Partida Rol por web

Egar: la rebelión.

Organización

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22/06/2010, 13:49
Director

Florin llevó a la caravana hasta un campamento que había cerca de la fortaleza de Egar. Allí todos parecían conocer a Florin y tenerlo en alta estima por lo que el hombre se pasó el día saludando gente y recordando tiempos anteriores. Stefan empezó a aburrirse de estar allí y mirar como la gente ponía a Florin en un altar. ¿Seguro que estaban hablando del mismo que él conocía?

El día que supuestamente iban a dirigirse al saqueo del campo de batalla alguien pegó el aviso de que unos desconocidos se acercaban. Lo que vió Stefan en aquel momento fue algo sorprendente: algunos de los habitantes del campamento sacaron unos arcos y carcajs y se colocaron estratégicamente posicionados a la entra del campamento y apuntando a los recién llegados, que eran tres sujetos montados a caballo, dos mujeres y un hombre.

Él decidió mantenerse un poco apartado para ver cómo avanzaba la cosa.

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22/06/2010, 13:56
Director

Los hombres con arcos se miraron entre sí, sorprendidos, como si Rachell acabara de decir algo tremendamente extraño. La tensión de sus arcos disminuyó y algunos bajaron el arma.

- ¿Armata? - preguntó uno los que había bajado el arco. - ¿Buscas... a un armata? E...espera aquí. -

Ese hombre salió presto hacia el interior del campamento y en un par de minutos algo incómodos volvió acompañado de otro hombre. Era un zinner (como la mayoría de la gente del campamento) algo regordete y con cara amable.

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22/06/2010, 13:59
Florin

- Así que tú eres la que busca a un armata. ¡Jajajajajajajajajajajaja! - el hombre se llevó una mano a la panza y se pegó unas buenas carcajadas allí mismo mientras sus amigos parecían sonreir. Todos acabaron bajando los arcos suponiendo ya que veníais en son de paz. - Ay, qué bueno. Chica, me parece que alguien te ha tomado el pelo. 'Armata' significa 'héroe' en el la lengua de mi lugar de origen. Venga, bajad esas armas, que aquí nadie va a atacar a nadie. ¿Quién os envía? -

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22/06/2010, 14:03
Director

Stefan vió como uno de los hombres que habían salido con arco entraba a toda prisa y buscaba a Florin, que no tardó en salir de una tienda para acompañarle. Iban murmurando algo que el lanzachuchillos no atinó a oir, pero consiguió que llamara su atención lo suficiente como para acercarse más a escuchar.

Pudo oir a Florin hablar algo y de repente estalló una risa proveniente de su jefe. Stefan atinó el oído y escuchó algo de 'armata'. Armata significaba héroe en el dialecto propio de Moth. ¿Qué demonios tenía que ver con todo aquello?

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22/06/2010, 14:35
Rachell Caristeas

De repente la chica enrojeció casi tanto como su pelo. Agachó ligeramente la cabeza y miró de reojo a Rowen sintiéndose muy tonta.

―Arkaid –dijo tímidamente.

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22/06/2010, 14:36
Florin

- ¡Oh! Entiendo, entiendo... Sí, muy curioso. Deacuerdo, pasad. Oye Costel, asegúrate de que nadie les ha seguido. Venid conmigo. -

El hombre entró al campamento mientras los tres bajaban de los caballos y seguían al hombre. Florin fue a buscar a un hombre de unos treinta y pico, de pelo largo y con algo de barba: parecía un hombre guapo pero estaba muy descuidado.

- Stefan, amigo mío... necesito que me eches un cable. Venga, que igual cambiamos de planes. -

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22/06/2010, 14:46
Stefan Zavadsky

Llevaba más de una hora sentado encima de un barril con la espalda apoyada contra la pared. Al principio el reborde de madera se le clavaba en los muslos, pero para cuando Florin fue a buscarle llevaba tanto tiempo sin moverse que apenas sentía las piernas. Se bajó de un salto y les esperó de pie al verles acercarse.

-¿Qué pasa, Florin? -pregunto mirando solamente al zínner. Los otros sólo recibieron miradas de reojo, con desconfianza.

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22/06/2010, 14:56
Rachell Caristeas

 

Rachell desmontó y le susurró unas palabras a Edain antes de seguir al hombre. Después siguió al hombre portando su alabarda con una mano mientras la apoyada en su hombro, dejando que el peso hiciera palanca. Se quitó el yelmo con la otra y sacudió la cabeza resoplando. Miró al tal Stefan con curiosidad y sonrió brevemente a pesar de que él no parecía prestarles atención. Gracias a él supo que el otro se llamaba Florin.

―Soy Rachell –se presentó-. Arkaid nos ha mandado con un objetivo claro frente a los acontecimientos que han ocurrido recientemente. Dijo que contaríamos con vuestra ayuda.

 

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22/06/2010, 15:01
Florin

- Pues eso, que quiero aprovechar el dinero que me gasto en ti aparte de para que me hagas espectáculo. Vamos. - el hombre los dirigió, pero a medio camino paró para girarse y mirar a Stefan. - Ah, que sepas que soy el líder del campamento y lider de el grupo rebelde de Egar... -

Y tras soltar aquella perla puso una de sus típicas sonrisas de: 'Acabo de comer de puta madre' y continuó el camino.

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22/06/2010, 15:35
Stefan Zavadsky

Stefan miró a la pelirroja con fijeza durante un momento, lo justo para preguntarse cómo sería debajo de la armadura. Después volvió a Florin, y estaba a punto de preguntar quién era Arkaid y por qué disponía de él sin su consentimiento cuando Florin soltó la noticia.

El helenio dejó de andar y se quedó parado cerca de unos arqueros, mirando al jefe de pista con incredulidad y buscando las palabras que pudieran expresar lo que se le pasaba por la cabeza en aquel momento.

-¿...qué? -fue lo único que pudo articular.

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22/06/2010, 15:43
Rachell Caristeas

La mujer miró a ambos varones alternativamente y le echó una mirada de reojo a Rowen. Quería empezar la charla, pero aquel no era el lugar, y el hombre de las greñas parecía un poco consternado por la noticia.

―Me gustaría continuar la charla en un sitio mas privado, si no es molestia –comentó.

No es que no se fiara de aquella gente, pero tenían pinta de poco serios, por muy soldados especiales de Arkaid que fueran. Ella estaba acostumbrada a hacer las cosas de otra manera mas… profesional. Su impecable armadura y sus modales lo corroboraban.

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22/06/2010, 23:17
Florin

- ¡No me pongas caras agrias, Stefan! Ni me digas que por qué nunca te lo había dicho... Nunca te dió por preguntar. - dijo Florin, como si fuera lo más normal del mundo. Cuando Rachell se quejó el zinner la miró como si acabara de decir algo en otro idioma. - Cariño, no hay nada más privado que este campamento. Aquí no oyen ni las mariposas... pero vayamos a mi tienda de campaña. -

Tras dar un par de pasos, Florin volvió sobre sus pasos y empezó a empujar a Stefan hasta la tienda.

- Vale, a ver. Osea que Arkaid os ha dicho que vengáis, que tendréis nuestra ayuda. Pues vaya, si que la tenéis, pero no me gusta que lo vaya diciendo por ahí, que luego se acostumbra. Supongo que será por lo de Egar. ¿Qué quiere? ¿Que incendiemos la fortaleza? ¿Que envenenmos sus víveres? Lo siento pelirroja, pero ese ese el trabajo de unos asesinos, no de nosotros. Nosotros... somos... ¡¡REBELDES!! - gritó el hombre, alzando un puño. Cuando los 4 allí presentes le miraron como si estuviera loco se rió, poniéndose otra vez la mano en la panza. - Siempre había querido decir algo así. Vale, ahora en serio, ¿qué tenía pensado mi estimada árbitro? -

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23/06/2010, 00:23
Stefan Zavadsky

Stefan fue empujado dentro de la tienda como si fuera un saco de patatas con piernas y se quedó donde Florin le dejó, bloqueando parcialmente el paso de los otros. Al final tuvo el acierto de apartarse hacia un costado.

Sintió ganas de golpear a Florin. ¿Se estaban metiendo en una guerra contra el Imperio? No. No estaba pasando.

-Yo no soy rebelde; ¿puedo volver a la caravana? -
preguntó, cruzándose de brazos.

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23/06/2010, 00:55
Rachell Caristeas

Rachell miró a Thanos con cara de “Oh, Dios mío. ¿Dónde nos hemos metido?” ¿Aquella gente iba a ayudarles a devolver la paz en Egar? Le dirigió una mirada preocupada al otro, que no parecía saber ni qué hacía allí. Sintió cierta empatía, porque ella tampoco estaba muy segura de que Florin fuera realmente lo que buscaban.

―Me llamo Rachell –le repitió al hombre. Tenía nombre, y le gustaba-. Y… Bueno, no estoy segura de qué… Arkaid quiere que tratemos de levantar la rebelión de nuevo, de forma sutil, igual que el Imperio lo hizo. Pero no sé si ustedes están…

La chica parecía apurada. De hecho se le subieron los colores a las mejillas y cambió la alabarda de mano a la vez que el peso sobre sus piernas. No quería ofender a nadie, pero al haber dicho la árbitro que eran gente de tanta confianza había esperado algo bastante mas serio y organizado, no una caravana de circo.

―Sé que ustedes conocen mejor el terreno que nosotros y que en ese sentido nos son de gran ayuda. Pero no me está dando la… impresión de que sepan llevar este asunto con la discreción y seriedad que se merece. Estamos hablando de una guerra. Y, por favor, no se ofenda. Quizás es que yo estoy acostumbrada a hacer las cosas de otra manera. Vengo de una organización militar y me han educado de forma bastante profesional. Y, bueno… -señaló a Stefan-, este hombre ni si quiera sabía de qué iba todo esto. ¡Uy! Perdón por señalarle.

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23/06/2010, 01:01
Florin

- ¡Jajajajaja! No te falta razón, guapa. - dijo Florin dándose palmadas en la panza. Fue hasta un baúl que tenía al fondo de la tienda y lo abrió, sacando un mapa de éste. Cogió una pluma y tinta y lo extendió en una mesa de madera. - Mira pelirroja, yo y los míos tenemos un dicho. Una espada causa el mismo daño sonriendo que estando serio. La guerra es algo terrible, pequeña, es lo peor que ha inventado la raza humana. Y lo mejor que ha inventado es la risa, la felicidad... todos esos rollos que te cuentan. Pues bien, si los mezclas, la guerra ya no es tan mala. Hay que tomarse la cosas con una sonrisa, pesan menos. -

Se hizo un silencio que se vió roto por otra carcajada del zinner. - Probablemente no me hayas hecho caso, yo tampoco me lo habría hecho de joven... pero te lo resumiré: Si Arkeid nos ha elegido es porque sabe lo que hacemos. Venga ya, a nadie la consideran una Alto Árbitro ni la apodan 'el Ángel' por tener de contacto al primer feriante que pasa por delante, ¿no crees? - Florin volvió a desviar la atención al mapa, señalando un punto. - Vale, guapa. Nosotros estamos aquí, ¿verdad? Y Egar está aquí... Pues olvídate de Egar. Al menos por ahora. Aquí, aquí, aquí, aquí y aquí... Y bueno, en estos sitios también por mucho que les pese, hay gente afectada por la  ocupación imperial. -

Florin empezó a marcar cruces en el mapa. Por la rapidez en la que lo hacía cualquiera podría decir que lo estaba haciendo aleatoriamente y sin mirar. - Tendremos que visitar todas esas poblaciones y decir: ¡El Imperio es el mal! ¡Viva la Alianza Azur! ¡Únete a la revolución, camarada! O bueno, eso es lo que Gaul querría que dijéramos, pero simplemente les diremos que pretendemos devolverles lo que antaño tenían. Guapa, que quede entre nosotros cinco, pero el Imperio es igual de bueno y de malo que la Alianza, sólo que en este caso Abel no está conquistando territorio como debería. Por eso acepto este 'encargo', aunque en realidad lo hago por amor al arte... y a mi gente, por supuesto. -

El zinner miró a Stefan, como si acabara de recordar que estaba ahí. - Ah, claro. Claro... que no puedes irte a ningún sitio. ¿Recuerdas quién te paga? Te pago por lanzar cuchillos, ¿no? Y todavían quedan 20 días hasta que acabe el mes y tenga que volver a pagarte. Hasta entonces seguirás lanzando cuchillos para mi. En 20 días tendrás que lanzar muchos cuchillos, créeme. Grábalo en tu mente, Stefan. LANZAR CUCHILLOS. Así. ¿Pero no contra nosotros, eh? ¡Jajajajajaja! -

- Eso, guapa. Tú y tus dos amigos vais a ayudarnos a convencer a esos pueblerinos y, cuando llegue el momento, a sacar a los imperiales de aquí. Pim pam pum, todos fuera. -

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23/06/2010, 01:30
Stefan Zavadsky

-Pero, ¿de qué coj...? -se interrumpió a media palabrota, apretó la mandíbula y se quedó callado.

No iba a sacarle nada a Florin. Mejor dejaba que hablaran, a ver si así se enteraba qué estaba pasando exactamente. Aunque parecía tranquilo, pues cuando te ganas la vida lanzando cuchillos a manzanas colocadas sobre la cabeza de la gente tienes que parecerlo, por dentro ardía de rabia.

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23/06/2010, 14:41
Rachell Caristeas

Rachell no le vio la gracia al asunto de ninguna de las maneras. Y encima ese hombre seguía sin llamarla por su nombre. ¿Tanto le costaba decir “Rachell” en vez de “guapa” o “pelirroja”? Prefirió obviarlo. Resopló y prestó atención a las localidades que ponía en el mapa y sobra las que debían actuar. Y no, claro que no iban a ir proclamando las bondades de la Alianza Azur. A fin de cuentas ellos también se dedicaban a lo suyo, igual que el Imperio. En el fondo no eran tan diferentes.

La warlock miró de reojo  al lanzacuchillos, compadeciéndose por la manera en que le retenían allí. Aunque de verdad deseó no necesitarle. Lanzar cuchillos a traición no era algo honorable.

―Bien, de acuerdo. Entonces nos moveremos en primer lugar aquí –señaló el punto mas cercano-, y manos a la obra. Es una misión pacifista, se trata de ayudar y persuadir. Quizás… sería conveniente que nos acomodásemos un poco al estilo de la caravana. Así damos demasiado la nota.

La pelirroja miró a Rowen y a Thanos, que iban igual que ella: embutidos en una pesada armadura y con sus espléndidas armas. Les faltaba un estandarte con el símbolo de la Alianza Azur.

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23/06/2010, 14:43
Thanos

- O quizás esa sea la cuestión... - murmuró Thanos, llevándose la mano a la barbilla y mirando en orden a todos menos a Stefan. - Quizás lo mejor es dar buena impresión a esas poblaciones para moralizarlas y que se enfrenten contra la ocupación imperial... Al fin y al cabo, ninguno moveríamos un dedo si media docena de personas con pinta de no tener donde caerse muertos nos pidieran enfrentarnos a un ejército de verdad... -

Florin asintió con una sonrisa de satisfacción. 

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23/06/2010, 14:47
Rowen

- Es posible, pero de esta manera tendremos que evitar ser vistos a toda costa, ya que si nos vieran podría haber represalias. - continuó Rowen mientras daba un pequeño paseo por la tienda. - Rachell, tú le sueles gustar a la gente. Si llegaras allí a caballo, con tu armadura y tu alabarda y clamando por la paz de Egar seguro que más de uno se te uniría. -

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24/06/2010, 02:10
Rachell Caristeas

Rachell torció el gesto, no muy convencida. A fin de cuentas eso era llamar la atención y Arkaid les había pedido, ante todo, discreción.

―Quizás podríamos ver qué tal funciona en la primera población –comentó.

Entonces la pelirroja se giró hacia el lanzacuchillos, el cual no parecía estar enterándose de nada. Ni si quiera sabía por qué estaba allí.

―No te estás enterando, ¿no? –dijo, dulcificando su voz. Por la cara que puso el pobre dio por hecho que estaba allí por… mandado-. Supongo que ya sabrás de las rencillas entre el Imperio y la Alianza Azur por lo de Eljared. O sino, en muy resumidas cuentas, problemas por quién y cómo gobierna. El caso es que el Imperio ha tomado Egar alegando una insurrección entre las gentes de esas poblaciones. Ya ves, gente normal y corriente que se dedica a hacer su vida cotidiana. Esas no son formas de hacer las cosas. Somos enviados de Arkaid, una árbitro de la Alianza Azur, y se nos ha encomendado unificar y ayudar a estas gentes para levantar una contra-rebelión y eliminar el yugo de Abel de la parte norte de Togarini. No conocemos estas tierras, y por ello nos han enviado a vosotros.

La chica sonrió.

―¿Mejor? ¿Qué opinas?