su reino lo llenaba de orgullo, y bastaba con ver su rostro para darse cuenta que estaba gustoso de compartir detalles de esas tierras con el mercader. -  Khalar-Mahir, es un gran reino, mi querido amigo. El Borde Dentado nos da cobijo, desde lo más alto puede verse a un lado el mar que llega hasta el horizonte, y al otro todo todo Achaea. Aún así lo más hermoso está bajo esas montañas, allí nuestro reino se expande en extensos túneles y enormes bóvedas en las que nuestro pueblo vive. Lo que llegó a vuestros oídos es una gran verdad, sus construcciones son sólidas pero no rústicas, por el contrario, en nuestra elaborada arquitectura se graba sobre piedra toda nuestra cultura - sonreía mientras hablaba, sintiéndose el responsable de toda esa grandeza - Y nuestros herreros conocen bien el secreto de las antiguar runas, no es extraño que hayas oído hablar de las armas y armaduras que allí se forjan - Thánur llevaba consigo un martillo y una armadura construidos para él por esas manos expertas - Incluso hemos ido más allá, se dice que algunos arquitectos han aprendido a dominar ese arte y lo plasman en sus construcciones, logrando cosas casi imposibles de alcanzar en otros reinos - le dedicó una mirada cómplice a Thorskar, que esperaba supiera interpretar, porque no iba a dar más detalles del asunto en voz alta. - Si te adentras en las profundidades de nuestro reino, podrás ver las bases de "Los Pilares del Mundo", que se alzan hasta la entrada de la ciudad en lo alto de las montañas, y encontrarás en ellos el sello de quien te habla - le dijo finalmente, orgulloso de su obra más reconocida entre los enanos.

Luego se volteó hacia un lado, atento al diálogo que Therm mantenía con su compañero. Sonrió en silencio, luego escuchó al medio elfo y a la mediana hablando sobre los eruditos, cuando ella lo nombró él la miró con intensidad por unos segundos, luego pareció restarle importancia a todo lo que había alrededor y comenzó a hablar con Thorskar en el idioma natal que tenían en común.

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13/08/2018, 00:19
[Abandono] Thánur Dangorín

Thánur retomó la conversación con Thorskar, pero esta vez habló con calma y en el idioma natal - Veo que Therm le ha caído bien a Belandir - dijo sonriendo - Que le haya contestado ya es más de lo que muchos pueden jactarse - El guerrero tenía sus motivos para actuar de ese modo, y el arquitecto lo respetaba y estaba aprendiendo a aceptar sus modos.

Su rostro poco a poco fue tomando seriedad. Miró nuevamente de reojo a Ussia, dubitativo, y luego continuó dialogando con el mercader - Me temo que el viaje no será tan tranquilo como esperamos, Thorskar. Supongo que tus guardias te habrán puesto al tanto de la actitud de los maleantes humanos vestidos de negro, apenas usaste el Trueno, salieron de modo sospechoso. No hace falta ser muy inteligente para saber que tu cargamento les ha llamado la atención - no le hacía falta a Thánur mencionar el contenido, aunque él ya tenía una idea de lo que llevaba allí - Pero tienes seis buenos guerreros protegiéndolo, y unos cuantos acompañantes que se han sumado a la caravana. Un enano no puede llegar a ser tan exitoso como tu en sus negocios si no hubiese previsto todo eso - dijo, asintiendo con su cabeza a modo de aprobación.

- Pero intuyo que esos hombres no se darán por vencidos, ahora que saben que han encontrado algo que venían buscando - nuevamente, el arquitecto no necesitaba ningún detalle de la carga, solo le dejaba claro al líder Wedrun que había entendido lo valioso que su mercadería podía resultar para algunos - si realmente quieren el cargamento, tal vez escojan dañarte en tu punto más débil, en dónde más dolor te pueden causar - volteó su rostro y señaló con la mirada a su hijo - No dudarán un segundo en herirlo para doblegarte y obtener lo que creen que tienes - dijo en tono sombrío.

- Para qué estamos los hermanos si no es para ayudarnos en tiempos difíciles, verdad? - dijo luego, con más ánimo - Belandir y yo podemos centrarnos en defenderlos a ustedes dos, mientras el resto de tus guerreros defienden el cargamento. No solo cuando crucemos el paso, sino hasta que alcancemos la primer ciudad a la que vayas - propuso con determinación -  Las construcciones más importantes requieren de los mejores materiales, la buena mercadería vale más que la vulgar, y los servicios más mas efectivos no están fuera de esa regla, mi buen amigo. Pero no voy a explicarte de negocios a ti, verdad? En mi reino una escolta sin demasiada experiencia para un viaje como éste costaría 400 monedas de plata, nuestra experiencia no supondrá un adicional para ustedes porque no nos aprovechamos de la necesidad de un hermano, solo hablo de un precio justo. Pero estamos en Anghazar, así que mis oídos están dispuestos a escuchar una oferta razonable para que pongamos en riesgo nuestra vida para tu bienestar, amigo Thorskar- dijo finalmente al líder del grupo. 

- Tiradas (1)
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13/08/2018, 01:35
Gorsha

La orca se giró un momento para hacer una señal a Syndra.

 -Dalo por hecho, muchacha. No tendrás que preocuparte de que te arañen esa pálida piel que tienes.

Porque aquella elfa tenía un aspecto cuidado y delicado como las cortesanas de los más ricos imperios. Nunca había estado en una corte imperial, pero había oído historias y vívidas descripciones, lo bastante como para identificar a Syndra como una de ellas nada más verla la noche anterior.

A la vanguardia pronto se unieron aquellas dos muchachas que no habían dudado en presentar batalla cuando el grupo de los gorriones había venido chuleando: Erin y Gwyl. Mujeres valientes y elfos cantarines, aquel grupo tenía lo que hacía falta para defenderse de un ataque: guerreros válidos y distracciones. Por supuesto que Gorsha no dejaría que le pusieran una mano encima al elfo cantarín, pero le hacía gracia pensar en Yriel canturreando para intentar distraer a una manada de wargos salvajes.

La pregunta de dicho semielfo la distrajo de sus pensamientos.

 -¿Magos? ¿Es que había magos en la posada?

Magos… Gente con la que Gorsha nunca había encajado del todo, pero a los que respetaba e intentaba comprender comparándolos con la chamana de su tribu. Gente extraña, que disfrutaban de la soledad de sus torres encantadas y apenas se relacionaba con el mundo. ¿E Yriel estaba diciendo que había habido magos en la posada? Raro, raro… Algo se debía estar cociendo. Ojalá no fuera en el sitio al que iban.

 -¿Cómo sabes que había magos en la posada anoche?

Notas de juego

Si Syndra mencionó que era una hechicera durante la noche anterior, Gorsha ya lo ha olvidado :3.

Y si me he olvidado de alguien o tengo a algún personaje mal situado, avisadme para editar, por favor.

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13/08/2018, 14:06
[Muerta] Gwyl

Gwyl se río ante el comentario de la mediana que había dedicado a Yriel y miró hacia atrás con una sonrisa pícara y los ojos chispeantes y llenos de malicia. - Es un pajarito pre-cio-so - dijo divertida, paladeando las síbalas como quien come miel,  sin poder evitar burlarse un poco. Era algo de justicia poética por los celos que el poema le había causado, aunque le molestase admitir que le afectaba. - Sería una pena que alguien se lo comiera, ¿No Ussia? - agregó con finjida cara de preocupación - Aún no ha cantado lo suficiente.

Luego se dedicó a escuchar lo que conversaban sobre los hombres de las túnicas con aspecto de magos que había en la taberna. - Los dos hombres de túnica, uno mayor y otro joven- respondió Gwyl felicitándose porque ella también había supuesto que o eran magos o algo similar. Se encogió de hombros mirando a la orca con una sonrisa - Parecían magos al menos. - explicó. La miró con curiosidad y simpatía, creyendo comprender por qué no los había reconocido como tal. Por lo que sabía la magia entre los clanes orcos la practicaban chamanes que desde luego poco se parecían a los estudiosos magos humanos y elfos. Ese tipo de magia llamaba la atención de Gwyl... Del mismo modo que los magos, druidas, más bien, de los elfos silvanos. La mestiza no despreciaba, para nada, el saber, y de hecho gustaba mucho de escuchar y leer a los hombres sabios... Pero esos conocimientos más terrenales, ligados al bosque, las piedras y las montañas, llamaban poderosamente su atención. Más de una vez se había preguntado cuanto se podía aprender del mundo encerrado en una biblioteca. Esa elfa sombría por ejemplo... No podía asegurarlo, pues los elfos vivían mucho tiempo, pero si ese tiempo lo había pasado estudiando en su fortaleza en vez de en el mundo... Dudaba que supiera más que Erizo, Gorsha, o ella misma sobre vivir en el bosque, por ejemplo. "Hasta el pescador más humilde sabe más del mar que el sabio en su torre" se dijo repidiento una de las frases preferidas de Emer.

- Khalar Mahir... - dijo para si repitiendo el nombre que el anciano enano había pronunciado y que, el pensar en su mentor había encendido en su memoria. Sabía poco del pasado de Emer antes de haber recogido a Dargo y haber fundado la "Tropa de Felices Hambrientos" en los bosques próximos a la baronía de Duncan, en Altairea.... Pero si no recordaba mal, antes de irse había sido herrero en Khalar Mahir. Emer siempre había sido más que un bandido bribón, Gwyl lo sabía, y sabía que los motivos para fundar la tropa habían sido más ideológicos y sociales que verdadera necesidad. Al fin y al cabo, la falta de una pierna no le impedía realizar su oficio.... Pero poco podía imaginar que le había llevado a pensar y vivir de forma tan marginal. El pasado del viejo enano gruñón que la había criado era un misterio para ella, que jamás podría conocer porque se lo habían arrebatado. Contrajo su rostro en una mueca de dolor la última imagen que guardaba en su memoria de Emer. Bajó la vista hacia el suelo a fin que nadie notara su flaqueza, y miró al viejo enano Thanur de reojo... Quizás conociera a Emer... Quizás.... Podría rescatar de la memoria del viejo un pedazo del padre que le arrebataron. Más tarde se aseguraría de preguntarle al respecto.

Notas de juego

Si me equivoqué en quienes eran los supuestos magos me decís, pero eran estos, ¿no?

Dejo en Thanur, o el Dire, o los dos juntos si este conocía o no a Emer y podéis inventaros su historia. Lo único que Gwyl saber que es le faltaba una pierna y que en algún momento decidió abandonar su reino  y terminó criando a un semiorco y luego otros tantos mestizos, viviendo como un bandido en Altairea. Espero que os parezca bien (?)

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13/08/2018, 15:26
Yriel Alessar

Al poco la mediana tuvo a bien de explicarles que aquella pareja no era de magos sino de eruditos. Siendo un hombre anciano acompañado por otro joven, vestidos con túnicas, daban toda la impresión de ser magos, maestro junto a aprendiz, y quizá sí que lo eran pero lo trataban de ocultar.

- Sí, yo también pensé que eran hechiceros, no eruditos. - Gorsha seguro que entendía ahora a quién se refería. - Ruinas antiguas, su historia, la de esos dos, ha de ser muy interesante. Yo no tengo noticias de asentamientos antiguos aquí en el norte pero si están aquí es bastante posible que existan.

Por su parte no sabía de ninguna ruina cercana aunque sí sabía por las historias que en tales lugares podían encontrarse maravillas y tesoros, en forma de joyas abandonadas. Aunque se hablara también de otros posibles tesoros como objetos mágicos, en la práctica nunca había visto algo como aquello y quizá no fueran más que cuentos.

Que después la mercader le indicara lo del bocadillo le sorprendió bastante. No entendía que Ussia hubiera guardado el desayuno que había dejado en la posada. Era algo bastante propio de alguien de clase baja, tan inpensable para el viavennés que no sabía qué responderle. Tuvo que pensar que Ussia no trataba de ofenderle sino que realmente pensaba que aquello era algo aceptable, incluso bueno.

- No lo quiero. Gracias por el ofrecimiento, pero si tú lo quieres te lo regalo.

Era una de las respuestas más absurdas que nunca había dado e Yriel a pesar de estar guardando la compostura se sintió fuera de lugar, sin saber si lo que estaba diciendo era algo que la mediana agradecería, si por el contrario sería un insulto, o si él estaba quedando como un soberbio. Según su parecer, sería la respuesta más correcta que podría dar.

Después, que Gwyl lanzara algunas indirectas por haber recitado el poema anterior le puso en otra situación peliaguda.

- Gwyl, dime de qué quieres que trate el próximo poema, con gusto lo recito. Algo que te haga sonreir.

No quería recitar nada inmediatamente, ni quería presionarla, así que mejor le planteaba aquello y dejaba que surgiera una solución por sí sola a aquella especie de agravio que sentía la joven. En verdad en un momento se estaban enredando las cosas bastante y tan sólo por haber dicho que había peligro de ser atacados.

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13/08/2018, 16:03
[Muerta] Syndra

- ¿Un poema? Oh, adoro los poemas... Te escucho. - Le aseguró un tanto divertida, no pudiendo negar la curiosidad que sentía al querer escuchar el poema que pudiera haber preparado el semielfo. Lo de que tocara el laúd había sido principalmente una especie de comentario burlón refiriéndose a que era mejor que hiciera eso antes que pensar en estrategias que poseían varios errores en sus cálculos. Sin embargo, al ver que el mestizo no había comprendido lo que había querido decir, y que este se sintió contento con sus palabras, prefirió no decirle nada, al menos no hasta que escuchara el poema.

Basta decir, que, cuando escuchó el poema, la sombría permaneció en silencio, como si estuviera reflexionando sobre aquellos versos que le había dedicado Yriel. Era una pena que fuera un mestizo, así como también un hombre. De lo contrario, no le habría molestado la idea de jugar con él... ¿Tal vez existía la posibilidad de transformarle en una mujer? Tendría que estudiar esa posibilidad en algún momento... Incluso si no era su especialidad. Eso solucionaría problemáticas de esa clase, como la que tenía en ese instante. Bueno, por el momento, al menos, podía ser un poco más... favorable con él. Después de todo, era la culpa de sus padres que fuera un mestizo, principalmente la parte elfica de su familia, sin lugar a duda. - Bonito. Te agradezco esos hermosos versos. Espero que tu futuro como artista sea uno de éxito. Tienes talento, incluso si eres un mestizo. - Se expresó con total confianza, como si lo que había dicho no tenía nada de malo, a pesar de que las últimas palabras pudieran haber sido un poco ofensivas. Para ella, no eran más que la realidad. Sin embargo, el resto había sido sin duda un cumplido y un deseo de que le fuera bien tanto en la música como con las palabras.

- No he hablado mucho. Al menos nada demasiado divertido... lo único entretenido... una de las hijas del posadero. Todo un encanto... y una delicia. El resto... poco interesantes. - En realidad, probablemente, el resto de las personas en la posada habían sido más que interesante, pero para Syndra, a quien sólo le interesaba el conocimiento mágico y... todo lo que pudiera desear en un momento especifico, el resto no tendría mucha importancia para ella. Ya fueran los Gorriones, o el templario. No eran más que molestias para ella. No obstante, tenía que reconocer que el anciano y su aprendiz habían llamado un poco su atención, aunque no habían dado mucho detalle al respecto en lo poco que habían conversado.

- No creo que canses a Noche con tu equipaje, mi querida Ussia. No a este ritmo. Sin embargo... como prefieras, me hubiera gustado que nos conociéramos un poco más pero si no quieres... - Dijo con cierto tono neutral, aunque se podía notar que había un poco de decepción en su voz, probablemente porque hubiera esperado que aceptara. No obstante, no iba a continuar insistiendo, aunque ahora comenzaba a pensar que tal vez tendría que haber continuado el viaje con el hechicero y Philip. Se podría haber divertido más, teniendo en cuenta que había esperado compartir un poco de tiempo con la mediana, si bien, para su desilusión, no estaba sucediendo nada de lo que había imaginado. Por otro lado, Erin tampoco había aceptado aunque por una razón más comprensible, principalmente porque ésta quería estar preparada por si alguien atacaba la caravana. A la sombría le daba igual, ella no levantaría un dedo por esos enanos, ya que estaba segura que los mismos no harían nada para ayudarla en la misma situación. A la única que protegería podría ser a la mercader... tal vez también a Erin, porque le había agradado su actitud respetuosa y el hecho de que le dedicara esos cumplidos a su caballo. Bueno... suponía que también al semielfo, sólo porque sería una pena que se muriera alguien que pudiera crear unos poemas tan bellos.

- ¿Oh? No sabes cuánto me tranquiliza eso, mi querida mercenaria. Nada me alegra más que saber que puedo depender de tu hermoso y poderoso cuerpo. - Comentó divertida a la orca, principalmente porque hacía tiempo que alguien le había dicho que la protegería a ella, a una hechicera. Era bastante cómico, aunque no sólo eso, sino también interesante a su modo, ya que parecía que Gorsha pensaba que ella necesitaba protección, idea que hizo que la sombría sonriera con cierta picardía. ¿Acaso no sabía que ella era una hechicera? Al parecer no, ya que le hizo aquella pregunta al semielfo, como si no supiera sobre la presencia de magos en la posada anterior.

- ¿Resulta que ahora todos son expertos en magos? - Preguntó burlona al escuchar cómo un par hablaban sobre la presencia de magos en la posada en la que habían estado. Apenas conocían lo básico de la magia, y definían a uno en base a la apariencia. Sin duda, era bastante gracioso, además de dejar en claro la tontería de suponer algo así. - Eran eruditos que deseaban realizar una investigación académica en el norte. Posiblemente unas ruinas. Hablaron de ello conmigo, Thánur y Ussia. Lo puedo confirmar porque, quienes manipulamos lo que otros no pueden llegar a comprender, podemos identificarnos entre nosotros. Por ejemplo, el más joven, Philip, no me dio en ningún momento sensación alguna de ser uno. - Le aclaró a los presentes, siendo verdad el hecho de que el chico no parecía un mago bajo el "radar" de la sombría. ¿Por qué mentía? Porque quería jugar con ellos un poco, principalmente por ser tan ignorantes de pensar que todos los magos usaban túnicas. Detestaba esas idioteces, por lo que no sentía ganas de confirmarles nada al respecto, e incluso engañarles. Además, no era como si afectara demasiado la verdad.

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13/08/2018, 17:18
Erin

Erin miró a Gorsha sobresaltada cuando mencionó a los magos, pero siguió caminando sin decir nada.

Cuando se quiso dar cuenta, estaba dividiendo su atención entre la charla a su espalda y el camino que se abría paso frente a ella, entre las rocas.

 - No puedes estar haciendo una cosa, y estar pensando otra - le dijo su padre, sentado en el suelo mientras deslizaba un anzuelo tras otro en el sedal - Cuando estés cazando, caza: no pienses en comer. Cuando estés comiendo, come: no pienses en el día de caza. No tiene ningún sentido pensar en algo que no estás haciendo, ni hacer algo sin pensar en lo que haces. ¿Entiendes, hija?

Los anzuelos, tan puntiagudos, se iban enhebrando sin esfuerzo en el cordel, obedeciendo a los dedos finos y expertos de Breann, que maniobraban con agilidad.

Erika contemplaba el riachuelo, en silencio. Estaba tentada de decirle a su padre que él estaba hablando mientras preparaba los aparejos, pero decidió no interrumpirle. Le gustaba oirle hablar, y sabía que, si le decía algo así, guardaría silencio para demostrar que tenía razón.

Su padre siguió hablando, mientras colocaba entre sus piernas abiertas el recipiente con los cebos.

 - Esa es la forma correcta de hacer las cosas, y es la forma correcta de pensar.
 
Los pensamientos de Erin regresaron al presente, pero no al camino pedregoso, sino a la conversación que se había suscitado en el grupo.

 - ¿Serían magos, el viejo y el joven? - se preguntó. Estaba segura de que el hombre del rincón lo era, y creía que el muchacho no. Pero, ¿qué sabía ella de magos, ni de magia?  Sólo lo que le habían contado, y buena parte de aquello podía ser simplemente mentira.
 
Su padre desplegó cuidadosamente los aparejos a lo largo de las ramas que había colocado a lo largo del cauce.

 - Esa es la forma correcta de actuar, y de pensar, Erika. No puedes distraerte pensando en lo que no es, o en lo que podría haber sido: eso es perder el tiempo. O amoldas tus pensamientos a la realidad, o amoldas la realidad a tus pensamientos.
 
 - ¿La realidad a mis pensamientos, papá? - preguntó la niña, no sin cierta malicia.
 
Su padre se dio cuenta de que había hablado más de lo que hubiese querido: su semblante se tornó serio, y permaneció en silencio durante un momento antes de decir nada más.

 - Ayúdame a tensar el sedal, Erika, y deja de hablar tanto: espantarás a los peces y nos quedaremos sin cena.
 
Erin aspiró hondo, frunció los labios y apretó el paso: quería llegar sana y salva al otro lado, y llegar cuanto antes. Canturrear y bromear no le parecía la mejor actitud en una situación así: además, la música del elfo debía estar oyéndose desde muy lejos, y estaba delatando su posición; les ponía a todos en peligro.

La muchacha se debatía en su interior entre ignorar a sus compañeros o mandarles callar, aunque le gustaba escuchar canciones. ¿No podía esperar para cantar en la próxima posada?

Frente a ella, el camino seguía cortando la fría roca como una herida. Erin no divisaba el final, y tampoco había llegado a atisbar todavía ninguna amenaza.

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13/08/2018, 17:52
[Muerto] Wülf Audersner

Se mantuvo en silencio mientras el semielfo recitaba. Había de admitir que su voz, junto con tales palabras, resultaban hermosas y fascinantes. Ya lo hubo pensado anteriormente y era que los de su raza conocían cómo tejer con perfección los hilos de lo bello.

Wülf escuchó la respuesta sobre los pequeños reinos, siendo esta muy acertada. - Sobre lo que puedan ofrecer... En sí es poco, y la mayor parte de habitantes poseen poca cultura. Pero, al menos en algunos territorios, guardan plata para comerciar con los extranjeros. En mi poblado se hace, por ejemplo. - Dijo el curandero para completar la información. - De todas formas no hay demasiado que saber, únicamente cuidado con los mercenarios y criminales que anidan por esos lugares. El caos es la ley que dicta su camino. - Tras decir aquello hubo acariciado sus barbas con una mano, pensando en lo dicho. Si tal era así, el motivo por el que viajaban debía de ser curioso. Nadie iría al norte únicamente por comercio, y si lo era, debía ser muy buen negocio.

Si deseas llegar a ese reino puedo guiarte yo. Quedé en hacer una parada en mi poblado con Ussia para recomponer enseres y fuerzas, por si a alguien más le interesa. Por lo demás, conozco estos reinos bastante bien y puedo llevaros a vuestros objetivos. - Y era así, ciertamente. Sus primeros viajes en solitario se basaban en explorar la zona, yendo cada vez más lejos, hasta que pasaban días. Pronto había reconocido senderos para llegar de un reino a otro y, lo más importante, cómo mezclarse entre los que acudían a las /ciudades/ para ganar dinero, pasar desapercibido.

Cuando comenzaron a hablar de magos y hechiceros volvió Lesros a su mente. Él hubo comentado en varias ocasiones que sus padres fueron magos, aunque jamás encontró certeza en ello, y fallecieron sin demostrarlo. Aquel tema era curioso, cuanto menos. - Intuyo que únicamente otro mago ha de ser quien de poder confirmar quién lo es, ¿no? Desconozco si hay una ética de vestimenta o comportamiento, pero imagino que sus cuerpos son como los nuestros. - Él recordaba que Syndra hizo mención a que lo era, y su físico semejaba el de una elfa. Así, pues, hiló su pensamiento. En ese instante, aunque el anterior debiera, se sintió mal por haberle echado en cara su mala educación. No le convenía. - Hablando de lo cual... Syndra, deseaba mostrar mi arrepentimiento ante mi comportamiento de anoche. Espero que aceptes mis palabras. - Dijo en un intento de apaciguar lo que pudiese ocurrir a posteriori.

 

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13/08/2018, 23:56
[Muerto] Erizo

Erizo se quedó rumiando la respuesta dada por el veterano enano mientras observaba con recelo el desfiladero en el cual se estaba internando. Dos reinos contra uno, en una mezquina y frágil alianza nacida del egoísmo, en la cual los aliados se lanzarán al cuello uno al otro tan pronto como cambien las tornas. Lo típico, a fin de cuentas. Si iba a vender su brazo como fuerza armada a alguno de aquellos reyezuelos, algo que aún no había decidido, tenía que elegir muy bien sus lealtades. El semiorco, sin embargo, conocía las reglas del juego y ssabia moverse entre las traiciones e intrigas de los poderosos. Parecería que estos Cregan y Penda no son la mejor opción para alquilarse como mercenario. Las altas paredes del paso eran una pesadilla táctica para cualquiera que cayera en una emboscada. Si había enemigos arriba podrían arrojarles flechas y rocas sin esfuerzo, mientras que los defensores tendrían que disparar hacia arriba, y en ángulo muy cerrado para poder apuntar con precisión. La mejor estrategia sería huir pegado a la pared de roca, fuera de la vista de los atacantes, encontrar un lugar para escalar y flanquearlos. Siempre y cuando el desgraciado que lo intente no reciba una flecha en la espalda mientras escala. Escuchando a los demás discutir sobre hechiceros, recordó con un escalofrío los magos de su tierra, al menos los que él conocía. Eran tipos duros, que se entrenaban para la guerra, y marchaban junto a los soldados. -De dónde yo vengo, los magos no se visten con tunicas, ni pasan su vida en una torre. Son unos hijos de puta que entran a la batalla con armadura completa, y destrozan batallón tras batallón si nadie les frena los pies. No es un negocio fácil, ni agradable, acabar con uno de esos bastardos, pero al final un hacha entre los ojos los deja igual de muertos que a cualquiera -dijo Erizo en voz alta, para que lo escucharan los demás.

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14/08/2018, 11:09
Therm Wedrun

La jovialidad de Therm quedó primero paralizada y luego fue sustituida por una expresión casi mortuoria al darse cuenta de que en su entusiasmo había dejado olvidadas las más básicas leyes del protocolo y la educación, a los que tanta veneración daban los enanos - Mis... mis más sentidas disculpas. no era mi intención ofenderlo. Mi nombre es Therm, y provengo del clan Wedrun en el Reino de Anghazar. Creía que maese Thánur os lo había contado - escuchó atentamente el segundo punto mientra se esforzaba por mantener el paso de Belandir, que no se detenía por nada - Pero... ni mi padre ni yo somos guerreros. Por eso llevamos escolta - trató de explicarle.

Al oír las siguientes palabras de Belandir y revelar este su nombre, Therm volvió a animarse un poco, observando atentamente como el anciano guerrero se preparaba hábilmente una pipa llena a rebosar - ¿Vos sois de Kazad Drakk? Dicen que en ese reino pueden econtrarse los mejores guerreros de toda nuestra raza, y las gestas de sus héroes se cantan en todos los demás. ¿Fuisteis allí soldado? ¡Seguro que participasteis en muchas batallas! ¿Podéis hablarme de la más importante?

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14/08/2018, 12:49
Thorskar Wedrun

- Sin duda suena un lugar al que se debería ir al menos una vez en la vida. Quizás cuando acabe esta empresa en el Norte pueda convencer al Gremio para que la próxima vez me manden más hacia el sureste - respondió Thorskar a las descripciones que Thánur hacía de su tierra, antes de girar la cabeza hacia él y pasar a utilizar su lengua materna tal y como lo hacía el arquitecto.

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14/08/2018, 13:00
Ussia

Ussia sonrió ante la respuesta de Gwyl. Definitivamente le recordaba mucho a Leira. Tanto su humor como sus gestos. Su mirada vagó nostálgica entre las rocas del suelo, recordando los dos años que habían pasado juntas por el camino. Era la compañera que más había durado a su lado y aún así la forma en la que se fue... Chasqueó la lengua, maldiciéndose por no haber hecho nada más. Volvió a levantar la mirada hacia Gwyl, esperando que por lo menos su juicio fuese mejor que el de su amiga.

- La comida no se tira. - le recitó seriamente a Yriel, viendo que rechazaba su parte de desayuno. Esperaba que lo tuviese en cuenta para las próximas ocasiones. Luego sonrió agradecida, antes de hincarle el diente a su segundo desayuno - Pero por esta vez aceptaré el regalo...

La mediana empezó a comer feliz a dos carrillos, pensando en la suerte que había tenido. Entre Syndra que le había invitado al primero, e Yriel que había rechazado el segundo, no había tenido que gastar nada en desayunar bien. Mientras comía, miró a Thánur un momento, pensando que tenía que ser un gran artesano para haber construido algo tan conocido. Había escuchado hablar los Pilares en algunas caravanas, sobre todo cuando llevaban algún objeto de artesanía enana. Por sus manos nunca había pasado nada de Khalar-Mahir, pero bien sabía que algunas armas podían alcanzar el millar de florines. Podría decir lo mismo de las armaduras, si no fuese porque la mayoría eran tamaño enano y eran más costosas de vender en reinos humanos. Y ni hablar de los élficos. 

Pensando estaba en el precio que podría conseguir por algo de ese reino, que tardó en reaccionar al oír las palabras que hablaba el enano con Throskar. "No te metas en cajas ajenas, Ussia" recordó los consejos de su padre y siguió andando con la mirada al frente, aunque no pudo evitar echar un vistazo a Therm de reojo, preocupada. Le parecía realmente amable, aunque empezaba a pensar que tal vez fuese demasiado inocente para estar allí. Al fin y al cabo era su primer viaje y ya comenzaba a ser peligroso desde el principio... Esperaba que de verdad pudiesen protegerles.

Sacudió la cabeza, intentando no pensar en ello, y se centró en la conversación sobre los magos. Estaba claro que todos tenían una percepción distinta sobre quién era mágico y quién no, aunque suponía que la de Syndra, como usuaria de magia, sería la más acertada. Y hablando de la elfa... En cierto modo le resultaba extraño que quisiese quedarse tan alejada de los demás, aunque seguramente ella estaría encantada con eso. Con un suspiro, guardó de nuevo parte del desayuno en la mochila, y se quedó esperando a que Syndra llegase a su altura, para montar con ella.

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14/08/2018, 13:00
Ussia

Cuando la elfa estuvo lo suficientemente cerca, Ussia se quitó el petate de la espalda y le sonrió, encogiéndose de hombros. 

- He cambiado de opinión. Montaré contigo, ¿me ayudas? - le tendió su equipaje y esperó a que lo colocase para que pudiera ayudarla a subir. 

Nunca había montado en caballo. Había montado algunas veces en pony, tanto el que tenía su padre, como el que tiraba de su carro. Aún podía recordar la ilusión con la que su madre la había recibido cuando llegó con su propio pony a casa. Se puso a abrazarlo y a acariciarlo y de pronto dijo "¡Pero si está quemado!" Ussia aún recordaba el susto que se llevó y cómo lo estuvo inspeccionando y preguntándole a su madre que dónde estaba quemado. A lo que ella simplemente respondió: "Es que es como un bizcocho quemado. Tostado por el centro y quemado por los extremos..." Y lo peor fue que el pony sólo reaccionaba cuando le llamaban Quemado, así que Ussia no tuvo más remedio que dejarle con ese nombre.

Notas de juego

Quemado (derecha) junto con Trotador (el pony de Glorio)