Partida Rol por web

La noche de halloween no parecía acabar nunca, y la maldita lluvia tampoco. 

Tras despediros, cada grupo tomó caminos distintos con el mismo fin, buscar información acerca de ese misterioso Doctor Hemworth.

Jamal, Waveman y Bleidd irían a Tacoma en busca de su contacto, la Doctora Blue. Frankie y Diesel se moverían por las calles en busca de acción, gasolina y kilómetros de asfalto que devorar.

El "olor a Tacoma" os asaltó en cuanto bajasteis del Bentley. Las fábricas ubicadas por toda la costa del Sound, y aquellas que estaban tierra adentro, daban nombre a ese olor tan particular de esa parte de la ciudad. Las refinerías, fábricas y demás empresas lanzaban al aire el impregnante "olor a Tacoma". Por desgracia, la cercanía del mar a la consulta del contacto de Bleidd, ubicada en una vieja nave de los muelles, no mitigaba el olor, sino que se fusionaba aumentando la intensidad del mismo olor con la salubre del mar.

Según la dirección del contacto, una vieja nave de chapa oxidada a orillas del muelle era el lugar. Una única farola que emanaba una amarillenta luz tenue, os daba la bienvenida a una puerta medio desvencijada de chapa, que en lugar de cerradura tenía un pequeño y oxidado candado con una cadenita como seguridad. Los cuarterones de cristal encima de la puerta estaban sucios, rotos y cubiertos del salobre del mar. No había luz, ni ruido. No parecía que nadie estuviera allí, y os cuestionabais la eficacia de esa tal doctora. 

La Furgoneta Rover modelo 72 de Diesel estaba equipada con lo último en seguimiento y manutención de drones para misiones. La zona trasera era parte taller y parte despensa, donde se acumulaba comida para las largas jornadas de vigilancia mezclada con los distintos drones de tamaños diferentes y armamento igual de dispar.

Al poner en marcha el vehículo, el potente motor rugió sacando una sonrisa de satisfacción a su dueño, y cuando aceleró el chasis tembló buscando darle salida a esa potencia.
En menos de diez minutos entrasteis a la circunvalación Norte por el Oeste, desde Bellevue, recorriendo toda la margen del distrito de Redmond. Si había algún lugar en Seattle donde esconderse durante tantos años era sin duda ese, Redmond, con sus chabolas, edificios abandonados y guerras de bandas callejeras asolando más aún el desolado y apocalíptico paisaje.
Sin embargo, las carreras no se montaban en Redmond a menos que fueran para birlarle las ruedas a alguien. Era hacia el norte, a Snohomish, a donde os dirigíais y donde seguramente encontraríais algo de información donde comenzar a buscar.

- Que buen motor - comenta Frankie cuando Diesel acelera - y bonitos juguetes tienes en la parte de atras - con una sonrisa Frankie miraba hacia los distintos edificios abandonados - por aquí podría estar, pero asumo que no es a donde vamos. - Cuando Diesel dobla hacia el norte - Snohomish bien pensado - 

- Bueno, me temo que la fachada no inspira confianza. Pero no es la primera vez que algo es muy diferente por dentro que por fuera -

Era una burda referencia a los Dragoons, para nada inteligente, pero se perdonó. Estaba algo cansado.

- ¿Qué hacemos Bleidd?, ¿golpeamos la chapa, saltamos al abordaje como piratas? - dijo con una sonrisa, dejándole la iniciativa ya que se trataba de su contacto.

Finalmente llegaron a esa zona de Seattle que olía a fábricas y a mar; Tacoma.
Kenji miró a los alrededores, como tratando de encontrar un peligro invisible.

Luego se fijó en el sitio al que debían entrar, un destartalado almacén que parecía abandonado.
Bleidd se había referido a su contacto como La Doctora Blue. Había conocido a alguien llamado así y con el mismo oficio, en Londres.
Supuso que aquel era un apellido común en los países anglosajones, y que el hecho de que también fuera doctora era simple coincidencia.
Porque que fuera la misma persona, ya sería casualidad.

Esperó a que Bleidd respondiera a la pregunta de Jamal, pero mientras tanto se fijó en posibles cámaras en el lugar.

- Y que lo digas hermana, y que lo digas. - el orco volvió a acelerar el vehiculo. - ¡Ahhh! Pura música celestial. Estamos sentados sobre un motor v8 con 350cv, turbocompresor de doble entrada y el toque especial del Tio Diesel. - dijo Diesel orgulloso mientras daba unas palmaditas en el salpicadero. - Si le pusiera un par de alas a este maquinón saldría volando. -

Mientras hablaba Diesel tiró de la clavija
que tenía implantada debajo de la oreja derecha sacando varios centímetros de cable retráctil que usó para conectarse al Rover y saltó a RA para marcar la ubicación facilitada por Doc para la próxima reunión, organizar en la GridGuide la ruta que iban a seguir esta noche y, como no, le dio caña al equipo de sonido.

Diesel soltó una carcajada cuando Frankie hizo alusión al "pequeño arsenal" que llevaba en la furgo. - Creeme cuando te digo, Frankie, que me encantaría soltarle unas descargas con ese pequeñín al los hijos de puta del Kraken - dijo mientras señalaba con el pulgar el Ares Alpha con lanzagranadas incorporado que descansaba en su soporte articulado. - Quizás después del trabajito para Doc podamos hacerle una visita a esos cabrones racistas. ¿Qué me dices? Ehh, Frankie. - dijo Diesel con mirada torva y enseñando los grandes colmillo.

Despues se acomodó en el asiento y enfiló la carretera en dirección a la circunvalación Norte. La Rover devoraba en automático kilómetros de carretera mientras Diesel lo hacía con una porción de pizza del día anterior. Ofreció la caja a Frankie y señalo con un gesto de la cabeza una pequeña nevera en la parte de atrás de la furgo.

Cuando Frankie mencionó la posibilidad de que el tipo que buscaban podía estar oculto en Redmon él también miró hacía los maltrechos edificios . La RA mostraba los límites de la ciudad como un infranqueable muro de pulsante luz roja y la GridGuide no paraba de emitir señales de aviso e iconos de peligro; el navegador bloqueaba cualquier ruta hacía Redmon.

Pero el destino de Diesel era otro. Con los disturbios que se producían en las noches de Halloween la Solitaria estaría más que ocupada en los principales centros urbanos así que Snohomis era el lugar más indicado para los corredores con ganas de quemar llantas.
Algunos de los sitios habituales eran cerca de la depuradora de agua de Brichtwater Park o la legendaria Avenida Sureste en Canyon Park, pero ellos también estaban en su propia carrera y el reloj corría en su contra. No podían perder la noche dando vueltas.

-Es extraño... Me dijo que estaría aquí trabajando. 

El shamán Lobo, como su tótem, era receloso por naturaleza. No le gustaba aquel silencio. 

-Esperad aquí. Voy a echar un vistazo.

Se apoyó contra la pared, asegurándose de que su forma física no se caía al suelo cuando la abandonara, y le dijo a los otros:

-Cuidad de mi cuerpo.

Y dicho eso, se proyectó astralmente y atravesó las paredes para ver si la doctora estaba en casa y si estaba bien. Era una violación de su intimidad, sin duda, y a Blue no le haría ni puta gracia si se enterara, pero mejor eso que caer en una emboscada o no poder ayudarla si lo necesitaba. 

- Que lindo seria hacer una visita a esos malditos del club - contesta Frankie mientras se relame con la idea - aunque J diria que debo controlar mis demonios internos y todas esas cosas, ojala qe podamos destruir varias cosas en esta misión para bajar un poco el nivel, sino te tomare la palabra jajaa - 

Luego se pone a mirar por la ventana esperando llegar a donde tenian que llegar

Tu cuerpo se relajó quedando a salvo con tus compañeros. Tu alma salió del cascarón elevándose en un entorno gris, completamente urbanizado, excepto por el mar, corrompido con la polución de un color negro, frente al cautivador verde turquesa de las zonas limpias y salvajes.

En esas zonas podías distinguir a elementales del agua, creando corrientes para combatir la contaminación, devolviendola al mundo de los hombres.

La nave industrial no tenía aura, permanecía fría y gris, abandonada, excepto por los rastros astrales de quienes estuvieron antes de vosotros. Enfado, rabia, angustia y frustración eran algunas de las emociones mas persistentees del lugar.

Encuanto atravesaste la pared, un pájaro apareció ante ti, formado por rayos y cargas electricas. Un elemental de la tormenta, un poderoso guardián para un lugar abandonado.

El elemental te atacó con una fuerza increible.

Gracias a los conocimientos de Diesel llegasteis a una zona con bastante ajetreo. Los coches circulaban entrando y saliendo del parking de un cerrado supermercado, donde había un puesto de burritos que despachaba sus productos a diestro y siniestro mientras el rugido de motores, olor a gasolina y luces led bailaban al rítmico compás de la música a todo volumen.

Jovencitas de ajustada ropa movían sus cuerpos mientras los chicos bebían cerveza, miraban los impolutos y brillantes motores o se contoneaban con las féminas de diferentes razas dando rienda suelta a toda la testosterona acumulada del aparcamiento.
Era el mundillo del motor, donde la juventud y un V8 eran los reyes. Sin lugar a dudas aquí no encontraríais a Ambort Hemworth, pero si que podíais encontrar alguien que os dijera dónde se encontraba la acción de verdad, y poder quemar un poco de rueda.

Mientras Diesel manejaba su furgoneta entre los distintos autos tuneados, un par de tipos, apoyados en un viejo pero reluciente Corvette Stingray, llamaron vuestra atención por varios motivos; No tenían un coche normal tuneado para que pareciera un deportivo, era un deportivo de competición, viejo, pero un deportivo al fin de cuentas, y la edad de esos dos estaba por encima de la media de la que allí había. 

Bleidd se sentó en el suelo con las piernas cruzadas y la espalda apoyada en la pared de la vieja nave. Se concentró y cayó en un estado comatoso. Ahora estaba en "el otro lado" y no sabíais cuando volvería.

Arriba, donde estaba la cristalera de ennegrecidos y rotos cristales cuadrados, había una figura, mas bien una figurilla que vigilante asomaba con su ojo biónico observándoos. El dron enfocó a Bleidd y después a vosotros, volviendo a enfocar a Bleidd, vigilándolo sin hacer nada mas.

- Jaja bonito lugar para niños Diesel, jaja que estas buscando una niña que limpie tu camioneta por dentro jaja - comenta Frankie mientras va viendo y estudiando a todos los que están presentes - Conoces a alguien en esta zona para que nos de información - le pregunta cuando algo le llama la atencion - Hey, hey, hey  que tenemos ahí. Creo que tenemos Bingo amigo mio, esos saben algo o buscan algo pues desentonan tanto mas que nosotros aquí. - Mientras lo dice mira para estudiar a los dos sujetos - Que opinas amigo nos cuadramos y los interrogamos - mientras mueve los dedos con picardía - o como lo quieres hacer. Toma nota de la placa para investigarla - 

¿Qué diablos...? ¿Un ave de trueno allí, en la clínica callejera de Doc Blue? El shamán se preparó para recibir el embate del espíritu guardián como pudo, un espíritu más poderoso de lo que había imaginado encontrar.

Jamal llamó la atención de Knejuro.

- Sonríe, nos están filmando - dijo señalando el dron y saludando a la cámara.

- Ya nos vieron, no hay razón para ponerse violentos, pero estemos alerta - le dijo al oído.

 La chanza de Francine arrancó una sonada carcajada al orco.

  - ¡JUAJAJAJAJA! Esto parece un puta fiesta de universitarios, joder. Será mejor que pasemos de los niñatos y busquemos a los que han organizao el tinglao. - 

 Diesel hizo un barrido del parking en RA pero en aquel turbulento mar de iconos estridentes no reconoció a nadie así que condujo hacia  la zona donde se iniciaban las lanzadas; allí es donde se movía la pasta de las apuestas y seguramente allí estarían los organizadores; velando por sus intereses.
 
 Fue entonces cuando Francine se pispó de la presencia de un par de mendas y llamó la atención de Diesel, que lanzó un largo silbido al ver el vehículo junto al que estaban los tipos. - Bien visto hermana… Por los huesos de Coyote Aullador peeeero que preciosidad tenemos aquí. - dijo Diesel admirando las formas aerodinámicas y la silueta de un impresionante Corvette Stingray. Esa belleza tenía que cortar el aire como un cuchillo de combate el cuello de un humani. 

 Pero no estaban aquí para admirar las viejas glorias de la ingeniería americana, había un trabajo que hacer. - Ok Frankie, hablemos con esos dos  pero antes veamos si podemos averiguar algo de los colegas. - Diesel abrió su percepción a la Matrix y realizó un escaneo de los dos hombres y del vehículo.