Rislân se mantenía expectante ante la iniciativa de sus compañeros de viaje, ya que el mismo era un hombre paciente.
Vio la codicia en los ojos de aquel enano embaucador y aprovechando que este solo veía el brillo del oro y como este tintineaba, aprovecho para realizar un rezo a los ojos de los demás, -un rezo que le permitiria detectar los pensamientos de aquel ser!
Centrandose en el enano, permanecio oculto detrás del mas grande de sus compañeros, mientras que Hang buscaba más monedas con las que entretener al enano.
Lanzo detectar pensamiento.
El enano parecía mucho más interesado en el dinero que contaba Hank que en las actividades del viejo del fondo, el conjuro le pasó completamente desapercibido, pero la legendaria tozudez enana parecía anidar con fuerza en la mente del barbudo desnudo y Rislân no logró penetrar sus defensas pasivas.
Un cabeceo insistente, como si tuviera vahídos y los estuviera despejando, por parte del enano fue lo único que pudieron observar los demás.
Motivo: Percepción del enano
Tirada: 1d20
Dificultad: 14+
Resultado: 12 (Fracaso)
Motivo: Salvación del enano
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 16(+1)=17 (Exito)
Un comentario, IrinadeTimarell: en general para lanzar un conjuro sin que se note es necesario el uso de dotes, en caso contrario es posible que los demás noten un conjuro. Será más o menos fácil en función de la naturaleza del mismo, detectar pensamientos no es particularmente fácil y se puede esconder, un nimbus de luz no se puede evitar que se note.
Gogri, a quien no agradaban los manejos taimados propios de los humanos en la siempre mejor adornada sesera de un enano, se retiró un simple paso. El conteo de las monedas resonó sobre su orgullo de raza como una incómoda e inevitable tormenta. Unos gruñidos, un mohín vacío, movimientos nerviosos de los dedos por la barba, una costumbre que delataba también su nervio.
-Mmmmmmffffff... acabemos pronto con esto y sigamos... Mmmmmmmffffff...
Director, estoy dispuesto a pagar lo necesario a cambio de que el enano suelte la lengua, mis ganas de encontrar a las chicas secuestradas se superponen a mis ganas de regateo
Rislan vio que no funcionó su astuto plan y optó por mantenerse a la espera. Una idea se formó en su mente- pensó pagale y que cuente todo- siempre lo puedo dormir y recuperar el oro-jejeje-sonría para así.
Pagale lo que pide! Exclamo el
monje.
Desde móvil, luego perfilo
En cuanto que Hank contó hasta cincuenta monedas, el enano lanzó la mano como una serpiente, antes de que pudiera arrepentirse, con tanta velocidad que el ágil ladrón dudó de si habría podido evitar que se las quitara si hubiera querido hacerlo.
Con ojillos codiciosos entrecerrados, el enano desnudo se puso a volver a contarlas, entre sus dedos enjoyados mientras decía con voz más agradable.
-"Bueno, no voy a decir que, a veces, pasen barcazas negras para ocultarse río abajo, desde el norte, del campo de la ciudad de Puerta de Plata o quizás sus embarcaderos. Y tampoco voy a decir que anoche no pasase una, sino dos, porque desde luego no pasó otra barcaza durante la noche, una media hora antes que la que pasó mientras amanecía. No diré que sigan curso río abajo y que vuelvan, normalmente de día a los dos o tres días más vacías de lo que bajan." -
El enano sonrió, guardando las monedas en un monedero debajo de la pequeña almohada, mientras acariciaba distraídamente las perlas que adornaban las vulgares bandas de hierro que le servían de anillo.
Aiden miró on desconfianza al enano. No le gustaba, y que solo estuviese dispuesto a hablar por dinero no mejoraba las cosas. Pero eso no cambiaba el hecho de que era lo único que tenían.
-Creo que ya sabemos donde tenemos que ir... deberíamos darnos prisa, hemos perdido mucho tiempo - indicó mientras caminaba hacia la puerta para abandonar el barracón.
Motivo: Averiguar intenciones
Tirada: 1d20
Resultado: 1(+6)=7
Asumo que con esa tirada de averiguar intenciones no me doy cuenta de nada xD
Viendo que el enano no iba a hablar más y que no era merecedor de recibir tal cantidad de oro, el paciente Rislân se le acerco y exclamo con tono solemne:
Recibe nuestra bendición por tu ayuda, pronunciando un cantico a continuación para que surgiera efecto sobre el enano.
Espero que la treta surja efecto, si no siempre puede pensar que fue bendecido.
Lanzo dormir, a pecho descubierto.
El enano, al ver acercarse a Rislân, se lanzó sobre la almohada y puso cara feroz. Pobre defensa contra lo que le esperaba, aprovechado la situación, el barbudo volvió a tumbarse en la cama y se quedó dormido antes de estirarse siquiera.
Motivo: Salvación voluntad
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 10(+1)=11 (Fracaso)
Motivo: Averiguar intenciones
Tirada: 1d20
Dificultad: 13+
Resultado: 3 (Fracaso)
-Bueno - murmuró Gogri, tras escupir -, entonces ya está, ¿no? Que este despojo de la buena raza rumie su miseria. Yo ya he visto suficiente, oído demasiado y ni saliva me queda del desprecio que he esputado. ¡Al camino!
El enano se giró sombrío y hosco como una roca expuesta al frío de una noche de invierno. A pesar de lo dicho, encontró en su boca desprecio suficiente para escupir una vez más.
-Vamos, tenemos ya lo que no nos ha dicho. Sus no-instrucciones nos llevarán a algún lugar. Espero que eso expíe en algo su... su... ¡vamos!
Miro a Rislan con una media sonrisa, y me agacho sobre el enano para recoger las monedas.- Umm...¿porqué no?.- Pienso al momento mientras sonrío maliciosamente, y lo registro para despojarle de cualquier cosa de valor que el rufián llevara encima.
Tras aliviar al tipejo de su carga, me dispongo a acompañar a mis compañeros.- Al embarcadero pues, no hay tiempo que perder...
Pues eso Director, que dejo al enano limpio como la patena. Ya me dirás lo que lleva encima.
Rislân asiente ante la sonrisa de hank, y susurra levemente, afirmandose en sus palabras:
No era merecedor de tal pago!
Dandose a continuación la vuelta, parte con el resto de sus compañeros, intentando buscar más pistas a este enigma, que empieza a coger forma. Rascandose la barbilla pensativo durante un buen rato.
Su hija estaba ahí fuera y el la encontraría.
La codicia es el mal de la sociedad...- Pensó para sí. Esperó a que Hank terminase de recuperar el oro que el enano no se merecía, más por ver si era solo el oro lo que le quitaba. En ese momento aplaudió cualquier personificación de ese dicho que reza "Robar a un ladrón...".
Acto seguido se unió al elenco de rastreadores de Marghaeritte de la Croix y el resto de mujeres secuestradas, entre ellas su hermana. Había quedado algo rezagado en el cuarto y no había alcanzado a oir al enano cuando hablaba.
-Entonces... ¿Hacia dónde debemos dirigirnos?
-Rio abajo hay aun cuatro puertos, antes de llegar de nuevo a donde empezamos. El primero es la Mansión de los Lostrange... pero la familia no vive allí. Sugiero que vayamos a comprobar que está vacía.
Miró de reojo como recogían las monedas. No lo aprobaba, aquel enano era un sinvergüenza, pero un trato era un trato. Aun así no dijo nada, tenía cosas mucho más importantes en las que pensar. Torció ligeramente el gesto y abandonó el barracón.
-Vamos, tenemos mucho terreno por delante. - indicó mientras salía y se dirigía de vuelta al camino.
Hank había recogido poco más de lo que había dejado. El enano no tenía más que unas pocas (6 mp y 23 mc) monedas de plata y cobre, señal de que no pagaban mucho por pasar la noche mirando el río. El hacha, bastante común por otro lado, era lo más valioso que tenía... Con la excepción de los dos anillos, aunque la banda de hierro no valía ni el sitio que ocupaba en el bolsillo cada una ceñía una perla estupenda, cada una podría venderse por 100 mo, aunque Brille, la camarera les había dicho que últimamente había tantas que era una suerte sacarles la mitad de ese dinero.
Por desgracia los anillos estaban bien atorados en los dedos - probablemente a posta - y resultaba imposible sacarlos sin despertar al enano. De hecho dudaba de si se podría hacer sin cortar el hierro o romper los dedos del portador.
Una vez en el exterior las miradas de los trabajadores les seguían, pero a distancia considerable. Estaban ceñudos y suspicaces, pero era obvio que no pensaban interferir con ellos de momento. De lo que no cabía duda es de que informarían de ellos, tal vez incluso les acusaran de algo.
Dos horas largas después se acercaban por el camino a la mansión de los Lostrange. Era una casa de campo fortificada, con auténticas murallas alrededor. Desde un árbol cercano pudieron ver que la mansión principal estaba cerrada y sus chimeneas secas. La casa del guardés, junto a la puerta, en cambio echaba una humareda significativa, como lo hacía el edificio aledaño con aspecto de establo y barracón. Un guardia aburrido, con cota de malla y alabarda paseaba por el jardín delantero.
Acercándose al río pudieron ver el embarcadero, en un portazgo de la muralla que corría a menos de un metro de la ribera. Era para un sólo barco y estaba ocupado por un velero amarrado, grande y lujoso. Ninguno sabía mucho de barcos, pero no era el tipo de nao que manejaban dos o tres marineros. Tenía tres mástiles y, aunque no parecía tener mucho calado ni mucha manga, la eslora superaba los treinta metros. Un barco rápido y difícil de manejar, parecía. Sin sacar aquel velero antes no se podía amarrar en aquel embarcadero otra nave.
Si decides quitarle los anillos y despertarle, si los demás (con un par vale) te apoyan podéis narrar cómo le intimidáis después de un par de palos. Al fin y al cabo, con los cinco no puede ni levantar un dedo.
Ahora, mirad vuestro alineamiento antes de decidir moler a palos a un tipo (por malo que sea) para robarle mientras duerme.
Una vez en las postrimerías de la casa de semejantes ricachones, Gogri se ahorró un silbido de asombro.
-Los que reptáis mejor y os coláis en agujeros ajenos por la noche seréis más útiles que yo, con el griterío del acero que llevo encima.
El enano aún destilaba cierta amargura por el reciente episodio con su congénere.
-Los demás, atentos. Si alguno tiene arco o ballesta, buenas armas son para estos menesteres. Solo al final debemos actuar quienes, como yo, para poco más valemos que para hender cabezas con escándalo. En fin, es lo que se me ocurre. Una vez fuera de combate los curiosos, se pueden abrir las puertas y adentro.
No lo harán, master, o tendremos que rolear otra partida. Gogri no les dejará que peguen a uno de los suyos. Recuperar lo que pagaron sí, porque de alguna forma así entiende que el enano pierde menos dignidad al perder el pago por su miseria. Si Hank roba más, pero Gogri no se percata, tampoco pasa nada. Si lo ve, le pedirá que le devuelva lo que es suyo, pero no permitirá que le peguen ni que lo amenacen. Y no se quita el hacha a un enano (sigh), ni dormido, ni siquiera muerto, digo bien, porque otro volverá a recuperarla :D.
-Claramente, no es aquí... -Indica a sus compañeros.- La casa esta en completo desuso. Y con ese enorme navío, ahí atracado, es imposible que hayan podido echar marras. Mucho menos descargar nada.- Dice en claro gesto de molestia, fruto de la impaciencia de haber perdido tanto tiempo en balde.- Creo que deberíamos seguir...- Dijo finalmente dando pie a posibles réplicas de sus compañeros, por si hubiese algún dato fruto de la conversación con el enano que el ignoraba.
Si es tan complicado quitarle al enano sus pertenencias, mi personaje ni se molesta. No deseo despertarlo, solo darle una lección. Así que cojo solo las monedas y sigo al resto de mis compañeros. Tenemos asuntos más importantes que solucionar.
¿Tú crees Hugh?- Comento mientras observo fijamente la mansión abandonada.- Ciertamente no hay espacio para atracar ningún bote, es posible que tengas razón... Aunque puede que el guarda que ronda por la zona nos pueda dar alguna indicación.
Observó la mansión y el puerto. Aquel no era el lugar que buscaban, estaba seguro. No parecía tener actividad desde hacía tiempo, y apenas estaba vigilado. El acceso era poco apropiado, implicaba sacar y volver a meter el barco cada vez que llegase alguien. No, estaba seguro de que no.
-Este no puede ser el lugar. Lleva tiempo deshabitado, y el guarda no aparenta estar alerta. No está acostumbrado a que ocurra nada. Quizá haya visto algo, aunque siendo en medio de la noche lo dudo. De todos modos hablemos con él, no tenemos que perder.
Acto seguido comenzó a caminar hacia el guarda.
-Saludos, buen hombre - se acercó con los brazos extendidos y las manos abiertas, para que viese que sus armas estaban enfundadas - ¿Hace guardia usted por las noches en este lugar? - preguntó - Tenemos entre manos un asunto de vital importancia y podría sernos de ayuda que hablase con nosotros. ¿Pasan por esta zona del río habitualmente barcazas cargadas durante la noche?
Motivo: Diplomacia
Tirada: 1d20
Resultado: 20(+5)=25