- Me interrogaron las dos mismas mujeres - coincido con Etienne -. O al menos la anciana estaba presente. Y no reaccionaron de manera alguna ante la mención de la conspiración. Sí, es muy posible que ya supieran todo es.
Sé que las posibilidades de escapar o de enfrentarse a ellos y salir airosos son casi inexistentes.
- La única carta que podríamos tener a nuestro favor - digo ante las palabras de la duquesa -, es la de servirles de espías e informadores. Pero para eso, mi señora, depende de que decidan fiarse de nosotros.
Sois unos necios, pensando que van a negociar, pensando que nos necesitan. Si estos se dedican a cazar seres como Giovanni, también nos cazarían. Y si, como sospecho, son también vampiros, seguramente podrían hacer lo mismo que Giovanni a cualquiera mejor que nosotros.
Ojo con los destinatarios, que yo no estoy con vosotros y hay alguno mas que supongo que tampoco
El hombre que está delante tuya te pega un puñetazo
-Responde a la pregunta, ¿qué pasó en esa cena? ¿Por qué fuiste? ¿Quienes habían?
Hardestadt mira a la anciana, por un momento parece querer volver a darte un golpe, pero al ver que la anciana no hace nada no lo hace. Mira a los guardias que están en la puerta esperando órdenes, con un gesto desdeñoso te empuja hacia ellos.
Los guardias te agarran y te llevan por un pasillo distinto al que habíais llegado con anterioridad, es otro distinto, uno que lleva a una sala, al abrirla puedes ver que se trata de una sala de tortura mayor de la que acabas de llegar, no está vacía, los demás invitados a la cena están allí atados a la pared.
La anciana ni siquiera te mira mientras cuenta tu historia, no muestra señal alguna de estar escuchándote, ninguna emoción, entonces cuando acabas el relato es el hombre el que habla:
-¿Cómo se llamaban los anfitriones? ¿Qué escuchasteis? -el hombre no había cogido ninguna herramienta de tortura, ni parecía tener intención de hacerlo
Observas el lugar, no ves ninguna ventana o conducto por donde pueda aparecer la luz del sol
Etienne consigue romper las cadenas que lo atan a la pared, está a punto de liberar al más cercano cuando la puerta vuelve a abrirse llegando dos guardias que llevaban a Anna, la joven tenía la cara enrojecida con un nuevo corte por debajo del ojo derecho, la sangre manchaba desde la raiz de su pelo hasta el cuello, manchando aún más su vestido, al observarla detenidamente os dais cuenta de que le falta una oreja.
-¡No te muevas! -dice uno de los guardias que llevan a Anna a Etienne al verlo liberado, sacando su vara acabada en cuchilla.
La puerta vuelve a abrirse, dos guardias llevan a Piero, uno de los guardias saca una vara al ver a Etienne liberado
-No seas iluso, no tienes donde huir -le dice el guardia a Etienne con la esperanza de que se rinda sin luchar
La mujer parece decepcionada cuando comienzas a hablar y no le dejas sonsacarte la información a base de torturas.
-Lleváoslo -dice con desgana a dos guardias que entran para trasladarte de lugar.
Comienzas a andar por un pasillo en dirección contraria a por la que te trajeron, abren una puerta donde se ve una sala de tortura aún mayor, casi todos los invitados de la cena están allí encadenados. Etienne ha roto sus cadenas y un guardia le pide que no se mueva intentando cogerlo, uno de los guardias que te llevan saca su porra y se dispone a ayudar al otro guardia.
A tu lado, aún sin atar, está Anna en lamentables circunstancias, al parecer a ella si la han torturado de forma cruel, amputandole una de sus orejas
Vuelvo a intentar soltar yo también mis cadenas para ayudar a Etienne. Quizá entre los dos podríamos hacer algo.
Aunque es difícil. Peto, si lo consigo, me lanzaré sobre uno de ellos para apresarle.
Motivo: Fuerza
Dificultad: 9
Tirada (4 dados): 9, 10, 2, 7
Éxitos: 2
Si me dices que puedo, hago las tiradas.
Y ahi iban de nuevo, Antón se quedó quieto sin respirar al ver al caballero romper las cadenas, si todos lo pudieran hacer, tal vez... pero solo unos pocos lo conseguirían y sino lo conseguían todos, igual ese acto tan banal como futil perjudicaría a todos.
Decirlo era inútil, no le iba a convencer de que no luchara contra lo que percibía como un error garrafal que amenazaba su existencia. Era algo lógico, un instinto básico, sin embargo Antón intuía que sus mejores oportunidades estaban en el diálogo..
Me había librado de una nueva sacudida y al mismo tiempo había descubierto que únicamente era un perro. Poco importaría el poder que llegara a acumular, pues bajo esa premisa siempre sabría que sería prescindible y que podría actuar contra él, a su debido momento, por supuesto. De todos modos era poco lo que habían necesitado saber, de ahí que no hiciera sino confirmar mis ideas de que alguien tenía un plan, alguien tras el perro de Hardestat. Sin embargo la conversación había acabado y llegó la hora de reunirse con el resto, porque dejé a aquella extraña pareja cuando dos guardias me sacaron de la celda para sumergirme en los laberínticos pasillos.
Seguro que ahora discutirán si he sido sincera y vendrán a proponer un trato.
Consideraba mientras me dejaba llevar sin oponer resistencia alguna. Seguro que toda la sangre que me manchaba les haría confiarse, haciéndoles pensar que me encontraba en las últimas y que por eso no tendrían que esforzarse demasiado. Eso me permitiría evitar nuevos castigos y, ¿quién sabe?, quizás una oportunidad. ¿Y sabéis qué? Así fue.
Nuestro destino se reveló como otra cámara de tortura. Una mucho más amplia donde ya estaban varios de los platos encadenados, salvo el caballero galo. Etienne se había liberado y en estos momentos solo había cuatro guardias disponibles, los dos que me llevaron y otra pareja que había traído a uno de los pintores, por eso era la oportunidad ideal.
- No, por favor... No me dejéis... No con él.
Supliqué agarrándome al guardia que aún me custodiaba. No demasiado fuerte, pues debía continuar en mi papel de cervatillo herido, pero si con la suficiente para que pudiera sentirme temblar. Eso debería bastar para impedirle avanzar, dejando al francés solo con dos, y quizás pudiera probar la sangre que fluía en su interior y que juraría poder estar oliendo en estos instantes. Además una cosa estaba clara, ellos solo eran cuatro y nosotros ya habíamos resucitado.
Motivo: Manipulación+Subterfugio
Dificultad: 6
Tirada (5 dados): 6, 6, 1, 8, 6
Éxitos: 3
Con la cabeza gacha, en actitud inconsciente pero atento a los acontecimientos, asisto a la previsible batalla. Si alguien me liberase, podría aplacar mi sed. Y preparar la venganza.
La cena, si Allan recordaba la extraña invitación que recibió del señor Giovanni y todo el viaje hasta allí, parecía que las preguntas de aquel carcelero empezaban a cobrar cierto sentido en la mente de Allan.
Sí, fui invitado por el señor Giovanni aunque nunca tuve claro el por qué de la extraña invitación. Creo que ninguno de los invitados lo sabiamos en realidad. No conocía a ninguno de los invitados ni de los anfitriones, aunque si que recuerdo que eran de lugares y discipinas muy dispares.
La mujer se había mostrado decepcionada de que hubiera revelado lo poco que sabía sobre la Conspiración de Isaac. No había motivo alguno por el que no ser sincero con nuestros captores y, por tanto, cuando regresé lo hice completamente ileso, satisfecho de haber informado a una de las lugartenientes de Hardestadt acerca de lo que había tenido lugar en el castillo de Giovanni. El enemigo de mi enemigo es mi amigo.
Me sorprendió comprobar que algunos de los presentes hubieran sido torturados, e incluso le habían rebanado una oreja a la cachorrita de Mieczyzlav. ¿Por qué alguien se resistiría a revelar lo que sabía, más aún después de lo que Giovanni y los suyos nos habían hecho?
-No se resistan -dije, mostrando que no había sufrido daño alguno-. Por más que nuestro final pueda estar cercano, no tenemos razón para oponernos a Hardestadt. Si hay alguien capaz de aplastar a Giovanni y sus perros, ese es él.
Mis ojos buscaron rápidamente a mi amigo Enrico di Empoli, esperando que no fuera uno de los que habían sido torturados.
Rotas sus cadenas con un fuerte chasquido, Etienne se disponía a liberar a quien fuera su escudero, Luigi, cuando las puertas de la sala se abrieron para dar paso a unos guardias; traían a aquella joven aristócrata con la que habían compartido velada en el Cordero Rojo y en la mansión de Giovanni, y al gordito que pasaba por ser un artista.
Mientras los guardias, alarmados, se dirigían a Etienne, ella se colgó del cuello de uno de ellos.
- Diría que pretende distraerle - pensó Etienne - Ahora o nunca.
Etienne caminó con cautela, trazando un semicírculo alrededor del guardia que le amenazaba con una pica.
- ¿Huir? No pretendo huir, ¿a dónde íbamos a huir? Lo que quiero es que alguien me mate peleando - repuso, con una sonrisa cruel - Tú, o tus amos.
Dio un pisotón fuerte en dirección al soldado, sólo para comprobar cómo se asustaba, y empezó a caminar en la otra dirección.
- Si no te haces el héroe, puedes decir que te sorprendí por la espalda - añadió.
Dicho lo cual, se lanzó a por la vara del soldado con intención de desarmarle.
Motivo: Desarmar
Dificultad: 6
Tirada (6 dados): 7, 8, 4, 2, 9, 5
Éxitos: 3
Gasto FV.
Tiene 8 dados de Des + Pelea; tiro 6 porque tiene un -2 por estar herido.
Etienne tiene especialidad de Fuerza en Reflejos de Rayo, no sé si se aplica. Etienne tiene Iniciativa 13.
- Sin duda eres un hombre valiente y atrevido sobreviviente Ethiane! Tal vez un orgulloso hombre con recursos! Pero crean me que en este momento tal vez solo consigan ponerse en problemas y a los que les apoyen!
- Por favor guardias digan a quienes nos interrogan o al señor Hardestat mismo, que nosotros tenemos una buena propuesta para que consideren mantenernos vivos para conseguir les lo que mas desean! Ayudarles a encontrar al conde Giovanni y sus seguidores! Pero por favor alimenten a algunos de nosotros antes de que el hambre nos haga perder el control y la humanidad! - . La duquesa trata de convencer con argumentos tanto a Ethiene, a quienes le apoyan, como a los guardias que negociar es lo mejor para todos para que no elijan la opción rápida de la violencia
otra vez violencia, bueno mejor que rogar como ratas - penso Albert mientras observa a Anna y a Ethie.
El soldado tiene razón decirle a vuestro jefe que si nos va a matar por lo menos nos conceda el deseo de morir como queramos. creo que nos lo hemos ganado con todo lo que ha salido de nuestros labios- dice al guardia mas cercano
La niña observaba en silencio a los demás. No parecían tan sorprendidos como ella por su nueva condición, y la aceptaban con relativa normalidad. ¿De verdad entendían en qué se habían convertido? Suspiró quedamente y volvió la cabeza hacia los barrotes que permitían ver el exterior. Ahí arriba continuaba su gata, podía sentirla pero ya no la veía. Notó la escasa sangre arder en sus venas, el hambre pugnando por salir de un modo terrorífico y sin control que no había conocido nunca, pero al mismo tiempo notaba ese poder latir en ella. Uno que aún desconocía pero que podía percibir con la misma facilidad con la que sentía que sus pulmones estaban muertos, al igual que su carne