Partida Rol por web

Egar: la rebelión.

Organización

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01/07/2010, 02:31
Rachell Caristeas

Rachell cabalgó en silencio cabizbaja hasta que divisaron la población. Miró a Stefan con una breve sonrisa y el cansancio reflejado en los ojos antes de apretar el paso para llegar cuanto antes. Cuando los hombres le salieron al paso detuvo a su montura un tanto extrañada.

―Viajeros, nada mas –dijo en voz alta, mirando con cara de angustia al hombre que había hablado.

Lo último que quería era tener que enarbolar la alabarda frente a aquellos pueblerinos. Lo cierto es que no pegaban como viajeros, ella al menos, pero si les dejaban pasar ya les explicaría que ella era misionera mientras él… bueno, él que se buscase su explicación.

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01/07/2010, 14:06
Director

- Já. Y nosotros somos hijos bastardos de Matthew Gaul. Bajad de los caballos, ahora. Y no hagáis movimientos raros. Os están apuntando. - Ambos miraron hacia arriba y vieron que era verdad. De dos casuchas les apuntaban cuatro arqueros, pero eran dos mujeres, un hombre y un chico que más pinta tenía de niño que de otra cosa. Los arcos eran bastante rudimentarios y no es que parecieran muy seguros de lo que hacían. Sin duda no eran guerreros con experiencia. - Repito, ¿quiénes sois? ¿Y por qué molestáis la... bueno, paz que aquí tenemos? -

Tampoco parecía estar muy seguro de que 'paz' fuera el término que más se asemejaba a la realidad. Aunque no mostraban signos de agrado con ninguno, era a Stefan al que más miraban con desconfianza. No les gustaba para nada su aspecto, no cabía duda que estaban pensando lo peor de él. No les faltaba razón.

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01/07/2010, 14:24
Stefan Zavadsky

Stefan saltó del caballo, aunque se quedó detrás del animal. Prefería hablar desde ahí, a resguardo de las flechas.

-Bonita paz, la que tenéis. No queremos molestar nada. Queremos descansar y seguir nuestro camino. Y aquí, mi amiga, es un personaje importante, así que mejor nos abrís la puerta y escucháis lo que tenga que deciros.

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01/07/2010, 14:53
Rachell Caristeas

Rachell levantó las manos, pero no se bajó de la yegua. No era tonta, si hacía falta Edain les arrollaría y  se daría a la fuga. Pero cuando vio que Stefan bajaba del caballo no le pareció apropiado quedarse ahí, así que se bajó también.

―Soy misionera, y mi intención no es ni mucho menos perturbar la calma que el Imperio ya os ha robado tomando posesión de este lugar por la fuerza –Rachell se quitó el yelmo antes de seguir hablando. Estaba seria, y aunque en el fondo le dolía hablar de ello, su tono fue firme y seguro-. Vinimos aquí en son de paz, para ayudar a los que han sido afectados por esta injusta guerra. Pero mis amigos acaban de ser asaltados y seguramente asesinados por los imperiales. Hemos escapado de milagro, así que lo único que deseamos es descansar y abastecernos antes de proseguir nuestro camino. Si nuestra presencia no es bien recibida aquí, entonces nos iremos sin molestarles.

- Tiradas (2)
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01/07/2010, 16:17
Director

Los campesinos bajaron las lanzas poco a poco así como los apostados en las casas descansaron al unísono. La expresión de los hombres había cambiado y todos habían dejado ya de mirar a Stefan para centrar su vista en la pelirroja.

- Pe... pero... ¿por qué? Quiero decir, ¿qué razón tienes para ayudarnos? Lamento haber reaccionado así, pero espero que comprendas que después de que un regimiento de Abel viniera para decirnos 'ahora todo esto es nuestro' no le tengamos mucho aprecio a los visitantes. ¿Quién es él? - preguntó el hombre, mirando de nuevo a Stefan con extrañeza. - Sin ánimo de ofender, no pegáis nada juntos. -

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01/07/2010, 16:26
Stefan Zavadsky

-Es mi mujer -gruñó-. ¿Contentos?

Cogió las riendas y tiró del caballo. Lo guió a pie entre los dos hombres con las lanzas, adentrándose en la aldea.

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01/07/2010, 16:47
Rachell Caristeas

La warlock iba a responder cuando Stefan se adelantó. No le gustaban sus modos, sobre todo después de haberles disuadido, pero la excusa valía.

―Salimos con muchas prisas cuando nos atacaron, pero eso él va sin armadura.

Algo mas tranquila porque habían bajado las armas, trató de sonreír. Cogió las riendas de Edain y siguió a Stefan mientras se explicaba.

―La razón por la que hacemos esto es mera caridad. No buscamos compensación por tratar de enmendar una injusticia. El Imperio ha tomado esto por la fuerza y así no se hacen las cosas. No tenían derecho a invadiros y menos bajo el pretexto de una insurrección.

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01/07/2010, 17:12
Director

El campesino que estaba hablando dudó, como pensando que aun con armadura no tendrían mejor idea de él. Finalmente se apartaron de su camino y entraron con ellos a la aldea. Era pequeña, tendría menos de mil habitantes. La gente que los veía llegar les miraba con algo de recelo y algunos niños se escondían a su paso, probablemente ante la idea de que fueran otra vez imperiales.

- Esos desgraciados vinieron aquí y tras darnos una tunda por resistirnos nos dijeron que volverían a cobrar los impuestos pertinentes en una semana. La cosa es que ya hemos pagado el impuesto de la Alianza y no podemos permitirnos algo así... por lo que sabemos, no somos los únicos a los que les pasa eso. Lo peor es que no tenemos noticias de Kaine. Gaul no se ha pronunciado al respeto, ni ningún Árbitro. Todos nos han dejado en la estacada... -

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01/07/2010, 17:55
Rachell Caristeas

Rachell miró de reojo a Stefan, preocupada.

―Por lo que yo he escuchado la Alianza no quiere contraatacar todavía porque un ataque masivo para sacar al Imperio de aquí solo devastaría el lugar, y los mas perjudicados seríais vosotros. Pero sí, la falta de pronunciación por parte de los Árbitros está siendo una decisión nefasta. No sé en qué estarán pensando… pero no podéis dejar que su ineptitud os rinda. Son vuestras tierras y vuestras familias, es vuestro hogar. Si la Alianza no hace nada pues al infierno con ellos. Sois mas que el Imperio y conocéis… -de repente la pelirroja se paró-. Perdón, lo siento. Es que me exalto hablando de estas cosas, y no es de mi incumbencia.

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05/07/2010, 11:37
Director

- Bueno, yo diría que si estás aquí por eso sí es de tu incumbencia... Al fin y al cabo buscas lo mismo que nosotros aunque comprende que no entienda tus razones... hemos dejado de confiar en la buena voluntad de nadie que no sea de aquí. - dijo el hombre, que de vez en cuando miraba a Stefan como si no le gustara que estuviese allí. - ¿Y qué tenías pensado hacer? ¿Acaso vas a enfrentarte tú sola a ellos? No tienes pinta de estar tan loca. -

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05/07/2010, 13:21
Rachell Caristeas

―Ya, comprendo. –Cuando el hombro volvió a mirar de aquella forma a Stefan sonrió de nuevo-. De verdad que viene conmigo. Y respecto a lo otro, no lo sé, la verdad. No estoy tan loca como para alzar mi alabarda contra todo el Imperio, pero algo podré hacer.

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05/07/2010, 13:36
Stefan Zavadsky

Seguía agarrando las riendas del caballo. La pelirroja se estaba poniendo en modo salvadora, pero lo único que la gente de esa aldea quería era dinero. Como todo el mundo, en todas partes. Al menos eso podía entenderlo, aunque hiciera que se sintiera menos seguro por llevar la bolsa de la paga de Florin encima.

Pasó el peso de una pierna a otra, esperando a que Rachell terminase de hablar con el aldeano. Aunque no fuera bien recibido allí, ahora que estaban casados no podía irse sin ella.

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14/07/2010, 19:17
Director

Tras la charla el hombre les permitió que se quedaran a comer y compartió su comida con ellos. Entre Rachell y Stefan compraron raciones de comida para los siguientes días y memorizaron el nombre de la población: Eremus.

Continuaron la marcha un par de horas después de la comida y vieron como más de un niño se les quedaba mirando hasta que casi se habían perdido de vista. La pelirroja no podia evitar plantearse lo que ellos le habían hablado, ya que muchos la habían mirado con incredulidad ante la idea de rebelarse a la ocupación de Abel... ninguno parecía albergar esperanzas de que la Alianza viniera a sacarles del atolladero.

La pareja iba cabalgando al trote sin decir nada, llegando a las cercanías de una zona boscosa que no tenían que atravesar para llegar a la próxima población: Emanel.

Stefan se percató de una presencia en uno de los árboles que estaban a unos 10 metros de ellos. Allí había un hombre con una lanza corta. En otro árbol había otro... y en total eran cinco. Parecían dispuestos a atacar.

- Tiradas (2)
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14/07/2010, 20:38
Stefan Zavadsky

Joder. ¿Bandidos? Era normal si Abel estaba cobrando tantos impuestos. La gente estaría buscando dinero donde pudiera. Bueno, pues no se iban a llevar el suyo. Evaluó sus posibilidades; si huían al galope, podrían ensartarlos con las lanzas. Posiblemente Rachell, que era una jinete más hábil que él, podría escapar a ese destino, y si no tenía una armadura que la protegía. Stefan no tenía esa suerte, así que tendría que procurar que la chica se quedara con él para cubrirle las espaldas. Tiró de las riendas para reducir un poco la marcha y le dio una voz a Rachel.

-Ten preparada esa lanza tuya. Tenemos compañía.

Decidió no pensárselo mucho. Rachell parecía el tipo de chica que cargaba contra los malos, y era justo lo que necesitaba. Bastó un sólo movimiento para que se metiera la mano en la chaqueta y cuatro de sus cuchillos volasen contra uno de sus asaltantes girando por el aire.

- Tiradas (5)
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14/07/2010, 20:45
Director

Como un rayo los cuatro cuchillos salieron directos contra el cuerpo del hombre, clavándose todos en su pecho. No pudo proferir ni un solo sonido antes de caer al suelo estrepitosamente. El resto miraron a su compañero muerto y parecieron asustarse, pero lanzaron las lanzas, dos de ellos contra Stefan y una contra Rachell.

Stefan se agachó sobre el caballo y una lanza pasó volando por encima de él y la segunda le hizo un rasguño en el costado, clavándose a un lado. La que le lanzaron a Rachell le impactó a la altura del estómago, pero la armadura hizo el resto y la warlock no se vió herida.

- Tiradas (7)

Notas de juego

14 pv menos a Stefan.

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14/07/2010, 21:51
Stefan Zavadsky

Gruñó de dolor, pero los había recibido peores. Se volvió a erguir sobre el animal mientras las manos se deslizaban bajo la chaqueta de nuevo y antes de que a nadie le diera mucho tiempo a fijarse de que tenía dos cuchillos en cada mano ya los había lanzado contra el único hombre (al menos que él viera) que conservaba la lanza.

Mientras los cuchillos volaban hizo frenar al caballo todo lo posible. Ahí subido era un blanco fácil.

- Tiradas (5)
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14/07/2010, 22:08
Director

Los tres hombres que quedaban se descolgaron del árbol y se tiraron evitando el golpe con una voltereta. Los tres sacaron la rodela que llevaban a la espalda y desenvainaron una espada, cargando contra la pareja. Tardarían unos segundos en alcanzarles.

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14/07/2010, 22:30
Rachell Caristeas

Rachell no comprendió lo que Stefan había dicho hasta que vio al hombre caer al suelo, muerto. Echó la mano atrás para coger su alabarda y dirigió a Edain contra los que venían cargando hacia ellos después de que otro mas cayese al suelo.

- Tiradas (1)
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15/07/2010, 13:23
Director

La punta de la alabarda se clavó en el pecho del bandido provocándole una herida bastante grave. El hombre reculó y casi se le cae la espada, pero supo recomponerse.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Rachell tiene un -10 para usar el critico secundario (Penetrante) ya que desde donde está y teniendo a los otros delante no puede dar una estocada con el filo.

-13 de penalizador para él.

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15/07/2010, 13:44
Stefan Zavadsky

Lanzó cuatro cuchillos más contra uno de los hombres que se acercaban. Se le agotaba la colección, y temía que los escudos entorpeciesen su objetivo de estar en el bando vencedor. A lomos de aquel bicho apenas se podía mover, así que levantó una pierna y saltó del caballo al suelo, donde se sentía más cómodo.

- Tiradas (4)