Partida Rol por web

Tabin no iba a detener a Ánder en su ejecución del mago. Sabía que todos acabarían muriendo y mejor si no era ella la que enarbolaba la espada... o el hacha en este caso. Pero su actitud cambió ante la sorpresiva vuelta de tuerca, la inquisición de Payne... y la respuesta del mago. Esclavistas. Justo lo que había pensado en un primer momento.

La semielfa se colocó junto a Payne. No le gustaba un pelo verla armada, pero no iba a protestar. Después le haría un par de preguntas, pero ahora...

-Escupe lo que tengas que decir o muere ahora -amenazó. Tabin no tenía la compasión que creía Glimgmar, al menos no para crímenes tan crueles. Para una persona de bien, para alguien indefenso, para un animal inofensivo... para ellos tenía amor de sobra. Para los malvados, los asesinos y los torturadores... Poner la otra mejilla era más propio de ilmaterinos que de sunitas-. Loviataritas o esclavistas, ¡no sé cuáles son peores! Di lo que sepas o comprobaremos cuánto puedes sangrar antes de morir. Miéntenos y te juro que voy a darte de comer a los cuervos.

Sin el rígido sentido de la ley de Ánder, Tabin era una firme creyente en la libertad individual. Los esclavos le daban una pena y una rabia que pocas cosas le inspiraban, y por los esclavistas sentía casi tan poco amor como por los loviataritas.

—¡Valiskan! ¡Se llama Valiskan! —confesó el mago—. Él es el jefe de nuestra célula. Antes operábamos en Puerto Calavera, pero nos hemos desplazado al Norte hace unos meses siguiendo órdenes. Pero no sé nada más, ¡lo juro!

Ahora sí, dejad postear a Estigia porque esto entronca directamente con su trama personal.
 

Kayle, que había estado todo el rato quieta y tranquila agarró al mago por las solapas de la túnica con una mezcla de sobresalto e indignación.

—¡¿Trabajas para Valiskan?!—exclamó repentinamente, y de nuevo el viento que solía soplar con suavidad en torno a ella se intensificó formando una pequeña tolvanera—. ¿Dónde está? ¡¿Dónde está esa serpiente venenosa?!

Irónicamente con aquello demostraba que pensaba que Serlorn decía la verdad, aunque tenía los brazos tan tensos que le temblaban.

"No me lo puedo creer... ".

Serlorn tragó saliva. El hecho de que Kayle lo conociera no podría ser bueno para él.

—¡No lo sé! No me pagan por saber esas cosas —se defendió—. Sé que se ha desplazado a Nesmé, pero no dónde vive. Él trata con las Señoras del Látigo directamente, y ellas me hacen llegar mi paga. Es todo lo que necesito saber.

Kayle se apartó del mago como si ambos fueran polos magnéticos iguales y se puso en pie otra vez.

—A... Nesmé.

Repitió aquello como si necesitase escucharlo de nuevo para cerciorarse de que había oído bien, de hecho se quedó mirándolo un instante como para cerciorarse de que definitivamente había oído bien

—Maldita sea, es verdad—rezongó finalmente girando sobre los talones y alejándose unos cuantos pasos simplemente por no poder quedarse parada—. Está diciendo la verdad.

-¿Quién es ese Valiskan? -preguntó Tabin, sorprendida por ver a la calmada genasí de aire convertida en una tormenta. Eso le recordó que tenía cosas que tratar con Payne. La pícara la miró inquisitiva-. Todavía no nos has dicho por qué quisieron matarte. Y si es verdad que no sabías nada sobre los esclavistas tiene algo que ver con eso, ¿verdad?

Ánder echó una mirada a los cadáveres de los "mercenarios" muertos.

Así que no son simples mercenarios. Son esclavistas. Asquerosos miserables esclavistas.

Se separó del mago, con una mirada que prometía la muerte, y se acercó a Kayle. -Ei ¿Qué ocurre? ¿Quién es ese Valiskan?-Murmuró, poniendo una mano en el hombro de la muchacha.

Kayle dejó de andar y se zafó. El ulular del aire menguó casi por completo.

—Un miserable, un parásito, una rata infecta, una asquerosa serpiente que vendería a su madre con tal de conseguir un buen trato—enumeró sin respirar (de hecho lo hizo cuando acabó la lista)—. ¿A... caso importa ahora? si han sido ellos quienes han estado secuestrando a las niñas de Nesme, tendría sentido que hayan sido tan difíciles de localizar.

Payne le echó una mirada gélida a Tabin.

—Estoy impresionada ¡pero si no eres una cabeza hueca después de todo! La Iglesia de Sune debe estar muy orgullosa de ti —se burló—. Sí. No me gustaba el rumbo que estaba tomando el culto últimamente. Parecían más preocupadas en sus intereses particulares que en servir a la Señora del Dolor.

Echó un mirada a Serlorn.

—Y estoy empezando a entender por qué.

Ander quería ser la voz de la razón, y sacar más información al miserable del mago, pero su compañera era mucho más importante. Por ello la noticia de la razón por la cual habían tratado de matar a Payne le llegó borrosa. ¿En que era mejor servir a la señora del dolor que a sus propios intereses? Siempre que los propios intereses los sirvieras dentro de la Ley, claro. No esclavizando a un montón de niñas. Eso era tan malo como servir... bah, ahora no era el momento de razonar. 

Siguió a Kayle (la parte importante) en su devenir y se colocó delante de ella. Fue a ensayar una sonrisa y descubrió que le salía sola al mirar a la genasi. -Eh, cualquier cosa que pienses es importante, por lo que dices deduzco que has sabido la existencia anteriormente de esa banda de esclavistas y que son muy escurridizos. En cuanto rescatemos a las niñas nos ocuparemos de ellos.-Lo dijo con la asertividad de que "el sol saldrá mañana por la mañana".

Fue a tratar de buscar el contacto físico y se dio cuenta que probablemente no era el mejor momento, suponía que quería estar algo alejada de los demás. Y con la armadura sería demasiado frío.

-Bueno, si puedes vigilar ese pasadizo mientras continuamos interrogando al mago... será solo un momento, debemos darnos prisa y bajar en breve.

Realmente tenían que preguntar al mago sobre lo que encontrarían abajo. Lo haría todo más fácil. Y si lo que el esclavista decía era cierto, no lo mataría nada más subir otra vez. Dejaría que las autoridades de Nesmé lo juzgaran. El resultado, francamente, sería el mismo.

- Que hable de una vez.

 si no ha dado la alarma ya - pensaba en referencia a haber activado el elevador - es nuestrra oportunidad, perro no durrarrá todo el día.

 Protestó con la máxima calidez a la que podía aspirar el enano mientras se mesaba la barba y observaba de cerca. Su opinión sobre los esclavistas no parrecía tener allí relevancia alguna, ni pretendía darsela. Servía a Nesmé, no a sus prropios interreses, ese erra el trrato...y si le apurraban, servía a la hermosa elfa, la misma que a la par le repugnaba más que nada y le atraía como el dulce olor de la miel mientrras se hace una buena y fuerte cerveza dulce.

 - Luego podrremos atarle al tronco de un árbol hasta que descendamos y rescatemos lo que hemos venido a rescatar.

 ¿No creeis? - expuso con una parsimonia forzada, en verdad tenía preocupación por las muchachas, y parrecía, que sólo por su bienestar.

 - Estoy segurro que nuestro querrido mago va a ayudarnos en todo cuanto le sea posible...

 rompió una lanza a su favor, sin embargo, lo hacía con palabras cálidas y el hacha colocada ahora en su hombro como la de un verdugo dispuesto. No tenía anillos en los dedos parra que se le cayesen por algo así, sólo tenía que darle una patada en el costado o la espalda y dejarla caer, el filo y el peso de la misma harrían el resto...por eso erran mejor que las espadas.

 - Perro por la glorria de Morradin, ¡algo de premurra!

Kayle desvió ligeramente la vista con expresión tensa.

—Supongo...

La respuesta fue lo suficientemente escueta como para no dejar claro a cuál de las cosas que había dicho Ánder se refería; aunque bien podía ser perfectamente a una, dos, o a todas. El caso es que no debía de fiarse todavía del tal Serlorn porque se agazapó a registrar lo que llevaba encima. Tras un par de segundos encontró una varita y se la confiscó.

Se fue a levantar pero algo le llamó la atención en la túnica, o mejor dicho, en las mangas: tenían unas runas bordadas a lo largo del borde.

—Tsaran korilath, ith hakon.

Murmuró aquello pasando una mano por encima y las runas brillaron durante unos segundos como si reaccionasen a lo que había hecho. Kayle entornó un ojo.

—No sé qué pensaréis hacer con este... este. Pero que sepáis que la túnica está encantada—informó—. Aunque dudo que a partir de ahora a él vaya a servirle de mucho.

Dicho aquello, se acercó un momento al agujero a husmear el mecanismo que antes había tratado de utilizar uno de los mercenarios, mecanismo ahora parado tras la defunción de su operario así que nada estaba subiendo al menos de momento.

Volvió con sus compañeros y se quedó en silencio. Vale, esperaría a que el el paladín terminase de preguntar lo que quisiera preguntar... de momento. Porque el tema de darle prioridad a la premura lo compartía completamente.

Detectar Magia

Kayle no quería hablar, y Ánder lo respetaba, ya tendrían un momento a solas.

-¿Su túnica está encantada? Pues tendremos que quitársela, no sea que la use para desvanecerse o esfumarse en una nube de humo.

Ander estaba serio, no le gustaba quitar los objetos al prisionero, pero sin duda los habría obtenido gracias a sus oscuros tratos y como pago de secuestros, así que no pensaba dejárselos. Estaría mucho mejor en las manos del grupo, siendo utilizados para rescatar a las niñas, que en el cuerpo del mago.

-Ahora habla y dinos qué nos espera abajo. Lo que realmente nos espera. Si dices la verdad... pues hablaré con el consejo de Nesmé para que no te ejecuten. Si mientes otra vez en cuanto suba te cortaré la cabeza.

Mientras decía ésto procedió a desatar al mago, y a quitarle la túnica, Tabin y Ulfe estarían atentos para atizarle si se atrevía a rechistar.

-Desde luego, es mucho mejor ser loviatarita que ser loviatarita y encima esclavista. En eso estamos de acuerdo -contestó Tabin con sarcasmo ahogando un "zorra" al final de la frase.

Se abstuvo de comentar nada, a la espera de que el esclavista hablase sobre lo que necesitaban saber, pero cuando Ánder le propuso aquel "intercambio", Tabin estuvo en desacuerdo. No sabía en qué circunstancias iban a subir. Ni siquiera sabía si iban a salir. Confiar en la palabra de un cerdo esclavista era como confiar en que un cuervo no te sacaría los ojos si tuviera la oportunidad. Por otro lado, quizá la muerte fuese demasiado piadosa. Quizá sería mejor tenerlo encerrado para el resto de sus días en una celda mugrienta. Así sabría lo que era ser privado de libertad.

Pero todo eso no lo dijo en voz alta porque necesitaban que el tipo cooperase. Así que se preparó espada en mano y esperó que la operación desnudo saliera bien.

—¡No he mentido! —protestó un momento Serlorn antes de quedarse un momento suspenso—. ¿Eh? ¿Pensáis dejarme aquí atado y desnudo? ¡Y os créeis mejores que nosotros! ¡Bah!

—Debemos matarlo —dijo Payne—. No nos podemos arriesgar a dejarlo vivo y que estropee todo el plan. Yo sé todo lo que hay que saber del templo. Accederemos a un pozo vertical, con plataformas a varios niveles. Nosotros vamos al nivel inferior. ¿Qué más queréis saber?

—Un mago menos. ¿A quién le importa? —señaló Ulfe—. La zorra tiene razón. Es demasiado peligroso.

—Participó en el rapto de mi hija... —empezó Nanthleene—, pero matarlo a sangre fría...

Payne ignoró el insulto de Ulfe, como si no pudiera afectarle.

—¿Y la forma en la que hemos matado a sus amigos es mejor? —bufó—. La muerte es la muerte, da igual como se haga. Y aún tendremos que matar a gente ahí abajo.

Loot:

- Túnica de Aventurero (+1 CA Armadura, +1 TS Fort)
- Varita Mágica de Proyectiles Mágicos (NL 3º, 15 cargas)

Ánder suspiró, ¿Por qué estaba de acuerdo con Payne en su interior? Sería la voz de la tentación, de hacer lo fácil, de ceder.

No.

Agarró al mago de las cuerdas en cuanto estuvo atado de nuevo. Y lo alzó hasta tenerlo a la altura de los ojos.

-Mira escoria.-El paladín se sorprendió a si mismo, no se había dado cuenta del cabreo que llevaba encima. Pero procedió a soltarlo todo- Sí, somos mejores que tú, mucho mejores ¿Ves a alguna niña que hayamos secuestrado por unas putas monedas? No ¿Verdad? ¿Te estamos torturando para cerciorarnos de lo que dices es cierto? Yo no veo tu sangre por el suelo. Ni te oigo gritar de dolor. Pero puedes autoconvencerte de lo que tu quieras. Eres lo suficientemente listo para saber la verdad. Y ésta es que eres un miserable que en vez de poner su Arte al servicio del Bien, o incluso para hacerse rico con un trabajo honrado, prefiere ganar un poco más a cambio de hacer sufrir a sus semejantes.

Tomó al mago, le arrancó un trozo de ropa y se lo metió por la boca para después con otro trozo de cuerda atársela con fuerza. Luego lo llevó a unos matorrales y lo arrojó entre medias. Dejándolo más o menos escondido.

-Ahora pasarás un poco de frío hasta que subamos, espero que lo hagamos, porque entonces, y si no has mentido en el número de guardias, te daré una manta y te curaré todo el daño que haya hecho el frío. Si has mentido, en fin, ya sabes lo que tocará.

Volvió con los demás.

-Y sí, Payne, a sus amigos los hemos matado mejor, en combate, han muerto con las armas en las manos, no se habían rendido. Estarán con suerte con Tempus. Y es duro tener que dispensar alguna cortesía a un esclavista, pero como bien dices, la vida es dura. Y yo cumplo lo que prometo.

Con una voz totalmente diferente se dirigió a Kayle.

-¿Puedes usar éstos objetos? Cualquier ayuda nos vendrá bien. Y si sólo te protejen del daño estaré algo más tranquilo. O igual le podrían servir a Tabin o Nanthleene.