Partida Rol por web

- Segunda Isla -

Biblioteca

Por favor, cállate en la biblioteca; Numerosos documentos duermen aquí. Está lleno de muchos libros importados y locales; ¡Incluso se pueden encontrar revistas ocultas aquí! Encontrarás dos estatuas de Usami, pero parecen estar derribadas y rotas con estatuas de Monokuma erigidas en su lugar...

Sorpresivamente el puente hacia la segunda isla se encontraba abierto, completamente completado y accesible para todos, algo que no parecía haber estado la última vez que los adolescentes habían ido. Sea como sea, Uma continuó hacia esa nueva isla y el edificio que más atención le llamó fue la Biblioteca, por lo que se adentró a explorarla.

Allí no había nadie, pese a ello se sentía observada por las cuatro estatuas de Monokuma, una en cada parte de aquella enorme estancia que era la Biblioteca. Por otro lado, las estanterías tanto en el primer piso como en el segundo, se encontraban a rebosar de libros. Incluso había mesas y sillas para el uso de la Biblioteca.

Pese a todo ello, parecía que los estantes estaban cubiertos de polvo, al igual que las sillas y las mesas. Como si alguien no les hubiera dado uso alguno en mucho tiempo.

 Uma llegó a la Biblioteca con su típico paso parecido al trote. Una vez dentro de aquel lugar, su elegante porte de cabalgata se transformó en un andar nervioso y encorvado, propio de una persona ansiosa y con miedo a que la descubriesen. Es que, en efecto, la jinete se encontraba en grandes aprietos: habían descubierto su pasado. Los muy desgraciados la había traicionado en el medio del juicio como si ella no importara. Querían contarla el trato; eso estaba claro.

- ¡Dios! Estoy jodida... acabada... ¡destruida! Akemi, maldito desgraciado. Todos me la van a pagar... ¡tengo que buscar algo que me ayude aquí!

 La jinete se puso a revisar frenéticamete libros tras libros en aquel antiguo lugar, con la desesperación de una persona que podía perderlo todo. Le habían tendido una trampa muy bizarra, y ella no podía caer tan fácilmente. No ella. Ella era Uma Yugana. Y Uma Yugana... siempre gana.

- Te vas a enterar de quien soy yo, titeretero de mierda... tú y tus esbirros. La paralítica y el cara de piedra seguro están contigo. Todos me quieren bajar de la contienda... pero si esto es una competencia, sepan que se meten con una campeona invicta. HO Ho ho...

Por muchos libros que Uma sacaba, abría y lanzaba hacia atrás; nada parecía que le estaba ayudando a la hora de cumplir con su venganza. Ni de lejos, todos estaban escritos, pero ninguno parecía contener una información vital ni sobre la isla, ni sobre Akemi, y mucho menos sobre los otros dos mindundis.

 La búsqueda estaba siendo en vano. No había datos jugosos que fueran de utilidad para sacarse culpa a ella o ponerle culpa a los demás. Las cosas seguían viéndose mal para la jinete. En cualquier momento le empezarían a hacer preguntas profundas; y ella quebraría. Tenía un punto límite. Eso lo sabía bien, y era lo que más le asustaba.

- Diablos, coño, mierda... aquí no hay nada para levantar tierra en los nombres de los demás. Así no voy a poder hacer que me dejen de mirar a mí... ¡Un momento! El chico pervertido dijo que había encontrado mis archivos en el Despacho de la Vieja Cabaña, ¿no? Ahí tiene que haber algo más... ¡la búsqueda continua!

 Volviendo a tener su característico trote similar al andar de un caballo, Uma se retira de la Biblioteca para dirigirse hacia aquella Oficina. Segura de que algo iba  encontrar. Algo tenía que haber. Pero no se va sin antes dirigir una mirada fugaz hacia la cámara de la estancia.

- ¡Oyeron eso! ¡No me van a quebrar tan fácil! ¡A menos que empiecen a colaborar, los voy a atropellar en mi camino hacia la victoria! ¡A Monokuma, a Akemi, al dúo de peleles y a quien sea!

Pese a que la búsqueda había sido en vano por parte de Uma Yugana, esta no parecía desanimarse, al menos no más de la cuenta, por lo que, con una fuerza retomada de la nada, esta mujer valerosa y con grandes motivos para vencer, salió de la Biblioteca en donde nada parecía darle satisfacción alguna en busca de algo que sí le pudiera servir.

El camino había sido practicamente en silencio por parte de Akemi Eiji, tan solo estaba silbando alegre mientras una dolorida y en pijama Suigin Shita se congelaba con el frío de la noche. El lado positivo de todo eso era que tampoco hacía tanto frío, a fin de cuentas, era una isla tropical y el calor era una casi constante.

Llegaron finalmente a la Biblioteca de la Segunda Isla, pese a que el lugar quizás fuera romántico, ahora este se encontraba lleno de libros por todos lados. Como si hubiera pasado un huracán que había desordenado todo o que estuviera en busca de algo en particular y no tuviera la delicadeza o atención de devolver los libros que sacaba a su lugar.

Ver el estado deplorable de la biblioteca hizo que Akemi Eiji casi explotara de ira, enfado y rabia. ¿Quién puede ser un monstruo tal como para quitar los libros perfectamente ordenados y dejarlos tirados por el suelo y las mesas?. ¡Incluso había uno que estaba encima de una estatua de Monokuma cercana.

-¿Quién fue el que ha osado a... -Comenzó a comentar mientras Akemi se agachaba a coger los libros del suelo y los iba recolocando en sus estantes correspondientes- ...como me entere de quien ha sido lo va a pagar muy caro...

Ignorando a Suigin Shita por un minuto, este finalmente volvió a junto ella, y por si las moscas, este muchacho volvió a demostrar lo hipócrita que era al meter un par de libros en las ruedas de su silla.

-Por si acaso... tu no te mueves de aquí hasta que termine.

Y dicho esto, continuó ordenando la biblioteca mientras tarareaba felizmente. El muchacho parecía bastante convencido de que todo esto iba a tener un final feliz para él... algo que quizás fuera cierto... a fin de cuentas, el era el que tenía todo el poder y el control.

Ugh, porque me has sacado a estas horas? *decia tiritando mientras que con una mano masajeaba mi rostro, algo adormilada* De que querias hablar? *voy mirando a mi alrededor, sin duda parecian haber echo un buen desorden y sin duda el tipo se seguia creyendo el rey del lugar, que es lo que intentaria ahora? Dudo mucho que fuese solamente para charlar, asi que quizas me iba a decir sobre como habia descubierto de mi "confesion"? Era posible, pero claro, antes ya habia demostrado que no conocia todo lo que sucedia en el lugar, asi que no deberia* No es como si me pudiera mover demasiado aun sin los libros, ya lo deberias saber bien.

El muchacho continuó trabajando en tratar de dejar el lugar lo más impoluto posible, cuando las preguntas de Suigin hicieron que este se volviera para hablar con la muchacha.

-Oh... ¿No te acuerdas de este lugar?. -Preguntó por un instante el muchacho sonriente- ¡Seguro que si haces un poco de memoria te acuerdas de algo!.

Tras un par de segundos en busca de una respuesta por parte de la muchacha esta no parecía llegar, muy probablemente porque ese lugar no se le hiciera familiar en absoluto.

-Bueno... tanto da... el siguiente lugar SEGURO que se te hará familiar, a fin de cuentas, pasaste mucho tiempo allí...

Tras decir esto, Akemi Eiji cogió una silla y se sentó mirando directamente a aquella muchacha. Tardando aún un par de segundos antes de continuar hablando.

-La amenaza de Tsumiko Komachi es algo que probablemente se solucione ahora. El hecho de no habernos cargado a Yoshimatsu Arai quizás nos sea de utilidad, y quizás "repare" la falla del primer caso cargándose después a Shiro Arakawa.

Sin duda no terminaba de entender lo que decia, bueno, quizas ahora que lo pensaba mejor... si mi teoria de que este era un mundo virtual y tenian la capacidad de modificar nuestras memorias eso podria significar que podriamos haber "jugado" a esto ya en multitud de ocasiones, si era asi y siendo Akemi quien manejaba todo eso tambien significaba que conocia de las anteriores "partidas", eso significaba que ya conocia de la existencia de los intrusos? Eran instrusos siquiera?

Aunque claro, esto podian ser simplemente mentiras por parte de Akemi, estaba claro que nos veia como peones mas que aliados, asi pues no tendria confianza en nosotros y esto no seria nada mas que un metodo para poder saber algo sobre mi.

Ya veo, entonces hay hostilidades entre ellos dos? O se trata solamente de un plan que tienes para ellos? Por cierto Akemi, la informacion que teniamos de Arai es que era solamente un panadero, pero tras el ultimo juicio y de la forma en la que lo tratas no parece ser la verdad o como minimo no la verdad completa *suspiro* Ademas del echo de Tsumiko, en teoria si no hay ningun otro reinicio las cosas deberian ir bien, pero tras ver como volvian a la carga tras lo de la ultima vez... no solo eso, sino que no parecian recordar como nosotros los anteriores eventos (bueno, ademas del echo de haber resucitado a diferencia del resto), aunque supongo que lo de resucitar fue porque fueron asesinados antes de que el juego comenzara, no? *miro a Akemi* Y a que lugar tienes planeado llevarme?

Akemi Eiji negó con la cabeza y sin siquiera molestarse en absoluto con nada, este comenzó a contar una pequeña historia, una historia sobre una persona que quizás sea cierta, quizás sea falsa. Pero una persona a fin y al cabo que ambos conocían, pues esta era la historia de Yoshimatsu Arai.

Evidentemente no es el "Ultimate Baker", la que ostenta ese título es del curso 78-B o algo así, nuestro querido amigo y compañero es otra cosa y creo que será mejor que te cuente su historia si quieres... puede llegar a ser terapéutico y todo... ¿Estas listas?.

Empezó a trabajar con cadáveres, primero de insectos, luego de ratas y pájaros... Los ponía debajo de las almohadas, los exprimía encima de ellos para cubrirlos de sangre...
Finalmente decidió orquestar su opera prima. Empezó a hacer que dos amigas discutieran entre ellas, primero con males menores, como robar el champú, quitar el cortauñas... Cosas, al principio, sin importancia, importancia que se fue sumando cuando una de las chicas apareció con la cara cubierta de pintalabios ¡¿quien iba a ser si no era la chica que estaba robándole y negándolo?!

Ahí empezaron las discusiones de verdad, hasta que finalmente Yoshimatsu decidió poner una cuerda de piano en la puerta de la habitación de estas dos grandes amigas mientras las dos estaban dentro. Poco tardó en iniciar la discusión y entonces los gritos, una queriendo echar a la otra. Música para los oídos de nuestro pequeño Sádico. Finalmente y a empujones, una de las chicas consiguió echar a la otra de la habitación y entonces ¡zas! Tropezó con el cable que había puesto, salió rodando y cayó escaleras abajo, hasta el comedor ¡no podía haber salido mejor! Una chica con un montón de huesos fracturados y la otra con una expulsión. Desde ese momento Yoshimatsu supo lo que le gustaba de verdad y se dedicó a ello con fuerza y pasión...

Tras decir esto, Akemi Eiji se calló por un segundo antes de continuar. A fin de cuentas, era mucho que "afrontar".

-Es el Ultimate Sadistic. Y es el más peligroso de aquí... pero usaré a Monokuma para incitarle a cometer un asesinato DESPUÉS de que el o alguien se cargue a Tsumiko Komachi...

Ya veo, aunque sin duda va a ser dificil Akemi, al fin y al cabo por lo que me has descrito no parece que sea alguien que normalmente actue de forma directa, sino alguien que prefiere el engaño y ser un observador a los eventos que ha orquestado *me quedo algo pensativa* Aunque no termino de entender porque lo traistes aqui si ya sabias sobre el, quizas tenias pensado que fuera tu antisesis, el villano de tu historia antes de que se descubriera tu verdadero rol?

En fin, como decia va a ser complicado ponerle un cebo que el vaya a querer morder antes que el resto, a decir verdad aun no termino de entender la razon siquiera del primer asesinato salvo el echo de que tenemos varios sociopatas de mas *suspiro* Aunque sin duda eso le quita bastante la "gracia" al asunto, al fin y al cabo con tanta facilidad lo hicieron que uno se pregunta si no hubiera pasado lo mismo aun el juego de muerte no existiendo, supongo que tu comprendes como yo Akemi que las mejores historias son aquellas con un fuerte motivo detras, algo con lo que se pueda simpatizar con el culpable, algo que de al resto una victoria amarga, pero con los asesinos que tenemos dudo mucho que vayamos a conseguir tal efecto.

En cuanto a lo de matar a Shiro, concuerdo que despues de Arai es el mas peligroso para nuestros planes, pero tambien encuentro que es un foco de esperanza para unos cuantos, no deberiamos mirar de dejarlo brillar algo mas y apagarlo en el momento justo? Quizas pudieramos dar un golpe emocional aun mas fuerte si el es un asesino, aunque claro, deberiamos tener unos buenos motivos... motivos... de verdad en el primer caso creo que no hubo ni uno, lo mismo con este segundo caso, me refiero, si, esta eliminar a la intrusa, pero aun asi si la matan no habra juicio ni nada.

Por cierto Akemi, entiendo que no me quieras responder, pero entonces ya has preparado todos los juicios? Me refiero, solo hay que ver lo que sucedio en el anterior, tuvistes que forzar un reinicio y ahora Monokuma piensa que el proximo juicio sera el primero, no pasara lo mismo?

Akemi Eiji escuchó con atención lo que esta muchacha estaba comentándole, a fin de cuentas, era una de las pocas personas que este escuchaba, por no decir la única persona a la que este muchacho hacía caso.

-¿Acaso crees que Yoshimatsu Arai dejará perder una oportunidad como esta para satisfacer sus "impulsos"?. Evidentemente tomará la iniciativa si le impulsamos a ello, a fin de cuentas... ¿Acaso este no mostró ya sus dientes?.

Era evidente que sí, pero pese a ello... ¿Qué importaba?.

-Respecto del caso de Shiro Arakawa... ya veremos...

No dijo ni que sí ni que no, no confirmó nada, aunque al parecer, el muchacho tenía en cuenta lo que decía la muchacha de la silla de ruedas al respecto.

-Pues el primer caso, tal y como ya he dicho, tenía que haber muerto Yoshimatsu Arai a manos de Uma Yugana. Todo para que en el segundo caso muriera Kaori Hamasaki. ¡Pero viendo que no se puede hacer nada dejé de "prefijar" estos juicios para que sea un "cualquiera culpable"!.

Tras decir esto, Akemi Eiji cogió la silla de ruedas de la muchacha y se dirigió hacia la salida. Ya habían tenido una charla apartada de miradas indiscretas en las habitaciones y ahora era cuestión de volver al sitio, aunque en esta ocasión decidió tomar el camino largo en vez de volver directamente.

Aquel grupo decidió investigar la Segunda Isla en busca de algo que les pudiera servir, por desgracia en aquella Biblioteca, por mucho que les costó llegar cargando la silla de ruedas de Suigin, no parecía haber nada que pudieran relacionarlo con ningún asesinato, al menos que encontraran. Con las manos vacías regresaron a explorar otro sitio.