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Dragon Age: Las Cenizas de la Ruina

30. En tu Corazón Arderán

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25/02/2018, 21:42
Narrador

Todo había desaparecido.

O esa fué la descripción más remotamente parecida que se te ocurrió a la sensación que te embargó; justo cuando creías que la cabeza se te iba a partir en dos, el chirrido sensorial cesó. Te sentiste ingrávida, te sentiste caer, sentiste como si algo con una fuerza tremenda te aspirase y sentiste que de pronto no te movias del sitio... todo a la vez.

Te entraron nauseas y tuviste que abrir los ojos al notar que te flojeaban las rodillas. Caiste sobre ellas en suelo. Aún existía algo a tu alrededor.

¿O quizá habías hablado demasiado pronto?

Temblabas involuntariamente por la adrenalina, la inmensidad había ocurrido en tan solo un segundo y tus pensamientos aún no se decidían en qué dirección tirar. Aquella parecía la misma sala en la que habías estado... o un trozo de ella, al menos el suelo. Porque el techo había desaparecido dando lugar a un cielo sepia y las paredes algunas estaban en su sitio y otras flotando a la deriva como si un espejo se hubiese roto.

Estabas en la versión del Velo de aquel lugar. Sola.

—¡Vaya!, hola, Gabrielle.

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25/02/2018, 21:43
Entidad Misteriosa

La conmoción era demasiado grande como para atinar a computarlo todo apropiadamente pero tu cerebro logró enviarte la información. Aquella voz de mujer en principio se parecía a la de Allure pero cuando te diste la vuelta para mirar... lo que viste no era ella.

Había una figura femenina tumbada boca abajo sobre uno de los trozos de la habitación que había quedado flotando en horizontal. Tenía la barbilla apoyada entre las manos ociosamente y balanceaba los pies en el aire como lo haría un niño observando entretenido una mariposa.

Y "figura femenina" era el término más correcto porque técnicamente era una mujer, solo que no humana.

Tenía la piel violácea y tersa, los dedos de sus manos y sus pies terminaban en finas uñas puntiagudas y podías ver una sinuosa cola balanceándose lentamente a un lado. Iba medio desnuda por así decirlo puesto que cubría las exuberantes curvas de su cuerpo con escasas piezas de seda semitransparente que tapaban sólo lo justo. Te observaba con una media sonrisa en los labios, carnosos y sugerentes como un fruto prohibido, y una picardía juguetona en sus ojos dorados que si te descuidabas pasaba de lo dulce a lo intrusivo.

Aunque tal vez la parte más llamativa eran los largos cuernos que le brotaban de la frente y se retorcían hacia atrás sobre una cabeza que en vez de melena tenía... ¡fuego! Ondulantes llamas violáceas flameaban como una hoguera enmarcando el rostro de aquella entidad del Velo.

Resultaba aterradora como hermosa. Si es que aquello tenía sentido.

—Cuanto tiempo—sonrió con una voz suave como el terciopelo.

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25/02/2018, 21:44
Narrador

Todo había desaparecido.

O esa fué la descripción más remotamente apropiada que se te ocurrió. Justo cuando creías que la cabeza se te iba a partir en dos, el chirrido sensorial cesó. Te sentiste ingrávido, te sentiste caer, sentiste como si algo con una fuerza tremenda te aspirase y sentiste que de pronto no te movias del sitio... todo a la vez.

Y la negrura te invadió.

Te entraron nauseas y tuviste que abrir los ojos un segundo, un minuto, una hora, o una eternidad después. No lo sabías. Sentiste a tu espalda el suelo. Aún existía algo a tu alrededor.

¿O quizá habías hablado demasiado pronto?

Temblabas involuntariamente por la adrenalina, la inmensidad había ocurrido en tan solo un segundo y tus pensamientos aún no se decidían en qué dirección tirar. Aquella parecía la misma sala en la que habías estado... o un trozo de ella, al menos el suelo. Porque el techo había desaparecido dando lugar a un cielo sepia y las paredes algunas estaban en su sitio y otras flotando a la deriva como si un espejo se hubiese roto.

No tenías ni idea de lo que acababa de pasar y estabas solo... o no.

Viste a Ayla sentada a unos metros, cerca de un trozo de roca. Tenía la ropa recubierta de hollín pero no parecía precisamente moribunda para lo espectacular que había resultado la deflagración. Simplemente estaba allí sentada con los codos apoyados en las rodillas y en aquel momento miraba distraidamente las punteras de sus botas así que no se había percatado de que estabas "de vuelta".

De los demás, de Adrath, y del bastón no había ni rastro.

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25/02/2018, 21:57
Gabrielle

Gabrielle no se movió del sitio. Bien entrenada, comenzó a mirar en derredor, en todas direcciones excepto hacia el demonio del deseo, para hacerse una idea de lo que estaba sucediendo. La adrenalina aún le corría en trombas por las venas. Adrath les había enviado a aquel sitio y debía encontrarlo rápidamente. Por fortuna, el tiempo no existía en el Velo, sólo la emoción. No podía permitirse dejar que la emoción la dominara. Debía tomárselo con calma y hacer acopio de voluntad. Su voluntad era fuerte, y el Velo obedecería a ella si estaba centrada. 

—Así que dices que me conoces —dijo Gabrielle con voz aburrida mientras seguía mirando en derredor en busca de una salida—. Pero yo no te conozco a ti, o al menos no te reconozco. ¿Quién eres?

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25/02/2018, 22:40
Deseo

Parecías estar en una especie de enorme islote flotante, había varios más por las cercanias pero a distintos niveles lejos del alcance. Cosa que no parecía muy halagüeña.

—Hmm... claro, supongo que Derek no te habló de mí—el demonio proyectó el labio inferio rhacia adelante haciendo un puchero, mirando en derredor también. No sabías si te estaba imitando o si estaba buscando qué era lo que buscabas tú—. Puedes llamarme Deseo, querida. Es un placer.

Suspiró y dejó de mirar los alrededores.

—Te ofrecería un sitio para sentarte, pero parece que nos han puesto la casa patas arriba...

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25/02/2018, 23:02
Gabrielle

Astucia le había avisado en su día que cuanto más poderoso era un demonio, más se aproximaba su nombre a la emoción que encarnaba. De modo que Deseo debía ser bastante poderosa.

—No, no lo hizo —respondió Gabrielle, tratando de menoscabar la importancia que Deseo pudiera tener de si misma. 

Dejó que el silencio se extendiera unos instantes entre ellas. El hecho de que su hermano, un templario, estuviera relacionado de alguna manera con un demonio del deseo era preocupante, pero no dejó que el pensamiento torciera su voluntad. Deseo estaba jugando con ella como un gato con un ratón como correspondía a un demonio poderoso tratando con un mortal, y la mención de su hermano era parte de ese juego. Pero se dijo a si misma que era un ratón que podía enfrentarse a leones y sobrevivir, si se lo proponía. Tenía la astucia de su parte.

—No te preocupes por lo del asiento. No tengo intención de quedarme aquí mucho tiempo.

Un tirón más en el tira y afloja que era toda relación entre un mago un demonio. Que Deseo ofreciera lo que pensaba que podía ofrecer. Lo rechazaría y entonces empezaría el baile de verdad.

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27/02/2018, 10:56
Alexei

Alexei se levantó, ¿dolorido? No lo sabía bien. Su cuerpo temblaba por la cantidad de adrenalina que pasaba a través de sus venas. Seguramente por eso no sentía un fuerte dolor físico. Aunque la cabeza aún le dolía. Miró a su alrededor y vio trozos de la habitación flotando en... la nada.

¿Estoy muerto?

Si eso era la muerte, no se parecía en nada a lo que le habían contado. Entonces reparó en Ayla. Parecía bastante entera para la deflagración que había recibido. ¿Sería verdad que había muerto y por eso estaba bien? El joven guerrero se rascó el mentón pensando.

Nada de esto tiene sentido, pero me siento demasiado vivo como para estar muerto. Mi cuerpo sigue siendo real. O eso parece.

Alexei dio entonces unos pasos hacia la apóstata.

¿Ayla? ¿Estás bien? ¿Dónde estamos?— entonces una luz se encendió en su cabeza—¿Esto es... el velo?

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01/03/2018, 15:40
Ayla

Ayla levantó la cabeza al oirte.

—Oh, ya estás aquí—dijo. Luego se puso de pie sacudiéndose las rodillas—. Sí, suelo llevar lanzado siempre un conjuro de absorción de energía para no quemarme con mis propias llamas. Supongo que eso me ha salvado.

Miró en derredor unos instantes sólo para alzar los hombros y dejarlos caer.

A cambio, creo que acabo de condenar a todo Thedas—resopló—. Tanto trabajo para nada... ¡Joder!

Le dió una rabiosa patada a un pedrusco cercano, el cual salió rebotando sin control y se perdió por ahí.

—Y sí, estamos en el Velo—gruñó cruzándose de brazos una vez hubo descargado el mal humor—. Ese cerdo hizo un agujero en el manto, ahora tiene el bastón entero. Deberíamos estar en la "versión del Velo" de la sala en la que nos encontrábamos... pero parece como si hubiese roto hasta el propio lugar. Está todo a pedazos y no sé dónde han ido a parar el resto, sólo te encontré a ti.

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02/03/2018, 01:33
Deseo

Deseo miró de soslayo hacia arriba.

—¿No? Pues como esto siga así no tengo muy claro dónde va a terminar el Velo y dónde va a empezar tu mundo—dijo con algo que sonaba a fastidio bastante auténtico—. Algunos humanos no aprenden nunca.

Cuando te fijaste en lo que miraba descubriste en el cielo una serie de... ¿trazos luminosos? Como jirones de niebla luminiscente procedentes de todas direcciones que lo surcaban todos en una misma dirección, como si acudiesen a concentrarse en ella, en un pequeño fulgor lejano. No habías visto tal fenómeno en tu vida. ¿Tenía algo que ver con lo que fuera que había sucedido?

La escuchaste entonces soltar una risita melosa, pero viniendo de quien venía, tampoco es que fuese un adjetivo raro.

—¿Por qué estás tan tensa, cielo? Ni que tuvieses algo que temer de mí—dijo abandonando la postura panza abajo, sentándose con una pierna cruzada sobre la otra y la barbilla entre las manos en ademán curioso—. ¡Si eres lo más antitético que puede existir al deseo! No hay en ti nada que me interese, puedes estar tranquila con eso.

Se golpeó la barbilla con una uña puntiaguda como si estuviese recordando algo.

—Lo que quería ya lo tengo—añadió—. De hecho iba a hacerle algo parecido a un favor a tu hermano pero no esperaba que fuérais a cargaros el manto y a aparecer aquí.

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02/03/2018, 22:24
Gabrielle

Algo dentro de Gabrielle se sintió ligeramente fastidiada cuando el demonio le dijo que era lo más antitético que podía existir al Deseo. No sabía en qué posición le situaba frente al hombre que deseaba. Pero la parte racional, que gobernaba la vida de Gabrielle de todas formas, le chistó mentalmente a la otra mitad. Un demonio poderoso apelaría a cualquier cosa para ganarse a un mago. Se veían atraídos por el talento mágico como las polillas a la luz.

Pero la segunda mención a su hermano hizo que el gesto de fastidio se materializara en su rostro en forma de un ceño fruncido. Aquel no era el gesto de magdalena mojada en leche de la Gabby que había salido del Círculo. La Gabrielle que estaba ahora frente a Deseo había visto muchas cosas que hubiera deseado no ver. Sea como fuere, había conseguido que Deseo aclarara el asunto por el cual estaban hablando. Mejor que mejor.

—Es la segunda vez que mencionas mi hermano —señaló con desinterés—. Es obvio que tienes algo que decir al respecto, de modo que ¿por qué no lo sueltas ya y dejas de dar vueltas como un trompo?

Se limpió los dientes con la punta de la lengua tras decir eso. Quién la había visto y quién la veía ahora. La aprendiza que pensaba que podía combatir demonios parapetándose detrás de una montaña de libros teóricos instaba a un poderoso demonio a darse prisa en llegar al quid del asunto. Si se lo hubieran dicho hacía unos meses, no lo hubiera creído.

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07/03/2018, 10:34
Alexei

Alexei empezó a sentirse abatido. ¿Esta éste el final de todo? ¿Después de todo el camino recorrido? ¿Tan fácil había sido para Adrath? El joven guerrero consternado se pasó la mano por la cara y entonces, renunció a rendirse.

No creo que Thedas esté condenada. Todavía. Con todo lo que ese payaso nos ha tirado encima, incluso con todo el bastón en su poder, y aquí estamos. Vivos—la voz del rubio comenzó a ganar fuerza—Yo no voy a quedarme aquí languideciendo. Todavía estamos a tiempo de detenerle. Podemos frustrar sus planes. Tenemos al menos que intentarlo.

Alexei le tendió la mano a la apóstata y sonrió.

Vamos Ayla. Busquemos a los demás. No te rindas.

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07/03/2018, 20:57
Deseo

—Porque es adorable ver cómo te esfuerzas... —respondió Deseo entornando los ojos con un perturbador gesto de deleite—. ¡Ah! Pero es verdad, tu no conoces el oscuro secretito de Derek.

Apoyó la barbilla entre las manos ociosamente, como una niña entretenida observando una mariposa sobre una flor.

—Tu hermano te quiere mucho, ¿verdad?—preguntó—. ¿Mucho, mucho, mucho? ¿Quizá demasiado para considerarse sano? ¡No me puedo creer que nunca te hayas dado cuenta!

Sonrió con gesto travieso. Tenía una sonrisa condenadamente perfecta, de esas seductoras que encandilarían a cualquier hombre. Aunque a ti te resultaba tan perfecta... que inquietaba.

—¿De dónde crees que he salido, cielo? Hay un motivo muy claro por el que Derek se pasó la vida espantando a Medwin y desinflando tus aspiraciones con él. Gracias a eso me temo que has perdido el carruaje con cualquier otro también. Cada vez que te abrazaba, cada vez que pensaba en ti, cada vez que te decía algo bonito, cada vez que te miraba, que se quedaba a solas contigo... No era inocente cariño de hermano, era delicioso, pecaminoso y recalcitrante deseo lo que sentía por ti.

Se abrazó a si misma con una risita, como si evocar todo aquello le provocara escalofríos de excitación.

—Y me temo que fué un poco lejos. Ahora yo estoy aquí y él no. O sí... en cierto modo.

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07/03/2018, 21:51
Ayla

—No me rindo; ¡estoy cabreada!—Ayla sacudió los brazos con exasperación. Aunque por el modo en que lo hizo supiste que era una exasperación dirigida a la situación, no a ti—. Me he partido la crisma por medio Ferelden para que ese cretino ahora tenga el bastón... ¡y una mierda para él!

Resopló y se pellizcó el puente de la nariz probablemente contando hasta diez para no prenderle fuego a algo. Tras esos diez segundos de silencio de pronto te dió un capón. Y antes de que pudieses decir nada, te señaló con esa misma mano.

—Eso por pensar que me estaba creyendo media palabra de lo que estaba diciendo—alegó. Acto seguido agarró la mano que le ofrecías y tiró echando a caminar—. Y ahora, andando. Tenemos que averiguar dónde narices estamos. Y dónde narices están los demás.

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07/03/2018, 22:26
Narrador

Aquel lugar era lo más extraño y a la vez aosmbroso que habías visitado jamás. Era como si el ambiente estuviese teñido de un desconcertante tono sepia, todo era tan real pero a la vez tan onírico como si estuvieses caminando en el interior de una pintura... en la que no había ni un alma. Como si fueseis las dos únicas personas sobre la faz de aquel mundo.

Ayla te soltó a los pocos segundos de ir andando, como si se se le hiciese raro el contacto con nadie. Luego no supo qué hacer con los brazos así que los cruzó. Estabais en una especie de islote flotante enorme que tenía el aspecto del templo dentro de un cristal roto. Literlamente. Porque había algunos pedazos de columna o de baldosa flotando en el aire. También veías de vez en cuando aquellas pequeñas bolitas luminosas que viajaban perezosamente aquí y allá como luciérnagas a la deriva. No tenías ni idea de lo que eran pero recordabas que con anterioridad Gabrielle las había llamado "lúcilos".

Ayla se detuvo y miró hacia arriba. Cuando hiciste lo mismo pudiste ver un fenómeno extraño en el cielo: había una especie de... ¿trazos luminosos? Jirones de niebla luminiscente procedentes de todas direcciones que lo surcaban todos en una misma dirección, como si acudiesen a concentrarse en ella, en un pequeño fulgor lejano.

No habías visto tal cosa en tu vida.

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07/03/2018, 22:27
Ayla

—Esos brazaletes que te dio Adrath no eran exactamente para rastrearte—dijo sin dejar de observar aquello, rompiendo el imperturbable silencio del cual acababas de ser consciente—. Es decir, creo que usó un cristal de memoria...

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07/03/2018, 22:49
Gabrielle

—¿Esforzarme? Pero si ni siquiera hemos empezado —protestó Gabrielle, sin atisbo de falso orgullo o verdadera vanidad—. Aunque entiendo que a ti pueda parecértelo si, como has dicho, soy tan antitética al deseo.

No fue tan rápida en responder al resto de lo que el demonio había dicho. Sabía que no podía fiarse de nada de lo que le decía un demonio... y sin embargo... todo encajaba. Le había notado muy cambiado la última vez que se encontró con él, y no podía decir que los cambios hubieran sido a mejor. ¿Se trataba de la influencia de Deseo? ¿Y por qué un demonio tan poderoso en la jerarquía había fijado su atención en alguien como Dereck, que ni siquiera era un mago?

Apretó los puños.

—¿Qué le has hecho a mi hermano? —preguntó con voz cortante, obviando todo lo demás.

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09/03/2018, 15:56
Alexei

¡Pues la próxima vez no te quedes callada mientras me desquicio!—respondió enfurruñado al capón de Ayla.

Alexei se quedó embobado mirando los lúcilos hasta que la apóstata se detuvo para mirar el cielo. El joven guerrero hizo lo mismo y como era de esperar al principio no entendió nada. Y luego se le ocurrió algo, pero la maga habló primero.

No sé que es un cristal de memoria—dijo distraídamente—. Es verdad que he acabado aprendiendo algo de magia con vosotras pero en general... sigo sin tener ni idea. Creo que desde que empecé a perseguirte es la frase que más he repetido. No sé de magia.

El rubio sonrió antes de compartir con Ayla lo que se le había ocurrido.

Deberíamos seguir esas "líneas", parece que todas van en la misma dirección ¿No crees?

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11/03/2018, 01:40
Deseo

Deseo sonrió con dulzura aunque no respondió a lo primero que dijiste. Pero cuando le preguntaste arqueó las cejas sorprendida.

¿Yo? Lo ha hecho él solito—respondió—. Él mismo se ha consumido, cariño, yo ni si quiera he tenido que hacer nada. Sólo he cogido lo que ha quedado al final.

Se bajó de un brinco del trozo de piedra en el que estaba y caminó algunos pasos, aunque no fué hacia ti, simplemente avanzó hacia adelante mirando sus propios pies y extendiendo los brazos a los lados ociosamente como si jugara a hacer equilibrio por una cuerda imaginaria.

Un deseo tan intenso y tan obsesivo como para crear un demonio de Primera Encarnación... proveniendo de un templario hacia su hermana. ¿Quién lo diría?—añadió haciendo una floritura con los brazos como quien dice "heme aquí"—. Una pena que se haya terminado. Aunque con todo lo que he obtenido gracias a él supuse que podía hacerle algo parecido a un favorcito.

Se detuvo con el peso del cuerpo cambiado de pierna en un sinuoso movimiento de cadera. La cola se balanceó suavemente en el aire.

—Por eso estoy aquí. Lo poco que queda de Derek deseaba verte una última vez. No acostumbro a hacer cosas susceptibles de ser confundidas con bondad así que, por favor, llámalo por su nombre: curiosidad—dijo. Y en esta ocasión su voz sonó más seria, como si dijera algo desacostumbrado—. Puedo dejaros hablar, pero sólo un rato. Emplea bien el tiempo porque es todo lo que os queda.

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11/03/2018, 01:40
Derek demacrado

Deseo levantó ligeramente las manos a ambos lados y pareció concentrarse, el fuego que tenía en la cabeza flameó con fuerza y toda ella emitió un resplandor violaceo tan intenso que te hizo cubrirte los ojos. El aire vibraba de energía.

Se produjo un fogonazo y durante varios segundos parpadeaste para aclararte la vista. Sólo entonces te diste cuenta de que el denso aura que la demonesa emitía se había esfumado. Fué como si te quitasen una pesada lona que hubieses estado cargando a la espalda. Delante de ti sin embargo se encontraba otra persona... que conocías muy bien.

Y menos mal que le conocías muy bien porque de lo contrario habría sido dificil identificar el normalmente robusto y saludable rostro de tu hermano con aquella cara demacrada y aquel gesto entre torturado y desquiciado. El sonido metálico resonó a metros de distancia en aquel vacío silencioso cuando cayó de rodillas con un jadeo tembloroso, como si acabase de salir de una prisión en la que se hubiese estado asfixiando. Miró en derredor con la sorpresa en la mirada, como si no supiera cómo había llegado allí, como si no entendiera cómo era posible que estuviera allí. Aunque cuando sus ojos te encontraron la sorpresa pasó a algo que no sabías si era miedo o tristeza.

—¿G... Gabbby?—tartamudeó—. ¿De dónde has salido?

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11/03/2018, 01:40
Ayla

—¡Estaba intentando contar hasta diez mentalmente para no soltar una blasfemia con la de gilipolleces que estaba diciendo!—se defendió Ayla poniéndose en jarras—. Que estábamos en un templo.

Carraspeó.

—Y vosotros venga a hacerle hablar...

Aquello debía ser lo más parecido a un intento por aligerar el ambiente que debía haber hecho la apóstata desde que se había unido al grupo. No era precisamente el tipo de persona que se pudiera catalogar como maestra de la comedia pero hacía lo que podía. No obstante, le diste la excusa perfecta para cambiar de tema.

No creas que yo tampoco sé mucho. Se supone que los cristales de memoria son objetos mágicos muy raros... para que te hagas una idea, en la mismísima Minrathous creo que sólo hay dos—dijo—. Leí que los crearon los enanos del Modelato. Pueden almacenar voces y recuerdos. Y por lo que acabamos de ver, también deben poder enlazarse o algo así.

Se golpeó la punta de ambos índices entre sí en un gesto de "unir algo".

Nosotros tenemos uno que seguramente está en esos brazales que te dió Adrath. Todo lo que decimos, el cristal lo almacena... y por lo visto se puede escuchar por el que tiene él. Por eso supo que íbamos primero al templo de Mythal.

»Y en cuanto a lo del cielo, pienso igual. Es la primera vez que veo algo así en el Velo. Pero teniendo en cuenta que van hacia el centro...

Alexei a desbloqueado una entrada ed códice: Los cristales de memoria.