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Crónicas del Fin I: Camino Sin Retorno

Capítulo I: Hacia el Norte

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04/04/2019, 15:53
[Abandono] Thánur Dangorín

Tras el descanso bien ganado de aquella noche, se subieron al bote según lo planeado, pero el humo y los gritos que provenían desde el pueblo llamó su atención. Penda avanzaba sobre Odrin, adelantando una guerra inevitable. Belandir puso sobre sus hombros una decisión difícil, y Thánur se tomó el tema en serio, pensando en silencio las alternativas.

- No somos saqueadores ni esclavistas, y esta guerra no es nuestra. Pero hemos dado nuestra palabra a Thorskar para ayudarlo con el cañón y la alianza que buscan los enanos, y además hicimos un trato con el Rey Penda y centenares de monedas de plata nos esperan, las cuales necesitamos para sustentar los costos de nuestra expedición - se volteo con seriedad hacia Nimrod - Lamento tener que demorar el viaje unos días, y lo que menos quiero es involucrarlos en un conflicto o ponerlos en riesgo. Pero por favor, vengan con nosotros, vuestro secreto estará a salvo, para todos serán simples eruditos y nadie se fijará en ustedes ni les pedirá que participen en esto. Será sólo una semana o tal vez dos, es tanto el odio entre estos reinos que el desenlace está pronto a suceder. Pero además, Nimrod... te necesitamos. El rey Odrin se asoció con una bruja que no es oriunda del norte, puede que tu protección sea la diferencia entre la vida y la muerte para Belandir y para mi - no quería involucrar al humano, pero realmente lo necesitaban y dividirse no era opción para el arquitecto.

- Puede que si la avanzada de Penda haya llegado hasta aquí, entonces el resto del ejército ya esté en camino con el Rey y los otros enanos, así que tal vez nos encontremos con ellos antes de lo que pensamos. Antes de ir en su búsqueda, busquemos provisiones y contactemos a esos soldados - se volteo entonces hacia la aldea de la que habían partido, plagada de saqueadores de Penda, y señaló en esa dirección - Ademas, necesito una forja cuanto antes...- Se sentó en el bote y se aferró con ambas manos, deseoso de llegar a tierra firme cuanto antes.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hice tirada complementaria para convencer a Nimrod... por los dados parece que los dioses están con nosotros! XD

Editado: agregué la última oración, que a Thánur no le gusta ni un poco la idea de estar en el bote ni un segundo más de lo necesario.

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04/04/2019, 19:07
Narrador

Arahan se alejaba bastante de la visión que las otras razas solían tener de los elfos, incluso de los nómadas y aparentemente caóticos silvanos. Puede que hubiera perdido la cuenta de los años que habían pasado desde que había regresado del Norte, del verdadero Norte, medio muerto por el frío. Los suyos lo creían muerto, y en el Bosque de Varwen sus primos solares no habían tardado mucho en pedirle "amablemente" que se marchara de allí. Lo mismo había ido sucediendo por allí por donde había pasado, lo agriado que se había vuelto su carácter y su descubierta afición al alcohol de todo tipo acababan por meterlo en problemas una y otra vez.

De modo que allí había acabado, en lo que debía de ser el tercer lugar más frío de Achaea, pero una tierra en la que no encontraría a los de su raza, y en cuyos extensos bosques apenas se adentraban los humanos. Con poblaciones a las que acudir a comerciar por lo que no podía conseguir por sí mismo, pero lo bastante pequeñas y apartadas las unas de las otras como para que nadie reparara demasiado en él. La afluencia de extranjeros, mercenarios en su mayoría, cuando se fundían las nueves, ayudaba a pasar desapercibido.

Un día, por mera casualidad encontró una aldea de descastados como él. O más bien, ellos lo encontraron cerca de su aldea, tirado en el suelo después de caer inconsciente a base de beber. Allí lo llevaron y lo convirtieron en uno de los suyos, a pesar de que el grupo estaba compuesto de humanos. A pesar del carácter de Arahan, lo habían aceptado como uno más, sin pedírle nada a cambio, ni siquiera su historia. La conviencia no fue fácil, al menos al principio, pero nadie le negó su espacio ni hizo comentario alguno durante sus prolongadas y periódicas ausencias. Con el tiempo, quizás hubo alguno que hasta llegó a apreciar al taciturno elfo, y bastantes más al alcohol que este fabricaba.

Un día, al regresar a la aldea escondida después de una de sus salidas, se encontró con un panorama muy distinto. Las puertas de las cabañas, construidas de madera sencilla pero robusta, parecían haber sido golpeadas, una directamente estaba arrancada de los goznes. Los tejados de paja tenían numerosos agujeros, y por todo el claro había repartidos enseres y escombros, como si hubieran sido arrojados o se le hubieran caído a alguien. El interior de las cabañas no estaba en mejor estado, dentro todo estaba revuelto, tirado por el suelo y roto. No había ni rastro de los humanos.

Le costó casi un año saber que había sucedido allí. Al parecer, la aldea quedaba en una zona de bosque que formaba parte del reino de Penda, pero en una de las eternas guerras entre los norteños, las difusas fronteras de los Pequeños Reinos se habían movido. El reino de Odrin, al parecer reforzado con una nueva reina que había venido del sur y de la que se rumoreaba que era una bruja, había vencido el año anterior y se había apropiado de aquellas tierras. No había pasado mucho tiempo antes de que la aldea oculta fuera descubierta, aunque no consiguió saber si sus habitantes habían logrado huir antes de tiempo o habían sido capturados por los soldados de la reina.

De modo que hacía allí se dirigía, hacia el castillo de Odrin. Quizás solo buscaba intercambiar lo que pudiera y seguir con lo suyo, quizás creía que de verdad podía averiguar algo sobre el paradero o el destino de aquellos con los que había convivido.

Después de un par de días, llegó al asentamiento principal del reino. Un muro de piedra y un foso rodeaban el lugar. Varias torres pequeñas estaban repartidas por las murallas, y en la puerta sobresalían dos grandes torreones. Además, antes de llegar a la puerta había otras defensas, un puesto de guardia fortificado y amurallado también, con su entrada protegida por un puente levadizo que se alzaba sobre el foso.

Toda aquella parte de fortificación por fuera del asentamiento, incluyendo los dos torreones que guardaban la puerta, parecían de construcción muy reciente respecto al resto de la muralla, y además diferían en cuanto al estilo de esta, siendo más similares a las defensas que podían verse en el sur. Aunque los Pequeños Reinos habían permanecido inmutables al cambio durante siglos, este parecía estar introduciéndose en Odrin. En la zona elevada se alzaba el castillo, una torre del homenaje que superaba en tamaño a cualquier otro edifico, también rodeada por una muralla interna.

Aunque seguía habiendo gente trabajando los campos y los rebaños de ganado, buena parte eran mujeres y niños. También había hombres, muchos, la gran mayoría armados y dispuestos en tiendas y campamentos que se habían levantado alrededor del asentamiento. En el poblado dentro de las murallas parecía haber bastante movimiento. A Arahan no le constó adivinar a qué venía aquello: con el fin del invierno hacía poco más de una semana, los Pequeños Reinos volverían a guerrear entre sí.

Justo en la linde del bosque por el que avanzaba, había unos viajeros que parecían observar detenidamente la escena mientras hablaban entre ellos. Desde donde estaba, pudo ver que se trataban de un hombre con un caballo y una mujer, de la cual pudo distinguir uno de esos tonos de piel oscura característicos de Muqtar. ¿Mercenarios quizás?

Notas de juego

Marca a Gwyl e Yriel en tu post

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04/04/2019, 19:08
Narrador

Gwyl e Yriel se apartaron del camino y se acercaron junto a Brioso a la linde del bosque cercano, para evitar estar tan a la vista. No estaba de más ser precavido, sobretodo después del paso de aquellos mercenarios que indudablemente servían a Odrin. Habían cruzado por su lado demasiado deprisa como para fijarse en detalles y sus iracundas miradas e insultos habían sido dirigidos mayormente sobre el carro que bloqueaba la senda, pero toda precaución era poca.

Gwyl propuso un plan con el cuál Yriel no parecía estar muy de acuerdo al ponerlos a ambos, pero sobretodo a la joven, en riesgo de ser descubiertos. Puede que los mercenarios pasaran por alto el aspecto de los dos o no lo relacionaran con alguien buscado, pero cuanto más se expusieran más llamarían la atención, y si realmente era Syndra la que estaba en el campamento sureño, si Aelirenn no la distraía lo suficiente y por alguna razón salía, ella sí sería capaz de reconocerlos. Y cuando se habían separado había quedado muy claro hacia que reino se dirigían, no sería difícil sumar dos y dos.

Mientras veían que hacer, si aguardar o tomar una aproximación más directa, escucharon un sonido de hojas moverse detrás de ellos. Al girarse, vieron que de entre los árboles salía un elfo, uno un tanto extraño, pues aunque alto como los de su raza, llevaba los cabellos rubios recogidos en prácticas trenzas y con los lados casi rapados. Su piel parecía más oscura de lo que en realidad era a causa de algún recubrimiento y tenía dibujos rituales hechos con alguna tintura blanca por su cuerpo. Aparte del estrafalario aspecto, la armadura hecha aparentemente con corteza de árbol y el arco finamente tallado y decorado que llevaba a la espalda lo delataban como otro miembro de la raza silvana.

Notas de juego

Marcad a Arahan en vuestro post

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04/04/2019, 19:08
Narrador

Erin miró hacia todos lados, buscando alguien que fuera capaz de ver a través de su ocultación o sus hechizos si utilizaba alguno, pero allí solo estaban Odrin, los guardias que lo rodeaban, y aquellos otros que los habían traido. Sintiéndose lo suficientemente segura, Erin lanzó su conocido conjuro, aunque sintió que la energía salía de ella como un mazazo. Probablemente no podría utilizar un hechizo de semejante desgaste sin tener que tirar de su propia vitalidad.

Pero de momento había funcionado. El aura del rey Odrin se volvió visible para ella, o más bien, "sentible". Podía leer como el rey se mostraba interesado en ellos. Aquello de acusarlos era tan solo un numerito para probarlos y ver si podían serle útiles de alguna manera. Probablemente interara averiguar todo lo posible y hacerles una oferta mejor si le parecían válidos, o los echara del lugar si no era así... y decidía que no eran espías.

Notas de juego

- ¿Veo a alguien con el Talento aquí?

Nope, salvo que yo te diga algo es que no encuentras a nadie, o que están ocultos

Y, ¿quién era aquella figura vestida de oscuro y con el pelo blanco? ¿Podría ser Syndra, quizá?

Vaya, pensaba que había quedado claro que se trataba de Syndra entre eso y que sabías que la figura era una hechicera también.

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04/04/2019, 19:08
Rey Odrin

El rey miró de reojo a Korben mientras echaba un breve trago a la jarra, antes de girarse hacia él y apuntarlo con la misma, salpicando algunas gotas fuera por el brusco movimiento - ¡Ajá! ¿Es que los espías no cobran? ¡Hay muchas maneras de ganar una guerra, y estar preparado para ella es la más importante! ¡Por eso yo voy a ganar esta! - entonces intervino Duque, la pomposa figura del monarca norteño se inclinó hacia el lucerano, visiblemente complacido de como este le regalaba el oído.

- Muy bueno, muy bueno, ¡Así habla un mercenario de verdad! Pero un mercenario también puede actuar de espía. Quizás tú no, pero, ¿Que tiene esa joven de guerrera? - dijo señalando ahora a Erin, a la que por un momento dio un vahido que reforzó la imagen de fragilidad que presentaba - Y todo el mundo sabe que los no-humanos siempre están dispuestos a rebajarse así por unas monedas. ¿O me equivoco? - dijo mirando a Gorsha mientras sonreía - Al menos sabéis tener a vuestras mujeres calladas cuando toca, no como esa "consejera" que acogió mi esposa hace unos días - dijo, la última parte para sí, pero todavía audible por los demás.

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04/04/2019, 19:08
Skule "Tajacráneos"

Antes de que el rey pudiera continuar o alguien pudiera responderle, las puertas de la empalizada se abrieron de nuevo de golpe, y entró en la plaza una tromba de jinetes, unos veinte. Se trataba de mercenarios, norteños vestidos a la usanza del lugar, pero que llevaban sobre los hombres una corta capa de pieles de color negro.

- ¡Odrin! ¡Odrin, maldita sea! - gritó el que iba en cabeza, un pelirrojo que parecía ser el líder, mientras buscaba al rey con la mirada y acercaba su caballo hacia él mientras el resto se repartía por la zona y ponía a descansar a los desbocados caballos - ¡Penda ya está en marcha! ¡No sé como han podido deshacerse de las patrullas sin que nadie dé el aviso, pero hay partidas de saqueo metiéndosenos ya hasta el culo! ¡El ejército no puede estar muy lejos, y Cregan tampoco se habrá quedado sentado!- el pelirrojo desmontó de la montura de un salto, acercándose más al rey. El norteño del casco picudo y el mandoble se interpuso entre ambos antes de que la distancia fuera demasiado corta. Al acercarse, los cuatro pudieron ver que, de la vestimenta y la armadura del pelirrojo, destacaba una pequeña insginia negra con tres gotas de sangre dibujadas - ¡A qué esperas, joder! ¡Da la alarma y mueve a los tuyos! - aunque no lo dijo, por el tono claramente parecía que el hombre queria acabar la orden con un "puto gordo de los cojones".

Odrin, primero sorprendido por la entrada y luego paralizado por los gritos, acabó reaccionando. Dio un respingo tembloroso y empezó a gritar mientras hacía rápidos aspavientos con las manos - ¡Vamos! ¿A qué estáis esperando, panda de vagos? ¡¿Es que tengo que hacerlo yo todo en este reino?! ¡Dad la alarma, que formen los soldados y los mercenarios! - los guardias se miraron unos a otros durante un segundo antes de echar a correr en todas direcciones, dirigidos de manera más coherente por el norteño del mandoble. Mientras este daba órdenes y los guardias corrían a obedecerlas y a ocupar sus puestos, Odrin se giró hacia ellos, como si los hubiera recordado de repente - ¿Y vosotros que hacéis aquí? ¡Fuera de mi reino! ¡Fueraaaa! - gritó arrojando la jarra al suelo, hasta que se quedó sin voz y se le puso la cara roja como un tomate. El del mandoble, que debía de ser el capitán de la guardia u ocupar un cargo similar, le puso una mano en el hombro y empezó a llevarselo hacia el castillo escoltado por más guardias, sin que Odrin dejara de gritar en ningún momento.

Los mercenarios recién llegados todavía estaban recuperándose de la carrera hasta el castillo, incluyéndo su líder, que se echaba agua de un abrevadero por la cara y el pelo. Ahora mismo nadie reparaba en ellos y sería un buen momento para perderse de vista. Parecía que la guerra estaba a punto de llegar a Odrin y sería mejor que no les pillara en un sitio en el que inspiraban tan poca confianza.

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04/04/2019, 19:08
Narrador

La situación era delicada, la guerra los había alcanzado antes de tiempo, y se vieron obligados a tomar una decisión. Belandir parecía ajeno al sufrimiento que tenía lugar no lejos de allí, y habló como si cualquiera de las dos opciones le supusieran la misma indiferencia que la de aplastar a un insecto bajo su bota. Thánur esgrimió argumentos más convicentes, el arquitecto no disfrutaba de nada de aquello, pero estaba dispuesto a pasar por ello para alcanzar su objetivo. En la palabra de un enano estaba su honra y la de su clan, y aquello era lo más importante. Quedar en evidencia con otro enano de un reino distinto habría supuesto una gran ofensa que habría costado de reparar.

La mención a la bruja acabó de convencer a Nimrod, él también había escuchado algún rumor que otro y aunque no les había prestado demasiada atención, comunes como eran entre los que recelaban de la magia, sí que había algo extraño en la forma de actuar del reino de Odrin desde que había llegado aquella mujer. El Gremio de Hechiceros no se dedicaba a cazar, al menos no oficialmente, a aquellos que se salían de sus regulaciones para llevar a cabo oscuros propósitos, pero cualquier mago trataría de detener a alguien así si se daba el caso. De modo que, aunque a regañadientes viendo como tendría que postergar su investigación justo cuando había hecho un gran avance, aceptó lo que proponía Thánur.

De modo que acercaron el bote a la orilla en un lugar discreto, y ya a pie, fueron al encuentro de los jinetes. El saqueo estaba finalizando, una vez aplastada toda resistencia, y solo quedaban las crueldades que venían después. La quema de casas, el robo de bienes, la captura de prisioneros y las ocasionales violaciones que perpetraban los guerreros a las mujeres que tenían la mala suerte de resultar apetecibles a sus ojos. El crepitar de los incendios, los gritos de dolor y agonía y las risas de los vencedores llenaron el ambiente antes de que llegaran siquiera a la aldea.

Al verlos acercarse, uno de los norteños dio la alarma y varios se aprestaron a combatir a los recién llegados, pero por suerte al mando del grupo estaba uno de los que había asistido al banquete en el que ellos, Thorskar y el rey habían cenado juntos, y pudo reconocerlos. Ordenando a los suyos que los dejaran en paz y siguieran a lo suyo, en cuanto le pidieron indicadiones les dijo dónde podían encontrar al ejército del rey Penda, junto al que, en efecto, viajaba también la caravana enana con su bombarda a cuestas, lista para la primera prueba de fuego real.

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04/04/2019, 19:09
Rey Penda

El grueso de las fuerzas del reino vecino estaban más cerca de lo que parecía, pudieron divisarlas en la distancia apenas medio día después de que dejaran atrás la aldea saqueada. Otra hora pasó hasta que llegaron hasta ellos. Penda iba a la cabeza de la hueste, enfundado en una armadura de escamas y a lomos de un caballo de guerra. Alrededor de trescientos guerreros marchaban detrás de él, aunque el número seguramente sería aumentado cuando las avanzadillas enviadas a explorar y saquear volvieran a unirse al cuerpo principal.

Al verlos, el rey avanzó hacia ellos con algunos guardias, Fronar, su edecán, entre ellos - ¡Vosotros! - exclamó - ¡Pensabamos que habíais muerto! Lo último que supimos fue que os habíais enfrentado a un puñado de perros de Odrin y que habías perdido a bastantes. ¡Continuar hacia adelante después de eso fue una estupidez! ¿Dónde están los hombres que os dí? ¿Y quiénes son esos dos? - dijo refiriéndose a Nimrod y Philip, algo airado.

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05/04/2019, 10:51
Fiora Valenti, la Loba de Viavenna

Fiora no dijo nada respecto a los intentos de Syndra de averiguar que era lo que había provocado aquél cambio en ella, solo siguió con lo suyo, al menos hasta que hizo el comentario sobre la belleza - De acuerdo, eso os lo tengo que reconocer - dijo medio riendo ante la ocurrencia de la elfa - Aunque... la fuerza no viene mal tampoco en algunos de esos casos.

Fiora giró la cabeza para mirar de reojo a Syndra, detrás de ella - Supongo que lo comprendo. No se puede negar que, salvo contadas excepciones como la reina, la elegancia y el ornato que estamos acostumbradas a ver son bastante ausentes en los Pequeños Reinos. Y es evidente que también habéis vivido cerca de esas cualidades - dijo, devolviéndole el mismo tono que empleaba la sombría antes de volver a girarse hacia el frente para dejar que siguiera con lo que estaba haciendo - Ciertamente. Si sale derrotada, aquellos que creen que controla a Odrin de alguna forma encontraran la manera de echarla, o de deshacerse de ella - al ver que Syndra evitaba responder a su pregunta, Fiora hizo una mueca, divertida - Así que secretos, ¿Eh? Muy bien, quizás le pregunte la próxima vez que la vea.

Los hombros de Fiora se relajaron y la mujer se recostó en la silla para ponerse más cómoda - Más que aburrimiento, fue que ya no lo soportaba más. Me agobiaba demasiado todo aquél protocolo y el mantener un disfraz de apariencias aunque lo que haya debajo de él esté tan podrido que sea imposible ocultar el hedor - dijo, frunciendo el ceño por un momento, antes de volver a relajarse - Esta vida puede ser más dura y peligrosa a primera vista... pero también es mucho más sencilla y libre. Os aseguro que por nada del mundo volvería al lugar que ocupaba antes - al sentir la cercanía de Syndra a su oído, Fiora giró levemente la cabeza para poder mirarla. Sus labios entreabiertos estaban a tan poca distancia de los de la elfa que esta podía sentir el aliento que salía de la boca de la mercenaria.

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05/04/2019, 11:30
Narrador

Entonces, un aviso llegó desde fuera de la tienda, el mismo guardia de la entrada que había detenido antes a Syndra - ¡Señora! - llamó. Fiora se detuvo y giro la cabeza de nuevo hacia la entrada del pabellón - ¡Una elfa más a las puertas del campamento! ¡Dice que viene a ver a la otra!

La rubia puso cara de extrañeza primero, pero entonces sacudió la cabeza y se levantó de la silla, girándose hacia la sombría - Pensaba que los elfos evitaban el Norte, por lo general, pero parece que este año está atrayendo a todo tipo de rarezas. ¿Una conocida vuestra? - alzo la voz para dirigirse a los  guardias de fuera - ¡Enviadla! - ordenó.

Las cortinas de lona de la entrada se abrieron para dejar paso a una elfa, no una como Syndra, pero sí una que esta conocía muy bien - H-hola, Syndra - saludó Aelirenn, con algo de timidez, cruzando los brazos y alternando la mirada entre Syndra y Fiora, hasta que se centró en la primera - Dijiste que estarías en Odrin... así que vine... y te ví entrar en esta tienda...

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05/04/2019, 13:16
[Muerto] Korben

Korben estaba escuchando la conversación del rey con Duque mientras iba tranquilizándose, no era de su agrado tratar con seres como Odrin, pero parecía que ambos se entendían. Cuando el rey se dirigió a la chica sabía que ella se defendería sola, y se concentró en valorar la moral de las tropas para ver cuánto tiempo seguirían en sus puestos si algo hiciera que las cosas fueran mal.

Pero de pronto llegaron los jinetes y con ellos las noticias de la inminente batalla, un ejército se acercaba, y sus exploradores ya estaban cerca. En pocos minutos todo se había tornado caos, intuyó que pocas posibilidades de victoria tenían si su coordinación era ésta, además la dirección del ejército parecía estar realmente a cargo del guerrero que había hablado y tratado tan despectivamente al rey, que sin duda era un pelele.

Acercándose a Erin le dijo por bajo, - si tu plan es factible, hagámoslo ahora, aprovechando el tumulto antes de salir de la ciudad. Si necesitamos más gente quizá es momento de ir con tu grupo y aclararlo ya todo. Nos ayudaremos mútuamente para acabar "con ella". - Por lo poco que había intuido, sus objetivos eran los mismos, aunque se arriesgó porque no estaba del todo seguro.

Notas de juego

Perdonad mi cambio de avatar, no lo tenía claro y adopté uno provisional. Éste ya es oficial ;)

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05/04/2019, 14:13
[Muerta] Syndra
Sólo para el director

La sombría no había comprendido muy bien el claro desagrado que la guerrera sentía por la vida como noble, no al menos respecto a su hartazgo por el protocolo, la etiqueta en cuestión, o el hecho de mantener un disfraz en todo momento sobre su verdadera apariencia, su verdadera personalidad. A la elfa, aquello siempre le había parecido un juego absolutamente entretenido, en especial cuando no había mucho que hacer en su hogar, excepto por aprender todo lo que podía de su maestra, lo cual también se volvió un tanto limitado, ante la falta de experiencia en el exterior, y al no poder experimentar con cierta libertad como habría deseado. Sin embargo, se había visto obligada, al final, de abandonar aquella vida, tanto por culpa de sus hermanas, sabiendo que perdería contra éstas, cuando estaba claro que una de ellas había logrado cierta alianza que Syndra no podría aplastar, y, por otro lado, la necesidad de progresar en su proyecto, de alcanzar la gloria y la inmortalidad con aquel experimento que tanto parecía escapar de sus manos por el momento. También debía de admitir que había sentido cierta curiosidad por el resto del mundo. Después de todo, era ciertamente aburrido permanecer encerrada en un sólo sitio, cuando podía disfrutar de algunas cosas que jamás habría visto... incluso si se trataba de razas inferiores que apenas usaban una parte de su materia gris. Aún así, eso no quería decir que le desagradara la vida de noble, y, por ahora, en aquel sitio, buscaba vivir una vida así, por más que los lujos fueran más limitados en que su hogar.

No obstante, al ver cómo la mercenaria giraba nuevamente su rostro, justo en el momento en el que pretendía jugar un poco con ella, a la hechicera se le nubló la mente por un instante, al sentir el aliento que salía de la boca de la hermosa mujer. Su mirada rojiza se concentró en los preciosos labios de Fiora, como si deseara probarlos en un beso intenso, producto de la excitación que provocaba en ella la idea de acostarse con una guerrera tan capaz como parecía ser la mercenaria en cuestión. Lamentablemente, o tal vez no tanto, pudo escuchar el grito del mismo guardia que la había recibido con anterioridad, algo que hizo que la sombría se sobresaltara un poco ante la sorpresa, quedando aún más perpleja al escuchar que había otra elfa en la entrada del campamento. ¿Otra elfa? No podía ser su maestra... estaba muerta, o al menos eso era lo que pensaba. Casi segura que estaba muerta... habían sido demasiados para ella, si bien tampoco era algo completamente imposible, en especial si el miedo se apoderaba de sus enemigos. Sin embargo, prefería creer que estaba muerta, ya que, de lo contrario, su maestra no estaría muy contenta, incluso si sabía que, de estar viva, posiblemente le pediría una explicación, teniendo en cuenta los sentimientos que las dos habían compartido... las palabras de amor que se habían dedicado en su momento. Jamás había imaginado que tendría que separarse de ella pero... el experimento, todo lo que su maestra había acumulado en aquel pequeño libro negro, no podía perderse. Sería un absoluto desperdicio, algo que Syndra no había podido tolerar, incluso si había llegado a amarla. Al final, había elegido entre la magia o aquella persona que había pensado que era el amor de su vida... o al menos su mayor obsesión.

De cualquier modo, estaba claro que no podía ser su maestra, no cuando parecía que le había dicho al guardia que la buscaba a ella. Incluso si hubiera sobrevivido, no podía saber que ella estaba allí. Por eso mismo, sólo se le pudo ocurrir una única posibilidad... la pelirroja, la hermosa montaraz. - ¿Sobrevivió? - Preguntó sorprendida ante la idea, ya que, tras escuchar que aquella criatura había continuado masacrando aldeas, había imaginado que la pelirroja no había tenido éxito en cazar a aquel ser, por lo que supuso que su vida había llegado a su fin a manos de dicha bestia. No obstante, era posible que las noticias fueran un poco viejas, y que ya había acabado con la vida de la criatura, para luego decidir aceptar su invitación. - Eso parece... le dije que si necesitaba un lugar donde descansar, podría visitarme en éste... reino. Aunque no pensé que aceptaría. - Después de todo, la elfa se había mostrado realmente... distante con ella, y había imaginado que no había mostrado mucho interés por aceptar la invitación, incluso si la sombría le había entregado algo de dinero para que pudiera comer durante su misión. Aún así, no le pareció que la pelirroja aceptaría, no cuando ésta parecía tener cosas más importantes que hacer. Tal vez... ¿algo había cambiado? Era posible que hubiera acabado con la criatura, y ahora tuviera el tiempo libre como para poder visitarla. Además, debía de ser un poco... solitario, el no tener a otra elfo con el cual hablar, incluso si se trataba de una elfa sombría. El prejuicio y recelo de los norteños era notable, por lo que era probable que buscara una cálida bienvenida de su parte, algo que recibiría de la sombría, en especial cuando no podía resistirse a la hermosa pelirroja. Parecía que la mercenaria tendría que esperar.

Entonces, la líder de los mercenarios no se demoró en dar la orden de que permitieran pasar a la montaraz, y ésta no tardó en aparecer frente a ellas, mostrándose un poco tímida, posiblemente ante el hecho de que se encontraba en un sitio ajeno a ella... o tal vez sólo estaba nerviosa porque le era un poco extraño el aceptar la invitación de Syndra, quien sabe. De cualquier manera, al ver a la pelirroja, y escuchar el saludo tímido por parte de ésta, la hechicera sonrió gentil. - Hola, Aelirenn. No pensé que aceptarías mi invitación, con lo ocupada que parecías esa vez... Aunque no me molesta, para nada. - Afirmó de buen humor al verla, a gusto de tener a una elfa en aquel sitio, por más que fuera una exactamente como ella, algo bueno, ya que, de lo contrario, se habría preguntado los motivos de dicha elfa, y reflexionado sobre la posibilidad de que tuviera motivos ocultos que no fueran de su agrado. - Así es, dije que estaría en Odrin... y veo que has aceptado mi invitación, ¿verdad? - Preguntó un tanto divertida ante la actitud tímida de la montaraz, en especial cuando no había creído que vería semejante actitud en dicha mujer, no cuando, las otras veces, se había mostrado más... firme, seria, si bien era posible que esa imagen que había mostrado, fuera tan sólo una forma de ocultar su verdadera personalidad, o sólo cuando estaba cazando alguna criatura monstruosa. No obstante, sin pensar mucho en aquello, la hechicera no se demoró en caminar hacia Aelirenn, para así acercarse lo suficiente a ésta, antes de abrazarla de manera delicada en una más que obvia demostración de bienvenida. - ¿Quieres comer algo? Sólo tienes que seguirme al... castillo. Me gustaría hablar un poco contigo. - Le dijo en un tono gentil, en el momento en el que se separaba de la elfa, antes de desviar su mirada hacia la mercenaria. - Lo siento, parece que tendremos que continuar nuestra conversación en otro momento. Recordad preguntarle a mi Señora sobre mi... posición aquí, si es que os interesa mi secreto. Si me disculpáis... - Se disculpó de manera respetuosa con la bella mujer, antes de cruzar su brazo por debajo del de la silvana, con la intención de guiarla hacia el castillo. - ¿Vamos? Tengo mucha curiosidad por la criatura que perseguías la última vez que te vi. Supongo que la has matado, ¿verdad? - Posiblemente, tendría que presentarla también con la reina, teniendo en cuenta que era su invitada, si bien eso no quería decir que no tuviera que conocer a Mildred, en especial cuando ésta estaría interesada en saber sobre aquella horrible bestia.

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05/04/2019, 17:01
Arahan

Arahan deambulaba como perdido, aquellos ambientes tan repletos de gente le eran extraños y era consciente de que, a pesar de su edad, jamás se acostumbraría al modo de vivir de los humanos. Miraba a un lado y a otro, analizando la situación, y viendo tanto hombre armado, ya le quedaba claro que pasaría en las próximas semanas. 

Se llevó la mano al cinto, donde un frasco de color verde colgaba y sus dedos jugaron con el tapón de corcho pero no llegó a cogerla ni abrirla, reprimió el impulso de beber y apretó los labios, y entonces se fijó en la variopinta pareja que parecían estar igual que él, de meros observadores del lugar y sus gentes. 

Sin mucho disimulo se acercó a ellos y le saludó con un gesto de mano - Buenos ¿días? - dijo con cierta confusión, las maneras sociales humanas le eran extrañas y le dolía la cabeza - he llegado hace poco a estas tierras tan... curiosas.. ¿podrían decirme que pasa aquí? - y señaló con la mirada a la nutrida guardia apostada en cada tienda.

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05/04/2019, 22:50
Duque de Montalbo

Duque hizo un atisbo de reverencia mientras se apartada a un lado junto con Max. Se apoyó en la pared de una de las murallas interiores mientras silbaba limpiándose las uñas con una daga, si sus compañeros intentaban algo sería ahora y si el ejercito se dirigía hacia aquí en breves momentos las puertas de la ciudad estarían cerradas a cal y canto. No se iba a jugar la vida por promesas y bonitas palabras obre oro, pero no perdía nada siguiéndoles a una distancia prudente entre todo el caos a ver que tal les iba, igual con algo de suerte le llevaban hasta la plata. Al escuchar las palabras de Korben ató cabos, parecía que estaban todos allí por esa consejera, bueno todos menos él, una mujer envuelta en tanto misterio en un lugar tan insignificante. En cierto modo tampoco había sido tan buena consejera si tenían en cuenta que dentro de poco la ciudad estaría sitiada por no uno, sino dos ejércitos.

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06/04/2019, 19:29
Erin

Al ser mencionada, Erin miró a Odrin de soslayo. No dijo nada. 

Le hizo gracia la observación de Odrin sobre las mujeres calladas. - Seguro que no dirías eso delante de tu mujer - pensó; aquel rey no era más que un chulo de taberna. 

Asistió asombrada a la llegada de los Buscasangres. Ese pelirrojo, que se atrevía a ladrarle órdenes al rey, parecía su jefe. Daba la impresión de que en aquel reino se había fraguado una extraña alianza, y,  de nuevo, todo parecía orbitar alrededor de la bruja sureña. ¿Y esa consejera? ¿Sería Syndra, quizá?  Toda esa construcción nueva, el rey pidiendo espías...  Erin no era norteña,  pero tenía muy claro que aquello ya no era el Norte. ¿Debían volver a avisar a Cregan? ¿O intentar el plan de Korben?

Respondió a Korben, sin dirigirle la mirada. 

 - Hay un problema en una ciudad asediada: si salimos, puede que no nos permitan volver a entrar. Si nos quedamos, puede que no nos dejen salir.

Tomó una de las manazas de Gorsha en la suya. 

 - Está claro que en la ciudad hay espías y chivatos. Pero si logramos pasar desapercibidos, podemos intentarlo. Yo digo que nos ocultemos aquí. 

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06/04/2019, 21:15
[Muerto] Korben

- Entonces creo que es momento de terminar el trabajo y pensar más adelante en cómo salir. Vayamos a la torre. - Miró a los tres esperando su aprobación. La ciudad era un caos, y nunca iba a ser más fácil que ahora llegar donde querían. - Duque, no nos vendría mal una ayuda como la tuya, y la suya... - dirigiéndose a Max. - En tu mano está, pero creo que conseguirás más tesoro del que puedas gastar jamás.

- Y si no... - apeló a su espíritu de lucerano - te vas a divertir como nunca lo has hecho. - Giró la cabeza con una sonrisa pícara.

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06/04/2019, 21:47
Duque de Montalbo

El mercenario le miró de soslayo con media sonrisa.-Muchacho, eres un mal vendedor de humo, pero sabía que dirías y harías  eso. No valéis mucho como espías, como asesinos imagino que menos, id haciendo no os preocupéis por mi; si en algún momento tengo el oro en las manos entonces cambiaré de opinión. Me quedaré a cierta distancia, seré un mercenario más, si hay mucho jaleo cargaré contra Erin para que parezca que está enzarzada en combate y llamaré a la guarida como si fuera un mercenario contratado, digamos que de momento lo único que tienes es un as en la manga. Si os superan os venderé a cambio de mi pellejo, si la cosa os va bien seguiré con vosotros.Otra cosa no, pero de faltar a mi sinceridad no podréis acusarme.-se levantó ligeramente el casco a modo de saludo o despedida, estaba claro que el mercenario no se casaba con nadie sino era por dinero. Se quedó allí de pie dándoles una distancia antes de seguirles con Max mezclándose en el caos de mercenario que corrían de arriba abajo.

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07/04/2019, 02:42
[Abandono] Thánur Dangorín

Tardaron varias horas en llegar hasta el puesto en dónde el Rey se encontraba, pero muchas menos de las que le hubiese significado volver al fuerte. También estaba Thorskar y el arquitecto levantó su mano en un sincero saludo hacia él, la promesa que le había hecho de ayudarlo era el motivo más fuerte para haber regresado. El líder del ejército se acercó y les dio una impulsiva y bizarra bienvenida, que parecía más un escarmiento. - Rey Penda, que gusto saber que vuestras fuerzas hayan avanzado hasta aquí! El Rey Odrin debe estar lamentando haberse metido con usted! Sin duda sabe que su tiempo se termina - dijo con entusiasmo. Las palabras no eran una respuesta a su pregunta, pero había tratado con el rey antes, tenía un ego mas grande que las ruinas que habían visitado, y adularlo servía para disponerlo un poco mejor.

- Vuestros guías me escoltaron la mayor parte del camino hasta las Ruinas, os agradezco esa gentileza. Estos dos hombres que me acompañan son eruditos de las tierras del sur al otro lado del Macizo de Tar, son amigos que también valoran la arquitectura del antiguo imperio onírico y me ayudan en la exploración. No representarán una molestia para Penda - dijo tras señalarlos, evitando mencionar sus nombres ni darles mayor relevancia, no sea que el ambicioso Rey pensase en aprovecharlos también a ellos.

- En cuanto a vuestros hombres, Belandir puede explicarle mejor, yo sólo puedo decir lo que mis ojos vieron. Nunca vi a humanos combatir con tanta eficacia, su bravura, valentía y coordinación aplastaron al enemigo sin piedad! Todos los puestos que nos encontramos con soldados de Odrin fueron devastados... acaso no estaba totalmente despejada la frontera? Si este enano puede hacer que el resto de vuestros hombres pelee del mismo modo, entonces Odrin no tiene ninguna posibilidad - sentenció, señalando a Belandir,  esperando que con esa presentación el guerrero pudiese lucirse y ganarse la confianza del Rey. 

- Tiradas (2)

Notas de juego

No se cual de las dos tiradas aplica mejor. Yo pensaba en la de protocolo porque es frente al rey, pero conociendo la falta de modales de Penda, tal vez no aplique, en ese caso iría la segunda. A ver si el arquitecto lo ablanda y Belandir remata el golpe ;)

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07/04/2019, 13:40
Yriel Alessar

Aquella pregunta que acababa de realizar quedó interrumpida cuando entre los vegetales vino alguien más. En otro momento podría ser rescatada pues estaba convencido de que ella habría querido contar más sobre su pasado. El semielfo entendía que hacerlo le producía un alivio, por lo que quería escuchar todo lo que ella pudiera relatarle. Era algo que dejaría en sus manos.

Yriel y Gwyl se habían alejado del camino, teniendo a su corcel Brioso al lado. El hombre portaba ropajes de buena lana y cuero, preparado para el frío del norte. A ambos lados de su cintura colgaban dos estoques, a su espalda un arco más carcaj, así que también estaba preparado para combatir contra los peligros de aquellos territorios.

La llegada de otra persona de un modo inesperado le hizo llevar las manos a los estoques. Al ver que ese elfo de aspecto oscuro iniciaba una charla relajó sus manos, dejándolas caer para alejarlas de los brillantes pomos de las armas. No quería dar la sensación de que eran ofensivos.

- Saludos. Estaba tenso después de que unos mercenarios casi nos pasaran por encima.

Casi le parecía que aquél mal encuentro seguía presente en su cerebro. Había estado agazapado de manera que cualquier sonido pudiera traerlo de nuevo. Yriel había tardado un instante en serenarse, si algo tenía que hacer ahora era mostrar cortesía. Y estaba muy sorprendido porque cada vez tenía más opciones para aprender más sobre la gran familia élfica de la que tanto tiempo había estado apartado.

- Mi nombre es Yriel Alessar. Vengo de la ciudad de Viavenna. Mi amiga es Gwyl.

Indicó con una sonrisa grata, definitivamente el tema de conversación fue sustituido por las palabras hacia el recién llegado del que no sabía nada pero lo menos que podía hacer era advertirle de lo que estaba ocurriendo, o a punto de ocurrir.

- Aquí están en los preliminares de una invasión. La ciudad de Odrin está bien preparada, acoge a multitud de mercenarios. Los va a lanzar hacia las poblaciones vecinas.

Y eran muy dados a saquear. Ahora mientras lo contaba, se percataba de la dureza de aquellos acontecimientos que sucedían cada pocos años en estas tierras.

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07/04/2019, 16:25
Gorsha

Gorsha estrechó la mano de Erin para infundirle confianza. Estaba claro que las cosas se habían salido de madre muy deprisa y había que tomar una decisión rápidamente. Y la orca tenía muy claro lo que iba a decidir: proteer a Erin a toda costa. Porque era su compañera. Porque era su amiga. Porque sabía que si ella se ponía de muralla, la jovencita tenía una buena oportunidad para escapar. Por todo eso y más Gorsha protegería a la chiquilla con su vida si era necesario.

 -¿Y a qué esperamos entonces?

Si querían esperar por allí para luego ir a la dichosa torre en lugar de asegurar la huída, adelante. Como decía Korben, era el momento de terminar el trabajo y salir después. Eso sí, lo que no pensaba permitir era que para mantener una tapadera el dichoso Duque se abalanzara sobre su compañera. Si quería fingir un combate, que se metiera con ella, qué caramba.

 -Como cargues contra Erin, te partiré la columna, advertido quedas. Dicho esto, ten cuidado.

El mercenario no le caía bien, pero tampoco le odiaba a muerte, aún, así que desearle algo de suerte nunca estaba de más. Y dicho aquello, Gorsha estaba lista para el siguiente paso. A por la torre y quien fuera que vivía allí dentro.