Partida Rol por web

El plan había sido concretado y ejecutado.

Frankie esperaba con su rifle de asalto preparada para actuar, si debía hacerlo, apostada detrás del árbol. Llegar hasta la nave sería una buena carrera bajo fuego enemigo, pero confiaba plenamente en Doc.

Diésel desplegó sus unidades de tal modo que todas las áreas quedaban cubiertas. Si alguien se movía cerca sus vigías se lo dirían, y si alguien causaba problemas en un momento sus chuchos llegarían en un par de asaltos. Tan solo tenían que sobrevivir hasta entonces.

Bleidd seguía en su estado comatoso en la furgoneta del orco, por lo que ahora no era de mucha ayuda, ¿o tal vez sí?. Nunca se sabía con esos magos y chamanes medio locos.

Mientras tanto Kenji, silencioso como siempre, tan solo aceptó con un leve cabeceo el plan de Jamal. Tenía que acompañar al representante del grupo, mas por guardaespaldas que por ayuda verbal, pero como kenji no tenía armas de fuego también frenaría un poco las ansias de disparar de sus interlocutores, fueran quienes fueran.

***

Un rato después Jamal y Kenjuro estaban cerca de la puerta principal, un portón de hierro pintado de gris que no desentonaba para nada de una nave industrial cualquiera en un polígono industrial cualquiera. Salvo que estaba ubicado en el puto medio de Redmond.
La pequeña cámara dentro de su círculo de cristal se giró para centrarse en vosotros mientras os acercábais a hacia la puerta, hasta que uno de los guardias del tejado os dio el alto.

-¡Ehh!. ¿Qué demonios creeis que estáis haciendo?.- Dijo mientras apuntaba desde lo alto con su rifle mas o menos donde estabais vosotros?. -Daros la vuelta y marcharos de inmediato. 

- ¡Calma amigo! - dijo Jamal levantando las manos - estamos desarmados y no buscamos problemas. Sólo queremos hablar con tu jefe, nos envía Mcnolian -

Jamal recordó que Jackie había prometido avisarle a Ambort que irían. Tal vez el buen doctor no tenía planeado escapar y todo lo que habían preparado era inútil.

- Tenemos información que puede interesarle... - concluyó con una sonrisa encantadora.

El tipo del tejado se llevó la mano a la oreja en un conocido movimiento para abrir la comunicación. Tras hablar unas palabras volvió a asumir su postura de guardia aunque ya no os apuntaba.

-Está ocupado. Volved en otro momento.-

Llegaron frente a la puerta de entrada, donde un guardia les recibió desde el tejado.
Jamal consiguió calmarle y hasta parecía que sus palabras surtían efecto… hasta que el guardia insistió en que se marcharan.

Kenjuro miró al doctor por si tenía alguna otra idea, y también echó un vistazo a la puerta, intentando valorar su solidez en caso de que fuera necesario entrar a las bravas.

 Diésel se situó cerca de Frankie, por encima de ella, utilizando las retorcidas ramas del árbol para mantenerse fuera de la vista de los guardias. Cuando alcanzó la altitud deseada, cerca de la copa, igualó la velocidad de los rotores y se quedó flotando. 

 En otras circunstancias, el orko, habría disfrutado de estar pegándose un rulo volando. Habría disfrutado de la sensación del frío aire nocturno recorriendo el fuselaje y de surcar el cielo a toda velocidad desafiando a la gravedad. Pero esta noche no, no con la posibilidad de un dragón dándose un paseíto por el parque. 

 Con una orden mental, Diésel, accedió al menú de control de los sensores atmosféricos de la furgo y recalibró el sistema para que buscará cambios bruscos en la presión o dirección del aire; los dragones eran jodidamente grandes y seguro que desplazaban una gran masa de aire al volar. O eso esperaba el orko, al que poco más se le ocurría que poder hacer. Y eso, sin tener en cuenta, que el dragón usase medios mágicos para acercarse.

 Para entonces, Doc y Kenjuro ya habían alcanzado la puerta y parecía que el guardia estaba siendo un hueso duro de roer. Diésel flotó buscando una abertura entre las ramas desde donde poder observar a los guardias sin exponerse y utilizó la potente óptica del MCT-Nissan como si fuera su propia vista para ampliar la imagen. Luego esperó, seguro de que Doc se saldría con la suya; nadie podía resistirse a ese pico de oro.

 Procurando pasar inadvertidas, las pequeñas McFly, descendieron a ras de suelo y se acercaron a la pila de residuos para examinarla mejor.

- Ah, entiendo. Qué amable al permitirnos volver otro día - dijo Jamal con un tono que no era ni completamente sincero ni irritantemente irónico. - Pero el tiempo es dinero y se nos está acabando. Tenemos que hablar con Ambort sobre dragones. Estoy seguro que apreciará saber que unos idiotas los está matando y, si nosotros pudimos encontrarlo, dichos idiotas también podrán hacerlo. -

Luego se inclinó hacia Waveman y susurró.

- Este guardia me está sacando de mis casillas, prepárate -

Después de todo, no habían organizado un genial plan de asalto para nada...

-Jefe.- Dijo Frankie por el comunicador. -¿Porqué un doctor que quiere ocultarse tendría a unos matones armados en el tejado donde se esconde?.- 

La orca amartilló el fusil de asalto preparada para lo que fuera.

Una pista más, a parte del detalle del guardia, pues cuando mencionaste a Ambort reculó y preparó el arma. Ya no parecía tan dispuesto a hablar y se veía claramente que estaba recibiendo órdenes por el comunicador, pues asentía con la cabeza. 

Ves por los drones que el otro tipo del tejado está yendo hacia la puerta principal agachado, ocultándose de la vista de Doc y Kenji detrás de la sombra de su compañero con el arma lista. 

 -Atentos equipo. El otro tipo del tejado va a por vosotros. Frankie tiene razón, estos no son guardias. Alguien se nos ha adelantado. - Diésel mandó un mensaje de texto a los demás; mientras estaba saltando a uno de los drones podía escuchar pero no hablar. 

 - Dame la orden, Doc. Y mando a esos cabrones al infierno. - 

 Los sistemas de puntería de los MTC-Nissan se activaron y unas retículas de color rojo fosforito se centraron en los hombres del tejado.

- Bueno - dijo Jamal con las manos todavía en alto - es Halloween después de todo -

Bajó la mano derecha, extendió el índice hacia y guardia formando una pistola con sus dedos y dijo - ¡Bang! -