Partida Rol por web

- Ni se te ocurra!! Porque no vamos y les preguntamos creo quesera mejor sacarles informacion que cargarmoslos. Seguro que tienen respuestas.

Escúchame bien por una vez monstruo amarillo con afán de canibalismo! - Miré bien a los ojos a Agumon que parecía mas dispuesto a comer que a escuchar o atender a razones. - Nosotros nos hemos convertido en digimons, lo se bien por que me fijaba siempre que pasaba por delante de una tienda de juegos en los posters que había expuestos! No los conozco a todos y por fortuna o por desgracia se lo que somos ahora. Ese bicho gigante no existe en el mundo humano y esos bichos por razonamiento lógico no pueden ser del mundo humano, así que son digimons también! Si decides entrar ahí a comértelos a todos seguramente acabemos todos muy mal por que bien seguro que nos superan en número!

Me había excedido un poco, quizás mi razonamiento era correcto, pero no me apetecía ser invitado a un mundo nuevo y entrar como los españoles entraron en las américas, entrando a matar y sin preguntar. - Quizás podamos conseguir un poco de información de ellos y luego decidimos que hacer, os parece bien?

Me encogí de hombros y esbocé una sonrisa pícara, o al menos todo lo pícara que podía ser la sonrisa de un dinosaurio. Estaba visto que mis compañeros de campamento nunca se habían comido un sabroso buey de mar.

-Está bien, está bien -admití, en tono divertido-. Vamos con ellos y les preguntamos por si nos pueden ofrecer algún tipo de información. Pero... Si intentan atacarnos, nos montamos una buena mariscada con ellos. ¿De acuerdo?
 

Suspiro aliviada, no quiero mas lios asique algo es algo.
- muy bien trato hecho. Vamos pues.

Os acercasteis todos, y mientras más cerca estaba el poblado, os ibais dando cuenta de que... como mucho ahí entraría el chico de las enormes orejas de puntas rosas como mucho. Los cangrejos iban y venían en sus quehaceres, hasta que uno que parecía el guarda, os vió.

- Alto ahí, ¿quienes sois y a que venís? (en tono defensivo y listo para pelear)

Cuando ya pensabais en daros la mariscada, una voz algo más vieja detuvo al guarda.

- Pero que modales son esos Crabmon, no andes asustando a todos los que vienen.

Veis una especie de pez acorazado, el cual parece el líder del pueblo, aunque sus escamas estaban algo desgastadas.

- Perdonar, últimamente hay bastantes problemas y tratamos de que dichos problemas no lleguen aquí, pero pasar, pasar, acompañarme.

Os lleva a un lugar del pueblo, que va bordeando la playa, hasta llegar a unas rocas. Os parece curioso que para ser un pez, va como flotando en el aire.

- ¿A qué debo el honor de una visita tan heterogénea? Nunca había visto tantos digimons y distintos ir en grupo, normalmente van todos juntos y de la misma especie.

Me quedé mirando a mis compañeros esperando que alguno de ellos contestara, pero parecía que el silencio reinaba entre nosotros. Suspiré, temiéndome lo peor suponía que iba a ser yo quien iba a contestar, la opción de mentir o la de decir la verdad estaban presentes, no sabía como se iban a tomar eso de que veníamos de otro mundo. ¿Realmente veníamos de otro mundo? Lo suponía por que recordaba perfectamente la luz que me engulló. 

Mientras caminaba detrás del pez metálico flotante comencé a hablar. - La verdad.. es que venimos de otro mundo, por eso somos un grupo tan dispar, aparecimos en una colina y nos atacó un digimon gigante con forma de dinosaurio, caímos al río y lo siguiente que recuerdo es estar en la playa, cerca de este poblado, no sabíamos si íbais a atacarnos o no, por eso estábamos dubitativos sobre si acercarnos... pero necesitamos ayuda, tenemos mucha hambre y estamos totalmente perdidos... Por favor, echadnos una mano. - No lo dije en tono suplicante, era una petición mas que un ruego, así esperaba que no viera debilidad si no necesidad y que podíamos ser de ayuda. 

- si, por favor trabajaremos y echaremos una mano en lo que sea a cambio de algo de ayuda, seguro que hay algo que podamos hacer. ¿Verdad chicos?

Mientras Dorumon se presentaba a aquel digimon grandote con aspecto de pez acorazado, me llevé una mano a la barbilla, pensativo, dándole vueltas a algo que aquel pez había dicho.

-Oiga usted, Carapescao -me dirigí al digimon de gran tamaño, del que ni siquiera sabía el nombre con el que denominarlo-. Sí, sí, usted. Ha mencionado que últimamente hay bastantes problemas y que están tratando de que esos problemas no lleguen hasta su aldea. ¿A qué problemas se refiere exactamente?

- ¿Es acaso algún tipo de maton, asesinos o algo similar?- Dije mientras miraba a la criatura blanca que se habia presentado- No tengo problema con ninguno de los dos , se artes marciales, o al menos lo sabia mientras conservaba mi anterior cuerpo...

La ultima frase la comente con la voz baja casi susurrando , debido a que claramente no sabia si era buena idea hablar sobre nuestra verdadera identidad a aquellas criaturas.

Despues de todo era un mundo extraño con cosas extrañas sin saber que eramos o que haciamos alli. En mis pensamientos solo existia una cosa 

-¿Que tipo de fuerzas encerraban estos cuerpos?¿Y como era posible que existiera un mundo que no fuera la tierrra?

Nose si sera buena idea, pero ya esta dicho.

- Señor estoy de acuerdo con mis compañeros ¿Enque pudemos ayudarlos? Intentarrmos hacer lo que podamos.

---Si, creo que todos estaremos encantados de hacer algunas tarea para ganarnos algo de comida y bebida, no quisieramos aprovecharnos de su generosidad- digo descendiendo al suelo, la verdad es que estaba algo cansado de tanto correr de un lado para otro, sobretodo despues de aquellos monstruos que casi nos matan...

Para Yusei aquellas palabras de segunda mano era increíbles, el enterarse de que estaba en un mundo ficticio y ahora era uno de aquellos "digimon". Se cruzó de brazos y sólo musitó:

—Bueno, no podemos hacer nada. ¿Y que vamos a comer?.

Ante las circunstancias sólo quedaba aceptar lo que estaba pasando, y gritar o desesperarse no lo arreglaban. Mientras pensaba un pez flotante fue con ellos y los guió hacia otra parte, mientras lo seguía dio un vistazo a las casas de los cangrejos, con muebles para cangrejos, ollas para cangrejos, hasta decoración para cangrejos; Jusei sonreía divertido por ver aquella cultura cangrejil.

El pez volador les contó que pasaban cosas malas lo cual hizo que mini-budoka resoplara la nariz molesto, no toleraba que habiera malhechores haciendo de las suyas.

—Cuentenos mas por favor, quiero saber si le podemos ayudar.

Mientras observaba al cangrejo frente a él este se volteó levemente para devolverle la mirada mientras andaba, una mirada que reflejaba inteligencia, pero ni se detuvo ni hizo ningún otro gesto con lo que continuó ignorándolo.

Apenas unos cuantos minutos después uno de los cangrejos alzó la voz mientras se acercaba. Volteándose hacia atrás pudo comprobar que sus compañeros ya se habían incorporado y se acercaban hacia donde él estaba.

— Alto ahí, ¿quiénes sois y a que venís? — Abriendo la boca en clara sorpresa ante aquellas palabras… “¿Así que también eran parlantes esos cangrejos? Pero son iguales a los cangrejos normales… ¿Entonces será cierto que este es otro mundo de animales parlantes? ¿Acaso ya no están en el planeta Tierra? ¿Están en una versión  de Narnia con dinosaurios?”. Frente al tono amenazante de otro él también se puso en guardia a la vez que daba unos pasos hacia atrás.

— Pero que modales son esos Crabmon, no andes asustando a todos los que vienen. — ¿Crabmon? ¿Entonces así se llamaban? ¿Entonces eran Digimons? ¿Será que todos los seres en este mundo son Digimons?” — Perdonar, últimamente hay bastantes problemas y tratamos de que dichos problemas no lleguen aquí, pero pasar, pasar, acompañarme.

Todos siguen al nuevo ser aparecido, parecía ser amable además de sabio o experimentado y el otro, aquel Crabmon, realmente acató lo que se le dijo sin problema. Aquel líder o consejero los guio hacia otra parte, recorriendo la playa, hasta donde se apilaban unas rocas contra las que las olas rompían constantemente. Miró alrededor con cierto disimulo y comprobó que nadie más los seguía. Aquello podía significar que aquel nuevo ser realmente había decidido a prestarles su confianza alejándose a solas con un grupo de casi una decena de desconocidos… o todo era una trampa a la que los estaban guiando para emboscarlos… o no era realmente alguien tan importante como un líder o consejero del pueblo. También podía ser que se supiera tan poderoso o hábil como para confiarse, pero no se veía grande o fuerte.

— ¿A qué debo el honor de una visita tan heterogénea? Nunca había visto tantos digimons y distintos ir en grupo, normalmente van todos juntos y de la misma especie. — Aquello era realmente un detalle muy interesante, aquellos Crabmon eran el primer aglomerado de una misma especie o tipo de… Digimon. Prefirió quedarse callado mientras escuchaba atentamente la conversación que se formaría y las respuestas a la batería de preguntas que le habían lanzado a… ese nuevo Digimon con el que se topaban.

— Señor… — Pidió la palabra él entonces, luego de esperar un espacio entre preguntas y respuestas para no sobrecargar fastidiosamente de preguntas, una vez dirigió su atención a él continuo — Dijo que usted nunca había visto a tantos Digimons diferentes juntos, ¿Verdad? ¿Sabe entonces… los tipos de Digimons que somos? ¿Y cuál es su nombre?, si no le molesta presentarse.

El anciano pez se sorprende por la cantidad de preguntas y os mira como extrañado.

Dorumon - Cuando hablas de que teneis hambre, el pez rie un poco. 

- Aquí tenemos comida de sobra, hay algas y algunos peces que pescamos de vez en cuando, a la noche hacemos una cena colectiva ante un fuego, podeis uniros como mis invitados.

Cabe decir que a todos se os hace la boca agua de solo pensar en pescado asado.

Salamon - Cuando mencionas de ayudar, te sonríe, aunque te parece perturbador sinceramente.

- Gracias pequeña, toda ayuda es bienvenida, pero como le he dicho a tu amigo, estáis invitados, pero si queréis ayudar, será bienvenida.

Agumon - Cuando le dices "carapescao" frunce el ceño.

- ¿Que nunca te han enseñado a respetar a tus mayores, jovencito? Mi nombre es Coelamon, no carapescao. (se notaba ofendido) Esta juventud de hoy día...

Impmon - Cuando dices lo de otro mundo, la Tierra y demás, te mira tambien extrañado.

- Que es eso de la Tierra y otro mundo? Entiendo que te gusta pelear, pero en estas tierras, el que busca problemas, los encuentra y acaba convertido en datos.

Renamon - Cuando tambien dices de ayudar, te sonrie.

- Gracias querida, veo que todavía hay gente que ayuda porque quiere y no porque debe. Como le dije a Salamon (todos os quedais extrañados) toda ayuda es bienvenida.

Patamon - Coelamon se rie.

- Nadie se aprovecha, seréis mis invitados, no estamos acostumbrados a recibir visitas, ya que somos una aldea costera algo alejada.

Lopmon - Una cara triste se asoma en su escamosa y acorazada cara.

- Muchos Crabmon jóvenes se han ido hacia la Cueva Cristalina y no han vuelto. Nuestro mejor y más veterano explorador, que conoce esas cuevas, fue a averiguar el motivo, y regresó sin dos patas y una pinza. Está inconsciente desde entonces.

Monodramon - Coelamon se sorprende ante tu pregunta de que no sabeis vuestros nombres.

- Es que tenéis amnesia colectiva? (se pone a pensar) Os pasa como al guardián, al principio no recordaba nada, y decía cosas extrañas, como vosotros. Pero os puedo decir, parece ser que esto podría ser algo común jeje. A ver, el amarillo caralagarto (haciendo una broma) es un Agumon; el lila con alitas de muercielago es Dorumon; el que tiene ganas de pelea es Impmon; el bajito con orejas rosas es Lopmon; el dinosaurio lila con alas es Monodramon; el pequeñín con orejas es Patamon; la grandullona amarilla es Renamon y la pequeñita adorable es Salamon. (respira porque lo soltó de golpe sin parar) Si me podeis hacer un favor, hay una caja de comida que todos los meses le llevamos al guardián, él se encarga de que los problemas no nos molesten, y se lo agradecemos de esta manera. ¿Podríais llevarle la caja en mi nombre? Asi de paso le invitais a que venga esta noche a cenar. Se encuentra en los acantilados que hay más adelante (señalando a su espalda) aunque el terreno es bastante escarpado y resbaladizo, pero no tiene pérdida.

Cuando termina de hablar, os conduce al poblado, para indicaros la caja que teneis que llevar.

Aquella criatura me comento algo que me hizo confirmar lo que me temia 

 Que es eso de la Tierra y otro mundo? Entiendo que te gusta pelear, pero en estas tierras, el que busca problemas, los encuentra y acaba convertido en datos.

Aquella frase me decia dos cosas, no conocían el nombre de la Tierra y esto era otro mundo.Por lo que no cabia duda que todo lo que estaba viendo era ajeno a lo que conocía y segundo parecía que hablar de "datos", era un termino que no comprendia muy bien.

-No es que me guste luchar anciano.Pero es el único modo de vida que he tenido hasta el momento, pero por el momento soy debil asi que le hare ese favor con  o sin mis compañeros pero necesito pedirle un favor , jefe de la aldea. Necesito encontrar un maestro para hacerme mas fuerte. 

Si no sabia que era lo que ocurria no me quedaba mas remedio que encontrar a alguien que supiera de este mundo y de segundo superar mis fuerzas actuales que segun sentía no eran suficientes para los peligros que me esperaban por lo que necesitaba un mentor, alguien que me enseñara a desplegar la fuerzas de mi nuevo cuerpo 

Al escuchar las palabras del tal Coelamon, a quien había yo denominado con el apelativo Carapescao, me llevé una mano a la barbilla y me froté el lugar donde antes había tenido mi mentón, pensativo.

-¿Habéis oído lo mismo que yo? Este señor Digimon ha dicho que el guardián llegó también como nosotros, sin acordarse de nada y diciendo cosas extrañas -comenté, dándole vueltas al tema-. Quizá deberíamos ir a visitarle cuanto antes, por si tiene información importante para nosotros. Tal vez tengamos cosas en común con él y pueda ayudarnos a encontrar un modo de volver a casa.

Muchas gracias señor Coelamon. - Miré a mis compañeros, agumon me quitó las palabras de la boca, debíamos ir a ver a ese guardian enseguida. 

Uno de nosotros debería llevar la comida y los demás protegerle.- Comenté a mis compañeros recogiendolos en corrillo para hablar.- Si ese guardían llegó como nosotros quizá también es un humano y si lo llaman guardián quizá es que es muy poderoso... quizás pueda devolvernos a nuestro mundo o enseñarnos como salir de aquí - Miré a Impmon.- O nos enseña como volvernos fuertes.

Sin esperar a los demás para decidirse me giré a hablar con el pez volador.- Iré encantado y si mis compañeros quieren también vendrán. - Sonreí con mi sonrisa medio perro medio dinosaurio. - Como sabremos que hemos llegado al guardian? Como es?

— Conque Monodramon… — Dijo él para si mismo.

Luego de dar las respuestas a todas las preguntas, Coelamon emprende la marcha de regreso al pueblo.
Pensativo él lo sigue.
“¿Entonces si estamos en otro mundo?” pensaba.

— Había emprendido un viaje… — Dice calladamente para si — Para alejarme de todo, y ahora termino aquí. — “Quizás esto sea un regalo, una oportunidad”. Apuró el paso mientras andaban para alcanzar a Coelamon y ponerse a su lado mientras continuaban andando, para preguntarle: — Ehh… perdón, Coelamon ¿Sabes si hay muchos Digimons que sean hostiles allá afuera? Ya sabe, en el mundo, es decir, peligrosos. Hay otras aldeas o pueblos de otros Digimons como esta?

-Yo digo que si que vayamos, y mas si podemos ayudar.- Me dirijo hacia los compañeros. - entonces vayamos hacia alli. Aunque... No sabemos nada de este mundo puede ser peligroso, deberiamos pensar un plan.