Partida Rol por web

Salisteis del refugio de Roland, el mar de arena se extendia ante vosotros como un oceano sin fin. Apenas os habiais apartado de la puerta cuando tres vehiculos y dos motos salieron detras vuestro a mucha mas velocidad. Unicamente una mano se lazo del segundo vehiculo, dando fe de que era Pratt el que se despedia de vosotros, solo cabia ver si seria algo definitivo o por contra volveriais a veros tras lo que estaba por llegar. Acelerasteis con vuestros tres vehiculos, adentrandoos en un terreno que no solo era hostil por el ambiente sino por las criaturas que en el moraban. Aqui y alla, grandes rocas y trozos de antiguos edificios sobresalian de entre las dunas, habia movimiento lejano y a veces incluso algo aparecia para desaparecer entre la arena. El tamaño no parecia excesivamente grande, pero siempre os obligaba a encañonar el lugar. La advertencia era clara, no solo os dirigiais a las granjas sino que parte del territorio era de los mutascorpius. Un tipo de animal que pocos del norte* conocian, aparte de que tenia la pinta de un escorpion pero en modo vehiculo acorazado.

Aqui y alla fuisteis viendo pequeños asentamientos, de los cuales no quedaban mas que el esqueleto y a veces ni eso. Ruinas y mas ruinas, donde no habia ni un solo techo que cubriese del sol que ya estaba cayendo. Aun asi el calor seguia siendo insoportable, aunque todos sabiais que cuando llegara la noche entonces seria un tremendo firo lo que atacaria vuestros cuerpos. De ahi las mantas que habia tiradas por doquier. No es que hubiera mucho espacio para todos y aquellos que iban con los explosivos, bueno contaban con una compañia de lo mas inestable, aun asi Dante que estaba junto a estos no paraba de reirse y jugar con vuestros temores a que todo hiciera BUMB, jugando con uno de los bidones.

El tiempo paso y pronto pudisteis ver las ruinas donde estaba la primera de las granjas. Los vehiculos se detuvieron a buena distancia, para que pudierais prepararos antes de la acometida final. La granja sobresalia de entre las ruinas de otro poblado. Por las estructuras sin duda eran ruinas antiguas. Estas cubrian parcialmente el lado derecho y la espalda de la granja, dejando el resto a las alambradas. Aun asi, desde la distancia podia verse que mucha de la pared que tocaba con las ruinas de la derecha, estaba hecha polvo, e incluso parte de las ruinas habian colapsado hacia dentro de la granja. La aprte frontal estaba en iguales condiciones, habiendo recibido de golpe a la tormeta de arena, presentaba numerosas fisuras en sus defensas, sin contar con que la puerta aunque cerrada no daba ninguna seguridad extra. Un buen golpe podria derribarla sin necesidad de mucho esfuerzo, si a eso incluiamos un vehiculo lanzado con toda su fuerza y cargado de lo que mierdas hubieran montado Dante y Shawn. La cosa podia ponerse rapidamente de vuestra parte. Mas cuando mirasteis en vuestro interior pudisteis comprobar que la segunda atalaya ya estaba casi completa y aunque no estaba muy estable, una figura parecia moverse por alli encima, haciendo compañia a la que se encontraba en la central, donde los ultimos retzos de sol golpeaban un arma de gran calibre montada y lista, segun las apariencias. La ultima de las atalayas se habia desplomado dentro, golpeando uno de los barracones, probablemente de ahi la informacion sobre los muertos y heridos. Sin duda no parecia un objetivo facil desde vuestra distancia, pero tambien era menos terrorifico de lo que podria ser si estuviera plenamente operativa.

Baje del vehiculo mientras miraba lo que se nos venia encima y una sonrisa asomaba a mis labios. Casi podia oir los dados rodando sobre la mesa y era justo ese momento, el que mas me gustaba, cuando estabas a punto de meterte en un fregao de tal magnitud que no sabiais cuando se aprarian los dados y tampoco si el resultado te seria favorecedor. Era justo mientras duraba ese sonido que me sentia vivo de verdad, pues habian pocas cosas mejores que esa... el sexo, tal vez, y no siempre. Dependia de con quien.

Me di la vuelta para mirar a los demas y mire a Dante que enseguida empezo a prepararlo todo. Despues mire a los componentes del grupo de incursion y luego a la distancia hasta las primeras ruinas y hasta la granja. Estaba claro que me hacia una idea del tiempo que necesitarian, mas la rubia no tardo en interrumpirle. Andriel la llamaban. "Veinte minutos para estar en posicion dijo". Mire de nuevo y parecia un poco justo, pero la pava tenia a Dante con ella y tras ver lo que era capaz de hacer, no se me ocurriria meterme con alguien que iba con el grandullon, y no porque ella pareciera menos bestia ni por asomo. El leon y la leona. - Veinte minutos pues. Poneos en marcha. - Mis ojos pasaron entonces a Alek y a la princesita, no era asi como lo habia llamado el hombre-puro. Nuestro dueto al volante y francotirador. Realmente esperaba que el cabron supiera disparar o ibamos a estar jodidos con ese arma pesada. Alek no tardo en arrancar el motor, sabia cuando le tocaba su turno y se puso en movimiento, practicamente a camara lenta a sabiendas de que a partir de ahora cualquier ruido de mas podria delatarnos. Mire a Oscar y señale mi cabeza, repitiendo la orden.

Tras eso mire al que seriamos el grupo de choque. La bestia de Khan, uno al que dificilmente se le podian dar ordenes pero que sabria lo que hacer llegado el momento y sino... bueno seria un escudo cojonudo. El apoyo pesado de Shane, esa puta metralleta debia pesar lo que mis dos pelotas juntas, y Leia como medico de combate. La mujer parecia estar preparada y eso sin duda daba confianza, cuando tu vida depende de alguien como ella. Tee y su ballesta, asi como esa mirada y sonrisa que hablaban alto y claro de las ganas de juerga que tenia. Jodida loca. Por ultimo Isaias, habia estado callado desde que empece a hablar, pero sus indicaciones con la cabeza dejaban claro que se enteraba de todo y que estaba de acuerdo con lo que habiamos hablado. Tras nuestras palabras, sin duda sentia que la cosa iba mejor.

No me podía creer que el jodido Shawn tuviera una NG42 en aquel maldito sitio, hijo de puta, eso se avisaba con antelación. Lógicamente me enamoré de ella, esperaba que mis demás armas lo entendieran, la NG42 jugaba en una liga mayor, no era fácil encontrar una de esas que funcionara y tuviera el aspecto de esta.

Sorprendentemente, y seguramente para satisfacción de los demás, había permanecido casi todo el camino en silencio, casi dormitando en la parte trasera de aquel destartalado cacharro, y no fue hasta que no nos bajamos que abrí la boca.

Cuando empiece la fiesta, entrad y buscad cobertura, nada de ir a lo loco, me encargaré de lo más grande que empiece a dispararnos la palabras iban dirigidas para los que formarían la primera línea de choque, Khan, Shawn, Teela e Isaias y... Alek se marchaba ya no hay marcha atrás, vamos a joder a esos putos chinos la cuenta atrás había comenzado.

Comprobé mis dos pistolas y el cuchillo en mi espalda, todo estaba en orden. Mi mirada se topó entonces con la de Leia tú siempre detrás de mí, ni se te ocurre ponerte delante sin avisarme, no me gustaría dispararte accidentalmente y que luego la otra loca venga a por mi con el bate me reí con mi propia gilipollez, nadie era inmune a los nervios no, en serio, avísame, cuando esto empieza a disparar no es bueno ponerse delante, no sé si has participado alguna vez en una misión con alguien con armas como esta, si es así, me lo dices y me callo ya, ¿vale? seguía mirándola no es que no te vea preparada ni nada de eso ya comenzaba a liarme, aunque al menos hablaba en voz baja para nada, pareces una tía muy capaz, sólo te lo decía, por precaución, ya sabes, no querrás que me toque curarte moví las manos y apoyé el soporte del arma en la parte delantera del vehículo mientras esperaba. Estaba fuerte, pero no era el momento de alardes.

Kiabi estaba ajustando las correas de la mochila cuando empezó la perolata de Shane.

Había asistido a la despedida de Pratt sin mover ni un músculo, tenía entrenamiento para aguantar eso y putadas mil veces más grandes, y la verdad es que estaba bastante entretenida y animada organizando los artículos médicos en los diversos bolsillos de la mochila, para usarlos con rapidez. Era la primera vez en su vida que tenía productos de primera calidad para una incursión y también se estrenaba en que a esa misión iba porque le daba la puñetera gana.

Le había llevado un buen rato pero había merecido la pena, se sentía como una niña que va el primer día de cole con todos sus libros, cuadernos y lápices nuevos y bonitos a estrenar, sensación que nunca antes había experimentado y que sería absolutamente perfecta si no fuese por el run run de fondo.

Cállate ya, joder.

Fue demasiado buena, lo dijo bajito y no lo hizo, él siguió y ella acabó poniendo los ojos en blanco, increíble que al final iba a ser el tipo el que consiguiese sacarla de sus casillas... Cogió aire despacio y lo miró mortalmente seria cuando terminó de hablar, no transmitía cabreo ni nada parecido pero sí una frialdad densa de las que cala los huesos y no animaba a continuar.

Cuando te diga que pares, para bajarme, para.

Se enganchó las tiras de la mochila que iban justo en el nacimiento del pecho, y después las de la cintura, los materiales eran resisntentes y de buena calidad, ya había decidido que no iba a devolverla. Todo aguantaría perfectamente, aunque dió unos cuantos saltos a diferentes alturas para comprobarlo ¿Cuántas veces había llegado a un herido y en la bolsa roída que usaba sólo quedaban pizcos de algo que se suponía que curaba?

Cogió los tres cuchillos de varios tamaños que había pedido, y le habían dado, y se los colocó en el cinturón, también el arma de fuego, cargada y con munición en la mochila.

Estoy lista.

Mentiría si no dijera que se alegraba de haber salido de aquel refugio, por mucho que significara una pausa en el puto infierno que significaba el yermo. Sinceramente, siempre había preferido aquel lugar, solitario y peligroso pero conocido, a lo impredecible de otros seres humanos cada uno con su defecto personal. Por supuesto, segundos más tarde salían vehículos, con gente que no se sabía si se volvería a ver. De cualquier manera, la paz volvió una vez que echaron a andar, o al menos una tensión agradable, viva, algo a que aferrarse sin miedo. Algo familiar. Ruinas, monstruos y un calor que podría quemarte vivo si te descuidabas. 

¿Y se supone que esta mierda tiene que resistirnos? - pensó confiada, mirando alrededor una vez que llegaron a su destino. Podría estar peor, sí, pero definitivamente podía estar mucho muchísimo mejor. Aunque había que decir que tenía sus puntos fuertes, dentro de todo. - Por fin en casa - pensó con una sonrisa entusiasmada creciendo en su rostro mientras se relamía, pasando su lengua lentamente por sus labios, sedienta de un poco de adrenalina. Tras mirar alrededor, se acercó a Shawn, parándose a su lado - ¿Alguna apuesta, irlandés? Más te vale tener un whisky esperándonos a la vuelta. 

Ladeó un poco la cabeza al escuchar a Shane. Al menos no le daba instrucciones a ella, así que la situación le parecía de lo más graciosa. Que no se dijera que no tenía buenas intenciones, después de todo, les estaba instruyendo como evitar cruzarse en el amigable camino de una bala. 

Creo que ya lo tienen, campeón - dijo guiñándole un ojo mientras apoyaba la ballesta en su hombro. - ¿Estamos, gente? 

Los grupos se separan, pronto solamente quedamos nosotros cuatro y nuestro nuevo conductor, el saco de carne para partes. No es que me quejara la verdad, pero el tipo tenia pinta de ir a sacar los pulmones por la boca en cualquier momento y sin duda seria algo digno de verse sino estuvieramos de mierda hasta el cuello. Anda, no jodas, yo he dicho eso. Seria digno de verse y punto. Necesito alcohol, mucho y dudo que nadie se haya traido whisky a esta mierda de sitio. El tipo del refugio se pone a explicarle a la medico lo de no curzarse por delante del arma, porque por donde salen las balas hace pupa, ademas se le ve bastante experto en el tema. La medico por su parte se esta comportando y solo lo manda a apseo un par de veces. Bueno, podria ser peor podrian estar a punto de clavarse algo entre ellos.

Tras eso mire a Isaias, estaba preparando los vehiculos. El blindaje extra del que llevaba los explosivos iba a ser una tortura pero seguro que podiamos hacer algo con ello. Poco a poco todos iban tomando posiciones hasta que de pronto Tee se me acerca para quedarse a mi lado. - ¿Que ya de vuelta? - Le sonrio, a sabiendas de que a veces se pierde en su propia cabecita. Su mirada y sus palabras me hacen cambiar la forma de mirarla mientras unas palabras escapan de entre mis labios, apenas susurradas. Mi sonrisa se ensancha mientras me pongo en marcha hacia los vehiculos. - Creo que ya es hora, todos arriba, esto va a ser un viajecito de los buenos. Ya sabeis, poneos los cinturones, no saqueis las manos fuera del vehiculo y hacedme el favor de follaros a todo hijoputa con ojos rasgados, o sin ellos que intente matarnos. Que tengan una mala y corta travesia con cuatroruedas Shawn, la peor agencia de viajes por el Yermo. - Tras esas ultimas palabras, el motor del vehiculo principal ruge mientras os subis a él. Habeis dejado algo de ventaja a los otros dos grupos, para que se posicionen, es ahora cuando comienza la diversion.

Apuesto a que deberias matar mas que yo pequeña Tee, deberias hacerlo. - Yo tambien me relamo los labios, parecido a como tu solamente que mi necesidad es de otra cosa, obvia y clara cuando mis ojos se posan en ti. - O sino, no vas a beber ni una gota de whisky cuando volvamos... - La sonrisa es de las buenas, de las juguetonas y esta claro que aunque le ganes tiene algo en mente para ti, y es mas que proabble que incluya whisky.

Os colocais dentro del vehiculo. El espacio es mas que simplemente reducido, pero dejais a Khan, Isaias y Shawn la parte trasera, la mas facil para salir y lanzarse al combate. Tee parece pelear un poco con Shawn pero al final, a regañadientes acepta la forma de colocarse. La situacion no es sencilla. Dos vehiculos, uno enganchado al otro, llegado un punto habra que soltar el primero para que se lance como una bola de fuego contra la puerta y llame la atencion de al menos treinta hombres armados e igual de locos al menos, como vosotros. La tension en el ambiente se palpa, casi podeis paladearla ademas del olor a sudor. Rusty arranca el motor, el ronroneo del mismo deja claro que lo han arreglado o modificado sino seria dificil que pudiera con la bestia que lleva delante cargada de muerte en formato plastico.

El vehiculo acelera, al principio las ruedas giran sobre si mismas mientras el vehiculo adquiere la fuerza para arrastar el primero. Lentamente pero poco a poco, el coche se pone en marcha. El hecho de que haya una pequeña bajada sin duda ayuda a que pronto el vehiculo adiquera velocidad. Ois los susurros encabronados de Rusty mientras escupe al suelo del vehiculo. Sigue apretando el acelerador mientras encañona con los vehiculos la entrada. Las primeras balas comienzan a impactar en ambos vehiculos y con fuerte voz Shawn comienza a cantar en un idioma que nadie entendeis, pero rapidamente el ritmo de la musica se hace pegadizo. A cuantas mas balas caen, mas fuerte canta el irlandes. La bestia de las hachas le mira, casi dispuesto a decirle algo pero el irlandes sin inmutarse le sonrie mientras sigue aumentando el ritmo y la fuerza de la cancion. Las balas ya llueven sobre vosotros, son de pequeño calibre pero ahi estan, bailando y repiqueteando sobre vuestros vehiculos.

Rusty gruñe cuando una bala perdida le impacta en un brazo, no es algo serio e incluso el siempre taciturno hombre gruñe mientras sigue apretando el acelerador. Pronto el numero de proyectiles es mayor cuando escuchais un tableteo mas fuerte, mas cadencioso y los impactos en el vehiculo de delante se oyen con una fuerza demoledora. Apenas dura unos cinco segundos si llega. Un sonido mas fuerte, rompe todos los demas y silencia a perpetuidad a esa bestia que reclamaba vuestras vidas. Rusty gruñe y por primera vez habla. - Preparaos. - AL cabo de unos segundos le da al enganche apra soltar el coche-bomba, pero el enganche no funciona. Le vuelve a dar mientras sigue acelerando pero parece que alguna bala o algo ha jodido el mecanismo. Veis como se pone nervioso y eso siempre es mala señal. Otra vez y otra y el enganche no se mueve, de pronto Leia que es la que esta mas cerca ve el motivo, uno de los cables se ha soltado, no es que sea un hacha en temas de explosivos pero usas uno de tus cuchillos  como enlance y al siguiente intento, la carga se suelta. - Ohh... mierda.

Si, el tiempo perdido ha hecho que esteis demasiado cerca. Rusty da un volantazo, el vehiculo aun con todos vosotros dentro se levanta pleigrosamente sobre dos ruedas, no demasiado pero si lo suficiente como para daros que pensar. La lluvia de balas arrecia y de pronto decae cuando los putos chinos parecen intentar escapar del vehiculo. La explosion es simplemente brutal, destroza vuestros timpanos y hace que el coche se tambalee y Rusty pierda en control, dando un par de vueltas sobre su eje y dejandoos varados al lado de la muralla exterior. Es la hora de correr. La muralla aprece estar bien, el vehiculo sirve de proteccion y habeis ido a dar con el lado de las ruinas, podeis intentar internaros en ellas, pero son las mismas que usaron vuestro grupo de infiltracion. Cuando mirais en direccion a la puerta no hay nada, las protecciones de hormigon, la puerta, gran parte de la muralla han desaparecido, dejando escombos, sangre, gritos y trozos de carne sanguinolenta por todo el lugar. Escuchais calramente a esos cabrones gritando ordenes. Apenas teneis un momento, afianzar lo conseguido, retirarse a las ruinas. Es cosa vuestra, ahora aunque vayais en grupo, cada uno toma sus elecciones. Shawn no tarda en salta al suelo con los otros dos. Isaias se cubre con el vehiculo mientras los otros dos avanzan hacia la muralla y hacia el boquete abierto. Al pasar al lado veis como en el ultimo momento una bala de francotirador ha matado a Rusty, el tiro no ha sido bueno pero le ha colpasado por dentro, un cuerpo ya de por si machacado.

Un chino aparece con un par de pistolas de entre el fuego. La mas rapida en reaccionar es Tee, se lanza al suelo y pronto uno de sus dardos vuela hasta clavarse en la cabeza del chino que cae al suelo sin llegar a emitir ruido ninguno. Al levantarse veis sus onrisa y sobretodo su extraña arma, una ballesta. Shawn amartilla el arma mientras sigue cantando por lo bajo la cancion, con sus ojos calvados en Tee, y pronto las balas llueven de nuevo. La mirada del irlandes se desvia hasta Shane y su mirada lo dice todo... ¿Empiezas? Isaias por su parte golpea el lado del vehiculo, un par de vecesmientras tambien abre fuego en un momento dado eliminando a otro gilipollas que no venia preparado. Casi parecia que esto iba a ser un paseo, cuando una granada cae justo delante del vehiculo. La explosion no os hace casi nada, todos estis bien parapetados o lejos del radio de explosion, aun asi deja claro que la parte "facil" ha terminado.

Aleksander le da al acelerador, te das cuenta de como aprieta y mueve el volante, de forma diferente a como lo hizo en la carretera. Esto es un puto desierto y hay que saber tratar a tu vehiculo si no quieres que te mande a la mierda. Aun asi pronto dejas de hacerle caso mientras le vas dando indicaciones en cuanto a posicion y distancia. Con el puro en la boca sin encender, va dando vueltas hasta colocarte donde pides. El lugar es idilico, sin duda, pero tambien obvio. No tardaran en darse cuenta de tu presencia asi que mas vale que te pongas las pilas... o mejor dicho que el puto grupo de infiltracion se ponga las pilas. Paseas la mirada por el campamento, todo parece normal, todo de acuerdo a lo que han dicho. El sudor sigue cayendo por tu frente aun con el pañuelo que ya esta empapado. Sabes que eso no es bueno, cuando caiga la noche, bajaran las temperaturas, es mejor moverse.

Pronto tus amigos se ponen en marcha. Miras lo que ocurre y os dais cuenta de que cuando deberian haber soltado la carga aun no lo han hecho. Pronto ves como el arma pesada se gira en su direccion y comienza su baile. Sonries, apuntas y a traves de la mira ves como la cabeza del hombre no tarda en estallar como un melon. Headshot a la primera. Quitas el ojo de la mira un momento y para cuando inspeccionas el campamento te das cuenta de lo que ocurre. Hay un oficial dando ordenes no muy lejos de donde todo se ha ido a la mierda con el coche bomba. A lo lejos puedes ver a un grupo que parece estar afianzando una posicion y a un par que se dirigen de nuevo a la ametralladora pesada. Cada leccion es un ventaja o una desventaja para tus amigos... tienes que elegir a por quien iras.

Os habias colado por las ruinas. No habia sido facil llegar sin ser vistos pero todos vosotros teniais algo en comun a excepcion de una loca de pelo azul con un bate. Si no queriais que os viesen, no os veian. El acercamiento fue lento, teniais un margen de tiempo y para cuando llegasteis a las ruinas os disteis cuenta de que tendriais que moveros deprisa. No fue facil, el lugar estaba lleno de trampas, no especialmente diseñadas ni muy artisticas pero si letales. Andriel se movio como solo ella sabia hacer, atraveso el lugar señalando donde no pisar y que sitios evitar mientras el resto practicamente la seguiais. Tan centrada estaba en rastrear posibles trampas que no lo vio venir. Desde una de las casas ruinosas salio un hombre con un toroz de madera, el movimiento, el balanceo fue perfecto para cuando la rubia pudo ver como se acercaba la improvisada arma... para quedarse ahi. Li le acababa de batear la cabeza con todas sus ganas, sin quedarse a medias. El gesto de victoria resultante quedo placado cuando Dante no dudo ni un instante en taparle la boca antes de que gritase lo que ya todos conocian. Casi pudo oirse como se tensaban todos los musculos por la situacion.

Ibais contra reloj, habia mucha mierda que evitar.. Si gritaba eso estabais jodidos. Dante la sujeto hasta que estuvo seguro de que no ahria nada y despues se aparto, levantando las manos. Dejando claro que no queria problemas mientras señalaba en direccion a la granja. Alli no muy lejos, podia verse el muro que rodeaba la misma en esta zona. Estaba roto, colapsado, ahora faltaba ver cuanta fiesta quedaba. Os acercasteis dejando un par mas de cadaveres en el proceso y evitando unas sombras que no tenian pinta de ser humanas... algun tipo de animal y eso en estos paramos no era bueno.

Casi sonreisteis cuando visteis un agujero por donde entrar. Un sonido rompio con todos los demas durante un fraccion de segundo. Un disparo de francotirador. No mucho mas tarde de ese momento, el cielo se ilumino con multitud de colores amarillos y rojos junto con una estridente explosion que parecia iba a arrasar el lugar. Dante sonrio, sonrio como lo hace alguien que disfruta de sus creaciones. Se le notaba en la sonrisa, en la mirada mientras sacaba sus manos y mostraba unos frascos de cristal. Los colores eran variados y algo os decia que no iba a guastarles mucho a esos chinos. Cruzasteis la muralla para daros de lleno con uno de los barracones. Por el ruido estaba claro que los hombres se estaban levantando, debia haber algo menos de una decena ahi dentro y vosotros estabais justo a sus espaldas. nadie parecia haberse fijado en vosotros... hasta que Li le da un toque en el hombro a Andriel y señala mas alla. En uno de los laterales podia verse dos perros grandes, de los de presa, uno de ellos miraba en vuestra direccion ladeando la cabeza, como intentando averiguar quienes erais. No parecian muy listos, pero sin duda tenian pinta de estar bien alimentados y entrenados...

La decision habia sido tomada, los grupos distribuidos segun funcion y capacidades ( o eso se esperaba) y nos habiamos puesto en marcha de forma rapida y diligente... pareciamos casi un equipo compenetrado pero, como solia pasar, aquello solo se demostraria cuando la situacion se toeciera y nos estuvieran jodiendo por todos lados
Me encogi de hombros, apatica, cuando mi grupo quedo reducido a Ligeia y Dante, junto conmigo. Sin duda un numero reducido ayudaria a infiltrarnos pero que mi compañera se empeñara en chillar, cual loca, cada vez que reventaba a alguien con su bate dudaba que fuera a ayudar; pese a todo nos dirigimos a nuestra posicion con apenas un cabeceo a modo de despedida del resto
¿Compañeros?¿Aliados? Dudaba como catalogar a cualquiera de ellos, salvo tal vez a Dante, y no duddaba que cualquiera de mis supuestos compañeros me venderia al mejor postor si con ello podian salvar el pellejo. Escupi al suelo, despojandome de algo de arena que se me habia metido entre los dientez y de la sensacion de abandono por parte del resto... me subi el pañuelo que llevaba al cuello y les hice un gesto a la pareja que me acompañaba para avanzar
El inicio fue decepcionante y, a la vez, esperanzador pues las trampas diseminadas por el lugar parecian colocadas por novatos, con lo que no me fue dificil ir sorteandolas e indicar a mis acompañanges donde no debian pisar... aqui y alla alguna sombra un tanto peculiar, movimientos demasiados rapidos y silenciosos para ser humanos e incluso algun gruñido lejano nos indicaba que mejor era no bajar la guardia, que no estabamos solos, pero ello solo me sirvio para ser sorprendida por un energumeno.
Su acto quedo, no obstante, abortado a medio camino por la siempre dispuesta bateadora, rematando la faena Dante para evitar ser descubiertos
El corazon aun me latia acelerado pero, bajo el pañuelo, aun pude esbozar una sonrisa agradecida mientras alzaba el pulgar.
Me reprendi a mi misma por caer de un modo tan simple en aquella emboscada y, cabreada, me centre en lo que nos concernia de forma mas inmediata demostrando que aun tenia habilidades sobradas para aquello, degollando a un par mas de aquellos chinos escondidos sin hacer el menor ruido... estabamos dentro
Pero la precaucion de nuestro avance habia consumido el tiempo del que disponiamos y la fiesta acababa de empezar sin darnos tiempo a colocarnos
Una explosion de peculiares colores dio el pistoletazo de inicio, junto al inconfundible sonido del rifle de Oscar, dando paso al festival
Bonitos fuegos artificiales, Dante.¿Que tal si haces otro tanto con ese barracon? Ligeia ¿Te encargas de la puerta? Los que salgan para evitar las llamas y la explosion son tuyos... yo tengo que jugar con esos chuchos - sugeri mientras desenfundaba ambis cuchillos
Si los perros venian hacia mi corriendo yo haria otro tanto, hacia ellos, y en el ultimo momento me dejaria caer sobre las rodillas y hacia atras, resbalando por el suelo de espaldas, mientras lanzaba un tajo a cada perrete al vientre; si por el contrario seguian mirando hacia nosotros sin acercarse, me agacharia en cuclillas, escondiendo uno de los cuchillos a mi espalda, y llamandolos cariñosamente con la mano libre como si los quisiera a acariciar, empleando como señuelo algun trozo de comida de mis provisiones... si colaboraban intentaria no tener que matarlos, si veia que desconfiaban y eran propensos a atacar pese a todo, cua do estuvieran olisqueando la carne ...!zas¡ tajo al cuello

Me gustan los preliminares, la cosa se va calentando poco a poco, cada uno poniéndose a tono a su manera. Era obvio que a Shawn le iba cantar, no era su estilo, pero por lo menos no lo hacía rematadamente mal, lo que pasa es que había roto la magia del momento para el resto, y es que había que tener mucha capacidad de concentración para poder seguir con el ritual propio.

Yo tenía varios, pero en este caso, y debido al ruido, decidí buscar algo bonito en lo que fijar la atención. Si iba a morir, por lo menos me llevaría esa imagen. En este caso fue el rostro de Leia, sentada justo enfrente, que tuviera novia era irrelevante en este caso, ya que mi objetivo no era dejar que mi mente fuera a la suya, sino todo lo contrario, centrarla en algo para no acojonarme vivo por toda la mierda que estaba sucediendo a mi alrededor.

Hasta que toca actuar.

Los daños por el impacto han sido mínimos en el grupo, sólo una baja, casi un milagro visto lo visto. Apenas oigo, pero en este caso, no hace falta. Voy cargado a tope, lo que me hace más lento, eso no es malo, pues permite al resto tomar posiciones. Cómo supongo que todos están igual de sordos que yo, agarro el brazo de Leia y señaló la parte de la puerta del vehículo para que tome cobertura. Luego me señalo los dos ojos y hago un gesto que engloba nuestro alrededor visible.

!Atenta por si ves algo pesado o un francotirador!

Le grito todo lo fuerte que puedo mientras apoyo mi preciada NG42 sobre el capó, pero la tengo que retirar rápidamente parapetándome de manera momentánea ante la explosión. Ya me están tocando los cojones. De nuevo a la palestra, sólo que esta vez con el gatillo ya apretado en dirección al lugar desde el cual han soltado la puta granada mientras busco hijos de puta amarillos a los que hacer trocitos, y es que sólo el ruido de la ametralladora acojona, claro que también te convierte en un blanco jugoso. 

Estaba más nerviosa que en las incursiones de los últimos doce años. Cuando era esclava lo único que se jugaba era su vida, y había llegado a tales niveles de humillación que a ratos le daba exactamente igual perderla, pero con la llegada de la libertad y de tener algo por lo que luchar la valoraba de verdad y por primera vez en lustros tenía miedo por ella.

Pero no estaba dispuesta a permitir que eso la convirtiese en una cobarde, no pensaba achantarse ni eludir sus responsabilidades.

Kiabi miraba hacia la extensión desértica con atención e interés, siendo plenamente consciente de tener dos ojos fijos en ella, lo que le hizo desviar la mirada un par de veces, algo interrogante y casi desconcentrada, pero decidió que estar alerta sobre lo que pasaba a su alrededor era mucho más importante y acabó por ignorar lo que fuese que estuviese haciendo o pensando Shane, al cual no entendía ni remotamente.

Ni pensaba aplicarse en hacerlo.

No hubo tiempo para mucho más, el asunto se complicó y la fiesta empezó con la muerte de Rusty , que en honor a la verdad y a la gravedad de sus heridas, debería llevar muerto desde el día anterior, así que mira, ese tiempo extra que se llevó y encima había muerto haciendo algo útil. No todos podían decir lo mismo.

Cuando el estruendo desocupó de gilipolleces el cerebro, con la adrenalina a toda leche y dispuesta a ponerse a la acción notó que la agarraban, se soltó con furia, mirándo al tipo con inconfundible mala hostia, y mira que fue buena que no lo empujó, ni pegó un triste puñetazo, ni siquiera le disparó.

Se fue agachada a buscar el walkie, por si llamaban pidiendo ayuda o dando instrucciones y su idea era, después, ponerse a cubrir el franco que quedase expuesto cuando los demás se fueran colocando mientras ella volvía de recoger el comunicador - sin perder la oportunidad de intentar ver como estaban los demás, por si la médico hacia falta pero no podían avisar... En el camino de regreso desenfundó el arma cargada.

Negando con la cabeza con una sonrisa tras las palabras de Shawn, Tee se ríe y le estrecha la mano, cerrando un trato silencioso. - Hecho - le responde en voz baja mientras él avanza hacia los vehículos, caminando tras él y subiéndose ella misma de un salto entre medio de peleas con el pelirrojo.

Y como no había fiesta sin música, mientras el irlandés le daba algo de vidilla a la lluvia de metal en el desierto, el primer fallo de la noche apareció como una bendición caída del cielo, los putos explosivos no querían salir, y se veía que más de alguno no encontraba entre su lista de formas aceptables de morir el chocar a lo kamikaze para hacer que algo hiciera ¡BUM! Menos mal que Leia no tarda en arreglarlo y suelta la fuente de fuego, dándoles suficiente margen de tiempo para una divertida voltereta en auto y una carrera a pie. ¿Quién dice que hoy en día la diversión era escasa?

Vale, momento de evaluación - piensa mientras corre hacia el vehículo haciendo una barrida, para luego asomar la cabeza por uno de los lados cual gato curioso. - Buen kabum - sonríe mientras observa la carne regando el paisaje y la silueta de la muralla faltante. - Lástima por él - se encoge de hombros al mirar con Rusty, manteniendo una conversación interior. Al menos había cumplido su parte de la misión. - Segunda carrera - se dice antes de echar a correr hacia la muralla. 

Por supuesto, en toda fiesta, hay un invitado que simplemente no sabe seguir las reglas de etiqueta. ¿Quién llegaba con dos armas en mano? ¡Falta de educación! Y como buena anfitriona, o invitada de improviso, o lo que fuera que fuera, Tee se lanza al suelo para evitar un disparo y le lanza un dardo conmemorativo de esta especial ocasión. - ¡Punto! - le grita a Shawn, con una sonrisa victoriosa de oreja a oreja mientras vuelve a acomodarse la ballesta. Lástima que los chinos fueran una mierda de perdedores y tuviese que seguir corriendo casi al instante si no quería quedar como colador. 

¡Vale, vale, ya entendí! - grita tras tomar refugio detrás de alguna ruina, para poder apuntar bien con la mira de su arma. Quizás una ballesta no sería tan eficiente contra masas como la metralleta, pero lo de divertida y precisa no se lo quitaba ni la mejor puta del Yermo.

El fuego en la entrada seguia rugiendo, os parapetsteis esperando que salieran, que quizas incluso lo hicieran a lo loco como el primero pero nada ocurrio. Las llamas seguian crepitando mientras esperabais algo que no ocurrio. Poco a poco notasteis movimientos y de pronto un vehiculo asomo por entre las llamas. No era un vehiculo especialmente grande, mas bien aprecia para mover pequeñas cantidades de droga. En el mismo momento que apuntasteis vuestras armas, varias grandas salieron volando en vuestra direccion. Las dos primeras cayeron delante de vuestras protecciones y a poco que os cubristeis evitasteis el daño, pero las siguientes dos en lugar de provocar explosiones emepzaron a soltar humo que no tardo nada en cubrir vuestra posicion. Esos escasos segundos perdidos mientras vuestra vision se nublaba, vuestros enemigos recuperaron parte del terreno. Las balas de pequeño calibre empezaron a rocia el vehiculo, siendo este el objetivo mas facil de determinar mientras Shawn y Tee se perdian entre las sombras de las ruinas. Les veiais moverse, pero sin saber bien que harian.

Isaias miro a Shane y le hizo un gesto simple, el hace de señuelo, usa una granada y el otro se encarga de los cabrones. Una idea simple, facil y que pronto se vio recompensada por el tableteo del arma pesada. En cuanto levanta la mirada por encima del vehiculo que esta recibiendo de lo lindo ves a seis hombres armados en grupos de tres y a otros tres que usan escudos de gran tamaño para cubrir lo mejor posible a los otros. Mas tu arma claramente llama la atencion, sin media palabra todos dirigen el fuego en tu direccion pero no antes de que uno de los escudos caiga y otro hombre tambien acribillados por el calibre de las balas que usas, aun asi uno de esos cabrones tuvo suerte y una de sus balas impacta en tu chaleco, obligandote a cubrirte mientras notas el lacerante dolor en tu pecho. La bala ha sido detenida, pero eso no quita que duela. La municion normal no atravesaria los escudos, para eso estas tu. Isaias no tarda en abrir fuego tambien, obligandoles a centrarse en dos posiciones diferentes, tras eso se gira y mira a Leia que parecia ir a ver a Shane. La detiene con la mano y señala su rifle a la espalda, despues el suelo, por debajo del vehiculo y a los chinos. una posibilidad, la distancia no es la optima pero al menos puede darles un susto, mientras las balas siguen rociando el vehiculo dejando claro que no os ireis en él de vuelta.

Desde las osmbras Shawn y Tee ven como los enemigos se acercan a vuestros compañeros. Las sombras de las ruinas parecen interesantes, mas ahora mismo Shawn señala a los chinos y sobretodo al que parece el jefe. Tee les mira y asiente, coloca la ballesta y cuando esta a punto de disparar su zona se ve regada de balas, por un milagro ninguna da en la mujer que acaba tirada en el suelo junto con Shawn tras un muro de piedras. Desde esa posicion, Shawn señala el techo de los edificio internos de la granja, a algun cabrito se le ha courrido utilizarlos como ventaja tactica. La mirada lo dice todo pero entonces Tee ves como el hombro de Shawn esta manchado de rojo, no mucho pero si lo suficiente como para que te llame la atencion.

El enemigo os ha dividido en dos, Leia no puede llegar hasta Shawn y Tee y os comenzais a ver superados en numero. La rafaga desde uno de los tajdos proximos no os ha pasado desapercibida y el hecho de que no haya fuego de respuesta deja claro que mas os vale poneros las pilas. Los enemigos siguen acercandose, abriendose para cubrir sus flancos. Si Tee y Shawn no estuvieran acorralados podrias pinzarlos pero ahora mismo la cosa se os esta complicando.... y no queda mucho tiempo.

Entrais, el movimiento en los barracones es obvio. La explosion ha puesto en pie a los pocos que estaban durmiendo su turno. Andriel no tarda en dar sus ordenes ante lo que la sonrisa de li se ensancha, batera como si estuviera en un campo de entrenamiento o algo similar. Dante asiente mientras le dedica una mirada a los perros y despues a la rubia, sin duda habia un monton de opciones en cuanto a comentarios mordaces sobre la situacion, aun asi la lascivia en su mirada es clara sobretodo cuando mencionaste lo del polvo si tocaba esperar. Saca dos tubos de una bolsita, los coge entre los dedos mientras señala a Li que vaya a la puerta, avanza por el costado del barracon, lanzando uno de los tubos apenas se ha puesto a caminar y otro al llegar casi al final. El cristal roto de la miniventana del barracon es lo mas fuerte, luego solo ois a gente exclamando y probablemente cgandose en la puta en un idioma que no so suena de nada. Pasan unos segundos sin que nada ocurra, mas Dante sigue caminando hasta llegar casi al final del barracon, alli un chino enorme le slata encima a traves de la ultima de las ventanas. Mirais en su direccion un instante justo antes de que el barracon se convierta en apenas unos segundos en un maldito infierno, nada de explosiones, fuego, fuego que se extiende rapido de cojones.

Ligeia se aleja en direccion a la puerta, casi saltando como una niña con un regalo nuevo mientras sus manos se cierran con fuerza y ganas alrededor del bate. No tardais mucho en escuchar el primer Gol!, junto con el sonido inconfundible de una cabeza partiendose.

Hasta el momento en que Dante cae al suelo con el puto chino enorme, todo va bien.  Andriel observa a los perros y ellos a ella, os miran y olisquean sin parecer especialmente molestos. Es mas tus gestos aprecen casi convencerlos, hasta que el barracon estalla en llamas. momento en el que se ponen nerviosos, enseñando sus dientes y ladrando con fuerza antes de lanzarse a la carrera en tu direccion. Haces lo mismo sales corriendo y te dejas caer al suelo con las cuchillas a ambos lados, el primero de los perros no tiene tiempo de reaccionar, tu cuchilla abre su vientre como si fuera un queso muy curado, pero el segundos e da cuenta de la treta y en lugar de esquivarte, se lanza literalmente sobre ti, con su peso y sus dientes mientras notas la furia en sus pequeños ojos. Te da tiempo a levantar el brazo, interponiendo tu nueva armadura justo cuando su mandibula se cierra con fuerza sobre ella. Notas la presion de su boca sobre tu brazo, como los colmillos han casi atravesado la armadura y al fuera con la que tira del trozo de cuero. Mientras su compañero se retuerce en el suelo moribudno, ve tu movimiento y se aparta, te enseña los dientes con fuerza, listo apra atacar de nuevo cuando un fuerte silbido inunda el lugar. Un silbato. El perro se mantiene en el sitio unos segundos antes de darse la vuelta y correr en direccion al sonido.

Miras atras justo para ver como los hombres que salen del barracon aunque quemados en diferentes grados, siguen siendo peligrosos. Tres estan a los pies de Ligeia pero han salido dos juntos y se lo estan haciendo pasar mal a la loca de pelo azul, con sus cuchillas y sus movimientos, incluyendo arena y demas cabronadas que puedes esperar de gente que pelea sucio.

Kiabi se soltó rápidamente del contacto -¡Ponte tú ahí si quieres!- Gritó. Claro que gritó. Porque entre los ruidos de las granadas y de las balas no se escuchaba una mierda, porque aunque estaban cerca, entre el humo y la arena no se podía ver ni respirar, joder, porque estaba agobiada y la adrenalina ya estaba purulando por sus venas a toda leche.

Y porque estaba harta de que le dijesen lo que tenía que hacer, era mayorcita y lo sabía perfectamente.

Para estar en un sitio resguardado y aparentemente seguro seguro que habría algún otro voluntario, ella tenía que estar lista para correr en cualquier momento para quién hiciese falta, así que se puso a lado de Shane, todo lo cubierta que pudo, y empezó a disparar a objetivos según las posibilidades que le daba el arma.

Así que la chica era arisca... ni que hubiera intentado meterle mano... entonces recordé sus preferencias. Mal momento para pensar Shane, mal momento...

La siguiente vez que volvió a verla fue debido al dolor de su pecho. Metí el dedo en el agujero del puto chaleco y sonreí casi divertido a la chica que ahora era su pareja de baile. Le había echado huevos y había venido hasta aquí, aunque saltándose las instrucciones del líder del grupo, claro que a lo mejor se creía que me habían herido.

Esperé a que Leia empezara a disparar... uno, dos... al tercer disparo volví a colocar la metralleta, sólo que estaba vez sobre el maletero del vehículo, cambiando algo mi posición para que no me masacraran nada más salir, sabía que apenas disponía de unos segundos antes de que volvieran a centrarse en el cabrón que la tenía más grande, el arma, por supuesto, y comencé de nuevo la lluvia de balas sobre los cabrones de los escudos, esos que mis compañeros no podrían eliminar con facilidad.

No tenía ni idea de donde estaban Teela y Shawn, ¿una puta ballesta? ¿y las putas granadas? tampoco tenía idea del equipo de infiltración, a estas alturas podría estar hasta muerto, pero ya no había vuelta atrás.

Estaba seguro de que ahora mismo la ametralladora era la mejor opción para obtener ventaja, no pensaba abandonarla fácilmente aunque era consciente del riesgo, y bueno, por lo menos la matasanos estaba cerca, eso si, no pensaba pagarle ni un duro.