Me aproximé a la guerrera caida y traté de examinar la herida y aplicar unos primeros auxilios preventivos, pero el cursillo tan mal preparatorio del Omnisiah no me fué de mucha ayuda, ya fuera por el físico geneticamente alterado de Isolda o por que hoy no era mi mejor día.
-No puedo estabilizarla aquí. Llevémosla con el Suertudo.- Ni corto ni perezoso, aferré a la hermana por la cintura y la incorpore lo mas delicádamente posible que pude, pasando su brazo (o lo que quedaba de él), por encima de mi cuello, indiferente a la sangre y carne que amenazaba con manchar de rojo mi túnica... Roja. Por suerte el torniquete que le practiqué había detenido en parte el sangrado, pero si no nos movíamos rápido, se le necrotizaría la herida, y eso solo empeoraría las cosas.- Tzzzzt, conmigo.
El cráneo me acompañó levitando suavemente al lado libre de mi cabeza, el contrario del de Isolda.
-Vamonos... Y que alguien me ayude o se me... Caerá en medio del camino...
Motivo: Primeros auxilios
Tirada: 1d100
Dificultad: 47-
Resultado: 60 (Fracaso)
Acrturus no habia podido hacer mucho, y decidió que era mejor trasladarla. Pidió ayuda y me ofrecí, agarrando el otro brazo de Isolda y colocandomelo por encima de los hombros para ayudarlo.
- Ya te ayudo. Vamonos rapido.
De algún modo os las arreglasteis para llevar a Isolda a cuestas todo el trayecto hasta fuera de los almacenes e iniciasteis el descenso por la ciudad hasta los límites con la subcolmena. Extrañamente, la comunicación por radio con el canal que os habían proporciorcionado no respondía...
Tras media hora de caminata apresurada llegásteis al campamento improvisado junto al muro que separaba la subcolmena y comprendísteis; los mercenarios estaban rechazando un ataque de las bandas. Casi todos estaban apostados en puntos de disparo en el muro, o sobre él, o ayudaban a recargar las armas; un grupo había salido por el portón para enfrentarlos en combate cuerpo a cuerpo. Por la zona solo se escuchaban gritos, disparos y alguna detonación aislada.
- ¡EH! - escuchasteis en una dirección. De alguna forma Gianna y Urtzi ya estaban allí, os habían visto y se dirigían hacia vosotros. No podíais saber porqué estaban allí cuando habían partido a hablar con los nobles de la cúspide, pero no parecía que se hubieran visto envueltos en la batalla.
Nadie ha dicho nada en contra, así que asumo que todos vais con los mercenarios.
Cierro y nueva escena.