Partida Rol por web

Crónicas del Fin I: Camino Sin Retorno

Capítulo I: Hacia el Norte

Cargando editor
07/04/2019, 23:14
[Muerto] Belandir

El enano se mantuvo en silencio, ignorando casi por completo las fuerzas de los norteños y la presencia del rey, para Belandir, ningún monarca es digno de aquel que una vez sirvió con total lealtad-. Son todos indignos-. Pensó mientras miraba con decepción la devastación causada a su alrededor-. Incluso para esto son unos novatos-. Se dijo a si mismo recordando que incluso los reclutas de su estirpe eran más originales y letales al momento de conquistar y arrasar.

-. Todos están muertos-. Es lo que declara el viejo comandante como si nada, con un tono frio y seco, una vez que el arquitecto dejo de hablar-. Después del primer combate decidimos seguir marchando según lo estipulado, retroceder solo haría que la disciplina de los hombres cayera a un punto tan bajo que serían indignos de tu comandancia-. Sus cervicales suenan al momento que el enano pone su guantelete en su cuello-. Sin embargo, otra fuerza expedicionaria, mucho mayor en decenas a nuestro pelotón, nos encontró y establecimos contacto directo debido a que suponía un peligro para la soberanía de tus tierras, algo, que tengo que valorar de tus guerreros, no permitieron. Todos cayeron al final del conflicto generando una ganancia para nuestro bando: Primero: si vemos los números, tus soldados tienen el potencia para ser una fuerza temible digna de alabanzas ya que pudieron exterminar una masa enemiga mucho superior a la nuestra y segundo: La aniquilación de un batallón enemigo representa un valor estratégico perdido para tus adversarios ya que nadie sabrá, por ahora, quienes fueron-. Sus ojos se posan en las pupilas del rey tal como lo haría un viejo guerrero caído venido desde el mismo inframundo, dejando evidencia que el tiempo ganado y las minimas perdidas es algo que en una guerra deben ser tesoros invaruables mientras una leve sonrisa macabra se forma en su demacrado rostro al recordar como su martillo mutilo a los desertores que escaparon despavoridos del lugar-. Otro punto a destacar, las perdidas han sido muy provechosas en la información recaudada, tengo un reporte de las ineficiencias mostradas en el conflicto que hará que tus soldados en un corto plazo tengan un desempeño mucho más eficiente en el combate-. Termina de hablar del hecho, aun sin cambiar la mirada y manteniendo aquel oscuro tono de voz, esperando, a su forma, cualquier otra duda que pueda mantener el rey humano.

 

Cargando editor
07/04/2019, 23:44
Narrador

La inesperada llegada de Arahan hizo que Yriel y Gwyl echaran mano primero a sus armas, aunque al ver que solo se trataba de solitario elfo silvano y no una amenaza, pronto interrumpieron el gesto. El semielfo dejó sus estoques, y la joven de piel morena bajó la mano que llevaba hacia el arco largo que colgaba de su espalda. Cuando se giró, el silvano pudo ver la empuñadura de un par de ostentosas dagas enfundadas en su cinto.

La muchacha parecía más callada, pero Yriel rápidamente dio una explicación para su sobresalto. No era de extrañar, con tanto movimiento de mercenarios como podía verse a los pies del asentamiento. Aun así, la cortesía del viavennés no tardó en aflorar de nuevo, dando a entender por las palabras, el tono y los gestos, que se trataba de alguien proveniente de un ambiente refinado. Lo que decía encajaba con lo que sucedía al fondo. Sobretodo, por lo que sucedió a continuación.

Una campana empezó a sonar en el castillo de Odrin, repetidamente. Al prinicipio todos los que la escucharon no reaccionaron, o se miraron entre ellos o en dirección al origen del sonido, pero la ciudad no tardó en estallar. Como alguien que hubiera pateado un hormiguero, en los campamentos empezó a verse un gran movimiento, a medida que los que los ocupaban tomaban sus armas y se preparaban para formar. Las puertas del asentamiento también se abrieron, y otro tropel de guerreros y mercenarios se unió a los que ya había fuera. El campamento sureño también entró en acción, de manera más disciplinada pero igualmente rauda. Con tanta gente, era imposible discernir a alguien concreto, pero la cortina del pabellón principal se movió como si alguien hubiera salido de él.

Frente a las murallas y torres empezó a formarse una hueste cuyos sonidos de cuernos de guerra y gritos podían escucharse incluso desde su posición. Debía de haber al menos un millar de hombres entre unos y otros, que dividieron según sus propios grupos, esperando a que alguien tomara el mando del ejército y les diera la orden de marchar. Una acción así de repentina solo podía indicar que se acercaba algún enemigo. Los reinos vecinos que había mencionado Yriel no podían estar muy lejos.

La guerra parecía haber pillado al reino de Odrin antes de lo previsto, pero este sin duda parecía estar más que dispuesto para ella.

Cargando editor
07/04/2019, 23:44
Narrador

A pesar de la orden del rey Odrin, los cuatro tenían otros planes muy distintos. O más bien, Korben por un lado y Erin y Gorsha por el otro tenían su propia idea, mientras que Duque simplemente se dejaba llevar mientras se mantuviera la promesa de un sustancioso botín. Korben veía la oportunidad, si bien casi suicida, de lograr su propósito asaltando el castillo en ese mismo momento, sin importar lo que sucediera después. Erin proponía algo menos temerario, pero no por mucho. En cualquier caso, situados en una zona restringida de la que hacía poco los habían expulsado verbalmente, su posición era muy arriesgada en esos momentos.

Mientras debatían, una campana empezó a sonar en el castillo de Odrin, repetidamente. Como si alguien hubiera pateado un hormiguero, desde los campamentos del exterior empezó a escucharse un gran movimiento, a medida que los que los ocupaban tomaban sus armas y se preparaban para formar apresuradamente. La ciudad también estalló, desde las calles secundarias empezaron a aflorar guerreros y mercenarios que corrían hacia la puerta principal para unirse al resto fuera del asentamiento al escuchar la llamada a las armas. Desde donde estaban, entre el tumulto y las murallas, era imposible calcular de cuantos hombres estaban hablando.

Lo que estaba claro, era que quién fuera el que estuviera al mando en Odrin, no tenía pensado dejarse arrinconar en un asedio, sino que la creciente hueste marcharía al combate en cuanto estuviera preparada.

El rey y sus guardias finalmente desaparecieron por las puertas del castillo, aparentemente la única entrada al mismo, tras subir las escaleras que conectaban la colina del torreón con la que estaban ellos. En las almenas superiores del mismo aparecieron más guardias armados con arcos y lanzas, mientras que en su nivel, los mercenarios estaban terminando de atar sus caballos y echar un trago de agua de los odres que llevaban encima o del abrevadero que tenían cerca los mismos animales.

El pelirrojo terminó también de refrescarse, y con el pelo y las trenzas de la barba todavía chorreando agua y mojando su armadura, se dio la vuelta, desenvainó una espada corta que más bien parecía un machete, y empezó a dirigirse a los suyos - Muy bien, por fin empieza la bueno, joder. Ya sabéis como va esto, hay que hostigar a todo el que no sea de los nuestros, e impedir como sea que Cregan y Penda se junten antes de que podamos caer sobre ellos uno por uno. Descansad lo justo y prepar... - entonces, al pasar la mirada por sus hombres, inevitablemente reparó en ellos - ¿Y vosotros que hacéis aquí? Si no trabajáis para nosotros, entonces largo, coño - dijo, secamente y con cara de pocos amigos, mientras se colocaba la espada al hombro. Algunos de los mercenarios, una veintena sin contar con los pocos guardias del castillo que habían quedado vigilando la empalizada y la puerta de aquella colina, dieron un paso adelante para situarse cerca de su líder.

Cargando editor
07/04/2019, 23:45
Rey Penda

Quizás en cualquier otro lugar, con alguien más educado, culto y versado en en el uso de la retórica y la labia a la hora de hacer política, las palabras de Thánur hubieran caído en saco roto, pero por suerte, en el Norte los monarcas no solían estar mucho más instruidos que los pueblerinos sobre los que gobernaban, y Penda no era una excepción, por lo que lo dicho por el enano fue suficiente para aplacar el enfado del rey, al menos por el momento.

La explicación de Belandir, más directa y severa, volvió a provocar que una expresión de furia pasara por el rostro del rey, pero sete logró controlarse - Es cierto que mis avanzadillas no han informado de patrullas ni grupos enemigos, y según parece hemos entrado en territorio enemigo sin que siquiera se dieran cuenta. Si ha sido gracias a vosotros y a la muerte de mis hombres, así sea. Sin duda protegiendo la frontera debía de haber más que los que envié con vosotros, así que sigue siendo una victoria - los hombres luchaban y morían, el saber que no habían sido desperdiciados por estar rebuscando entre piedras, como opinaba Penda de la misión de los enanos, calmó todo rastro de ira en él - Ordenar la marcha antes de tiempo ha sido decididamente buena idea, ya he visto el poder de esa arma vuestra y Odrin no podrá hacer nada contra ella. He enviado mensajeros a Cregan para avisarles de la pronta marcha, y no tardaremos en reunirnos con sus fuerzas mientras avanzamos por las tierras de Odrin.

Al fijarse en Nimrod y Philip cuando Thánur habló de ellos, Penda hizo una mueca de desprecio - ¡Bah! Como sea. Si no saben luchas, que vayan detrás del todo con los no combatientes - luego señaló con un dedo hacia el ejército que lo seguía - Los demás enanos están con su arma en el centro de la formación, vosotros podéis ir con ellos - les dijo.

Notas de juego

ATR+Comunicar sería la correcta, éxito en todo caso

Cargando editor
07/04/2019, 23:45
Thorskar Wedrun

Despidiéndose de Nimrod y Philip, que fueron a ocupar su posición detrás del todo rodenado a la hueste, ambos enanos atravesaron a empujones el tumulto de guerreros hasta llegar a un pequeño espacio hueco en el centro del mismo, donde se hallaba el carro del grupo de Thorskar. El armero del clan Wedrun abrió los ojos como platos al verlos, y se bajó del pescante de un salto para dar un abrazo a Thánur y un apretón de manos a Belandir - ¡Maese Thánur! ¡Señor Belandir! ¡Con la ausencia de noticias, nos temíamos lo peor!

Therm también estaba allí, subido al carro, y los saludó con la mano, mientras que los seis guardias les dieron la bienvenida alzando sus martillos de guerra en señal de respeto. El líder del grupo siguió hablando mientras andaba - ¡Ya veis que Penda no ha podido resistirse a atacar cuanto antes al ver qué es capaz la bombarda! Una vez las murallas de Odrin estén a tiro, echarlas abajo será un trabajo de niños. Aunque dudo que dejen acercarnos tanto sin presentar batalla. Sé que vamos a unirnos con el reino de Cregan, pero aun así me preocupa ver que las fuerzas de Penda son menores respecto a lo que había imaginado. Tengo entendido que Odrin cuenta con un gran número de mercenarios... espero que Cregan también los tenga, porque nuestro "patrón" apenas ha podido conseguir unos pocos.

Cargando editor
07/04/2019, 23:45
Narrador

Aelirenn desvió la mirada hacia un lado cuando Syndra se dirigió a ella, evitando mirarla por algún motivo, aunque solo fue al principio, hasta que se decidió a hablar ella - Sí, pero... ya no lo estoy. La... la criatura está muerta. Iba a marcharme, pero... recordé tu invitación, y estaba cerca de aquí - cuando la sombría se acercó a darle aquél abrazo, la silvana al principio se tensó como un resorte, pero al sentir los brazos de la elfa envolviéndola, terminó por hacer lo mismo con la otra.

Cuando se separaron, Aelirenn volvió a adoptar la misma posición que antes - V-vale. Aunque si es en un sitio menos concurrido... - dijo, casi en voz baja. Las aglomeraciones de gente como la de fuera no parecía ser del agrado de la montaraz - ¿En el castillo? ¿Has estado ahí desde que nos separamos? - preguntó, un poco atónita - ¿Y cómo... ? ¿Cómo has logrado que te acepten? ¿Saben que...? - ¿Que eres una hechicera?, venía a decir, conociendo la animadversión que sentían los norteños por la magia.

La silvana se dejó coger el brazo y guiar por Syndra, que antes de marchar se despidió de Fiora. La mercenaria asintió ante la despedida, sin al parecer importarle que ambas se fueran sin más - Lo haré, no os preocupéis - dijo ante la sugerencia de la sombría antes de que las dos elfas salieran de la tienda.

Apenas habían dado un par de pasos en el exterior cuando, de repente, una campana empezó a sonar en el castillo de Odrin, repetidamente. Al prinicipio todos los que la escucharon no reaccionaron, o se miraron entre ellos o en dirección al origen del sonido, pero la ciudad no tardó en estallar. Como alguien que hubiera pateado un hormiguero, en los campamentos empezó a verse un gran movimiento, a medida que los que los ocupaban tomaban sus armas y se preparaban para formar. Las puertas del asentamiento también se abrieron, y otro tropel de guerreros y mercenarios empezó a unirse a los que ya había fuera. El campamento sureño también entró en acción, de manera más disciplinada pero igualmente rauda.

Los gritos de los soldados y los fuertes sonidos de cuernos de guerra al ser soplados llenaron el aire mientras todo el mundo se apremiaba a estar listo y a ponerse en formación en la explanada delante del asentamiento. Fiora apenas tardó un segundo en salir detrás de ella para empezar a organizar a sus hombres antes de volver al interior del pabellón para volver a ponerse la armadura.

Una acción así de repentina solo podía indicar que se acercaba algún enemigo. Quizás los ejércitos de los reinos vecinos habían conseguido aproximarse sin ser detectados a tiempo. Pero aunque la guerra parecía haber pillado al reino de Odrin antes de lo previsto, este sin duda parecía estar más que dispuesto para ella.

Cargando editor
08/04/2019, 13:39
[Muerta] Syndra
Sólo para el director

La sombría no había comprendido muy bien la actitud extremadamente tímida por parte de Aelirenn. Anteriormente, cuando la había conocido, no recordaba que se hubiera comportado de esa manera con ella, excepto tan sólo mera indiferencia o tal vez cierta frialdad, como si no deseara hablar con ella. Sin embargo, el hecho de que desviara su mirada, aunque fuera por un momento, había sorprendido a la hechicera, quien se preguntó por qué se comportaba así. ¿Acaso le temía por alguna razón en particular? No recordaba haber hecho nada que pudiera asustarla, en especial a una montaraz, quien estaba entrenada para acabar con la vida de horribles criaturas, como la que la sombría se había encontrado en su momento. - Pareces nerviosa ¿A qué se debe? - Preguntó un poco divertida ante el hecho de ver aquel cambio de actitud por parte de la silvana, si bien eso no quería decir que no le agradara, se veía bastante adorable, a su modo, aunque eso no dejaba de preocupar, en cierta manera a Syndra, quien deseaba saber por qué actuaba de esa forma. El hecho de que se mostrara tensa cuando la abrazó, podía significar dos cosas: le temía o bien no le gustaba que la tocaran. Lo segundo, la elfa podía comprenderla más que bien, si bien lo primero sería un poco raro, teniendo en cuenta que estaba segura que la silvana se había enfrentado a peores cosas como para temerle. - Bueno, me alegro de que hayas matado a esa cosa. Si no fuera por ti, habría muerto en ese maldito lugar, así que te debo mucho. - Le aseguró de buen humor, sabiendo muy bien que era gracias a la montaraz que había salido con vida de aquel encuentro con esa bestia.

Entonces, al oír las siguientes palabras de Aelirenn, la sombría pudo comprender un poco por qué ésta estaba tan nerviosa. Era posible que se debiera al hecho de estar rodeada por tantas personas, algo que debía de incomodarla y tensarla ante cualquier cosa, como un pequeño animal en medio de la civilización. - Claro, claro, no te preocupes. Te llevaré a mi habitación, allí estarás más tranquila. Es posible que deba presentarte a mi Señora, ya que de seguro deseara escuchar las buenas noticias de la muerte de esa cosa. - Le explicó con tranquilidad, esperando que comprendiera la necesidad de esa presentación, en especial cuando introducía a un extraño al castillo, incluso si se trataba de una montaraz, y la persona que había matado a la bestia que había masacrado aquellas aldeas, recientemente. La pregunta de la silvana divirtió un poco a Syndra, quien no creía que aquello fuera algo tan complicado de comprender. Después de todo, le había dicho que visitaría Odrin, y que pensaba obtener algo mejor para sí misma, si bien comprendía la reacción de Aelireen respecto a que la hubieran aceptado con cierta facilidad. - Sí, estoy en el castillo desde que llegué. Bueno, no, en realidad tuve que pasar una noche en una posada de Odrin. - Se explicó con total parsimonia, de modo que la silvana pudiera comprender lo que había sucedido. - Al principio, pensaron que era una espía. ¿Lo imaginas? Una sombría, en un lugar puramente de norteños, como espía. Ridículo. - Tuvo que reprimir una carcajada ante semejante idea tan estúpida por parte del idiota que se suponía que era el rey en aquel sitio. - Lo saben. Tendrías que haber visto sus rostros. La reina es bastante inteligente, y no dudó en aceptarme. Así que decidí quedarme aquí, a cambio de un lugar donde poder continuar mis estudios. - Sin duda era mejor que dormir en la intemperie, ya que dudaba que la habrían aceptado en otro sitio, en especial en los otros reinos.

De cualquier modo, tras la despedida de la mercenaria, notando que a ésta no parecía importarle mucho que se marcharan, las dos elfas no tardaron en salir de la tienda, con la intención de dirigirse hacia el castillo, donde la sombría pretendía solicitar algo de comida para la montaraz, principalmente porque le debía aquello, luego de que Aelirenn la hubiera salvado de la horrible bestia. Las deudas de gratitud eran algo que la hechicera solía saldar, siempre que fuera posible, principalmente porque no le gustaba deberle nada a nadie... además del hecho de que la silvana era de su agrado, y consideraba que ésta merecía al menos un sitio donde poder dormir y comer, para recuperar sus energías tras semejante cacería. No obstante, el sonido de aquella campana no hizo más que sorprender a la nigromante, la cual miró por un instante a la pelirroja, antes de concluir que el enemigo parecía estar cerca del asentamiento. ¿Qué enemigo? Era posible que se trataran de los ejércitos de los otros reinos, aunque la verdad era que no había esperado que llegaran tan pronto. Sin embargo, no tardó demasiado en recomponerse ante la sorpresa, observando cómo todos se preparaban para el conflicto inevitable, siendo obvio que ella también debía de hacer lo mismo... regresando al castillo con cierta rapidez. - Será mejor que vayamos al castillo. No podemos quedarnos aquí. - Le explicó a la silvana, antes de separar su brazo de ésta para luego coger su mano de modo que la montaraz la siguiera. Lo que menos quería era quedarse con todos aquellos mercenarios y soldados, un lugar que a ella no le correspondía. - No te preocupes, seré fiel a mi promesa. Sigues siendo mi invitada, sólo que parece que las cosas se han complicado un poco. - Dijo con cierta seriedad en su voz, a medida que avanzaban. Por un momento, se preguntó si Ussia estaría bien, cuando se suponía que ella había marchado para obtener información de los otros reinos. Al final, aquella misión no había servido de mucho... sólo esperaba que no le hubiera sucedido nada malo.

Cargando editor
08/04/2019, 16:33
Arahan

La reacción de llevar sus manos a sus armas provocó que Arahan sonriera como un predador, pero no dijo nada, a su ojo le resultó obvia la tensión, por ello únicamente alzó una mano en señal de que no pasaba nada cuando el bien educado de Yriel se presentó y explicó el motivo por su reacción.

Arahan - dijo con la contundencia de un tronco cayendo con fuerza, pero antes de que pudiera decir algo más, las campanas repicaron y las huestes, con una reacción inicial algo lenta, se pusieron en marcha. El silvano silbó con tanta gracia que parecía un trino de un ave más que algo proferido por un bípedo - pues parece que se lanzan contra ellos - comentó sin perturbarse lo más mínimo, aquello no iba con él y quizás, solo quizás, podría aprovechar la confusión de la batalla para salvar a quienes lo acogieron. 

Sin dejar de mirar a las formaciones de soldados y mercenarios, Arahan volvió a hablar - no sabréis nada de un poblado no muy lejano de aquí que quedó vacío por completo de la noche a la mañana, ¿no?

Cargando editor
08/04/2019, 23:07
Erin

 - Lo mismo que tú, hacemos - respondió Erin, desafiante. Una bocanada de vaho surgió de su boca al hacerlo.

De pronto, la mirada incrédula de una docena de guerreros se volvió hacia la joven menuda, que, al saberse observada, se sintió aún más pequeña de lo que ya era. Notó un nudo en el estómago, y sus mejillas enrojecieron.

Pero, aunque la voz le temblaba, no se arredró: - Se nos ha prometido recompensa, si servimos y si no nos matan. Somos lo que queda de nuestra compañía: el resto, murió combatiendo a unos saqueadores, de camino hacia aquí, hará unas jornadas; no sabemos si eran de Cregan o de Penda.

Tragó saliva.

 - Quizá hasta fueran vuestros: en el Norte es difícil distinguiros; a esos les matamos gratis - añadió con sorna, levantando la barbilla para mirar al pelirrojo a los ojos.

 - No creo que nadie se haya quedado con todo lo que nos ha dicho el rey - pensó la muchacha - De hecho, si le preguntaran a ese palurdo con corona, probablemente ni recuerdase lo que nos ha dicho en realidad. Además... - se dijo Erin - si lo miramos objetivamente, tampoco hay ninguna mentira en lo que he dicho...

Con el corazón en un puño, bombeando tan fuerte como si se le fuese a salir por la boca, la joven tomó aire, esperando una respuesta de aquel guerrero (que tan bien podía ser una risotada, como atravesarle la cara de un espadazo...).

 

 - Si esto cuela, podremos quedarnos en la ciudad hasta mañana. Sólo tendremos una oportunidad, pero tendremos una, y será esta noche.

Cargando editor
09/04/2019, 12:43
[Muerto] Korben

Korben cogió a Erin de la mano y tiró de ella hacia la salida de la zona de entrenamiento donde estaban, esperando que la orca no se lo tomase a mal. Había visto que era muy celosa con la seguridad de la chica, algo las unía, pero tenía que apartarla de la conversación e irse rápido para no seguir enrareciendo los ánimos y que cargasen contra ellos con los nervios de la inminente batalla.

- ¡¡Vamos a matar a esos perros de Penda, y a todos los que vengan después!! - Elevó la voz porque quería ser oído a pesar del tumulto. Pero añadió de modo sibilino y lo menos audible que pudo, - necesitamos un sitio en el que hablar, y poner las cosas claras. Me consta que queremos lo mismo y no es momento ya de rodeos.

Mirando a sus otros dos compañeros musitó, - salvo que opinéis lo contrario, creo que es mejor mantenernos en este círculo, cerca de la torre. Incluso creo que tal y como están las cosas debemos hacernos con algo distintivo para pasar desapercibidos como compañía, unas capas negras o algo así, ahora mismo parecemos cuatro buscasueldos aislados y no me exrañaría que nos hagan preguntas donde vayamos.

Giró la cabeza en varias direcciones para ver exactamente dónde estaban.

Notas de juego

Si tengo que tirar dímelo, busco alguna posibilidad de "robar" lo que sea, incluso armaduras o distintivos de los guardias, alguna bandera roída que jironear y hacernos una banda de brazo, lo que sea. Algo que nos permita a primera vista ser identificado como cuatro guerreros que van juntos, como supongo que irán el resto de compañías contratadas.

Y también un sitio que parezca tranquilo, si es que eso es posible, o al menos oculto, para poder hablar de nuestros asuntos antes de tomar decisiones.

Cargando editor
09/04/2019, 22:11
Ussia

Ussia agradeció con la cabeza las palabras sinceras del mendigo, viendo que no se trataba de un mal hombre a pesar de su primera impresión. Tras el susto, la mediana se quedó escuchando con sutil atención al tabernero, sonriendo ante lo de los "mercenarios amables". Y eso que los "Cazadores Grises" lo parecían de primeras. Ussia esperaba algo más por parte de Cregan, pero no mostró gesto de sorpresa alguno. No iba a preguntar más sobre los números, ya que estaba casi segura de que el posadero no los conocería y podría resultar demasiado sospechoso.

- Pues nada, tendré que buscarle en otro sitio. Muchas gracias por la información. Espero que esos luceranos sean lo suficientemente amables para dejarme pasar. - sonrió, agradeciendo que la compañía de los Buscasangres no fuesen los que guardaban el camino, a pesar de que ya los conocía. 

La mediana rebañó el plato pensando en lo poco que sabía hasta el momento. Tal vez pudiera conocer algo más de esos luceranos si preguntaba en otro lugar, pero por el momento tendría que esperar. Al menos era algo que poder contarle a Mildred... aunque tal vez no suficiente como para conseguir ese montón de plata. Estaba dispuesta a terminar la cerveza e irse, cuando algo más vino a su mente.

- Pero... - Ussia se quedó pensativa, decidiendo si quedar tal vez como una tonta o una simple viajera preocupada por su mercancía - Tenía entendido que el norte era más peligroso y no sólo por las guerras... Bestias y... otras cosas. Cuentos de viejas, seguramente. - frunció los labios, dando un sorbo a su jarra para no dejar ver su nerviosismo, mientras sus ojos sólo veían las tripas repartidas por el prado - Me encontré con la compañía de Los Gorriones justo antes de venir aquí, y tenía entendido que trabajaban bastante para este reino. No me extrañaría que se hubiesen ido a otro, por eso de venderse al mejor postor, pero me resulta extraño que nadie les haya visto este año. ¿Es... posible que les haya atacado algo?

Cargando editor
10/04/2019, 00:43
[Muerto] Wade Sallow
Sólo para el director

En el fondo sois como perros cuando escucháis monedas tintinear en el bolsillo de vuestro amo, como si en lugar de éstas hubiese pan. Jodidos paletos.

- Claro que traigo buenas intenciones, buen señor. - Dijo Wade con un tono tranquilo y una sonrisa gentil. - Sólo deseamos poder comerciar y guarecernos en un lugar apropiado. Sean pues tres piezas.

Wade supo que era lo máximo que podría conseguir de esa panda de pendencieros y observó cómo sus monedas  se repartían y circulaban de mano en mano. Le gustó que pasada la puerta exterior, el interior pareciese más resistente a ataques de lo que podría serlo tal y como se apreciaba desde el exterior. Esto es, en sí mismo, un punto a favor de sus defensas, pues pueden despistar al enemigo para que ataque, partiendo de que no habrá grandes defensas, pero encontrarán su final nada más franquear las puertas.

Ayudó a sus compañeros de viaje a sortear el último obstáculo y entrar en el asentamiento. Y yo que me había hecho ilusiones con el estilo sureño... Al menos tendremos un lecho sobre el que dormir. Una vez se fueron los guardias, Wade y sus compañeros se dirigieron al caserón. Casi podían olfatear los aromas que proveían de la aparente única posada del lugar. ¿Qué mejor sitio para saber de los enanos que una posada?

Entraban y salían muchas personas, pero no fue impedimento para que se acercasen, conforme avanzaban se dieron cuenta de que era más una taberna que una postada. Wade se acercó al camarero.

- Buenas noches, buen caballero. ¿Se puede pasar la noche aquí? Y de ser así... ¿Dónde?

Wade miró a su alrededor, ciertamente era un lugar muy bullicioso y esperaba, aun con eso, poder descansar adecuadamente. O me habría ahorrado darles un céntimo a esos usureros.

 

Cargando editor
10/04/2019, 02:42
[Muerto] Belandir

Casi ignorando las palabras del rey, Belandir espero a que este reanudara su marcha con su patético ejército para luego seguir al arquitecto hacia donde se encontraban el resto de los enanos-….-. se mantuvo en silencio, sin devolver las palabras de preocupación de Wedru, escuchando con mantención el posterior informe que el comerciante comenzó a entregar de forma voluntaria, sonriendo con cierto placer macabro al notar que el rey humano solo es una bolsa de mierda orgullosa que se pone en cuatro ante cualquier pequeño signo de victoria, una actitud insolente a aquellos que ven la guerra y la muerte como un arte-. Si es así-. Hablo en su idioma natal-. Toda esta campaña será un fracaso y puede que se conviertan las perras de los ganadores, si es que los aliados de este patético rey mantienen su palabra con respecto a la alianza-. Con una sinceridad total, Belandir dio su punto, dejando en claro que si el Rey de Penda es derrotado nada aseguraría la seguridad y la libertad del resto de los enanos-. ¿Han pensado en planes auxiliares de retirada usando mapas o caminos secundarios? Eliminar la bombarda en caso de una derrota también suena viable, recuerden que están pactando con animales y no con seres pensantes con honor, sin embargo si se utiliza con inteligencia su cañon puede que la victoria no sea tan solo una ilusión de un hombre ciego-. Finaliza mientras vuelve a llenar su pipa con un oscuro tabaco como si nada pasara, ingeniando diferentes funciones estrategicas para la bombarda…

Cargando editor
10/04/2019, 11:31
Duque de Montalbo

La decisión de Erin no era mala del todo, pero con la sospechosa conducta de Korben aquello se podía ir de madre, así que el Lucerano decidió moverse.-Mira norteño, tú con tu guerra haz cuanto quieras, pero como dice mi compañera yo de aquí no me muevo hasta que me paguen la soldada. Igual a vosotros no os molesta morir por vuestra tierra a los ordenes de un sapo baboso como Odrin, pero no os creáis que si morís a su servicio buscará a vuestras viudas para darles el dinero que os debe. Las deudas de sangre se pagan, honor entre mercenarios es lo único que tenemos, y ese reyezuelo esta intentando tomarnos el pelo. ¿Después de mi iréis vosotros?No puedo asegurarlo, lo que está claro es que un tipo que al sentarse en el trono lo único que consigue es que las nalgas le den palmadas en las mejillas no es el mejor de los reyes.-el Lucerano quería plantar dudas entre aquellos hombres y más habiendo visto como el líder no estaba muy conforme con su monarca.-Os deseo buena caza, tenéis trabajo que hacer y nosotros algo que cobrar, no creo que ninguno de nosotros vaya a perder mucho más tiempo con el otro. ¿O me equivoco?Por que si es así, seguro que nuestra orca derrama más sangre cada mes por entre sus piernas, que alguno de tus hombrecillos.-era absurdo pelearse en tiempos de guerra y aquel hombre no parecía estúpido, mejor marcar un linea, reírse un poco cada uno del otro y luego cada cual por su lado. De todas maneras la mención a la mole de músculos de Gorsha nunca estaba de más, eso haría que muchos se lo pensasen dos veces antes de buscar conflictos.

Cargando editor
10/04/2019, 13:38
Yriel Alessar

Fue a estrechar la mano del recién llegado esperando no encontrar recelos por su parte. El semielfo era de complexión bastante élfica en realidad. Conservaba un aspecto joven a pesar de haber cumplido treinta años. El tiempo pasaba despacio para él, sabía también que esa gente de la que descendía podía vivir mucho más.

Antes de poder continuar todo se alteró alrededor, se estaban congregando los mercenarios como si la batalla fuera inminente.

- Qué puede estar sucediendo.

Le resultaba arriesgado aventurar si venía un ejército a atacar Odrin o si ellos iban a marchar contra un reino vecino.

- Los mercenarios que casi nos arrollan, debían de haber visto algo.

Concluyó como la opción más evidente. El ejército iba a alejarse de la ciudad lo que les venía bien. Sólo se preguntó qué habría pasado con los gorriones, si andarían allí dentro. Bien podían estar en otro bando.

- El poblado arrasado... pasamos cerca y tuvimos que dar muerte a un caballo. Luego encontramos a una criatura a medio camino entre humano y lobo, enloquecida. Lo había destruído todo a su paso, no tardó en atacarnos y en ese ataque murió un amigo nuestro.

Explicó de manera resumida. Era posible que después tuvieran que hablar más sobre ello.

- Sabemos algunos detalles más, es sólo que se está poniendo el asunto caliente aquí fuera.

Decía refiriéndose de nuevo al ejército que iba formando.

- Tenemos que pasar desapercibidos.

Concluyó entonces. No quería que les vieran, por suerte se habían apartado ya del camino, manteniéndose en un lugar más protegido. Dentro de la ciudad seguían sus amigos, de manera que no podían moverse del lugar, había que esperarles.

Cargando editor
10/04/2019, 22:23
Gorsha

Gorsha había procurado quedarse cerca de sus compañeros, con los musculosos brazos cruzados sobre el pecho. No sabía si aquellos guerreros la habían oído hablar, pero por lo pronto mantendría la pantomima de "orca no habla, orca aplasta". Y vaya que la mantendría, echando una mirada de esas que hacía que un hombre hecho y derecho se fuera por la patilla mientras flexionaba sus músculos de acero, dejando claro que ella no era ninguna mindundi y que si buscaba problemas con los suyos, se los buscaba de verdad.

Por lo demás, poco tenía que aportar a la conversación salvo su callada amenaza. Las estrategias refinadas en el fondo nunca habían sido lo suyo y, aunque no era precísamente estúpida, aquello de pensar en planes prefería dejárselo a otros más capacitados. Mientras pudiera ser util al grupo haciendo lo que mejor se le daba, no se quejaría.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hmmm, un 1, pero dos 10, así que espero al menos hacerle tragar saliva XD.

Cargando editor
10/04/2019, 22:58
[Abandono] Thánur Dangorín

El Rey se había tomado a bien sus palabras, pero eso duró poco, Belandir tenía el arte de expresarse del peor modo, aún así las cosas no salieron tan mal, y Penda no se quejó demasiado, y terminó aprobando la iniciativa del enano. Estaba muy confiado con el arma de los Wedrun y con la llegada de unos mercenarios de Cregan. Recordó su diálogo con Logan, el líder de los Gorriones, y algo le decía que volvería a verlos. Eso lo llevó al momento de la bifurcación de los caminos, cada cual haca las tres ciudades que ahora estaban en litigio. Sus nuevas nietas estaban allí, Gwyl había viajado hacia Cregan y Ussia hacia Odrin, temía que se vieran envueltas en el enfrentamiento inminente, o lo que era peor, que tuviesen que enfrentarse entre sí. Negaba con fuerza sin que los demás entendiesen bien que ocurría, jamás permitiré eso, se dijo, sin saber cómo iba a lograr protegerlas. 

Thorskar se mostró cordial y efusivo, algo que siempre había inspirado cierta desconfianza en Belandir, pero que en ese momento le venía de maravillas. Un entusiasmo compartido, aunque más realista, si los mercenarios no llegaban a tiempo, estarían en grandes problemas. Luego, su compañero tenía una mirada mucho más oscura, a esas alturas eso ya no lo sorprendía. Sin embargo coincidía con sus apreciaciones, un plan de contingencia y la destrucción de la peligrosa tecnología que habían desarrollado los enanos, eran dos puntos importantes a tener presente. El arquitecto no era un estratega, pero tampoco un ingenuo, así que agregó su punto de vista en si idioma natal - El Rey Penda se siente muy seguro, y eso no es una fortaleza, si se confía demasiado esto va a terminar mal. Además, está el tema de las hechiceras - había una bruja según los rumores de la taberna, pero también estaba la elfa oscura, que se había dirigido a Odrin y Thánur sospechaba que por orgullo los atacaría con su furia congelante - Hay que usar mucho la cabeza contra esos bárbaros, sigo pensando que tú, Benlandir tienes que organizar todo el ataque y encontrar el momento oportuno. Tal vez sitiar el fuerte hasta que vengan los refuerzos?-  Propuso sólo para incentivar la mente perversa de su compañero, que seguro encontraría la manera más eficaz de matar el mayor número de humanos -  Nuestra mayor ventaja es este arma, pero habrá que explotar su potencial, y en eso tengo algo que aportar. Puedo grabar las municiones con runas enanas, con algunas horas de trabajo, esas esferas de roca podrán hacer mucho daño. Además, si pudiese contar con un mapa de la fortaleza, podría encontrar los puntos débiles de sus muros y de las construcciones que hay dentro, deciros hacia dónde apuntar con eficacia- pensaba en voz alta, le gustaba la idea de sentirse útil, pero no contaban con ningún plano, no tenía tanto tiempo para hacer los grabados y tampoco Belandir había sido nombrado general de ese ejército, eso sin contar que no habían llegado los mercenarios. Las cosas distaban de ser alentadoras para ellos. 

Cargando editor
10/04/2019, 22:58
Narrador

Mientras a lo lejos los guerreros iban adoptando sus formaciones bajo la mirada del trío, Yriel respondió a la pregunta que hizo Arahan... aunque por la nula expresión que mostraba el silvano ante lo que el otro comentaba, o bien le daba lo mismo, o bien no se refería a aquello con la pregunta y su búsqueda era una distinta... aunque esa criatura aparentemente salvaje sí que sonaba peligrosa.

La afluencia de norteños que salían de la ciudad y se unían al ejército fue disminuyendo, aunque todavía continuaba. Por lo demás, no parecía haber más cambios, los distintos líderes de bandas de guerreros y mercenarios mantenían el orden, pero no parecía que de momento hubiese nadie a cargo de todo el conjunto. Desde donde estaban, los árboles los cubrían y les impedían ser vistos a no ser que alguien se acercara a ellos, al tiempo que podían observar lo que sucedía más allá de su posición.

La muchacha seguía guardando silencio, concentrada en vigilar los movimientos de las tropas desplegadas con auténtico interés.

Cargando editor
10/04/2019, 22:59
Narrador

Wade se decidió por probar suerte en la taberna, y hacia allí se encaminó, seguido de los suyos. Un cartel de madera pegado en la pared daba a entender el propósito del edificio, pues en él se veía un tosco dibujo de una jarra. Si uno tenía la suficiente imaginación.

El lugar parecía abarrotado de gente, en su mayoría guerreros, mientras sus sirvientes amarraban y aseguraban los caballos y el carro, él entró junto a Cyst en el local, donde apenas unos pocos se giraron para ver quién entraba, y de todas formas nadie le prestó más atención que aquella. Justo cuando le preguntó por un lugar en el que dormir al tabernero, de repente, una campana empezó a sonar en algún punto de Odrin, posiblemente el castillo.

Como si alguien hubiera pateado un hormiguero, la gran mayoría de los que estaban en la taberna sentados y bebiendo, de repente saltaron como un resorte, recogieron rápidamente sus armas y equipo y se pusieron a salir del lugar con presteza. Wade se vió arrastrado por el gentío hasta el exterior, donde pudo ver que la escena se repetía. La ciudad había estallado, desde las calles secundarias empezaron a aflorar guerreros y mercenarios que corrían hacia la puerta principal para unirse al resto fuera del asentamiento al escuchar la llamada a las armas, y desde los campamentos del exterior empezó a escucharse un gran movimiento, a medida que los que los ocupaban se preparaban para formar apresuradamente. Sin poder verlos a todos reunidos, era imposible calcular un número exacto... aunque daba la impresión de ser una considerable hueste.

Una acción así de repentina solo podía indicar que se acercaba algún enemigo. Quizás ir hasta Odrin con la guerra tan cercana no había sido tan buena idea después de todo. Él no tenía nada que ver con nada de aquello, pero buena suerte buscando alguien entre los norteños que lo entendiera. Siempre podía regresar al exterior con Gywl e Yriel y probar suerte en otro reino, quizás hasta contratarlos como escolta. Al fin y al cabo, ¿No había sido la joven la que había hablado de una caravana de enanos en el vecino reino de Penda?

Mientras se decidía y la marea de gente disminuía lo suficiente como para dejarle paso, pudo ver que un grupo de cuatro personas, por las pintas indudablemente más mercenarios, bajaba de la colina superior, la anterior a la del castillo. Lo curioso es que no podían ser más dispares. La orca sin duda alguna era una guerrera, y los dos hombres también tenían pinta de ser diestros con las armas que llevaban, pero la cuarta era una joven muchacha de aspecto casi indefenso.

Y más sorprendente aún, en dirección contraria y subiendo desde la primera colina, vio algo que jamás habría esperado encontrar allí. Una elfa sombría, vestida toda de negro con ropas elegantes y los cabellos níveos... y que llevaba cogida de la mano a la elfa silvana que pocos momentos antes había estado precisamente con Gwyl e Yriel. Al ver al cuarteto que bajaba, se detuvo súbitamente, pero enseguida apartó la mirada y siguió caminando. ¿Podrían ser ellos los compañeros de los que habían hablado Gwyl e Yriel? Demasiado estaban apareciendo esos nombres como para que fuera mera casualidad.

Notas de juego

Marca a Syndra, Korben, Erin, Gorsha y Duque en el siguiente post.

Cargando editor
10/04/2019, 22:59
Narrador

Los mercenarios dieron un paso adelante, más serios que antes al ver que los aventureros se envalentonaban. Parecían listos para una pelea y sin duda todos tenían pinta de conocer bien el oficio de derramar sangre, pero todavía nadie había desenvainado sus armas.

El pelirrojo sonrió ante la bravuconada de Erin - De los nuestros, ¿Eh? - dijo, sonriendo y con tono socarrón - Puede ser. En la guerra puede pasar de todo. Cuidado no te vayas a hacer daño la próxima vez, niña - estaba claro que no estaba ni pizca amedentrado por la joven. Por suerte, parecía que el líder de los mercenarios de la capa negra los había tomado por un grupo al servicio de Odrin al no haber estado durante la conversación inicial con el rey. El arrebato de Korben, si bien arrancó varias sonrisas de burla entre los norteños, ayudó a reforzar esa percepción.

Cuando intervino Duque, el pelirrojo alzó una ceja, un tanto exrañado por algo que este debía de haber dicho - Si ya trabajáis para Odrin, entonces ya os han dado la paga que os corresponde, la mitad por adelantado y la otra al acabar - volvió a sonreír con su manera habitual -  ¿Es que alguien se ha quedado tu parte? Pensaba que eras el más espabilado de estos - pero cuando el lucerano terminó, y Gorsha reforzó sus palabras poniendo su mejor cara de mal humor y forzando aquellos brazos que parecían esculpidos en bronce, haciendo que alguno de los mercenarios se mirara entre ellos con dudas en la mirada, la expresión del líder norteño cambió, poniéndose seria de repente.

No había duda de que la orca debía de ser una guerrera formidable, pero los norteños parecían confiados en sus números, que no eran pocos. Aun así, también parecía que iban a necesitar a cada uno de ellos en breve. Perder a un puñado por una estúpida pelea entre mercenarios no debía de estar entre los planes del pelirrojo, que al final bajó su arma del hombro -  ¡Ja! - exclamó de repente, en una breve risotada - ¡Así se habla! Por un momento, había pensado que no eráis mercenarios, pero está claro que sí. Algunos, al menos - dijo mirando a Erin, mientras pensaba en un lugar más apropiado al que enviar a jóvenes como ella - Bien, pues entonces, seáis de la compañía que seáis, ya habéis escuchado la campana. A las puertas con el resto, no tardaremos en ponernos en marcha - y con aquella última orden, el pelirrojo dio por zanjada la discusión, terminando con la tensión en el ambiente, para luego darse la vuelta y seguir repartiendo instrucciones a sus hombres.

Los cuatro aventureros no tuvieron otra que alejarse de allí por el momento, demasiado pronto y con unas probabilidades demasiado en contra como para intentar algo de manera directa. Lo mejor sería apartarse de la vista de esos mercenarios y esperar a que el tumulto fuera menor. Al bajar de la tercera colina, vieron que el volumen de guerreros que se dirigía hacia las puertas había disminuido lo suficiente como para no tener que moverse a empellones. La mayoría debía de estar ya en el exterior.

Al lado de la taberna donde los habían detenido, vieron que había ahora un voluminoso carro, demasiado bien hecho y decorado como para ser de alguien del Norte, incluso de alguno de los reyes. Aquél vehículo indicaba dinero, al igual que los cuatro o cinco sirvientes que lo rodeaban y vigilaban para que ningún norteño se acercara demasiado. Del interior de la taberna surgió un hombre de pelo canoso, pero bien vestido, acompañado de una mujer con pinta de guardaespaldas, por lo que debía de ser el noble o comerciante a cargo del pequeño grupo.

Y también, en dirección contraria a la que llevaban ellos, subiendo desde la primera colina, vieron algo que pocos habrían esperado encontrar en los Pequeños Reinos. Una elfa sombría, vestida toda de negro con ropas elegantes y los cabellos níveos... y que llevaba cogida de la mano a una elfa silvana pelirroja, con cara de estar realmente nerviosa. Esta se detuvo súbitamente al verlos, pero enseguida apartó la mirada y siguió caminando.

Notas de juego

Os he sacado de ahí porque, salvo que queráis cargar de frente, es prácticamente vuestra única opción. Sobre lo de robar algo o coger algún distintivo, salvo que uséis algo de vuestro equipo o de vuestra ropa, de momento es imposible.

Gorsha, los 1 no cuentan si hay algún éxito, y esos dos dieces son un ¡Cri-cri-crítico!

Marcad a Syndra y a Wade en el siguiente post.