Partida Rol por web

Donde los Valientes Temen Aventurarse

15. La Vuelta al Hogar.

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28/10/2012, 09:27
Narrador

Había mucha gente en los Reinos que fantaseaba alguna vez con vivir una aventura. Sólo unos pocos reunían el coraje para comprar una espada o un libro de conjuros e intentarlo. De ellos, sólo una minúscula parte volvían triunfantes de sus aventuras. Esas personas cambiaban para siempre. Y Faerûn con ellos.

Las mieles de la victoria eran, en verdad, dulces. El llanto de alegría de los granjeros al devolverle a su niñita habían sido conmovedores. Las expresiones de asombro y admiración de los guardias os hinchieron de orgullo. A vuestro paso, desde la entrada de la ciudad, se fue formando un séquito de gente que os felicitaba y vitoreaba que hubierais devuelto a las niñas a su hogar. Quien más quien menos conocía a alguien que había sido golpeado por la desgracia. Nadie esperaba volverlas a ver nunca, pero vosotros habíais hecho el milagro y la gente estaba agradecida. Os ofrecían regalos, todo lo que tenían a mano: desde tomates a ricas telas, pasando por todo tipo de bagatelas y alhajas.

Una pequeña compañía de Jinetes de Nesmé os acompañó a la Fortaleza que se alzaba imponente al otro lado del río. Desfilaban con orgullo, como la escolta de lujo de un alto dignatario extranjero.

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28/10/2012, 09:41
Sargento Hakkon

Fuiste conducido sin muchos protocolos a la Fortaleza de los Jinetes Grises, un bastión imponente al lado opuesto del río Surbrin del que se desarrollaba la ciudad. Te dejaron con el Sargento Hakkon, que al parecer era el encargado de dirigir la investigación de las niñas desaparecidas.

Hakkon era un hombre que debía rondar las treinta primaveras. Tenía un rostro cuadrado de mandíbula potente, desde el que te examinaban dos ojos azules cansados. Parecía un hombre honesto y sincero, que había visto quizá demasiada muerte a lo largo de su vida.

Suspiró cuando le contaron por qué estabas allí y despachó a los guardias para quedarse a solas contigo.

—Me disculpo en nombre de los Jinetes de Nesmé y de su celo —dijo el Sargento—. La ciudad entera está volcada con la desaparición de las niñas, y hay mucha presión sobre la guardia. Mis hombres ya ven sospechosos por todas partes. Estoy seguro de que no tenéis nada que ver con esto.

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28/10/2012, 09:47
Jinete de Nesmé

Iba a agregar algo más cuando un guardia irrumpió en la habitación sobreexcitado.

—¡Señor! ¡Han vuelto! ¡Han vuelto y traen a las niñas!

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28/10/2012, 09:48
Sargento Hakkon

El sargento Hakkon sonrió de oreja a oreja como un niño grande y te hizo un gesto con la mano.

—Avisad a la Primera Vocal de inmediato ordenó Hakkon antes de dirigir de nuevo su atención a ti¡Ven amigo! Acompáñame. Esto va a ser único.

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28/10/2012, 09:49
Sargento Hakkon

Os hicieron deteneros en el patio de armas de la fortaleza de los Jinetes de Nesmé. Allí había congregada una multitud: guardas y civiles por igual. La muchedumbre vibraba, todo eran caras sonrientes, vítores, risas. La gente hablaba con los nuevos héroes y achuchaba a las niñas milagrosamente devueltas al hogar.

Del castillo surgió una columna de guardias, encabezadas por el Sargento Hakkon acompañado de un enano. El joven sargento caminaba a zancadas tan grandes como podía permitirse sin echar a correr. Sonreía como un chiquillo emocionado.

—Lo habéis conseguido —dijo con la voz cargada de emoción y orgullo—. Benditos sean los dioses, ¡lo habéis conseguido! ¡Enhorabuena, héroes!

Hakkon pareció contenerse para abrazaros de uno en uno.

—La Primera Vocal está avisada, ella os dará las gracias en nombre de Nesmé y sus gentes. Mientras llega permitidme dároslas en nombre los Jinetes. Estamos en deuda con vosotros.

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28/10/2012, 18:50
Aramil

-Vaya.-Digo entusiasmado ante el repentino giro de los acontecimientos.-Supongo que esto levanta toda sombra de duda acerca de los motivos que me han traído a la ciudad. Es un orgullo estar en presencia de estos héroes.

Camino junto al sargento al encuentro de los recién llegados mientras miro de reojo a los suspicaces jinetes. Supongo que todo se ha aclarado, pero los humanos tienden a ser a menudo suspicaces con los que no pertenecen a su raza, y la cooperación de mi pariente no ha sido muy favorable. Contaba con ello. Es la vida que he elegido y nadie dijo que fuera a ser fácil. Solo espero que no hayan hecho una alfombra con Satara.

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28/10/2012, 22:52
Kayle

Kayle caminaba con una sonrisa radiante, de por si a la genasí le encantaba no dejar a nadie indiferente así que con aquello se lo estaba pasando pipa. Pero no por soberbia... porque no cogía ningún regalo, sino porque a la hora de no dejar indiferente a nadie, era mejor cuando la balanza se decantaba por el lado positivo, y aquella gente de aquella ciudad a la que le debía tanto hasta lloraba de alegría. ¿Qué mejor regalo que ese?

¡Hakkon!

Por supuesto, aquella facultad incluía que el protocolo se fuese al demonio resultara una constante de modo que lo primero que hizo al ver al sargento fue dar un brinco y colgársele del cuello dándole un abrazo. Hakkon le caía bien, se alegraba de verlo contento y así lo manifestaba. Al cuerno con el protocolo.

¡Pues claro que lo hemos conseguido!—rio con una sonrisita traviesa y las dos cejas enarcadas, soltándolo—. ¿O se esperaba otra cosa?

En el momento en escuchó una voz. Kayle primero miró a la derecha y no vio a nadie, luego miró a la izquierda, y tampoco vio a nadie... finalmente le dio por mirar abajo y descubrió un enano.

Oh—parpadeó. Luego se quedó unos segundos callada durante los cuales lo único que se movío fue su pelo. En honor a la verdad debía admitir que no se había esperado eso. No tenía ni idea de quién era porque no lo había visto antes por Nesmé pero como el comentario fue afable, ella respondió con una expresión acorde añadiendo:—. Hola, encantada...

Dejó la frase en el aire a la espera de que alguien la completase con el nombre.

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29/10/2012, 19:32
Tabin

-No podíamos hacer otra cosa -contestó Tabin sonriente.

Desde que habían abandonado el templo de Loviatar con las niñas, la semielfa había recuperado el ánimo. Las experiencias vividas en su interior no se borrarían fácilmente, pero estar de nuevo en el hogar le hacía reír. Y volver con el objetivo cumplido, habiendo devuelto a las niñas a su hogar después de salvarlas de las garras de las sacerdotisas, la llenaba de felicidad y alegría. Casi ni se acordaba de que tenía que seguir tirando del hilo e investigando sobre los esclavistas.

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29/10/2012, 20:01
Sargento Hakkon

—Por supuesto, señor enano —le contestó Hakkon a Aramil—. Aunque tampoco dudaba de vuestra inocencia antes.

La sonrisa del sargento se amplió, y recibió de buena gana el abrazo de Kayle. Cuando se separaron, le agarró de las manos y se las estrechó en un gesto afectuoso.

—Elthina estará orgullosa de ti. Como lo estoy yo y como lo estamos todos —volvió a sonreír, pero su semblante se oscureció al añadir en voz baja:—. Y... ¿quién era el responsable?

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29/10/2012, 20:34
Kayle

El semblante de Kayle también se ensombreció, la genasí se mordió el labio inferior y cambió el peso del cuerpo de pierna con incomodidad.

Tenemos... que seguirle la pista a eso. Puede tener más tentáculos que este que acabamos de cortar—respondió siguiendo el tono bajo de Hakkon—. Hay un templo de Loviatar al noroeste de aquí, la antigua Señora del Látigo había hecho un trato con un grupo de esclavistas.

Aquél término se le atragantaba en la garganta y la hacía poner mala cara, como si la propia palabra tuviera un sabor repugnante.

Trato que está definitivamente roto, la nueva Señora del Látigo está en contra—añadió como para aclarar que al menos por aquella parte no habría más problemas—. El tipo que hemos traído es uno de ellos, nos dio el nombre del jefe de la célula, Valiskan, dice que se ha desplazado a Nesmé pero que no sabe dónde está exactamente...

La sola idea de que aquel hombre estuviera tan cerca en alguna parte no dejaba de darle... escalofríos.

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29/10/2012, 22:06
Aramil

La sonrisa del momento se ve enturbiada por las palabras de la recién llegada.

-Dioses. Eso suena fatal.-Digo en un tono bajo pero audible.-¿Quieres decir que esto podría volver a ocurrir? ¿Podrían volver a desaparecer personas en la ciudad? Es horrible.

En ese instante reparo en otra cosa.

-Y dime ¿Tenian animales capturados? Los traficantes de esclavos muchas veces capturan animales salvajes para venderlos como entretenimiento... lo he visto más veces de las que me gustaría. 

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29/10/2012, 23:27
Kayle

Kayle sonrió de oreja a oreja con cara de circunstancia.

Sólo un dragón blanco... —carraspeó—. Bueno, en realidad es el guardian del templo, no es de los esclavistas. Supongo que no cuenta.

Se rascó la cabeza. Seguía sin saber cómo llamarlo.

¿Por?

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29/10/2012, 23:37
Aramil

-Saber.-Respondo con aire apesadumbrado.-Esa escoria suele cebarse con los más débiles, no me gusta que hagan sufrir a animales inocentes para conseguir un puñado de monedas.

 

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02/11/2012, 01:11
Tabin

-Tenían un montón de niñas secuestradas a las que pretendían torturar hasta que amasen a Loviatar. Sí, se ceban con los más débiles -respondió Tabin con un deje de ironía. Suspiró. Aunque su humor había mejorado, estaba cansada y quería ir a casa para ver a su madre, contarle lo que había pasado y recibir su consuelo en más de un aspecto-. Si no os importa, voy a irme a casa. Quiero dormir en una cama y disfrutar de un buen fuego.

Se volvió hacia Ulfe para echarle los brazos al cuello y darle un beso. Tenía mucho de qué hablar con su madre y uno de los temas era su difícil vida amorosa.

-Si me necesitáis, sabéis dónde encontrarme.

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02/11/2012, 09:26
Sargento Hakkon

—¿Un dragón blanco? —se atragantó Hakkon—. Espera, espera. Vayamos por partes.

El sargento meditó unos momentos la información que le habíais dado.

—Eso no tiene sentido —dijo al fin—. Las loviataritas no necesitaban a los esclavistas si lo que querían era convertir niñas a su culto, y los esclavistas no ganan nada con ello. Ni siquiera tiene sentido que hagan algo tan arriesgado estado permitido el culto a Loviatar en la ciudad.

Se volvió hacia Kayle. 

—Los responsables han de ser castigados ante la justicia por sus crímenes contra el pueblo de Nesmé. Deberemos llegar hasta el fondo del asunto y capturar a los cabecillas de la organización. ¿Dónde está la antigua Señora del Látigo?

 

La explicación de que las estaban raptando para convertirlas en sacerdotisas salió muy al principio de la búsqueda, cuando aún no teníais los datos que tenéis ahora. Incluso entonces Payne objetó que no se podía forzar a nadie a tener auténtica fe. 

Luego salieron otros datos: la alianza con unos esclavistas y una posesión diabólica. La conclusión de Tabin no es la correcta, y me preocuparía si el resto de jugadores la comparten xD.

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02/11/2012, 11:20
Kayle

Lo... siento pero me temo que muerta—contestó Kayle sin rodeos—. Estaba poseída por un demonio, o un diablo, o a saber los dioses qué. No sé que clase de pacto haría con él. Pero nada bueno, seguro.

Esbozó una sonrisa forzada.

Y antes de que la justicia manifieste su frustración: fue la propia Loviatar quien se personó para zanjar ese asunto—añadió rápidamente, como cortando una posible protesta—. No soy una experta en deidades pero aquella en cuestión no tenía cara de estar dispuesta a consentir otra cosa...

Volvió a cambiar el peso del cuerpo de pie, recordar aquella escena le provocaba un incómodo vacío en la boca del estómago. 

Entonces carraspeó y manoteó el aire como quien se ha ido por las ramas y quiere volver al quid de la cuestión.

Pero bueno, eh... sí, por partes. Es verdad que eso de las conversiones no tiene sentido—estuvo de acuerdo con el sargento (no quería que se volviera a atragantar)—. Estoy segura de que debe haber algo más. Payne... es decir, la nueva Señora del Látigo, comentó que entre hermanas se rumoreaba que su antecesora tenía algún tipo de negocio con los esclavistas pero desconocía cuál. No quiere problemas con Nesmé así que le interesa desagraviar el daño causado por las... um... "falsas loviataritas". De hecho se ofreció a ayudar a encontrar al contacto de los esclavistas en la ciudad.

Se encogió de hombros y suspiró.

Dijo que se dejará caer por aquí lo más pronto posible...

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03/11/2012, 11:43
Ánder

Las felicitaciones, los halagos... la multitud lo aclamaba, Hakkon estaba contento. Pero Ánder no se sentía bien. Y lo peor es que no sabía por qué. Se repetía a si mismo que todo había acabado de la mejor manera, que quien merecía castigo lo había recibido y quien merecía ser salvado de un destino peor también.

Tabin y Kayle pusieron al jinete al corriente de lo acontecido y de todo lo que había detrás de ello. Ánder asintió sobre todo a las palabras de Tabin y no comprendió mucho lo que decían Kayle y Hakkon. -Para mí si tiene sentido lo de las conversiones, pero siempre hay algo más con los cultos malignos. Y más cuando pactas con los diablos. Es cuestión de tiempo que Payne caiga en lo mismo. 

-En fin, Hakkon, no se donde está Glimgmar, que se nos adelantó, pero debo solicitar una audiencia con él ante el consejo. Necesitamos su guía. Y es sobre el asunto del dragón blanco. Él quería... liberarlo. Aduciendo ciertos motivos. Y yo no quería, y decidimos que sería mejor traer el asunto ante las legítimas autoridades.

-Ahora debo abandonaros, al igual que Tabin quiero ver a mi madre.-La cara de Ánder era sombría. Aquello no le producía ningún placer.-Si me necesitáis para algo más estaré a vuestra disposición.- Dijo a Hakkon.- Pero a no ser que sea alguna emergencia como ésta... tengo ciertos asuntos que resolver, además de la audiencia ante el consejo.

-Tabin, que Nunca faltes a tus Juramentos-dijo ceremoniosamente a la semielfa que y se iba.- Kayle, que los dioses te guarden y te guíen.-había calor en sus palabras, pero era como si algo tirara lejos de los demás.

-Adios.

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03/11/2012, 14:25
Kayle

A Kayle seguía sin entrarle en la cabeza cómo demonios era posible que Ánder siguiera con el tema de plantearle al consejo liberar al dragón después de haber dejado a éste hecho una furia y jurando que arrasaría Nesmé si alguna vez se liberaba. Pero no dijo nada al instante, estaba cansada de aquel tema, se le antojaba una sensación bastante similar a la de pegarse cabezazos contra una pared.

Sí, decidisteis—refunfuñó matizando la última palabra y cruzándose de brazos con la misma expresión de alguien a quien acaban de quitarle su bollo dulce—. Si a alguien le interesa mi opinión, me parece una pésima idea liberar a un dragón al que se le ha dejado rabiando y sabiendo de dónde somos.

La fastidiaba de sobremanera no haber podido hablar con el reptil sin que éste terminara exasperada por el extremismo de algunos de sus compañeros. No todos los días tenía una la oportunidad de hablar con un dragón y menos uno que de primeras no tenía intención de comerte.

Justo en ese momento, la genasí emitió un sonido interrogante y se frotó una sien con la palma de la mano.

Buf—sopló—. Hablando de Glimgmar. Céfiro está... enfadado. Mucho.

Parpadeó con desconcierto.

¿Qué cuernos está pasando en la tienda de Fasber?

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04/11/2012, 23:54
Aramil

Tras largo rato escuchando, rompo mi silencio y me acerco un poco más a los recién llegados héroes.

-Pero eso no tiene ningún sentido.-Digo.-Aún quedan miles de cabos por atar. ¿No os parece? Creo que algo o alguien a quien todavía no conocéis está detrás de todo esto... suena bastante interesante. ¿Me permitiríais ayudaros en vuestra investigación? Por cierto, mi nombre es Aramil. Dioses, qué descuidado soy.

Soy Druida al servicio de Mielikki. Acabo de llegar a la ciudad y no tengo nada mejor que hacer... ¿Me permitiríais ayudaros? ¿Si? Puedo tratar de hablar con el dragón si os parece bien.

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06/11/2012, 14:27
Tabin

Tabin notó que se ruborizaba. Frunció el ceño, aun empeñada en que tenía algo de razón pese a la pequeña reprimenda del guardia. Después de todo, no dejaba de ser un culto maligno, por mucho que estuviese permitido. Y con Payne a la cabeza quizá terminasen los tejemanejes esclavistas, pero no había olvidado su silencio cuando Tabin acusó al templo de torturar a las niñas para lavarles el cerebro.

-Yo tampoco quiero liberarlo, menos ahora. Creo recordar que nos amenazó cuando nos negamos a hacerlo de inmediato después de que intentara sobornarnos con tesoros. No me fío un pelo de sus intenciones.

Cuando el paladín se despidió, la semielfa le miró con tristeza. Se había sentido afín a él más que a los demás, pero suponía que su choque con el grupo no había hecho que cuajase mucho la amistad.

-Adiós, Ánder. Cuídate. -Cuando éste se fue, alargó una mano y le apretó el brazo a la genasí-. Yo también me voy, pero contad conmigo para el siguiente paso... siempre que no sea volver a ese sitio a soltar al dragón. Siento ser tan escueta, Aramil. Quizá podamos hablar más tranquilamente en otro momento, pero realmente necesito un baño, una cena y descanso.

Notas de juego

Y si nadie me detiene, sí que me voy.