Partida Rol por web

Dragonlance - La Reconquista de Silvanesti

Partida

Cargando editor
23/05/2020, 08:28
Xadrielie

Xadrielie escuchó atentamente la historia de Ashe. Había escuchado ya historias sobre los nueve, pero estaba convencida de que ninguna era la cierta. De cómo un puñado de kiriath y algunos soldados de la protectoria, además del sacerdote de Astrain habían vencido a un dragón verde, se podían decir muchas cosas, pero desde luego nadie acabaría de creerlo sin tener en cuenta en la ecuación, que portaban una dragonlance.

Esa fue sin duda la clave de todo. Si aquellos saqueadores no hubieran encontrado aquel arma legendaria entre las ruinas de la Torre de las Estrellas, nunca hubieran logrado destruir a wyrm. Fuera como fuera eran héroes, le pesase a quien le pesase. Algún día le gustaría escuchar de boca de la llamada Muerte Verde, la historia completa y no solo retazos sueltos.

No eres carga, no buen Galahad. Nunca lo has sido, de hecho. - ​​​​​Le dedicó una sonrisa. - No puedo pedir a éstos buenos elfos, que abandonen su precioso idioma, pero lo que si puedo hacer y haré, es traducir lo que digan y ses importante, para ti.

Le acarició el rostro y le dedicó una mirada dulce. Aquel hombre le había jurado lealtad, pues se creía en deuda con ella. No había ninguna bajo su opinión. En la guerra, los aliados luchan juntos y se protegen mutuamente. Eso era lo que había pasado y nada más. Aún así, le gustaba tener cerca a Galahad, pues lo consideraba un buen amigo y a alguien que es bueno tener guardando las espaldas a uno.

Cero que es hora de descansar, ciertamente... - Dijo poniéndose en pie. - Nos aguardan jornadas difíciles y no estaría de más aprovechar bien estás últimas horas nocturnas para que nuestros cuerpos reposen sobre un buen colchón de manufactura élfica. - Sonrió antes de despedirse con la mano de todos los presentes y marchar hacia sus aposentos.

Cargando editor
23/05/2020, 13:42
Suindhël

El banquete era más sabroso de lo que imaginaba, ahora que no había roedores podía saborear cada uno de los platos - Exquisito, realmente 1 - dijo el mago asintiendo delicadamente hacia la anfitriona, expresando su satisfacción ante el agasajo. Los venidos de solamnia elevaron la voz, y al escuchar los dichos de la elfa comprendió el motivo de su secretismo, la mujer se había despedido pero antes que se retire, Suindhël elevó la voz y habló en idioma común - Antes que descansen, quiero agradecerles que hayan accedido a realizar esta tarea - hasta ese momento el elfo parecía esquivo a hablar más de lo necesario, dejaba que la anfitriona tomase la iniciativa y que la exploradora, con mucho más renombre que cualquiera de los presentes, fuese la que guiase la reunión, pero en su ausencia sentía la responsabilidad de aclararles ciertas cosas. - Las estrellas me han revelado un futuro distinto y prometedor para este bosque, ahora corrupto pero antaño el más hermoso del continente. Muchos de ustedes no pertenecen a nuestro reino y han acudido con el mismo compromiso que tenemos los que vivimos aquí. Gracias - 

- Puede que el grupo les parezca extraño, dispar, incompatible y les cueste comprender el motivo de que hayan sido elegidos. Yo soy el responsable de eso, a cada uno de ustedes los vi en los cielos, y sepan que cada quien tiene su función y es de cierto modo, imprescindible. El viaje será largo y los desafíos enormes, pero en el firmamento las estrellas nos guían y Solinari los ilumina, no estaremos solos en ningún momento. Mi gratitud hacia todos ustedes por la ayuda que nos brindan - inclinó su cabeza con un gesto suave y delicado, y luego se acomodó su plateado cabello para dejar al descubierto sus orejas puntiagudas.

Notas de juego

1 Única frase que dice en Silvanesti, el resto lo dice en común.

Cargando editor
23/05/2020, 17:40
Galahad Dragonhead

El caballero se sonrojó ante la caricia de la elfa, pero no apartó su mano, sus bellas palabras lo habían animado, algo que era bastante difícil teniendo en cuenta su carácter apesadumbrado:

-Gracias por vuestras palabras estimada dama, espero estar a la altura de vuestras expectativas... -dijo preocupado de que algún día pudiera fallar a aquella a la elfa, algo que lamentaría con todo su ser- yo también me retiraré a descansar pues, ya he comido suficiente y poco me queda por hacer... -expuso dejando claro que sin Xadrielie allí, el solámnico no tenía nadie con quien hablar.

No obstante, cuando se disponía a irse, el túnica blanca habló en su lengua para su sorpresa, y para mayor incredulidad de Galahad, dándole las gracias nuevamente. Llevaba algunos meses allí y ninguno de esos estirados elfos había accedido si quiera a sonreírle, y en esa noche dos de las figuras más importantes le felicitaban, y eso que aún no había hecho, nada. Sin duda era algo desconocido para él, por lo que sabiendo el enorme halago que era aquel, dijo en común para el resto de los presentes:

-Es agradable saber que se valora mi sacrificio -expuso satisfecho de que algún elfo se aviniera a reconocerlo alguna vez- y agradezco que me consideréis alguien importante, podéis contar con mi acero para llevar a buen término esta misión, por desconocida que sea para mi, y mientras sigáis contando con la dama Xadrielie, podéis contar conmigo también... -dijo finalmente sin hacer mención a la parte en la que todos eran importantes, pues dudaba que la túnica roja fuese a ayudar mucho.

Tras ello y si nadie más lo requería, se dispuso a seguir a su amiga elfa a los respectivos aposentos de cada uno...

Cargando editor
23/05/2020, 20:47
Thylantalessa "Thyla"

Si momentos antes había agradecido el cumplido del Túnica blanca con una sonrisa, esta se borró ligeramente de su cara cuando soltó su discurso en común. Desconocía si él sabía que ella no lo hablaba, aunque los magos eran demasiado inteligentes y se informaban de todo y de todos a su alrededor, por lo que quizás debiera tomarlo como una pequeña provocación.

Por unos segundos miró a Suindhël mientras terminaba de hablar, y en ese momento recordó su labor y para que estaba allí. Sonrió y agradeció sus palabras, fijándose en la reacción de los demás presentes.

El tiempo le enseñaría a ese elfo que si su actitud era beligerante contra ella, lo era contra la Reina, y eso podía acabar muy mal.

 

Cargando editor
23/05/2020, 21:28
Jaenis, la Esfinge

Tras dejar, aparentemente, fuera de combate a Elfito, Jaenis rió ante el comentario de Ormin. No es que hubiera sido un comentario gracioso, pero estaba desnudo, y ella ebria. La situación era suficientemente divertida de por si, sin que hicieran falta muchos chistes. Cuando el druida giró sobre sus talones y les mostró el trasero, la risa de La Esfinge se convirtió en una carcajada.

—Todo un gesto de buena voluntad hacia los humanos presentes, que aprecio desde el corazón. Especialmente teniendo en cuenta el color de mi túnica —respondió la Túnica Roja al Túnica Blanca en nestari, el antiguo idioma de los elfos, pronunciado con la exquisitez de una nativa—, pero no creo que nuestra anfitriona se haya tomado bien que la hayáis excluido en vuestro discurso.

—¡Thyla, no le mires así! —la llamó con una sonrisa, retomando el élfico moderno y volviendo a alzar la copa, esta vez en su dirección—. Sólo intentaba fomentar la forja de los lazos entre, este, nuestro improvisado equipo.

Miró en derredor.

—Entonces, ¿todos os vais? ¡Justo ahora, que habíamos conseguido que Ormin se pusiera los pantalones!

Cargando editor
24/05/2020, 00:43
Suindhël

Asintió a las palabras del caballero, que pronto se fue de la sala. La reunión parecía llegar a su fin cuando la Túnica Roja le habló haciendo uso de un idioma ya olvidado que solo unos pocos silvanesti aprendían si tenían la dicha de contar con una excelente educación, sin embargo la mujer lo hablaba a la perfección, y Suindhël no ocultó su asombro. Esa mujer contaba con todo su respeto, por pertenecer a la Orden de Alta Hechicería y por demostrar un enorme conocimiento, y en especial, una devoción por la cultura de su nación. Recién entonces se dio cuenta el significado de la mirada que le dedicaba la anfitriona, es posible que una representante de la reina no sepa el idioma del mundo exterior? cómo pretende acompañar a un grupo con extranjeros si no lo conoce? se preguntó, aunque viniendo de Alhana aquello no le extrañó. En tiempos del Rey Lorac, ser el enviado del Orador de las Estrellas era un privilegio al que accedían tan sólo los mejores de su raza, pero su hija no tenía su pericia, y había elegido para acompañar al grupo de humanos a alguien que ignoraba su idioma, qué insensatez!

Se inclinó levemente hacia la elfa - Le pido disculpas Dama Thylantalessa, ignoraba que desconocía la lengua del mundo, en adelante lo tendré presente y esto no volverá a repetirse - expresó con finos modales aprendidos entre los nobles, ocultando la incómoda sensación que sentía en el estómago. Una humana conoce nuestro idioma más selecto y lo habla a la perfección, y la embajadora de la reina no sabe siquiera hablar la lengua más simple de Ansalon... me avergüenza tener que aceptar que Alhana ha perdido el rumbo completamente, en sus manos estamos condenados.

Cargando editor
24/05/2020, 08:58
Ormin-Huesonegro

     El kalanesti escuchó su nombre desde la otra planta demostrando tener un oído digno de su pueblo: -¿GUÉ DICESH JENY?- Vociferó desde arriba. El druida debía de haberse bebido la botella él solo por como arrastraba las palabras.

Ormin bajó las escaleras con la alegría de un beodo. El kalanesti llevaba una espectacular coraza de escamas de dragón mal abrochada, directamente sobre su fibroso torso, y unos pantalones que claramente no eran de su talla. Elfito lo miró aún más sorprendido que los demás, pues la prenda era sospechosamente idéntica a una suya. Ormin hizo un gesto al agente del Sinthal-Elish para explicarse, pero perdió el hilo de lo que iba a decir, sacudió la mano y le obsequió con una sonrisa vidriosa.

-Vaya ¡Pero shi sheguís veshtidosh!. Shois todosh un royo- Suspiró decepcionado. –En lash fieshtash kalaneshti se baila se bebe y se f*…- El druida se tapó la boca, tratando en vano de mantener la compostura que se esperaba de un diplomático. -…hay un gran fuego y música- continuó explicando mientras zarandeaba su botella casi vacía. -…Lo que no tenemosh esh un vino ashí- dijo brindando al aire.

-¡Losh jumanosh shi que shaven hacer fieshtas!- Sonrió señalando al asiento vacío de Galahad. Ormin frunció el ceño al recapacitar: –Güeno, losh caballerosh sholámnicosh quishás no, pero los jumanohs “ñormalesh”, shí- Dijo pasando a señalar a Jaenis.

El Kalanesti arrastró los pies de vuelta a su asiento junto al túnica blanca. Al otro lado, en el suelo, junto al cuenco vacío con restos de vino, dormitaba felizmente el señor Gómez. Ormin señaló a la rata y aseguró con gesto ceñudo: -En mi próxhima reencarnashión quiero ser un Jumano o una rata. ¡JAJAJA!- Estalló en una carcajada.

Cargando editor
24/05/2020, 12:44
Director

Manthus, 18 Mishamont del 362 A.C.

Uno tras otro os vais retirando a medida que la fiesta decae y, dejando Silvanost, os ponéis en camino con las primeras luces del alba.

A pesar del tiempo que lleváis aquí, os resulta imposible acostumbraros al paisaje que os rodea. Allí donde miráis, los árboles chorrean brea y sangre. Algunos de ellos tratan de atraparos o azotaros con sus ramas y hasta las piedras parecen quereros mal al estallar a vuestro paso dejando tras de sí fétidos olores.

Deambuláis por la tierra maldita en la que se ha convertido la patria de los altos elfos y solo vuestra experiencia y la guía de la veterana kirath que os acompaña os permiten si no evitar todos los peligros, sí sobrevivir a ellos sin tener que lamentar graves daños.

La mayoría de vosotros no sabéis nada de las amenazas que os acechan o solo sabéis de ellas por los libros y las historias de otros y eso, en cierto modo, las hace todavía peores. Ormin es la excepción evidente pero, a lomos de su murciélago, no tiene que lidiar con las penalidades del suelo.

La Muerte Verde, sin embargo, parece sacada de otro mundo. Habíais oído rumores sobre ella y sobre su rabioso mapache, grande como un perro de presa, pero lo que veis excede vuestra imaginación. Camina más silenciosa que un gato y su capa mimetizada la camufla de tal modo en la maleza que, por momentos, da la sensación de conferirle invisibilidad. Ella y el Túnica Blanca parecen ir dos pasos por delante de cualquiera de vosotros y anticipar un peligro antes de que caigáis en él. Esa flor tan hermosa que trata de morderos cuando os acercáis a olerla, esa raíz que de repente cobra vida e intenta atrapar vuestros tobillos...

Pero si vuestro avance resulta ya de por sí lento y fatigoso, hacerlo con los caballos de Galahad y Suindhël es doblemente penoso y solo la magia druidica de Ormin consigue hechizar durante unas cuantas horas a las asustadas bestias de carga para que prosigan su camino sin huir espantadas. Sin embargo, tanto su temor como el vuestro crecen a medida que os alejáis de la capital élfica para adentraros en el corazón de la Pesadilla.

Ashe os conduce a través de la espesura por una ruta salvaje y sin caminos. Debéis abriros paso entre la vegetación a golpe de espada y no cabe duda de que para nadie es tan penoso el avance como para los acorazados Galahad y Xadrielie. Ambos sudan copiosamente a pesar de que todavía faltan un par de días para le llegada de la primavera.

El amanecer ha dado paso al mediodía y éste ha quedado atrás poco a poco a medida que avanzabais, pero a estas alturas algunos ya comenzáis a dar muestras de hambre y cansancio y a plantearos si no será mejor acampar por hoy.

Notas de juego

Lleváis 8 horas caminando por el bosque de Fallon. Podéis buscar un sitio donde acampar o seguir adelante otra hora más.

Momento de declarar los conjuros preparados esta jornada. A ninguno le hago pasar un TS de Fort contra la resaca, aunque alguno... xD

Jaenis → +0 NL y CD para resistir sus conjuros
Suindhël → +0 NL y CD para resistir sus conjuros

Cargando editor
24/05/2020, 13:43
Xadrielie

Xadrielie estaba agotada y hambrienta. Supuso que como todos sus compañeros, pero lo cierto era que necesitaba parar. Había oído a alguno de ellos que podían continuar una hora más todavía, pero a ella, todo lo que no fuera acampar, era una idea terrible. 

Además, el deprimente y retorcido paisaje que les rodeaba había empezado a hacer mella en su mente. Ya había presenciado en otras ocasiones el terrible mal.que afectaba a Fallon, pero nunca lograba acostumbrarse a éste. Quizás por ello deseaba tanto liberar definitivamente a su nación de aquel terrible y oscuro maleficio. 

Creo que no es mala idea parar ahora. - Dijo la sacerdotisa. - No ganaremos mucho siguiendo avanzando, más que acabar agotados y a merced de la pesadilla. 

Notas de juego

Conjuros al día

Nivel 0: Leer magia x2, Luz, Leer magia, Orientación divina
Nivel 1: Agrandar persona D, arma mágica, BendecirEscudo de la feRayo de esperanza
Nivel 2: arma espiritual D, resistencia de oso,  fuerza de toro, Cerrar heridas x2
Nivel 3: Círculo mágico contra el mal, Disipar magia, Vestidura mágica D, Auxilio divino en grupo

Cargando editor
24/05/2020, 18:08
Suindhël

Las ropas del Túnica Blanca seguían haciendo honor a su título por su color, pero habían cambiado esa mañana, adaptándose a lo agreste del viaje que estaban por hacer. Montaba sobre un corcel blanco, imponente, ágil y bien entrenado, con quién había compartido la larga travesía hasta la Torre de Alta Hechicería. Con la mirada en alto y la espalda recta, comenzó a adentrarse en el bosque junto al resto del grupo, confiando en la guía de Umbarëzela.

Suindhël sabía que la Pesadilla era algo ominoso, pero no esperaba encontrarse con algo así, incluso su montura que no temía al combate parecía estremecida por los árboles retorcidos y ensangrentados que los rodeaban por el camino. Sólo la generosidad del kalinesti logró calmar a Kaoth1, tendré que agradecerte por esta gentileza. Los dones de adivinación bendecían los sentidos del Portavoz de las Estrellas, advirtiéndole del peligro que lo rodeaba, pero tan peligroso resultaba ser el bosque corrupto que sus ojos iban de un lado a otro continuamente. 

Las horas pasaron hasta que algunos propusieron acampar para almorzar y descansar, él no se negó, su frente comenzaba a sudar por el calor del mediodía así que aprovechó la parada para limpiarse con un paño la frente. Asintió a las palabras de Xadrielie que reforzaron su decisión, quedar agotados no era algo que estuviese en sus planes, y menos aún estar a merced de esos árboles malditos. - Tienen todos alimento y agua? En las alforjas hay suficiente para compartir con quién no tenga - propuso con amabilidad mientras tomaba entre sus manos un petate y lo colocaba en el piso para no manchar sus vestiduras. 

Notas de juego

1 Kaoth: palabra en elfo que significa Destino. Nombre del caballo blanco de Suindhël (lo tengo que agregar a la ficha o descripción luego)

Editado: sólo corrijo conjuros diarios

Conjuros memorizados:

Arcanos:

Nivel 0: [4+(A?)]  Sonido Fantasma, Cuchichear Mensaje, Mano de Mago, Luz, (Detectar MagiaA?)
Nivel 1: [4+A] Armadura de Mago, Proyectil Mágico, Agrandar Persona, Manos Ardientes, Impacto VerdaderoA 
Nivel 2: [3+A] Falsa vida, Dardo Elemental, Imagen Múltiple, Detectar PensamientosA
Nivel 3: [2+A] Convocar Monstruos III, Cubículo de Leomund, Clariaudiencia/ClarividenciaA

Divinos:

Nivel 0: [5/día] detectar MagiaA, detectar venenoA, leer MagiaA, orientación divina
Nivel 1: [4/día] comprensión idiomáticaA, detectar el malA, detectar puertas secretasA

Cargando editor
24/05/2020, 23:49
Galahad Dragonhead

Galahad a lomos de su fiel corcel, el cual no lo había elegido por su valía para la batalla, sino por su rapidez, pues en su momento tuvo claro que en un bosque de poco sirve luchar a caballo, sólo para que el animal se quiebre una pata y dar un tremendo golpetazo en el suelo; por lo que lo eligió por su rapidez, pues si en algún momento era necesario salir al galope, podría hacerlo. No obstante, dicha decisión trajo consigo que el animal no estuviese acostumbrado a la lucha, y por ende el terror se apoderó de él nada más entrar en la foresta. Por suerte, el estrambótico kalanesti, tuvo a bien tranquilizar a su animal, y el caballero en tono de agradecimiento le dijo:

-Gracias Ormín, si tuviese que dejar a Celer atrás compremetería mi estatus de caballero, me alegra que contigo aquí no tenga que tomar esa decisión -dijo asintiendo respetuosamente con la cabeza, pues sabía gracias a su viaje con él que el druida dominaba también común y podría entenderle perfectamente.

Mientras avanzaron, a pesar del agotamiento provocado por el bochorno y el calor, el solámnico se negaba a desprenderse de su armadura, sabía de sobra que mejor era sufrir ahora un poco a necesitar su protección y no tenerla. Así pues, pese a las penalidades del camino, al fin pudieron acampar, y aunque parecía que aún se podía seguir, el humano secundó las palabras de Xadrielie y Suindhël diciendo:

-Yo también pienso que lo mejor es pernoctar aquí, a no ser que la misión requiera de cierta urgencia... -expuso escrutando a los presentes pues a él no le habían explicado prácticamente nada de dicha tarea, y aunque preguntarlo directamente podría resultar ofensivo, sí que podía apañárselas para averiguar algo.

Una vez empezaron a preparar el campamento, y denegando respetuosamente el ofrecimiento del mago elfo, se dirigió a Xadrielie y le dijo en voz baja:

-Mi señora, permitidme mi franqueza, pero ¿en qué consiste exactamente esta misión? conozco únicamente las palabras del mago de la otra noche diciendo que todos somos importantes, y que era necesario traer aquí al druida para que haga algo, pero poco más se me ha explicado, ¿vos conocéis algo más? -preguntó no porque le inquietara que le pudiera deparar el destino, pues fuera lo que fuese se enfrentaría a ello, sino por el hecho de no parecer muy perdido en todo aquello.

Notas de juego

Yo no tengo hechizos xD.

La conversación con Xadri es en voz baja pero no privada, si alguien pone la oreja y quiere unirse adelante jeje.

Cargando editor
25/05/2020, 09:31
Ormin-Huesonegro

   La noche terminó con algún brindis subido de tono. Al amanecer el druida no estaba tan hablador. Se subió a Perezoso con las alforjas inusualmente llenas* y sobrevoló al grupo con suaves planeos.

-Es peor de lo que había imaginado- Se le escuchó al entrar en la zona desolada.

El kalanesti quiso distanciarse de la tragedia que azotaba a un pueblo que había maltratado al suyo y añadió: -Me refiero a la resaca- Su voz sonó tan ronca, que parecía un graznido. Sin embargo, no podía evitar lamentar tanta destrucción y comprendió la necesidad de ayudar a los silvanesti, fuera cual fuera la misión que les encomendaran.

-Llevará una generación recuperar este lugar- Murmuró consternado al comprobar con sus propios ojos la tragedia que narraban las historias sobre éste lugar.

Después de tranquilizar a las monturas de Galahad y Suindhël (y vomitar tras un árbol retorcido) logró despertarse realmente y alzó el vuelo de nuevo. En esta ocasión su vuelo se asemejó un vals silencioso, cambiando de trayectoria suavemente, una y otra vez. Lo que parecía un baile aéreo, se reveló como una táctica defensiva grabada a fuego (literalmente), aprendida durante las patrullas del viejo jinete contra dragones y otros enemigos armados con arcos.

A medida que se disipaba el efecto del vino de la noche anterior, Ormin añadió vuelos en círculo, tanto para otear el camino que tenían delante como para comprobar que nadie acechaba su retaguardia. A medida que tomaba altura, bajaba la temperatura, y se revelaba la necesidad de vestir un abrigo tan grueso.

Después 8h de viaje, lo más sensato era descansar. Tras un planeo a baja altura sobre la agostada vegetación, el druida posó a Perezoso en la zona más adecuada para acampar.

El salvaje abrió las alforjas que transportaba en su murciélago y recuperó la sonrisa:

-No podía dejar que toda aquella comida se echase a perder- Dijo sacando otra botella de su vino favorito. Ormin también había recogido el pomelo que Suindhël no había querido compartir con sus ratas. Se sintió tentado de ofrecérselo al distinguido túnica blanca, pero no estaba seguro de que el Silvanesti compartiese su sentido del humor y se lo dio a Perezoso, que se lo tragó con piel y todo.

¿en qué consiste exactamente esta misión?

-¿Es que no lo dijo anoche?- Se sorprendió el kalanesti. –Pensé que estaba demasiado borracho para recordarlo. No sé si alegrarme o preocuparme aún más- Ormin se cruzó de brazos junto al solámico para reclamar una información que consideraba que se les debía haber dado antes de partir.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Tiro supervivencia para elegir el sitio más seguro para acampar y, si es que hay, encontrar recursos (agua/alimento), incluso Bayas frescas que poder encantar (...Iluso de mí).

(*) Ormin, como buen cazador/recolector habría cargado las alforjas de su montura hasta el límite de carga sin penalización con los víveres que hubieran quedado de la fiesta.


Conjuros:

Nivel Nombre
0 Detectar magia
0 Curar heridas menores
0 Leer magia
0 Luz
0 Orientación divina
1 Hechizar animal
1 Hechizar animal
1 Hechizar animal
1 Hechizar animal
2 Calentar metal
2 Esfera flamígera
2 Gracia felina
2 Piel robliza
3 Brotar espinas
3 Llamar al relámpago
3 Protección contra la energía
Cargando editor
25/05/2020, 15:50
Ashe «Umbarëzela»

Parece existir cierto consenso sobre hacer un alto en el camino a pesar de que todavía nos quedan unas cuantas horas de luz. Todos parecen estar tan hambrientos y fatigados como yo misma y todavía tenemos por delante varias jornadas de camino. No tiene sentido agotarnos en el primer día de viaje, con el alcohol todavía corriendo por nuestras venas.

El kalanesti volador parece haber tenido la misma idea pues, entre el denso dosel de hojas que tenemos sobre nuestras cabezas, le vemos aterrizar no muy lejos de nosotros, en una zona donde los álamos crecen un poco más separados entre sí y permiten descender a su inquietante montura.

Por las caras de mis compañeros, yo diría que la elección del lugar les parece tan horrible como cualquier otra. No hay evidencias de que exista en la zona nada que cumpla unos mínimos requisitos ya no de confort, sino de seguridad. Todo a nuestro alrededor parece tan amenazador como el resto del bosque de Fallon. Y, en realidad, así es.

Suspiro con alivio al depositar en el suelo mi abultada y pesada mochila. Hago estiramientos de cuello y me masajeo un poco, por encima de mi encantada cota de mallas, los hombros agarrotados. No es un gran consuelo, pero viviremos momentos peores que un poco de dolor muscular.

Me acuclillo frente a mi mochila para extraer de ella su único contenido: un cofre de plata hermosamente decorado con intrincados grabados. Un artefacto valioso pero no tanto como la valiente sangre élfica que se pagó por él. Con una llavecita pequeña y de aspecto engañosamente delicado, abro el arcón y saco de su interior una figurita de madera como de juguete, tallada con la forma de un árbol. Una de mis más valiosas pertenencias y posiblemente la más cara también, comprada con la recompensa que la reina Alhana me concedió a cambio de traerle de vuelta el Medallón de las Estrellas.

Con mis manos enguantadas, escarbo un pequeño hoyo en el barro sangriento y deposito en él la figurita antes de cubrirla nuevamente con la tierra removida. En cuestión de segundos, crece hasta convertirse en una amalgama de árboles entrelazados que derriban a aquellos que se interponen en su camino. Una estructura de apariencia maciza e impenetrable pero que no es tal.

—Bienvenidos a mi hogar —les digo, tratando de no sonar tan orgullosa de él como me siento.

En realidad es un refugio de lo más humilde comparado casi con cualquier cosa y ridículo si se confronta con las viviendas de Silvanost, pero es mío y eso lo hace para mí mejor que ningún otro lugar del mundo.

Vuelvo a guardar el cofre en mi mochila e invito a mis compañeros a colarse a través de una oquedad disimulada entre dos troncos. Dentro nos aguarda un único espacio y más o menos techado de unos seis o siete metros de radio irregular y dos alturas. El suelo no es más que tierra apisonada pero aquí dentro está limpio y seco; en este nivel no hay más mobiliario que una sencilla aunque amplia mesa de madera rectangular con un banco a cada lado y un círculo de piedras en el que encender un fuego cuando se necesita. El nivel superior, unos dos metros por encima del anterior y al que se llega trepando por una escalera de cuerda, solo es un espacio diáfano en el que extender algunos petates.

—No es muy espacioso, lo reconozco, pero es seguro. Al menos, tan seguro como puede serlo cualquier lugar en la Pesadilla —digo, al darme cuenta de que apenas cabemos todos en la planta de abajo—. Pero si alguno quiere disfrutar de un poco de intimidad y prefiere dormir fuera, tengo algunas tiendas de campaña y sacos de dormir que ofrecer.

Cargando editor
25/05/2020, 15:56
Director

A estas alturas, conociendo como conoces la cartografía de Silvanesti, esperabas que hubieseis llegado ya al embarcadero del Thon-Thalas hace al menos una hora, pero el río no parece estar ni cerca todavía. Cuando fuiste escoltada hasta la capital a tu llegada, no os llevó tanto tiempo alcanzar Silvanost y además lo hicisteis por la ruinosa Calzada del Rey, no a través de la espesura. Tal vez vuestra guía haya extraviado el rumbo.

Cargando editor
25/05/2020, 19:19
Director

No ha sido fácil vigilar desde el aire posibles amenazas sin perder de vista a tus compañeros a través del techo natural formado por la vegetación moribunda del bosque de Fallon. Aún así, Perezoso y tú os las habéis apañado bastante bien volando en círculos alrededor del grupo. Sin embargo, en lo que ellos han tardado en recorrer estas tristes ocho millas, vosotros dos podríais haber ido y vuelto dos veces a Silvanost.

El río no está lejos, a unos siete u ocho kilómetros de aquí pero a este paso os llevará buena parte de la próxima jornada alcanzarlo. De todos modos, no temes morir de hambre en los próximos días con todo lo que arramplaste la pasada noche.

Tu sorpresa es mayúscula al abrir las alforjas de Perezoso y descubrir que están vacías. Alguien te ha robado la comida que atesorabas en ellas. Por fortuna, tus raciones de campaña perpetuas siguen bien guardadas en tu mochila y el odre, lleno del vino que escoteaste a última hora de la noche vaciando en él las copas a medio beber.

Cargando editor
25/05/2020, 20:50
Galahad Dragonhead

El caballero observó maravillado aquella mágica creación, no tenía muy claro como se desmontaría todo aquello, pero seguro que la semielfa conocería el mecanismo, ya que parece haberlo usado varias veces, pues lo denomina su hogar. Sin duda es un artilugio bastante útil, por lo que responde diciendo:

-¡Vaya! y yo que pensaba que en esta misión no había cabida para las comodidades -expuso satisfecho y algo animado por no tener que seguir sufriendo las penalidades de aquel lugar.

El interior era bastante austero, pero sin duda mejor que dormir al raso, por lo que viendo que aquel sería su refugio drurante cierto tiempo, le dijo a la exploradora:

-Dama Ashe, os agradezco el ofrecimiento y lo acepto gentilmente, los caballos supongo que deberán quedarse fuera ... -dijo un tanto dubitativo pues no sabía si tendría otro árbol así para los animales- y pese al refugio que ofrece, habrá que seguir haciendo guardia, ¿es posible hacerlo desde la copa del árbol? -preguntó interesado en saber si habría alguna tarima o algo similar para poder vigilar desde la altura- si no es así, me ofrezco a hacer la primera guardia, creo que lo mejor es hacerla por parejas y estar dos horas, ¿estáis de acuerdo? -concluyó algo más entusiasmado, pues la rutina de la logística de campamento lo reconfortaba en cierta forma, le hacía olvidarse de sus problemas y le alentaba a permanecer alerta y cumplir exitosamente su misión.

-¿Es que no lo dijo anoche?- Se sorprendió el kalanesti. –Pensé que estaba demasiado borracho para recordarlo. No sé si alegrarme o preocuparme aún más- Ormin se cruzó de brazos junto al solámico para reclamar una información que consideraba que se les debía haber dado antes de partir.

Por último, cuando escuchó la intromisión del druida en su conversación, no pudo evitar disimular su sonrisa ante el comentario, y de alguna forma, saber que él estaba igual de perdido, lo reconfortó en cierta forma, aunque era un kalanesti, y estaba claro que sus hermanos de raza tampoco confiarían en él para revelarle los detalles de aquella tarea.

Cargando editor
25/05/2020, 22:54
Ashe «Umbarëzela»

—Me temo que no haya cabida aquí dentro para los caballos —me muestro de acuerdo con Galahad. Apenas cabemos los ocho con comodidad—. De hecho, es la primera vez en todos mis años como kirath que veo miembros de una expedición adentrarse en la Pesadilla a caballo. Como sin duda habréis notado a lo largo de la jornada y notaréis en las jornadas venideras, los caballos suponen más un problema que una ventaja de ningún tipo en estos bosques.

»El entorno no les permite cabalgar a galope tendido y les causa el mismo pavor o más que a cualquiera de nosotros. Si intentáramos ser discretos y sigilosos, os hubiera desaconsejado traerlos pero está claro que con un murciélago gigante volando por encima de nuestras cabezas lo que tenemos es un enorme faro señalando continuamente nuestra posición a todos los depredadores —bromeo sin mucho humor.

La verdad es que no somos un grupo ideal para pasar desapercibidos. Cualquier kirath que se preciase de tal pondría el grito en el cielo pero yo me adapto e improviso con todo aquello con lo que me toca lidiar, sean enemigos o aliados.

—Por supuesto, tenéis total libertad para trepar por el árbol, aunque confieso que me dejaréis asombrada si lo hacéis ataviado con esa armadura —añado, con una sonrisa divertida, que en absoluto pretende burlarse de su ocurrencia—. En cualquier caso, no puedo sino mostrarme de acuerdo con vuestra propuesta de montar guardia. Está claro que apreciáis bien los peligros que nos rodean; este modesto refugio no puede protegernos de todos ellos y hacéis bien en no confiaros. Si no mostráis objeción, yo os acompañaré en la guardia que escojáis y así podréis hablar de vuestro país y vuestras costumbres.

Encuentro al caballero humano encantadoramente cándido. Es evidente por su aspecto que está curtido en mil y un batallas pero su armadura completa y su montura no son ideales para deambular por estos bosques. Claro que, en realidad, nada es ideal aquí.

Lo que me preocupa de verdad es que nuestro vidente no anticipara los problemas que le traería su propia montura. Y, por extensión, a todos nosotros. Si esto es un anticipo de lo que podemos esperar de sus visiones proféticas, comienzo a temer que nuestra misión haya fracasado antes incluso de empezar.

Cargando editor
26/05/2020, 00:52
Thylantalessa "Thyla"

Aunque el camino había resultado penoso y lento, que no se hubieran encontrado aún con ninguna criatura potencialmente mortal era de agradecer. Estaba cansada al igual que el resto, por lo que en cuanto pararon a comer imitó a sus compañeros y sacó su preciada caja de comida. 

Aquello distaba mucho de una comida en la corte, no había cocinas donde calentar suculentos platos, ni hornos donde hacer deliciosos pasteles, así que tendría que conformarse y comer aquella comida de campaña, que aunque ahora le parecía de una calidad pésima, seguramente en unos días la vería con otros ojos muy distintos.

En cuanto la Muerte Verde usó aquella estatuilla para hacer aparecer esos árboles, quedó completamente asombrada, no solo por la rapidez con la que había formado aquella enorme fortaleza arbórea, sino porque además podrían dormir bajo un techo mientras ella estuviese con ellos. Al final el viaje no estaría tan mal.

Que todos hablasen en común y ella no entendiese nada le ponía un poco tensa, pero terminó ignorándolos, si había algo digno de oir ya se lo preguntaría discretamente a Jaenis. Con ella sí habló, ofreciéndole comida de su propia caja.

Mira Jaenis - señaló distraídamente la fruta que había sacado - no es como el almuerzo que nos esperaba en palacio, pero algo es algo, ¿alguien más quiere? - aunque todos por el momento tenían comida, no estaba de más ofrecer a los demás, quizás así con suerte Ormin llevase algún pastelillo en sus alforjas y lo compartiese también - Ormin, hiciste bien en traerte algunas cosas - lo felicitó, aunque inmediatamente recordó la familiaridad que ese elfo tenía con las ratas y no comentó nada más, quizás sus preciados pastelillos estarían mezclados con orines y heces de roedor en esas alforjas llenas de sudor de murciélago. Definitivamente, prefería sus raciones.

El sitio es magnífico, aquí podremos dormir estupendamente - felicitó a Ashe. En contraste, ambas elfas eran radicalmente distintas: una forjada en batalla, marcada de por vida tras enfrentarse a un dragón y vencer, castigada por su pueblo y condenada por su destino. Y por otro lado, la clériga, de aspecto bonachón, entradita en carnes y ultimamente acostumbrada a la buena vida, de mirada dulce y aparentemente despreocupada. Felizmente entró en el árbol para inspeccionarlo. 

Ajena a las preocupaciones de aquel humano de Solamnia, siguió mirando alrededor de aquella pequeña fortaleza. 

Quizás pueda santificar el lugar para proteger a los caballos también mientras descansamos - le comentó al túnica blanca y a Jaenis - y tal vez silenciar la zona para que no nos escuchen hablar - eso último iba dirigido a la Muerte Verde, ya que por su experiencia la aconsejaría si era necesario o no - aunque con el murciélago volador no puedo hacer mucho...

Notas de juego

- Nivel 0: Curar heridas menores, Resistencia, Virtud, Luz, Orientación divina
- Nivel 1: Detectar muertos vivientes, Fatalidad, Orden imperiosa, Santuario. Curar heridas leves
- Nivel 2: Convocar monstruo II, Consagrar, Situación, Silencio. Curar heridas moderadas
- Nivel 3: Muro de viento, mano auxiliadora, círculo mágico contra el mal, curar heridas graves. Plegaria.

Cargando editor
26/05/2020, 02:22
Suindhël

Mientras comenzaba a acomodarse para tomar un descanso la exploradora abrió un cofre plateado lleno de ornamentos que llamó su atención, de dentro sacó una rama que plantó, y de ella creció un árbol inmenso que dejó con la boca abierta al Túnica Blanca. Ese tipo de magia le pareció tan bella como funcional, el tronco era robusto y les ofrecía un refugio seguro, y su copa se alzaba por encima de las ramas resecas y retorcidas del bosque corrupto que los rodeaba. Este es el Silvanesti que dejé una década atrás, pensó con nostalgia mientras contemplaba el imponente ejemplar que en otro tiempo hubiese pasado desapercibido entre los magníficos árboles del bosque más bello de Ansalon. - Es un magnífico hogar, Dama Ashe, gracias por invitarnos a su residencia - dijo con sumo respeto.

Los demás parecían no necesitar de más alimento, cada cual disponía del suyo, incluso el druida que tenía las alforjas cargadas de las sobras de la noche anterior. Debe haber ocho ratas en cada bolsa, imaginó con desagrado. El hombre de Solamnia dejó entrever que no comprendía del todo la misión, no lo culpaba, apenas si les había comentado unas pocas palabras, pero para hablar de eso en detalle prefería esperar a estar todos dentro del árbol, comidos y descansados. El Caballero también habló de su montura, algo que inquietaba al silvanesti por igual, y también a la exploradora aunque de un modo diferente, ella parecía convencida de que eran una molestia o lo serían más adelante, pero para él se trataba de una necesidad, no soy un kirath y me alegro de no serlo, pensó en silencio.

Thylantalessa ofreció bendecir el lugar de reposo de las monturas, y él decidió secundar su gesto - Tenía pensado pernoctar bajo la protección arcana, pero dado que descansaremos en un lugar mucho más cómodo y seguro, puedo usar ese conjuro para proteger a los animales, estarán ocultos ante cualquier amenaza y no sentirán los contratiempos del clima. La esfera es lo suficientemente grande como para que alguien haga guardia desde dentro si lo desea - propuso en silvanesti, para luego aclarar en común al Caballero que había tenido la iniciativa - Si prefieres hacer guardia desde abajo, el domo te ofrecerá una buena protección -1. No insistió en proteger al murciélago, si quería podía descansar junto a los caballos, pero se lo imaginaba colgado de una de las ramas del árbol.

- Si descansamos por la tarde, al anochecer podríamos haber recuperado nuestras fuerzas, tienen pensado andar de noche o esperaremos al amanecer? - consultó mientras comía el alimento que había traído, pensando en qué momento sería más oportuno para lanzar el conjuro que les había propuesto.

Notas de juego

Me dio nostalgia ver el cofre y el árbol! ;)

1 Sólo esta frase la dice en común, el resto en silvanesti

Consume 1 ración, y bebe agua del odre.

Cargando editor
26/05/2020, 23:13
Xadrielie

No esperaba que Ashe tuviera aquel truco guardado bajo la manga. Poder llevar tu casa a cuestas era más bien cosa de caracoles más que de elfos, o eso había creído hasta ese momento. Ahora la vida le había demostrado que se equivocaba y que todavía guardaba muchos secretos que nunca descubriría.

¡Es magnífico! - Exclamó contenta de poder dormir a cubierto. - Desde luego, si pretendía sorprendemos, lo ha conseguido, dama Ashe. - Le dijo sonriente.

Entonces miró a Galahad. Ella tampoco tenía todas las respuestas a aquella pregunta. Sabía que les habían seleccionado a todos para aquella importante misión, pero no tenía los detalles. 

Thyla, ¿por qué no nos cuentas los detalles de la misión? - Dijo en común trasladando la petición del solámnico.