Partida Rol por web

[DM03/21] Roma no paga traidores

El encargo - Escena de juego

Cargando editor
01/03/2021, 09:07
Magister Dominus

90 a.C.

Manio fue a buscaros por las calles de Roma.

Conocíais a aquel criado joven desde hacía mucho tiempo, pues Tiberio Livio Claudiano, su señor y patricio al que hace tiempo habíais tendido vuestra mano y ayuda, lo cobijaba en su propia casa como a uno igual de entre su familia. El joven supo encontraros entre el bullicio de una gran calle, y os hizo saber que Tiberio os había llamado a su palacio.

Y tal que así, no dudásteis en seguirle y llegar a la residencia de vuestro benefactor, situada en una zona rica de la ciudad. Tras abrir la puerta del vestíbulo, accedísteis por un pasillo empedrado, y sentísteis el placer de entrar en aquella vivienda, como siempre.

No tardó Manio en llevaros a través del atrio, tomar otro pasillo de similares características y acceder a la zona ajardinada de la gran vivienda, el peristilo. Allí había un jardín enclaustrado, con columnas que rodeaban los arbustos, hierba, un álamo y diversas flores esparcidas. En él descansaba sentado Tiberio, bebiendo su particular licor, el cual se levantó al veros, como alegrándose.

Cargando editor
01/03/2021, 09:09
Tiberio Livio Claudiano

Parece que Manio sabe bien dónde encontraros -le dijo a los dos, mientras Manio se retiraba con una pequeña reverencia-, pues no siempre es fácil -lo cierto es que desde hace un tiempo vivíais con cierta holgura en la ciudad: Assim contaba con su propia vivienda (humilde, claro), y una laxitud en su condición de esclavo bastante tranquilizadora para él (Tiberio le había prometido buenas condiciones en su manumisión cuando él muriera) y Duilio vivía bien haciendo algunos trabajos personales, encargos de poca monta pero bien pagados, para el patricio.-. Tengo que hablaros de algo importante... -añadió mientras comenzábais a pasear los tres por su jardín-. Pero antes... contadme, ¿qué nuevas hay por Roma? Hace tiempo que toda mi cabeza no me es suficiente para estar al tanto de los asuntos diarios -Tiberio, tipo entrado en años, ya no era militar, pero aún estaba unido con las carreras militares de algunos homogéneos, y seguía atento a ciertas cuestiones sociales, pero no todas-.

Notas de juego

Comenzamos el Desafío. Os dejo este primer post para que déis rienda suelta acerca de la ciudad ;)

Cargando editor
01/03/2021, 15:22
Duilio Eligio Septimo Fabio

Duilio levanto una ceja. Una vez más, él Patricio empezaba dando rodeos. Era una costumbre de la gente acaudalada, con la que poco comulgaba, y en otras personas le molestaba sobremanera. Sin embargo, por ser él quien era, y por la relación que mantenían solía ser muchísimo mas permisivo con aquellas costumbres.

- Las obras se retrasan y ahora es culpa de unos mercaderes Fenicios. La gente quiere circo, y luego se quejan de que lo que ofertan no es tan bueno como lo que ya vieron. Y así con todo, Roma sigue adelante salga el sol por donde salga.-

Manifestó de manera espontánea el antiguo legionario. Las verdades más autenticas, y también las más banales de aquella ciudad cuna de la civilización y la razón.

Echo un vistazo a su alrededor, y durante unos segundo se quedo observando las pequeñas flores que allí habitaban. Era un trabajo importante mantener con vida aquel jardín, y siempre le maravillaba cómo había personas con un destino tan distinto al suyo, unos cuidaban vidas, y otros las quitaban. Ojalá hubiera llegado a tiempo y su sino fuera ahora cultivar vidas, en vez de sesgarlas.

Cargando editor
01/03/2021, 21:01
Assim Bomani

Ave Dominus Tiberio. Es un placer pisar de nuevo este peristilo.

El gigante de ébano (casi 2 metros de musculo), dejó que hablara primero el otro invitado, con el que compartió camino hasta la casa de su señor. Había aprendido a mantener las apariencias en presencia de otros, ya que tiberio lo trataba más como un amigo que como el esclavo que era, pero no era cuestión de generar problemas que eran fáciles de evitar.

Cuando el ex-legionario terminó de hablar, el nubio comenzó a relatar lo que se comentaba entre las gentes más humildes de Roma.

La gente no para de comentar las noticias que van llegando delas repetidas derrotas que han cosechado las tropas romanas, y se rumorea que el Senado pudiera darle el mando a Sila.

En menor grado de comentarios, algunos clientes* mejor posicionados y con mejores influencias, dan por hecho que la vuelta de Cayo Mario generará cambios entre los poderes senatoriales, aunque me supongo que de estos menesteres estás al día.

En otro orden de cosas, se rumorea que Lucio Julio César, está organizando una fiesta en su domus con importantes invitados, y va a amenizar el encuentro con unas luchas de gladiadores, y se van aceptar apuestas.

Está claro que su posición de Cónsul le ha hecho bastante popular.

Pero decidnos, que tribulaciones os tienen en vilo?

Cargando editor
02/03/2021, 08:46
Magister Dominus

Uhm... -resopló el patricio al escuchar a Diuluio-. Las gentes quieren espectáculo y lo sacan de la gran Roma bajo cualquier aspecto... es fácil contenar a la plebe, pero son unos desagradecidos... -espetó de pronto-. Enseguida salió Manio al patio, y comenzó a podar algunos arbustos. Portaba sobre sí un bonito cinturón fino de piel, sobre el cual tenía tenía asidas algunas herramientas para tal tarea. Tiberio entonces escuchó a su esclavo.

dan por hecho que la vuelta de Cayo Mario generará cambios entre los poderes senatoriales

Yo no estaría tan seguro, amigo -Assim, al igual que Duilio, gozaba de aquel apelativo para el patricio, pues tantas horas y alguna que otra aventura importante habían compartido con su "benefactor" romano-. Ese tribuno de la plebe, Marco Livio, se empeña en amenazar veladamente al Senado, ¡en y su propia cara! Algún día le costará caro, a mi parecer... -hizo una pausa, y entonces Tiberio se preguntó para sí cómo aquel esclavo estaba tan al tanto de la política de la Ciudad. Lo cierto es que, lejos de tomarlo a mal, se sentía satisfecho con las nuevas de éste, así como las del ex-legionario-.

Bueno, algo he de contaros -volvió a encarrilar su petición-. ¡Manio! -él muchacho miró, y el patricio le hizo un gesto para que se marchase, previa reverencia. Y así lo hizo, por lo cual os quedásteis solos con el tipo-. Veréis, desde hace unos años he financiado la carrera política de un amigo, Tito Emilio Scabo. El acuerdo era el siguiente: a cambio de mi patrocinio, cuando Tito ascendiese a un cargo político, otorgaría favores a mi único hijo, nombrándole prefecto del campamento de la legión en Augusta Pretoria -Tiberio se refería a la existente al norte de Roma-. Pero Tito, una vez que ha ascendido al cargo de censor y al Senado, me ha la espalda, incumpliendo su acuerdo.

Según avanzaba su narración, Tiberio se iba encolerizando más cada vez, y quien al principio parecía un tranquilo hombre de negocios continuaba su relato exaltado como un espectador del circo.

Y Tito, además acaba de nombrar prefecto de  Augusta Pretoria a su propio hijo, el legionario Lucio Emilio Scabo. Y no puedo permitir... esta afrenta, ni arruinar la carrera militar de mi hijo. Os he convocado en mi hogar para exigiros, como afrenta suya, la venganza para Tito Emilio.

El patricio se detuvo, mirando a los distintos extremos del Peristilo, como tratando de asegurarse de que os daba en confianza y secretismo toda esa información.

Quiero que ambos salgáis hacia Augusta Pretoria para acabar con la vida de Lucio Emilio Scabo antes de que llegue a dicho campamento y tome posesión del cargo -sentenció, entonces-. ¡Quiero que ese traidor muera! ¡Por Júpiter! Que ya acabaré con él, pero ahora quiero que matéis a su hijo. Tito debe recibir un mensaje claro de con quién no debe jugar -la cólera era cuantiosa en el patricio ahora-.

Cargando editor
02/03/2021, 21:22
Duilio Eligio Septimo Fabio

Duilio respiro hondo y torció el gesto cuando escucho exactamente cuál era el encargo. De echo, camino varios pasos para aquí y para allá mientras terminaba de oír cuál era su objetivo.

- Sinceramente Tiberio Livio, sabes que no me gusta acabar con vidas que no me han echo nada. Y el hijo no es el padre. Por eso te lo preguntare una única vez, y quiero que me lo digas con calma.

Estas seguro de que quieres la muerte del hijo, no vale con dejarlo ciego o tullido. Morir, es exactamente lo que necesitas para tus planes.-

Sabia que seguramente el patricio no diera vuelta atrás, era probable que hubiera tragado bastante antes de llegar al punto de ordenar una muerte por encargo. El simple echo de que los hubiera echo llamar a el y al Nubio, significaba que era algo visceral, personal y privado.

Pero sí cabía la posibilidad de que diera un paso atrás, y buscara una manera de hacer daño a su rival, que no implicara la muerte de un inocente, tenia que plantearlo.

Realmente no sabia cuál era la relación entre Lucio Emilio Scabo y su padre Tito Emilio Scabo. Quizás, fuera solo un peón en manos de su padre, o puede que fuera complice de aquella tropeleria, quizás. No lo sabia, y aunque al final, no seria relevante si la orden seguía siendo la misma, al menos le ayudaría a conciliar más el sueño estos días saber que fuera una de las dos.

Se planto en el jardín arbolado y espero una respuesta. Si era un sí. No habría más que decir, y se marcharía para llevar a cabo la empresa. Era lo menos que podía hacer, para quien le había sacado de la muerte en vida.

Cargando editor
02/03/2021, 21:57
Assim Bomani

Tiberio, sabias palabras son las de Duilio.

Bien sabes que daría la vida por ti si fuera menester, y no dudaré en cumplir tu orden si la mantienes, aunque luego me liquiden a mi, pero, la venganza no debería ser contra quien te traicionó? el propio Tito? Quizás una buena paliza que le haga entrar en razón y recapacitar sobre su error...

Piensa que harías tu si alguien atacara a tu hijo por el motivo que fuere... No intentarías devolverle el golpe y atacarías a su hijo? Pues es muy posible que sea lo que consigas... Y al final los dos habréis conseguido que dos inocentes paguen las culpas de otros.

Yo se que nunca pondrías en juego la vida de tu propio hijo, y con esta orden, de alguna forma, lo estás haciendo... y la del resto de miembros de tu magna Domus...

Entiendo tu enfado, y no se como apaciguar el fuego que arde en tu corazón, por la traición recibida, pero siempre fuiste un hombre de recursos y muy inteligente... Tu ayudaste a ascender a Tito, tu puedes hundirle en la miseria...

Assim, no se movía arriba y abajo como el ex-legionario. Estaba tranquilo. Fuera cual fuera la última respuesta de su dueño, el cumpliría.

Notas de juego

Se me borró el primer mensaje y al repetirlo , entro primero el del compi... 

Cargando editor
03/03/2021, 09:06
Tiberio Livio Claudiano

Tiberio Livio se sorprendió antes las dudas que mostraba Duilio, y le miró entonces con interés, y un semblante propio de a quien no le gusta repetir las cosas. El patricio había sido militar, como él, y seguramente habría estado acostumbrado a mandar a su tropa, por lo que el ex-legionario se percató (y también Assim) de que Tiberio parecía... molesto de que dudara de aquel nuevo encargo.

Lo estoy, Duilio -respondió-. Ya habéis oído mis deseos. Y mis deseos son claros. Quiero que matéis a ese legionario sin ningún tipo de titubeo.

Entonces escuchó hablar a su esclavo, pero parecía apoyar las palabras de Duilio. Aquella reacción tampoco se la esperó; de hecho, era la primera vez que el esclavo trataba de hacer entrar en razón al patricio.

Parece que tu corazón se ablanda... Assim... Me pregunto si aún me sirves para complacerme, o tan siquiera para derramar sangre en la arena... Luicio Emilio debe morir para que su vacante sea accesible a otro cargo -pensaba en su hijo claro-. No pienso debatir nada más... -entonces, dejando de lado las buenas razones de Assim, dio una palmada y Manio salió desde el interior de la vivienda al peristilo, con una copa de vino de vino en su mano, y se la tendió al patricio. Parecía tenerlo bien amanerado-.

Tras dar un sorbo de la copa de madera, siguió hablando con vosotros, esta vez con cierto tono en la voz más oscuro.

Augusta Pretoria se encuentra a unos cinco días de viaje a pie. Por lo que sé, Lucio Emilio Scabo ha partido hace un día y medio con un pequeño grupo de legionarios. Parece que él viaja en un carro, pero la comitiva viaja a pie a petición del propio Lucio, ¡ja! Tal vez para mantener a la tropa en forma, como castigo por jugar o comportamiento improcedente, o sólo él sabe por qué... -apuntó, como divirtiéndose con estas reflexiones-, por lo que es de esperar que hagan numerosas paradas. Duilio, Assim: debéis salir al paso de Lucio Emilio Scabo en el camino, o en alguna de las villas o aldeas donde hará descansos -sugirió-. Si llega a la seguridad del campamento de Augusta Pretoria no habrá ninguna posibilidad de eliminarlo con los legionarios de su parte.

¡Manio! Prepara las provisiones y el fardo -le dijo entonces al muchacho, que desapareció una vez más-. Entonces se giró hacia vosotros de nuevo. Partiréis esta misma tarde, y en el fardo llevaréis todo lo necesario, incluidas las indicaciones de la ruta.

Cargando editor
03/03/2021, 17:36
Duilio Eligio Septimo Fabio

Duilio dejo caer los brazos cuando su amigo siguió hablando, sin duda la ira hablaba por su boca, pero no era de los que tenían una mente débil. Suponía que había pensado mucho sobre qué hacer, si había decidido llevar a cabo dicha acción, tendría dar por sentado que conocía lo que se jugaban, todos ellos.

- Así sea.- dijo cuando dijo de manera explicita que quería concretamente esa muerte.

Tanto si a Duilio le importaba matar a sangre fría o no, era algo que quedaría para él, pues no puso mas objeciones al respecto. Dejo de pasearse y atendió a las indicaciones sobre el plan que había puesto en marcha.

- Decidido, lo enfrentaremos en el camino, lejos de nadie que pueda ayudarlo.-

Al parecer el equipo estaba listo, ya lo revisaría cuando estuvieran más lejos de la capital. Le gustaba tener contacto con las armas que empuñaba, y esta vez no iba a ser una excusa.

- Como deseis.- dijo en un tono mucho mas servicial, uno que había vuelto a su boca tras la confirmación de Tiberio de que esta seguro de lo que hacía. Le parecía bien salir lo antes posible, pero sin levantar sospechas saliendo a la carrera.

Cargando editor
03/03/2021, 17:49
Assim Bomani

Assim guardó silencio, pero su cara demostró claramente que no estaba nada contento con la reacción de Tiberio. Nunca le había fallado, fue él, quien le salvo de una muerte clara. Esa duda lanzada al aire le hirió fuertemente. Ya nada volvería a ser igual a partir de ese momento. Si esa era la consideración que recibían sus palabras, estaba claro que la palabra amigo en boca de Tiberio eran una falacia. Lo habrían sido desde siempre? Lo sería la promesa de su liberación en un futuro?

Estaba claro que que seguía siendo su esclavo, cuando en realidad no debería serlo, pero era su palabra contra la de él, no tenía más remedio que cumplir, a sabiendas de que el nunca reconocería el mandato y se limpiaría las manos dejándole a su suerte. La suerte de un esclavo que habría matado a un patricio y legionario...

Assim miró al otro hombre, no dijo nada. Se portó como un buen esclavo...ya llegaría su momento, como lo hizo en Hispania.

Cargando editor
03/03/2021, 22:52
Magister Dominus

Estaba claro que la practicidad de Duilio y Assim se traducían en la aún superviviente disciplina del exlegionario y la capacidad de síntesis de aquel esclavo. Ambos érais especiales para Tiberio no sólo por una razón, sino también por unas cuantas. Duilio tomó una actitud sumisa, suponiendo que Tiberio tenía todo bien atado, pues no era lícito acabar con otro patricio romano, y menos con un hijo en carrera militar activa y de importancia; y tal que a Assim no le quedaba pensar (y esperar) que Tiberio cumpliera su palabra, saliera como saliera su encargo. Tan sólo complaciendo a su amo romano podría obtener aquello que anhelaba y que era tan poco apreciado por la mayoría.

Finalmente os marchásteis de la vivienda del patricio, no sin haberos citado en pocas horas de nuevo a su hogar, pero esta vez en la parte trasera de la misma. Y tal que así, que habiendo pasado tal tiempo, regresásteis al lugar de la reunión, donde Manio esperaba en el muro trasero.

Cargando editor
03/03/2021, 22:52
Manio

Saludos -os dijo-. Tiberio Livio os entrega estas provisiones -el patricio no estaba allí-. Tomad, y servíos de ellas -añadió, entregándoos el saco; y luego vísteis su interior-. Allí adentro había un gladio y dos pugios, armas con los que podríais valeros en caso de necesidad, así como los suficiente sestercios como para realizar holgadamente el viaje de ida y el de vuelta. También un mapa enrrollado, con las localizaciones del campamento de Augusta Pretoria (en la cordillera Alpina), así como varios puntos de interés (entre ellos una villa y un par de aldeas, entre otros) y la posible ruta de Lucio hacia el destino. 

Tiberio os desea que los dioses os sean propicios -añadió finalmente Manio-. Hasta más ver. Y después despidiéndose con la mano en el pecho, se marchó de allí, dejándoos sólos con vuestro encargo, cuyos primeros pasos serían marchar al noreste, saliendo de Roma, para ir siguiendo la pista al pequeño grupo de legionarios (que Tiberio no os había especificado en número).

Notas de juego

Tenéis dos pugios (daño 1d4+1) y un gladio (Daño 1d6). Dejo un post de transición por si os queréis repartir las armas, o hacer algo más. De momento Manio ha entrado en la vivienda ya.

Cargando editor
04/03/2021, 15:43
Duilio Eligio Septimo Fabio

Duilio miro el contenido y levanto una ceja. No había ningún pilum, el arma con la que más mortal era.

Agradeció el esfuerzo a Manio con un gesto y espero a Assim para emprender la marcha.
Durante el tiempo que estuvieron rodeaos de viviendas y personas mantuvo un tenso silencio. Que rompió ya lejos de la ciudad, al alcanzar un cerro por el que discurría el camino.

- Sabes, que sea cual sea el resultado estamos condenados a la muerte. ¿Verdad?.-

Para ser las primeras palabras que decía en horas, no fueron precisamente alegres. Pero sí que sacaban a coalición lo que pensaba el hombre en su fuero interno, y ya lejos de oídos indiscretos y de ojos curiosos se permitió salirse del camino y sentarse en una piedra.

Solicito de Assim el fardo donde guardaban las armas, para empezar a prepararse de cara al largo camino que tenían delante. Pasado ese punto, era mejor ir bien pertrechado.

Cargando editor
04/03/2021, 21:22
Assim Bomani

El silencio acompañó a los dos hombres. Assim cargó con el fardo, pues estando cerca de la ciudad no era buena idea mostrar las armas.

En un punto del camino el Ex-Legionario se dirigió al esclavo.

- Sabes, que sea cual sea el resultado estamos condenados a la muerte. ¿Verdad?.-

Lo se, Tiberio ha sido muy desconsiderado o bien muy falso cuando nos ha llamado amigos. Estoy convencido de que si todo sale mal, negará darnos cobertura, y ordenará mi muerte para que no hable, ya que soy un esclavo y nadie cree la voz de un esclavo. Nos ha utilizado incluso cuando nos debe la vida a ambos... Está ciego de poder para su hijo...

A mi ni siquiera me venció para tomarme como esclavo, ni le debí nunca nada... Assim no perdona la traición...pero llegará su castigo por su soberbia. A la muerte del hijo de Tito, que crees que le ocurrirá a su propio hijo pasados unos días? Acaso somos los únicos que aceptamos encargos de este estilo en Roma?

Toma, puedes usar el Gladio, yo me manejaré con los pugios. Son menos eficaces pero tengo experiencia en su manejo. Ya hemos salido de Roma.

Cargando editor
04/03/2021, 22:44
Magister Dominus

Una vez fuera de los límites de la ciudad os repartísteis las armas, puesto que no era, como bien pensábais, buena idea eso de trapichear con filos entre las viviendas. Pareció que Tiberio os había dejado un mal sabor de boca, pero a pesar de ser vosotros su esclavo y su hombre de las empresas, sería ilógico pensar que os iba a tratar como a un igual. Y tal que así, con ese recelo propio de quien no conoce aún la situación (aunque vosotros sí que sabíais de "qué pasta" estaba hecha la vida), emprendísteis vuestros camino al noroeste de la península, en busca de Lucio Emilio Scabo, el hijo de Tito Emilio Scabo, el cual marchaba al campamento de Augusta pretoria.

* * *

Durante los dos primeros días de viaje tratásteis de encaramaros a caminos secundarios, o ni tan siquiera caminos, que uno siempre iba más seguro a campo abierto, atravesando lomas y colinas. Vías pavimentadas, empedradas o polvorientas, pero también pasto, hierba y pradera, y todo ello para alcanzar a un tipo al que darle muerte.

En ese segundo día, cuando aún los pastos no habían cambiado demasiado de color, os topásteis con una granja junto a una vía polvorienta y seca, conformada por dos viviendas de piedra y paja, y estaba perimetrada por una débil empalizada (que hacía las veces de redil para animales o para separar a las viviendas de los pastos). Allí parecían trabajar algunos campesinos, aunque también descansaban pastores y otros dos parecían estar al tanto de las cosechas. Cerdos, ovejas, gallinas y algún can vagaban de acá para allá. Algunos campesinos se os quedaron mirando, pero seguían a sus tareas.

 

Notas de juego

Ya habéis salido de Roma, estáis en pleno campo. Asim, tienes ahora tres pugios, si no he contado mal. Apúntatelos. De igual manera, Duilio, ahora tienes otro gladius... apúntatelos también.

Cargando editor
05/03/2021, 10:24
Duilio Eligio Septimo Fabio

El ex gladiador había entendido bien la situación. Le complacía sin duda. Aunque Duilio estaban menos afrentado por la actitud de Tiberio Livio Claudiano. Según su manera de verlo, ellos eran herramientas, y el patricio el hombre que sabia como manejarlas.

Nada, podía hacer, y volvió a guardar un evidente silencio con respecto al tema.

Durante sus andanzas en los campos del republica, apenas pronuncio palabra. Cosa que no sorprendió a Assim, puesto que Duilio gustaba de hablar justo lo necesario. Indicaciones, avisos sobre el terrero, indicios de animales. Habían sido los breves intercambios del ex legionario durante la caminata.

Si bien no le gustaba hablar, era conocido que era un buen oyente, y en su vida diaria, podía estar infinitas horas escuchando debates o comedias, o a simples granjeros hablar de cómo iban sus tierras y a que dioses rezaban.

Divisaron una granja solitaria aledaña a un camino polvoriento. Era un lugar perfecto para recabar información y averiguar cuándo les sacaba de ventaja, si es que aun les sacaba ventaja, la comitiva de Lucio Emilio Scabo.

El ex militar se acerco, y saludo con el brazo desde lejos llamando la atención de uno o dos granjeros. Su intención era hablar lejos de las casas, donde solo uno o dos hombres le oyeran.

- Buen día amigo. Una duda tengo, que quizás podáis solventar. Me daríais un minuto de vuestro tiempo.-

Pregunto a varias decenas de las viviendas cuando uno de los labradores se le acerco lo suficiente.

Cargando editor
05/03/2021, 15:47
Assim Bomani

Assim acompañaba al soldado, pues en el fondo, y aunque retirado del servicio, lo que se fuere,  se es, por conocimiento y práctica. Assim nunca consideró que dejó de ser un Guardia de Ciudad, aunque no le reconocieran ese oficio en Roma.

Hablaba poco, pues tampoco era muy dado a grandes discursos. De hecho como Esclavo que era tratado, aprendió a hablar solo cuando le preguntaban, y eso es lo que hacía.

Assim no se consideraba esclavo de Duilio, y por tanto dejó claro con su actitud, que no aceptaría ordenes, pero que buscaría la mejor manera de alcanzar el cometido que se les encargó. Por otro lado, sabía que lo más inteligente, y lo que llamaba menos la atención, era dejar pensar a los que se cruzaban con ellos, que posiblemente el nubio era esclavo del ex-legionario.

Quizás algún hombre más ducho, podría darse cuenta de que no era habitual que un esclavo llevara armas, pero, confiaba en que nadie osaría preguntar.

A las dudas planteadas o información compartida por Duilio, Assim correspondía diligentemente, confirmando opiniones o argumentando las diferencias de criterio si este existía.

Llegaron a una zona donde emergían unas granjas y sus campesinos laborando las tierras. Su compañero se dirigió a ellos con la intención de averiguar si habían visto la comitiva de  Lucio Emilio Scabo.

El aguardó unos 5 pasos por detrás sin intervenir. Solo estuvo atento al modo de recibirlos el hombre de campo, y dispuesto a acercar el pellejo de agua a su supuesto señor, para que tomara un trago mientras parlamentaba, y pudiera invitar a uno, al campesino, a modo de confraternización.

Cargando editor
05/03/2021, 18:27
Campesino

Uno de los tipos, que contaba con un atuendo marron y piel curtida por el sol, sujetó su azada (no en señal de hostilidad), sino que se la colgó en el hombro y esperó a que Duilio y Assim estuvieran lo suficientemente cerca como para escucharles. Como el esclavo se quedó atrás, entendió que Assim debía ser siervo o mismamente esclavo de Duilio.

Buen día, señor -dijo el campesino, mirando al ex-legionario y el portento de su acompañante-. Mandad lo que requiráis señor, si puedo ayudaros.

Cargando editor
05/03/2021, 20:44
Duilio Eligio Septimo Fabio

- Tengo que entregar una nota a un compañero legionario, va a hacerse cargo de un puesto, y justo después de su salida, hubo un cambio en los soldados asignados. Mi premura es alcanzarlo antes de que llegue a hacerse cargo de sus obligaciones.

Seria posible que él, y su comitiva, hayan pasado por estos lares. Me dijeron que iba en carro, y sus tropas de custodia a pie. Imagino que seria dificil no verlo.-

Duilio tenia claro que cuanto menos contara mejor, que cuantas menos explicaciones ofreciera, menos preguntas se haría su interlocutor. Y aunque nadie ajeno a las legiones tendría que saber si una información de relevancia viaja en valija o la llevaban un par de hombres, su “excusa” no dejaba de ser mas que eso.

Con suerte aquel honrado campesino se habría fijado en la comitiva, y podría precisarles cuanta ventaja les llevaban, para así preparar su emboscada.

Cargando editor
05/03/2021, 21:33
Assim Bomani

Assim mantenía la posición, tras la respuesta del campesino y a la nueva pregunta de Duilio, avanzó tres pasos y alargó el pellejo de agua sin decir ni una palabra por si el soldado quería un trago, refrescar el gaznate, tras el polvo del camino, para poder hablar mejor, e incluso decidir si quería darle un poco al campesino.

Luego reculó al espacio que había abandonado con dos zancadas hacia atrás.

Notas de juego

No interactuo, pues considero que nada he de decir, no obstante escribo para mantener el ritmo de post enviados, todo y que este será el segundo de hoy.