Partida Rol por web

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 18:01.

Lógicamente me sentí aludido por las palabras del administrador.

- Podemos dejar la estación si nuestra astronave resulta una molestia.

Era una sugerencia sincera, aunque cómo se la tomaran era otro cantar.

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 18:01.

- "No se preocupe, Gestor Omnios. Ustedes llegaron primero... y por otro lado no esperábamos recibir dos naves de semejante tamaño. La Hydra ya es grande de por sí, pero el Ferris Noctis es... excesivo.

Ya pensaremos en una solución si el Regidor Vespan tiene algún inconveniente con el hecho de no poder atracar su nave principal." -

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 18:01.

- Insistid, Caoban.- Dijo sin muestra de hartazgo en su voz.- Indícadles eso mismo. - Los mandatarios de Vesperia tendrían que atracar en una lanzadera. La seguridad de su ascensor era primordial. No entendía para qué traer el Ferris Noctis dejando desprotegido su planeta.- Volved a la sala de control y aseguraos de que todas las delegaciones llegan sin problemas.- No quería más interrupciones por tonterías.- Avísadme sólo para proceder a su recibimiento.- La mujer se dirigió entonces, de nuevo, a Laertes con una sonrisa tan esplendorosa como la del gobernante de Atenas.- ¿Me acompañáis? Por aquí, os lo ruego.

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 18:01.

-Faltaría más, Marquesa-replicó el gobernante ateniense. Con un leve gesto de la cabeza, indicó a sus guardaespaldas y a Ladi que se prepararan para seguirle. Con un poco de suerte, aquel recorrido les llevaría a ver algo interesante, aunque por lo que había escuchado, las grandes bestias de aquel planeta solo podían verse en su superficie. En la estación espacial deberían estar a salvo de ellas, o quizás era al revés. Sin duda, si estuviera allí Leónidas, la respuesta sería la segunda. 

¿Dónde se encontraría? Esperaba sinceramente que de camino, aunque sabía que la forma de ser de su compañero monarca encajaba poco con la pompa y la ceremonia, así como con las cuestiones más pesadas del liderazgo. 

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 18:01.

Meyers estuvo atento a la conversación entre Laertes y la Marquesa. Tan pronto este hizo un simple gesto de cabeza el consejero asintió, realizó una leve inclinación de cabeza en señal de respetuosa despedida a la Marquesa y se puso en marcha, siguiendo al monarca.

Aquel paseo permitiría a Ladi conocer un poco mejor el lugar. Siempre era bueno ver algo nuevo y por otro lado si aquello impedía tener que ser testigo de comentarios analógicamente molestos por parte de Omnios, tanto mejor.

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 20:15.

El super carguero pesado se sitúa en órbita a cierta distancia de la estación Iculisma. Pese a lo grande y aparatoso de la nave parece maniobrar bastante bien y al cabo de pocos minutos tras haberse estabilizado en órbita... sale una lanzadera que atraca en uno de los muelles libres de la Iculisma.

De la misma descienden la comitiva diplomática de Vesperia, compuesta por seis personas. El Regidor Vespan, su consejero el Baronet William, dos milicianos vesperianos que sin duda son sus guardaespaldas, otro hombre vestido con ropajes menos elegantes que los del Baronet, y una mujer.

Les recibe el Administrador Caoban junto a cuatro soldados vestidos con armaduras medievales.

- "Bienvenidos a la Estación Espacial Iculisma. Soy el Administrador Caoban" - Saluda un hombre de barba blanca y gafas.

- "Acompáñenme, por favor. La Marquesa les espera." - Dice mientras les indica con un gesto de la mano que le sigan, y les guía hasta el interior de la Estación donde ya se encuentran algunos de los invitados.

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 20:15.

Esto ya era un procedimiento más adecuado para la reunión que estábamos teniendo. El líder planetario que había eludido mi visita achacándolo a las ideas retrógradas de las gentes de su planeta, un representante del grupo nobiliario que bien podría estar aquí del mismo modo que lo hubiera hecho IAR: CONTROL, dos guardaespaldas y dos humanos de servicio, su desfile no resultaba tan llamativo como el de Laertes, pero demostraba que alguien había tenido la idea correcta.

- Saludos Ciborg: Vespan.

Volví a adelantarme a cualquier otro y mostrando aquella sonrisa preprogramada que era complicada de clasificar. Sin embargo, el saludo rápidamente pasa a un segundo plano cuando me dirijo al administrador de la estación espacial.

- Administrador: Caoban, ya que se encuentra aquí, necesitaré una sala para charlar con una ciudadana de Planeta: Gólgota III. ¿Podría indicarnos alguna en la que dispongamos de cierta libertad?

A pesar de que se presuponía la necesidad de contar con cierta intimidad, tampoco parecía que el hecho de que fuera a entrevistarme con alguien de aquel planeta requiriera permanecer en secreto.

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 20:15.

Por fin desembarcamos en la estación tras nuestro viaje desde Vesperia.

- Es un placer para nosotros estar aquí, Administrador Caoban - respondo con una breve reverencia al administrador que nos da la bienvenida para a continuación seguirlo hacia el interior de la estación.

Allí nos encontramos con un grupo de dirigentes que habían llegado con anterioridad a nosotros.

- El baronet William Ashbury de Devon a vuestro servicio - saludo protocolariamente mientras estudio los rostros de los allí presentes intentando recordar sus nombres y la información que de ellos disponemos...

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 20:15.

Pese a que el arma está con el seguro puesto, no abandono mi lugar cerca del ciborg Praxímedes, el encargado de llevar la pantalla que permite a Gestor Omnios comunicarse. Voy mirando a todos los mandatarios que van entrando, pero no es que les preste demasiada atención. Solo me interesa que esta reunión conlleve a algo bueno, al menos para Ritea.

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 20:15.

Comprobar que finalmente no tenían que cargar con el super carguero pesado de los vesperianos alivió a La Marquesa de al menos una de sus tribulaciones como anfitriona. Esperó inmutable a que la delegación se aproximara a ella y que Caoban hiciera las presentaciones pertinentes para hablar.

- Bienvenidos a nuestra humilde estación espacial, La Iculisma. Espero que hayáis tenido un viaje lo más agradable posible.- Cuando William Ashbury de Devon se presentó la Marquesa tendió el dorso de su mano por si tenía a bien a besárselo como sus súbditos gustaban de hacer en La Marca.

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 20:15.

El sobrehumano monarca ateniense también se encontraba allí esperando, acompañado por dos escoltas hoplitas a los que superaba en tamaño y seguramente en fuerza, pero que a diferencia de él, portaban armadura y armas, aunque convenientemente enfundadas para no causar problemas. Laertes vestía una túnica de corte clásico, así como unos laureles ceñidos a sus sienes, y observó la comitiva con una afable sonrisa.

-Bienvenidos, amigos vesperianos. 

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 20:15.

Ladi permaneció hierático, en segundo plano detrás de Laertes y su escolta. Con mirada penetrante observó a la embajada vesperiana con Vespan a la cabeza. Allí estaba el actual gobernante de su antigua patria y causa de que ya no viviera en ella, como otros muchos vesperios. Diversos sentimientos despertaron en el interior del consejero, ninguno positivo, pero el impasible funcionario supo mantenerlos perfectamente a raya, mostrando normalidad absoluta. Solamente esperaba que su presencia allá no enturbiara la reunión de dignatarios. No era su intención, más desconocía las posibles intenciones o animosidades de Vespan.

Veamos cómo se desarrollan los acontecimientos.

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 20:15.

Beso la mano que me ofrecen con una leve reverencia.

- Nuestro viaje ha transcurrido sin incidencias mi señora, si bien el placer de nuestra presencia aquí hace que aún un viaje agradable parezca una tortuosa travesía hacia la desolación - 

Aprovecho para saludar al resto de dignatarios allí presentes para no herir sensibilidades. En estas reuniones si acumulan muchos egos en espacios exiguos y es mejor no buscar enemistades porque alguien pueda sentirse agraviado.

- Hablo en nombre de mi señor Vespan y del resto de nuestra expedición cuando les ofrezco nuestros más cordiales respetos. Siempre es un honor para alguien como yo estar en presencia de tan ilustres personalidades...

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 20:15.

Cuando el noble vesperiano se dirigió al resto de los asistentes, Laertes sonrió cordialmente, observando afablemente a la comitiva desde su privilegiada posición, algo natural cuando sacas varias cabezas a la mayoría de seres con los que te cruzas. 

-Le agradezco sus gentiles palabras, baronet William Ashbury, sin duda todos nos sentimos complacidos de contar con su presencia. Sin embargo... Su señor parece inusualmente callado. ¿Le ocurre algo?

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 20:15.

El Regidor de Vesperia se ha mantenido en un discreto segundo plano mientras su mano derecha hace las presentaciones. Un brazo claramente biónico lleva la mano del Regidor a un enorme puro que no ha desaparecido de su boca desde el mismo momento del descenso. Lo sujeta con calma y expulsa algo de humo mientras observa con detenimiento la figura de la Marquesa.

Se adelanta hasta la posición de ella, hace una reverencia nada cuidada y le toma la mano para besarle el dorso.

- "Marquesa. A sus pies." - Dice a modo de saludo introductorio.

Luego sonrió en dirección a Laertes.

- "Tranquilo, su majestad. No me ocurre nada. El viaje ha sido largo y necesito un poco de alcohol para desentumecer el cerebro." -

- "Saludos al resto... Todo lo que ha dicho William es cierto. Por otro lado... creo que aún no han llegado todos así que podemos ir a beber y charlar un rato de asuntos más triviales, si os parece bien." - Comenta mientras espera a que Caoban o la Marquesa abran la marcha. No parece en modo alguno preocupado por su falta de etiqueta o modales, y mucho menos por el protocolo que se espera en una situación así.

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 21:10.

El carguero pesado "Rémora" acaba de maniobrar para situarse en una órbita alrededor de la Iculisma. Al poco una lanzadera sale del carguero y desciende sobre la estación. 

Las figuras de la comitiva del planeta Gólgota descienden y son recibidas por el Administrador Caoban, que les lleva de nuevo a una sala del interior de la Iculisma, donde el resto de invitados que ya han llegado se encuentran charlando.

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 21:10.

Observo a los recién llegados, los emisarios de Gólgota. Sé que Omnios no será, seguramente, muy partidario de ellos. ¿O sería partidaria? No sé, siempre me lío con estas cosas. Me pongo alerta, por precaución, aunque sé que la Marquesa no permitiría que pasara nada.

Sin embargo, se me escapa una mirada quizá un poco más larga de lo adecuado hacia Kolette. No puedo evitarlo.

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 21:10.

- "Gggghhh..." -

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 20:15.

La Marquesa disfrutaba con los buenos modales del Baronet William Ashbury de Devon, pero tampoco mostró incomodidad ante la falta de protocolo de Vespan. Se dejó besar la mano también por éste, a pesar de que le disgustaba la idea de que el olor a puro se le quedara pegado a la piel un buen rato.

- Me parece una magnífica idea.- Que los invitados llegaran con cuenta gotas era una verdadera molestia, algo normal teniendo en cuenta las inimaginables distancias a las que se encontraban los hogares de cada uno de ellos. - Caoban, ocupaos de recibir a nuestros invitados cuando vayan llegando y haciéndoles pasar al "salón del trono".- La Marquesa había hecho preparar una réplica del Salón del Trono de la superficie de Canopus, de forma que sus invitados pudieran disfrutar de lo exótico de su atrasado mundo, eso sí, sin las incomodidades que conllevaba en la vida real.

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 26 PEMPTÉ.

HORA LOCAL: 21:10.

Otra comitiva más llegó a la Iculisma, esta vez la originaria de Gólgota, lo que dejaba por llegar a los arcadios, los habitantes de Cripta y a su compañero Leónidas. Con un poco de suerte, no tardarían mucho más en llegar. Mientras tanto, Laertes centró su atención en los recién llegados, casi un gigante laureado y vestido en una túnica de corte clásico, arreglado y deslumbrante, en un contrapunto curioso con los cadáveres xombies. 

Era una tecnología... Peculiar. No podía culparles, claro, en cada mundo tenían que funcionar con lo que tenían a mano, y sin duda como trabajadores tenían sus virtudes. Aunque a su aspecto inquietante se unían los rumores de alzamiento de muertos contra los vivos, realmente preocupantes y siempre desmentidos por los cauces oficiales, por supuesto. Aunque, desde un punto de vista positivo, había que reconocer que era buen material para películas y novelas de diversos tipos, como ya había quedado demostrado en varias ocasiones.

-Salve, amigos míos. Espero que hayáis tenido un viaje tranquilo y sin contratiempos.