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Crónicas Giovanni: La última cena

1. El arte del buen comer

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12/09/2019, 15:21
Pietro

El joven pietro se limitaba a mantenerse observando y a la espera. Era posible que algunos de aquellos señoritos y buscavidas soltara en algún momento algo de información acerca del anfitrión o de los temas a cuya investigación había dedicado su vida. Sin hacer demasiado caso ni dejar del todo de prestar atención, el joven sacó un pedazo de madera del tamaño de un puño de su bolsa y empezó a darle forma y a tallar en el, de forma muy tosca, un dibujo sin demasiado sentido. 

-Yo intercederé a tu favor.-Dijo entonces al escuchar a aquél joven soldado.-En la medida en que las palabras que yo pueda decir sean capaces de algo, más supongo que así será puesto que me ha invitado sin conocerme. Pero el compartir vuestro mal me impele a apiadarme en la medida de lo posible. Si no te acepta podrás compartir mi camino. 

En ese momento entró el monje.

-Mejor.-Pensó el joven Pietro.-Todo apunta a que este viaje finalmente sí va a ser provechoso.

Notas de juego

Se ha comido la web medio post^^

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12/09/2019, 15:43
Enzo Bonacelli

Por un momento todo iba tranquilo, pero a mi parecer la conversación en la mesa se movía muy rápido, de un lado a otro con la rapidez de una flecha, y pues simplemente me había quedado muy atrás de ella, por lo cual solo me concentré para beber de a poco el vino que tenía en el cuenco. Poco a poco aparecían más invitados, uno diferente del otro, unos hicieron una broma con una espada, otro era un niño, unas gemelas...

Pero no les prestaba atención del todo, estaba un poco más cautivado por lo que tenían que decir la Duquesa, Constanza y Anna, las cual parecía que cierto evento trágico las unía, además de que la última parecía mostrar algo de amabilidad además de nuestra obvia diferencia de Estatus que teníamos.

Fue entonces cuando caí en cuenta de que en la otra mesa en la que estaba había dejado una bolsa con mis pertenencias, la cual rápidamente me levanté para tomar esta la cual se encontraba al lado de una de las patas de dicha mesa. Al encontrarla suspiré de alivio, normalmente debería estar más al pendiente de mis posesiones, pero tenía suerte de que alguien se lo había llevado, si es que alguien por aquí tenía cierta maña, claro.

Y allí escuché las palabras que vociferaba el anciano con ira, con aquellas palabras llenas de verdades o de un delirio momentáneo, pero se mostraba férreo y seguro ante sus palabras, cosa que me preocupaba... ¿Pero como podía decir algo así con tal seguridad? Era una acusación muy severa, una la cual me causó cierto escalofrío el cual pasó por mi nuca, como si una brisa fría chocara contra la misma colándose entre la carne hasta llegar hasta mis huesos. Pero por suerte ya Constanza iba a interrogar al hombre, por lo cual también caminé hacia su dirección. -Si señor, díganos porqué hace tal acusación, ¿Ha visto algo sospechoso? ¿Ha oído algo?- Pregunté con algo de preocupación la cual se mostraba en el tono suave que tenía, mientras que la bolsa la sujetaba con ambas manos.

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12/09/2019, 18:31
Etienne de Bourgogne

Etienne alzó su jarra, saludando al amigo de su escudero.

Al escuchar a Paul, el caballero no pudo por menos que sentir conmiseración: él mismo, de quedar tullido, terminaría en una posición tan lamentable como aquella.

 - Este hombre no conoce un oficio, ni sabe hacer nada útil salvo matar - se dijo - Exactamente igual que yo. Su honor le impele a no mendigar: pero es lo único que puede hacer, y, aunque seguramente lo sepa, sospecho que morirá de hambre antes de rebajarse a hacerlo.

 

 - Amigo - dijo Etienne, mientras contaba mentalmente las monedas que le costaría convidar al pobre lisiado - Será un honor que compartas nuestra mesa esta noche. Cena hoy con nosotros, y mañana ya veremos qué podemos hacer por ti.

- No creo que el señor Giovanni tenga una ocupación para ti: pero, al menos, hoy llenarás la tripa.

 

Se apartó un poco, invitando al soldado a sentarse, cuando el monje prorrumpió en gritos y aspavientos.

 

 - ¿El Diablo? - se dijo Etienne, recordando al duque de Borgoña - Ya he servido a una criatura vil y rastrera: no creo que este nuevo patrón pueda superarle.

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12/09/2019, 19:46
Basilio

¿El diablo encarnado ?Quizás ese monje latino no estuviera desencaminado por que al  fin y al cabo ..¿qué sabia de nuestro anfitrión ?Claramente que era un hombre rico y poderoso..algunos  seguían rajatabla la cita de es más difícil que entre  un camellos por el ojo de una aguja que un rico  en el reino de los cielos  y solo por el hecho de su riqueza ya veían en el  la representación del mal .¿Acaso no había monjes latino que predicaban la pobreza ?.Su manera de pensar  no acababa de entenderla  porque  un rico puede ayudar más que un pobre  y no comprendo ese desprecio por la riqueza ..nuestros  hermanos latinos me resultan tan extraños .

Ignorando el resto de conversaciones me levanto y me dirijo al monje acusador . Disculpad hermano  ,,pero ¿qué hechos le achacais para compararle con el diablo  y si es culpable de ellos  cómo es que no ha sido juzgado por la ley de los hombres o excomulgado ?

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12/09/2019, 22:25

Dos muchachas entraron a la posada, rozarían los 17 años aproximadamente, si hubiese algún borracho podría creer que veía doble, pues las dos chicas eran exactamente idénticas, lo único que las diferenciaba, eran las tonalidades de sus vestidos, también iguales, pero uno lucia un escote rojo y el otro verde.

Un sencillo vestido (según el criterio de ellas) que hacia un bonito contrastes con sus cabellos negros.

Se sonrieron la una a la otra cuando vieron y escucharon la pregunta de Anna ¿que hacía ella aquí? desde el internado no se habían vuelto a ver y ella... era de las niñas buenas del internado, solo las observaba de lejos, y aunque ella lo negase, siempre estaba esperando que las gemelas la liasen.

Sofia cogió a Anna de la mano derecha y Sonia de la izquierda -¡¡Anna cuanto tiempo que no te veíamos querida!!- dijo Sonia como si la conociesen de toda la vida -Pero no hablemos aquí, vamos a sentarnos- añadió Sofia, acercándola a una mesa, una vez sentadas las tres, Sonia ladeo la cabeza -¿que que hacemos aquí? pues creo que lo mismo que tu, asistir a una invitación, teóricamente seria para nuestro padre- siguió Sofia -pero el pobre esta muy delicado de salud, así que venimos nosotras en representación- ambas sonrieron a Anna.

Luego escucharon los voceríos del monje y no pudieron si no reírse tímidamente, habían escuchado muchas historias y chismes sobre su anfitrión pero.... ¿el diablo? no hacía si no aumentar la curiosidad de ambas ¿como seria aquel misterioso anfitrión para ganarse esos apelativos?.

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12/09/2019, 22:43
Albert Mctagger

Albert capto la conversación del que parecía ser un artista con la joven viuda de Sforza, aquello llamo su atención por lo que se levantó y se acercó a ellos e intervino- Creo que yo también he tenido el placer de presenciar dicho retrato- comento afablemente -quizás se la ve distinta como si no fuera la misma, sin duda el retrato que presencie no hacia justicia a la belleza que ahora presenta- Albert hizo una reverencia a la dama-Disculpe mi intromisión me presento, Doctor Albert Mctagger para servirla, permítame darle mi pésame, trate al difunto Conde de unas pequeñas dolencias hace tiempo hasta que en buenas condiciones prescindió de mi servicios.

durante la corta presentación Albert prácticamente había ignorado al soldado lisiado, si la intención del señor Giovanni era reclutarlo como médico de Batalla  tanto le daba si se lo ofrecía la posibilidad de seguir ganando conocimiento en su lucha contra la muerte, la gran enfermad que asola el mundo, pero los gritos del monje lo  interrumpieron
- vaya parece que alguien se ha pasado con la bebida-comento para dirigirse al monje- tranquilícese en nombre de dios, cuénteme ¿ que han de temer un grupo de piadosas personas de un noble señor como parece ser Don Giovanni?.

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12/09/2019, 23:10
Anton Rossi

Anton miró al monje que decía sandeces y susurro a los presentes.
Eso también lo han dicho de mi, más cuando era crío que en los últimos años, pero si me lo propongo creo que aún puedo... sonrió mirando a las dos gemelas de refilón mientras se llevaba un trozo de pan a la boca.

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12/09/2019, 23:12
Anton Rossi

Su atención volvió sobre el veterano a quien habían invitado a su mesa.
¿Decidme vuestra merced, veterano de que guerra sois? le preguntó acercándole una copa.

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13/09/2019, 00:53
Anna Katarzyna Zaleski

Si desde que las vi llegar había comprendido que tenían algo en mente, jamás hubiera imaginado que habrían sido capaces de herir a nadie, lo cual ellas mismas me lo confirmaron cuando insinuaron la fragilidad de su progenitor, porque una cosa tenía clara, llegan a ser mis hijas y hubiera quemado la carta nada más recibirla. Aún así, ya habíamos anunciado a todos los presentes que nos conocíamos, por lo que me veía en la tesitura de denunciarlas o seguirles el juego, por lo que me dejé conducir hasta la mesa mientras valoraba ambas opciones, porque seguro que el monje se había equivocado con don Giovanni y se refería a estas dos.

- ¿Y no habéis pensado que hubieran invitado a vuestro padre porque fuera un buen amigo? ¿O porque tuviera lazos con la mujer de don Giovanni?

Pregunté con mi característico acento, porque si bien eran opciones remotas quería ver qué cara ponían al escuchar que nuestro anfitrión pudiera estar casado.

- Porque estoy segura que si os hubieran querido a vosotras os habría invitado.

No hacía falta más que echar un ojo al resto de la taberna para confirmarlo, pero llegado a ese punto me incliné hacia la chica de mi izquierda y le susurré algo al oído.

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13/09/2019, 01:15
Anna Katarzyna Zaleski

- Sonia, esto os queda grande, pero el hijo de doña Constanza os sería muy sencillo.

Le confirmé para advertirla de que sabía por qué estaban aquí, porque si bien no compartía totalmente sus metas, ya sabía que no iban a ser la únicas que andaran tras el conde.

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13/09/2019, 01:22

Sonia sonrió lobunamente a Anna cuando esta le susurro y luego miro a Sofia que sonrió de igual manera, como si supiese lo que Anna le había susurrado a su hermana con solo mirarla. 

Sofia negó con la cabeza -Solo hemos hecho lo que dos buenas hijas harían, el señor Don Giovanni solicitaba la asistencia de la familia Di Soldi, como nuestro padre no podía aguantar un viaje tan largo y pesado, nos hemos visto obligadas a en representación de la familia venir nosotras- luego Sonia añadió -De hecho creo que de tu familia.... tampoco te invitaron expresamente a ti, la pequeña de todos- dijo con un tono frío, luego se acerco a su oído.

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13/09/2019, 01:30

-No cariño, no creas que sabes lo que hemos venido o no a hacer, normalmente vamos dos pasos por delante de lo que piensa la gente y esta vez no va ha ser menos, igual el hijo de Doña Constanza te venga mejor a ti- dijo sonriendo ampliamente y muy falsamente -Por cierto, por si no lo sabias, lo que escucho yo, lo escucha también Sofia- si era verdad o no.... nunca lo sabrían y con eso jugaban.

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13/09/2019, 01:41
Anna Katarzyna Zaleski

Eso había sido un golpe bajo y seguro que lo sabían, pero precisamente por eso consideraba a Sonia la más inteligente de las hermanas.

- Bueno, si la invitación hubiera coincidido con el día del Juicio, entonces Ivan podría haber venido él mismo.

Ya había decidido dejar de lado el duelo, por lo que no me iba a achantar porque alguien sacara el tema. Menos ellas dos.

- De todos modos dejémoslo de lado. No me gustaría dar mal ejemplo al guardián de doña María después de regañarle. ¿Deseáis que os la presente?

Pregunto en un intento de formar una tregua. Al fin y al cabo, nuestros objetivos seguro que no eran incompatibles y pelear entre nosotras solo iba a perjudicarnos.

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13/09/2019, 02:34
Paolo -pj muerto

Cada vez entraban más y mas personas a la taberna, si todos ellos eran invitados por el señor Giovanni, o personas presentando sus escusas como era el caso de algunas nobles presentes, iba a ser una cena apoteósica. Un salón capaz de albergar a mas de treinta almas, sin contar a los siervos y los lacayos.

Saludó amablemente a su hermano monje con un signo de reconocimiento. Reconociendo sus ropajes como parte de la iglesia ortodoxa así que decidió devolber el saludo en su griego arcaico.

- i eiríni na eínai mazí sou adelfó (La paz sea con vos hermano)

Paolo asintió ante las palabras del sarraceno. Tenían que poner fin a la discusión teológica que tanto incomodaba a los hipócritas y los soldados. Pues cierto era que habían habido ya demasiados exabruptos entre el extraño saludo con las espadas, su discusión y ahora se le añadía lo que parecían los desvaríos de un monje loco. Sin embargo, podían tener relación con sus inquietantes sensaciones, extraídas de la mente enaltecida por el mercurio y sublimada en un estado de trance.

Debía averiguar más de ese hombre y sus funestas acusaciones al tiempo que un autoproclamado médico se acercaba a su vez al monje tratando de ayudar con su estado de enajenación explosiva. 

- Soy Paolo hermano, escuchad al buen médico y tomad calma.

Se dirigió a la barra y solicitó con amabilidad agua caliente para preparar una tisana del preparado que llevaba para calmar la ansiedad, pacificar el corazón enaltecido y adormecer la mente consciente. 

Volvió con una jarra de líquido humeante con fuerte olor tila y milenrama.Sentándose en la mesa del monje junto a Albert y ofreciéndola con un gesto afable.

- Tomad esto os hará bien. Por cierto, no se si nos hemos presentado soy Paolo, abad de Fossanova encantado.

Comentó saludando al joven rubio de mirada astuta.

- ¿Habeis dicho que erais doctor? ¡Fascinante! ¿En que universidad os habéis instruido?¿Salamanca, o quizas Bologna? O tal vez sois estudioso de la escuela médica salernitana? Hace años que busco tiempo para desplazarme a Nápoles y poder visitar su extenso escriptorium.

Observó de nuevo al monje para ver si quería tomar de la medicina que había preparado.

- Por favor, contadnos todo lo que sepáis sobre nuestro benefactor Don Claudius Giovanni. Que sucesos u oscuras revelaciones os han podido llevar a tan funestas advertencias

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13/09/2019, 08:22
Marco

Marco había ido a preguntarle al posadero, pero este simplemente no tenía tiempo para tonterías de chiquillos.
Así que marco quedo decepcionado con el camarero y se le notaba en la cara, justo antes de que alguien empezase a despotricar sobre el señor Giovanni.
La curisidad mató al gato, dicen. Y como un buen niño, a rebosar de curiosidad, la cuerda de la curiosidad tiraba de él hacia el monje.
La palabra diablo la había escuchado tantas veces que en su pequeña cabeza no tomaba las dimensiones que ello implicaba.
Aún así, una buena historia como la que estaba a punto de contar el padre siempre era bienvenida.
Pero un grupo numeroso de personas estaba ya rodeando al señor que pretendía contar la historia así que le entraron las prisas.
Corriendo para enterarse de lo que sucedía se tropezó con Paolo y, a punto de caer al suelo, la falda de Constanza lo detuvo.
-Uy, lo siento- dijo sinceramente mientras se daba la media vuelta para escuchar al cuentacuentos.

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13/09/2019, 09:31
Pietro

Aprovechando que el monje parecía acaparar toda la atención, lo que permitía cinco minutos de tranquilidad en la posada sin insufribles discusiones de tema religioso, Pietro agarró su bastón con firmeza y se alzó de la silla. Con su ayuda, caminó con paso lento hasta el posadero y depositó un par de monedas frente a él.
-Comida para el joven soldado.-Dijo volviéndose hacia él.
non ignarus mali miseris succurrere disco-Pensó para sí con una ligera sonrisa.
Allí esperó hasta que el posadero le hiciera caso mientras observaba a la mendiga que no parecía invitada por el señor Giovanni con gran curiosidad.

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13/09/2019, 09:58
Enrico di Empoli- pj muerto

Tras la cena, frugal en mi caso, interrumpida por una amenaza de muerte y un duelo de lápices, me siento sonriendo al que Piero ha recibido un encargo. Me quedo apartado y agarro mi cuaderno y carboncillos. Retoco un poco el de las bisagras, ideando un nuevo bulón de paso, ¿eso haría que la bisagra no chirriase? 

Entonces entró mas gente, apenas les presté atención. Pero cuando el religioso empezó a hablar, elevé la mirada (irónicamente). Que manía de mezclar lo celeste con lo terreno. La morada del diablo, sí, y qué más. 

Paso página y empiezo a pintar lo que sus palabras me sugieren.

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13/09/2019, 22:29
Robert Popescu

Robert dio un golpe fuerte en la mesa, dejó caer el taburete sobre el que estaba sentado al suelo provocando un estruendoso ruido y miró al monje. Puede que se hiciera el silencio unos segundos, puede que no. El hombre se acercó al monje metiendo su mano en el interior de sus ropas y sacó lo que parecía un arma.

Para aquel que la conociera se trataba de un arma de fuego, para aquel que además supiera como usarla sabría que no estaba en disposición de disparar. Con ella encañonó al tipo.

Quien te crees que eres para venir a la casa del señor Giovanni a proferir tales insultos - Le agarró del cuello y apretó el arma contra su cabeza. - Vamos a ir ahora mismo fuera, iremos a buscar al alguacil y le vas a contar todo esto. - No esperó a nada, simplemente abrió la puerta de la posada y salió...

- Tiradas (1)
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13/09/2019, 22:35
Robert Popescu
Sólo para el director

Una vez fuera, Robert quitó el arma del tipo y le hizo un gesto para que guardara silencio, colocando su mano en su propia boca. 

Espera - Dijo mirando hacia la entrada de la posada, esperando ver si alguien les seguía. Giró la esquina a toda velocidad, llevando al monje a empujones y lo empujó contra la pared. Atento, escuchando por si se escuhaba el sonido de la puerta o del barullo que probablemente habría en el interior y en caso de abrirse se escucharía.

Una vez Robert se cercioró de que nadie había salido, o los había despistado[1] miró al monje, colocándole bien sus ropas.

- Perdone padre, pero ahí dentro hay demasiados simpatizantes del señor Giovanni. Y no creo que fuera bueno para usted permanecer allí demasiado. - Volvió a mirar, y se agachó, empujando del hombro hacia abajo al monje con él para quedar los dos en cuclillas. - Bien, soy detective, así que empiece por el principio y cuénteme que sabe de Claudius Giovanni -

Notas de juego

[1] Pongo esto interpretando que nadie sale. Si alguien saliera trataría de alejarnos un poco o perderlos en la noche. 

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13/09/2019, 23:52
Albert Mctagger

Albert devolvió el saludo al abad- escuela dice, no pertenezco a ninguna universidad de las que habla, he tenido el placer de asistir unos meses a algunas clases en bologna pero no podia decirse que soy uno de sus estudiantes, dado que simplemente acompañaba a mi maestro el cual era un experto medico respetado en el lugar , el me enseño todo lo que se desde niño- una mueca triste cruzo el semblante de Albert recordando a su difunto maestro cuando uno de los hombres de la sala irrumpió donde el monje para amenazarlo- oiga tranquilícese solo es un anciano- exclamo un poco alarmado pero pareciese que el hombre aquel lo ignoraba