Partida Rol por web

[DM06/21] Cor et ignis (Aquelarre & SWAE)

Escena principal

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31/05/2021, 19:26
Director

Copio el último mensaje de la partida anterior.


Dionisiu cogió el gusto a la aldea y halló en ella una fuente de inspiración. Aunque confesó a Anton que su culo inquieto no le permitía estar largo tiempo en un mismo lugar y que antes o después partiría a saciar su ansia de conocimientos. Tenía un salvoconducto para entrar en Granada, donde pensaba visitar la biblioteca del emir, si la suerte acompañaba. Y si hallaban un buen caligrafista bien podían falsificar una copia para Anton, si este gustaba de acompañarle.

El invierno dio paso a la primavera. El deshielo hizo correr los torrentes y riachuelos repletos de agua. La sierra se cubrió de verde y los colores de las flores. El sotobosque se llenó de animalillos que corrían a esconderse al sonido de los pasos de los aldeanos.

Habían superado la crudeza del invierno y la supervivencia de la aldea estaba garantizada hasta el invierno siguiente. Pero con la primavera llegaban otros peligros como auguraba la escaramuza en la que Ñeves encontró a Carlos de Boadilla. Aletargado en invierno, también llegaba la hora de despertar al hierro y la atalaya debía ser atendida en todo momento.

A primeros de marzo se hallaba Lope en la atalaya vigilando el paso de Tiscar, disfrutando del calor del sol en una mañana despejada y fría, con el suelo cubierto de rocío, cuando llegó hasta él Zerilo.

- Buenos días, buen Lope. Desde hace unos días quería hablar con vos, mas he esperado que sea una conversación discreta, sin que nadie nos oyera. Vos y yo somos omnes pragmáticos. Hay cosas que aunque no nos gusten y no parezcan propias de buen cristiano, deben hacerse igual. Tiempo ha, os hablé de un grupo de leprosos que vivía en una cueva no muy lejos de la aldea y a los que prohibí acercarse. Pedí a Dios que en su misericordia con ellos y con nosotros se los llevase y los tuviese en su gloria. Recé porque no sobrevivieran al invierno. Pero han sobrevivido y lo que es más, hace unos días vi a Zacarías rondando. Zacarías es aquel leproso que vivió un tiempo en la aldea antes de que descubriésemos su mal. Temo que nos ronden para pedir alimentos o atención, temo que alguna de nuestras mujeres, más piadosas que sensatas, quieran ayudarles y se contagien. Temo que alguno de los niños de mi cuñado que está próximo a llegar, sea engañado en su inocencia por los leprosos para pasar tiempo con ellos y se contagie. En fin, creo que quizá vos y yo debamos acabar con este asunto de un modo definitivo. Por el bien de la aldea. No sé qué quieren de la aldea, seguramente tienen hambre. Imaginad que vuestra esposa o la mía se apiada de ellos y decide visitarlos y ayudarles porque piensa que hacerlo es cosa de persona piadosa y buena cristiana.

 

Este era el argumento de Zerilo, que necesitaba compartir su carga bien porque no confiase en la destreza de su mano a la hora de acabar con los leprosos o porque necesitaba compartir la culpa. El caso es que al caer la tarde y regresar a la aldea, Clara ya no estaba...

 

--- Fin de Qui exaudis orationem nostram (Quien escucha nuestras plegarias) ---

Notas de juego

No posteéis, mañana cuelgo el primer mensaje de esta aventura.

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31/05/2021, 19:33
Cueva del agua

Clara no estaba y los altos picos hacían ya sombra en los valles y en las laderas de las montañas. No tardó en caer la noche, pero la luz de la luna no permitía seguir rastro alguno. Los habitantes de la aldea llamaron a Clara a gritos sin resultados.

Con las primeras luces del día se inició la búsqueda y encontraron las primeras huellas. Pero no estaban solas, junto a las de Clara había otro par en un claro del bosque a poca distancia de la aldea. Los dueños de aquellas huellas habían conversado un rato, tanto de pie como sentados en un tronco caído y habían compartido una hogaza de pan. En una rama había un fragmento de tela deshilachado que confirmó los temores de Zerilo: - Es un trozo de esparto y lana viejo, como el que vi a Zacarías. Maldita sea, debí haber acabado con ellos. Sé donde viven los leprosos, están en una cueva excavada por el Tíscar, como a una legua de distancia hacia el sur. El camino no es fácil, pero con suerte llegaremos a la atardecida.

En la espesura del bosque no había modo de seguir un rastro y aquella opción se antojaba el único indicio a seguir. Zerilo les guió solícito hasta que a mitad del trayecto metió el pie en una grieta entre las piedras y se torció la pierna de tal modo que le fue imposible continuar.

Así que finalmente llegaron tan solo Lope, Ñeves y Antón a la entrada de aquella cueva (ver el video de la escena Información), la cual consistía en un túnel angosto y alargado excavado en la roca por el que había que pasar muy encorvados.

Para su espanto, cuando se hallaban en mitad de aquel tubo, escucharon gruñidos de lobo en ambas bocas del túnel. Los emitían lobos de gran tamaño y no hacía falta verlos para imaginar su pelaje encrespado y los colmillos desnudos. Pero tras olisquear el aire, se dieron por satisfechos y giraron en redondo, volviendo cada lobo por su lado.

A la salida del túnel llegaron a una amplia cavidad excavada por el río, tuvieron que descender ayudados por los arbustos que crecían en las paredes de roca inclinada hacia un estanque natural que se formaba en el fondo de la cavidad, 50 varas debajo de la boca del túnel. Varios lobos que descansaban en salientes  les dirigieron miradas indiferentes mientras Lope, Ñeves y Antón descendían no sin dificultad.

En una orilla del estanque se encontraba Clara rodeada de 4 figuras en lo que parecía un pequeño altar elaborado con elementos naturales. Tres de las figuras tenían ropas de esparto y lana como Zerilo dijo que llevaban los leprosos. Las tres tenían algunas señales en los brazos y el rostro que recordaban la lepra, pero estaban por lo demás sanos. La otra figura era una anciana que en su juventud debió ser de una belleza sobrenatural y cuyos rasgos se asemejaban a los de Clara. La anciana vestía una túnica de un pardo rojizo, además de pulseras y collares de cobre. Sus brazos tenían tatuados espirales como las de Clara. Estaba echada sobre un lecho de hojas frescas y parecía consumida por el agotamiento. 

 

 

  Al verlos acercarse, Clara se dirigió a Lope: - Bienvenido, amado mío, deja que te presente a estas gentes que yo misma   acabo de conocer. Señalando a la anciana dijo: ella es Calírroe y ha sanado de lepra a estos otros que son Zacarías, Raúl y Belén.

(Raúl es el pj de Deathstalker) 

Notas de juego

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01/06/2021, 14:09
Lope Martínez de Alpuente

El miedo y la aprensión de Lope dejaron paso a la ira. Desenvainó su espada y agarró con firmeza el brazo de su esposa, que llevaba en su vientre a su primer vástago. Aquella joven debía estar embrujada o, peor aún, ser ella misma una bruja embaucadora que quizás hubiera tomado el lugar de la verdadera Clara poco después de los esponsales para someter al caballero con sus artes lujuriosas.

Vais a explicarme ahora mismo, esposa ingrata, qué es lo que sucede. Luego vendréis conmigo de regreso a la aldea —y por la mirada que dirigía al resto de sus acompañantes daba a entender que solamente ella iba a salir viva de la caverna—. No sé si estáis en tratos con el Demonio o si vos misma sois parte de su mesnada, pero nadie se ríe de Lope Martínez de Alpuente.

El caballero sabía que no había mucho que hacer con una espada contra fantasmas, brujas y apariciones, pero no se iba a echar atrás y acobardarse, sino que prefería defender a sus compañeros y darles oportunidad de huir.

Notas de juego

Ay, Dios...

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01/06/2021, 15:55
Ñeves

Ñeves respiró aliviada al encontrarse allí con su amiga Clara y antes si quiera de poder decir nada Lope la cogió de malas formas mientras la amenazaba. Si algo tenía claro la sirvienta es que ella había jurado proteger a su amiga de cualquier mal y ahora mismo el mal parecía ser el propio Lope.

- Mi Señor Lope... Soltar a Clara ahora mismo. ¿Acaso esa es forma de tratar a vuestra esposa y a la madre de vuestro vástago? Prometí defenderla de todo mal y si ese mal sois vos no dudaré en haceros frente también...

La Sirvienta desenvainó también su espada, posicionándose a favor de su amiga y confidente y atenta a tener que defenderla de su esposo, uno que parecía ser el poseído, aún a pesar de sus palabras. 

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01/06/2021, 18:07
Antón de Calatayud

La situación se había precipitado muy rápidamente. Lope estaba actuando impulsivamente y Ñeves había tomado una rápida decisión no menos impulsiva. Antón comprendía al varón, pues ciertamente lo que estaba ocurriendo ahí tenía todo el aspecto de una brujería demoníaca que erizo los pelos de Antón, pero trató de mantener la calma y concentrarse en sus compañeros:

Amigos —dijo levantando sus manos en son de paz y tratando de ponerse entre ellos—. Πάντες γὰρ οἱ λαβόντες μάχαιραν ἐν μαχαίρῃ ἀπολοῦνται*, «todos quienes toman la espada, a espada mueren». Por favor, usemos las palabras y mantengamos la cabeza fría, que para algo entregó Dios el don de palabra al ser humano y no a las alimañas, para que nos comportemos como seres racionales. Seguro que todo tiene una explicación y buenas razones y ahora es el momento de escucharlas todas, no de emprenderla a sablazos y puñadas.

Antón tenía algo de miedo por lo que pudieran descubrir, esa Calírroe no auguraba buenos presagios, pero era necesario sofocar la discordia que había surgido dentro del grupo o todos acabarían atravesados por el hierro en poco tiempo, así que decidió llevar la atención lejos de la disputa. Miró a Clara y luego a Calírroe, a quien se dirigió finalmente:

Contadnos, amable domna, qué métodos curativos habéis utilizado para curar la lepra, pues mi viejo padre, que Dios tenga en su gloria, era alquimista y no conocía yo que existiera pócima ni mejunje capaz de obrar tal curación.

Notas de juego

*Que se pronuncia así: Pántes gár hoi labóntes májairan en majaire apolúntai.

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01/06/2021, 19:41
Rául

Raúl estaba cerca de Calírroe, y por ende de Clara, pues lo que había hecho por ellos le había ganado su devoción y no hay nada que no hiciera por la mujer. Y eso se trasladaba también a su hija.
Por lo que cuando el caballero agarró de malos modos a la joven sus facciones se tensaron. No iba a permitir tal cosa. Se detuvo un momento cuando la mujer que venía con los intrusos, de pelo blanco como la nieve, se encaró con el hombre. Eso le dio tiempo al que parecía un cura a hablar y a Raúl a coger su hacha que tenía apoyada en un árbol cercano.

¿Y de las hachas dicen algo pater?

El arma que portaba el hombre, un tipo más bien grande y fornido, no parecía ser un arma de batalla o que sirviese para combates. A menos que fueses un árbol. La empuñadura de madera se veía desgastada, y la hoja un tanto mellada. Pero no por ello quería decir que fuese menos letal. Y más en las manos de aquel tipo. Su cara parecía ser un rictus muy serio, y le daba un toque que era algo incómodo de mirar. Le habrían curado la lepra, pero esta le había dejado secuelas.

Si la sueltas ahora podrás conservar las dos manos. Y sólo porque ella dice que eres su amado y...al parecer el padre de su retoño.

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01/06/2021, 20:12
Cueva del agua

Varios lobos se incorporaron y gruñeron sin convicción. De momento más desperezándose que amenazando.

  Clara se quejó cuando fue agarrada con brusquedad, pero se dejó manejar si quiera por no añadir más tensión al asunto - Lope, ¿por qué mentas al demonio? No ves que esta mujer sabia ha curado a estas personas. ¿Acaso no es un milagro? ¿Acaso no quieres aprender de su habilidad para la medicina?

Calírroe desde su lecho de hojas miraba sin decir nada cómo se desenvolvía la situación. Allí postrada se veía inofensiva. Su mirada denotaba cierto orgullo por el coraje que mostraban unos y otros.

Zacarías y Belén, menos duchos en combates, se colocaron junto a Raúl secundándolo con sendas piedras en las manos.

 

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02/06/2021, 17:39
Lope Martínez de Alpuente

Lope soltó a Clara, no por temor a Ñeves ni al ex leproso, sino porque su tacto se le había antojado, de repente, frío y seco como el de una culebra. Dio un par de pasos hacia atrás levantando la punta de la espada cerca del ángulo recto con su cuerpo, para dar mayor alcance a su defensa y estocada. El escudo lo llevaba colgado del hombro y, si le daban tiempo, lo embrazaría para mejor defenderse.

Los milagros, hasta donde mi entender alcanza, son obra de Dios y de las reliquias de los santos. El resto son brujerías y artimañas del Diablo —respondió a Clara con los dientes apretados—. Y como tal obra del Maligno paréceme todo lo que veo aquí, incluyendo las palabras del hermano Antón que habla de un padre alquimista y pronuncia quizás sortilegios en lengua extraña que ni es castellano ni jerigonza de moros.

El caballero continuaba retrocediendo hacia el camino de salida de aquel cubil. No estaba acostumbrado a rezar y lo hacía mentalmente sin orden ni concierto. Tal vez no saliera vivo de allí, pero pensaba conservar su alma y vender cara su vida.

Notas de juego

Vayan los aumentos que tenía pendientes a subir Disparar (ahora d6) y Cabalgar (ahora d8).

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02/06/2021, 21:13
Antón de Calatayud

¡Pero qué sortilegio ni sortilegia! —le gritó Antón a Lope—. Es la Sagrada Biblia, ¡la palabra de Dios, alma de cántaro! Y si realmente esto fuera obra de Satanás, poco auxilio os prestaría vuestra espada, ¿o es que pensáis que sois el arcángel san Miguel? Vamos, envainad, que la medicina no es cosa de milagros ni del demonio, sino fruto del buen uso que el hombre puede dar al don divino de la razón. Ad imaginem Dei creavit illum, a imagen de Dios recibió el hombre la razón.

Antón seguía confiando en que aquel cabeza dura envainara su espada antes de que desatara un desastre innecesario. El monje no tenía problema con irse a los cielos en ese momento, pero prefería esperar un poco más.

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02/06/2021, 21:19
Ñeves

Ñeves suspiró cansada.

- Os creía un hombre más sabio Lope... ¿Acaso no tenéis familia dedicada a la sanación? ¿Quién os dice que no pueda haber sido algún remedio natural o una buena práctica de alguien sabia? ¿Si tanto desconfiáis de vuestra esposa, por qué os desposasteis con ella? Además, esta mujer parece necesitar ayuda y, ¿cuándo se le ha negado la ayuda a alguien? Ayudasteis a una mujer mora y su familia, la acogimos entre nosotros... Ella es familia vuestra, la madre de vuestro futuro hijo... ¿Acaso merece tal trato? 

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02/06/2021, 21:46
Rául

Rául relajó la pose cuando vio como los acompañantes del ¿marido? de Clara parecían más razonables que él. De hecho bajó el hacha para tratar de parecer menos amenazante. Al mirar a Calírroe su mirada se tornó triste, y se acercó a ella arrodillandose para estar a su altura y tendiendole su mano.

Lamento todo este alboroto señora. Tranquilizáos, creo que la cosa no irá a mayores. Procurad descansar.

Podía notarse como sus palabras eran de devoción a la mujer. Se volvió un momento al que parecía ser un cura.

¿A qué habéis venido aquí? No hemos hecho nada malo. Ni merecemos maltrato alguno.

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03/06/2021, 06:38
Lope Martínez de Alpuente

¡Mi padre no practica alquimia, por el amor de Dios! —exclamó Lope, mas envainó la filosa—. Y tú, Ñeves, harto más obtusa que yo debes de ser si te parece normal que una esposa y madre en ciernes abandone su hogar para venir a una cueva lúgubre con una bruja, tres ex leprosos y unos lobos que sospechosamente se parecen a los que dieron muerte a un pobre padre de familia y casi mata al resto. Porque, amada mía —se dirigió a Clara con tono irónico—, ¿acaso no veis como yo que todo esto no es sino un completo desatino? ¿Que habéis faltado a algunos de los sagrados vínculos del matrimonio para obrar a escondidas de vuestro legítimo esposo y escapar dél enajenando su descendencia? ¿Que nada sino la magia explica vuestras palabras acerca del niño que lleváis en el vientre?

Lope era hombre de armas y de guerra y pertenecía a un mundo donde las heridas y las plagas mataban por igual a moros y a cristianos, a jóvenes y a viejos, a reyes y a siervos. Jamás había escuchado a su padre hablar de remedios milagrosos contra la mayoría de los males físicos y mentales que aquejaban a los mortales.

Creedme, hermano Antón, cuando os digo que ningún ungüento, pomada o jarabe cura la carne podrida por la lepra. Aquí no hay más que magia y únicamente porque nadie se ha atrevido a matarme todavía voy a creer en que no se trata de la obra del Maligno. Pero voto a todos los demonios que entodavía podemos estar hablando de nigromancia.

Notas de juego

Así es el pobre Lope, un tipo desconfiado que cuando huye su esposa preñada a una cueva lelna de gente rara le da por enfadarse en lugar de llorar de júbilo... Maldito machista medieval :P

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03/06/2021, 15:31
Calírroe

La anciana agradeció el gesto de Raúl y con su ayuda se incorporó ligeramente. Su voz, debilitada, aún conservaba parte del gran magnetismo que una vez tuvo. 

- Lope, nadie os retiene. Vuestro pie libremente os ha conducido hasta aquí y libre sois de marcharos. Clara, quizá quieras acompañar a tu esposo y cuidarlo de su propia furia, mas no debes permanecer con él si en su enajenación te amenaza o te pone una mano encima. Me ha gustado mucho verte. Gracias por confiar en Zacarías y dejar que te trajese hasta aquí. En fin, quien quiera quedarse disfrutará de nuestra hospitalidad y la paz de este hogar. El que quiera marcharse, que no la perturbe más tiempo. 

 

Un tanto apenada, Clara se acercó a Lope y se cogió de su brazo resignada a regresar a la aldea. 

 

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03/06/2021, 22:51
Ñeves

La sirvienta contempló con pesar a la mujer, dedicándole una mirada agradecida.

- ¿Necesitáis algo, Señora? Yo debería volver para avisar a mi esposo pero si necesita algo podríamos traérselo o entregárselo a sus amigos. 

Negó con la cabeza ante la conducta de Lope, pues no lo tenía por un hombre así. 

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04/06/2021, 00:13
Rául

Sin soltar a la mujer Rául dio las gracias a Ñeves, y aunque le dedicó una mirada conpulgida a Clara ignoró a Lope.

Estamos bien señora. A pesar de lo que parezca aquí tenemos muchas cosas para sobrevivir. El bosque te alimenta si sabes donde buscar.

Miró a Calírroe con tristeza.

Y luego hay cosas que ni los milagros pueden arreglar.

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04/06/2021, 01:51
Antón de Calatayud

Antón sabía que la reacción de Lope no había sido en absoluto irracional; al contrario, aquella escena olía a azufre, pero el monje consideraba que era mejor actuar disimuladamente si querían obtener algún beneficio. Bien cabía la posibilidad que, realmente, la parafernalia pagana que relucía allí no fuera más que un disfraz para un verdadero acto de medicina, y de momento así prefería creerlo Antón.

Se acercó a Lope y le agarró amistosamente de un brazo:

Está bien, sois un buen y ejemplar cristiano, don Lope. Id con vuestra esposa ahora y que Dios os acompañe. Yo quedaré aquí por ahora por tratar de entender lo ocurrido —le dijo tratando de transmitirle confianza y complicidad al buen caballero.

Algo le decía al benedictino, ante el ofrecimiento de Calírroe, que mejor sería huir, pero su afán de conocimiento lo retenía allí. No sería mala idea que tanto Lope como Ñeves se marcharan cuanto antes, pero él debía saber qué era aquello.

Estimada domna —dijo respondiendo a Calírroe—, con gusto acepto vuestro hospitalario ofrecimiento, pues sin duda siento que tenemos mucho sobre lo que departir. La creación de Dios es realmente un libro que nunca terminamos de leer del todo e incluso apenas podemos pasar de las primeras palabras.

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04/06/2021, 04:12
Lope Martínez de Alpuente

Lope se marchó de la cueva con Clara, sin decir ni una sola palabra más hasta que se vio al aire libre.

Me debéis una explicación. No sólo como marido sino como persona. Arriesgué mi vida por vos y un buen amigo acabó en la horca, también por rescataros y cumplir la última voluntad de vuestro padre, el obispo. He cuidado de vuestra hacienda y de vuestro honor, he cumplido como hombre y como esposo. Estaba dispuesto a envejecer y a morir a vuestro lado, a dejar las aventuras en la frontera... Creo ser merecedor de confianza y no de engaños y amenazas.

El caballero ayudaba a su esposa embarazada a no tropezar con las rocas y raíces que sobresalían de aquel suelo agreste. La trataba con igual delicadeza y atención que antes, pero algo se había roto en su cabeza y ahora la contemplaba con nuevos ojos llenos de suspicacia.

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04/06/2021, 11:01
Ñeves

Ñeves caminaba con cuidado, había prometido proteger a Clara y eso es lo que haría por lo que no le quitaría el ojo de encima a su esposo pues ya no podía fiarse de él. 

Se movía con cautela, atenta a todo cuanto les rodeaba y pendiente de cualquier sonido que estuviera fuera de lugar. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Nope, no la saco xD 

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04/06/2021, 20:45
Rául

Rául creía que todos se marcharían a pesar del ofrecimiento de Calirroe, por lo que se sorprendió cuando el cura decidió quedarse. A él no le importaba, mientras se portara educadamente y no cansase a la mujer más de lo que ya estaba.
Tampoco le importaba lo que creyese sobre las habilidades que habían permitido curarle. Para él, el hecho de estar sano de nuevo era un milagro. Le daba igual lo que le quisieran hacer creer.

Muy bien. Nuestro hogar es humilde y un tanto agreste, pero es un hogar.

El joven ayudó a la mujer durante todo el camino hasta llegar al campamento.

Notas de juego

He supuesto que no estábamos en lo que sería el sitio donde dormimos y comemos, de no ser así cambio el post.

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06/06/2021, 17:00
Calírroe

Raúl y Antón

Calírroe agradeció la ayuda de Raúl y en el campamento obsequiaron a Antón con un guiso de conejo y tubérculos con hiervas aromáticas. Tras la cena, bebieron un brebaje ligeramente fermentado cuyo sabor recordaba la cerveza. Al calor de la hoguera acudieron también los lobos mostrando gran familiaridad con la anciana y algo menos con Raúl, Zacarías y Belén. 

- Qué tiempos más extraños son estos en los que los cuidadores de los espíritus de los hombres se han lanzado a una cacería contra todo lo que no siga los preceptos ultra-ortodoxos que proclaman desde sus púlpitos. ¡Ay!, pero la iglesia es dueña la palabra escrita, que es la palabra más duradera y también la más frágil, porque los libros se pueden quemar y así eliminar el pasado.

Yo fui educada en una tradición milenaria. El conocimiento sobre medicina y sobre como venerar a la naturaleza y vivir en armonía con ella me fue transmitido de palabra. Generosos como eran mis antepasados, también compartieron sus conocimientos con los seguidores de tu iglesia que quisieron aprenderlos y ellos los convirtieron en palabras escritas, pero con la deriva actual, temo que esos libros habrán sido condenados a la hoguera, como todo lo demás. Quemados como los bardos celtas, aquellos de la jerarquía de los druidas que cantaban las gestas épicas y hacían llegar al cielo las plegarias en los rituales. O Quemados como esos otros trovadores provenzales que mostraron simpatía con los albigenses (cátaros), estos últimos perseguidos por defender una manera más cercana y humilde de adorar al Dios cristiano, lejos de la ostentación. ¡Qué tiempos tan extraños estos en los que los líderes espirituales se comportan como nobles tratando de expandir sus dominios a costa de los otros!

Notas de juego

Antón no ve símbolos de adoración al diablo, aunque sí de antiguos rituales de adoración a espacios naturales, previos a la implantación de la iglesia cristiana. Antón es consciente de que algunos de los curas rurales toleran estas prácticas e incluso participan en las fiestas tradicionales de la siembra, la cosecha o la llegada de la naturaleza si son autóctonos del lugar. Cuanto más cercano es el cura a la ciudad o más alto su estatus en la jerarquía de la iglesia, más intransigente con las antiguas creencias y más dado a ajusticiar a quienes practican esos rituales.

En cuanto a la medicina, ve que Calírroe usa remedios naturales y baños frecuentes en las aguas del estanque. ¿Serán aguas milagrosas? No serían las primeras fuentes a las que la gente hace peregrinación por sus virtudes de curación.