Partida Rol por web

Donde los Valientes Temen Aventurarse

25. La Traición de Morgan.

Cargando editor
30/01/2014, 23:57
Morgan

Morgan cerró los ojos con fuerza, como si así pudiera contener las lágrimas que pugnaban por brotar.

—Estoy tan cansada, Tabin. Estoy tan agotada de mentir a todo el mundo... que prácticamente no recuerdo quién soy realmente —soltó de golpe, y empezó a hipar entrecortadamente.

Te besó, fugazmente, y sus labios te supieron a la sal de sus lágrimas. Se refugió en ti. Su sombrero se cayó al suelo, y los cabellos se le desparramaron por toda la cara. Fuiste consciente del tonto detalle de que le había crecido mucho el pelo.

—Tal vez pueda encontrarme de nuevo. A tu lado —suspiró hondamente y tomó tu rostro entre sus manos—. La Vocal me prometió el perdón. Podría establecerme en Nesmé. Siempreunidos puede esperar.

Cargando editor
31/01/2014, 00:17
Tabin

Tabin la acogió gustosamente y le frotó la espalda hasta que se calmó, igual que había hecho con Kayle. Aunque en esta cuestión sí tenía la última palabra al respecto. Cuando Morgan la tomó de las mejillas, Tabin volvió la cabeza para besarle la palma de la mano.

-Hazlo.

Una pequeña parte de su cerebro le recordó a Ulfe, pero el bárbaro había dejado de existir para ella en ese momento. La diferencia entre Morgan y él se había vuelto abismal. Donde él la había puesto en peligro, Morgan había dado todo para salvarla. Tabin aún no había tomado una decisión consciente, pero estaba cerca de ello.

-Estaré contigo el resto de mi vida si me dejas.

Cargando editor
31/01/2014, 00:28
Morgan

Sonrió. Era un gesto extraño en Morgan. ¿Cuántas veces la habías visto sonreír así, de alegría, en todos los años que la conocías? Podrías contarlos con los dedos de la mano.

—Toda la vida son muchos años para un Tel'quess, incluso para una mestiza para tú —contestó Morgan, antes de enjugarse las lágrimas en la manga—. Terminemos esto de una vez por todas. Necesito hacerlo, y pasar página. Después tendremos toda una vida para esto. Juntas.

Cargando editor
31/01/2014, 00:41
Tabin

-Todo es posible, Sune nos guarde -respondió Tabin. La semielfa se inclinó para besarla. Fue más intenso que ninguna otra vez, y ni siquiera se acordó de que había gente alrededor. No todos los días se hacía una promesa de amor eterno.

Le tendió la mano a Morgan y entrelazó los dedos con los suyos, devolviéndole una sonrisa con igual candor.

-No te separes de mí.

Cargando editor
31/01/2014, 10:06
Sargento Hakkon

El sargento de la guardia rodeó a Kayle entre sus brazos, y dejó que se desahogara.

Ya está —la arruyó. Todo ha terminado, ya puedes retomar tu vida y comenzar de nuevo. Ahora tus heridas pueden curar y es exactamente lo que el tiempo hará con ellas.

Cargando editor
31/01/2014, 16:37
Kayle

Durante los primeros instantes, Kayle dejó salir por fin todo aquel dolor contenido sin atadura alguna, silenciando los sollozos al amortiguarlos contra el hombro de Hakkon, sintiendo como si por fin fuese capaz de respirar sin ahogarse. Todo era más fácil, más tranquilizador, menos doloroso cuando él estaba cerca.

Mientras tú estés conmigo no me importa—gimió, perdiendo posteriormente la capacidad de articular palabras.

Contuvo el aliento quedándose callada al instante. Eran demasiadas cosas a la vez bullendo en su cabeza: el desahogo de haberse librado por fin de aquel demonio esclavista que le había arrebatado lo que más quería en el mundo, el doloroso recuerdo de su hermana gemela a la que tan unida estaba revivido por las emponzoñadas palabras de Valiskan, el alivio de que todos estuviesen bien tras aquella difícil pelea... y ahora el desconcierto de no saber por qué aquel pensamiento había escapado de cualquier filtro mental y había brotado tan alegremente.

Ni siquiera sabía de dónde había salido, aunque saberlo tampoco le habría ahorrado demasiado azoramiento.

Era verdad que Hakkon había aparecido en el peor momento de su existencia, cuando los pilares que la sostenían se tambaleaban después de que el más importante se hubiese roto en pedazos. El sargento había puesto uno nuevo y, no contento con eso, la había llevado a Nesmé, su nuevo hogar, aquella maravillosa ciudad que la había recibido con los brazos abiertos y donde algunos de sus habitantes habían curado las heridas de su cuerpo y de su alma para que pudiera volver a sonreír pero... en serio, ¡¿de dónde rayos se había escapado aquél pensamiento en voz alta?!

Siento no haber... —murmuró tragando saliva ya que el momentáneo silencio se le estaba antojando un poco incómodo. Ahora no se atrevía a separarse porque no tenía ni idea de si se le notaba en la cara la turbación o no—. Te debo... te mereces una explicación. Después si... si quieres.

Si alguien debía conocer finalmente la historia que se escondía tras su llegada a Nesmé, quería que fuese él. Le había salvado la vida en más de un sentido aquél día cuando la había encontrado en los caminos, la había ayudado a levantarse literal y figuradamente. Se lo debía.

Kayle miró de reojo la escena detrás de ella y en ese momento fue vagamente consciente de que lo último que había visto Valiskan gracias a su conjuro de Imagen Múltiple habían sido dos magas iguales, idénticas, mandándole a la tumba por lo que "les" había hecho.

Justicia poética.

Cargando editor
31/01/2014, 19:51
Céfiro

Céfiro se había quedado flotando en el aire cuando Tabin se había dirigido a hablar con Morgan. El pequeño elemental podía ser un poco metomentodo en ocasiones pero desde luego no era un cotilla. Además, parecía algo tristón, como si el estado de ánimo de la genasí se le contagiase de alguna manera.

Voló describiendo una curva en el aire acercándose a donde estaba Damira y esperó a que esta terminase de preguntar lo que quería para dirigirse a ella.

—Muchas gracias por proteger a Kayle, señora de carne y metal.

Cargando editor
31/01/2014, 23:31
Sargento Hakkon

Hakkon resultó desenvolverse bastante bien en las distancias cortas. Te sujetó la cabeza con la mano firme y dejó que te desahogaras en el regazo. Apoyó el rostro en tu cabeza y te escuchó con paciencia.

Se separó de ti, cogiéndote de los antebrazos, y te dedicó una sonrisa

—Los dioses nos dan tiempo para todas las cosas para que no tengamos que apresurarnos —respondió—. Esperaré a que estés preparada para contármelo, y quieras hacerlo.

Se fijó en que un mechón flotante rebelde se había desparramado por tu cara y lo colocó por detrás de tu oreja.

—Ahora tenemos que ajusticiar a otro culpable. Pero eso es tarea de los Jinetes de Nesmé. Estás herida. ¿Por qué no vas al templo de Lathander y dejas que nos encarguemos de todo? Ya has hecho suficiente.

Cargando editor
01/02/2014, 11:03
Damira

No pregunto dónde vive, soldado, pregunto dónde está.

La magia que los dioses otorgaban a los mortales sanaba el cuerpo, pero no podía hacer nada por el alma. El alma se curaba por sí sola, para ello les habían dotado la resiliencia, pero el proceso era lento y doloroso.

Las chicas solo estaban empezando. Kayle, derrumbada en el hombro de Hakkon; Tabin, hablando aparte con Morgan.

Ilmáter, que tu compasión las alcance a ambas, y que yo encuentre la forma de aligerar su carga.

Damira se acercó la mesa. La botella estaba chamuscada, y el whisky caliente, pero necesitaba otro vaso. Mientras se lo servía, el familiar de Kayle flotó hasta ella, para agradecerle que protegiera a su maga.

—No he protegido a nadie esta tarde, pequeño. —Damira sonrió con amargura al elemental—. Dame las gracias cuando las merezca.

Apenas he sido capaz de protegerme a mí misma.

En el suelo, a sus pies, reposaba el escudo de Valiskan. Las melladuras en su emblema avivaban el recuerdo de su incapacidad para traspasar su defensa, mientras la espada del esclavista rompía su carne una y otra vez. Se agachó y lo sujetó entre las manos, dándole vueltas, lentamente.

Cargando editor
01/02/2014, 11:12
Tabin

Tabin y Morgan, de la mano, se aproximaron a Damira. La semielfa parecía mucho más aliviada, aunque aún pesaba en ella el dolor y la angustia sufridos; al menos, se había reconciliado con su maestra, fuente de casi todos sus males.

-Damira, ¿puedo ayudarte? -preguntó con voz suave-. Aún me queda una poción y yo he salido ilesa.

Cargando editor
01/02/2014, 11:23
Aramil

Al ver que Kayle ya está atendida y Payne parece capaz de atenderse sola, saco un puñado de vendas y me acerco a Bel.

-Veamos, muchacho.-Digo echando un ojo a sus heridas.-Parece que te querían convertir en un alfiletero.-Añado en tono de broma.-Menos mal que eres un chaval duro. Vamos a tapar esos agujeros, con esto se cerrarán antes y, con suerte, no te quedaran marcas. Aunque si te quedan pueden servirte con las mozas de las tabernas. Les encantan las cicatrices.-Finalizo en tono de broma.

Tras esto, empiezo a lavar sus heridas con un poco de agua. Luego preparo un pequeño emplasto desinfectante y lo coloco sobre ellas cubriéndolas con un vendaje seco y limpio.

Notas de juego

Elijo 10 en la tirada de sanar.Total 18.

Cargando editor
01/02/2014, 12:40
Céfiro

—Eso no es verdad—objetó el familiar—. Recibiste la paliza de ese cretino en su lugar.

Los ojillos chispeantes del elemental se posaron en el vaso de whisky recalentado por el fuego que se estaba llenando Damira y, antes de que esta lo recogiese para llevárselo a los labios, saltó sobre él y se puso a dar vueltas en torno al cristal por el exterior, a toda velocidad, como si quisiera hacer honor a su nombre o algo así.

Al cabo de varios segundos volvió a separarse flotando en el aire. Se había formado una tenue capa de escarcha sobre el vaso y su contenido, ahora frío.

Cargando editor
01/02/2014, 13:05
Kayle

Kayle se sentía tan débil que le temblaban las piernas, tal vez por eso se aferró más de los estrictamente necesario a los antebrazos de Hakkon cuando éste se separó. Por un momento tuvo miedo de que se fuera a caer.

Tampoco se atrevía a levantar la vista, estaba un poco confusa tras el espontáneo pensamiento fugado. ¿Ahora sentía la necesidad de contarle al sargento aquello que tanto tiempo había evitado contarle a nadie? Desconocía el porqué, pero tenía la corazonada de que era algo que la haría sentirse mejor. No lo dijo en voz alta, únicamente asintió a las palabras de Hakkon sobre el tema, pero cuando éste le tocó la oreja terminó alzando la mirada.

Me gustaría poder ayudaros pero... —musitó, y un frustrado "no puedo" se quedó flotando en el aire. No le quedaban más energías que para lanzar con suerte un solo hechizo y estaba demasiado herida. Más que una ayuda iba a ser un estorbo si iba con ellos. Decidió cambiar un poco el tema—. ¿Y los demás?

Algunos de sus compañeros estaban hasta ilesos.

"No podemos ser distintas, somos las dos caras de la misma moneda. Yo soy imbatible con la espada, tú lo eres con la mente" con un escalofrío entre amargo y alentador, aquello que Ionara le había dicho una vez acudió a su mente. Fue extraño. Ni si quiera recordaba exactamente cuál había sido motivo. "¡Si yo soy fuerte, tú eres fuerte!"

«No lo soy... » suspiró para sus adentros. La verdad es que en aquél instante se sentía de todo menos fuerte.

Se secó las mejillas con el dorso de la mano. Tenía ganas de decir tantas cosas... pero allí había demasiada gente. No se sentía capaz de hacerlo en aquel momento.

Cargando editor
01/02/2014, 14:50
Damira

No era la primera vez que recibía un severo castigo durante una pelea. Un sacerdote de Cyric le había partido el cráneo de un mazazo, un troll la había dejado con las tripas colgando, había estado a punto de desangrarse después de que un ghoul le arrancara un pedazo de cuello de un mordisco; ser atravesada varias veces por una hoja de acero parecía limpio en comparación. No será la última vez.

—Para eso llevo el metal —respondió, golpeando con los nudillos en las placas de uno de los hombros.

Tabin y Morgan habían terminado su conversación, al menos por el momento, y habían terminado bien, si la unión de sus manos era evidencia suficiente. De haberse encontrado en la situación del a semielfa, no se hubiera quedado satisfecha sin darle un puñetazo a la otra.

—Guárdala —dijo, esta vez, rechazando la poción—. Es para una emergencia; no para cuando puedo ir al templo o a la sanadora.

Mientras tanto, el pequeño elemental había hecho algo en el vaso; una película de escarcha pintaba de blanco la fina cerámica.

—Eres demasiado amable.

Y bebió un largo trago. Estaba equivocada, los dioses también habían dejado medicamentos para el alma en Faerûn.

6 pg (por la poción de Tabin de una o dos páginas atrás)

- Tiradas (1)
Cargando editor
02/02/2014, 15:36
Jinete de Nesmé

—Señor, ¿debemos confiscar el equipo de los caídos? —preguntó un guardia.

Cargando editor
02/02/2014, 15:37
Sargento Hakkon

Hakkon se separó de Kayle.

—No, pertenecen a estos aventureros. Han pagado el precio en sangre.

No os dejéis el loot. Recuerdo que Valiskan tenía, aparte del librito que ha cogido Tabin:

• Coraza mágica (sin identificar)
• Guanteletes mágicos (sin identificar)
• Espada mágica (sin identificar)
• Fragmento de Amuleto mágico (sin identificar)
• Escudo pesado de acero de gran calidad
• 200 piezas de oro en una bolsita de terciopelo verde

El mago tiene:

• Varita mágica (sin identificar)
• Tres pociones (sin identificar)
• Ocho pergaminos (sin identificar)

Si nadie se va a quedar el anillo de los amantes podéis venderlo en la tienda de Fasber.

Cargando editor
02/02/2014, 15:57
Morgan

—Tenemos que llevar el libro a la Vocal inmediatamente —insistió Morgan—. Jezzen tiene medios mágicos para salir de la ciudad. Si tardamos demasiado, podría escapar.

Cargando editor
02/02/2014, 16:10
Kayle

Kayle se separó de Hakkon no sin cierta reticencia, la genasí se sujetaba los codos con las manos y temblequeaba ligeramente. Aún le dolían demasiadas partes del cuerpo como para sentirse bien aunque al menos había logrado calmarse un poco.

Deberíais hacer lo que Morgan dice. No hay que permitir que quede ni rastro de ésta célula—musitó aún con la voz algo estrangulada aún. Luego se pellizcó el puente de la nariz sin dejar de mirar al suelo—. Si queréis, puedo... puedo identificar todos esos objetos que sean mágicos para que sepáis qué propiedades tienen...

A Valiskan no pensaba tocarlo ni con un palo pero la idea de poder hacer aquello por su pequeño grupo la hacía sentirse un poco más útil. Necesitaba sentirse un poco más útil. Y necesitaría también sobre una hora para cada objeto pero el mantener la cabeza ocupada con algo agradable como lo era la magia le vendría bien.

Cargando editor
02/02/2014, 17:38
Céfiro

Céfiro andaba flotando distraídamente sobre la escena pero pareció fijarse en algo. El pequeño elemental se abalanzó de forma eléctrica sobre Valiskan.

¡Por todas las centellas del plano elemental!—agarró algo que sobresalía de uno de los bolsillos del esclavista y se puso a tirar de él con toda la fuerza de sus pequeños bracitos—. ¡Kayle! ¡KAYLE!

Al tercer tirón, Familiar y lo que parecía un fragmento de amuleto salieron disparados hacia atrás dando volteretas por el aire pero Cefiro rápidamente recuperó la compostura y voló como si fuese un colibrí en pleno frénesi de aleteo junto a la maga.

—¡Kayle, mira!

Cargando editor
02/02/2014, 17:38
Kayle

La interpelada miró lo que su Familiar le mostraba y primero se puso (más) pálida, luego se tapó la boca con una mano en un gesto mezcla de sorpresa y congoja. De hecho tuvo que parpadear porque se le estaban empezando a llenar los ojos de lágrimas otra vez.

Mystra... —gimió—. No puede ser.