Partida Rol por web

Akira llega a su habitación.

Akira Kimura y Tsumiko Komachi llegaron a la habitación de Akira.

La pantalla volvió a encenderse, mostrando nuevamente a aquel oso.

¡Has sido invitado a la presentación en el Parque Jabberwock!

¡Recordad que es OBLIGATORIO asistir!

Upupupupupupu...

¿Estas mejor?. Supongo que no... pero no te preocupes, todo mejorará.

Ella parecía que necesitaba ayuntamiento, pero por desgracia yo no creía que fuera la persona adecuada para ello. Yo tan solo era una Beta-Tester, nada más, por lo que eso de tratar con las personas poco... A no ser que tuvieran líneas de diálogo bien marcadas y definidas y un sistema de Karma y recompensas, claro está.

Tengo que irme, no sé lo que querrá hacer Monokuma, pero según cómo lo dijo, tu no tienes porque ir obligada. Además quizás sea peligroso. Mejor quédate aquí, o aprovecha que estaremos todos para enterrar a tu amigo... al menos nadie hará tort... nada con el.

Sí. Me afectó más de lo que esperaba. Una se cree de piedra después de vivir lo que ha vivido, de perder a toda la clase en la Academia. Los nombres de los difuntos estaban grabados sobre la hoja. Ainam River. Asuka Mori. Dean Lifegod. Hana Suzuki. Kaori Miyazono. Kazuhiko Yamada. Kizoku Anata. Natsuki Mei. Neku Sakuraba, Tafuna Iwa, Yoshida Tadayo. Excluí a dos de la lista que no merecían entrar. Pero no pensé que tendría que volver a escribir uno tan pronto... y menos aún el de Katsumoto Obinata...

Con la conmoción, prácticamente me estuve moviendo en modo automático. Akira Kimura me ofreció un sitio en su habitación y bueno... asentí y acepté. Me derrumbé sobre una pared, no llegé a abrazarme las piernas porque tampoco quise soltar la katana, así que... me acabé durmiendo así, ahí. Supongo que mi cuerpo y mente no pudieron más. El viaje había sido duro, y más duro aún me había resultado perderlo.

A la mañana siguiente debía de tener una cara horrible... más que dormir había dormitado. Pero al menos tenía un poco más de claridad en la mente. No podía importarme menos el anuncio de Monokuma. Lo primero que hice fue agradecerle su ayuda y hospitalidad a Akira Kimura antes de que se fuera. "Ayer no te agradeci debidamente... todo." No entendía por qué era tan amable con una extraña recién llegada. Su compañero tenía razón ayer, yo ya no quería salvarles, ya me importaba bien poco lo que les sucediera, y se los dije a la cara. Así que... ¿Por qué? ¿Por qué tanta amabilidad...? Me recordaba ligeramente Asuka Mori... y eso me dolía aún más. "Así que gracias... supongo. Aunque no entiendo por qué lo haces."

"Sí, me has leído la mente. Voy a ir a enterrarle. Debí hacerlo ayer..."

No te preocupes, para eso estamos, me gustaría pensar que cualquiera haría lo mismo, aunque ahora me cuesta creerlo.  Respecto al porque... odio esto y no pienso seguir su estúpido juego. Se lo que es perder a gente y a los tuyos, pienso evitar todo esto. Se que es dificil a mi también me cuesta pero confía un poco en mi.

Respiro con calma mientras me preparo para salir.

Toma mi PDA, seguramente acabaras antes que yo, así podrás descansar tranquila. Yo volveré cuando pueda intentare entretenerlos para que nadie te moleste. Suerte. Voy a ver que quiere el idiota ese.

Así que también había perdido a seres queridos... Sabía lo que era perder a gente, pero desde luego que no se hacía ni idea de por todo lo que había pasado yo... Tenía que advertirla... advertirla de que no hiciera amigos, que no confiara en nadie, que cerrara su corazón y se centrara sólo y únicamente en sobrevivir... Pues el 'juego' de matanza mutua que se avecinaba acabaría con ella. Si no era físicamente, lo haría en espíritu... Desesperanza y desesperación cubirían su corazón como un manto negro y triste... como el agua del mar, ahogándola. Ahogándola, como me ahogé yo. Como me ahogaba ahora.

Me dijo que era difícil. Que a ella también le costaba. Pero que tenía que confiar un poco en ella. Extendió la mano y me ofreció su PDA. ...¿Su PDA? Claro... una MonoPDA. Tal y como en el otro juego, donde Monokuma dejaría mensajes, donde los alumnos pudieran citarse para matarse... era un peligro para ella tenerla... pero también era la llave de su habitación. Sin ella, correría aún más peligro.

Extendí la mano y tomé la PDA. "...¿Estás... segura de que quieres prestarme esto? No es buena idea." No era buena idea. Ayudarme no era buena idea. Dejarme su PDA aún menos. ¿Por qué lo hacía? ¿Por qué esa Esperanza, qué sentido tenía? Al final no viviría. Incluso si acababa por no morir, no viviría. Sólo sobreviviría. Como yo. Sí, era preferible a morir... pero no estoy segura de que esto fuera un destino mejor que la muerte. De que realmente valiera la pena. ¿De qué había servido el sacrificio de Tafuna-tan, de Katsumoto Obinata, y de todos los demás cuyos nombres seguían grabados en mi hoja? ¿De qué? Para nada... para nada en absoluto...

Muy segura, además estoy segura que no trama nada bueno, asi te enteraras de las actualizaciones del oso. Así si algo sale mal sabrás de antemano.   Se que no es buena idea pero no dártela también. Estoy en peligro haga lo que haga, si llegara a morir que sea respetando mis ideales y sin traicionarme a mi misma. Ah, lo olvidaba, mucho cuidado con Yosimatsu, no es de fiar.

Suerte.

Salgo por la puerta a no ser que me detenga.

En fin, tener una PDA me servía para distraerme un poquito de mis desgracias. Aguardé a asegurarme de que Kimura-san se marchara, y en cuanto lo hizo cerré la puerta, cerré las cortinas y con cuidado empecé a registrar la habitación, procurando dejarlo todo en su sitio y que no se notara.

Lo primero que quería saber era si a estos nuevos participantes les había dejado Monokuma algún 'regalo de inicio' tal y como ocurrió en el comic de la historia de la primera academia. Lo segundo, era saber más sobre esta chica... Akira Kimura. ¿De verdad era tan inocente y buena como parecía? Porque estaba en mi lista...

Miré los datos de la PDA, nombres de todos los participantes, reglas, mapa de las islas... Si iba a hacer esto... si iba a seguir, necesitaría enterarme de todo antes de devolverle la MonoPDA. Algo interesante: ocho de los alumnos que aparecían en la MonoPDA no aparecían en mi lista. ¿Que qué lista? La de los alumnos rechazados, en la que aparecía Akemi Eiji, la que nos hizo darnos cuenta que iba a producirse el juego de muerte.

"Ocho infiltrados entre los alumnos rechazados... da qué pensar..." murmuré para mí misma. Lo dejé todo como estaba antes de empezar a registrar, y me fui a la playa.

Akira sale de la habitación en aras de ir a aquella invitación.

Ya sola en la habitación, Tsumiko también decide marchar.

Akira vuelve a su habitación, pasando por el pasillo en donde se encontraba Joshef Joshua Black. Pese a ello, ya dentro de la habitación, comprueba como no hay nadie más por el lugar.

La puerta de la habitación se abrió de golpe de una fuerte patada proferida por el que se encontraba ahora bajo el umbral de la puerta vacío. Joshua Josef. Al parecer ahora había convertido la puerta de la muchacha en un bonito arco de entrada. El lado positivo es que ahora entraba más fresquito y una agradable brisa marina... el lado negativo es que ya no tenía puerta para defenderse de los asesinatos.

Akira Kimura había dejado la puerta abierta, por lo que esta pudo volver a entrar, aún sin tener su PDA. Pero tenía que recuperarla si no quería pasar con la puerta abierta para siempre que esta no estuviera, o arriesgarse a quedarse fuera si se cerraba mientras ella no estaba dentro.