Partida Rol por web

Con la respiración aun entrecortada de pronto oigo un silbido amenazante. Abro los ojos como platos y veo como un dardo se clava en la pared a gran velocidad. De nuevo, me quedo sin respiración. Ruedo sobre mi hacia la derecha intentando no elevar la cabeza ni mi cuerpo, pegándolo al máximo al suelo hasta llegar a una pared. Y trato de observar desde donde se lanzan. 

Sería con la Destreza, 12 no?

Ruedas hasta un rincón esquivando los dardos que salen disparados por distintos puntos de la pared.

Oyes un ruido y cesa la descarga indiscriminada de dardos.

La pared opuesta tiene una treintena de dardos negros clavados a diferentes alturas. Los observas más detenidamente y te percatas de algo. Parece que gotean un denso líquido blanco.

El sonido de una treintena de dardos silbando sobre mi se me queda retenido en el oído, ruedo y consigo respaldarme contra el suelo y la pared. Otro sonido seco y los dardos se detienen. Todas las salas son tan imprevisibles que sigue siendo peligroso permanecer en ella. Pero algo en los dardos me llama la atención. La treintena de dardos clavados en la pared parecen sangrar un líquido blanco. Temerosa de que vuelva ocurrir me arrastro por el suelo hasta alcanzar la pared, inspeccionando el líquido blanco. Si el dardo no está totalmente recubierto por ese líquido arrebataré uno de la pared, para inspeccionarlo mejor.

Después de años como traficante de drogas y entre químicos he aprendido algunas cosas sobre las drogas.

El dardo es como una púa, de forma cónica, de unos dos centímetros de largo.  El líquido sale de la punta, del agujero en la pared. La parte ancha del cono no está impregnada del líquido. Puedes coger uno sin tocarlo.

Arranco uno de los dardos clavados en la pared e inspecciono el liquido blanco. 

Un líquido blanco, espeso como jabón, pero con olor algo fuerte.

Saco mi paquete de cigarrillos, tiro unos cuantos y guardo un par de dardos en su interior.

Saco mi paquete de cigarrillos que está empapado de agua pero aun así el cartón se mantiene. Saco 4 cigarrillos mojados, lo cual me da mucha rabia y los tiro al suelo. Para hacer hueco a un dardo que lo meto con la punta hacia abajo. 

Tras guardarme el paquete de cigarrillos con el dardo en su interior, en el bolsillo me dirijo a la compuerta de la derecha. Para de nuevo, abrir la plataforma con la mano. 

Abres la compuerta, y ves los números 361 y 351 grabados en la escotilla. En el cubo 351 ves unas esferas de metal en el suelo.

Retrocedo dejando que se cierre la compuerta y pruebo la plataforma de la derecha. Quiero saber que opciones tengo antes de entrar en una de ellas.

Algo nerviosa, abres la compuerta a la derecha de la anterior, ves los números 361 y 362.

El cubo parece como otro cubo cualquiera, pero puedes oler con claridad a quemado. Cuando te asomas un poco más desde la escotilla, ves un cadáver humano carbonizado que yace en el suelo. Las manchas negras y rojas alrededor indican que la persona se movió mucho antes de morir.

La compuerta por la que estás mirando se cierra bruscamente. Escuchas un fuerte ruido, como de maquinaria pesada, como de engranajes. El cubo empieza a temblar y a dar fuertes sacudidas. Las paredes parece que se vuelven algo transparentes y puedes débilmente ver a través de ellas. Puedes intuir los cubos de alrededor. Parece que en dos de los lados no hay nada, sólo oscuridad.

El cubo sigue sacudiéndose. Ves cómo los cubos se deslizan unos sobre otros, los cubos se mueven. Ves a unas personas en un cubo alejado en un nivel inferior.

El cubo deja de temblar. Los ruidos van apagándose a lo lejos. El cubo se ha reconfigurado.