Partida Rol por web

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 21:10.

- "Marquesa..." - Interviene de nuevo Caoban. El rostro del hombre parece sorprendido, y quizá con algo de temor.

Parece preocupado por la opinión de los invitados, pero una dura mirada de Trescaras pese al yelmo que la oculta, le hace sobreponerse e informar a la Marquesa con todo detalle.

- "Se ha detectado la aparición de dos naves en el sistema. Nuestros sensores no han detectado de qué parte del Laberinto han llegado o cómo han aparecido aquí, pero están demasiado cerca." - Comenta con cierto tono de alarma.

Manipula una especie de mando, y en uno de los monitores aparece una imagen:

- "Una corbeta y una nave de grandes dimensiones... Tenemos transmisión entrante." - Avisa tras comprobar los análisis del ordenador. - "La paso al sistema de altavoces." -

Al habla el Capitán Expurgare Melpurgis. Solicito permiso para acudir al cónclave como gobernante del planeta Myrmidia.

AÑO: 783 D.

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MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 21:10.

El Emisario Urban de Golgota saludó al Administrador Caoban, manteniendo una actitud totalmente cordial y respetuosa. Una vez llegó a la sala sus ojos observaron a todos los presentes sin ningún tipo de reparo, la mirada fue directa a los ojos. A sus espaldas se encontraba Kolette junto a un grupo de Xombies.

Las primeras palabras de Urban fueron dirigidas a la Marquesa- “Primero de todo, me gustaría agradecer a Marquesa su recibimiento y el lugar que ofrece para la reunión que esta por realizarse. Gracias en nombre de toda Gólgota.” -  

Sus ojos se posaron en la primera figura que hablo, el Rey Laertes de Atenas – “Ilustrisimo rey Laertes” – el tecnomuerto hizo una breve inclinación de cabeza en gesto de respeto – “Ha sido un viaje tranquilo, sin ningún tipo de contratiempos. A decir verdad, tenemos un profundo interés en la cumbre que está por iniciarse. Nos complace mucho estar presentes y agradecemos la invitación que nos habéis ofrecido.” – El administrador llamó la atención de Urban y haciendo un gesto de disculpa al Rey Laertes se giró para observar a Caoban y el monitor. Ante la nueva noticia de la llegada de las naves del Capitán Expurgare Melpurgis el emisario no pudo evitar hablar.

- “¿La Alianza de Damocles negocia con mercenarios y piratas espaciales?” – el tono es neutro, pero se aprecia una pizca de rabia ante las noticias del administrador y allí que se gira para observar a todos los presentes. – “¿Vais a permitir que un bucanero participe en el cónclave? Es más ¿Qué entre en la estación en la cual se realizará dicha reunión? ”-.

El Emisario parecía querer buscar respuestas, pero a simple vista se aprecia que no le caen bien los piratas espaciales y no tiene reparo en expresarlo.

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DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 21:10.

El baronet sintió su corazón dar un vuelco ante la presentación de su señor con su habitual falta de protocolo pero, por alguna extraña razón, la Marquesa no manifestó ningún tipo de desagrado ante ella.

Cuando William se disponía a saludar al resto de dignatarios que acababan de llegar, el acto se vio interrumpido por la llegada de unas naves desconocidas y la posterior comunicación que llego de las mismas.

Curiosa reacción... pensó al ver el acalorado discurso del emisario de Gólgota ante la llegada del llamado capitán Melpurgis. William supuso que los golgotanos habrían perdido varias naves en ataques piratas y la merma de beneficios les habría vuelto beligerantes.

- Veamos como se desarrollan los acontecimientos... - susurró el baronet a su señor Vespan. Tal vez una actitud calmada fuera más productiva en ese momento a la espera de ver como el resto de los dignatarios se pronunciaban sobre los myrmidones...

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DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 21:10.

Si había un mundo peor que Cripta, ese probablemente fuera Gólgota. Allí los humanos dejaban de ser lo que eran para convertirse en materiales y meras herramientas de trabajo, lo cual resultaba inconcebible en ningún otro lugar del universo o, al menos, eso quería creer. Aunque por más reticencias que tuviera para tratar con ellos, seguían siendo un mundo del Rácimo, uno no hostil y con sus propias fortalezas, por lo que no podía hacer otra cosa que entablar relaciones.

- ¿Podemos permitir que un ser que ha dejado de existir y ha sido forzado a regresar si lo haga?

Hablé neutro desde la pantalla que llevaba Praxímedes a pesar de que a ninguno pudo escapársele la ironía de mis palabras.

- Ahora mismo Capitán: Expurgare Melpurgis comparte un estatus similar al vuestro Emisario: Urban. Ambos pertenecéis a mundos aún ajenos a la Alianza y los dos tenéis los mismos derechos y oportunidades para poder formar parte de ella.

Al fin y al cabo, un mundo que no formara parte de Persia era siempre un posible aliado, por lo que no podíamos privarle de la oportunidad de intentar evitar al imperio formando parte de grupo mayor de planetas. Eso si, tras el apunte no veo más motivos para seguir proponiendo mi solicitud.

- ¿Quién es la Ciudadana: Kolette?

Pregunto aunque fuera bastante obvio dado que únicamente había una humana entre el grupo golgotiano.

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DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 21:10.

Todo se desarrollaba perfectamente. Todas las delegaciones iban llegando a la estación sin ningún contratiempo y, salvo por el incidente con el sargento John Winston, el acompañamiento de las mismas estaba siendo (al menos asi lo pensaba él) excepcional.

Sin embargo, en ese instante llegó una nueva delegación que podía causar algo de revuelo en el resto. Trescaras se encontraba en un discreto segundo plano, puesto que en ese instante sólo le competía responder a la Marquesa. Solo esperaba que fuera cual fuera su respuesta, no supusiera un problema que tratar para más adelante.

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DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 21:10.

Mas por simple costumbre que porque realmente pensara que hiciera falta, cuando Omnios habla me sitúo justo al lado de Praxímedes.

Probablemente muchos ni habrán reparado en mi presencia, pues soy una persona normal, realmente sin nada destacable. Un soldado más. Pero estoy justo al lado del ciborg que lleva a Omnios, y soy su única escolta. Miro con expresión neutra el resto de delegaciones, todo estaba marchando bien, esperemos que siga así. Especialmente, me preocupan los emisarios de Gólgota, pues sé lo que piensa el Gestos de ellos.

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DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 21:10.

Desde luego, aquello era una sorpresa. Seguramente no aquella que le había adelantado la Marquesa, pero mucho mayor que casi cualquiera que pudieran haber preparado en aquel sistema. ¿Malpurgis? Había escuchado ese nombre anteriormente, pero no tenía del todo claro qué pensar de él. Y que se hubiera plantado allí, y sin que los sensores de aquella estación espacial supieran como o desde donde, no hacía más que confirmar que aquel tipo era peligroso. Aunque claro, los tiempos que corrían requerían de cierta clase de hombres. 

-Amigos, amigos míos, haya paz-replicó Laertes alzando las palmas extendidas, con intención de relajar un ambiente que empezaba a estar cargado de más-sin duda es cierto que esto ha sido una sorpresa, pero debe ser nuestra anfitriona quien tenga la palabra decisiva sobre qué hacer al respecto. Y en cuanto a nuestros vecinos de Gólgota, gestor Omnios, estoy seguro de que el hecho de haber acudido ya es toda una declaración de intenciones por su parte. 

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DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 21:10.

Ladi, al igual que otros escoltas o consejeros, quedó en segundo plano ante los diversos acontecimientos que se sucedían. Era el momento de que la anfitriona y los regentes de los diversos sistemas tomaran la palabra. No obstante aquello no implicaba que los subalternos no fueran capaces de tener sus propias impresiones y valoraciones sobre lo que acontecía.

Meyers era un tipo chapado a la antigua. Comprendía que diversas situaciones empujaba a la gente a tomar diversas medidas. Aunque para él había límites. Límites humanos. No pudo sentir aprobación alguna hacia los representantes de Golgota y sus cuerpos reanimados, aunque sí comprensión. Conocía la situación del sistema y las complicadas medidas que debían tomar para subsistir.

Por otro lado coincidió con el análisis de Omnios con respecto al pirata Melpurgis, más no pudo evitar advertir la hipocresía contradictoria en sus palabras digitales. El que Expurgare se personara era admisible debido a su esfuerzo por presentarse, pero al parecer el Emisario Urban y los suyos, habiéndose molestado en venir, tal y como bien recordó Laertes, parecía que no lo eran tanto a ojos del riteo. O el programa riteo, para ser más precisos.

A juicio de Meyers, un vulgar humano, la informatizada capacidad de análisis de Ritea distaba mucho de ser perfecta.

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DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 21:10.

Los ojos carentes de vida del tecnomuerto se posaron en la pantalla que sujetaba Praxímedes. Urban se terminó girando para quedarse de cara al monitor y su respuesta no se hizo esperar – “Desconozco que sistema de elección utiliza la alianza de Damocles para aceptar a nuevos integrantes, lo que puedo confirmar es que parte de los problemas que ha padecido Gólgota es por culpa de esos piratas espaciales y si han tomado el control de un planeta entero es algo preocupante. La respuesta a tu pregunta sería afirmativa, preferiría a ese "ser" que no a unos posibles traidores que te venderían a la mínima de cambio.” – luego añadió observando al resto de la sala – “Como bien ha dicho Laertes, la decisión es de la anfitriona y la respetaré. En el cónclave ya expresaré mis opiniones, solo espero que el ingreso de esos Mercs no sea el declive de la alianza.” –

Urban terminó por observar a la Marquesa y Trescaras, no le hacía nada de gracia la presencia de los bucaneros espaciales, pero si eran aceptados a asistir no podía hacer nada para impedirlo.

El Emisario dejó que Kolette se presentara ante los presentes y respondiera a la pregunta del Gestor Omnios .

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HORA LOCAL: 21:10.

La Marquesa había llevado un ritmo que no cualquier humano podía aguantar. No era la gobernante de La Marca por casualidad, pero aún así tenía sus límites. La llegada con cuentagotas de los invitados a la Reunión de la Alianza la habían tenido casi permanentemente en vela. Necesitaba un descanso y sólo deseaba que todas las delegaciones pusieran pie en la Iculisma y así irse a descansar, al menos unas horas. Si pensaba que no iba a haber problemas que atender después estaba muy equivocada, como dejaba en evidencia el Emisario Urban de Gólgota.

- Han sido invitados y, por lo tanto, son bienvenidos.- Era evidente que no podía negarse, ahora que estaban allí, a recibirlos. Con aquello bastaba para que Caoban continuara con el procedimiento establecido para que la nueva delegación pusiera pie en la estación Iculisma.- La seguridad dentro de la estación está asegurada, no hay que preocuparse por ello.- Confiaba plénamente en Trescaras. Agradeció el gesto de Laertes por disipar la tensión generada por el debate y, también, por supuesto, la buena disposición del Emisiario de Gólgota de respetar su decisión. La intervención del Gestor Omnios, que quizá a muchos podrían haber considerado fuera de lugar, permitió a La Marquesa exponer su opinión.

- La política es compleja, eso es algo evidente.- Había que mantener la mente fría y no dejarse llevar por las emociones. Ver dialogar a el Emisario Urban y al Gestor Omnios, carentes de todo sentimientos, era algo interesante de presenciar.-  Encontrar puntos que nos unan más que lo que nos separa es uno de los objetivos de esta Reunión.- La Marca tampoco pertenecía a la Alianza, aunque a nadie pasaba desapercibido que estaba mucho más cercana a ésta que a los Persas de Jerjes.- ¿Quién podría decir que La Marca y Ritea, tan diferentes en tantos aspectos, pudieran tener intereses comunes? Aún así el el Gestor Omnios y yo misma, como representantes de nuestros diferentes planetas, somos un ejemplo de que es posible.- ¿No estaba allí como representante de Ritea alguien que no podía ni aparecer en pantalla en la superficie de La Marca?- Sé que no es comparable...- Añadió antes de que pudiera rebatirla. - Y no pretendo cambiar vuestra opinión, no al menos de momento, sólo dar la oportunidad a que eso ocurra. Escuchemos lo que todos tenemos que decir con la mente lo más abierta posible y después veamos que asperezas pueden limarse, cuales deben obviarse y cuáles no pueden ni tratarse. Pero démonos una oportunidad, al menos.

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DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 21:10.

Caoban asiente a las palabras de la Marquesa.

- "Procederé a dar indicaciones al Capitán Melpurgis para que se aproximen." - Comenta mientras lleva la mano al comunicador y se gira para continuar con sus labores.

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DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 21:10.

Quizás hubiera sonreído de aquella manera preprogramada tan característica, pero eso habría estado fuera de lugar y habría provocado que el representante de Gólgota estallara de rabia, o algo por el estilo, porque había muchas posibilidades de que esos sentimientos primarios aún pudieran residir en un cuerpo resucitado, provocando algún incidente. Por otro lado, las palabras de Laertes no hicieron sino alertar a mis protocolos defensivos.

- Si el Emisario: Urban desea sentirse más seguro, puedo poner a Fragata: Hydras en órbita.

Comento enmascarando mis palabras como una concesión hacia el reanimado, aunque la propuesta era admisible a todos.

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DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 21:10.

Desde luego los acontecimientos estaban tomando un cariz inesperado. En ninguna de las proyecciones posibles que había desarrollado en el Baronet William figuraba la aparición, y menos aún en calidad de invitados, del grupo de piratas.

- Parece que no nos aburriremos en nuestras reuniones, ¿verdad? - dijo William en tono de broma intentando relajar el ambiente...

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DÍA: 27 TRITÉ.

HORA LOCAL: 15:00.

Entro curioseando toda la decoración. Así que esto es lo que se puede uno encontrar en la superficie del planeta. Presto especial atención a las espadas. Curiosa arma, me recuerda a un machete pero más grande. Me gustaría probar una.

Pronto, sin embargo, vuelvo a mi sitio, protegiendo al consejero Praxímedes que carga con el monitor en que se muestra Gestor Omnios.

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MES 2: METAGITNIÓN.

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DÍA: 27 TRITÉ.

HORA LOCAL: 15:00.

La llegada de más comitivas había sido un duro golpe para mi autoestima, especialmente por aquellos que acudían a la cita en astronaves tipo transportes. Dichas naves eran innecesarias tanto por cuestión estratégica como intimidatoria, dado que no creía capaz de que ninguno pretendiera asaltar la Marca y un mero transporte únicamente denotaba la capacidad del asalto interplanetario, pero no su éxito. Las corbetas, cruceros o incluso la otra fragata en la que habían llegado los arcadianos eran opciones mucho más adecuadas, incluso haciendo hincapié en el punto defensivo, aunque de llegar un acorazado enemigo íbamos a necesitar el obsoleto sistema de defensa para poder derribarlo. De hecho ya estaba haciendo mis cálculos al respecto cuando volví a "mirar" a través de la pantalla, aunque no me había marchado de allí en ningún momento, y quedé sorprendido por lo que vi.

No era la sala, pues estaba preparado para la tecnología y adornos arcaicos del planeta, sino la presencia de uno de los invitados. Francamente, no la esperaba aquí y por eso el resto de asistentes podían considerarse actores secundarios en esta película.

- ¡Oh! Bienhallada IAV: Melinoe. Veo que gozáis de buena posición a la sombra de IAV: Hades. Espero no nos haya costado mucho.

Naturalmente era difícil discernir si demostraba algún sentimiento en dicha afirmación, aunque el tono monótono y el sentido común lo negaban de plano.

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MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 27 TRITÉ.

HORA LOCAL: 15:00.

Leónidas aguantó con cara impasible las salutaciones oficiales así como la vista a las distintas habitaciones habilitadas para su estancia en el lugar, aunque el hecho de que la reunión se postergara a un momento posterior, dándoles tiempo a descansar, fue algo que no alcanzó a comprender.

-¿Piensan acaso que no contamos con dormitorios en nuestras naves de tal modo que necesitamos dormir en sus colchones de lana cubiertos por pieles sarnosas para descansar antes de reunirnos? -susurró, a todas luces divertido, a Athena. No le había pasado desapercibida la decoración del lugar y le había gustado. No era una cuestión de considerarla adecuada o no. Esas eran cuestiones que a Leónidas le importaban lo que una boñiga de vaca. No, era la promesa de una buena cacería-. Gracias -dijo agradeciendo la hospitalidad-. Seremos puntuales. Athena, entra conmigo antes de ir a tu estancia.

Ya a solas, permaneció junto a la puerta cerrada, inmóvil. Un gesto de cabeza dirigido a la polemarca bastó para que esta se ajustara al protocolo que previamente habían establecido. No hubo palabras. 

Antes de la hora convenida, el rey de Esparta ya se encaminaba a la sala de reuniones, acompañado de Athena, a la cual le había ofrecido su brazo y que esta había aceptado para apoyar grácilmente su mano en el antebrazo de su rey. Alcanzadas las sillas que habrían de ocupar, Leónidas retiró una para ofrecérsela a su polemarca. Cuando ella se sentó, se inclinó a su oído.

-Comienza el circo. Al menos, han tenido el buen criterio de dejar a nuestro alcance unas buenas armas. Cuando las palabras ya no funcionen, podremos reventar algunas cabezas -le susurró para a continuación alzarse y soltar una gran carcajada. 

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DÍA: 27 TRITÉ.

HORA LOCAL: 15:00.

Por fin había llegado el momento. Todas las Delegaciones habían llegado sin problema y de manera escalonada. Esto último había supuesto a La Marquesa un desgaste físico que no había previsto. El último en llegar, aunque no por ello menos importante, había sido  el representante de Arcadia, el Campeón Eteocles. Ella misma había ordenado a Caoban estar presente a su llegada, lo que le había supuesto un verdadero incordio, dada la intempestiva hora a la que había tenido que ir a recibirlos. Después, eso sí, había podido tomarse un merecido descanso.

Dejó un tiempo prudencial para que sus invitados admiraran las maravillas de La Marca mientras ella observaba desde el atril  charlando animosamente con Caoban, en lo que era una falsa apariencia de tranquilidad y despreocupación. En su interior observaba a cada invitado con máximo detalle, vigilante de cualquier peliaguda situación que pudiera requerir su presencia como anfitriona. 

Era evidente que la Estación Iculisma había sido decorada queriendo imitar el castillo sobre el Cuerno de Selene, donde La Marquesa pasaba la mayor parte de su tiempo, sobre la superficie del planeta. Era una lástima no haber podido celebrar allí la reunión pero, por razones evidentes, no todos los invitados hubieran podido sobrevivir allí abajo. Era parte del encanto de La Marca.

Como si fuera su sombra aumentada por los caprichosos juegos de luces de un atardecer, Trescaras aparecía imponente allá donde la menuda mujer estuviera. Tenerle allí le daba la tranquilidad para no tener que preocuparse de otra cosa que no fueran sus invitados.

Ante las indicaciones de Caoban se acercó temerosa a donde le indicaba que había un micrófono y golpeó un par de veces para comprobar que funcionaba. No es que no hubiera visto tecnología similar nunca pero, enfrascada como estaba en su mundo libre de ella, a veces no recordaba lo que era vivir rodeada de semejantes avances.

La risotada de Leónidas le hizo elevar la mirada. Cuando sus miradas se cruzaron le hizo un elegante gesto con la mano a modo de saludo. Esperaría un poco más y se dirigiría a sus invitados para dar comienzo al cónclave.

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DÍA: 27 TRITÉ.

HORA LOCAL: 15:00.

Urban de Gólgota fue a los aposentos que le asignaron sin ningún tipo de reproche, compartió algunos consejos con la IAV Euríale y con la humana llamada Kolette.

El emisario se tomó un descanso y una vez llegada la hora del cónclave no se hizo esperar y llegó unos minutos antes para tomar asiento y así ver llegar a los asistentes. Tenía las ideas claras de lo que tenía que exponer y los objetivos que buscaba. El no muerto se acomodó en uno de los asientos y observó con aquellos ojos sin vida la decoración que había en la sala. No era algo a lo que estaba acostumbrado, vivía rodeado de tecnología en comparación a aquella sala, es más, vivía gracias a la tecnología que habían conseguido desarrollar. Todo ese mundo, toda esa sala, le resultaba de lo más extraña.

A los oídos del emisario llegaron las carcajadas producidas por el Rey Leónidas de Esparta, se lo quedó mirando durante unos segundos para luego desviar su atención a la Marquesa, la anfitriona y señora de ese lugar. Miró de reojo al Gestor Omnios y al Sargento John Winston.

Urban tecleó un dispositivo que tenía en su torso y a su lado apareció el holograma de la IAV Euríale. Sus ojos buscaron a Kolette, quería localizarla para hacerle un gesto y fuera hacia él.

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 27 TRITÉ.

HORA LOCAL: 15:00.

Laertes acudió a la reunión sin demorarse en exceso, pues aquel era el motivo que les había llevado allí a todos ellos y estaba deseando que aquella reunión diera comienzo. Enfundado en la túnica de corte clásico y con los laureles dorados ciñendo sus sienes, y un ligero toque de maquillaje que acentuaba su mirada, entró en la sala con una deslumbrante sonrisa que prodigó a todos los asistentes. Dedicó un asentimiento a su antiguo capitán y ahora compañero monarca, Leónidas, ampliando aquella sonrisa levemente. Hacía tiempo que no veía en persona al rey de Esparta, y sin duda era una alegría comprobar que seguía en buen estado de salud. 

Tras eso paseó la mirada por la sala, aparentemente satisfecho con lo que veía. Con paso tranquilo se acercó a una de las panoplias, pasando los dedos por la hoja de una de las espadas, casi con dulzura. Admirando aquel acero y la factura del arma. Algo simple, pero sin duda efectivo. Casi se sintió tentado de esgrimirla y probar como se comportaba, pero seguramente aquello sería interpretado como un acto hostil por los allí presentes. Una lástima. Tras chasquear la lengua desanimado por aquel pensamiento, tomó asiento donde le correspondía, y observó a la Marquesa, esperando que diera inicio a aquel concilio.