Partida Rol por web

Cuando Doc dijo el nombre de Mcnolian un brumoso recuerdo intentó abrirse paso en la cabeza de Diesel  - ¿Mcnolian… Mcnolian? ¿De qué carajo me suena…? - el orco devolvió el saludo al resto del equipo y siguió dándole vueltas al dichoso nombre. 

Cuando Frankie bromeó con el encuentro con los pandilleros, Diesel soltó una carcajada. - Y tanto hermana, a punto estuvieron de empacharse. Seguro que todavía están intentando bajarse las pelotas de la garganta. - el orco volvió a reír.

 El extraño comentario del hombre lobo acerca de la falta de vida del lugar hizo que Diesel mirará confuso al chamán. El orco no terminaba de comprender a que se refería. - Será alguna movida mística -  Él veía a gente entrar y salir del garito… garito… Claro, de eso le sonaba el nombre de Mcnolian.

  Precisamente fue, hace algunos meses, estando de farra con un par de enanos en un garito de mala muerte cuando estos le hablaron de una camarera de la Colina Gnomos. Por lo visto la chica era un pibón y los dos enanos no pararon de babear mientras hablaban de ella. Diesel recordó haber bromeado con traerles un par de cubos. Los dos enanos dijeron que la Miss Universo se llamaba Mcnolian… ¿O era Magnolia? Joder, esa noche habían bebido cerveza como para llenar una piscina y se habían fumado dos buenos cogollos de maría…

- Ehhh… Tíos, estuve de fiesta con unos enanos y me hablaron de una camarera de aquí. El nombre se parecía mucho pero no estoy del todo seguro… ehhh, estaba muy pedo esa noche. Hay que ver la de alcohol que pueden tragar estos tipos con lo bajitos que son. - Diesel sonrió mostrando los dientes y se rascó la cabeza.

Parecía que Diesel sabía algo de la tal McNolian, así que les dejaría a ellos intentar encontrar algo en la planta de abajo.
Decidió pues subir a la de arriba, seguramente acompañado por Frankie.
Echó un vistazo a la gente que había, intentando encontrar a alguien más refinado que un enano o un hombre sucio de aceite.
Supuso que Ambort no sería ninguno de los dos, así que por descarte quizás lograría encontrarlo.

Os separáis de Doc y Diesel para subir las escaleras de tramex en espiral, las cuales al ser hechas para enanos, os cuesta subir sin dar un traspiés. Entonces una música comienza a sonar cada vez más y más alta, hasta que llegáis al piso de arriba. 

El lugar cuenta con luces rojas y azules que dan un ambiente de bar de carretera típico de los años 80. Un billar en el centro, a escasos pasos de la escalera, brinda diversión a aquellos temerarios que se atreven a desafiar a los ganadores actuales. Varias mesas de forja con sillas metálicas se disponen a lo largo de todo el piso, siguiendo el curso de la barra, situada de frente a las escaleras y de espaldas a las únicas ventanas que dan a la calle, justo hacia el aparcamiento. A vuestra derecha, un escenario donde toca un grupo de enanos se alza del suelo un par de peldaños. En la barra un enano despacha a los que se acercan a pedir, mientras que una camarera enana, vestida con vaqueros y una camiseta que pone "Son pechos, no surtidores de gasolina" despacha a la gente de las mesas.

- Entonces toma la delantera hermano y vamos a preguntar por esa camarera y veamos que se cuecen por estos lares - les comenta Frankie mientras truen los dedos. 

Luego relamiendose la boca sonríe - así que estos enano saben tomar muy bien. Podria ser motivo para probarlos doctor? -

- Valeee hermana, nos vemos arriba. ¿Que tal si también pillais algo de zampar y unas Dragon Piss bien frías. - el hambre sin fin de Diesel era legendaria y es que el acelerado orco quemaba muchas calorías.

Cuando Frankie habló de "probar a los enanos" el orco la miró sorprendido sin saber muy bien si se refería a echarles un pulso bebiendo o a comerse a uno de ellos; el orco, a veces, era demasiado literal. Además estaban las historias que contaba el viejo Azog (bueno, todo lo viejo que podía ser un orco con la mierda de esperanza que tenían) de un perdido Cuarto Mundo, hace miles de años, donde los orcos y enanos guerreaban y los primeros solían comerse a los segundos. Pero Azog era un fanático y Diesel nunca dio mucho crédito a esas habladurías. Aunque no podía negar que, en alguna ocasión, al oler a un enano la boca se le hacía agua y las tripas le gruñian.

El orco agitó la cabeza para alejar esas ideas y se acercó al enano y al rubiales repeinado.

Diesel se aproximó al enano y al rubiales repeinado. - Ey tios, perdonar que os interrumpa. Me llamo Guren Waltz y tengo un taller en Puyallup - Diesel sacó de uno de los bolsillos de la chaqueta una pequeña tarjeta que emitió un holograma que rezaba "High Orktane. Drones & Vehicles Repair". Junto a las letras giraba, lentamente, una cabeza 3d de Diesel y debajo su número de identificación.
- Tengo un trabajo importante entre manos y voy a requerir de los servicios de Colina Gnomos. - Diesel señaló con la cabeza a Doc. - Un par de colegas me han dicho que pregunte por Jackie. ¿Sabéis dónde puedo encontrarla? -

Humano y enano cesaron de hablar cuando Diesel interrumpió la conversación. Ambos miraron la tarjeta que les ofreció y escucharon hasta el final lo que tenía que decirles. Entonces fue el enano quien habló.

-Primero, no llames a este lugar Colina Gnomos, es ofensivo-. Dijo plantándote cara con sus anchos hombros y una llave de tubo bastante grande que apareció en su mano salida de vete a saber donde. -Segundo, si Jackie no te llama, es porque no quiere nada contigo-.

El tono era desafiante. Estaba claro que le habías irritado.

- Mi socio y yo lo lamentamos - intervino Jamal - no soy asiduo de la zona y no nos informaron que ese nombre tenía una connotación ofensiva. ¿Tal vez si les invito un trago podamos pasar por alto este malentendido? -

- Y estoy seguro que Jackie no me conoce pero, ¿ustedes creen que querrá perderse la oportunidad de poner sus manos en mi Bentley? - concluyó señalando su transporte, y recalcando el obvio doble sentido de su frase con una sonrisa cómplice.

- ¡Uuuffff! ¿Pero que coño le pasa esta noche a la peña? El puto Halloween los tiene a todos alterados y con ganas de gresca... - pensó Diésel mientras retrocedía un par de pasos cuando el cabreado enano se le encaró. - ¿¿De donde carajo ha sacado eso...?? ¡Ni que fuera un jodido mago el canijo este! - el orco se sorprendió al ver la enorme llave que el enano enarbolaba en una mano con la misma facilidad que si fuera un palillo y que hace un segundo no estaba ahí.

Por suerte, esta vez estaba Doc para suavizar las cosas con su habitual diplomacia y buenos modales. - Ehh... Tranquilo chum, no hace falta ponerse así. Como dice, aquí el caballero, me disculpo por mi impertinencia. Solo buscamos hacer negocios y si hay algo que pueda hacer para... ehh... resarcir mi ofensa no te cortes tío y dímelo. - dijo Diesel abriendo los brazos en gesto conciliador.

- Jajaja - se rie al ver la cara de Diesel - vamos hermano no creeras que me voy a comer a uno de esos gordos y peludos enanos no, imagino que me tienes en mejor estima y que tengo buenos gustos en el termino culinario, no es cierco Doc que me he refinado - comenta mirando al doctor.

- Valeee hermana, nos vemos arriba. ¿Que tal si también pillais algo de zampar y unas Dragon Piss bien frías.

- Te conseguire algo helado y apetitoso de comer - dice Frankie mientras camina a la entrada del local. - Cuida a J por favor - 

Al llegar a la planta superior, vieron lo que parecía un típico bar de carretera de los que salían en las películas.
Sólo que la mayoría de sus clientes y personal eran enanos.
Observó con cierta curiosidad la banda que tocaba en el centro, para luego dirigirse hacia la barra.

Miró al enano que servía bebidas, y se dirigió a él alzando la voz para que le oyera entre el ruido.
Estoy buscando a un colega, quedamos aquí para unos negocios, pero no lo veo. Es un humano… le describió a Ambort …me dijo que nos veríamos aquí, en este santuario para los amantes del motor. ¿No le habrás visto? preguntó, con un tono expectante.

Los dos, humano y enano se hicieron a un lado asomándose para ver el Bentley. Un silbido largo salió de sus labios.

-Vaya, a cualquiera le encantaría echar mano a ese buga.- Dijo el enano. -Está bien, pero no vuelvas a mencionar ese nombre aquí, ¿o te gusta que te llamen trog?.- Dijo apelando al ofensivo insulto que se había puesto a orcos y trolls. -¿no verdad?, entonces deja de llamarnos gnomos. Jackie está arriba, sirviendo mesas, como siempre.-

Entonces el enano sujetó del brazo al orco. -Y no la insultes, o te las verás con toda la comunidad enana de Seattle. Por lo menos la de sexo masculino JAJAJA

-No tío no he visto a nadie así-. Te dijo el barman tan deprisa que a penas pudiste entenderlo. -Mira a bajo porque creo que allí hay humanos chapurreando en los coches-. El colega parecía estar puesto de alguna sustancia psicotrópica, a juzgar por sus ojos.

 Diésel se unió al enano y al rubiales en la contemplación del Bentley .  - Si tío, ni te imaginas el tiempo que llevo yo esperando poder hacerle unas cuantas modificaciones a esa preciosidad. Lo tengo todo aquí.  -   el orco se dio varios golpecitos con el dedo en la sien. 

 El enano siguió hablando para echarle la bronca a Diésel que en todo momento calló y asintió como un niño pequeño. Imagen que resultaba muy curiosa, por no decir extravagante, habida cuenta de la diferencia de tamaños. Cuando el enano le soltó lo de “trog” Diesel contuvo un gruñido y clavó los ojos en el enano; en su mirada se podía ver un arrepentimiento sincero. Joder, él llevaba casi toda su vida aguantando esa clase de mierda. 

  De repente el enano agarró a Diésel por el brazo, que dio un respingo sorprendido, y lo que parecía una advertencia terminó en una risotada del enano; Diésel no tardó en unirse a la carcajada del robusto hombrecillo.
  - ¡Jajaja!  Descuida tío, que el puto Ghostwalker me arranque el pellejo de los huesos si de mi boca vuelve a salir ese palabro. Bueno colegas, pues gracias por decirnos donde encontrar a Jackie. Os dejamos con vuestras cosas y nos piramos p´arriba. Feliz puto y loco Halloween. “Correr, competir, lo llevo en la sangre, es parte de mi vida” - se despidió Diésel al tiempo que  levantaba ambos pulgares. La última frase que había dicho el orco era una cita de la Leyenda de la Velocidad del siglo XX  Ayrton Senna. Para muchos amantes del motor y de las carreras era como un mantra y una forma de vida. - Joder tío… Menudo rigger más cojonudo hubieras sido. - 

  Diésel se giró hacia las escaleras y miró a Doc   - Jefe, usted primero. -

Jamal trató de seguir la charla de Diesel y los enanos, pero se decantó por sonreír y asentir. No estaba en su elemento y era peor tratar de encajar.

Saludó con la mano y buscó las escaleras. Antes de subir le comentó a Diesel.

- No sería mala idea pensar algunas actualizaciones para el Bentley - dijo pensativo - tal vez el sistema de sonido y otros accesorios, como blindaje y potencia. Si el trabajo sale bien podré pagarlo, y voy a necesitar un especialista. -

- Muchas gracias por la información - le contesto con una sonrisa - me gustaría saber si lo has visto antes, no vaya a ser que nos este engañando porque nos dij que era asiduo cliente de aquí y por eso confiamos en él.

Mientras espero una repuesta me pongo a mirar en todos lados a ver si veo alguna actitud sospechosa

-Pueeees..- dijo el enano rascándose la cabeza -no me suena. Pero es posible que si viera una foto suya me acuerde.-

Las palabras del barman sonaban ciertas, y era posible que si se metía algo, no recordara ni a su madre.

El barman dijo no haber visto a nadie que pudiera encajar con la descripción de Ambort, aunque era posible que estuviera en la planta baja, donde parecía haber varios humanos.
Ante la insistencia de Frankie, el enano dijo que a lo mejor lo reconocía si le mostraban una foto. Kenjuro dudó un instante, puesto que no tenía claro si aquello podría ser arriesgado.
Pero el enano parecía demasiado colocado como para que se acordara de ciertos detalles, y con su reacción bastaría para saber si había visto o no a Ambort.

Así pues, Kenji sacó su commlink donde aún guardaba un retrato de Ambort y se lo mostró al barman.
¿Te suena? preguntó insistente. En caso negativo, iría abajo a investigar.