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[D&D 3.5] La Torre de las Almas Perdidas 2: El Plano de la L

Capítulo 9. Sepultados.

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18/11/2017, 15:16
Lope Ster

Lope miró de reojo a su desorientado compañero, sin duda era un posible objetivo para esos gusanos, pero por suerte de momento se encontraban ocupados con el resto de compañeros, su mejor opción era disparar a aquellos seres hasta que murieran y luego ocuparse de su compañero para que esto no volviese a pasar.

-Mester, acercate a Khrovin que podamos protegerle mejor con tu magia!  

Tras esto realizó un movimiento en busca de un buen ataque, volviendo a su posición y descargando una flecha en el Gusano que habia atrapado al Semitrasgo.

- Tiradas (3)
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24/11/2017, 15:26
Cleon

El montaraz deseaba acabar cuanto antes con aquella amenaza. Sabía que era un blanco fácil y no cometería el mismo error que en la caverna donde casi acabó siendo devorado por un ser muy similar a aquellos dos que ahora les hostigaban. 

Cargó dos flechas en su arco y disparó contra el gusano que había atrapado a Droguil. Una de ellas se incrustó en su lomo y la otra salió algo desviada. No le importó desperdiciar alguna flecha con un lanzamiento menos certero. Se trataba de la vida o la muerte y en esa ocasión se la jugaría. Cargó otras dos flechas, apuntó e hizo blanco con ambas. 

Fue entonces cuando Alsvid sin necesitar de la orden de su dueño trotó desconfiado hacia aquel enorme anélido mientras le ladraba sin parar y cuando estuvo a su lado sin dudarlo un solo instante para clavarle una severa dentellada en uno de sus costados.

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24/11/2017, 16:51
Director

Markku estaba decidido a salvar la vida de su amigo y mentor, el cual había sido atrapado por aquel desagradable gusano y cuyas heridas empezaban a revestir mucha gravedad. El guardia lanzó un poderoso golpe contra el gigantesco anélido que impactó de lleno contra su cuerpo cerca de uno de sus tentáculos pero sin llegar a dañarlo. Un segundo ataque fue devastador hundiendo su espada en el interior de aquel ser que se retorció de dolor a la vez que emitía un agudo chillido. No se conformó con eso sino que también hincó su espada corta en el cuerpo de la bestia con un resultado similar a su primer ataque.

Por su parte Edzard, quien se revolvía tratando de liberarse, intentó desenvainar una daga que portaba en su cinturón. Todo intento fue infructuoso así que optó por golpear con su puño desnudo contra uno de sus tentáculos intentando postergar su muerte. El puñetazo impactó con dureza sobre uno de los apéndices que se enrollaban sobre su cuerpo, pero lo cierto es que no fue demasiado efectivo a la hora de liberarse.

- ¡Ayuda! – Gritó desesperadamente Edzard y en un tono desgarrador con sus últimas fuerzas.

Edzard notaba como la fuerza de aquellos apéndices le constreñían cada vez con mayor ferocidad. El dolor que sufría en su torso y abdomen empezaba a ser el todo insoportable, comenzaba a faltarle el aire, pero lo peor era la sensación de no poder hacer nada por quedar libre y morir a manos de aquella bestia descerebrada. Edzard vio como el único de los cuatro tentáculos que le quedaba libres al gusano se alzaba para agarrarle y cuando creía estar perdido, abrió los ojos y vio cómo su acérrimo enemigo había optado por agarrar a Markku.

El golpe del tentáculo cogió desprevenido al guardia, pero con suma destreza logró evitar que le apresara y lo acercara de ese modo a su boca plagada de dientes. Fue en ese preciso instante cuando Edzard notó que los dientes de aquella mole inmensa se cerraban de nuevo entorno a su figura y el intenso dolor, la pérdida de sangre y el horror que sintió provocaron que perdiera la consciencia.

Droguil se zafó de la atadura del tentáculo con una demostración de fuerza bruta. Agarró su poderoso martillo y con un soberano golpe hizo retroceder al gusano algo aturdido. Pues aún no había asimilado las heridas provocadas por los proyectiles disparados por Lope y Cleon, le llegaba ese nuevo revés por parte del gran trasgo.

- Algunos necesitan mi ayuda más que Khorvin. – Dijo el clérigo de Asthar.

Fue entonces cuando Mester reaccionó desoyendo la sugerencia de Loperick y avanzó hasta el anélido que atrapaba al inerte Edzard, todo lo rápido que sus vetustas y enclenques piernas se lo permitieron. Cuando por fin estuvo a su altura tocó al veterano guardia. Justo después de que Mester recibiera un sobreaño golpetazo por parte de uno de los tentáculos de aquel ser, tanto él como Edzard desaparecieron de la vista de todos.

Fue en ese preciso instante cuando una ráfaga de viento se levantó de forma repentina cegando a todos los presentes. Se hacía muy difícil seguir viendo dos palmos por delante de la cara de cada uno de ellos. Algo que sin duda no jugaría en contra de los gusanos, pues éstos carecían de ojos y debían orientarse por el olfato u otro sentido.

Fue entonces cuando la bestia que amenazaba a Droguil lanzó sus cuatro tentáculos contra él. El hábil gran trasgo logró esquivar dos de ellos, aunque los otros dos le golpearon con dureza y uno de ellos lo agarró para arrastrarlo ante su deforme boca y morderle el brazo. El gran trasgo aulló de dolor, pero no se rindió, estaba decidido a acabar con aquel ser fuera como fuera.

Notas de juego

Turno de Cleon y Loperick de nuevo.

Las áreas en rojo son la visión que ahora tiene cada uno a su alrededor.

Gusano 2: -97 pg (-3 daño no letal)

Gusano 1: -96 pg

Droguil: -39 pg

Mester: -11

Edzard: estado critico a -7 pg

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26/11/2017, 07:24
Lope Ster

-Cleon ayuda a Droguil a tumbar aquel bicho, yo me acercaré por el flanco para intentar ayudar a Edzard y curarle antes antes de que muera!!

El batidor se acercó a donde escuchaba y tenia controlados a sus compañeros, pero esa ventisca repentina no le permitió ver que edzard ya había huido magicamente de la boca del bicho.

En lugar de a un gusano devorando a su amigo lo que Lope encontró fue a un Markku en solitario aguantando a esa endiablada bestia por lo que Lope descargó un flechazo contra el escalofriante ser.

-Aquí estoy Markku, no estás solo.

tras el ataque el batidor intentó atraer el ataque del gusano a fin de evitar que Markku sufriese mas daño, ya que habia advertido que habia sufrido algunas heridas y él en cambio se encontraba totalmente ileso.

-VEN AQUI SUCIO GUSANO!! VOY A FREIRTE Y ME LLEVARÉ TUS TENTÁCULOS DE RECUERDO!!! 

- Tiradas (5)

Notas de juego

cambio la jugada debido a que no habia visto que edzard y Mester ya habian escapado por lo que mi personaje cambia de estrategia. 

habia puesto que me acercaba y curaba a edzard pero como ya no está pues le meto un flechazo al gusano de paso.

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26/11/2017, 09:59
Cleon

Cleon escuchó las instrucciones de su compañero y, una vez más, procedió a lanzar un par de flechazos a la bestia que se movía frente a él, mientras el perro, en un alarde de dignidad canina, seguía azuzando a la bestia.

- Deberíamos acabar rápido con una de las bestias mientras distraemos a la otra. Diluir nuestro ataque puede ser nuestro fin.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Disparo rápido (-2, dos tiradas) y a bocajarro (+1) por lo que tengo dos tiradas a -1

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26/11/2017, 12:08
Director

Pese a que la arena suspendida en el aire enturbiada la visión de Cleon, logró que una de sus dos flechas impactara contra su objetivo. No tuvo tanta suerte Loperick pues su único dispara, pese a golpear contra el cuerpo de la bestia que había acorralado a Markku, no llegó a penetrar en su gruesa piel.

Markku, quien parecía encontrarse solo ante el peligro no dudó un solo instante. Había aprendido el oficio de la guerra desde pequeño y su maestro ahora se debatía entre la vida y la muerte. Vengaría las feroces heridas que había recibido.

Markku atacó con fiereza clavando su espada larga de helada hoja en el cuerpo de la bestia. Ésta se revolvió tratando de agarrar con sus apéndices al guardia, pero Cleon rodó incrustando su espada corta cerca de la mandíbula del gusano. Justo al ponerse en pie asestó un brutal golpe con su espada larga que acabó por cercenar casi por completo la cabeza de aquel agresivo ser.

Edward abrió los ojos y se limpió la cara cubierta de sangre. Su expresión horrorizada concordaba con una cercana a la muerte. Respiró aliviado al saberse lejos del anélido y en manos del sanador devoto de Asthar.

Mester recitó unas alabanzas mientras mantenía los ojos cerrados y se concentraba posando sus manos sobre el cuerpo del veterano soldado de la prisión. Sus palmas se iluminaron y las heridas de Edward comenzaron a sanar gracias a la magia divina.

Droguil seguía inmerso en el combate con el gusano que trataba de devorarlo. Con una demostración de fuerza fruto de la rabia y de la furia que hacía gala. Una vez liberado de su presa agarro su poderoso martillo con ambas manos y golpeó duro contra la boca del gusano haciendo que varios dientes le saltarán.

La respuesta del gusano no se hizo esperar. Los cuatro tentáculos del gusano se abalanzaron sobre el gran trasgo golpeándole con dureza y agarrándolo hasta inmovilizarlo. Acto seguido un duro mordisco en el cráneo hizo chillar a Droguil de puro dolor.

 

Notas de juego

Turno de Cleon y Loperick de nuevo.

Gusano 2: muerto

Gusano 1: -124 pg

Droguil: -73 (74 pg por furia)

Mester: -11

Edzard: esta a 24 pg tras curación. No puedo hacer el mapa hoy. Os lo imagináis!

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26/11/2017, 14:06
Lope Ster

al ver caer al segundo anelido, Lope se giró en dirección a los gritos del gran trasgo, esperando poder llegar a ayudarle antes de un desenlace faltal, se acercó lo mas posible hasta que vió a ese ser asqueroso mordisqueando la cabeza del gigante, como quien sorbe la cabeza de una gamba, por lo que le descerrajó un flechazo directo al lomo para obligarle a soltarle.

-Aguanta Droguil!!!

La flecha se clavó en el costado de la criatura, haciéndola estremecerse emitiendo un sonoro chirrido y soltando al gran trasgo, el cual se desplomó en el suelo apoyando las manos en su herida cabeza, sin duda sus heridas eran graves y necesitaba cuidados urgentes. 

- Tiradas (3)
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26/11/2017, 15:00
Director

Una gran cantidad de sangre comenzó a mamar a borbotones de la herida provocada por la fecha de Lope en el lomo del ahora inerte gusano. Droguil se hallaba trató de ponerse en pie, pero sólo consiguió arrodillarse. Las fuerzas le flaqueaban y las heridas y la perdida de sangre a punto estaban de enviarle junto a su dios patrón para ser juzgado por sus actos en vida.

Un recuperado Edzard acompañó a un cansado Mester junto al gran trasgo, que ya se hallaba rodado por Cleon, Lope y Markku.

- Yarag gota. - Dijo el gigantón poniéndose en pie y perdiendo el equilibrio.

De no haber sido por la rápida intervención de Lope y Markku habría acabado de nuevo en el suelo. Pero pese a su gran peso, entre los dos lograron sujetarlo y mantenerlo en pie.

- Dice que está bien. - Desveló Mester. - Ahora estarás mejor.

Las manos del anciano clérigo se iluminaron de nuevo a la vez que recitaba oraciones hacia el dios de la muerte. Al tocar con sus manos a Droguil éste sintió calor y pronto sus heridas comenzaron a cerrar.

- Debemos buscar refugio. - Dijo Edzard.

- No creo que sea buena idea, Edzard. - Afirmó Mester. - Debemos salir cuanto antes de esta zona. Permanecer aquí es demasiado peligroso.

 

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26/11/2017, 20:21
Lope Ster

-Creo que lo mas razonable es seguir las indicaciones de quien lleva decadas sobreviviendo en este lugar. Guianos Mester.

Tras esto el batidor tocó al enorme trasgo transfiriendole un poco de la curación de su cinturon, se la merecia.

-Edzard estas bien o necesitas un poco mas de curación¿?

 

Notas de juego

le curo 16 PG por un uso del cinturon.

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26/11/2017, 21:48
Cleon

Cleon asintió ante las palabras de Mester, apoyando a Lope.

- La experiencia es un grado y para mi alguien que lleva tanto tiempo sobreviviendo aquí merece toda mi atención. Sí, hemos de abandonar la zona. ¿Mester, será capaz de guiarnos hasta el sanatorio?

El perro de Cleon estaba contento al ver a las bestias muertas y demostró su parecer levantando una de sus patas cerca del cadáver de una de ellas, marcando el territorio de la victoria.

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27/11/2017, 15:55
Markku Imrolt

Una vez reunidos entorno a Mester decidieron reemprender la marcha. Minutos después la ventisca cesó de golpe, tan rápido como había hecho su aparición. Fue entonces cuando Markku reparó en algo y detuvo de inmediato su paso, mirando en todas direcciones utilizando su mano como visera.

- ¿Qué sucede? – Preguntó Edzard.

- ¡Khorvin! – Gritó llevándose las manos a la cabeza. - ¡No está! ¿Dónde ha ido?

Markku estaba en lo cierto, no había ni rastro alguno del guardia. La última vez que lo vieron fue durante el combate. Fue Lope durante su intento de hacerle la zancadilla y posteriormente cuando trató de que Mester se encargara de él, la última vez que reparó en él. El fragor de la batalla y la arena que posteriormente nubló su vista provocaron que lo perdiera de vista por un instante.

Khorvin caminaba alejándose del combate, pero mientras no fuera directo a la boca de uno de aquellos seres todo estaba bien. Sin embargo, nadie se acordó de ir tras él una vez acabaron con los anélidos y ahora estaba perdido. Otra vez perdido como ya le pasara nada más llegar a aquel plano que parecía querer matarles de forma intencionada.

De forma inmediata Cleon y Lope se afanaron en tratar de encontrar algún rastro de su compañero. Sin embargo, el viento levantando la tierra roja de aquel desierto, se había encargado de borrar todo rastro del antiguo marino mercante que se convirtió en guardia en busca de una vida mejor.

- ¡És inútil! – Exclamó Markku tras media hora buscando el rastro de su amigo.

- ¿Dónde puede estar, Mester? – Preguntó Edzard.

 

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27/11/2017, 15:56
Mester Frelaand

- Podría estar en cualquier sitio. – Respondió el clérigo. – Desde en el estómago de uno de los seres que nos atacaron hace un rato, hasta en cualquier lugar del plano. La distancia y el tiempo no son como en Gea. Podría estar literalmente en cualquier sitio. Incluso podríamos tenerlo delante y no verlo…

- Digash harka. – Dorguil le habló al clérigo.

- Gunathas. – Respondió el clérigo. – Droguil tiene razón. Debemos continuar. Podría repetirse una tormenta en cualquier momento y podrían aparecer más gusanos. Hay que seguir o todo será en vano.

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27/11/2017, 21:03
Cleon

Cleon maldecía por lo bajo. ¡Cómo habían descuidado hasta ese punto a su compañero!

Podía justificarse con el fragor de la batalla (de hecho, había sido así) pero no era suficiente.

Tras buscar cualquier pista tuvieron que dejarlo por imposible.

- Hemos de continuar. - dijo tristemente.

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01/12/2017, 16:29
Lope Ster

Lope se abofeteó la cara, era culpa suya que su compañero hubiera vuelto a desaparecer, se lo deberia haber amarrado a la cintura para evitar su alocada huida, pero ahora no podian hacer nada mas que rezar por que no fuera deborado por otra criatura... era un mundo terrible sin ninguna norma que pudieran seguir, era imposible localizarlo por medios normales y rezaba porque en otro vaivén del destino, les apareciera ileso junto a ellos.

-Debemos proseguir, ahora solo el azar y la suerte puede ayudar a nuestro amigo. 

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05/12/2017, 07:58
Director

Habían dado por perdido a Khorvin de nuevo. No quedaba rastro alguno de él. Parecía haberse esfumado entre la arena rojiza de aquel erial sin sentido. Quizás podrían haberse separado para buscarla, podrían haber tratado de localizarle durante algún tiempo, aunque esa opción, muy probablemente les hubiera salido muy cara.

Cansados tanto física como mentalmente y heridos como estaban, organizarse para dar con el catatónico monje no era una opción. Muy posiblemente hubieran acabado por perderse y no poder volver a reunirse o bien siendo atacados por más de aquellos gigantescos gusanos. No podían luchar contra el plano y menos sin tener una sola pista de por donde empezar a buscar a Khorvin.

Por ello siguieron su camino guiados por aquel sacerdote de Asthar a quien habían confiado su vida. Les había salvado la vida cobijándolos en aquel refugio tan bien dispuesto. No parecía ser una persona malvada o mentirosa y durante el combate había luchado junto a ellos salvando la vida de Edzard. Nada malo podían decir tampoco de Droguil.

Por primera vez desde que estuvieran en aquel plano, el sol del amanecer surgió por el horizonte para quedarse. Seguía siendo un sol rojizo que no alcanzaba demasiada altura. Pero pronto se dieron cuenta de que su propósito no parecía ser el de alumbrar sus pasos, sino el de abrasarlos vivos. Como si aquel astro supiera que se encontraban atravesando el desierto, había decido quedarse con ellos dándoles calor, demasiado calor y agotando sus reservas de agua.

Por si fuera poco, cada pocos minutos se levantaba una fuerte ventisca que traía consigo molesta arena que se metía en todos los orificios al descubierto de sus cuerpos. Hubieran agradecido que aquellos vendavales fueran una brisa fresca que diera algo de descanso a sus enrojecidos cuerpos, fruto del incesante brillo del astro errante. Sin embargo aquellas ventiscas eran calientes como fuego y tan solo empeoraban la situación en la que se encontraban.

Por suerte para ellos, los artefactos mágicos de Lope les estaban salvando la vida casi desde su llegada al plano. Pese a las reticencias iniciales del clérigo, se detuvieron unos minutos a descansar. Estaban agotados, las piernas de Edzard empezaban a fallar y tanto Markku, como Lope y Cleon necesitaban beber y comer.

Por contra parecía como si el anciano y Droguil sintieran menos aquellas necesidades o el propio cansancio. Pese a la edad del sacerdote, parecía incansable. Podía ser que estuvieran más familiarizados con el clima o con el terreno que ellos pero aún así era difícil de entender la energía que demostraba aquel hombrecillo demacrado por los años.

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05/12/2017, 07:59
Markku Imrolt

- ¿Hacia dónde vamos, Mester? - Preguntó Markku.

- Creo que había quedado claro que regresábamos al sanatorio. - Respondió el anciano mirando al guardia.

- Llevamos horas caminando bajo este sol abrasador. - Se quejó. - Tengo los labios cortados de secos que está. Esa maldita arena se me mete en los ojos. - El guardia negó con la cabeza. - ¿No estás cansado? - Le preguntó finalmente.

- Evidentemente estoy cansado. - Respondió. - Pero si no me gusta la idea de detenernos es simplemente por seguridad, cuanto antes nos alejemos de éste desierto antes estaremos a salvo.

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05/12/2017, 08:04
Edzard Naggar

- ¿Cuanto queda, Mester? - Preguntó ahora Edzard. - ¡Éste desierto acabará por matarnos!

- No lo se, hijo. - Sonrió con cierta tristeza implícita en sus palabras el clérigo. - Nunca lo se.

- ¿No sabes cuanto queda? - Edzard frunció el ceño. - ¿Tienes la menor idea de en la dirección en la que caminamos?

- ¿Sinceramente? - Mester extendió las palmas de las manos hacia arriba y a los lados. - No tengo ni la menor idea. - Miró entonces a Lope. - ¿Tienes algo que pueda calmar a mi rugiente estómago? - Le preguntó al guardia.

Edzard no se creía lo que acababa de oír. Lo cierto fue que Cleon y Lope se miraron de forma instintiva buscando una explicación el uno en el otro sobre lo que acababan de escuchar. Por su parte Mester, parecía tranquilo y esperaba con calma a que Lope le proporcionara algo que llevarse a la boca. Droguil se tumbó de nuevo y cerró los ojos. Mientras tanto Markku trataba de no estallar contra el sacerdote. ¿Les había estado mintiendo? ¿Estaba loco? ¿Tenía un plan?

Edzard se puso en pie y caminó  unos pasos hacia el  anciano. Pasó por su mente agarrarle de la solapa de su túnica y zaranderarlo. Recordó entonces que nada malo les había hecho, sino todo lo contrario y a él en particular le había salvado a vida. Se dio  media vuelta y con los ojos enrojecidos y a punto de estallar en un mar de amargas lágrimas miró hacia el horizonte tratando de serenarse.

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06/12/2017, 07:29
Lope Ster

-Aquí tienes clérigo, solo me quedan raciones mágicas, que normalmente solo bastarían para uno de nosotros, pero haremos que sirvan, ya que la opción creo que es bastante peor.

Lope generó espontáneamente un trozo de pan blando, sumamente apetitoso debido al estado famélico en el que se encontraba el clérigo.

-Quieres decir que estas perdido y no sabes como llegar al santuario o que este plano absurdo nos soltará cuando le venga en gana y es entonces cuando llegaremos a nuestro destino? Dijo Lope mirando a su guía.

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06/12/2017, 08:09
Cleon

Cleon escuchaba preocupado al clérigo. Mester no parecía capaz de encontrar su ruta. Él mismo era incapaz de orientarse en este plano demencial, pero consideraba que el clérigo sería capaz de llegar hasta el sanatorio. No quería que la pesadumbre y la desazón llenara su alma, pero la cosa no pintaba nada bien.

Para colmo, las pocas raciones que llevaban se estaban acabando.

El futuro no estaba nada nítido.

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07/12/2017, 15:10
Mester Frelaand

Mester agarró las viandas que Lope le había ofrecido. No se trataba de un gran manjar, pero serviría para calmar su rugiente estómago. Lo cierto era que con el paso de los años, ya fuera porque su organismo le pedía menos a medida que su edad avanzaba o bien porque se había acostumbrado a comer más bien poco en aquel lugar donde los alimentos escaseaban, se conformaba con muy poco. No respondió hasta que hubo concluido con lo que estaba comiendo y de hecho tampoco no alzó la mirada hasta entonces.

- Dices bien Lope. – Afirmó con rotundidad el anciano clérigo. – Orientarse aquí no es fácil o difícil, sino que es imposible. Con el paso de los años he encontrado una forma de llegar allí donde realmente quiero ir. No me gusta hablar del tema, pues pensar en nuestro destino puede entorpecer nuestra llegada a éste.

Mester cerró los ojos por un instante, no fue un parpadeo, pues mantuvo los párpados cerrados más tiempo del habitual. Se le notaba cansado, sin fuerzas. Parecía encontrarse como ido o en otro lugar. Finalmente abrió los ojos de nuevo, pero ya no pudo enfocar hacia donde se encontraban las voces que escuchaba y las sombras que su mermada visión veían.

- Debes convencerte de que no quieres llegar al sitio al que realmente quieres llegar. – Dijo muy lentamente, deteniéndose en cada sílaba. – Sólo así el plano te llevará al lugar donde quieres ir. Sé que… - Mester dio una cabezada. Se le cerraban los ojos, parecía muy debilitado e incluso su respiración parecía ralentizada por momentos. - …sé que parece una locura, pero ese esfuerzo mental es el único que os llevará…

El clérigo gimió de dolor. Se llevó la mano al pecho, su cuello se tensó y su cara empezó a enrojecer. Segundos después todo su cuerpo cayó por su propio peso contra la caliente arena rojiza. No respiraba, no latía su corazón. Mester estaba muriendo y Droguil gritó con desesperación agarrando por los hombros a su maestro y comenzando a zarandearlo.