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Dragon Age: Las Cenizas de la Ruina

15. La Granja Embrujada

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09/11/2012, 17:11
Gabrielle

Gabby se encogió de hombros.

—No sé si funcionará, pero supongo que por probar no perdemos nada.

La joven maga se quitó la orquídea del pelo y se la tendió a Kando.

—Kando, ¿puedes buscar a mi hermano Derek?

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09/11/2012, 18:43
Astucia

«¿Dreren es siempre así de peculiar?» preguntó Astucia extrañado «Es decir, creo que le ha prestado más atención a Lynn en estos últimos cinco segundos que desde que salimos del Círculo»

Hizo una pausa filosófica.

«De hecho juraría que es la primera vez que lo veo prestarle atención a Lynn desde que salimos del Círculo... »

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09/11/2012, 19:07
Kando

Kando olisqueó la flor pero enseguida estornudó varias veces y abrió la boca sacudiendo la cabeza encorvado como si el olor fuera demasiado intenso para su olfato. Entonces volvió al pasillo por el que un principio había querido ir antes de que Gabrielle y Sion se topasen con Dreren, como si estuviese sugiriéndolo (de hecho, ladró)

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09/11/2012, 19:07
Narrador

Como no teníais más opción que hacer lo que fuera que pretendía hacer, seguísteis al mabari.

Recorrísteis unos cuantos pasillos más, definitivamente el espacio y las distancias estaban hechos un desastre, distorsionados hasta límites absurdos en el interior de aquél lugar con el Velo lleno de desgarrones. Veíais lúcilos de vez en cuando flotar por ahí. Kando trató de comerse uno sin éxito en más de una ocasión pero parecía bastante seguro de estar siguiendo un rastro.

Hubo un momento en que cruzásteis por un corredor en forma de "T". El perro iba a seguir de largo pero se detuvo en el cruce y empezó a gañir, inquieto mientras miraba desconfiadamente el camino perpendicular.

- Tiradas (3)
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09/11/2012, 19:44
Narrador

Te parecía escuchar un leve rechineo por aquel pasillo, como la cadena de un columpio lejano en aquella dirección.

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10/11/2012, 01:50
Sion

La sensación de perdida era desesperante, todo concepto de las distancias estaba retorcido, no importa lo mucho que caminasen ni la celeridad con que lo hicieran, cada metro parecía un kilómetros, los pasillos cortos el camino imperial y cada curva la base de una montaña. Todo ese maldito lugar jugaba a desesperar la mente y lo hacía con fastidiosa efectividad.

De repente el mabari gruñó intranquilo y sus sentidos de soldado se afinaron por si hubiera algún peligro, no podía asegurar nada en un lugar construido con mentiras, pero lo que había oido le parecía claro.

- Escucho... un rechineo lejano por aquel pasillo, como una cadena o algo parecido. No logro identificarlo. -

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11/11/2012, 11:04
Gabrielle

—Yo también lo he oído —asintió Gabby—. Quizá sea uno de los trucos de Schaudaron.

No parecía temerosa o tan siquiera nerviosa, más bien atenta.

—Preparémonos para lo que pueda pasar —le dijo a Dreren— e investiguemos la fuente de ese sonido.

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11/11/2012, 15:19
Sion

Sacó el acero de la vaina y con rápido vistazo comprobó que no había ningún daño en la hoja que pudiera traer complicaciones en una reyerta. Luego comprobó la daga en la otra mano sintiéndose aliviado con los resultados de ambas.

La incertidumbre era lo peor. En aquel lugar ese ruido podía ser cualquier cosa, o simplemente nada, una mera ilusión para ponerlos más nerviosos. Maldijo para sus adentros el estar aun atrapado en aquella trampa.

- ¿Esa cosa puede estar acompañada? -

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11/11/2012, 19:21
Dreren

- Lo dudo.

 Competir por el almuerzo no debe ser plato de buen gusto. - No se lo tomaba a la ligera, pero tal vez prefería hablarlo de una forma más coloquial y laxa para que viesen la situación como algo más alejado del peligro. Era una forma de evitar el miedo, reirse de él...aunque el almuerzo fueran ellos, o Ferin.

 No preguntó lo que le parecía evidente, y anotó minuciosamente cada reacción en su mente, también, el nombre del mabari, nunca se sabe cuando algo así puede ser útil. Aquellos seres eran verdaderamente inteligentes.

 - Vayamos a ver.

 Seguro que Derek está montando un buen jaleo esté donde esté. - aventuró, se podía interpretar como que era un templario valiente que lucharía contra el miedo y cualquier otra tentación, o como que era un descerebrado que sólo sabría golpear lo primero que no comprendiese.

 Con delicado cariño afianzó la posición de Lynn en sus brazos, miraba su barbilla, o su cuello por instantes, su facción relajada, inmovil, casi como una persona extraña que observa algo con cierto placer en una fachada de total seriedad y gravedad.

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12/11/2012, 10:23
Narrador

Kando gañía y ladraba, inquieto y anhelante a la vez, como si no se decidiera por estar contento o estar asustado. Finalmente, marchó a paso ligero por el pasillo del que venía aquel misterioso sonido y vosotros fuísteis detrás solo que más lentos (no es que Dreren tuviera opción de correr)

No obstante, aunque por un momento lo perdísteis de vista en la oscuridad de aquella infinita linea recta, continuábais oyéndolo. El sonido se iba haciendo más audible conforme os acercábais a la fuente y finalmente salísteis a una habitación cuadrada, no muy grande. En una de las paredes había una pila de leños que, aunque más o menos seguían ordenados, habían sido total y absoluto pasto de las llamas que ahora eran prácticamente carbón. También visteis un hacha de leña igualmente calcinada y abandonada en una esquina y una serie de jirones acartonados de tela que a saber el Hacedor qué habían sido en su día. Sacos probablemente.

Aunque la parte interesante era la única puerta de salida. Tenía un cristal (bueno, tenía un hueco donde alguna vez había habido un cristal) y por él podíais ver... ¡el exterior!

El mabari ladró y el sonido rítmico se interrumpió por uno repentino y disacorde.

Sin embargo, si os asomábais encontraríais el ambiente enrarecido.  Pues aunque era evidente que continuaba siendo de día, una espesísima bruma lo cubría todo como una mortaja blanca y amortiguaba enormemente la luz del sol. De hecho no se veía el sol. Aquello debía ser la parte trasera de la granja y lo único visible que no obligaba a acercarse para descubrir de qué se trataba eran un tajo para la leña y un árbol... que curiosamente no se había llegado a quemar. Entre las ramas alguien había construido una estructura de madera de lo más sencilla: la típica casa del árbol de un niño, y de una de las gruesas ramas colgaban dos cadenas que, incrustadas en una gruesa tabla, formaban un columpio.

Era el columpio lo que emitía aquél tétrico chirrido y se balanceaba solitario ahora con el descontrolado bamboleo que se produce cuando alguien acaba de bajarse de él.

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12/11/2012, 10:37
Kando

Kando se puso a arañar la puerta con las patas, gañendo impaciente. Como obviamente no podía abrirla así, mordió el pomo y gruñó tirando hacia arriba, como no funcionó, tiró hacia abajo... y cuando se dio cuenta que el pomo era redondo y para abrirlo necesitaba girarlo, lo soltó y se fue detrás de Sion a empujarlo suavemente con la cabeza hacia la puerta.

También debió darse cuenta de que Sion pesaba mucho como para moverlo así porque al tercer intento se fue detrás de Gabrielle y empezó a empujarla a ella.

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14/11/2012, 18:48
Gabrielle

—Es la casa del árbol de Ferin —explicó Gabby—. Joanna me dijo que era el refugio de su hijo cuando estaba asustado. Si Ferin está aquí...

Hizo un gesto elocuente al columpio.

—Schaudaron no andará muy lejos. Su miedo le da bríos.

Colocó ambas manos a modo de bocina.

—¿Ferin? ¡Ferin, cariño! ¿Estás ahí?

Achievement Unlocked: saco de px
 

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15/11/2012, 18:58
Sion

Por todos los diablos, si esa cosa andaba a cerca llamar a Ferin a plena voz era de todo menos prudente. No sabía hasta que punto el demonio tenía control sobre todo aquel lugar, pero una mínima ventaja táctica habría sido agradable.

Tampoco podía darle tanta relevancia. No estaba en un sitio normal ni tampoco podía usar ni pensar con las tácticas que había aprendido. Era la dependencia cada vez mayor en los magos lo que mermaba su confianza. Solo se conocía a si mismo y sabía que esperar.

- Hoy un niño va dejar de temer. -

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15/11/2012, 23:12
Gabrielle

Gabby abrió la puerta.

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19/11/2012, 20:18
Dreren

 Dreren permanecía tan serio como podía estarlo en cualquier otra situación, era un muchacho con una personalidad dificil de alterar, aunque la capucha no hacía milagros y era evidente que aquel lugar le había causado alguna clase de afección, estaba pálido, más que de costumbre y su ceño mostraba una muestra clara de desaprovación, tal vez inspirada por el estado de Lynn, no así tanto de preocupación, aunque sería evidente que su amiga era uno de los cimientos en aquella situación, uno quebrado que hacía emerger la desesperanza.

 Se aclaró la voz.

 - ¿Y a qué teme Ferin exactamente? - susurró con ronquedad, como si hubiese sido privado de empatía por el hacedor y no pudiese imaginarse que era lo que alimentaba al demonio.

 Aquella era una muestra clara de frialdad y lógica por encima del reconocimiento de los sentimientos, que parecía ignorar por completo. Pero su tono no era ingenuo, no desconocía las atrocidades de la ruina.

 Observó el umbral con disposición a atravesarlo en cuanto ellos lo hicieran.

 ¿Cómo no tener miedo?

 ¿Cómo si alguien depende completamente de lo que hagas?

 Miré de soslayo los labios de Lynn, su rostro, sus ojos cerrados. Aquella mirada podía ser la acusación directa de porqué no podía dejar de temer. No estaba liberado mientras acompañase a alguien. Esa batalla estaba perdida.

 Alcé el mentón buscando el rostro de Gabrielle, guiandome por su respiración, esperando más palabras de ánimo o de análisis vacuo.

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19/11/2012, 21:34
Ferin Grawpe

Entrásteis cuidadosamente apenas unos pasos en el patio trasero. El ambiente era frío, propio de un día de tormenta pese a que realmente no había tormenta por ninguna parte. Antes de que Sion o Gabrielle pudieran contestarle a Dreren, escuchasteis el sonido de un pequeño pie pisar la gravilla suelta del suelo.

¿Q... Quién eres?—contestó una vocecita quejumbrosa y lastimera—. ¿Cómo sabes mi nombre?

De detrás del árbol de cuya rama aún se mecía el columpio, asomó una pequeña cabeza poblada por un pelo rubio, algo sucio y enredado. Era la cabeza de un niño que al ver que no era un "quien" si no un "quienes", se volvió casi a esconder por completo. Sólo asomaban dos ojos, grandes y castaños, aguanosos y llenos de miedo.

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19/11/2012, 22:07
Kando

Kando lanzó algo a medio camino entre un ladrido y un quejido y empezó a agazaparse en el suelo como si quisiera echar a correr pero en el ultimo segundo renunciara. Movía la corta cola pero a la vez cambiaba una y otra vez de sitio como si de nuevo no supiera ni él si estaba contento o nervioso y por tanto, siguiendo alguna incomprensible lógica perruna, decidiera sentirse de las dos formas a la vez.

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19/11/2012, 22:25
Gabrielle

Gabby se adelantó unos pasos a sus compañeros. Los niños siempre se sentían más cómodos hablando con las mujeres que con los hombres.

—Hola cariño, me llamo Gabby. Vimos tu cartel en el Tablón del Cantor y la Hermana Clarice me dijo tu nombre —dijo con voz melosa—. Somos amigos y hemos venido a ayudarte. Ya no tienes que tener miedo. 

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19/11/2012, 23:34
Sion

No le extrañaba en absoluto que el niño estuviera asustado, ese lugar ponía a prueba incluso al corazón más valiente. Todo parecía tan real y a su vez innatural, burlesco, era una cruel parodia de la realidad, un mero juego para ese demonio bufón que se entretenía con ellos como niño cruel al martirizar insectos.

Que Gabrielle consolase a esa criatura desvalida, a él le bastaba con Schaudanoseque, tenía un asunto pendiente con esa sombra y su sentido del humor retorcido. Una deuda que deseaba cobrarse en sangre si es que esa cosa podía sangrar.

Pero por más que miraba a su alrededor no había ni rastro de ese demonio profanador. Sabía que podía engañar perfectamente a sus ojos, pero tenía que fiarse de ellos para evitar emboscadas.

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20/11/2012, 16:53
Ferin Grawpe

Mi cartel—la vocecita del niño sonó un poco quebrada, ligeramente esperanzada—. Lo...

De pronto negó muy fuerte con la cabeza como si acabase de recordar un mal trago.

¡Lo puse hace mucho tiempo y nadie me hizo caso!—protestó con frustración—. Ni las Hermanas de la Capilla, ni... ni la gente del pueblo, ni los viajeros. Hasta... hasta mamá se olvidó de mí.

Sorbió por la nariz como si de un momento a otro se fuera a echar a llorar pero de momento parecía bastante cabezón a la hora de no hacerlo.

Dijo que me vendría a buscar a Lothering pero era mentira—gimoteó—. Y seguro que tú también estás mintiendo.