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[D&D 3.5] La Torre de las Almas Perdidas 2: El Plano de la L

Capítulo 17. Viajando en el Carro de Hierro.

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01/04/2018, 22:04
Serge Leblanc

Los días transcurrían hasta tranquilos viajando en aquel carro y comiendo lo que fuera que fuese aquella especie de verdura mágica que el grupo tenía. Era como forraje, pero misteriosamente le llenaba el estómago como si de un asado de calidad se tratase. Y al menos no sabía horrible, cosa que no se podía decir de las patatas aquellas de las que estuvieron viviendo Lyris, Gwindra y él hacía no tanto.

Pero para variar, la paz no duró mucho, ya que el vejestorio aquel, Edzard, empezó a agitarse diciendo que tenían que parar en aquel lugar. El ladrón se rascó la cabeza y puso cara de fastidio, ¿qué diantres sería eso que merecía la pena abandonar su refugio rodante? Y entonces lo vio. La cara de aquel viejo… El mentor de Gwindra había estado comportándose igual que él, con esos mismos ojos de loco poco antes de atacarles gritando que iban a ser sacrificados. Así que cuando Lope preguntó quién estaba a favor, Serge rápidamente dijo:

 -Non. Yo no estoy a favor. El mentor de una de mis amies actuó igual antes de volverse totalmente loco. Intentó matarnos y tuvimos que ocuparnos de él.

Sus manos se deslizaron a las empuñaduras de sus armas en un gesto de precaución.

 -¿Cómo podemos estar seguros de que a este anciano no le va a pasar lo même?

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02/04/2018, 12:48
Cleon

Cleon no veía nada clara la situación.

- Creo que lo mejor es no arriesgarse. Lo mejor sería parar la máquina, echar un vistazo en detalle y si no encontramos nada, continuar. También podemos aprovechar a ver si encontramos algo más de combustible.

Notas de juego

Movil.  Pequeña edición de estilo.

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02/04/2018, 13:52
Lope Ster

-Estoy con Cleon! siempre podemos volver al carro de fuego y huir, Explicanos buen Serge como lo hicistes para poner en movimiento este diabólico instrumento por si tenemos prisa y no eres el primero en llegar!

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03/04/2018, 17:36
Markku Imrolt

- Yo estoy con Edzard. – Dijo de pronto Markku. – Le considero un padre para mí. Si cree que debemos parar aquí mismo estoy convencido de que es el propio Gorant quien habla a través de él. – El joven guardia parecía muy convencido de lo que estaba diciendo, tanto que parecía infundir cierta cordura al extraño comportamiento de su compañero. – Estoy convencido de ello y yo creo que debemos intentarlo.

Cleon, Loperick y Markku se acababan de pronunciar a favor de la moción de Edzard. Serge lo había hecho totalmente en contra y sólo Khorvin no se había pronunciado. En un sistema democrático se vencería por mayoría, sin embargo no es que aquel lugar pareciera el mejor para solucionar las cosas de ese modo tan ordenado y justo.

Notas de juego

Espero a que Khorvin se posicione y Serge acepte o rebata la decisión tomada.

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03/04/2018, 19:41
Lope Ster

-Tenemos que pensar que no sabemos hacia donde vamos, parar aqui es tan buena idea como seguir hasta donde de el combustible... y si se nos acaba en la madriguera de un grupo de gusanos gigantes? no tendríamos forma de huir... en cambio, ahora estamos en condiciones de volver a encender la maquina y huir hasta el siguiente lugar. Suena lógico?

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04/04/2018, 02:15
Serge Leblanc

Pero… ¿Aquellos idiotas le habían escuchado? ¡Que el viejo podía volverse un loco homicida en cualquier momento! Pero claro, ese era el precioso poder de la confianza. Un poder que acabaría matándolos a todos como siguieran así de ciegos a las amenazas de aquel plano. Pero ya que todos insistían en no creerle y bajar a explorar… Pues habría que bajar.

 -Pararé la máquina, pero yo voy en retaguardia para llegar el premier de vuelta en caso de que tengamos que salir corriendo. Sigo sin fiarme, que lo sepáis. Y no es por vous. Es por todo lo que este plano puede hacer con la gente. Yo ya he perdido a mis compañeras. No quiero quedarme solo en este enfer.

Y tras decir aquello comenzó a ir hacia la parte frontal del carro para frenarlo. Ojalá encontraran algo bueno y no una maldita trampa. Aunque todos sus instintos le gritaban que sería lo segundo.

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09/04/2018, 17:02
Director

La máquina de hierro y humo fue perdiendo velocidad paulatinamente hasta quedar detenida por completo en medio de la nada que les rodeaba. Todavía salía vapor de la chimenea del carruaje de hierro, pero al detener su maquinaria y al dejar de chirriar las ruedas metálicas contra los raíles, parecía como si todo sonido ajeno a ellos mismo también hubiera desaparecido.

Ciertamente, como Serge había dicho, salir a investigar en aquella zona inhóspita parecía una locura de la que podrían acabar arrepintiéndose, pero los votos a favor de seguir la iniciativa de Edzard superaban a los contrarios, pues tan solo el ladrón votó en contra, mientras que Khorvin se abstuvo y el resto fueron favorables a salir a terreno abierto.

Nada más posar los pies sobre el firme de roca, recibieron cierto alivio al notar que el suelo era duro, áspero y se encontraba a temperatura ambiental. Algo les decía que aunque la apariencia de aquel lugar fuera el de una inmensa roca, al posarse sobre ella podía convertirse en una especie de puré deseoso de engullirlos. Pero no fue así y en esa ocasión sus paranoias fueron infundadas.

Markku se agachó y tocó con las manos el suelo. Lo golpeó suavemente con la base del puño e incluso lo lamió en busca de cualquier indicio. Finalmente se puso en pie y se encogió de hombros.

- Roca, sólo roca. – Dijo finalmente. – Algo salada… - Añadió.

Edzard mantenía la mirada fija en el horizonte. El anciano se mantenía en silencio y expectante. Parecía como si estuviera esperando que sucediera algo o que alguien apareciera. Pero durante unos minutos en los que todos aguardaron una decisión por parte del veterano guardia, no ocurrió nada.

- Debemos movernos. – Abrió por fin la boca. – Por allí… - Señaló con la mano hacia un punto concreto del horizonte que no se diferenciaba en nada del resto y entonces comenzó a caminar.

Como si Edzard se hubiera convertido en su superior jerárquico, acataron su orden sin demasiadas objeciones. Serge seguía sin estar demasiado convencido de lo que estaban haciendo, sin embargo, siempre podían volver atrás en caso de no encontrar nada. Al menos esa era la teoría.

Durante un buen rato estuvieron caminando en la dirección indicada por Edzard. Se alejaban cada vez más del carro de hierro. No obstante, todos ellos salvo el anciano y en especial Serge, se fiaban cada pocos metros en su espalda. Allí continuaban los raíles de la vía y su transporte. Mientras aquella siguiera siendo una constate, todo iría bien.

Tras casi media hora avanzando de forma ininterrumpida, el paisaje no había variado un ápice. Sólo roca blanca aquí y allá, un terreno llano que abarcaba todo su campo de visión, salvo por algunos montículos de piedra en forma geométrica que no alzaban más de dos o tres metros del suelo, los cuales parecían haber sido tallados de forma artificial.

En ese preciso momento se percataron de algo. El terreno frente a ellos comenzaba a descender muy levemente. No era demasiado evidente, pero en efecto parecía que a partir de ese punto, de seguir hacia adelante, lo harían en lento y continuo descenso, por lo que llegado cierto punto acabarían por perder de vista el carro de hierro. Algo que sin duda no era del agrado de todos los miembros del grupo.

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09/04/2018, 20:06
Cleon

A Cleon no le hizo aquello ninguna gracia.

- Edzard, está claro que hay algo que tú ves pero que nosotros no... pero si seguimos adelante perderemos el carro de hierro de vista y en este plano eso significaría posiblemente perderlo.

No quería dejar en mal lugar a su amigo, pero a falta de algo más tangible Cleon prefería no continuar.

- Necesitamos algo más concreto para seguir adelante, amigo. En caso contrario deberíamos volver al refugio de metal con ruedas y continuar.

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11/04/2018, 01:08
Serge Leblanc

Al final, sin saber muy bien por qué, el ladrón había accedido a bajar a explorar con el resto del grupo. Sin embargo, Serge no pensaba confiarse como un lerdo. Vistazos de cuando en cuando por encima de su hombro para asegurarse de que el carro de metal seguía donde lo habían dejado e ir el último de la fila le dieron un poco más de confianza. Confianza que se cayó por los suelos en cuanto el suelo comenzó a descender, haciendo que la segura visión de su carromato amenazara con desvanecerse.

El anciano seguía centrado en encontrar lo que fuera que sólo el veía y, al menos, uno de sus nuevos compañeros parecía haber ganado algo de sentido común en los últimos minutos.

 -Estoy con Cleon, volvamos antes de perder de vista el chariot. Porque tan cierto como que je m'appelle Serge, que desaparecerá en cuanto lo perdamos de vista.

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11/04/2018, 13:31
Lope Ster

El batidor estaba contento, años en ese carro de hierro (o eso le había parecido a él) con muy poco movimiento, centrándose en entrenar y en desmontar las secciones inútiles, le habían desmoralizado, pero ahora ahí estaban! en otra de sus aventuras! siguiendo a alguien posiblemente loco por culpa de ese plano de locura y estupidez, pero en movimiento al fin y al cabo!

-No veo el porqué de volver a ese angustioso artefacto! es tan peligroso seguir a pie como en ese bicharraco de metal... y si se nos acaba el combustible en mitad de un campo rodeados de enemigos? o si nos dirige a un precipicio y no nos da tiempo a detenernos? prefiero seguir a pie, siguiendo las indicaciones de nuestro buen amigo pues aun no conocemos en nada la inmensidad de este lugar, y puede que él sea mas perceptivo que el resto... en caso de que no sea así, pues seguiremos con mi método patentado de ir a donde no quieres ir. y si se ha vuelto loco, pues lo amarramos con una soga para que no nos haga un Khorvin y se nos pierda... dudo que se vuelva loco y homicida, somos demasiados, podríamos inmovilizarlo facilmente, creo yo!

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12/04/2018, 12:25
Cleon

Cleon alzó los brazos por un instante... y los dejó caer. Él también estaba más que harto del carro de metal y según pasaba los días en su interior su ánimo se iba apagando poco a poco.

No quería rendirse a la desesperanza, prácticamente ya tenía claro que no volvería a ver a Helga, y un cambio, cualquier cambio, le vendría bien.

Quizás fuera una locura dejar atrás uno de los pocos refugios seguros que habían encontrado, uno además que se movía, pero la realidad es que solo avanzaba por el camino de metal sin darles opción de salirse del mismo.

Finalmente levantó los hombros con un gesto de resignación.

- Continuemos. - fue su escueta respuesta.

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12/04/2018, 18:00
Director

Cleon capituló fácilmente ante su idea de regresar al carro de hierro que hasta ese punto les había conducido. Aquella decisión no parecía concernir a Edzard, pues el anciano ya había resuelto continuar hacia adelante solo o en compañía. Sólo Markku iba tras sus pasos no queriendo por ningún modo abandonar al que fuera su mentor y casi un padre.

Lopreick, Khorvin, Serge y Cleon tuvieron que esforzarse por alcanzar a sus dos compañeros, pues aunque Edzard seguía luciendo aquella pesada armadura, convencido de que el propio Gorant el Gris hablaba a través de su cuerpo y aquello le alentó a intensificar su marcha. Sólo el gran dios del norte sabía el porqué de aquella inesperada caminata hacia la nada, pero la fe de Edzard era suficiente para que el veterano guardia volcara todas sus energías en aquella empresa.

Siguieron avanzando durante algunas horas. La luz rojiza del aleatorio astro solar dio paso a la más profunda oscuridad. Nada nuevo en aquel plano. Decidieron acampar junto a uno de aquellos montículos, pues una fuerte ventolera les azotó de repente. Aquel muro de roca tallada ayudó en parte a cortar el viento y se sirvieron de él para extender una lona a forma de techo.

Amaneció a las pocas horas y aunque todos quisieron desayunar antes de reanudar la marcha, el bueno de Edzard se negó a perder más tiempo poniéndose en pie y reanudando el viaje. Comieron en marcha y siguieron avanzando hacia ninguna parte durante toda la jornada. Así pasaron varios días agotadores en los que nada avistaron en dirección alguna y ya dieron totalmente por perdido el transporte que les había conducido hasta ese extraño páramo desolado.

No obstante la fe de Edzard en que pronto encontrarían lo que estaban buscando no menguaba de manera alguna. Los ánimos del resto en cambio estaban por los suelos y comenzaron a preguntarse si habían caído en el Gran Abismo. Al fin y al cabo, según tenían entendido y según decían las escrituras de todas las religiones que conocían de Gea, el reino de Azrael era la más pura nada y no podían pensar en ningún lugar más parecido a lo que se decía del Gran Abismo que el lugar donde se encontraban.

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12/04/2018, 18:00
Markku Imrolt

- No… - Markku negó con la cabeza. – No podemos estar en el Gran Abismo. – Expuso.

- ¿Por qué crees eso? – Inquirió Khorvin. - ¡Por los mil calamares gigantes del mar del Lagarto! ¿Qué más puede ser este fastidioso e interminable lugar, que el mismo infierno?

- El Gran Abismo es la nada más absoluta. – Argumentó Markku. – No es el caso. Aquí hay roca, hay luz. Está Seyran y cuando se va aparece Maahn y las estrellas. – Khorvin alzó una ceja en señal de disconformidad. - ¡Hay aire, diantre! ¡Podemos respirar! Eso no es la nada…

Aquella misma discusión la habían tenido en un sinfín de ocasiones desde que llegaran a aquel lugar. De hecho la misma mañana del día en el que se encontraban, Markku había asgrimido argumentos a favor de que se encontraban en el Gran Abismo y el propio Khorvin los había rebatido.

Loperick suspiró aliviado. Cleon hizo lo propio, pues mientras los dos guardias debatían acerca de la naturaleza del lugar en el que se encontraban, Edzard se detuvo y pudieron reposar. El anciano ya se había detenido en unas cuantas ocasiones esa mañana. Se detenía y oteaba en todas direcciones durante unos instantes hasta que decidía reemprender la marcha. Al principio de aquel viaje lo hacía cada muchas horas, pero a medida que avanzaban lo hacía cada pocas horas y esa mañana parecía estar más perdido que nunca, pues había virado de rumbo en siete ocasiones y aún así no se notaba desánimo en él.

Serge dejó los trastos sobre el duro suelo de roca blanca y Lope y Cleon se sentaron en el suelo mientras unos discutían y otro oteaba como si supiera realmente a dónde deseaba ir. Lo cierto era que todavía no había desvelado nada acerca de lo que le había dicho Gorant el Gris y ni tan solo hablaba de otro tema que no fuera la dirección que debían tomar en cada momento.

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12/04/2018, 18:01
Edzard Naggar

- Hacia allí. – Dijo Edzard.

Nadie le hizo demasiado caso. De hecho, por primera vez desde que emprendieran aquella búsqueda, Edzard no se ponía en marcha al instante de determinar, de manera aparentemente aleatoria, la dirección que había elegido para continuar. Comenzaron a ponerse en pie lentamente sin mirar hacia donde todavía señalaba el dedo de Edzard, pero pronto, muy pronto todos fueron testigos de lo que acababa de descubrir.

Ya comenzaba a oscurecer, pero la luz rojiza del astro solar iluminaba a lo lejos una serie de siluetas. Parecía ser una comitiva que avanzaba en su dirección. Un mínimo de doce seres de aspecto humanoide y de robusta constitución. Cuatro de ellos adelantados y otros cuatro porteando lo que parecía ser un trono cubierto por un toldo anclado a un dosel. Sin duda alguien se encontraba en el interior de aquel transporte y justo detrás otra serie de cuatro siluetas. Parecían portar largas lanzas en las que hondeaban una serie de pendones.

- Un ser más antiguo que ninguno de nosotros. – Comenzó a decir Edzard. – Un ser más antiguo que los propios dioses. – Continuó hablando tras muchos días de otro tema que no fuera únicamente la dirección a tomar. – Un ser de inmenso poder. Creador de vida. Poseedor de sabiduría. – Y nada más dijo, sino que tan solo se quedó apuntando con el dedo.

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13/04/2018, 18:28
Lope Ster

Lope dio un respingo de sorpresa cuando sus aguzados sentidos le alertaron de la compañía que se acercaba hacia ellos, sin duda habían hecho bien de seguir esa dirección, su amigo no estaba loco, el plano de la locura les hablaba a traves de su anciano compañero.

-Bueno chicos, propongo no presentarnos listos para el combate y solo sacar las armas si nos intentan atacar, a ver si así evitamos una lucha en este lugar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

intento sacar la mayor cantidad posible de datos con mis sentidos según se acercan.

preparo acción, si nos atacan cargo con mi hacha hacía el mas cercano de los "enemigos"

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13/04/2018, 19:21
Cleon

Cleon tuvo que soltar una carcajada ante la sugerencia de su amigo Lope.

- ¿Un ser ancestral de inmenso poder? Guarda las armas, amigo, no pienso hacer nada que pueda incomodar a un ser así. Podemos decirle que somos unos viajeros perdidos en busca de ayuda... no hará falta ni disimular...

El cazador no era partidario de un humor tan agrio... parecía que se le estaba yendo la cabeza...

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14/04/2018, 16:03
Khorvin Lluch

-Jum... creo que empiezo a comprender este lugar...-Era obvio que ni él mismo se creía aquello que acababa de asegurar.
Si no me equivoco, y creo que no lo hago... lo que deberíamos hacer es parlamentar con aquel que se acerca. Como bien dice el bueno de Cleon, la sinceridad es nuestra aliada en este caso.
Parecía claro que la mente del viejo lobo de mar empezaba a estar menos clara que de costumbre, y eso teniendo en cuenta que jamás había sido tomado por un erudito

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14/04/2018, 18:24
Serge Leblanc

No podía hablar en serio. ¡Mira para lo que servía el espíritu de equipo! ¡Para abandonar el único refugio seguro que habían tenido durante todo el viaje o para quedarse solo esperando en el carro de hierro! Mascullando un par de maldiciones, Serge siguió avanzando con el grupo. El refugio era muy importante, pero permanecer en grupo era aún más importante. Sobre todo si ese grupo tenía alimento decente que mantenía a la muerte por inanición alejada.

Parecía mentira, el anciano aquel lo que podía llegar a correr. Incluso a alguien de pies ligeros como él le estaba costando seguirle el ritmo. Y encima ni siquiera necesitaba descanso, parecía estar alimentado por una especie de fuerza mágica. O eso, o se había vuelto lo bastante loco como para poder ignorar alegremente el hambre y el cansancio. Maldito viejo… Iba a hacer que les mataran a todos. ¡Y malditos fueran todos los demás, por creer a ese carcamal demente!

El viaje se prolongó durante más de una jornada hasta que el anciano por fin pareció querer pararse a descansar. Serge suspiró aliviado, un poco más y habrían tenido que llevarle en volandas si no querían que se quedara atrás. Sin embargo, la tranquilidad del descanso duró más bien poco, ya que al cabo de un rato el anciano volvió a señalar a algo en la lejanía. Sólo que esta vez todos pudieron verlo.

 -Merde… ¿A dónde demonios nos has traído, viejo?

A una trampa, no hacía falta que nadie le contestara. Estaba tan loco como el mentor de Windra y les había traído de cabeza a la muerte. Porque aquellas siluetas que se acercaban eran sin duda demonios de aquel plano que les torturarían lentamente durante una eternidad. Y encima todos los del grupo hablaban de parlamentar con eso que se acercaba.

 -Claro, pourquoi pas... Hablemos con lo que tiene aspecto de ser un diable que nos desollará vivos sólo para matar el tedio. ¿Qué puede salir mal?

Sin embargo, a pesar de toda su desconfianza, el ladrón permaneció en la retaguardia del grupo. Si salía corriendo ahora, atraería la atención de aquellas siluetas sin lugar a dudas. Mientras que si salía corriendo cuando estuvieran ocupados acabando con los demás… Sí, si se daba el caso, tenía posibilidades de salir corriendo de allí. Que no le hacía maldita la gracia quedarse solo, pero no había sido decisión suya seguir al loco. Si el resto moría, sería sólo por culpa de una decisión suya, muy estúpida y muy mal tomada.

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16/04/2018, 16:19
Director

A medida que aquella comitiva iba acercándose al grupo, fueron dilucidando su naturaleza. Los cuatro primeros humanoides que avanzaban al frente del trono, así como los últimos, parecían una suerte de poderosos guerreros, custodiando a una autoridad, mientras que los cuatro seres que porteaban el trono tenían un aspecto de meros esclavos, sin desmerecer para nada al resto en cuanto al aspecto físico se refiere.

Se trataba de seres de gran envergadura física, casi tan altos como anchos. Su aspecto era temible, pues se mostraban como feroces bestias de apariencia reptiliana. Sus cabezas calvas acabadas en un prominente hocico plagado de mortales colmillos, estaban coronadas por una cresta rojiza, que contrastaba con el color verde oscuro de las escamas que cubrían su cabeza hasta la frente, cuello, espalda, cola y extremidades, siendo la parte de la cara y el pecho de un tono verdoso más claro.

Vestían con escasa ropa, más allá de un taparrabos y algunas placas de armadura distribuidas entre el torso y los hombros. Portaban unas extrañas lanzas acabadas en un filo curvo con apariencia muy afilada, además de portar otra hora envainada en la cintura. dichas armas, podían bien ahorrárselas, pues sus manos y piernas estaban acabadas en portentosas garras que rajarían a cualquiera como un chuchillo corta la mantequilla.

El dosel del trono de forma piramidal, era de un color rojizo, casi sanguíneo, al igual que el de los pendones que hondeaban de las lanzas de los dos primeros guardias. En dichos pendones, así como en los cuatro costados de la pirámide que conformaba el techumbre del trono, lucía un extraño símbolo de forma circular y en negro, el cual parecía asemejarse a una runa que representaba a una bola de fuego.

La comitiva se detuvo cuando se encontró a escasos metros del grupo del que estaba al frente Edzard. Dos de los guardias que viajaban en la parte trasera avanzaron hasta la delantera y los seis hombres lagarto apuntaron de forma uniforme y a la vez con sus lanzas hacia el grupo. Los esclavos dejaron cuidadosamente el trono sobre el suelo blanco y se apartaron hacia atrás dejando espacio.

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16/04/2018, 16:20
Sin nombre

La tela rojiza que hacía las veces de puerta fue corrida desde dentro y del interior de aquel transporte surgió una figura altiva. Se trataba de un ser estilizado que tenía también cierta apariencia draconiana sin poder decirse que perteneciera a la misma raza que los que parecían estar a su servicio. Era un ser delgado y esbelto, de piernas y brazos largos y de un tono grisáceo, que en ocasiones parecía tornarse verdoso o amarillento. Su cabeza era ovalada y estaba precedida por un estrecho y largo cuello. Sus ojos eran grandes y profundos y su boca similar a la de una serpiente, aunque lo cierto era que la forma general de su cabeza recordaba a la de un humano.

Se movía de forma grácil y despreocupada. Con cada movimiento transmitía serenidad y armonía, a la vez que denotaba cierta superioridad frente al resto de seres que le rodeaban. Su mirada se posó en los seres con los que acababa de toparse, los cuales a diferencia de con los guardias, nunca antes habían visto ni escuchado hablar de un ser de las características de aquel. Sobre Gea había hombres lagarto, pero dudaban que hubiera seres similares al que parecía su líder.

Aquel ser avanzó poniéndose a la altura de los guardias y habló en un lenguaje siseaste. De inmediato los guardias alzaron sus picas y abrieron paso al ser elevado al cual rendían obediencia. Aquel ser era más alto que cualquiera de los humanos que formaban el grupo de ajenos en aquel plano y también era más alto que cualquiera de sus propios guardias. Por alguna razón y pese a la fragilidad con la que se les había revelado, no parecía tener miedo a que pudieran dañarle de forma física y de hecho resultaba hasta intimidante por la extrema seguridad en sí mismo con la que se movía.

- Te conozco, conocí o conoceré Cleon. – Dijo finalmente con un acento siseante, al plantarse frente al cazador. - ¿Se torna difícil avanzar por este plano sin guía, verdad? ¿Cómo murió Samiam?  – Preguntó al fin desconcertando a todos los presentes.