Partida Rol por web

La batalla había sido dura y se merecian un buen descanso, para recargar energias. Por suerte no tuvieron que lamentar ninguna baja entre sus compañeros.

Comenzaba a amanecer, cuando Cid-2 divisó a tres Vracineas aproximándose al campamento. Pero no sin antes de que una de ella rociara a sus compañeros con su perfume paralizante. Afortunadamente, las otras dos se habían retrasado, básicamente... devorando a un par de miembros del equipo de rodaje.

Mientras, la princesa, con ayuda de la banda, forcejeaba con una cuarta planta carnívora.

Twaku quedó paralizado con la sustancia que aquella planta le echó, y no pudo moverse del sitio. 

CID-2 buscó alejarse esta vez de las criaturas y probar su pistola láser. No quería acercarse para no caer bajo el veneno de esas plantas.

-¡Ni una buena siesta que me puedo tomar!

Exclamó el vesk levantándose de golpe ya con el arma empuñada. Por lo que parecía, el lagarto había dormido abrazando ese cañón láser como si fuera su osito de peluche. La poca ternura que eso podía incitar justamente se había desvanecido, pues ahora lo único que quedaba era un Karzar iracundo y gruñón.

Twaku logró contener la respiración en el último segundo, lo que le permitió escapar a los efectos del veneno de la vracinea. Pero esto lo distrajo y la planta le dio un buen mordisco. Claramente lo había visto como un aperitivo antes del plato principal. 

Cid-2 intentó dispararle para detenerla, pero falló el tiro. Mientras tanto, las otras dos plantas se acercaban peligrosamente al grupo.

Twaku desenfundó su arma. Seguía manteniendo la respiración. Después hizo un movimiento lateral para esconderse detrás de un montículo de objetos que estaba al lado de la gramínea. Agachado, salió por el otro lado, y aprovechó el flanco descubierto de la planta para disparar su pistola de arco. El golpe que le había dado la planta le había magullado gran parte del cuerpo. No eran broma aquellas criaturas. 

-¡Lo que faltaba, la lechuga nos ataca!-Exclamó el Vesk dejando con tranquilidad su kit higiénico.

Rápido como el rayo, desenfundó su cañón y lo apuntó a esas plantas, cargándolo con energía y rábia de no poder disfrutar ni de un pequeño descando. Un rayo naranja surcó el espacio que separaba al lagarto de sus oponentes, calentiando el ambiente simplemente con la potencia que desprendía.

Karzar logró acertar un disparo a una de las plantas, que continuaba acercándose al grupo. Cid-2 disparó su arma, pero falló el tiro. Mientras tanto, Twaku lograba sorpender a la planta con un buen golpe, a cosa de provocarla aún más, lo que hizo que intentara morderlo nuevamente. Pero ésta vez, el Ysoki fue más rápido y logró esquivarla.

Y mientras la tercera planta se acercaba lentamente, Nueve comenzaba a despertar de su letargo.