Partida Rol por web

Cuando los Caxtiltlacah asolaban el Poniente

I. Partiendo de Darién

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06/11/2012, 23:27
Director

 

Juan de Valdivia, uno de las capitanes de Vasco Núñez de Balboa, eligió en la bahía de Santa María la Antigua del Darién o también llamada Cumaná (primera ciudad de el terreno conocido como "Tierra Firme"), a algunos de los hombres con quienes habían combatido y navegado con anterioridad para, por órdenes de Balboa, ir a dar los respetos de las tierras conquistadas y de la propia Darién a don Diego de Almagro, adelantado español, que se encontraba en La Española (lo que hoy viene siendo Haití).

Partís de la bahía el 15 de agosto de 1511, en una sóla nao, pues llevar un convoy sería un gasto excesivo, y Balboa ha ordenado, según el propio Valdivia, llegar con la máxima rapidez posible, "que cuanto antes hagáis saber y hacerle llegar el reconocimiento exigido, ante podrá haceros regidores de las villas, o subordinados de buen cargo en aquestas tierras".

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06/11/2012, 23:36
Juan de Valdivia

Aquella mañana, el capitán Valdivia comenzó a pasearse por cubierta, imaginándose el cargo que podría ostentar (y así se lo había hecho saber Balboa), en la preciada Darién, donde además y seguramente tendría también asignada alguna encomienda de "indios" ya cristianizados.

¡Venga, hombres! ,tirad con esmero y tratad bien las velas, que ya lo harán por vosotros una partida de indios a vuestro cargo si os dáis prisa... ¡Moved ese culo! -dijo a Orazio, Rui, Joao y José mientras se encontraban en cubierta-. Valdivia no era un mal tipo, e incluso buen capitán, aunque era un poco grosero (lo cual le servía muchas veces como punto positivo en sus arengas de alta mar).

Notas de juego

Nota: tenéis la certeza de que muchos de aquellos marinos con los que largo tiempos estuvísteis conviviendo y navegando, no son marinos del todo, o no tienen tal profesión como principal. Algunos son ladrones, otros de Alta alcurnia, o quizá los menos no han besado nunca los pies ensangrentado de alguna imagen del Serenísimo Señor Jesucristo... ¿quién sabe?

Lo dicho, aunque no seáis marinos, podéis inventar alguna treta o razón por la que estáis enrolados. Ocultar la condición de uno e inventarse alguna es perfectamente posible. Además, os conocéis (al menos vuestros nombres).

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07/11/2012, 11:54
José/ Haine Yahí

El portugués se había tenido que exiliar de su amada Portugal por motivos oscuros que nunca ha terminado de confesaros*, si bien habéis observado que en las misas no reza con mucho entusiasmo y está distraído, nunca le habéis preguntado el motivo y tenéis certeza de que no contestaría a las preguntas.

Las Indias son tierras de oportunidades, a nadie se le pregunta de dónde viene o qué religión profesa, todos somos iguales de "locos" y todos queremos hacernos ricos. Y para eso estaba también José.

¿navegante? sin lugar a dudas que no lo era, pero... ¿quién lo era realmente? los pocos buenos navegantes andaban en vaya usted a saber dónde o habían muerto en un naufragio o por las enfermedades o lo que fuere. La nueva generación de gentes que embarcaban a las indias eran de todo menos marineros o navegantes.

José había aprendido cuatro cosas básicas y era bueno con el cuchillo, además se notaba que era un hombre de mundo, casi culto y hacía las veces de cirujano cuando no quedaba más remedio.

Llevaba tiempo en las Indias y tenía fama de ser un hombre de fiar, lo cual en esta tesitura, era ya mucho. Así que allí estaba, arriando velas cuando era menester, fregando cubiertas y atendiendo a alguna herida que otra, siempre presto a ayudar allí donde se le necesitare.

Tenía en alta estima al capitán, era uno de esos hombres que harían fortuna... no le cupo nunca la menor duda a José, si bien es cierto que era algo confiado y eso podría ser su perdición.

En cualquier caso, José aceptaba órdenes de buen grado y al escuchar al capitán, corrió de un lado a otro ayudando donde podía a fin de llegar a buen puerto, nunca mejor dicho...

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07/11/2012, 18:54
Joao Aveiro

Joao volvía con un buen número de paños limpios hacia la improvisada enfermería de a bordo. Varios de los marinos llevaban días sufriendo de fiebres probablemente consecuencia de las últimas lluvias tropicales. Reposo, infusiones de eucalipto y friegas con paños calientes era el tratamiento que había demostrado ser más efectivo tras los años.

Todos los días veíais como el médico Portugués hervía los paños y bien de madrugada los tendía en cubierta para más tarde recogerlos a mitad de mañana. Joao era parco en palabras y de aspecto un poco andrajoso pero parecía caerle bien a los marinos, quizás fuera debido a que su rol a bordo se veía como algo ajeno a la cadena de mando, o quizás fuera por la mala suerte que tenía siempre con los dados, o quizás por el simpático animal (un mastín con aspecto de perro de caza) que le acompañaba y correteaba por cubierta.

- Maldición - espetó mientras tropezaba con uno de los cabos que cruzaban la zona de cubierta haciéndole derramar parte del cubo de agua que también transportaba. - Perdón. - No conseguía dominar al completo el movimiento oscilante y le costaba moverse con soltura a bordo pese a llevar años siendo el Médico de Navío en varias expediciones.

Se paró de golpe y oteó la cubierta del navío buscando algo que no parecía encontrar - Fuuuuuuiiiiiiiii - silbó y al instante continuó su marcha mientras aparecía al galope su mascota desde algún rincón escondido acudiendo a la llamada de su dueño. - Ya vale de incordiar por ahí. - le dijo en voz baja una vez le alcanzó mientras bajaba las escaleras hacia la improvisada enfermería.

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07/11/2012, 21:05
Rui Feijoo Pedrafita

El pequeño huérfano Rui, corto en edad y estatura se había hecho querer rápidamente por la tripulación. Su aspecto delgaducho y enfermizo, había tenido mucho que ver en ello. Además sus ropas roídas y andrajosas y el hecho de que nunca tuviera dinero para apostar en las partidas a bordo le hacían ser digno de lástima entre aquellos hombres curtidos.

Durante su niñez en la costa gallega había aprendido a navegar en barcos de bajura y a nadar, cosa que le había venido de perlas durante su estancia a bordo. A tal punto que el capitán le mandaba recados y le tenía como una especie de grumete que valía para todo.

Fuera lo que fuera le tocaba apencar con ello y ahora había que dedicarse a las velas, luego a cualquier cosa que se le ocurriera al capitán. Al fin y al cabo había abandonado Castilla para hacer fortuna y allí estaba, en las Américas.

Un pobre huérfano famélico sin nadie en el mundo, eso es lo que era.

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08/11/2012, 10:52
Orazio Escolano

Alto, fornido, con perilla y una mirada escrutadora Orazio se movía con un porte característico de las gentes de noble cuna. A diferencia de muchos de los tripulantes, él se había pagado el viaje hacia el nuevo mundo, aun así ayudaba en cubierta siempre que podía, arriando velas, fregando el suelo, subiendo al palo de mesana o lo que fuese necesario. Ya que un barco no era lugar para entrenar con una espada, para él era una manera de mantenerse en forma durante el largo trayecto.

Cuando no trabajaba, se sentaba en un rincón de la cubierta inferior, leyendo libros o escribiendo en un pesado tomo, en el que parecía estar escribiendo un diario personal.

A parte de en los rezos, el silencioso Orazio no solía hablar ni mezclarse con el resto de los tripulantes, algo que a muchos en un principio achacaron al engreimiento típico de su noble sangre, aunque no tardaron mucho en darse cuenta de que se trataba de algo mas simple que eso. Era un persona tímida al extremo, tanto, que en cuanto alguien le decía cualquier cosa se sonrojaba como si fuese una casta moza a la que le estuviesen diciendo cosas indecentes.

Corría el rumor de que era un vizconde y el por que había ido hasta las Americas era algo que se guardaba para él solo y no lo compartía con nadie. Aun así había quien decía que algún hecho truculento le había llevado a enrolarse en aquella nave. Después de todo, ¿Por que si no alguien que lo tenía todo lo dejaría todo atrás y se arriesgaría a perecer en el ancho océano?

Ciertamente durante las misas oficiadas en el barco, parecía muy entregado a los rezos, con la cara compungida como si sufriera y tuviese un mar de pecados que expiar.

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08/11/2012, 20:28
Director

Los marineros hacian su vida al lado del Capitán Valdivia, esto es, que no se metían en problemas, bullas ni rumores (bueno, alguno que otro), y no trascendía ningúna muestra que tuviera que llegar a los oídos forzosamente del susodicho para que éste pusiera justicia. Casi al contrario: eran marinos disciplinados, y la figura de Balboa, el superior de Valdivia, era incluso más venerada aún.

Y fue en éstas que, pasando dos días de pleno sol y un tiempo envidiable en la mar, el tercero desde que salísteis de la bahía de Darién amaneció nublado... ¡Qué digo! Más bien parecían que los ángeles celestiales de Dios se hubieran enzarzado en severa pelea unos contra otros, porque ya desde primera hora los truenos retumbaban y llegaban a los más profundos camarotes de aquella nao; Las negras nubes asemejaban la oscuridad ante la falta de un candil en lo más profundo de una montaña, y la lluvía no parecía sino el llanto de San Pedro, magnánime y entusiasta, pues parecía no detenerse, y ciertamente, debía haber muerto alguien importante...

Pero eso no fue lo más grave, mientras estábais aún en camarotes (muchos de vosotros), oísteis a Valdivia gritar "Marinos, marinos", desde cubierta (el sonido era del exterior), como llamando a filas para prepararse para la tormenta. Y en el preciso momento de levantaros de vuestros camastros, un tremendo golpe sacudió por babor, "¡¡BOOOOM!!", precedido por un estruendoso ruido, "Bzzzzzdddiiizzzz", y movió todo el barco ¡ALGO HABÍA CHOCADO CONTRA EL CASCO DE LA NAO!

Sentísteis temor ante tal ruido y su posteior choque, y os tambaleásteis e inclinásteis aún en vuestros camarotes al tiempo que la nave, incluso algún marino resbaló por el suelo inclinado y se golpeó contra una de las paredes. En pocos instantes, la nao se estabilizó.

Notas de juego

Subidme historias quien falte (aunque sean 3 párrafos), quiero hacerme una mínima idea de vuestros personajes.

No pasa nada Orazio.

Me parece bien, grumete Rui xD

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08/11/2012, 21:34
José/ Haine Yahí

José se hallaba en su camarote, leyendo un grueso volumen encuadernado en piel de cerdo que trataba sobre la transmutación de los metales según un Alquimista árabe de hacía un par de siglos, meneaba la cabeza de un lado a otro incrédulo. No era que José no creyera en el arte, sino más bien que había mucha parafernalia y leyenda negra en torno a él. José era un hombre de factos y no gustaba de fantasear ni de hipotetizar.

La nave empezó a moverse exageradamente, tras lo cual comenzó el barco a escorar y luego el BOOM tras el "marineros". El libro cayó al suelo y el propio José fue lanzado varias varas hacia detrás. Cuando se repuso, salió de su camarote (sus dos compañeros de camarote se hallaban en cubierta) y ascendió como pudo las escaleras a cubierta, saliendo al exterior...

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08/11/2012, 22:10
Joao Aveiro

La tormenta se había desatado con fiereza y la nave zozobraba de lado a lado violentamente desde el anochecer. Tras varios intentos, el médico había desistido ya de recoger constantemente los cacharros que caían al suelo y se limitaba a esperar a que la tormenta arreciara. Desde hacía horas, los marinos que descansaban en la enfermería rezaban en voz baja, no en vano habían escuchado las leyendas de tifones asesinos, afilados arrecifes y pedazos de navíos que eran encontrados meses después a la deriva.

El golpe les sobresaltó lanzándolos al suelo, tras unos segundos desorientados los enfermos se miraron entre si aterrorizados, entendían la gravedad de lo que acababa de suceder y pese a estar debilitados y enfermos saltaron fuera de la enfermería a la llamada de su capitán. - ¿ Qué haces ahí mirando ? - le gritó el último marinero al Médico  - ¡¡ Haz algo !! - y salió por la puerta.

El médico se quedó aturdido sin saber que hacer, desde debajo de uno de los catres su can asomaba el hocico aterrorizado mientras los gritos de los marinos en cubierta resonaban por la estructura. - Dame fuerzas. - suspiró Joao mientras se santiguaba - Y si hoy es el día, que así sea. - y salió corriendo escaleras arriba.

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10/11/2012, 16:02
Orazio Escolano

En el momento del impacto, Orazio se encontraba en la cubierta inferior, estirado en su camastro tomando anotaciones en su grueso libro, tal y como acostumbraba a hacer.

La fuerza del golpe estuvo a punto de tirarlo del lecho y el pote de tinta cayó al suelo esparciendo su preciado y oscuro contenido por todas partes.

Maldiciendo su perra suerte con el corazón en un puño, el joven noble miró hacia la puerta del camarote atento a los gritos provenientes de la cubierta del barco. Sin duda algo iba mal, tremendamente mal. ¿Acaso el destino les había llegado a todos?¿Sus huesos restarían en el fondo del océano para toda la eternidad?

Eran preguntas cuya respuesta tal vez no quería descubrir.

Dejando a un lado el libro, se levantó y armándose de valor salió de su habitación a la carrera en dirección a la cubierta de la nave. Si el barco estaba en peligro, los marinos necesitarían toda la ayuda que pudiesen aunque fuesen unas manos tan inexpertas como las suyas.

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12/11/2012, 08:19
Rui Feijoo Pedrafita

Rui dormitaba en su camarote a pesar de la tormenta de afuera. Había vivido muchas otras en la costa gallega durante su niñez y eso no le quitaba el sueño. Fue por ello que salío disparado contra las paredes cuando se produjo el impacto, por desgracia su leve peso le permitía ser zarandeado de un lado a otro del camarote, también debido a ello, los golpes propinados contra su ser no le causaron gran daño.

En cuanto pudo se incorporó y salió a cubierta aferrándose donde pudo hallar un asidero. Bien sabía que allá abajo se enfrentaba a una muerte segura si el barco se hundía raudo y veloz. Pero también comprendía que la tempestad le podría barrer de la cubierta en cuanto asomara la cabeza.

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12/11/2012, 11:06
Juan de Valdivia

Cuando subístes, el capitán Valdivia ya estaba dándo órdenes a los marinos con grandes voces y aspavientos con sus brazos a los marinos que habían subido antes que vosotros. Cuando aparecísteis os miró enseguida y comenzó a dar instrucciones:

José, Orazio, tomad el timón -gritó-, ¡aprisa!, ¡que no se descontrole el rumbo!

En esos momentos otro golpe sacudió el barco... ¡¡BOOOMM!! Algunos marinos salieron volando e incluso alguien gritó "¡HOMBRE AL AGUA!", sin embargo muchos estaba intentando estabilizar su cuerpo, incluido vosotros, como para acercarse a mirar por la borda.

¡Rui, ve al castillo de proa y sujeta los cañones! -continuó-, Joao, ¡ven aquí!, ¡ayúdame con estas cuerdas!

Justo cuando íbais a ir a vuestras respectinas ocupaciones de emergencia tras la segunda sacudida, las aguas se embravecieron... ¡PELIGRO!, golpeaban el casco de la nave ferozmente, como cien mil arietes de la antigüedad, pero aún así aquella nao parecía aguantar con grandes balanceos. Fue entonces cuando peces voladores saltaron a la cubierta de la nave saliendo de debajo del mar, lo que era considerado por muchos marinos un mal presagio, pero... ¡un momento!: ¡no eran peces! ¡TENÍAN OJOS, Y BOCA! ¡Y MANOS Y PIERNAS Y DEDOS EN CADA UNO! ¡Que aberración! ¡Y escamas por vello y piel brillante fruto del agua y la sal marina! "¡HOMBRES DE LAS PROFUNDIDADES!" -gritaron algunos marinos mientras los veían saltar (de un sólo impulso), varios de esos seres a la cubierta...-

A su vez, vientos huracanados comenzaban a desgarrar velas y romper mástiles, mientras olas gigantescas barrían la cubierta. El barco era presa de los desquiciados elementos que lo arrastraban vertiginosamente por un océano despiadado, lleno de criaturas que tan sólo Marco Polo había dado crónicas y que muchos decían falsedad: todos ellos equivocados.

Algunos os agrupásteis tras saltar aquellos seres en cubierta. Casualmente vosotros estábais juntos,y uno de esos seres se os puso delante.

Tirad Iniciativas: 1d10+AGI

Tirad por RACionaildad

(luego explicaré como va el combate, primero haced estas tiradas)

 

Notas de juego

Podéis tirar por Leyendas también (CUL), si os apetece.

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12/11/2012, 15:24
Joao Aveiro

Joao acudió presto a la llamada del capitán Valdivia que intentaba atar varios cabos que aleteaban sobre cubierta sin control. El médico no estaba habituado al trabajo de marino pero no osaría negarse a ayudar si era necesario pese a carecer de destreza a la hora de hacer nudos.

- ¿ Donde ato estos cabos capitán ? - preguntaba Joao justo en el momento que la gigantesca ola lanzaba aquellos espantos encima suyo - ¡¡ Dios mío !! - gritó el médico mientras retrocedía aterrorizado en dirección a las escaleras que volvían a la panza del barco. - ¡¡ Que es eso !!.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Master entiendo que nuestros pjs encima no llevamos en este momento ninguna de nuestras armas, verdad ?, o quizás si algún cuchillo o herramienta de trabajo ?

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12/11/2012, 17:49
José/ Haine Yahí

- ¡ Por todos los Dioses! -blasfemó sin darse cuenta - ¡esas criaturas no son humanas! ¡ vienen a por nuestras almas! -gritó histérico.

Miró en derredor y al ver a otros tres hombres se fue hacia ellos y buscó protegerse.

- Tiradas (3)
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13/11/2012, 07:38
Rui Feijoo Pedrafita

Ya partía raudo a cumplir las órdenes del capitán, pensando como iba a ingeniármelas para asegurar los cañones, cuando me encuentro de lleno con un horror que no debería existir. 

- ¡Monstrrrruo!... es lo único que puedo apenas balbucear.

- Tiradas (3)
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13/11/2012, 09:49
Orazio Escolano

Viento, tempestad, un barco que zozobraba, todo aquello pareció perder importancia cuando "Los hombres de las profundidades" saltaron a la cubierta de la nave.

Durante unos segundos Orazio permaneció demasiado aturdido por lo que acababa de aparecerse ante él. ¿Que clase de extrañas y aberrantes criaturas eran aquellas? ¿Tal vez se tratasen de impíos demonios surgidos de las simas mas impías del océano?

Manteniendo la cabeza fría, su mente guerrera se impuso al miedo y analizó la situación para intentar encontrar opciones tácticas ante lo que se hacía evidente que se trataba de un ataque. No importaba que eran aquellas monstruosidades, lo que importaba era sobrevivir a aquella situación.

- ¡Nos están abordando!- Exclamó a voz de cuello.- ¡Todo el mundo a las armas!-

- Tiradas (3)

Notas de juego

Me uno a la pregunta de Joao sobre si llevamos algo de armas encima. XD

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13/11/2012, 10:49
Ente

Iniciativas:

  • Ente: 32
  • Rui: 25
  • Joao: 24
  • Orazio: 19
  • José: 12

Ente ataca y defiende.

Turno de Rui. Declara 2 acciones y actúa con dados. (Si te fijas el ente te ha atacado, será mejor que uses un esquivar)

- Tiradas (6)

Notas de juego

Si, se supone que lleváis vuestras armas y equipo al subir a cubierta.

Por cierto: quien no haya superado la tirada de RAC, ha de tirar 1d10. Esa cantidad será la que pierda de RAC (Y por tanto que gane de IRR). Luego actualizadlo en vuestra ficha ;)

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13/11/2012, 11:22
José/ Haine Yahí
- Tiradas (1)
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13/11/2012, 21:28
Joao Aveiro
- Tiradas (1)

Notas de juego

Hecho !, me quedo a 49 de RR y 51 de IRR

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14/11/2012, 12:23
Rui Feijoo Pedrafita

Aterrado y viendo que el monstruo decide atacarme a mí, me dedico a esquivarle sin parar.

- Tiradas (2)