Partida Rol por web

Mike avanza hacía el área de acceso (Puesto 11 en el mapa), pero sin dejar de observar por si aparece detrás suya su compañero Sergei Kozlov. O peor, por si hay alguien de los invasores por aquí.

La agente de comunicaciones se posiciono detrás del ruso, intentando ofrecer la menor cantidad de perfil visible.

Nuevamente en la brecha. Se paro unos segundos a observar la sala. Esperaba encontrarla ya plenamente iluminada, y con media docena de hostiles.

Pero contra todo pronostico estaba menos poblada que como había imaginado.

Estaba casi segura de que había visto algo moverse por la sala, y toco el hombro del ruso para que no avanzara hasta tener claro qué era.

En ese momento su muñeca vibro, echo un vistazo a su smartwach militar y asintió.

Se acerco al ruso y le comento susurrando.

Parece que la sala de descompresión y el ascensor estaban desconectados.

No dijo nada de la sala de comunicaciones, porque llevaba sin funcionar ya dos días, y era obvio que muy bien no debía de estar.

Luego, hizo un gesto que indicaba, derecha, donde estaban las habitaciones del personal, o izquierda, donde estaban los laboratorios, y la dichosa sala 505.

Esto era una pregunta vedada, indicando que no sabia que planes tenia el ruso.

Con unos cuantos toques en la pantalla táctil, indico al dron que se acerca a los minisubmarinos y que cortara las amarras de uno de los dos. 
 
Podían ser una vía de escape se dijo. Pero prefería que el enemigo no pudiera controlar donde estaban.

El ascensor se convertiría en moneda de cambio, y el valor de saber los recursos de la estación, era algo que no tenia precio.

Al momento de ingresar a la sala central, sus ojos recorrieron el amplio complejo con increíble naturalidad. Lo primero que notó fue que sus compañeros seguían con vida, y además estaban armados. Fue una sorpresa para él, pues a pesar de que el lugar estaba lleno de los invasores, ninguno se había percatado de la presencia de los demás. Eso le alivió un poco, por lo que solo le dirigió una mirada a la Doctora, y prosiguió su camino como si nada. No iba a echar a perder todo solo por intentar comunicarse con ellos. 

Sin embargo, nada lo habría preparado para lo que vino a continuación. Aquello logró resquebrajar parte de su incólume imagen, y un escalofrío le recorrió de pies a cabeza. Allí, en un charco de sangre, se encontraba tendido el cuerpo de la única persona con quien había entablado amistad en aquella inmensa estación durante las últimas dos semanas. Sophia Gruber era una talentosa Bioquímica que desde el primer día había cautivado la atención de Ludwig, no solo por sus increíbles conocimientos y dominio del laboratorio, sino por su encantadora sonrisa y buen sentido del humor que aliviaba la carga de trabajo cada día. Un nudo se le hizo en la garganta. Si bien no habían compartido tanto tiempo como él hubiese querido, sin duda se había convertido en una persona especial para él en medio de aquel inhóspito lugar. Sintió una punzada en el pecho. Si Sophia había sido asesinada, seguramente era porque había peleado por mantener en secreto todo lo que pudo. Ella no era una cobarde, como el Doctor Elías, que había temblado ante los soldados e incluso había negado su identidad. Estaba seguro de que la rubia había sido íntegra hasta el último momento. Le pesó enormemente, y sintió una especie de sed de venganza y odio que tuvo que disimular para no arruinar la misión. De momento, tenía que fingir que no le afectaba, y averiguar lo más que pudiera. Era la única opción para ayudar a los demás.

De allí, fue llevado a la sala de Conexión con el exterior. Allí todo era más pequeño y se veía mucho menos agitado que en la sala anterior. Aún así, no dejaba de haber rastros de sangre por todas partes. Se preguntó cuántas personas habrían muerto durante aquel día. Quizá decenas de ellas. El soldado le condujo con brusquedad hasta una zona en la que ambos se detuvieron. A sus pies, un hombre moribundo daba sus últimos alientos, aunque Ludwig estimaba que no sobreviviría más de una hora, a menos que recibiera atención médica. Bajó la mirada, observándolo en silencio. Por un momento deseó que la muerte de Sophia hubiese sido más piadosa. No habría podido soportar verla en un estado tan deplorable. Ojalá su muerte hubiese sido rápida y no tan dolorosa. Aquellos pensamientos nublaban su juicio, al punto de no ser capaz de identificar nada sobre esa persona en el suelo. Era mejor ignorarle, o terminaría enloquecido en sus propios pensamientos. Prefirió fijarse más bien en los guardias que habían llegado, pero tampoco notó nada fuera de lo común. Finalmente se quedó allí, mirando al suelo, mientras asimilaba todo lo que acababa de ver.

Notó lejos al americano Mike Murphy agazapado entre coberturas a una distancia muy próxima a la doctora pero apartado a su zaga observándola.

También notó lejos al fondo en la puerta de [1] Conexión Exterior lo que parecían cuatro personas, por los colores estaba claro que eran dos asaltantes y dos hombres, uno llevaba bata blanca pero el otro no. Aquellas cuatro personas abandonaron la sala siendo ocultadas por la puerta al cerrarse tras de ellos.

Notó que la Doctora Elizabeth Mellows aprovechó cuando se metían los cuatro dentro sin que aquella puerta se cerrará todavía la ocasión para abrir la puerta de [11] Área Acceso y cuando aquella se cerraba esta se abría al compás, por lo que al llegar a estar 1/4 abierta como ella era una mujer muy delgada y ágil se metió de lado para no perder nada de tiempo en su habitual diligencia.

Notó al americano Mike Murphy que seguía agazapado cerca de [11] Área Acceso sin seguir a la doctora y que ahora había visto a Emmanuelle pues sus miradas se encontraron en la distancia, también notó a Sergei.

Mike Murphy estaba bien oculto tras una cobertura, era imposible que fuera visto por asaltantes sino se movía, pero como fuera a moverse sin un buen sigilo sería otra historia.

> ALL SYSTEMS #99%
> DEPTH #8464_m
> TIME #09:45_am
> TEMPERATURE #1°C_34°F
> AUTOMATIC MODE #OFF

>>►
>>MOVE #minisub_02
>>►
>>CUT #minisub_02_anchorage
>>►
>>AUTOMATIC MODE #ON
 

> ALL SYSTEMS #99%
> DEPTH #8400_m
> TIME #09:50_am
> TEMPERATURE #1°C_34°F
> LOAD #IMAGE_04 #IMAGE_05
 

>> INFO_01 #IMAGE_04 #IMAGE_05 #minisub_02_anchorage_failure
>> INFO_02 #IMAGE_04 #IMAGE_05 #La Estación Verne cuenta con dos minisubs con capacidad para 4 personas cada uno que se utilizan para la investigación submarina. También podrían usarse como sistema de emergencia para alcanzar la superficie en caso de fallo del ascensor.
>> INFO_03 #IMAGE_04 #IMAGE_05 #No_danger
>> INFO_04 #IMAGE_04 #IMAGE_05 #ON

>> INFO_UPDATED #verne_station #minisub_02_bay_off #minisub_02_anchorage_failure
 

[AUTOMATIC MODE OFF]

Notó como se abría a lo lejos la puerta del [3] Comedor - Zona descanso con dos asaltantes saliendo, pero no percibió donde iban.

Ambos están bien ocultos tras unas coberturas imposible de ser vistos por asaltantes, pero perciben que se abre a lo lejos la puerta del [3] Comedor - Zona descanso y ahora deben decidir que hacer.

Notó como se abría a lo lejos la puerta del [3] Comedor - Zona descanso con dos asaltantes saliendo, pero no percibió donde iban.

Notó a lo lejos a Sergey que no le había visto y junta estaba Emmanuelle que había visto a Mike pues sus miradas se encontraron en la distancia. Ambos estaban bien ocultos tras unas coberturas, era imposible que fueran vistos por asaltantes sino se movían, pero como fueran a moverse sin un buen sigilo sería otra historia.

Sus dos compañeros están lejos como para que le oigan, si quiere hablarles tendrá que acercarse a ellos o bien esperar a que ellos se acerquen a él.

La francesa, toco el hombro de Sergei y le indico que tenían que ir hacia la izquierda.

Empezó a moverse ella primero, para intentar pasar desapercibida. En un momento tuvo que volver a una cobertura antes de llegar a la siguiente. Espero varios segundos y volvió a hacer el movimiento.

Así, y haciendo gestos a su compañero ruso, procuro acercarse a Mike, y la dichosa zona de laboratorios por donde había entrado la pedorra de la doctora.

Cuando estuvieron a salvo cerca de la entrada del área de acceso a los laboratorios. Volvió a indicar a Mike con el gesto de circulo con los dedos que la parte del mensaje estaba OK.

Antes de que decidieran continuar, echo un vistazo a su reloj inteligente.

Bueno, el mini submarino estaba desenganchado. Ahora solo quedaba otra manera de salir si el ascensor caía.
Aunque tenia ganas de cargarse una cosa u la otra. No podía dejar a todos los civiles, e investigadores que quedaran vivos a su suerte.

De momento, mando él dron a dar otra ronda perimetral. Le faltaba información de lo que pasaba en las instalaciones, y la información era poder.

Ludwig se había quedado muy absorto en sus pensamientos; en su mundo; muy conmocionado por la muerte de Sophia Gruber. En aquella sala reinaba la tranquilidad y el vacío, junto con una luz que parecía solar.

Todo era enormemente tranquilo como si nada hubiera pasado, sonaron los pitidos digitales de los walkie talkie en los dos asaltantes pero rápido se activaron en un botón el auricular que tenían ya enganchados en la oreja, por lo que el silencio continuaría reinando sin que nadie oyera nada.

Mike se acercó un poco hacía ellos, indicando con el dedo que estuvieran callados, mientras señalaba la zona del comedor (número tres en el mapa). Después les mostró dos dedos y tocó el subfusil que llevaba en las manos.
Una vez que ambos tuvieron claro el mensaje volvió a vigilar esa zona mientras esperaba a que sus compañeros le alcanzasen.

Sergei entro en la sala más centrado en ocultarse de los posibles intrusos que de fijarse en nada ni nadie. En cualquier caso se mantuvo cerca de Emmanuelle que se movía con más soltura que él, y poco a poco iban recortando distancias con su compañero de seguridad.

Poco a poco fuimos avanzando, conscientes de que había dos tipos bien vigilando o bien de paso por la zona, hasta que llegamos a la altura de Mike. 

- ¿Donde está la doctora? - Dijo en un susurro casi inaudible incluso para sus compañeros. Sergei no tenía claro donde estaban los enemigos, así que decidió esperar a que Mike o Emanuelle hicieran además de pasar al siguiente punto para seguirles....

Sergei Kozlov:
- ¿Donde está la doctora?

Mike señala el área de acceso al laboratorio, punto número 11 en el mapa. Y a continuación se mueve hacía allí.

El americano se metió dentro de [11] Área Acceso y sus compañeros le siguieron pues estaban los tres juntos, conociendo ya todos que la doctora se había metido por allí antes.

Detrás del cristal con gran grosor blindado de la puerta que daba al pasillo de los módulos 505 ([13]Sección 505 y [14] Computación 505) se hallaba la doctora con las palmas interiores de sus dos manos extendidas totalmente apoyadas contra el cristal y en la cara se notaba que estaba llorando sin contener las lágrimas, pareció pronunciar una sola palabra que bien podría ser "gracias".

Lo que venía a continuación iba a ser la bomba (nunca mejor dicho). Tres alarmas a la vez en bucle que no paraban empezaron a sonar en los altavoces de los techos por todas las salas de la Estación Verne.

Y se oía una indicación en palabras que más tarde comprobarían que solo duraría tres minutos. ¿A qué se refería?

La doctora dijo una frase.

Aquella puerta era muy diferente a todas las demás, era muy gruesa blindada con materiales de búnker y código de seguridad a un lado para poder ser abierta.