Partida Rol por web

Dark Heresy: Capítulo Segundo.

Iocanthos: Desesperanza.

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28/11/2013, 23:34
Kurt Brokenbone.

Extraigo una varilla de Lho mientras veo acercarse a Renata. Entre que este jodido lugar es una mezcla de testosterona desatada lleno de mequetrefes librando duelos de pollas constantes y de Hermanas con el sex appeal de una vaca, contemplar el suave balanceo de las caderas de la Jefa resulta refrescante y embriagador. 

Cuando llega a mi lado le alargo la varilla de Lho y devuelvo la mirada hacia la tienda donde se han metido los seis jinetes y su caudillo.

Bienvenida al Circo, Jefa –digo con una sonrisa lobuna–. Parece que la cosa se anima de una jodida vez.

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28/11/2013, 23:43
[RIP] Hermana Scythia.

Scythia asintió. Echó un vistazo a Kos'ke y su grupo y luego miró a Ostrogov.

- Asistamos a los cantos matinales. - y sin más, echó a andar en dirección a la catedral sumida en sus pensamientos.

De nuevo el vidente había aparecido con evidentes síntomas de no haber dormido. Scythia esperaba que el otro psíquico no estuviera interfiriendo con el vidente del Emperador. De ser así seguramente tendrían que intervenir por estar el Vidente contaminado en cierto sentido... y no sería algo agradable.

¿Por qué tardaba tanto el saboteador en hacer acto de presencia? La sororita se sentía mejor si tenía algo a lo que golpear...

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29/11/2013, 07:33
Iocanthos.

IOCANTHOS: CATEDRAL DE DESESPERANZA:

La catedral reluce siniestramente bajo el sol matutino. Muchos de los habitantes de Desesperanza, que obviamente visten sus mejores ropas para la ocasión, han formado una cola dentro de las grandes puertas abiertas, y la música del órgano brota del interior del edificio.

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29/11/2013, 07:37
Inquisición.

- Renata encuentra a su guardaespaldas indolentemente apoyado contra un poste cerca del campamento de guerreros.

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29/11/2013, 07:51
Kurt Brokenbone.

–Disculpa el olor, pero la llegada del equipo de Blood Bowl y su animadora me han impedido asearme –digo sin dejar de mirar hacia la tienda–. No sé lo que te ha dado tiempo a ver, Jefa, pero son seis guerreros y su cacique. Bien armados, pipas clásicas de las que a mí me gustan, armas blancas de largo alcance… Me gusta el estilo de estos tipos. 

 

Vuelvo el rostro hacia Renata, dirigiendo la mirada más allá, hacia el Priorato.

 

–Pero hay dos cosas que no me gustan. La primera, la tipa del velo. Estoy hasta los huevos de tanto religioso, pero esa individua que se ha refugiado en el Priorato… Me enseñaron de niño a desconfiar de los velos. Uno nunca sabe lo que puede haber debajo.

 

Alargo la mano hacia Renata con la intención de compartir la varilla de Lho. Si no me la pasa sonrío, y señalo con la cabeza en dirección a la tienda.

 

–La otra cosa que no me gusta es esa jodida reunión de vecinos. ¿De dónde vienen esos tipos? Porque cabalgar los putos perros de la guerra no debe ser cómodo, y no han dedicado ni un minuto a, no sé, quitarse el jodido polvo que los cubre por completo. Se han metido a toda prisa bajo esa carpa. ¿Qué cojones puede ser tan importante cuando tienes las articulaciones rotas de cabalgar…?

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29/11/2013, 09:16
Tercio Veridio.

"Menuda novedad..." - pensé al escuchar las advertencias de Aristarchus.

Desde luego como líder no tenía precio: "... es una señal de que deben de permanecer muy atentos..." Con recomendaciones como esa ibamos a llegar muy, pero que muy lejos... Pero no quedaba ahí la cosa, volvió a hacer lo mismo de siempre, aparece, dice algo que es evidente para todos y después se vuelve a marchar. Empezaba a estar cansado del poco apoyo que recibíamos los Acólitos por parte de nuestros superiores, siempre esos vagos mensajes del tipo "Id a ese sitio e ¡Investigad! Se han registrado sucesos extraños..." ¡Maldita sea! ¿Es qué no pueden ser más específicos? Tenemos armas que destruyen mundos y no somos capaces de dar dos mínimas indicaciones... así nos va...

- ¿Necesitáis que alguno de nosotros os acompañe, Vidente? Parecéis cansado... - le miré fijamente, tratando de descubrir si había intenciones ocultas en sus palabras.- Yo mismo puedo montar guardia delante de vuestra puerta.

Por supuesto que no quería hacerlo, pero necesitaba tener la satisfacción de que me dijera que no, sólo por ver de qué manera rechazaba mi propuesta.

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30/11/2013, 19:59
Vidente Aristarchus.

El vidente desestima las preocupaciones acerca de su salud con un gesto de la mano mientras niega con la cabeza.

- "Eso no será necesario, Acólito. Gracias." - Y se retira a su habitación.

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30/11/2013, 20:41
[RIP] Hermana Scythia.

La música del órgano envolvió a la Hermana Scythia aun antes de acercarse a la entrada de la catedral. Era maravilloso, daba una sensación de serenidad y tranquilidad abrumadoras. Ciertamente aquel podía ser un lugar perfecto para rezar al Emperador.

La armonía de las notas era perfecta, y se acoplaba a la magnificencia de aquel lugar santo. Era innegable, y la sororita tuvo que hacer esfuerzos para no quedarse embobada con la música. Abrió bien los ojos y se quedó vigilante. No podía permitir que nada malo ocurriera en aquel lugar.

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02/12/2013, 12:43
Sargento Vladymir Ostrogov.

El vostroyano entró con paso firme en aquel lugar, procurando estar atento a cualquier indicio de problemas. Para ser un encargo inquisitorial, aquello estaba siendo muy tranquilo. Demasiado, de hecho. Los problemas no deberían tardar demasiado en llegar, y ya que no se habían manifestado antes, esta era la ocasión más propicia que se le ocurría a Vladymir. 

Procuró obtener una posición cercana a los miembros de la Eclesiarquía. Si él planeara arruinar la ceremonia, sin duda escogería a ellos como objetivo.

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02/12/2013, 15:19
Renata Canaglia Garibaldi.

Renata suspiró cuando finalmente alcanzó a Kurt. Le escuchó en lo que era la más larga perorata desde que comenzara la misión, desde que ambos compartieran ducha.

-Veo que has recuperado el habla, osito. Empezabas a preocuparme. De hecho, sigo preocupada por ti -dijo golpeando con un dedo en el poderoso pecho de su hombre-. Esta gente con la que trabajamos por obligación no es de la que le gusten las individualidades o que alguien se descuelgue sin mayores explicaciones. Y a mí tampoco me gusta que desaparezcas y tenga que ir corriendo tras de ti como si fuera una perra -su rostro mostraba una encantadora sonrisa pero su mirada azul era glacial. Hablaba muy en serio-. Y no, no he visto nada. Seguía tu espalda todo el rato y no quería perderte de vista.

Miró en derredor para localizar aquel cacique del que hablaba Kurt y sus seis guerreros.

-¿De qué mujer hablas? -no veía a nadie o no conseguía localizar a nadie que respondiera a aquellas características. Cogió la vara de Ilho que le ofrecía y le dio un par de caladas antes de devolvérselo-. Y en cuanto a la reunión que mencionas, no creo que perdamos nada por acercarnos a esa carpa y ver si conseguimos escuchar algo. De todos modos debemos darnos prisa. Ostrogov nos quiere cuanto antes en las puertas de la catedral. ¿Entendido? Y ahora compórtate como lo haría un hombre enamorado y no un oso de las cavernas. Si queremos pasar desapercibidos, nada mejor que llamar la atención pero desviando su atención. Y para ello, nada mejor que un hombre y una mujer que se dejan llevar. Pero estáte preparado para cualquier cosa. -Renata le tomó del brazo y colocó su cabeza sobre su hombro. Comenzó a andar en dirección a la mencionada carpa, arrastrando consigo a Kurt, atenta a cualquier movimiento.

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02/12/2013, 17:20
Kurt Brokenbone.

     "–Un momento, jefa –digo sin moverme un centímetro. Señalo la tienda con un leve cabeceo–. Con todo el respeto que sabes que te tengo yo creo que no sirve de nada que nos acerquemos a esa jodida tienda: hablan en una jerigonza extraña, y no tengo a mano ningún aparato para grabar la jodida conversación. A menos que tú vayas mejor equipada (mejorando lo presente), no vamos a sacar nada en claro de ahí. Y eso en el caso de que estén conversando. Además, esos tipos no van a tragarse a una pareja de enamorados a estas horas de la mañana haciéndose los tontos para encontrar un sitio tranquilo donde darle al muelle.

     Después señalo con el índice derecho en dirección al Priorato.

     –La tipa es una curiosidad dentro de ese atajo de brutos. Velo, telas viejas raídas negras y grises, cintas carmesíes... –Escupo hacia un lado–. No me gusta mucho más que Sor Frígida, y me da que cojea del mismo jodido pie. Y en cuanto a lo de que a esos mierdas de ahí arriba les puedan gustar o no las individualidades, Jefa... –digo deslizando el mismo índice derecho sobre el tatuaje de la VII Legión que corona mi frente–, llevo cumpliendo órdenes desde que era niño. Unas veces por convencimiento, otras por obligación, y ahora porque soy una jodida propiedad privada. Pero el que estaba fuera de la jodida cantina era yo, y tenía tres opciones: quedarme quieto a esperar, volver a entrar a buscaros o seguir a estos cabrones para ver dónde cojones iban. Me han adiestrado para aprovechar las ventajas tácticas cuando se presentan, y voy a seguir haciéndolo hasta que este puto collar estalle. Y por cierto, el señor bigotes puede meterse su jodida cadena de mando por el jodido orto: yo sólo obedezco órdenes directas tuyas.

     Apuro la varilla de Ilho y la dejo caer.

     –Estoy hasta los cojones de este jodido agujero en el culo del universo, de quedarme sin nada que fumar, de la puta comida de mierda que sirven en esa cantina, de no tener buen alcohol que meterme entre pecho y espalda y, sobre todo, de la ineficacia del grupo de hermanitas que nos ha tocado seguir. Aquí se va a montar una buena fiesta; esos de la carpa están esperando algo, y no se han traído semejante arsenal para venderlo en el puto mercado. ¿Y cara morsa sólo piensa en reunirnos y observar?

     Deslizo la mano hacia la espalda de Renata, acariciándola mientras la deslizo hacia abajo hasta llegar al lugar donde las nalgas comienzan a abrirse.

     –Y ahora, si quieres que vaya hasta esa tienda dando saltos a la pata coja lo haré. Tú piensas, yo ejecuto. Sólo te pido que uses eso que tienes dentro de la cabeza con tu habitual finura y decidas un curso de acción que no acabe con un segundo agujero en nuestros culos. Soy fan de ese culo tuyo, ya lo sabes; me gusta como está."

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02/12/2013, 21:21
Iocanthos: Hermano Lamark.

POSICION:

- Kurt y Renata están ante el Punto 5 (el Campamento de Guerreros). Su visión de lo que acontece a la entrada de la Catedral es casi nula.

- El resto del grupo están ante la entrada principal de la Catedral (Punto 1), en su lado Oeste (en el camino entre el Punto 2 y el 3). La zona está llena de gente pues se ha congregado casi toda la población para el evento.

Desde donde están, no pueden ver el Campamento de Guerreros ni a Kurt ni a Renata.

Notas de juego

// OJO DESTINATARIOS.

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02/12/2013, 21:25
HOROLOGIO.

356.810M41.

HORA LOCAL: UNA HORA DESPUES DEL ALBA.

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02/12/2013, 21:26
Iocanthos: Abad Misionero y Prelado Orland Skae.

Cuando os aproximáis a las puertas de la Catedral, el Abad Skae y otros dos clérigos menores salen a recibiros con casullas blancas sobre las túnicas.

El Abad os pregunta por Aristarchus y parece algo extrañado de que sólo seáis cuatro esta mañana.
 

Notas de juego

// Kurt y Renata están fuera de la vista.

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02/12/2013, 21:43
Sargento Vladymir Ostrogov.

-Lo siento, me temo que se encuentra indispuesto. Dijo que acudiría al servicio de consagración al caer la noche, pero ahora mismo necesita descansar. Nosotros estamos aquí en su nombre, y velaremos por que todo transcurra con normalidad-dijo el vostroyano, con tono respetuoso, esperando para seguir al abad y los clérigos al interior. 

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02/12/2013, 22:41
[RIP] Hermana Scythia.

Scythia confirmó las palabras del vostroyano asintiendo con la cabeza, y esperó detrás de éste con la cabeza ligeramente gacha en señal de respeto ante el abad y los dos clérigos menores.

Dios Emperador, protégenos y danos fuerza en este día... musitó para sí mentalmente.

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02/12/2013, 23:56
Renata Canaglia Garibaldi.

Renata frunció levemente el ceño y sus ojos se clavaron en Kurt, al tiempo que apartaba sus manos de sus posaderas. No estaba molesta por aquel gesto, pero en Kurt parecía haberse obrado un extraño cambio. Era como si todo el silencio anterior, apilado tras un muro, necesitara de una sobredosis de palabras ahora que dicho muro parecía haberse resquebrajado.

-Difícilmente podré decir ni decidir qué hacer si presupones que tengo los datos y no los expones -señaló volviéndose y mirando hacia la carpa, Kurt a su espalda-. La presencia de ese cacique como autoridad local se deberá a la consagración de la catedral. Posiblemente haya sido invitado. Si hay otras razones para su presencia aquí, las desconocemos, así que tampoco tiene sentido especular, más si hablan algún idioma local y no podemos entender lo que digan -compuso un gesto de fastidio y tomando la mano de Kurt, la puso sobre su cintura, haciendo que la rodeara con su brazo-. No sé si deberíamos preocuparnos o no por ellos. Pero a nadie ha sorprendido su presencia. Es más, estando en la Clota, lo que oímos debió ser su forma de presentarse. Y ninguno de los parroquianos parecía asustado o molesto. Más bien al contrario.

Echó levemente la cabeza atrás y apoyó la cara contra la rasposa mejilla de Kurt.

-Ostrogov no es mal hombre. Aburrido como él solo, sí, todo el día con el Emperador para arriba y para abajo. Pero te vi en la Catedral ante su imagen... y tal vez no seas tan distinto en algunos planos. Y nos guste o no, son peligrosos. Viste cómo eliminó el Pelofino a aquella bestia. Eso no lo hace cualquiera -comentó- ni puede tacharse de casualidad. Además, dependemos de ellos. Un mal paso y acabaremos en un mal sitio. Si nos libramos de la última, es precisamente porque los de arriba cuentan con nosotros como carne de cañón. Y más nos vale hacerlo bien. De algún modo, esto es una oportunidad para nosotros. O para mí, si lo prefieres. Y si quieres quejarte de la comida, del alcohol y otras historias, recuerda cómo estábamos hace un mes. Con una mano delante y otra detrás. Sí, más libres, pero con la mierda al cuello. Mira osito -dijo girándose y poniéndose cara a cara con Kurt, el brazo de él aún en la cintura-, sé que no te vas a escapar ni nada similar y dudo que sea por miedo a que tu cuello pase a mejor vida. Pero si vas a alejarte de mí, te agradecería un gesto siquiera. A veces me preocupo por ti, ¿sabes? -le dio un suave beso en la comisura de los labios-. Bien, aquí no pintamos nada. Vayamos donde Bigotitos, informemos rápido de lo que sabemos y quizá podamos encargarnos de Sor Frígida -Renata soltó una carcajada-. Por el Emperador, ¿de dónde sacas esos nombres? De mí no, desde luego -compuso un mohín travieso- siendo como soy una buena chica incapaz de tamañas desvergüenzas. Venga, vamos. Y procura que mi culo siga donde hasta ahora, osito.

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03/12/2013, 00:38
Sacerdote Tauron Faith.

Mi mirada recorre la muchedumbre intentando encontrar el origen de los gritos que supuestamente anunciaban la llegada de un líder Ashleen. Lamentablemente mi mirada se pierde entre el gentío y no logro ubicar la fuente. Mucha gente me abruma la vista y me distraigo con la llegada del Vidente Aristarchus.

Este llega y comienza a hablarnos, a pesar de que su aspecto no parece haber mejorado. Escucho sus palabras y asiento a ellas, por lo que me pongo en marcha junto al resto del grupo, cerrando el paso. Veo como Renata y Kurt se van en busca del Ashleen mientras nosotros nos encaminamos a la catedral.

Esta se ve hermosa, gloriosa. Es un gran monumento para un gran santo y la gloria del Dios-Emperador, por lo que me pongo feliz de contemplarla y muy comprometido de defender su consagración. Avanzo con paso lento pues, además de mi cojera común y crónica, las heridas causadas por el demonio aun no han sanado.

Sigo a Vladymir y al resto del grupo que aun queda junto hasta las puertas de la catedral, donde somos recibidos. El Vostroyano habla en nombre del grupo y asiento a su intervención, mostrando mi apoyo al compromiso como grupo de velar por la seguridad del evento.

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03/12/2013, 08:02
Iocanthos: Abad Misionero y Prelado Orland Skae.

El Abad asiente sabiamente con la cabeza cuando le explicáis el motivo de la ausencia del vidente. Luego os conduce al interior de la catedral y os ruega que ocupéis un sitio de honor en los bancos delanteros, a la derecha de altar, sonriendo orgulloso al entrar en la nave interior y contemplarla en toda su magnificencia.

Al cabo de un rato, el Abad se disculpa y se marcha en busca de otros importantes invitados a la ceremonia.

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03/12/2013, 08:06
Iocanthos: Caudillo Kos'ke.

Tras asearse y limpiarse en el interior de la gran tienda de guerreros, el caudillo Ashleen y sus guerreros salen de su tienda y se dirigen al Priorato.

El caudillo os mira con curiosidad cuando pasa junto a vosotros dos.

Seguís a su grupo entre la multitud, que abre paso respetuosamente a los guerreros, muchos con reverencias y otras muestras de acatamiento.