Bushemeyer corrió a sujetar a Eva. ¿Qué le había pasado? Puede que fuera un ataque de histeria femenina por toda la tensión acumulada, las mujeres no estaban acostumbradas a la tensión que era el trabajo policial. Había leído un par de artículos sobre los ataques de histeria que sufrían las mujeres, muchas actuaban de forma agresiva mientras que otras entraban en estados de catatonia o se desmallaban.
Motivo: Ingenio -2
Tirada: 2d6
Resultado: 9(+1)=10
El veterano agente de policía torció el gesto. El Klan. Una paliza, quemar una casa. Pero secuestrar a un blanco, era un absurdo.
En cualquier caso ya tenia lo que quería, una pista, una que el comisario guardaría por decoro en el cajón del escritorio y que cerraría aquel caso.
El señor Poole no había tenido suerte.
Poco a poco el agente de color fue bajando las escaleras. Para encontrarse con una situación absurda.
.-Y por esto no deberían de dejar venir a nadie que no fuera policía a las escenas del crimen-.
Dijo sin pudor a que pudiera ofenderse alguien. A su forma de ver las cosas, ya era molesto tener que ser responsable de la vida y las acciones de aquellas dos solteronas, como para encima aguantar ahora aquellas dramatizaciones y afectaciones que sin duda, solo habían empezado.
Sé para en la puerta del salón y espera a que el agente Bushemeyer atienda a la snob. Por un lado no tenia ganas de acercarse, y por otro, sí se le ocurría tocarla, aunque fuera un pelo, y fuera para salvar su blanco culo, encontraría la manera de que la pensión se convirtiera en polvo.
Y dios sabia que había trabajado duro para tener una pensión que al menos no lo obligara a mendigar.
.-Aquí ya no hay nada qué hacer, cuando la joven guste de volver a ponerse en pie, estaría bien que nos fuéramos-. Dudo un segundo, y volvió a intentar lo mismo que antes con el compañero.
.-¿Tiene alguna idea de qué ha pasado aquí?, Agente Bushemeyer-.
Cuando la mujer cae de Bruces Loretta va a su ayuda viendo la reacción del policia negro, se dió cuenta que era un hombre muy agresivo. Se acerca a ella y saca una crema mentolada que llevaba en la cartera y se la a oler.
- Oficial McRae- dijo seria- es evidente y claro que usted no quiere que estemos acá, pero nosotras debemos estar acá, así que le agradecería que deje de repetir que somos unas inutiles y un dolor de cabeza, si tiene algún problema con la asignación hablelo con su jefe, pero nosotras estamos aquí por un motivo claro.
(Aunque ciertamente Loretta comprendía más porqué estaba ella, y no porque una estudiosa de la biblia la mandaban a este tipo de cosas, ella había visto la violencia, y era dura como roca, pero esta chiquilla seguro no estaba para estos trabajos)
-En ningún momento me ha preguntado porque estoy aquí, así que en vez de vernos como una especie de enemigo podría pensar que puedo serle de ayuda. Sea como sea, no me iré a ningún sitio. Pueden seguir ambos haciendonos comentarios desagradables o comenzar a tratarnos como un apoyo, y de paso con respeto.
Loretta no nombro al otro oficial Bushemeyer esta muy contento con tener a una negra en el equipo de observación, eran evidentes sus miradas de asco.
Ella se quedó con la desmayada, esperando que reaccionara.
- Puedo si quiere entrevistar a la vecina... o si no confian en mi alguno de los oficiales puede acompañarme.
Pongo mi habilidad.
Reputación: Famosa. La mayoría de la gente intentará cumplir tus exigencias siempre que tenga sentido.
Otra vez el mismo sueño, el mismo bosque, la misma figura. Pero algo se veía distinto. Esta vez se veía todo más nítido, más claro. Perdida en el sueño, se dejó llevar por la figura, excitada por ver que le esperaba al final de aquellas llamas. Fuera lo que fuese, esperaba que fuera aquella revelación que llevaba buscando tanto tiempo.
Pero no fue una revelación sino el horror. Un hombre crucificado y quemado aparentemente vivo. Y sin embargo, no fue esa escena la que atrajo su atención, sino el símbolo que tenía en el pecho ¿Qué era? ¿Era importante? Algo le decía que sí, pero este parecía borroso, confuso.
Estaba a punto de girarse hacia su acompañante cuando sintió una punzada en el cuello y otra en el abdomen. Abrió mucho los ojos por la sorpresa y durante unos instantes no pudo creérselo. Entonces se vio rodeada de hombres encapuchados que seguían con sus cánticos alrededor de ella.
Con las manos temblorosas, se tocó el cuello y el abdomen y entonces se los miró. Estaban llenos de sangre. Empezó a girar sobre si misma con las manos alzadas y los ojos anegados en lágrimas, en una súplica ahogada. El terror la invadió, no quería morir. Y entonces, su acompañante le susurró unas palabras al oído.
No pudo soportarlo, con el rostro congelado en un rictus de horror, se dejó caer de rodillas sobre el suelo y entonces emitió un grito que esta vez sí, rasgó el silencio de la noche.
Motivo: Voluntad
Tirada: 2d6
Resultado: 5(+1)=6
Motivo: Pérdida de cordura
Tirada: 1d6
Resultado: 2
Motivo: Fijarme en el símbolo del pecho (Ingenio
Tirada: 2d6
Resultado: 5(+1)=6
«mata... o muere».
Pues viendo como van los dados yo creo que voy a elegir muerte porque... ¿Para que alargar esta agonía? Los dados claramente me odian XD
Como por mi Reputación: Atormentada pierdo siempre un punto menos de cordura, entiendo que pierdo 2 solo en la primera tirada y 1 en la otra. Perdiendo un total de 3 ¿Es así? ¿O cuenta todo como una pérdida de cordura y solo reduciría en una de las tiradas perdiendo en total 4? De momento me resto 3 de la ficha.
-Muy bien señora, vaya con el agente McRae a preguntar a los vecinos mientras yo atiendo a la señorita. Dijo rápidamente Bushemeyer. Así, de un plumazo, el agente se quitaba del medio a los dos sucios negros que no hacían más que ralentizar la investigación.
Mientras Bushemeyer se quitaba la chaqueta para utilizarla de almohada improvisada bajo la cabeza de la señorita Eva.
El agente veterano se llevo la mano a la sien durante un segundo.
.- Uno. No recuerdo haber haber dicho que sean inútiles. Si no fuera usted una ignorante en cuanto a temas policiales le habría quedado claro, que el motivo para decir que se marchen, entre otros muchos, es claramente, que aquí no hay nada que ver-.
Luego miro al novato. No tenia intención de ponerlo en evidencia delante de gente que no fuera del cuerpo, pero acaba de salirse de tono, y como las otras tres veces durante el servicio de hoy, tendría que recordarle quién era el policía veterano, y quien no.
.-Bushemeyer, no voy a entrar a discutir según qué cosas, pero levante su culo, y saque a la joven de aquí. Se acabo la investigación de esta casa. Y no es discutible-.
Empezó a andar hacia la entrada, y se giro de nuevo.
.-Y señora Young, no se pase un pelo. Mi jefe sabe porque están aquí, y no es para interferir, es para hacer de espectadoras, y usted no va a entrevistar a nadie, porque estoy no es una maldita historia para el periódico, es una investigación en curso. Así que como vuelva a salirse de tono, o se columpie lo mas mínimo, terminara esposada por obstrucción a la justicia. Y en contra de lo que piense, no me va a resultad agradable hacerlo. Pero no me temblara el pulso. ¿Le ha quedado claro?-.
La pregunta final, dicha en un tono bastante elevado, no invitaba al debate. Allí habían policías y civiles, y si por algo eran conocidos los policías es por tener una paciencia muy limitada.
Lorreta que estaba atendiendo a Eva hablaba esperando a que despertara, y escuchando su sermón. Loretta no esperaba nada del blanco, pero al ver la reacción del viejo se decepcionó pues pensaba que el tendría en cuenta su recorrido como periodista, y realmente si no querian que ella colaborara, ella haría lo que se le diera en gana. Ella no tenía jefes en este trabajo, estaba por su cuenta, y no iba a obedecer a alguien que no se había ganado un poco su respeto.
-Usted haga su trabajo oficial no se preocupe- dijo simplemente sin prometer nada- yo haré el mio.
El tono daba a entender que estaba de acuerdo, pero en sus pensamientos otra cosa pensaba.
Se agachó nuevo mirando a Eva dejando claro que no quería discutir más.
-Vámos mujer, despierte, despierte
Eva abrió los ojos de par en par cuando Loretta le pasó las sales por debajo de la nariz. Estaba acostaba, con la chaqueta de Bushmeyer haciendo de almohada, y cuando se incorporó sintió de nuevo un ligero mareo. Sólo pensar en la posibilidad de desmayarse nuevamente hizo que se aferrase al agente con todas sus fuerzas. Pero no se desmayó. Poco a poco a poco recuperó el ritmo de su respiración... y de su corazón.
Los demás vieron como se palpaba el pecho y el estómago, como si esperase encontrar alguna herida.
Era, cuanto menos, desconcertante.
McRae todavía tuvo tiempo de menear la cabeza y soltar un leve suspiro mientras salía de la casa en dirección al patio de la vecina con la esperanza de que Bushmeyer cumpliera su orden y desalojase la casa.
Si alguien acompaña a McRae (¿Loretta? ¿desafiando al gruñòn?) que lo marque, pero si quedáis en la casa desmarcadlo en vuestras respuestas.
McRae te abro ahora otro mensaje para la casa de la vecina.
La casa que estaba al otro lado de la calle de la de Poole estaba a escasos cincuenta metros. Era una casa vieja, de una planta, también con cuidado jardincito frontal y un porche en el que precisamente esperaba de pie, junto a la puerta, una señora que se había asomado a ver la actuación policial. Se trataba de una mujer blanca de unos setenta y largos, de pelo blanco recogido en un moño, gafas de montura y un permanente rictus de malhumor dibujado en su arrugado rostro.
Y ese gesto de malhumor se acentuó al ver como se aproximaba Duncan con paso firme hacia ella.
Mensajes sólo para el director mientras estás solo.
.- Buenas noches, soy el agente Duncan McRae, agente con casi cuatro décadas a las espaldas. Como comprenderá, tengo que realizarle ciertas preguntas, algunas puede que incomodas, siempre que le parezca oportuno-.
Era un policía, le pesase a quién le pesase, así que uso un tono frio y directo. Nada amenazante, pero dejando claro qué iba a hacer su trabajo.
No esperaba que ella aprobara el interrogatorio, y daba igual lo que respondiera, iba a preguntarle igual.
Se paro en seco, a unos dos metros de ella. Lo suficiente para oírla sin que ella tuviera que alzar la voz, y suficientemente lejos para que no se sintiera tentada de creerse agredida por un hombre de color.
-Muchacha deberias hacerte ver del médico- dijo Loretta pensando que o la muchacha tenia problemas con su sangre o estaba embarazada, cosa que siendo religiosa seria raro, pero ella de nada se sorprendía.
Le ayudo a levantarse y le dijo.
-No sé si seas mejor que te quedes sentada... yo debo continuar con mi labor, nos vemos luego.
Y tras decir esto sale por la puerta.
Ella no iba a entrevistar a nadie, estaba aqui para observar, y queria observar que hablaba el viejo gruñon con la vecina.
Pues me voy a "observar"
Me acabo de dar cuenta que puse negrillas, jooo edito y pido disculpas, que anoche estaba super cansada y se me fue la pinza.
Bushemeyer se puso rojo de rabia. Un negro, dando órdenes, dándole órdenes a él. El agente apretó los puños, pero no hizo nada. Aunque había sido en su más profundo orgullo de “raza pura y superior”, no era un imbécil y en una pelea con McRae seguramente terminara perdiendo. No solo perdería físicamente, sino que luego le echarían del cuerpo y tendría que aguantar las reprimendas de su padre.
-Bien señorita-. Le dijo a Eva mientras ayudaba a que se incorporara. –Salgamos fuera, aquí ya no hay nada que ver-.
Mientras salía a la fría noche, el agente aprovecho para preguntarle a la señorita que le había pasado. –Si no es mucha molestia ¿Qué ha pasado? Parece que ha sufrido una alucinación o un mal sueño-.
Bushmeyer ayudó a salir de la casa a la señorita Green para ver que McRae estaba ya al otro lado de la calle interrogando a la señora Franklin, que se encontraba en el porche de su pequeña casa.
La señora parecía molesta por el tono de Duncan.
—Mire señor 'don importante soy un policía que lleva cuarenta años en esto'... si tanto tiempo lleva ¿por qué pasan estas cosas? ¿eh? ¿Por qué no se puede estar alguien seguro en su propia casa? ¡Yo les he llamado porque escuché ruidos de pelea en la casa del señor Poole! ¿Qué quiere? ¿Qué le resuelva yo el caso 'señor llevo cuarenta años haciendo esto'? ¡Y no le he dado permiso para que entre en mi propiedad!— dijo señalando el espacio que el agente ocupaba en su jardín, profundamente ofendida.
Luego se volvió hacia Loretta, que se acercaba también:
—¿Tiene pinta esto de ser una plantación? ¿A dónde se cree que van? ¿A una fiesta?
Para tener casi ochenta años la señora Franklin parecía tener energía de sobra.
Motivo: Voluntad de Duncan
Tirada: 2d6
Dificultad: 8+
Resultado: 8(-1)=7 (Fracaso)
[1] Tirad de voluntad de Duncan (+1) a nivel difícil (-2) se nos queda en un -1. Un 7, fallo...
George parecía ser el único que se preocupaba de la joven Eva, a la que todavía sostenía con cautela, como si temiera que se fuera a desmayar nuevamente.
El joven agente prestó atención a la señorita Green. Todavía estaba pálida y se tocaba de forma instintiva el abdomen, como si le doliera. Algo le había pasado durante su período de inconsciencia, algún tipo de pesadilla o visión. ¿Tan impresionable era?
Perdona, que ayer me despisté de la tirada de ingenio...
Eva se incorporó de golpe tras recuperar la consciencia y lo que vio fueron los ojos del agente Bushemeyer que la miraban con preocupación. Lo veía mover los labios, voces llegaban a sus oídos pero parecían lejanos. Entonces recordó el sueño y las últimas palabras que le había dicho aquella figura encapuchada. Un escalofrío recorrió su espalda.
Dejándose llevar mientras recuperaba el resuello, se dejó levantar por el agente quien la llevó hasta el exterior de aquella vivienda. Cuando sintió el aire de la calle suspiró aliviada y dejó que ese frescor la invadiera. Poco a poco sintió que recuperaba las fuerzas y la compostura. Se dio cuenta de que estaba a solas con Bushemeyer que la preguntaba por lo ocurrido. Al fondo, se oían los gritos de una anciana que parecía estar discutiendo con el agente de color.
- Estoy mejor, agente Bushemeyer. Le pido disculpas por el susto. Ha sido simplemente una bajada de tensión. Puedo continuar ¿Qué ha ocurrido? ¿Han descubierto algo? –
Mientras hablaba, no podía dejar de oír la misma frase una y otra vez. Mientras esta se repetía, sus ojos se iban hacia el agente McRae
Loretta llegó justo a tiempo para ver al viejo Duncan tener problemas con la anciana. No entendía que podía haberle dicho para que estuviera tan molesta, pero luego cuando escuchó lo de "la plantación" sintio el dejo racista de la mujer.
Loretta respiró profundo armandose de paciencia porque en su interior no deseaba hablar con esa mierda de vieja, pero era la única testigo.
El oficial no logro nada con la anciana, la periodista pensó que le podía dar una mano.
-Señora Franklin, disculpenos a ambos, no sé que la ofendió pero estoy segura que podemos arreglarlo- digo de manera un poco pasiva para tranquilizarla- soy Loretta Young, periodista y observadora, realmente no queremos molestarla, verá su vecino fue secuestrado, sabemos que usted es una de las personas con más conocimiento de esta calle.
Loretta no sabía si la conocía por las lecturas del periodico, pero supuso por la edad que era posible que esta mujer supiera más de lo que aparentaba, y si era así de fuerte seguramente era una mujer dominante en el sector.
- El oficial quiere saber sí vio algo, cualquier cosa que pueda evitar que otros como usted, y sus otros vecinos sufran ataques similares. Nos iremos en cuanto conteste unas pocas preguntas.
Uso la habilidad de periodista.
Al viejo agente de policía se le hincho una vena, pero no fue hasta que intervino aquella bocazas de periodista que tuvo que contener su ira.
No solo observaba, sino que ademas, se dedicaba a dar información de una investigación. Evidentemente había que ponerla en su lugar.
.-Señora Loretta Young, esto es una investigación policial. Absténgase de intervenir. Si vuelve a hablar, la detendré, y no es una amenaza banal-.
Se tomo un segundo para reconducir su tono verbal, y con mucha paciencia empezó su trabajo. No era la primera vez que las mujeres solteronas blancas le recriminaban algo, era, en general, el pan de cada día.
.-Lamento profundamente tener que molestarla señora-. aun así no se movió del jardín.- Es evidente que la policia de esta ciudad no podría trabajar sin la inestimable ayuda ciudadana. Por eso la estoy molestando-.
Tomo aire y volvió a la carga. No podía insinuar que su vecino blanco fuera un degenerado, o mala persona, porque le insultarían inmediatamente, así que lo pondría como un santo y dejaría que la vieja le sacara el cuero. Eso solía a aquellas viejas chochas.
.-La gente temerosa de dios, honrada, culta, no debería de tener que sufrir ningún atentado en su propia casa. Es una asunto gravísimo. Sin duda. Pero el señor Charles Poole, nos consta que era un pilar de la comunidad, un trabajador honrado, y un devoto del señor. Por eso no entendemos qué clase de persona, o personas buscarían hacerle daño-.
Ahora tocaba esperar la reacción y los improperios de la vieja, y con suerte, algo de información.
Motivo: Voluntad
Tirada: 2d6
Dificultad: 7+
Resultado: 9 (Exito)
No entiendo, si estabas calculando las dificultad, o me estabas dando un modificador a la tirada. Yo la dejo limpia, y luego me dices si había que restar uno, o era contra dificultad siete en vez de ocho.
-Se a caído al bajar la escalera, era como si notara que algo la ataba. ¿Qué ha visto? -. Le pregunto a la señorita Green, estaba claro que sabía algo más y lo estaba ocultando. – Usted ha venido en calidad de ayudante. ¿Qué es lo que sabe sobre el señor Poole?-.
Mientras, el agente miro las casas que se situaban alrededor de la casa del señor Poole, su siguiente paso después de las preguntas a Eva seria preguntar en la otras casas. Iba a dejar en evidencia a ese sucio negro encontrando las pistas que resolvieran el caso.