Partida Rol por web

Cubro a Tanque apoyándome en el marco de la puerta recién abierta con la pistola apuntando a cualquier cosa que se mueva. "Disparar y luego preguntar", pienso hacia mí.

El registro de Tanque y Susurro descubre un dormitorio de invitados, un cuarto de baño y un pequeño salón con una mesa alargada para ocho comensales. Cuando van a abrir la siguiente puerta Virus y Cables aparecen por las escaleras tras haber conseguido ésta desbloquear el subfusil.

Aunque de aspecto parecía igual a las otras, al intentar abrirla se dieron cuenta de que estaba cerrada y un par de tirones confirmaron que estaba reforzada. Una voz conocida surgió del interior: No conseguirán entrar antes de que llegue la seguridad del complejo pero creo que a todos nos conviene solucionar esto de una forma amistosa; voy a abrirles la puerta y espero que sean civilizados, el sonido como el de una chicharra les indicó que ya podían pasar.

El interior de la amplia habitación presentaba un despacho de líneas clásicas, con muebles de madera en color caoba y sillones de piel; una luz indirecta surgida de lo alto de la estantería tras el sillón principal reforzaba el carácter funcional del lugar. Con una amplia sonrisa esperaba un hombre  de pelo cano y barba de candado, ropa cara de diseño y gesto tranquilo a pesar de la situación.

- Buenas noches, les ofrecería algo de beber pero no creo que tengamos tiempo para formalismo ¿verdad?

¡Maldito hijo de perra!

Dijo Tanque el tiempo que le saltaba encima y le golpeaba con la culata del arma en la cara.

Aquel cretino pensaba que ahora que estaba arrinconado tiraría de chequera y saldría de esta sin un rasguño. No, eso no iba a pasar. Le daría una soberana paliza.

La súbita explosión de adrenalina de Tanque pilla a todos por sorpresa, incluido a MacKenzie, pero el golpe lleva más de furia que de puntería y sólo consigue un pequeño corte en la mejilla.

Apunto a su cabeza con mi pistola.
- Hijoputa! Vas a desnudarte ahora mismo, quitártelo todo que veamos que no escondes nada, o el próximo gesto no fallara, lo entiendes verdad?

- Les creía más profesionales, dice echando su sillón hacia atrás para separarse de Tanque. Cuando entraron en la casa avisé a la seguridad local y a la de Hitech&Weapons Coporation, en cualquier momento se desatará el infierno ¿De verdad quieren morir aquí por su orgullo en lugar de salir con los bolsillos llenos?

El tipo se muestra bastante confiado y no hace ademán de quitarse la ropa como le ha exigido Susurro.

No espero ni un segundo más, apunto y disparo a su rodilla izquierda, "este hijoputa me ha cansado ya"

- Basta ya de palabrería, cómo no te desnudes ahora mismo y nos hagas caso, el próximo tiro no irá a tu otra rodilla.

Aprovechando su dolor, me acerco a él para tenerlo encañado a escasos centímetros apuntando a su frente.

Suspiré al ver la reacción de mis dos compañeros contra el tipo. Hombres. Me acerqué al tiempo que Susurro disparaba.

-Tío, creo que no te has dado cuenta de una cosa: nos jodiste la vida. Y no hay nada más peligroso que alguien que no tiene nada que perder.-

Me puse a revisar aquella habitación del pánico mientras Tanque y Susurro parecían a punto de disparar. -Tengo preguntas y usted ya no tiene tiempo. Así que le recomiendo que conteste antea que decida que sus respuestas me valen mierda. ¿Por qué nos escogieron de chivo expiatorio? ¿Cuántos trajes tiene en su poder, y quienes fueron los imitadores? ¿Donde están los trajes ahora?-

- ¿De verdad creéis que ésta es al mejor forma de limpiar nuestros nombres?, preguntó una asombrada Virus por la reacción de sus dos compañeros varones. La chica se quedó en la puerta y miró hacia las escaleras temiendo que en cualquier momento.

El disparo de Susurro acertó a McKenzie en la rodilla pero por el exterior de la pierna, causando sólo una herida superficial. El ejecutivo estuvo a punto de soltar un improperio pero se contuvo conforme Cables empezó a hablar.

- Se les escogió porque no son nadie, unos runners de poca monta de los que no se esperaba nada más que hacer el trabajo y luego ser pillados, a pesar del dolor el tipo no parece muy cabreado más bien se diría que su tono es tirando a neutro. Al conseguir llegar hasta aquí han demostrado que puede que sean algo pero su gestión de la situación confirma que no son profesionales. Mira a Cables pasearse por la habitación: No pienso decirles nada, si van a matarme se quedarán si saber lo que pasó y si no van a matarme les pagaré para que no pregunten....ustedes deciden, pueden acabar con mi vida y ser como poco arrestrados y condenados o podemos arreglar la confusión y que salgan de aquí ricos ¿qué van a hacer?

Sonrío a aquel desgraciado, levanto la culata de la pistola y le golpeo el rostro fuerte. Seguido, me arranco un cacho de la manga del traje y le vendo los ojos.

- A ver hijoputa, te vas a venir con nosotros hasta que aprendas a responder lo que te preguntamos.

Vuelvo a darle otro golpe en el rostro, a pesar de todo no consigo contener mi furia. Miro a Tanque, Cables y Virus y les hago una seña indicando que salgamos de aquí con el tío, por dónde hemos venido.

Tanque siempre había pensado que le malo pulsaría dos teclas en alguna consola y les devolvería sus vidas.

Pero al ver que el tipo estaba pagado de si mismo hasta el punto de no ver una amenaza real, decidir asentir a las palabras de Susurro y llevar en volandas al villano de aquella penosa historia.

Muevete, escoria mutante.

- ¿Estáis locos? ¿Dónde vamos a ir con este tipo? ¿Vamos a sumar secuestro a nuestros supuestos crímenes? - Virus no parecía muy de acuerdo con lo que sus compañeros estaban planeando - ¿De verdad creéis que vamos a meternos por las alcantarillas salir hasta nuestro coche y conducir al escondite como si hubiéramos ido al súper a por comida?