Partida Rol por web

—Alexis —dije, cuando se me acercó el magnífico lobo negro. Con su ropa en la boca, me recordó al Dobermann que había tenido durante diez años—.

La cogí y levanté la camiseta frente a él como si fuera a tenderla. Tenía la longitud de uno de mis vestidos.

—Transfórmate, por favor. Te prometo que mantendré los ojos cerrados.

Alexis asintió y se transformó, sin importarle demasiado si ella miraba o no, y tras ponerse los shorts de básquet tomó la camiseta de sus manos y se terminó de vestir. - Hecho - dijo, y su voz sonaba tan grave como cuándo era un lobo pero menos cascada.

- ¿Te incomodaba el lobo? - preguntó curioso.

—No. Prefiero oír la voz humana en su forma natural.

Era mucho más alto que yo. A unos diez metros había un tocón no muy ancho, pero lo suficientemente alto como para quedar a su nivel, más o menos. Corrí hacia él como si estuviera jugando y me subí.

—¿Quieres decirme algo? —pregunté retozona. Presentía que sí.

Rafael estaba de fondo escuchando, atento como siempre, sin dejar pasar nada. Quitando con Boris, a quien ya conocía de antes, no parecía, muy parlanchin.
Con las bromas al respecto del sobrenombre de Cassandra se le notó incomodo. Pero lo que fuera no fue más fuerte que su curiosidad por todo cuanto se decía.

- Una pregunta al margen de los estereotipos de cada tribu y al margen de la descripción genérica de las tribus, pues seguro que hay un montón de capas en cada tribu y desde fuera solo se ve la de afuera del todo. - Dijo comenzando a acercarse al grupo, del cual se mantenía separado unos pasos.

- Veo que somos un collage de tribus ¿Cómo se supone que debe afectarnos ser de una tribu u otra? Vale, si, los fenris son guerreros fuertes ¿Cómo afecta eso a Erik? Los colmillos plateados son ... - Lo que fuera a decir se lo callo y corrigió antes de decirlo - ... aristócratas... ¿Y a Boris qué? Los moradores del cristal rechazan al lobo en favor de al hombre... bueno, ahi quizá si veo como podría llegar a afectarle. Pero... nos veo todos aquí juntos... pese a las diferencias que hay entre tribus, al parecer. 

Miró alrededor

- ¿Cuando el curso de como ser lo que somos, cada cual por su lado con los suyos? Siendo así ¿Por que hacer lo conjuntamente...? Sobre todo cuando hay rivalidades y prejuicios tan fuertes y viejas- No había rechazo a lo que hacían allí en sus palabras, sino que buscaba entender por que las cosas se hacían como se hacían.
Hasta ahora habían hablado de prejuicios entre todos, de rivalidades y enemistades... ¿Por qué exponer a los nuevos de tu tribu a gente que despreciaban, no se fiaban o hacia los que sentían animosidad?

La Philodox observó con atención todo el entorno mientras caminaba, grabando lo destacable del bosque. El conocimiento de un sitio, a pesar de los poderes Yee Naaldlooshii, tenía una gran utilidad. Dominar el entorno era una ventaja siempre.

Tsintah se detuvo un momento después de pasar un buen rato internándose en el bosque. El ritmo de viaje de la navajo había sido constante, siendo éste un paso seguro y firme.

Por el rabillo del ojo, mientras estaba parada, aseguró que los que la habían seguido estuvieran cercanos a pesar de esa distancia que los mismos habían impuesto con ella. A pesar de haber sido Samantha la que había propuesto la salida, por lo que parecía, había cambiado de idea. Eran menos de los que pensaba la Wendigo que iban a realizar el paseo, pero seguían siendo unos cuantos. Incluso Alexis y Brenda estaban lo bastante cómodos para charlar, lo que había hecho pensar a Tsintah que era adecuado hacer ese pequeño descanso.

De pie, quieta en donde estaba, cerró los ojos escuchando las voces del bosque. El respirar de la naturaleza y los hijos de Estsanatlehi la apaciguaban. Al igual que lo hacían las voces de sus compañeros.

Sonrió con aprobación ante las preguntas de Rafael.

- Porque ante todo somos garous, miembros de la nación Garou, Protectores y Guerreros de Gaia... Para un lobo, no hay nada más valioso que su Manada... Y eso, eso es lo que debe importaros de veras... Vuestra manada será vuestra familia, serán vuestros aliados y confidentes... Además, la variabilidad aporta beneficio en cuanto a un equilibrio de capacidades y habilidades... Y, aunque siempre existirán los roces, nunca debéis olvidar el verdadero propósito... ¿Alguien sabría decirme cuál es?

Alexis asintió ante su explicación y la siguió trotando con una sonrisa mientras ella corría con movimientos juguetones, y de golpe la tuvo frente a frente, sus caras a la misma altura, y la pregunta y el tono lo hicieron sonrojarse y retroceder un paso. 

- Yo, eh... - ¿quería preguntarle algo o simplemente había ido al bosque a caminar con ellas? - no, este... - bueno, si tenía preguntas, pero su primer impulso al tenerla frente a frente había sido besarla, porque si, porque estaba allí y era una chica bonita y seductora - puede... - pero la letanía lo prohibía, era lo primero que ponía como algo que no debía hacerse - letanía, ¿La habías escuchado antes? pareces saber más que muchos de lo que pasa aqui ¿Te enseñaron de pequeña, como a Cass? - Las palabras habían salido apresuradas, como quien busca algo que decir y larga lo primero que encuentra, y sus mejillas no perdían el color.

- ¿Perservar el equilibrio frente a la ... tejedora y el wyrm... ? - Preguntó dubitativo. Repetía algo que había escuchado pero no lo había entendido, se noto en como lo dijo. Conceptos demasiado abstractos para que una explicación rápida pudiera darle una idea clara de aquello. - Y el caos... - Añadió como si se acordara de ello al final.

- La supervivencia - el fin último siempre era sobrevivir. Me alegró que mi tribu fuera experta específicamente en eso, aparte de bastante pragmática, nada de lujos ni banalidades que eso atonta. Que los Roehuesos fueran los más numerosos y tuvieran de territorio zonas chungas lo decía todo, era el clan o la tribu más fuerte.

El espíritu rata, escurridiza y astuta, era la clave ¿para qué ibamos a querer un espíritu enorme que fuera torpe y estúpido? Aunque tampoco convenía subestimarlos - roehuesos, me gusta la elección - ya tenía ganas de ver a alguien del clan para que me presentara a toda "la familia"

Antes de internarse en el bosque, Adam viró parte de su torso para mirar a Cassandra y responderle:

—La respuesta es obvia: salvar el mundo —afirmó como si nada, sonriente—. Eso es lo que hacen los héroes.

Se marchó sin mirar atrás, como si no tuviera necesidad alguna de saber si su respuesta había sido correcta o no.

Se tomó unos minutos rebuscando en los alrededores, a ver si daba con los que habían marchado delante de él. Atisbó a lo lejos a Alexis "el cachorrito" y a Brenda. «Uy, uy, uy... no sé qué se está cociendo aquí pero huelo las feromonas incluso en forma de humano...», pensó. Continuó para alante y se acabó topando con la Navajo —o algo así era—, una chica que estaba muy buena pero con la que no había cruzado una sola palabra. Era seria, mística y parecía algo estreñida.

—Heeeey —saludó—. ¿Qué haces? ¿Meditar y esas cosas de chamán?

El chico parecía azorado.

—Me la sé de memoria —respondí.

—Mis padres me han contado muchas cosas. No he practicado ninguna. —Tenía una expresión lastimera, como si deseara dominarlo todo ya.

—Me parece que tú tienes más experiencia que yo.

Tsintah se había detenido. Adam se acercó a ella. Permanecí encima del tocón sin saber muy bien qué hacer.

Alexis negó con la cabeza ante la última afirmación - ¿Mas experiencia? ¿Cómo? - se encogió se hombros, el rubor había desaparecido - La primera vez que escuché la letanía fue aquí, y todo esto esta siendo un viaje bastante... surrealista. - Adam había pasado cerca de ellos y vió que ahora hablaba con Tsin, volvió a mirar a Brenda y le sonrió. 

- En serio, no se por que dices que tengo más experiencia, a mi no me habían explicado mucho hasta que llegué aqui... - pensó un momento, poniendo un gesto casi cómico - O si me lo explicaron y no lo escuche, creo que dejé de hacerlo cuando me dijeron que no podía formar parte. - suspiró y levantó las manos resignado - Y resulta que hasta eso entendí mal. Eso si, me hicieron practicar los cambios hasta que me salieran a demanda. 

Se acercó un poco más, consciente de que estaba lejos - ¿Que te contaron tus padres, y que es eso que tanto quieres aprender?

—Practicar el Cambio de Forma es algo que yo no pude hacer. Eso es más experiencia —dije con naturalidad.

—Además, supongo que verías a menudo a tu prima. Me extraña que no te contara nada.

—Todo lo que me esperaba en el futuro —respondí, cuando preguntó por lo que me habían contado mis padres, encogiéndome de hombros—. Ahora, más que aprender, quiero experimentarlo todo. —Hablaba como si hubiera aceptado plenamente mi destino. De hecho, lo había aceptado con entusiasmo.

Alexis cambió la postura e hizo crujir su cuello, estar quieto mucho tiempo lo ponía incómodo, llevó los brazos a la cintura y sonrió - Si quieres te puedo ayudar a practicar, o darte consejos, pero creo que es más cuestion de hacerlo muchas veces uasta que salga bien.

Cuando dijo lo de su prima se encogió de hombros y sonrió resignadamente - Pues no, ni mi prima, ni mi madre, ni mis tías me contaron nada porque hasta hacía unos días todos creían que sería parentela. Mi madre es parentela y mi padre ni eso, y como mi madre quizo que tuviera una vida "normal" viví ignorante de todo esto hasta los dieciocho. - Decidió que si iba a hablar mejor lo hacía sentado, y eso hizo, apoyó la espalda en el tronco en el que ella estaba parada y miró hacia arriba para seguir contando - Pasaba las vacaciones con mi prima y mis tias en su casa de campo, ahora sé que hay un túmulo allí, pero para mi era el bosque y los perros grandes de pequeño. - sonrió - Así que ya ves, crecí entre Garous sin saberlo, sin sospecharlo siquiera... - pareció caer en algo y se rió - Quieres saber algo gracioso, mis tias me querían presentar a unas turistas que iban a ir este verano y... - meneó la cabeza con un gesto entre divertido e incrédulo - Creo que me iban a inaugurar como semental... - se sonroja como un tomate y se queda callado por un rato

Cristy aún no se había marchado con todos, por el contrario permanecía sentada en la hierba, con las rodillas dobladas contra el pecho y los brazos alrededor de estas, en una posición aparentemente cerrada, pero en verdad recordaba más a un niño pequeño que alucina cuando su abuelo le cuenta historias de la guerra. Parece que va absorbiendo cada palabra que Cassandra dice y va incorporando todo aquello a su mente, como si compusiera una novela. Parece que ya muchos han preguntado por su tribu, al menos todos aquellos que parecían realmente novatos en esto como ella.

Se aclara la voz y logra contener el impulso de levantar la mano para llamar la atención de la Theurgue:

-Emmm Cassandra...hola...bueno...¿y que hay de los mios? La tribu de los Fianna ¿sabes algo de ellos? Por cierto creo que nuestro propósito es la supervivencia de la raza ¿no? Por eso estamos aquí ¿no? es decir...creo que no todos los día se juntan tantos de los nuestros nacidos a la vez...por lo que habéis explicado...es algo inusual que nazcan tantos garous ¿no? ¿Eso hace que seamos una especie de augurio? Pero...¿bueno o malo?

- Bueno, como habréis comprobado cada uno y cada una de vosotras opina que el objetivo es uno u otro, ¿verdad? No hay una única respuesta válida... Es así de sencillo... - Sonrió mirando a la cachorra - ¿Los Fianna, eh? la verdad es bueno tener aliados que gocen de la vida tan seriamente como de la necesidad de la guerra, lastima que se centren demasiado en lo primero... - Suspiró - Pesar y gozo, amor y guerra, vida y muerte: la vida es una serie de contradicciones y los Fianna abrazan todas ellas. Los de la Tribu de Venado son Garou apasionados que gozan de los placeres de la carne tanto como se deleitan con una canción bien interpretada o una batalla bien luchada. No obstante, su filosofía está muy lejos de un simple “vive en el presente”. Los Fianna son prominentes bardos y guardianes del saber, fascinados con la historia de todas las Tribus así como con la suya propia. Sus Galliard tienen un lugar de honor reservado dentro de la Tribu, pero se espera que cada Auspicio aprenda las lecciones del pasado... - Suspiró antes de continuar - Los orígenes de los Fianna se encuentran en Europa Occidental, donde encontraron una afinidad especial con los pueblos celtas. Probablemente acentúen más esta identidad cultural que la mayoría de las otras Tribus; sus miembros no suelen casarse fuera de linajes celtas y prefieren adornar sus armas y Fetiches con nudos celtas de los “viejos tiempos”. Mantienen gran cantidad de viejas rivalidades con otros Garou europeos que desafiaron sus fronteras, así como con los Uktena y los Wendigo, quienes fueron sus enemigos durante la emigración europea a las Américas. Los Fianna tratan de ser generosos y olvidar lo que concierne a estas rivalidades, recordando pero sin tenerlo muy en cuenta, una actitud que sus rivales raramente comparten, desgraciadamente.... - Se detuvo y tomó aire para continuar con lo siguiente - Las fuertes pasiones y una vena poderosamente social recorre la sangre de esta Tribu. Su alegría es poderosa, sus amores intensos y su desesperación profunda y propensa a crecer hasta llevarlos al Harano. Los Fianna introvertidos son raros y no ganan muchas simpatías; sus compañeros de Tribu tienden a hostigarlos para que “se suelten” y disfruten más de las ruidosas reuniones. Los Metis lo tienen más difícil... - Suspiró - La tradición Fianna mantiene que un cuerpo deformado refleja un espíritu deformado, por lo que tratan a sus Cachorros Metis con gran severidad; los Metis nunca llegan a tener posiciones de autoridad real en la Tribu. Es tristemente irónico que los Fianna, con toda su ardiente pasión y amor por lo romántico, sean particularmente propensos a pecar con otros Garou y engendrar a estos desafortunados a los que después desprecian... - La miró y sonrió con cierta gracia - La apasionada y cambiante naturaleza de los Fianna se manifiesta incluso en aquéllos nacidos como lobos. Los Fianna Lupus se entregan a las artes con rapidez, aunque por supuesto prefieren las canciones y aullidos por encima de todo. Algunos sospechan que este rasgo común representa una dosis de sangre feérica: en muchas viejas historias de los Fianna luchan codo con codo con los señores Sidhe de Faerie, teniendo trágicos romances con los Antiguos... - La última frase la entonó como si estuviera recitando teatro - De alguna manera, los Fianna se consideran los guardianes de la cultura Garou. Glorifican la guerra que cada Garou está destinado a luchar, cantan cuentos de romances que acentúan la importancia de apoyar a tu propia Parentela y mantienen las historias de antiguas victorias y derrotas. Saltan a la batalla con entusiasmo, esperando inspirar a sus primos para que hagan lo mismo. Pero, aunque no los observen los ojos de otra Tribu, los Fianna luchan tan ferozmente como cualquier otro Garou... - Suspiró de nuevo - De todas formas, pase lo que pase, la presencia de un Fianna suele hacer que las cosas sean animadas e interesantes... - Le guiñó un ojo entre divertida y pícara - En cuanto a Venado... - Sonrió con cierta añoranza - Venado es un antiguo espíritu de respeto, mucho más viejo que los Fianna que lo reclaman como Tótem. Al ser una encarnación de la virilidad y el desenfrenado poder de la naturaleza, Venado tiene tanto un lado luminoso como otro oscuro. Proporciona a los Garou su afinidad con la naturaleza y enseña responsabilidad hacia los humanos. También es el señor de la Cacería Salvaje, corriendo desbocado hasta que se haya derramado suficiente sangre en su nombre... Sirve de ejemplo del amor a la vida de los Fianna. Además, su prole está compuesta principalmente por espíritus animales como Conejo, Impala, Ciervo Blanco, Cierva y algunos Naturae como Arroyo, Alba y Grano... - Miró al infinito, recordando - Hubo un tiempo en que mi manada servía a Venado... Y yo, yo era su Alfa... - Suspiró negando con la cabeza - Esos tiempos quedaron atrás... 

Bajé del tocón y me senté junto a Alexis. Permanecí en silencio algo así como un minuto.

—Entonces eres hijo de un humano normal y de una mujer de la Parentela. No sabía que pudiera nacer un Garou de esa unión.

Arranqué una rama pequeña de tomillo y la miré sin mirar.

—Yo creo que nadie puede obligarte a hacer lo que no quieras. —Mi voz era apesadumbrada ahora—. Si hubieras dejado embarazada a una de esas chicas, se habría marchado con una criatura en ciernes, casi con toda seguridad un futuro niño o niña sin padre. —Empecé a arrancar las flores de la planta—. En el peor de los casos, un Garou abandonado a su suerte. —Tiré la rama.

—Debe de haber una manera mejor —dije, tumbándome en la hierba, embriagada por el agradable olor.

Alexis rió - Por lo que parece ellas tampoco creían que pudiera pasar, dicen que las posibilidades estaban todas en contra.

La vió tumbarse y oler la hierba en un gesto de inconfundible placer - Desde luego que nadie puede obligarte a nada, y siendo honesto conmigo mismo no me habría sentido obligado, lo que no sé es como hubieran manejado ese embarazo conmigo, si me hubieran dicho algo o no, o si hubiera seguido en pareja con la madre. - dijo mientras la miraba acostada en la hierba, y tras cortar brizna larga le tocó la punta de la nariz con la misma. - Pero sí se algo, y es que ese niño o niña no hubiera estado sólo, si de algo estoy seguro es de que cuidan a todos sus cachorros, a mi me cuidaron bien.

Cuando se cansó de mirarla desde arriba se tendió a su lado, ni cerca ni lejos, a la misma distancia que ella había marcado. - Cómo te conté, mi padre sacó a mi madre de la casa de mis tías, y desapareció un par de años de que yo naciera. Aun así nunca nos faltó nada, y mis tías respetaron la decisión de mi madre de no volver al campo. - Suspiró largamente mientras miraba el cielo. - Si me hubieran tratado mal, o me hubieran hecho sentir excluido, no me hubiera dolido el sentirme rechazado. Son mi familia después de todo y no puedo, ni quiero evitar quererlas.

Mientras cada uno esta a lo suyo, yo me siento en un tronco que hay y empiezo a pensar.¿Valerosos guerreros eh? Que ganas tengo de ver de lo que soy capaz y poder conseguir mi objetivo. Alzo la vista al cielo y cierro los ojos y algunos recuerdos me vienen a la cabeza.

Los abro de repente y dirijo la vista a Cassandra que parece estar hablando de las tribus de los demás. Cuando hace la pregunta sobre el verdadero propósito de los garou. ¿El propósito de los garou? Según lo que entendí sobre mi tribu es servir de ejemplo para demostrar que todas las batallas se pueden ganar e inspirar a las otras tribus. Pero ese es un propósito distinto al que se refiere. ¿Cuál será el propósito común?

La pregunta de Adam hizo que Tsintah lo mirase de inmediato, estableciendo contacto directo entre sus ojos y los de él.

Mientras seguía tratando de escuchar el mensaje silencioso de la naturaleza, uno que había comenzado a oír sin apenas moverse, contempló con atención la mirada de Adam. Tsintah se tomó su tiempo mientras Alexis y Brenda hablaban para el análisis del que estaba más cercano mediante el simple contacto de miradas. La expresión de la Wendigo era severa, pensativa en todo ese tiempo de silencio.

-Parecido -​​​​​​respondió la navajo, que todavía miraba a Adam con completa atención a los ojos.

Sin variar la pose en nada, Tsintah se mantuvo parada un buen rato disfrutando de la compañía, del ambiente y decidió explayarse en la respuesta dada.

-Reconocimiento del terreno, eso hago. 

No le gustaba estar en sitios desconocidos y este bosque lo era. Explorar era una actividad de la que disfrutaba sola o, en este caso, acompañada.