Partida Rol por web

La pantalla volvió a encenderse, mostrando nuevamente a aquel oso.

¡Enhorabuena para el dueño de la habitación!

¡Has sido invitado a la presentación en el Parque Jabberwock!

¡Recordad que es OBLIGATORIO asistir!

Upupupupupupu...

No puedo evitar suspirar, de verdad, sin duda el silencio de esos dos me molestaba, como si estuvieran en completa babia, al final le conte el plan a uno mas de lo que debia y bueno, estaba el insconsciente, era una posibilidad que nos hubiera escuchado.

Monokuma, como podras entender yo no puedo ir si nadie lleva mi silla, serias tan amable de acercarme al punto de reunion? *dije al aire esperando a la invitacion, tampoco me preocupaba mucho quedarme ahi, al fin y al cabo el no asistir era por una fuerza mayor, pero aun asi querria saber que planeaba Monokuma, supongo que si aun no habia habido ningun asesinato intentaria dar un motivo?*

Suspiro mientras pienso en todo esto, realmente un motivo ahora seria lo mejor? Acaso no era mucho mejor que la gente se uniera mas para que las traiciones dolieran? En fin, sabiendo que esto seria parte del guion del marionetista no me extrañaria, ya habia demostrado como se le daba el "escribir" una historia. Mmm... cierto, por supuesto existia la posibilidad de que hubiera escuchado el o Monokuma el plan que pense ayer, pero bueno, era una posibilidad bastante real que contemplaba, por mucho que lo supiera si solo estaba el y el atacante no le quedaria otra que matar o ser asesinado, por supuesto si seguia la primera aunque lo hiciera con sus poderes estaba bastante segura de que podria hacerle el culpable... tampoco es como si eso lo fuera a matar, pero como minimo le tocaria las pelotas, una pequeña venganza por tratarnos como simples desechables, de verdad, mira que hacer revelaciones como esa en el primer caso.

Después del leve rapapolvo que el Director les había dado en la Zona de las Habitaciones por no haber realizado un trabajo decente a la hora de capturar y eliminar al Virus que los estaba asolando. El alumno decidió meterse en su habitación por miedo a volver a ser regañado... o lo que es peor, castigado por el oso.

Alguien había llamado a la puerta. Apenas habían pasado unos minutos desde que Suigin fue empujada dentro de su cuarto. Pese a ello, esta se encontraba lo suficientemente cerca de la puerta como para abrir si así lo deseaba. Escuchando con atención descubrió, o mejor dicho, reconoció los golpes característicos como la forma de llamar de Akemi Eiji.

Genial, ahora le estaban llamando a la habitacion y por quien llamaba estaba bastante segura de que se trataria de Akemi.

Para ser sincera tenia la sensacion de que no deberia abrir y sabes que? Eso haria, simplemente me haria la dormida y ya, me eche en la cama, cerrando los ojos.

Todo parecía ir bien hasta que de repente un ruido despertó a Suigin Shita desde el interior de su propia habitación. Una figura se movía en la oscuridad, por un momento, esta se detuvo mirando a aquella niña, al igual que un ojo rojo iluminaba el rostro de la muchacha. Esta figura amenazante lentamente caminó hacia la puerta y...

...la abrió.

Y tras la puerta se encontraba Akemi Eiji que guardaba en su bolsillo una pequeña marioneta, así como volvía a sacar la mano con la marioneta del oso pardo.

-¿Estabas dormida y por eso no me abriste?.

Preguntó resoplando mirando a la muchacha mientras lentamente entraba en la estancia, no había demasiado que este pudiera hacer ahora, a fin de cuentas, estaba en su cama.

-¿¡O ACASO NO QUERÍAS ABRIRME!?

Con esto, Akemi se acercó a la cama y agarró sin ningún tipo de cuidado a Suigin Shita hasta colocarla como malamente pudo en su silla de ruedas.

-Sea como sea, se te ve algo "atontada". ¿Que tal si damos un paseo a ver si te da un poco el aire?. -Sin esperar respuesta alguna por parte de la muchacha, Akemi Eiji movió la silla- ¡Creo que es una buena hora para pasear!. ¡Ya sabes, debajo de mi luna!. ¡Tu rostro se verá mucho más hermoso con esta luz!. Sí... muy hermosa...

Y ambos salen de la habitación. La situación para la muchacha quizás fuera mala, pero ahora era peor.

Suigin Shita llegó a su habitación.

Aquella habitación estaba tal y como lo recordaba, no había absolutamente nada cambiado ni fuera de lugar desde la ultima vez que la muchacha había llegado para usar su cuarto o simplemente pasar por el. Ahora podía hacer cosas como por ejemplo descansar, aclarar las ideas, o quizás ir a cometer un asesinato mientras nadie mirara.

Aquella habitación estaba tal y como lo recordaba, no había absolutamente nada cambiado ni fuera de lugar desde la ultima vez que el muchacho había llegado para usar su cuarto o simplemente pasar por el. Ahora podía hacer cosas como por ejemplo descansar, aclarar las ideas, o quizás ir a cometer un asesinato mientras nadie mirara.

Tanto Suigin Shita como Joshua Josef salieron del aeropuerto y partir de ahí caminó Joshua empujando la silla de ruedas de Suigin sin ningún tipo de interrupción hasta llegar a la zona de las habitaciones en donde llegó a la de la muchacha. No se encontraron con nadie pese a que debería haber alguien por la isla, pero bueno... quizás mejor así...

Dejando a Suigin en su habitación, cierro la puerta y me voy a la mia.

Tras haber hecho todo el viaje hasta la habitación de Suigin Shita, empujándola por el carro, este muchacho la deja abandonada en mitad de la habitación antes de dar media vuelta y marcharse de la habitación, eso sí, no sin antes cerrarse y cercionarse de que la puerta quedaba bien cerrada tras su marcha.

Después de prepararse para un nuevo día, aquella participante del juego de la vida y la muerte, simplemente no tuvo más fuerzas que llegar hasta la cama y desplomarse, sumida en sus propios pensamientos y en las dudas de lo que el mañana terminaría por depararle, tanto a esta de forma individual como al resto de los presentes... ¿Habría un nuevo asesinato? ¿Le tocaría a ella?... Y con estos pensamientos terminó por dormirse...