Partida Rol por web

Los Haan respondieron con un mantra que podría traducirse vagamente como:

Vayan en paz, oh fieles obreros en la gran colonia de la gran reina Hylax

El viaje hasta el espaciopuerto continuó sin inconvenientes. Pero una vez en la nave, una elfa y un zombie cibernético que habían permanecido ocultos, se presentaron ante ellos. La elfa llevaba uno de esos brazaletes. Dijo algo en lashunta y ambos abrieron fuego. Los miembros de la banda se enzarzaron en un tiroteo con el zombi. Sólo quedaba lidiar con la elfa.
 

La elfa dijo:

Los felicito. Lograron engatuzar a los haan a los que incité para que los persigan, pero su suerte se termina aquí.

Sólo tú entendiste lo que dijo.

- Más enemigos, ¡bien! por un momento pensé que podríamos salir del planeta sin inconvenientes -

Nueve como de costumbre mantuvo la distancia. Al ver los peligrosos brazaletes, no dudo en ser algo agresiva, conocedora del potencial destructivo que tenían. De sus manos salieron varios proyectiles de energía, que impactaros sin fallo en su enemiga.

Twaku fue el primero en reaccionar, rápidamente trató de esquivar todas las miradas, pero la elfa se dió cuenta de sus intenciones y tuvo que abortar el acercamiento a riesgo de que le golpearan en la cabeza. 

Karzar agarró su nueva arma y sonrió, mostrando sus afilados dientes a esos nuevos enemigos. Los ventiladores de ese cañón se encendieron a medida que el cañón empezó a tomar un color anaranjado.

"Un muñeco de pruebas, genial!"

Al recibir una considerable cantidad de daño por parte de los androides, la elfa decidió tomar algo de distancia de Cid-2 para poder usar su magia de manera segura. Movió sus manos en círculo, mientras pronunciaba unas extrañas palabras en alguna lengua olvidada, y una fina capa de luz se formó sobre su cuerpo.

El sonido de la refrigeración del arma incrementó exponencialmente hasta que un rayo naranja salió disparada de esta. Puede que fuera porque no estaba acostumbrado, o porque nisiquiera le había quitado los plasticos al arma, pero el rayo no acertó el objetivo.

- ¡Disparo de advertencia, piel suave! - Exclamó como escusa - ¡Ríndete y no te tiraremos a la fauna de este planeta!

La elfa permanecía muy atenta a los movimientos de la rata, y éste no podía hacer demasiado por ayudar. Por el momento se mantuvo a distancia, observando las acciones de su enemigo. 

CID-2 logró asestar un buen golpe a la elfa. Si sobrevivía, el próximo ataque lo haría con su nueva pistola Arc. Tal vez podrían cobrar otra recompensa.

Nueve continúo acosando con sus proyectiles mágicos a su oponente, que se resistía a los ataques del grupo de guardianes.

- Todavía tienes una oportunidad de rendirte y salvar tu vida, le comentó la androide, aunque sabía que las probabilidades de que eso sucediera eran escasas.

Al recibir el disparo de Cid-2, la elfa se estremeció, pero no de dolor. En cuanto su brillante armadura mágica estalló en miles de chispas lo comprendieron: La elfa había disipado su conjuro para devolver el daño al androide.

CID-2 no pudo reaccionar a tiempo, sorprendido como estaba por la magia de la elfa. El disparo rebotó e impactó de lleno en el Androide.

Karzar gruñó al ver como sus compañeros salían heridos de esa explosión y cargó su rifle de nuevo, apuntándola a la elfa y esperando que los condensadores se cargaran.

- ¡La androide tiene razón, ríndete o serás mi cena!

Tras decir eso, disparó su enorme arma y dió de lleno a la elfa.

Twaku no se daba por vencido, aprovechó uno de los golpes de Karzar para tratar de esconderse de nuevo. Esta vez sí, consiguió evitar los ojos de la elfa. Acercándose por la espalda, trató de impactar con todas sus fuerzas en ella. Pero quizás, empeñado como estaba en no ser descubierto, descuidó su objetivo y el batón sólo golpeó aire.