Partida Rol por web

Egar: la rebelión.

Organización

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24/06/2010, 02:20
Stefan Zavadsky

-Que eso ni me incumbe ni explica qué hago yo aquí -dijo, aunque de manera mucho menos desagradable de la que se habría dirigido a Florin-. Pero seguid. Por favor. Me interesa ver cómo de mal se puede llegar a poner esto -añadió, ácido.

Se dio cuenta de que la presencia de los tres soldados o lo que fuesen era lo único que impedía que se lanzase contra Florin para darle una paliza. Aunque su presencia era el motivo de que quisiera pegarle en primer lugar.

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24/06/2010, 10:06
Florin

Rowen sonrió con malicia y contestó antes de que Florin interviniera. - Nadie ha dicho que tengamos que llamar la atención a la alianza... hay miles de tropas de mercenarios en Gaïa, simplemente podemos pasar por unos mercenarios de estas tierras o antiguos habitantes de las mismas que quieren luchar para vengar las muertes de sus familiares... o cosas así. -

Florin asintió mirando a la guerrero acróbata. - Me gusta tu estilo, guapa. Stefan, te incumbe porque quiero que la ayudes. Que nos ayudes, mejor dicho. Ahí fuera van a encontrarse con gente cruel, sin escrúpulos, repugnante y que merece morir. ¿Qué mejor que otra persona igual que ellos para defenderla? Venga ya, mírala, pelirroja, bonita, tiene pinta de bondadosa... sabes que no duraría un asalto. Sin ánimo de ofender, preciosa. ¿Vas a decirme que permitirás que le pase algo? ¡Venga, hazlo por mi! ¡Por Florin! ¡Te eché orégano en el estofado! ¡Orégano! Eso se merece un premio y lo sabes. - dijo el zinner dándose palmadas en el pecho al empezar a exclamar.

En ese momento un hombre con cara asustada entró en la tienda a toda prisa. Tembloroso y con sudor intentó hablar, pero se le trababa la lengua. - Fl...Florin, te...tenemos un gr...gra...grave problema. Hemos vi...visto como los ex...exploradores ca...caían abatidos por fl...flechas y... hemos visto có...cómo rodeaban el cam...cam...campamento. No... no ten...tenemos salida. -

El gesto de Florin pasó a ser completamente serio y cuando habló su voz parecía ser diferente. Se le parecía mucho más a la voz del líder que Arkaid había dicho.

- Bien, me parece que tendremos que posponer esta reunión hasta... qué demonios, hasta dentro de muchos años. Oye pelirroja, tienes que salir de aquí. Vas a coger a tu caballo y vas a ir derechita al bosque y sin mirar atrás. ¿Me oyes? Si tienes que decir algo  que no sea 'De acuerdo' o una expresión similar ya te puedes ir largando o te cogerán a ti también. Eres nuestra única esperanza, así que salvo que quieras que la historia local te odie, cumple tu misión. Por eso y porque a esta gente les hace falta. Stefan, acompáñala. - el hombre volvió rápidamente al baúl de donde había sacado el mapa y cogió una bolsa que emitía unos sonidos tintineantes y se la lanzó al hombre. - Toma, tu sueldo del mes siguiente con un pequeño extra. Ahora ve de una vez a coger un caballo y sácala de aquí. ¡VENGA! -

Florin no esperó más y salió corriendo de la tienda de campaña mientras afuera ya podía escucharse las exclamaciones, la gente corriendo y las voces de lo que parecía la preparación de un combate.

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24/06/2010, 10:58
Rachell Caristeas

Rachell hinchó los pulmones apretando los dientes. Estaba apunto de replicarle que no necesitaba la ayuda de nadie para defenderse y que tenía NOMBRE. Porque ella no le llamaba señor barrigón-chistoso-que-no-sabe-comportarse. Le trataba de usted como le habían enseñado que debía dirigirse a desconocidos.

Entonces apareció un hombre en la tienda y a la warlock le faltó tiempo para agarrar la alabarda con ambas manos dispuesta a luchar. Lo que ordenó Florin la dejó un poco descolocada.

―Pero, pero… Yo no…

Miró a Thanos y a Rowen con preocupación. Quería que fueran con ella, pero estaba claro que no lo iban a hacer porque entonces tantos dificultarían la huída. Se abalanzó sobre el chico y le dio un abrazo muy fuerte entre que le mandaba un impulso a Edain para que acudiera donde estaba. Después hizo lo mismo con la acróbata.

―Cuidaros, ¿vale? –se separó de ellos y miró a quien sería su nuevo acompañante-. ¿Por dónde? Mi caballo ya está fuera.

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24/06/2010, 11:27
Stefan Zavadsky

Se le estaban poniendo las mejillas rojas de ira, pero en vez de quejarse se le ofrecía la posibilidad de escapar de escapar de un sitio que al parecer estaba siendo atacado, así que se quedó callado, cogió el dinero y asintió con la cabeza.

Si aquél campamento ardía y la cabeza de Florin terminaba clavada en una pica, él no lo iba a lamentar. Se volvió hacia Rachell cuando terminó de despedirse de sus amigos y después salió de la tienda con ella.

-¿A mí me dices? No conozco la zona. Voy a buscar un caballo.

Y la dejó con su montura, metiéndose entre el revuelo para hacerse con un caballo desatentido.

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24/06/2010, 11:51
Director

En el improvisado establo del campamento apenas había un par de caballos, pero allí había un chico (ya armado con una espada) que parecía haber recibido órdenes y le dió a Stefan uno de los animales.

Una vez fuera pudieron ver la escena. Caballería ataviada con las armaduras doradas de Abel y una cantidad ingente de arqueros, todos vestidos con la temática de colores naranjas, dorados y con el león de Abel. Así, a ojo, quintuplicarían como mínimo a los efectivos del campamento. Tanto Rowen como Thanos le dijeron a Rachell que no se preocupara, que la volverían a ver muy pronto y que se cuidara. La celsus pudo ver cómo se acercaban a Florin, el cual estaba equipado ya con una armadura de cuero y un arco, y le decían algo. El zinner los miró extrañados, pero acabó sonriendo y les dijo otra cosa que hizo que la pareja de amigos se fueran a otro punto del campamento.

Florin se giró hacia a ellos y les pegó un grito señalando a una dirección: el bosque. Parece que de allí no salía ningún imperial. Era el único camino, así que Stefan y Rachell montaron y salieron disparados hacia allí. El ejército de Abel pareció verlos y uno de los hombres de la caballería que vestía con una capa hizo un gesto hacia ellos. Diez caballos con sus jinetes arrancaron la marcha para seguirlos. La warlock y el ladrón les llevaban ventaja, pero era muy probable que acabaran alcanzándolos en algún momento. Contaban con la ventaja de ser sólo dos personas a  caballo en el bosque.

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24/06/2010, 12:36
Rachell Caristeas

La celsus se puso el yelmo de nuevo, montó en su yegua y esperó a que Stefan volviera donde estaba ella. Comenzó a acumular zeon por lo que pudiera pasar. Una vez Florin les indicó la dirección no le hizo falta ni tirar de las riendas para que Edain saliera corriendo como alma que lleva el diablo. Estaba un poco cansada del viaje, pero era joven y aguantaría a la carrera el tiempo suficiente para desaparecer de su vista.

Se dio cuenta de que los imperiales les seguían y soltó una maldición. No los contó, pero atisbó mas de cinco así que ni de casualidad podrían por ellos. Tenían que internarse en el bosque cuanto antes.

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24/06/2010, 12:44
Stefan Zavadsky

Nunca había sido un jinete experto, y hubiera preferido tomárselo con calma; encontró la motivación que necesitaba para correr en sus perseguidores. Espoleó al caballó tratando de mantenerse a la altura de Rachell, que parecía saber apañárselas muy encima de una de aquellas bestias.

Esperaba no estamparse contra ningún árbol en el bosque, al que Stefan miraba fijamente según se acercaban, soltando maldiciones por lo bajo. No quería mirar atrás y verles acercándose. Ellos eran muchos más; en su día había trabajado usando la ventaja del número y sabía de buena tinta que funcionaba.

Realmente esperaba que matasen a Florin.

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24/06/2010, 16:57
Director

Los 10 imperiales tuvieron que frenar cuando llegaron al bosque para no romper del todo su formación (similar a la punta de una flecha), así que la ralentización que provocaba Stefan con su poca habilidad a caballo se vió menguada, lo que significó una oportunidad de escapar. En el bosque parecía aumentar la cantidad de árboles por metro cuadrado y el 'camino' parecía bifurcarse en dos. Izquierda o derecha, había que elegir.

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24/06/2010, 17:43
Rachell Caristeas

Rachell enseguida le sacó ventaja a Stefan. No se dio cuenta, sino habría relajado a la yegua, pero estaba demasiado ocupada intentando recordar en qué dirección se encontraba la siguiente población. Era hacia la izquierda, pero entonces los Imperiales mandarían tropas hacia allí y no tardarían en interceptarles. Podrían ir hacia la derecha, despistarles y volver. De repente recayó en que debería haber cogido el mapa. Demasiado tarde.

―¡A la derecha! –le gritó al hombre.

Tiró de las bridas de Edain y esta redujo la carrera un poco al girar. Después volvió a arrearle con los talones para que acelerase.

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24/06/2010, 17:53
Stefan Zavadsky

Espoleó al caballo hasta que le dolieron los talones. ¿Qué había dicho la pelirroja? ¿Derecha? Si iba por la izquierda a lo mejor la perseguían a ella. En cualquier caso, tendría que escapar sólo de la mitad de soldados, si se dividían. Cuando cayó en la cuenta de que también podían elegir dejarla escapar a ella para ir tras Stefan, hizo cambiar de dirección al caballo y tomó el camino de la derecha.

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24/06/2010, 18:37
Rachell Caristeas

La warlock vio que Stefan la seguía de cerca, pero tenían que librarse de los imperiales o al final les cogerían. Tenía zeon más que de sobra, así que giró el torso para tener visión mas clara y trató de hacerle un conjuro a la espada del que iba delante para que su peso aumentara y lo derribase del caballo. Eso frenaría a los de detrás y con mucha suerte igual hasta se paraban.

- Tiradas (1)
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25/06/2010, 00:29
Director

De repente el hombre puso cara de sorpresa y se inclinó rápidamente hacia la derecha, cayendo estrepitosamente al suelo. El que iba a su diestra torció todo lo deprisa que pudo para no arrollar a su compañero y acabó estampándose contra el tronco de un arbol. El resto, algo aturdidos por lo que acababa de pasar, se juntaron unos metros más allá: sólo quedaban ocho.

Si seguía a ese ritmo en apenas cinco minutos estarían fuera del bosque... y aquellos malditos soldados no parecían tener intención de dejarles marchar.

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25/06/2010, 01:20
Rachell Caristeas

Rachel maldijo y repitió la jugada esperando que poco a poco se dispersasen. Técnicamente no debería hacerlo ya que luego tendría que darle explicaciones a su "protector", no estaba siendo especialmente discreta. Pero no quería que la cogieran los imperiales.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Y repito el conjuro cuantas veces haga falta xD En cinco minutos me da tiempo a tirar a todos.

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28/06/2010, 13:04
Director

Poco a poco y aunque intentaban remediarlo todos los jinetes acabaron en el suelo y la pareja pudo huir y salir del bosque en el que se habían metido para escapar. Cuando habían avanzado un buen trecho y consideraban que ya estaban lo suficientemente lejos como para no ser vistos aminoraron la marcha hasta casi parar.

Fue entonces cuando asimilaron lo que había pasado. Era muy probable que el ejército imperial hubiera arrasado todo el campamento. Thanos y Rowen incluidos. Y toda aquella gente... ellos habían escapado y habian dejado al resto a su suerte para que murieran.

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28/06/2010, 14:18
Rachell Caristeas

Rachell hizo cuanto pudo hasta que nadie les siguió. Estaba cansada, pero siguió espoleando a la yegua hasta que estuvo segura de que no les seguían. Stefan pareció darse cuenta también, y entonces Edain empezó a aflojar hasta caminar. Entonces la celsus se quedó pensativa. A aquellas alturas todos debían estar muertos, también Thanos y Rowen…

Se quitó el casco y miró hacia atrás en varias ocasiones con los ojos perdidos, comos i buscase un milagro. Sabía que aquello podía pasar, que estar en guerra traía muertes. Pero por alguna extraña razón siempre había pensado que ellos tres estarían juntos hasta… No sabía. La opresión del estómago y las ganas de llorar no le dejaban pensar mucho, pero tenía que seguir. Tenían una misión que completar. Se giró hacia el lanzacuchillos.

―Oye… Florin estará muerto a estas alturas y no tienes ningún compromiso conmigo. Si me… acompañases hasta la siguiente población lo agradecería –hizo una pausa, agachando la cebza-. Te llamabas Stefan, ¿no?

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28/06/2010, 23:30
Stefan Zavadsky

Estuvo prácticamente abrazado al cuello del caballo hasta que Rachell paró el caballo. Tiró de las riendas con brusquedad y el caballo estuvo a punto de encabritarse. Le dolía la ingle de saltar a lomos del animal; se acomodó y miró por encima del hombro para comprobar que ya nadie les seguía.

Pensó en lo que la pelirroja le ofrecía. Él nunca había estado en aquella zona, y estaba todo lleno de soldados. Las tripas de Florin ya estarían desparramadas por el suelo, con un poco de suerte. Posiblemente era hora de volver a la gran ciudad, recoger su botín y darse la gran vida. Pero antes tenía que salir de allí, y no estaba seguro de lograrlo solo.

Además, al mirar a Rachell le dio un vuelco el estómago. Le recordó durante a un momento a Alena, su hermana pequeña, cuando era niña. Y aun con yelmo, armadura y alabarda se resistía a dejarla sola.

-Sí. Te sigo -dijo en voz baja, y volvió a ponerse en marcha.

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29/06/2010, 17:00
Rachell Caristeas

La warlock paró el caballo y miró al horizonte intentando divisar algún punto al que ir. Se mordió el labio inferior y soltó las riendas para echarse el pelo hacia atrás. Tenía sed, así que revolvió entre las alforjas de la yegua hasta sacar un odre de agua. Después se lo tendió al otro.

―La población mas cercana estaba en la otra dirección pero… supuse que los imperiales tomarán la zona en breves. Estoy un poco perdida y sin mapa –se excusó-. Tu tampoco eres de por aquí, ¿no?

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29/06/2010, 17:09
Stefan Zavadsky

-No -respondió, después de dar un largo trago-, no soy de por aquí. ¿Podemos darnos prisa? Pueden haber ido a buscar refuerzos o yo qué sé.

Le devolvió el odre de agua y se puso en pie sobre los estribos para otear el horizonte, en busca de cualquier señal de un asentamiento humano al que dirigirse.
 

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29/06/2010, 17:28
Rachell Caristeas

―Claro, pero no creo que nos alcancen por lo menos hasta que demos con una población donde parar. Vamos, Edain.

Palmeó el cuello de la yegua y cogió marcha de nuevo, esta vez un poco mas tranquila que antes.

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01/07/2010, 01:37
Director

La pareja, callada y sin mediar apenas palabra, avanzó al trote por las planicies del norte de Togarini tras salir del bosque que separaba la zona del campamento de Florin y los suyos. Costaba mirar hacia atrás e imaginárselos a todos en el suelo, completamente muertos, así que intentaron pensar en otras cosas en lo que quedaba de viaje para alejar los malos pensamientos. No tuvieron mucho éxito.

Pero aproximadamente a la hora de camino advirtieron la presencia de lo que parecían unas casas. Volvía a haber humanidad que no parecía haber sido masacrada... Por lo que no pudieron evitar la tentación de acelerar un poco el ritmo para llegar antes.

Una vez se acercaron al poblado cuatro hombres con unas lanzas muy rudimentarias salieron de la parte de atrás de una de las casas más exteriores y se plantaron en la entrada: parecían haberlos visto cuando se acercaban.

- ¿Quién viene? - preguntó uno de ellos, con seriedad. No era nada normal encontrar en un poblado cualquiera una hostilidad de ese tipo.