Partida Rol por web

- Muy bien señora Moonflower - dijo el inglés con una compostura que denotaba quizás que hubiese recuperado algo de cordura por unos instantes, el Vodka parecía que ayudaba a Merrows a controlarse.

- Entonces me temo que nuestros caminos se separan en este momento, suerte en lo que quiera que vaya a hacer. - El inglés no se fiaba de aquella mujer, y ahora que tenía una colt muchísimo menos.

Miró entonces a Lagernon y Henkins.

- ¿Señores, ustedes vienen conmigo a por Roostelvein se van a la habitación 237 o se van por la puerta principal a través de la nieve? - 

La mujer miro a Merrows y arqueo una ceja

-Usted no se fia de mi lo asumo  , bueno sépase que soy una mujer sola , en un lugar lleno de hombres , que asumo no darían su vida para salvar la mia ¿o me equivoco?  , pretendía entonces dejarme sin el unico recurso que tengo para salvarme , ire a la habitación  237 a acabar con todo esto , usted no creo que tenga la suficiente fuerza de voluntad si no es con alcohol es sus venas- entonces la pelirroja saca de las ropas su arma apuntando a los presentes – todos vamos a ir , y quien no quiera entonces le evitare la pena de morir por causa de esa cosa, o somos un grupo o no vale la pena conservarlos , tengo buen tino , o puede que no lo tenga ¿quieren averiguarlo?, asi que andando , acabemos con esto –los mira amenazadoramente esta vez-No es nada en contra de nadie siemplemente actuo conforme mis convicciones

Malditos hombres , siempre diciéndole lo que tenia que hacer , no esta vez , ya no mas , iba a ir por explicaciones

Se mantenia alerta ante la posibilidad de que alguno tratara de arrebatarle el arma

Merrows no se sorprendió de la reacción de la mujer, otras zorras lo habían amenazado y ninguna había conseguido sacar nada de él.

- No pretendo que haga lo que yo deseo, bueno, usted es guapa, podemos hacer muchas cosas que deseo, pero no ahora. Ack ack ack. - El inglés estaba tentando a la muerte pero el alcohol hablaba por él, y el alcohol no era nada inteligente en aquel momento. 

- Además no creo que una mujer sepa disparar, simplemente no están hechas para ello, Ack ack ack ack. Coja mejor una escoba y trata de amenazarme con ella, conseguirás más que con una pistola Ack ack ack. -

- ¡Cálmense todos!- ordenó el empresario. No era el momento de ponerse en esas circunstancias, pero el pánico de los presentes estaba haciendo zozobrar a un grupo tan variopinto como aquel, unidos en extrañas circunstancias- ahora mismo no es el momento ni de amenazar ni de discutir. Señora Moonflower, deje de apuntarnos con ese arma, por favor se lo pido- le dijo a la mujer- si queremos salir de aquí con vida es trabajando todos juntos. No sabemos lo que vamos a encontrar ahí arriba- señaló hacia las escaleras del hotel- pero nada bueno, eso desde luego. Así que dejémonos de discusiones absurdas e intentemos cumplir nuestro objetivo, si queremos salir con vida.

Herbert comienza a toser- vaya... toch, toch... mos a las 237. Creo que es, toch toch, nuestra mejor opción en estos momentos. Yo abriré la marcha, Señora Moonflower usted irá detrás de mi para disparar cuando tenga la oportunidad. Señor Merrows, le agradecería que nos cerrase junto con el médico las espaldas. 

El doctor Teobald pegó un salto hacia atrás levantando las manos cuando la mujer sacó el arma:

—¿Se ha vuelto loca? ¡Baje ese arma! No tengo intención alguna de separarme de ustedes pero no hace falta que me apunte con un revolver cargado. ¡Tenga cuidado! ¿Y si se le dispara?

Cuando Herbert habló el hombre asintió rápidamente:

—¡Estoy de acuerdo con usted! En realidad ¡creo que todos queremos lo mismo! ¡salir de aquí de alguna manera!

Luego miró hacia Merrows:

—No sé si usted ha visto lo que ha pasado aquí pero apostaría que sí por su comportamiento. Si se queda solo dará igual que la mujer le dispare o no. Intente centrarse y venga con nosotros.

El médico parecía dispuesto a seguir el plan dispuesto por Herbert.

- ni por asomo piensen que voy a confiarme no les voy a disparar pero tampoco voy a bajar el arma no sabemos si tengo que utilizar la Así es que mejor la llevó preparada.

Dijo a los Caballeros presentes estaba decidida y no habría poder humano que le hiciera cambiar de opinión si era necesario usarla la usaría pero sobre todo iba a ser pagar aquellos dos tipos por lo que estaba pasando asintió al Señor Largernon el parecía ser el más Sensato de ambos Así que sólo se limito a dejar de apuntarles pero se iba a mantener alerta en todo momento

El empresario suspiró con resignación, porque, ¿que otra cosa podía hacer? Por lo que parecía tenía tres opciones: salir y morir de frío, avanzar a la habitación 237 y morir por la oscuridad existente, o bien que le pegase un tiro la Sra. Moonflower en caso de que desconfiase de ellos. Y a decir verdad, no sabía cual era la peor de las tres.

- Procure estar atenta entonces y por favor, no me dispare por error. Confío en usted- dijo, esperando que sonase lo más sincero posible. Encendió la linterna y se dispuso a subir las escaleras y a lo que él creía que iba a ser una muerte segura.

No miró atrás en ningún momento, porque si finalmente sus compañeros no le seguían, entonces si iba a desfallecer. 

- Lo siento, se lo que hay arriba, no cuenten conmigo. Prefiero ir a por Roostelvein, si no puedo salvar este condenado sitio, por lo menos, intentaré vengarme y hacer pagar al responsable. - La voz de Merrows sonaba totalmente calmada pero ligeramente achispada por el efecto del alcohol, seguramente si seguía bebiendo del Vodka estaría inconsciente en algún pasillo más pronto que tarde.

- No puedo obligarle a venir con nosotros- dijo Herbert deteniendo su avance- pero es mejor ir juntos antes que separarnos. Lo de arriba es peligroso, pero sabemos a lo que nos enfrentamos. Puede que tengamos alguna oportunidad. Ir a por Roostelvein por el contrario es enfrentarse a muchas incertidumbres- al fin y al cabo, ninguno sabía que podían encontrarse cuando fueran a por él.

- En tal caso, si decide ir a por él, solo puedo desearle buena suerte.

-Señor Lagernon... Mire su brazo ¿De verdad va a enfrentarse a esa sombra con un farol y una pistola? En ese caso, sólo puedo desearle buena suerte, la va a necesitar, y más con esa lunática.- Dijo mientras ofrecía su mano derecha al empresario.

Miró de forma desconfiada a Nereida y a continuación giró su vista hacia el señor Henkins. - ¿Y usted que ha decidido?-

Ambos hombres tenían razón pero Nereida era una mujer de palabra  Así que simplemente le disparó Merrows consideraba que era lo más correcto además las palabras anteriores de indicaban que estaba buscando eso además también estaba retando la para que le disparas a gastar en las balas en el Así es que puso toda su concentración para darle un buen tiro que lo matará desangrado y si no la mataba La bala encontraría la forma de deshacerse de él antes de que pudieran subir

¡BANG!

El disparo sonó como un trueno en el hall de entrada del hotel. La mujer sostenía la pistola humeante con el cañón apuntando a Merrows. Lagermon sintió como el hombre que intentaba retener se desplomaba mientras la sangre le salpicaba la chaqueta. ¡Le había disparado! El atleta se llevó la mano al costado, donde había alcanzado y la sangre empezaba a manar, pero en su rostro había una extraña media sonrisa, como si aquella situación le pareciese realmente divertida. O quizás sabía que aquello terminaría por pasar. Notaba que le dolía todo el cuerpo y le costaba respirar.

Tal vez el estrés de la situación O tal vez porque realmente empezaba desquiciarse tenía que demostrar que estaba hablando muy en serio la reacción de la mujer al ver al hombre con una bala en su cuerpo fue mirarlo con la mirada un poco perdida y luego al reaccionar apunto con el arma los demás

- nadie se mueva todos vamos a subir inmediatamente él tomó su decisión y esas son las consecuencias quiso quitarme el arma y ahora eso que le disparara para quedar como una loca y que ustedes mismos me desarmaran y ni siquiera ayudó al Señor Largernon en cuanto tuvo oportunidad está Ebrio y será imprudente llevar lo iba a morir de todas formas sólo ayuda que pasará lo inevitable ahora todos muévanse Hay que subir rápido

Me hago el muerto.

Merrows cae al suelo de rodillas.

-Serás... Jajajajajaja, por qué demonios dispararme ahora, ¿Sólo por contradecir tu maravilloso plan? Jajajajaja, serás puta de mierda.-

Caigo de espaldas riéndome y miro mi mano, la sangre brota de forma inmisericordie.

-Lagernon, en la habitación he escondido un pergamino, el que encontré en el piano antes de encontrarnos en el bar, úselo bien, y por lo que más quiera, no se fíe de la zorra esa.-

El hombre se cayó en el suelo tan largo era. Tembló un momento antes de exhalar un suspiro y quedar inmóvil.

El médico, que había presenciado aquella escena atónito, miró a la mujer:

—Lo... ¡lo ha matado! ¡a sangre fría! ¡Sólo porque no quería ir con usted!

Estaba aterrado y mantenía sus manos en alto, sin atreverse a atender al moribundo.

De pronto la situación se desmadró por completo y Lagermon poco pudo hacer al respecto. El disparo a quemarropa debería haber matado al Sr. Merrows más aún se mantenía con vida. Incluso le dio varias indicaciones al empresario. No había necesidad ninguna de haber llegado a aquello. No obstante, era más que evidente que la Sra. Moonflower había perdido la cabeza. La cuestión era, ¿como actuar sin recibir otro disparo?

- El pergamino puede sernos de utilidad- le dijo a la Sra. Moonflower- tendremos que ir por él si queremos tener una oportunidad. 

Iremos juntos hacia arriba, pero el médico se queda aquí abajo intentando salvar a este hombre- le dijo de nuevo a la mujer, mirándola a los ojos- puede dispararme por ello si así lo desea, incluso puede matar al médico. Usted tiene el arma y nosotros no. La cuestión es si quiere acabar con aquel mal que habita en este hotel o por el contrario dejarlo aquí para siempre. Pero tenga claro una cosa: sola no podrá detenerlo. Juntos quizás tengamos una posibilidad. 

- por favor señor Merrows no me confunda con los tipas de vulgares con las que siempre se acuesta y que siempre caen en sus trucos baratos de tres peniques le disparé porque usted va a dar más problemas que soluciones en este conflicto puede que esté desquiciada pero por lo menos me arriesgué para salvar al señor Largernon, créame que estoy Menos loca de lo que todos aquí piensan y menos después de todo lo que acabo de vivir no tengo nada en contra de usted señor Largernon muy por el contrario pero no pienso llevar lastres a cuestas - dijo fríamente la mujer y volvió a disparar hacia  merrows para acabar definitivamente con él.

Era simple todos estaban condenados a morir y era lo más humano que podía hacer morir a manos de ella y no de las criaturas del Hotel o congelado en la nieve y claro le había dejado ganar en ese momento a seguir perdiendo tiempo si podía salvar a los restantes sobrevivientes

La mujer carecía de piedad. Remató a Lucas como un soldado que remataría a un enemigo malherido en la guerra.

El médico, aterrado por la locura de Nereida, se lanzó a correr hacia el Salón Regencia en cuanto vio que la mujer descerrajaba el segundo disparo.