Partida Rol por web

—¡GABBY!—chilló Lynn con espanto al ver lo que le pasaba a la maga.

Cuando el esqueleto ensartó a Dreren delante de sus narices, se le cortó la voz. Demasiada sangre, demasiado cerca. La clériga en un princpio sólo parpadeó. Pero cuando escuchó reírse a Schaudaron soltó un repentino bufido exasperado y dio dos zancadas para tener linea de visión. Tensó el arco y apuntó al demonio que la miró con desdén, como si pensara que estaba haciendo la madre de todas las estupideces. Acabó por ignorarla.

Ella igualmente disparó y la flecha se perdió en la bruma tras atravesar silenciosamente uno de los "hombros" del brumoso contorno del demonio... Aunque soltó un chispazo azulado al hacerlo. De hecho, quedó una pequeña marca luminiscente allá donde el proyectil había atravesado la oscuridad.

Lynn se mueve a l10, dispara a Schaudaron y le hace 5 puntos de daño.

Schaudaron soltó un rugido más de sorpresa que de dolor y cambió de ignorar flagrantemente a la muchacha a centrar toda su atención en ella. Aquello le volatilizó el enfado y la hizo palidecer un poco.

—¡Las armas físicas no pueden hacerme daño!—bramó—. ¡¡¿QUÉ HAS HECHO, PEQUEÑA BRUJA?!!

En la cara de Lynn pugnaban el esfuerzo por mantener la resolución y el pavor de que aquella monstruosidad terrorífica de casi tres metros hubiera montado en cólera con ella.

—E... eso...

Tragó saliva y levantó la mano que no sostenía el arco con todo el puño cerrado menos el índice. Como si fuese a señalarle al demonio lo que le pedía. Sin embargo, en lugar de señalar nada, en el último momento se llevó el dedo a los labios como si guardase silencio y consiguió esbozar una tenue sonrisilla nerviosa.

— ...eso es un secreto.

El bramido que soltó el demonio como respuesta y el hecho de que se pusiera a conjurar algo provocó dos cosas: La primera que Lynn bajara rápidamente la mano y la segunda que se encogiera.

Aunque la visión de ver el conjuro de Dreren desaparecer... tampoco resultó nada alentadora. El Campo de Fuerza expiró. Schaudaron volvía a tener libertad de movimiento.

Iniciativas

Lynn
Gabrielle [Prisión aplastante]
Esqueleto C
Schaudaron
Dreren
Kando
Esqueleto F
Sion [Estremecido 3/3 turnos]
Esqueleto B
Derek [Estremecido]
Esqueleto E

¡Turno de Gabrielle!

Entre las sacudidas de dolor, percibiste la vaga sensación de que, si Astucia no estuviese igual que tú, se habría reído a carcajada limpia. Aunque no sabías si por el desconcierto de Schaudaron o porque le había encantado lo astuto de la idea de Lynn.

Es decir, fuera lo que fuera que hubiese hecho Lynn... Pero apostabas a que seguramente tuviera que ver con lo que le habías dicho antes. Tu amiga siempre tenía oídos para ti, siempre recordaba todo lo que le decías.

El mundo de Gabby explotó en una vorágine de dolor demecial, eléctrico, que agarrotaba sus músculos de una manera que no podía moverse. Se retorció en una parodia grotesca de si misma, retorcida como un anciano presa de la artrosis.

Así que aquello era lo que se sentía: indefensión y rigidez, sí, pero sobre todo un dolor tan brutal que su cerebro amenazaba con dejarla inconsciente para salvaguardar su cordura. Era un conjuro horrible, y nadie debería utilizarlo. Una pequeña parte de si misma pensaba que la magia no debería ser utilizada de aquella manera tan vil. No era lo que el Hacedor quería que los hombres hicieran con los dones que le otorgaban, eso estaba segura.

Se reveló ante aquella magia, y pasó algo increíble. Gabby, la pequeña y enclenque Gabby, sacó fuerzas de la flaqueza y se sobrepuso al terrible hechizo de Schaudaron.

—¡Tu magia oscura es en vano, Schaudaron! —declaró, envalentonada al haber logrado sobreponerse al hechizo.

Entonces echó un vistazo en derredor y evaluó la situación con rapidez. Le bastó una fracción de segundo para comprender que Lynn había embadurnado sus armas en lirio. Si salían de esta... CUANDO salieran de esta, recomendaría a los guerreros del grupo que compraran bolsitas de lirio en polvo para tenerlas siempre a mano.

Blandió el bastón por encima de su cabeza, en círculo, y golpeó el suelo con él. Un nuevo glifo de parálisis se dibujó bajo Schaudaron, estallando inmediatamente en una radiación dorada.

Gabby estaba en p11 x cierto.

«¡Astucia, no!»

A ella le dolía muchísimo, pero sentía que a Astucia le dolía todavía más. ¡Aquel hechizo horroroso la había afectado a él también!

Ver sufrir a su espíritu era la gota que colmaba el vaso. Gabrielle no soportaba ver sufrir a los demás, y menos aún a sus amigos.

Gabby apretó los dientes y sacó fuerzas de donde ni siquiera sospechaba que tenía.

«¡Te protegeré!»

Los aros etéreos que aprisionaban a Gabrielle habían estallado sin hacer ruido. Estaba libre de nuevo y lista para contraatacar.

Schaudaron volvió a gruñir, realmente molesto por la luminosidad de la runa. De nuevo trató de revelarse contra el hechizo y esta vez pareció costarle más pero se produjo otra explosión de chispas de luz y volutas de humo negro. Aunque aquello desvió su atención de Lynn y la centró en Gabrielle.

—Esa estúpida fe tuya empieza a resultar especialmente irritante... —siseó con la voz convertida en un cavernoso y oscuro gruñido que destilaba veneno—. ¡Estás acabando con mi paciencia, mocosa!

El esqueleto que Dreren había dejado aturdido en el sitio pareció recuperarse y no tardó en reaccionar. Tenía al mago tan cerca que sus ojos se encendieron con un brillo malicioso y le sacudió una estocada en el mismo brazo que ya le habían herido en el hombro, haciéndole un tajo considerable.

Esqueleto C ataca a Dreren y le hace 5 puntos de daño.

Schaudaron trazó dos pases rápidos en el aire dejando una estela de bruma negra con cada brazo y pasó algo muy parecido a lo que había hecho Gabrielle: Una runa, esta de una tenebrosa luz violácea, se dibujó en el suelo. Era más grande que la que ella había hecho, lo suficiente como para cubrir el terreno bajo los pies de los dos magos y el aprendiz de templario.

El resultado no se hizo esperar... aunque quizá no todo lo bien que tal vez al demonio le habría gustado.

La runa estalló con un ruido sordo y Derek salió despedido por los aires como si una entidad invisible le hubiera dado un bofetón. El templario cayó despatarrado de espaldas en el suelo con un sonido metálico. Tanto Gabrielle como Dreren se tambalearon en el sitio presas del conjuro pero lograron mantener la vertical.

Gracias, ¡no me había fijado que en el mapa anterior se me descolocó Gabrielle! Ya la puse en su sitio (por cierto, soy vil, ignoro a mis pobres esqueletos: Tiré antes con Schaudaron que con el esqueleto C así que no os extrañe que las tiradas de dados estén intercambiadas de post, ¿ok? Es por eso xD)

Schaudaron resiste el Glifo de Paralisis. (Joder... ha sacado exactamente lo MISMO que en la anterior tirada)

Schaudaron lanza Glifo de Repulsión.

Gabrielle y Dreren lo resisten. Derek no y sale volando a dos casillas hasta r10, queda derribado en el suelo.

Iniciativas

Lynn
Gabrielle
Esqueleto C
Schaudaron
Dreren
Kando
Esqueleto F
Sion [Estremecido 3/3 turnos]
Esqueleto B
Derek [Estremecido]
Esqueleto E

¡Turno de Dreren!

A Astucia una sensación tan desacostumbrada y desagradable como el dolor casi lo volvía loco. Notaste que su aura vacilaba debatiéndose entre el instinto esquivo que lo espoleaba a largarse de allí y el no querer abandonarte pero tras unos instantes pareció conseguir que ganase la segunda.

«Tranquila, le... va a hacer falta algo más que eso para librarse de mí» masculló «Además, se supone que soy yo el que tiene que protegerte a ti, damisela»

Soltó algo mezcla de un suspiro y un jadeo y dejaste de sentir aquella intermitencia. No sabrías explicarlo pero era como si estuviese "dolorido".

«Mi presencia daña a los demonios y a los no-muertos» dijo «Creo que podríamos crear ese escudo otra vez. Si te acercas lo suficiente a esos esqueletos se harán polvo en cuestión de segundos. Pero... tendrías que elegir a cuales»

La boca le supo pronto a hierro. Se encontró sin fuerzas por un instante a pesar de no tambalearse. El fallo fue súbito como lo habían sido las estocadas aunque todo apntase a que elgolpe físico era sólo un fragmento del verdadero impacto. Aquella criatura tenía poder, mucho poder. Tanto como para destruirles. Gobernaba através del miedo, lo utilizabaen parte para derrotarlos...lo usaba porque no era el coraje o la valentía lo que podía hacerle frente, por más que derrochasen de ambos, todos ellos. Hinqué la rodilla derecha en el suelo, oí connitidez el choque sordo de la rótula contra aquel suelo, incliné el mentón, como sime rindiera mientras el flequillo saltaba empapado en un sudor propio de la derrota. Mis manos convirtieron mi arma en un simple apoyo para un necio, en un báculo para un imbecil.

- Ugh... - brotó de mis labios pálidos anteel aguijoneo de las espadas en mi cuerpo, punzadas que me recordaban la mortalidad. - Tengo miedo Ferin. - Escupí con rostro claro de dolor.Pero no derrotado. - Si tu no sales de ahí,si no te libras de él. Voy a tener que ir a por ti...Ferin. - No era una amenaza, era uno de sus últimos alientos, una promesa.

Ignoraba aldemonio. No le iba a escuchar, por fuerte o profundo que gritase.

- ¿Y tu? ¿A qué le temes?

Con la rodilla hincada aún en la tierra, gemí de dolor. Con la boca seca, pastosa. Con laspalabras pesadas, encarceladas.
Un haz recorrió el bastón, ya no por más tiempo un apoyo, el hielo recorrió reptando la distancia hasta el esqueleto que estaba frente a mí.

- Lucha!

Dreren recordó las enseñanzas del círculo, sus lecturas más sosegadas. Sentía el dolor de las heridas, pero también algo que lo transcendía.
Era poderoso porque tenía la espada, y la blandía como unniño. Pero el poder de aquel demonio, aquella espada, estaba contenida en Ferin. Ferin era el verdadero poder del demonio, sus recuerdos, su dolor, su miedo. Sólo tenían que arrebatarle a Ferin.

Ataco al C (3)

El torso y media cabeza del esqueleto se recubrieron de escarcha velozmente en medio de sonoros crujidos, víctimas del ataque del bastón de Dreren. Una o dos costillas carbonizadas de las que colgaban jirones de carne acartonada y negra cayeron al suelo y la criatura se tambaleó... pero todavía no parecía dispuesta a dejar el combate.

Kando pareció enfadarse de verdad, bien porque aquellas cosas le habían hecho daño, o bien porque también se lo habían hecho al humano que se había portado bien con él.

Fuera lo que fuese, el caso es que el animal saltó ladrando ferozmente sobre uno de los engendros y le propinó una tremenda dentellada que trituró con un sonoro crujido las vértebras del cuello. El cráneo se cayó como una fruta madura hacia atrás y rodó un poco sobre la hierba. Acto seguido, el cuerpo del esqueleto se desmoronó sobre si mismo como un castillo de naipes aún con el mabari encima.

Joder con el chucho.

Kando muerde al Esqueleto E, le hace 6 de daño y lo mata.

El otro esqueleto trató de aprovechar para atacar al animal de nuevo pero éste se escabulló del peligroso filo de la espada en el último segundo. Se dió la vuelta para encararlo mientras gruñía con las orejas pegadas a la cabeza en un gesto amenazador.

Había estado cerca.

Esqueleto F ataca a Kando pero falla.

Iniciativas

Lynn
Gabrielle
Esqueleto C
Schaudaron
Dreren
Kando
Esqueleto F
Sion [Estremecido 3/3 turnos]
Esqueleto B
Derek [Estremecido]

¡Turno de Sion!

La sensación de lucha era irreal. Esas marionetas sin alma no reaccionaban ante ningún amago de ataque, no mostraban cambio ninguno si intentabas una finta traicionera. Se limitaban a quedarse en su sitio esperando el momento para despedazar a sus víctimas.

- Esa flecha te ha mejorado la voz, Schaudi -

El esqueleto no hizo gesto alguno cuando la espada le reventó un par de costillas del pecho. Ni siquiera parecía tener sensación de dolor, lucharía con Sion hasta que uno de los dos muriera, daba igual que el combate se prolongase hasta la eternidad.

--> T7

Herido, enemigo, y justo al lado. Aquellas cosas descerebradas no necesitaban más razones que esas para atacar a Dreren. Por suerte, tampoco eran unos ases de la precisión y el mago pudo evitar otro de los malintencionados espadazos con los que le acosaban.

¡Turno de Derek!

Derek se sintió volando por los aires antes de que supiera lo que había ocurrido. Al caer de espaldas con un estruendo metálico se mordió la lengua y golpeó la cabeza. Lo primero que hizo fue buscar con la mirada a Gabby. Parecía mentira que su hermanita pequeña estuviese dándole tanta guerra al demonio y que él no fuese capaz de hacer otra cosa que fallar estocadas y caer al suelo.

Rabioso, el aprendiz de templario se levantó con ayuda de su espada. Si esto iba a acabar, que acabase. Estaban dañándolo con armas, ¿por qué no iba a poder hacer lo mismo? Derek no estaba de humor para pensarlo fríamente. Cogiendo impulso se lanzó contra Schaudaron mientras vociferaba.

Avanzo todo lo posible hacia el boss.

—¡Dreren!

Lynn se olvidó por completo de Schaudaron y del hecho de que hubiese logrado hacerle daño. Que filetearan al mago a dos pasos de ella era algo que no estaba dispuesta a ignorar. Dreren se defendía perfectamente con el bastón pero siempre es menos estresante defenderse cuando no están tratando de hacerte picadillo.

Cogió el arco con una mano y de una zancada lo agarró por una manga con la otra. Con un gruñido tiró hacia ella para sacarlo de semejante acoso. No es que tuviese mucha fuerza pero la desesperación hace milagros y por suerte Dreren tampoco es que fuera muy pesado, con lo que ambos salieron trastabillando (él hacia adelante y ella hacia atrás) lejos del alcance de las dos herrumbrosas hojas que segaron el aire con sendos siniestros silbidos.

No llegaron a irse de bruces al suelo, pero casi.

Schaudaron soltó una carcajada burlona.

—¿"Venir"? ¡Si estás medio muerto, mago!—exclamó—. ¡Ferin ya no existe! ¡Su alma es mía!

Derek se mueve a q6

Lynn le hace un agarrón a Dreren y lo desplaza a l11 (2 casillas)

Iniciativas

Lynn
Gabrielle
Esqueleto C
Schaudaron
Dreren
Kando
Esqueleto F
Sion
Esqueleto B
Derek [Estremecido]

¡Turno de Gabrielle!