Partida Rol por web

Tras una guardia tranquila y un retorno al descanso corto pero intenso la luz del día se abrió paso entre los árboles y puso en fuga los terrores que escondía la oscuridad. Jalles se incorporó y recogió sus bártulos de manera ordenada y eficaz. Cuando levantó la vista pudo observar el trágico espectáculo de los cuerpos sin vida de los lobos que les atacaron la pasada noche....

¿Alguno tiene conocimientos de curtidor? Esas pieles nos vendrían bien para resguardarnos del frío. Si no partamos ya, no es conveniente permanecer cerca de esa fuente de alimento...

Se colgó la mochila y esperó a que el resto del grupo estuvo preparado, sonriendo abiertamente cuando vio como Paul se peleaba con su tienducha para meterla en la mochila.

Bronco se despertó en perfectas condiciones. El descanso había sido reparador y la refriega nocturna... instructora. El chamán del oso se levantó, recogió sus arreos y su inseparable hacha. Cuando salió de la tienda, vio como Haggar retozaba en el suelo poco dispuesto a emprender la marcha

- ¡¡Vamos gandul!! Es hora de seguir el camino.- reprochó el semiorco a su peludo compañero, mientras desmontaba la tienda de campaña. - Si no te levantas ya, te quedarás sin desayunar...- y ante la fugaz idea de quedarse sin llenar el buche, el osezno se puso en pie sobre sus patas traseras y se acercó dando pesados pasos hasta Bronco. Cuando llegó a él, le lamió la cara con su grande y húmeda lengua mientras bramaba una serie de rugidos. Ésa, era la forma de dar los buenos días de Haggar.

Bronco acarició su cabeza, y le dio un pedazo de tocino seco. El oso se lo zampó sin compasión, pero hubiera preferido una tostada con miel o tarta de manzana...

El chamán oyó las palabras de Jalles. El muchacho estaba en lo cierto, no era conveniente permanecer más tiempo allí junto a los lobos muertos.

No perdamos más tiempo. Movámonos antes de que llueva más fuerte.- dijo el semiorco mirando al cielo -Tal vez si tenemos suerte, encontremos algo de caza para la cena.-

Boris se levantó al oír que sus compañeros trajinaban fuera. Salió de su tienda y aunque el tiempo no acompañaba demasiado, no se sentía mal del todo. Recogió sus cosas como pudo, pues la mayor parte estaba empapada.

-¡Buenos días!- Dijo mientras se desperezaba.

Entonces reparó en los cuerpos que había desperdigados por el suelo al tiempo que Jalles comentaba la conveniencia de partir cuanto antes; la visión de los cánidos yaciendo en el húmedo suelo consiguió agriarle un poco el humor.

- Pues sí, cuánto antes partamos, mejor.

Paul se levantó descansado, después de la movida noche que habían tenido. Desayunó junto a sus compañeros y recogió, como buenamente pudo, sus pertrechos. Sus compañeros comentaron el partir enseguida, dada la ni muy buena idea de quedarse al lado de animales muertos, ..., reclamo para otros depredadores y carroñeros que pudiera haber en el bosque:

- Si estáis todos de acuerdo, yo os sigo.

Paul comenzaba a ver que los lazos del grupo empezaban a hacerse fuertes, ya que no hubo comentario, ni reproche alguno, sobre el incidente con los lobos de esta pasada noche.

El grupo de aventureros de Kassen desmontó el improvisado campamento tan rápido como pudieron, con la incesante lluvia cayendo sobre sus hombros y partieron siguiendo lo que creian que era la correcta reconstrucción de las diferentes partes del mapa que, a modo de acertijo, les habían entregado cada uno de los mentores.

Las horas de la mañana fueron pasando y el grupo avanzaba con cierta penosidad a través del frondoso bosque, ya carente de caminos circulables, abrigados con sus empapadas capas y capuchas hasta que aquella zona del bosque desembocó en una especie de colina no muy elevada desde donde pudieron observar un gran lago envuelto en una frondosa niebla.

Cuando el grupo observaba el lago envuelto en niebla que se presentaba ante ellos, Boris y Bronco se percataron de algo más allá que del mero paraje natural. Ambos divisaron una extraña forma negra no muy lejos de la colina donde se encontraban, una forma negra e inmovil al lado de la orilla más cercana del lago.

Su vista les había permitido distingirla del resto de los elementos del paraje, pero hasta que no se aproximaran no sabrían distinguir quién o qué podría ser aquello.

Boris dio un respingo al divisar la oscura figura. Hizo un gesto con la mano a sus compañeros instándoles a detenerse.
Se dirigió a ellos en un leve susurro: - Fijaos, allí. - Dijo, señalando con el dedo - Esa extraña forma. ¿Qué será?.
Acto seguido, agarró con fuerza el arco y extrajo una saeta de la aljaba. Habían pasado por muchas dificultades y había aprendido que la prudencia era una virtud muy necesaria en estos parajes.

Bronco asintió ante el comentario de Boris. Él también se había percatado de la silueta negra que había apreciado en lontananza, y como el joven arquero, no se fiaba un ápice de lo que sucedía en ese bosque faérico. Con fuerza asió el enorme hacha que llevaba en su espalda, y oteó hacia un lado y a otro. 

- Yo también lo he visto...- afirmó el leñador mientras Haggar corrió a colocarse a su lado - ... Pero... ¡¿Vale la pena acercarse y mirar qué es?!- Dijo el chamán del oso con tono serio. - Este bosque es más de lo que creemos y en él residen criaturas traviesas y peligrosas.- concluyó rememorando el incidente que casi le cuesta la vida a Jalles.

-Si nos acercamos hasta allí, tal vez incomodemos a algún espíritu del bosque...- dijo con el semiorco sumido en la superchería.

Jalles siguió las indicaciones de sus compañeros y trató de vislumbrar lo que ellos habían visto. No fue capaz... Ya fuera por la mala noche pasada o la cruel experiencia de creer que se estaba muriendo pero no estaba al cien por cien, y eso podía ser peligroso. Trató de espantar sus miedos.

Quizá sea otra ilusión.... yo no me desviaría del rumbo marcado por lo que pudiera pasar. No me fio de este bosque y menos de sus habitantes...

Desenrolló lentamente la cadena y se preparó para alguna sorpresa que le pudiera deparar aquel funesto bosque.

Paul observó silencioso la discusión, hechos y pruebas sobre la escena que estaban comentando sus compañeros. Acto seguido se quedó mirando la figura negra que había indicado Boris e intervino:

- Si es como el encuentro ilusorio que hemos tenido, recuerdo que era una figura oculta, que salió huyendo tal y como se intentó acercar Bronco a ella. ¿Quién nos asegura que no se trate de la misma figura, que va a tratar de ponernos a prueba de otra forma? ...., si este es el caso, intuyo que da igual que opción tomemos, si directa o intentar rodearla, ..., no sé por qué tengo la impresión de que vendrá por nosotros de igual forma, con lo que cuando antes acabemos, mejor.

Quizá fuese una impresión de Paul, o quizá se estaba llevando por las fatas del bosque, lo que estaba claro, que tenía ganas de acabar con aquello de forma rápida, y así lo expresó, aunque igualmente se amoldaría a la decisión de su grupo.

Boris se rascó detras de la oreja y dijo:
- Tenéis razón. Además, la niebla es muy densa y no nos convendría tomar rutas alternativas, nos podríamos perder. Voto por seguir el rumbo marcado en el mapa.

Los jóvenes aprendizes a héroe de Kassen debatieron sobre la mejor de las opciones sobre la ruta a seguir, alarmados por aquella forma negra e inmovil que yacía a la orilla del lago. Lo cierto era que el grupo empezaba a moverse y avanzar como si uno sólo se tratase, coordinandose y tomando decisiones de forma conjunta. Aquel peregrinaje les estaba haciendo madurar al tiempo que les enfrentaban cara a cara con los peligros que encerraba la tierra de Golarion.

Así pues, el grupo descendió desde la colina arborea hasta la orilla del lago para seguir la ruta del mapa. Cuando se acercaron hasta la orilla y pudieron desvelar la naturaleza de la forma negra, asiendo sus armas y con toda la precaución que era de esperar, divisaron que lo que habían visto desde la colina era un cadáver de un humano, que yacía sobre un charco de sangre seca y cuyos restos estaban en clara descomposición.