Partida Rol por web

Miro con suspicacia a Alexia tras esa extraña sensación en los oídos y me avalanzo hacia ella para quitarla la nota, ella dice algo como papa, no, y grita mi nombre justo cuando la arrebato la nota. Alexia tiene la mirada perdida y soñadora, aterrada hasta que como tras un flash abre los ojos y me mira aliviada suspirando.

Entonces me veo a mi, casi encima de ella, con la nota en la mano y ese recuerdo desagradable en mi mente de ella. Apreto la mandíbula, mi rostro es serio, desconfiado y el labio en una mueca de desagrado. Leo la nota y me la guardo en el bolsillo para luego ir a la compuerta*, quería salir de este cubo, esta habitación me hacía sentir claustrofóbico, y creo que empezaba a entender por que de la mancha de sangre en la pared, casi me daban ganas de repintar la pared de nuevo...

Coges la nota de las manos de Alexia, pero no la ves, todavía no...

...casi me daban ganas de repintar la pared de nuevo...

Gruño y me giro yendo donde Alexia y la cojo de los brazos levantándola para llevarla contra la pared... un deseo sádico me apodera, me hierve la sangre y los ojos casi los tengo en blanco, un rictus de furia forja mi rostro luchando contra la fuerza de Alexia para ponerla contra la pared y estampar su cabeza hasta repintar las blancas paredes con su rojo sangre...

Alexia, Cliff te tiene contra la pared, sujetando tus brazos con sus manos por encima de tu cabeza. Te está mirando muy de cerca con una ira en la mirada que no has visto desde la cárcel. ¿Qué haces?

Tras revivir el recuerdo infantil y darme cuenta de que todo ha sido una alucinación me incorporo de nuevo. Miro a Cliff y veo que no tiene la encantadora sonrisa que de costumbre, me observa receloso y de una forma extrañamente desconfiada que no había visto en él hasta ahora.

De mala forma me arrebata la nota y  con cara de pocos amigos se va hasta la compuerta. – ¿Qué coño te pasa?- le suelto molesta por su reacción. Se la hubiera dado con solo pedírmela.

De pronto se vuelve otra vez a mí y esta vez su rostro refleja ira, violencia. Sin apenas darme tiempo para reaccionar, me lleva hasta la pared y me agarra de los brazos sujetándomelos por encima de la cabeza.

Mi primer instinto me dice que luche. Pienso en darle una fuerte patada en su entrepierna con todas mis fuerzas. En la cárcel no me dejé avasallar por las putas presas ni por los guardias corruptos que abusaban de nosotras. Ahora no voy hacerlo por un gilipollas psicótico.

Pero entonces veo algo en su mirada perdida que me hace comprender. No está siendo él. El cubo le ha afectado más que a mí. Yo vi a mi padre. Mi padre muerto apareció de la nada. A saber que alucinación está teniendo Cliff…

– Cliff. Soy yo, Alexia.-  le digo acercando mi rostro al suyo con lentitud y ternura. – Confía en mí.- Me sorprendo a mí misma de la paciencia que abarco para él, por mucho menos había empujado a la famosa al suelo. – Es el cubo…- culpo a la trampa del cubo para que comprenda. Mis labios están a punto de rozar los suyos. Eso le desviará la ira. 

No sabía si mis palabras conseguirían efecto sobre él, pero estaba alerta de su mirada perdida para prevenir cualquier ataque por su parte. Si seguía reteniéndome le haría daño… 

Cuando Alexia le habla en ese tono, y rozando sus labios con sus palabras, algo en el interior de Cliff se despierta. Su mirada y su respiración se van volviendo más calmadas. Cliff vuelve poco a poco en sí, y va recobrando el control de su mente.

Alexia me habla, me dice que qué me pasa, pero cuando la tengo contra la pared y su rostro se cierne en ternura, su voz es cálida y dulce, y sus labios se acercan a mis labios mi mente se vacia paulatinamente, sus palabras hacen que vuelva en razón, que vea la realidad... -Tenemos que salir de aquí...- La susurro mirándola directamente a los ojos y aflojando mis manos en sus muñecas. -Gracias Alex...- Admito en un susurro cuando ya casi no queda resquicio de la enagenación que me había abordado.

Suelto sus muñecas y bajo los brazos en una caricia suave por sus costados desnudos hasta alojarse en su cadera, salvo la distancia de nuestros labios y la beso en agradecimiento a que me haya sacado de la perturbación del cubo. El beso es dulce, saboreando y degustando la carnosidad de sus labios, el calor, la suavidad, su humedad, al igual que el interior de su boca, buscando su lengua de forma sensual. Alargo el beso hasta que me doy cuenta de donde estamos, del por que ha surgido esto y como hemos llegado a esta situación tan peligrosa.

-Salgamos de aquí ya...- Confieso separando nuestros labios ligeramente y mordiendo ligeramente su labio inferior. Me quedo esperando que ella haga o diga algo, quizás me llueva una ostia, pero es que casi la mato y si no es por ella habría hecho algo que no era yo mismo, tan solo una sombra perturbada de lo que puede hacer una habitación si no tienes cuidado....

Puedes ver la nota:

Cliff sigue mis palabras, su rostro denota confusión hasta que siento que ha vuelto en sí. Me dice que tenemos que salir de aquí y sin dejar de mirarle a los ojos asiento levemente a sus palabras. Libera mis muñecas bajándolas y finalmente sus labios besan los míos.

Cierro los ojos y atrapo sus labios con fervor y deseo mientras mis manos suben hasta su rostro. Su lengua y la mía se anidan en un instante mágico  Atrapo su cara entre mis manos con suavidad. Una vez que apartamos nuestros labios le miro de nuevo a los ojos.

– ¿Confiarás en mí?- Pregunto en un susurro mientras me alejo de él, dejando caer en una caricia mi mano de su rostro.

Me dirijo a comprobar la compuerta más cercana.

Abres la compuerta del suelo y una bocanada de un humo negro muy denso sube hacia el cubo en el que estáis. En la esclusa ves el número 241 debajo del 341. El cubo es blanco, pero la compuerta tiene hollín.

Alexia se abandona al beso cerrando los ojos y correspondiéndolo con deseo y fervór mientras atrapa mi rostro entre sus suaves manos con dulzura, degusto y saboreo sus labios y lengua hasta que nos separamos y ella sigue mirándome y me pregunto si confiaré en ella. Asiento con la cabeza. -Y tu en mi?- respondo mientras ella se aleja y deja caer la mano en una caricia por mi rostro.

Luego se dirije a la compuerta de abajo y la abre, sale un humo negro y huele a hollín. -Joder, ahí esta que arde no? mejor probamos otra puerta, ya bastante "caliente" estoy yo como para quemarme...- Comento en un sarcásmo pícaro. -La nota no esclarece mucho, la verdad, la leíste?- Pregunto a Alex mientras miro la compuerta al lado de la mancha de sangre, pero no la de esa pared, sino la de la izquierda*

Cliff abre la compuerta que lleva al cubo 362. A un lado podéis ver el cadáver carbonizado de un hombre, algunos trozos de sus pantalones de camuflaje no se han quemado, ni tampoco sus botas.

No contesto a su pregunta a propósito, dejándole con la falsa incógnita. Abro la compuerta y el humo negro asciende hasta rodearme. Me aparto estornudando y veo el número del cubo. Recuerdo haberme asomado al cubo cuando estaba abajo.  -Descartado- me alejo para que vuelva a cerrarse.

-Ya me he encontrado un par de cubo con fuego  y hasta ahora, por suerte, habían sido activadas antes de yo caer en ellas.- le informo después de recordar los cubos que había explorado antes.

Me pongo de pie y veo que Cliff se acerca a una compuerta. Hago lo mismo con otra compuerta, la 331.

-Es de lo más extraña…y la sangre parece húmeda…- le contesto sobre la nota, dejando caer que la persona puede andar cerca.

Alexia, cuando abres la compuerta ves restos de sangre en ella. Y cuando te asomas al cubo 331 ves esto:

Cuando voy a presionar la plataforma veo restos de sangre en ella. – Cliff mira -lo llamo para que vea la sangre. Pero cuando me asomo veo que efectivamente el hombre de la nota andaba cerca. Estaba tumbado sobre el suelo con una gran mancha de sangre y había escrito algo… “Seguro”

-¡Está aquí!- dubitativa de si entrar o no intenté hablar con él para averiguar si seguía vivo. –¡Eh! ¿¿Puedes oírme?? – digo a medida que voy entrando.

El hombre se mueve al oír tu voz. Tumbado en un charco de sangre, parece que está gravemente herido.

Asiento a Alexia cuando descarta la habitación con humo, la jodia calla mi pregunta así que no insisto. Ante sus palabras con respecto a las habitaciones con fuego y la suerte de no hallarse en ellos para activarlos sonrío. -Pues si, sería una putada caer en una habitación y que te abrase el fuego.- Reconozco.

Miro mi compuerta e informo a Alexia que esta mirando otra. -Esta no parece segura, hay un tio muerto abrasado y no deberiamos ir para allí.-

Alex me contesta sobre la nota. -Si, pero no temas, seriamos dos contra uno.- La comento con una sonrisa, pues siendo dos, si nos viene un psicótico gilipollas digo yo que le pondremos parar y machacar, pues ya se me había ocurrido que andaba cerca, es más, esperaba que fuese el tipo muerto y abrasado de mi compuerta.

-Y tu que ves?- Pregunto a Alex acercándome a ella pues descarto mi compuerta. Entonces Alex me llama, parece que hay alguien vivo, o medio vivo, pues al acercarme veo el cuadro de la habitación azul.

-Joder, tío estas bien?- Le pregunto y miro a Alex. -Entramos no?- Pregunto de forma retórica, dejando que ella entre antes puesto que esta encaramada en la puerta, si ella entra, entro detrás.

Salto al interior del cubo y miro por un segundo alrededor. Luces azules… es la primera vez que veía un cubo así. Sin más demora me acerco al hombre para con cuidado tumbarlo boca arriba y examinar sus heridas. Parecía que estaba grave pues había perdido mucha sangre.