Partida Rol por web

El puente hacia la segunda isla se encontraba abierto, completamente completado y accesible para todos. Sea como sea, aquel grupo continuó hacia esa vieja isla y el edificio que más atención le llamó fue la Biblioteca, su objetivo, por lo que se adentraron a explorarla.

Allí no había nadie, pese a ello se sentían observados por las cuatro estatuas de Monokuma, una en cada parte de aquella enorme estancia que era la Biblioteca. Por otro lado, las estanterías tanto en el primer piso como en el segundo, se encontraban a rebosar de libros. Incluso había mesas y sillas para el uso de la Biblioteca.

Pese a todo ello, parecía que los estantes estaban cubiertos de polvo, al igual que las sillas y las mesas. Como si alguien no les hubiera dado uso alguno en mucho tiempo.

Quién me iba a decir que iba a trabajar codo a codo con el tipo que no sólo asesinó a Shiro Arakawa sino que además sirvió la sangre de mi novio difunto hecha tortitas. Me imaginaba que Akira estaría igual de incómoda que yo. O peor, teniendo en cuenta que le tocaba a compañar a Bárbara, la Ultimate-Te-Duermo-Y-Te-Quemo-Vivo, y a mi, la Ultimate-Virus-Komachi.

"Bien, esto es lo que sé. Akemi Eiji escondió algo en la biblioteca. Un libro, que podría o no servirnos. Al parecer, la pista es se activa al tocar los pilares, cuatro personas, presupongo que una por cada pilar. Y si no funciona así de fácil habrá que estrujarse el coco. A trabajar."

Y dicho esto me encaminé a uno de los pilares a examinarlo y buscar placas de presión o algo. ¿Tal vez en el ombligo del oso? ¿El hocico? ¿El ojo? O a lo mejor no era en la estatua de oso sino en la base...

Cuando Tsumiko Komachi se acercó a una de las estatuas (Delante Derecha) y la examinó no detectó nada extraño, pero cuando esta fue tocándola, la nariz, el ojo, la boca, la oreja derecha, la oreja izquierda... no pasó absolutamente nada, ni siquiera cuando tocó la base del pilar... Pero cuando esta tocó el estómago esta abrió la boca y dijo.

NO

No tenía demasiada prisa por llegar a nuestro destino, pero al menos era mejor hacer algo que directamente quedarnos quietos en el lugar sin hacer nada, y todas estas ganas que demostraba la virus parecía que era algo importante... probablemente para ella más que para nosotros.

Por lo que cuando llegamos y vi como Tsumiko "Virus" Komachi empezaba a manosear las estatuas por un lado me sentí bien al ver que le ponía tanto empeño, pero por otro lado seguía preocupándome que ella en particular hiciera eso... ¿Acaso sería una trampa?. Pero en ese momento, al parecer aquel pilar le dijo que "No" a Tsumiko "Virus" Komachi.

-No quiero ser yo quien te lo diga, pero "No" significa "No", la última persona que fue tocada sin consentimiento terminó despedazada. El consentimiento es importante, no seas tu la nueva Ultimate Pervert.

". . ."

¿Eso era un chiste... sobre su compañero de clase que acababa de morir?

"Di NO si no quieres que paremos de toquetearte." le dije a la estatua, procediendo a pulsar otra vez el interruptor de su barriga.

Cuando la nueva "Ultimate Pervert" Tsumiko "Virus Sexual" Komachi se acercó de nuevo a una de las estatuas que estaban en la Biblioteca custodiándola, en concreto la misma, la que se encontraba en la parte de Delante a la Derecha, y volvió a tocar el estómago esta estatua la cual estaba siendo tocada sin su consentimiento abrió la boca y dijo.

NO

Era evidente que con aquel dialectalismo raro Tsumiko "Virus" Komachi, la chica que cambiaba su Ultimate de... lo que fuera que fuera antes... ¿Ultimate Virus?. ¿Ultimate Viuda?. Algo así sin duda, ahora se volvía Ultimate "perVert" con la complicidad o quizás con el miedo y confusión de aquella estatua que volvía a repetir "No" como su respuesta a los tocamientos de Tsumiko "Virus" Komachi.

-Ay, mírala como llora... ah no, lo está disfrutando, que perra...

Quizás no era tan así, pero era una referencia que iba a hacer.

Puedes callarte de una vez. Pulsar no funciona tiene que haber otra manera, quizá podamos n ese libro este la clave. Mientras tanto empiezo a buscar algún libro que me llame la atención.

Por muchos libros que Akira Kimura sacaba, abría y lanzaba hacia atrás; nada parecía que le estaba ayudando a la hora de justificar el viaje que habían hecho hasta allá. Ni de lejos, todos estaban escritos, pero ninguno parecía contener una información vital ni sobre la isla, ni sobre Akemi, y mucho menos sobre lo que significaba el consentimiento a la hora de tocamientos y el espacio personal... pero si hubiera alguno, probablemente diría que Tsumiko "Virus" Komachi estaba haciendo tocamientos indecentes y presionando al Monokuma para presionar la barriga del Monokuma.

Lo último que quería es que estos polluelos se me perdieran en la biblioteca sin rumbo. Fui a donde Akira Kimura y la empujé por la espalda ligeramente para instarla a caminar hacia donde yo la llevase, que fue otra de las cuatro estatuas de Monokuma. "No. Creo que no funciona porque hay que pulsar las cuatro a la vez. O en un orden determinado. Quédate en tu puesto y pulsa cuando dé la señal."

A veces los niños pequeños tenían leves signos de psicopatía, primero maltratando a sus juguetes y peluches, luego matando pequeños insectos, luego pasaría a animales pequeños e irían subiendo en el rango hasta matar animales algo más grandes como perros y gatos... y luego pasaban a los humanos...

¿Acaso esto era algo similar?. ¿Acaso Tsumiko "Virus Sexual" Komachi empezó toqueteando barriguitas de estatuas de Monokuma y ahora iba a hacerlo con Akira Kimura?. Claramente lo estaba haciendo, empujándola lejos de donde estaba para llevarla a donde ella quería... ¿Iban a continuar los tocamientos?. Solo de pensarlo me ponía malo... Se habían librado de un pervertido y ahora ganaban otra...

-No es No... -Susurró lastimeramente viendo en lo que se iba a convertir aquello.

Respecto a las Estatuas, estas seguían ahí, a merced de ser toqueteadas sin poder evitarlo, a fin de cuentas, eran estatuas. ¿Qué podían hacer?. Claramente no mucho, estar ahí a la espera de que alguien las tocara violando su espacio personal. Ese día iba a ser un día triste para el consentimiento.

 Era la primera vez en el sitio, por lo que no conocía muy bien las normas de como es que se traba la utilería, pero al notar la reacción de todos en la sala no pude evitar soltar de mi benevolentes labios.

   Ohhhhh ahora lo entiendo - con ligero rubor de vergüenza en mi rostro - Siento a verla estado llamando por el nombre equivocado Ms. Mariachi.... usted no es Tsukomi.... es TsuKINKy Mariachi MU'fufufufufufufufufufufu.....

    Pero ya enserio....- para caminar hacia una de las estatuas solitarias - Mas vale que esto no termine en gente bañada en liquidos de dudosa procedencias... o voy a estar muy decepcionada de los sitios que eliges para disfrutar del dia.

Viendo como todos se colocaban en una de las estatuas más que dispuestos a toquetear tripitas de osos, decidí que simplemente no tenía más remedio que ir y hacer lo mismo que aquellos tocadores de osos, por pura presión social.

-Bueno, pues esto... ¿Cómo lo hacemos?. -Pregunté al aire.- Esta pregunta no va al aire, va a ti, Tsumiko "Virus" Komachi. -Me corregí a mi mismo indicando a quién iba la pregunta dirigida- Que por algo nos dijiste venir aquí en vez de explorar la última isla desbloqueada... Así que espero que merezca la pena.

". . ."

No por favor, Tsukinky Mariachi no. Ya tenía suficiente con ignorar que me llamara Tsukomi Mariachi... como para encima eso...

Una vez cada uno estuvimos dispuestos, Yoshimatsu Arai me preguntó que qué hacíamos ahora. O mejor dicho, que cómo lo hacíamos, porque ya sabíamos que había que presionar barrigas de oso. "Contando el pulsar todos a la vez... y suponiendo que no se repitan las letras... Hay 25 posibles combinaciones. Empecemos por darle a todos a la vez."

"A la cuenta de tres, le dais. Uno... dos... ¡Tres!"

Siguiendo los designios de la "Ultimate Pervert" Tsumiko "Virus Sexual" Komachi todos ellos tocaron a la cuenta de tres de la muchacha los el estómagos de todas y cada una de las estatuas a las cuales estaban, nuevamente y para recordar, siendo tocadas sin sus respectivos consentimientos, y todas ellas abrieron la boca y dijeron cada una una cosa, pero en definitiva se escuchó una cacofonía un tanto molesta.

KMNMUAOO

Cuando la nueva "Ultimate Pervert" Tsumiko "Virus Sexual" Komachi se acercó de nuevo a una de las estatuas que estaban en la Biblioteca custodiándola, en concreto la misma, la que se encontraba en la parte de Delante a la Derecha, y volvió a tocar el estómago esta estatua la cual estaba siendo tocada sin su consentimiento abrió la boca y dijo.

NO