Partida Rol por web

Ante la mención de la cueva me giro ligeramente hacia Mephist, con su altura sería incómodo moverse por cuevas, si éstas se estrechaban o si eran bajas. Sigo escuchando y lo único interesante que menciona Decker son unos trasgos y que si hay un líder, la diadema la tendrá él. Estaba claro que el enano no nos iba a proporcionar mucha más información, así que Edio recogió el mapa y abrió la marcha mientras le seguimos. Observo cómo la arquitectura va cambiando conforme nos acercamos, comento al grupo - Tenemos... que estar preparados. Puede que haya algo más que trasgos. Os apoyaré con la ballesta o si parece que hay trampas. Mephist machacará. ¿Vosotros?

Bien, detras del mapa estas las indicaciones para llegar a la cueva donde se reune la secta, os recomiendo a los que no sois forjados que descanseis y prepararos.- Se acerca a la pequeña cocina-Si deseais comer algo aqui teneis algo de comida, solo tendreis que prepararolas, como he dicho antes, como si fuera vuestra casa.-

Empieza a encaminarse a la puerta- Cuando tengais la diadema traedla aqui yo aparecere dentro de dos dias, con las patentes y el dinero.

Cojo el mapa y hago un gesto de asentimiento cuando me lo da. Lo estudio de nuevo detenidamente junto con los detalles que vienen por detrás. Antes de que se vaya Decker le hago una última petición: -Necesitaría una tiza para marcar el camino que vamos siguiendo dentro de la gruta, para no perdernos. ¿Dónde podría conseguir una?

Tras la respuesta del enano me pongo a prepararme la comida y me siento luego a tomármela tranquilamente junto con un zumo o leche. Mientras observo a mis compañeros a ver que hacen.

Si, si creo que tengo algo en uno de los cajones de las mesillas- Dice antes de cerrar la puerta.

Ayudé a Edio a hacer la comida y me tomé mi ración sentado con el resto. Era incomodo comer con lo forjados mirandote, sin hacer nada más, pero supongo que acabaría acostumbrándome.

Pensé acerca de la misión. Ilicidos... Me da muy mala espina. Como todo aquel que utilice poderes mentales para hacer daño a los demás. Aunque por lo menos no eran tan horribles como los inspirados y los quori.

Una vez termino de comer busco en los cajones las tizas y me las guardo, tras ello me hecho en una cama a dormir: -Bueno Sres. que tengáis buena noche, mañana nos espera un día de nuevas experiencias e intensas imagino así que toca descansar algo. Por cierto, yo soy bueno como guía ¿puedo preguntaros Kanatash por vuestras habilidades?

- Claro, Edio. Soy bastante buen luchador. Se esconderme y pasar inadvertido. Y tengo conocimientos de Psionica o poderes mentales, pero no se usarlos. De hecho, lo unico que se hacer es esto...

Me concentré un instante y, apuntando hacia donde no haba nadie, materalicé mi cuchilla del alma. Una luz ectoplasmatica semisolida de unos 60cm de longitud, extremadamente afilada.

- ¿Que te parece? 

Tras mostrar mi cuchilla la desmaterializo y si nadie tiene mas que decir musco un catre y me echo a descansar.

Creo que estos dos van a acabar juntos como sigan con ese coqueteo, asi que cogi algo de queso y algo de beber antes de ir a dormir.

- Eso es impresionante, pero guardadlo para después - los poderes mentales son interesantes, pero yo también se defenderme sola.

Mientras estiro mi petate medito según la costumbre en el monasterio para estar preparada para mañana.

Tras una noche tranquila en la que no pasa nada destacable, tan sólo hago unas revisiones a Mephist y a mí mismo, para comprobar que estamos en perfectas condiciones, y en caso de que quiera a Gladio también, reparándole si hiciese falta, amanece y los forjados escuchamos cómo se van despertando. Esperamos a que desayunen, durante el cual comentamos los aspectos tácticos, miramos el mapa para familiarizarnos con él y nos ponemos en marcha. Edio como nuestro guía y quien tiene el mapa abre la comitiva, el resto le seguimos.

Los humanos cocinan y comen, esa necesidad de recargar energia me resulta extraña aunque no sea la primera vez que les veo en dicho acto. Asi pues me dedico a afilar y cuidar de mis armas para que esten en las mejores condiciones para mañana, la respiracion acompasada de un humano durmiendo llega hasta mi... seres como ellos crearon a los mios para la guerra... y sin embargo se les ve tan debiles, con tantas necesidades... dormi, comer, beber, eso significa ser humano y para mi, significa ser debil. He visto a humanos decaer en sus condiciones fisicas mas alla de las treinta horas de combate... eso no es aceptable para alguien como yo, supongo que por eso fui creado para la guerra.

Aun asi soy capaz de entender mis debilidades, la sutileza y la conversacion nos on lo mio... me siento raro en esas posiciones mientras que a estos seres de carne les resulta sencillo, incluso diria que a Kernel y a Gladio les resulta menos dificil que a mi. Dejo estos pensamientos a un lado mientras sigo puliendo y preparando mis armas, cuando termine rebuscare entre los libros del enano, alguno que hable de los tres dragones... pasare la noche leyendo esos libros a la espera del amanecer.

Kernel se acerca para revisar mi estado, le hago un gesto con la mano para indicarle que estoy bien que no necesito reparaciones. Los demas se despiertan, parece que por fin nos ponemos en marcha, levanto mi corpachon del suelo y miro hacia Kernel, vanguardia o retaguardia... me da igual mientras me dejen matar a mis enemigos.

Empezáis a notar entrar los pocos rayos de sol, que entra por las pequeñas ventanas de la casa, ha amanecido. Después de desayunar vais siguiendo las indicaciones del mapa, por el camino notáis el cambio de luces y sombras producidos por las diferentes plantas de la ciudad, al pasar por una plaza miráis arriba y veis el castillo flotante que corona la ciudad de Sharn. Después de un rato llegáis a la entrada a las alcantarillas que señala en el mapa. Seguís el camino que indica por detrás, hasta que encontráis que parte de la alcantarillado está roto y deja salir a una zona de rocas donde veis una pequeña cueva de unos dos metros de ancho y otros dos de alto.

Saco un cetro solar y le doy un golpe, empieza a iluminar, lo llevo en mi mano izquierda. Desenvaino mi estoque y empiezo a avanzar hacia la entrada a la cueva buscando si hay trampas y moviéndome sigilosamente. -Yo iré el primero, se me da bien encontrar cosas aunque las trampas no son mi especialidad, intentad hacer el menos ruido posible.

Llegamos a la entrada de la cueva tras un paseo por el maldito alcantarillado. Ya podría haber escogido un lugar mejor, luego tendré que tener especial cuidado con el tratamiento de nuestros cuerpos de forjado. Al llegar, espero a que me indiquen que no hay moros en la costa y procedo a examinar el terreno en busca de posibles trampas, e indicando al grupo por dónde es seguro avanzar.

-Edio, vigila mientras miro si hay trampas- le digo al ser consciente de que para ésa labor yo era más indicado.

Los humanos se despiertan y por fin nos ponemos en marcha. Atravesamos la ciudad, la cual se muestra majestuosa durante ciertos puntos de nuestro trayecto hasta la cueva donde tenemos que meternos. Me quedo ensimismiado mirando el castillo pero sin perder comba de donde estan mis compañeros, sobretodo Kernel... hasta que llegamos al agujero... lo miro detenidamente de un lado a otro, una abertura natural de unos dos metros por dos metros. Miro a uno y otro lado y dejo mi espadon en su sitio y saco mi maza y el escudo, ese sitio es muy pequeño... no me gusta meterme en sitios para gente pequeña...

- Yo, ultimo. - Con mi tamaño seria mas una molestia que otra cosa ahi dentro, al menos hasta que encontremos un sitio mas grande.

Con la mañana llega el momento de partir, nuestros amigos forjados ya estaban preparados, una raza que no necesita dormir ni comer, deben de tener una mente alejada de lo normal, pero de momento parecen centrados en la misión, seguramente mientras tengan un objetivo se portarán bien.

No tardamos mucho en llegar a la abertura que será nuestra entrada, Eido y Kernel se ponen a buscar con mucha parsimonia lo que me pone nerviosa:

- Podeis acelerar un poco? No tenemos todo el día para andar por aqui y levantar sospechas.