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El Abad de los Bosques

El Abad de los Bosques

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29/11/2019, 14:01
Director

Nörsil repite los pasos de Bratynne prestando especial atención a cualquier indicio de una entrada secreta o un acceso invisible a los ojos humanos. No encuentra ninguna salida más que por la que han llegado, y cree estar muy seguro de ello.

Animada por Grombar, Bratynne inspecciona detenidamente el suelo en busca de huellas. A pesar de lograr un buen examen entre ambos, el suelo es tan confuso como un puzzle irresoluble: surcos y rendijas desiguales, baldosas de piedra irregular y nubes de polvo de dos colores diferentes: azulado y terroso, eliminan cualquier rastro que hubiera podido ser detectable alguna vez. 

Eyra se mantiene atenta y vigilante y Lelouch intenta recuperarse cuanto antes de su último conjuro. Mientras Nörsil y Bratynne especulan las múltiples posibilidades, Grombar sospecha lo peor... Las dudas le acorralan y la tensión aumenta con el frío, ahora ya casi glacial.

El tiempo parece detenerse, pero es una falsa ilusión. El aire de la estancia se inmoviliza y estanca. Los movimientos más simples se hacen pesados y el mero acto de respirar es costoso, punzando los pulmones con cada inspiración. Las mochilas de los aventureros apestan: las raciones de comida se están pudriendo. Todo lo que rodea el órgano encerrado en jadeíta aparenta morir, como si este absorbiera la esencia vital de las cosas a su alrededor.

Nörsil, ajeno a toda noción de mortalidad, es inicialmente el menos afectado... Pero sus ojos, vigías prodigiosos que no pierden detalle alguno, detectan un siniestro y esquivo movimiento en las escaleras... Entonces siente por primera vez el terror: la posibilidad de la muerte, cercana. 

Una anciana fantasmal desciende arrastrándose hacia ellos a cuatro patas, moviéndose como una araña a lo largo de las paredes y el techo. Su color azul y translúcido recuerda al espectro de la superficie, pero ahí terminan las coincidencias. Su aspecto es tétrico y maligno, su rostro envejecido recuerda al de una momia con cabellos largos, grises y muertos, sus brazos y piernas delgados en extremo, esqueléticos y consumidos, sus manos huesudas como garras de arpía y uñas afiladas como cuchillas...

La vieja se les acerca, lenta y cauta... Pero amenazadora. La víscera suspendida palpita con furioso ímpetu. Todo el grupo siente sus adentros convulsionarse: necesitamos un plan, y rápido.

- Tiradas (2)
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30/11/2019, 19:53
Grombar

Grombar, de espaldas al espectro, solo sentía la punzada del peligro inmimente y el eco del mismo sentimiento en los ojos de sus compañeros. Algo iba mal, podía sentirlo en cada poro de la piel. Entonces vio la mirada de Norsil y la siguió instintivamente, cerrando los puños alrededor del mango de su hacha. En guardia.

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30/11/2019, 20:43
Nörsil

Todos huelen ahora el contenido en descomposición que se superpone al aire viciado de la pequeña estancia. Nörsil además, acostumbrado al lento pasar de su edad sospecha los complicados efectos que esa magia tendrá en todos, quizás también en él.

Con voz queda pero firme indica a todos - Preparaos, yo lo tomaré del pedestal.

- Bratynne, prepárate para recogerlo. Y se sitúa en el pedestal de lado hacia la salida hace un gesto con la cabeza al clérigo y otro hacia el ceniciento espectro.

Notas de juego

(pretendo coger la jarra y lanzarsela a Bratynne)

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01/12/2019, 02:38
Lelouch

El clérigo apenas había participado desde el hechizo que había utilizado con grombar. Se encontraba exhausto, fatigado. Necesitaba algo de descanso. Además, el frío gélido, que hacía temblar continuamente su cuerpo y que le congelaba las extremidades, hizo que sus intervenciones se redujesen. En esta situación cualquier palabra emitida suponía un esfuerzo hérculeo para el clérigo. 

 

Al llegar a la siguiente habitación, pudo descansar, mientras sus compañeros la analizaban. Tras un rato en esta, un fantasmagórico espectro apareció. Lelouch, ya prácticamente recuperado, miró con cautela como la figura fantasmal se acercaba a a ellos. Algo en su interior le advertía de que su presencia no era amistosa, sin embargo, el suceso ocurrido anteriormente en la entrada de la abadía, lo hacía dudar. Consideró que el ser precavidos les podría ahorrar problemas mayores y procedió con la identificación del espectro. 

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Pretendo usar detectar el mal, en el espectro de la anciana.

He tirado dos veces por error, espero haberlo hecho bien xD

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01/12/2019, 08:58
Bratynne

Giró la cabeza hacia la figura. Un espectro azul traslucido, arrastrándose sobre cuatro patas, rostro humano... ¡Ah! A pesar del aura maligna de aquella araña fantasmagórica, Bratynne sintió pena y lástima porque imaginó que en algún tiempo aquel ser debió ser una mujer, quizás una guerrera o una ladrona como ella misma, y que su alma quedó atrapada en aquel lugar por la magia del abad como un insecto encarcelado en ámbar… ¿Quién fue ella? ¿Cuánto tiempo llevaría allí?

La voz del elfo la sacó de sus pensamientos. Norsil se había situado al lado del pedestal, en la única losa que parecía firme y desde allí parecía querer lanzarle la jarra en cuyo interior el corazón se debatía en malignas convulsiones. ¡Magnifico plan! Estiró los brazos hacia Norsil haciéndole entender que estaba lista para la recepción. 

Adelante dijo y el sepulcral frió hizo que de su boca saliera vaho, que sus dientes castañearan y que sus brazos temblaran

Notas de juego

No me ha quedado claro donde esta la mujer-araña ¿En la entrada?

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01/12/2019, 10:15
Eyra

Estaba de acuerdo con mis compañeros. Aquella sala parecía una trampa diseñada para matar de frío a cualquiera que se adentrase en ella. Si no nos movíamos rápido, pronto seríamos incapaces de movernos. Sin embargo, no era el frío el único peligro al que nos ateníamos.

Cuando vi aparecer a aquella mujer fantasmagórica, aferré con fuerza mi espada, dispuesta a atacar. Sin embargo, era un fantasma, por lo que probablemente mi arma poco podría hacerle. Pero, además del fantasma, había otra cosa que me preocupaba.

—¡Procurad no tocar el corazón!

Las raciones de comida parecían podrirse cuanto más cerca estábamos de él. Temía que si alguno de mis compañeros lo tocaran, acabarían tan podrido como nuestra escasa comida...

Sin embargo, si lográbamos adquirir el corazón, poco más tendríamos que hacer allí. Aquel fantasma no parecía moverse especialmente rápido, así que podríamos esquivarlo con facilidad... o eso me gustaba pensar. Lo único que teníamos que hacer era avanzar, así que traté de buscar con mi mirada una nueva salida que no fuera volver sobre nuestros pasos.

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01/12/2019, 10:47
Director

Notas de juego

@Lelouch Perfecto:)

@Beiron Sí , disculpas por no explicarme bien. El grupo se encuentra en esta sala pequeña que he mencionado, sin salida, y proviene de las escaleras que la han conectado con la sala anterior, la de las ratas. La mujer está descendiendo por las mismas escaleras que el grupo acaba de usar.

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01/12/2019, 12:50
Director

Amparado por Eyra y Grombar, permanentemente listos y en guardia, Lelouch repite el rezo que ya les reveló el mal incipiente en la sala del trono. El sencillo conjuro tampoco le defrauda esta vez: pronunciada la última palabra, el tono azul del espectro se endurece en un cobalto pesado, saturado y metálico. Brillos y luces caóticas y un aura achacosa impregnan las escaleras por donde pasa el ente. Sus intenciones, desde luego, no son amistosas... 

Nörsil, consciente de la amenaza que supone y del poco tiempo que tienen, toma la iniciativa. Valiente como nunca, se atreve a posar sus manos sobre el corazón vivo enjaulado en jade. El tacto es gélido y mortal, y el pequeño cristal entre sus dedos se siente como un peso enorme y abrumador que le encoge los hombros. Una corriente estremecedora le corre rampante desde las manos hasta la coronilla. Sus compañeros cercanos también la sienten.

El elfo responde reuniendo toda su voluntad y separando el vial del pedestal. En el mismo movimiento, lo lanza en dirección a la ladrona. El maléfico espectro contorna los ojos y sonríe sádico, desapareciendo al instante.

El órgano se agita y se voltea enfadado en el interior del líquido, y con él, el mundo parece volverse loco. El humilde pedestal élfico se parte ante ellos como atravesado por un rayo. Entonces todo gira: el techo se derrumba, las paredes se doblan como si fueran de barro húmedo y las baldosas, una a una, se rompen y separan por los surcos cada vez más ensanchados. El suelo se desmorona y los aventureros se precipitan a una caída mortal.

Bratynne consigue agarrar la reliquia y, ya habiendo tomado algo de carrerilla, intenta alcanzar la salida antes de perder el equilibrio por completo. A pesar del órgano molesto e inquieto, consigue mantener la mente fría y pisar en los frágiles puntos de apoyo justo en el momento oportuno para recibir el impulso necesario y alcanzar la entrada de un salto, instantes después de que las baldosas terminen de resquebrajarse y hundirse... Casi un milagro.

Nörsil no consigue recuperarse del calambre y la parálisis que le azota los nervios. Estando cerca del pedestal, su baldosa es una de las primeras en desplomarse. El valiente elfo intenta agarrarse primero a la madera, luego a la piedra: todo se le escapa, quedando a merced y precipitándose abatido.

GrombarEyra son arrojados al igual que Nörsil, pero los guerreros están enfocados y son más que conscientes de la trampa inminente. Sin enervarse, abandonan su peso al aire y buscan una salida estratégica al despeñamiento: a medida que caen detectan en las paredes contadas piedras y bloques desencajados y salidos que pueden servir de asideros, quizás incluso como travesaños para descender con seguridad.

Ambos intentan agarrarse a ellos para evitar caer desplomados, pero la maniobra es extremadamente difícil sin contar con un lugar firme donde sostenerse. Eyra trata de engancharse al canto de un saliente, pero el extremo se le escurre. Grombar logra aferrarse a la punta de una roca asomada, pero su fuerza asombrosa juega en su contra y el pedrusco acaba quebrándose por el peso. Ambos se unen inevitablemente al elfo.

Lelouch es espantado y sacado repentinamente de la concentración mágica. Su ruina parece más asegurada que la de ningún otro cuando sus botas pierden todo soporte, viéndose tan desmoronado como el techo. Asustado, agita las manos sin control, y para su sorpresa, encuentran un pequeño nicho del tamaño suficiente para quedarse colgado de él, sin haber descendido más que unos centímetros. 


Eyra se recoge sobre sí misma y se acurruca en plena caída. Hecha una bola, quiere evitar hacer contacto con la rodilla izquierda a toda costa, víctima de una grave lesión en el pasado. Sintiendo el nuevo suelo próximo, tensa brazos y piernas. Tras llevarse un doloroso costalazo, permanece en movimiento y rueda un par de metros hasta detener su voltereta, magullada pero relativamente bien parada.

Grombar confía en su fuerza bruta hasta el final e intenta agarrarse a todo lo que puede. Aunque no consigue afianzarse, se deja las uñas y los nudillos por toda la altísima pared, tanto que el esfuerzo ha conseguido detener la violenta bajada unos pocos microsegundos y, mínimamente, amortiguarla. El heroico bárbaro aterriza con dureza sobre sus rodillas, flexionadas y oportunistas como resortes infalibles, lastimado pero sin gravedad.

Nörsil se lleva la peor parte. El pobre elfo ve que el pedestal de madera era sostenido por una endeble columna a la que trata de abrazarse con ahínco desesperado. No solo no lo consigue si no que se choca contra ella, recibiendo además incontables golpes de chinas y guijarros que le bombardean desde el techo. Dándose por muerto, Nörsil se cubre el rostro y cae durante unos largos segundos que se le hacen infinitos. Después de descender bruscamente casi siete u ocho metros se lleva el peor batacazo de su larga vida y queda estrellado contra tierra firme, expirando traumatizado lo que cree su último aliento.

- Tiradas (9)

Notas de juego

Bratynne y Lelouch pueden descender hasta los demás utilizando los asideros descritos con relativa seguridad (Agilidad dificultad 5)

Eyra 8 puntos de daño.

Grombar 9 puntos de daño.

Nörsil 15 puntos de daño.

Segundo crítico también de @Beiron y su afortunada ladrona:)

¡ Tercero de @Lelouch !

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01/12/2019, 17:07
Nörsil

-Cough, cof, cof. - tose con dolor envuelto en la polvareda que se ha levantado tras el estruendoso colapso.

Manteniéndose muy tenso, trata de alcanzar un bolsillo de la mochila y saca una botellita envuelta en cuero. Con dificultad bebe un sorbo de la botella.

Con voz ronca - ¿Estáis bien? Sintiendo los efectos del bebedizo se levanta con dificultad.

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01/12/2019, 17:34
Director

El trago de la pócima recompone escasamente al apurado elfo, a duras penas lo suficiente como para desenterrarse de los escombros y tratar de levantarse, la brillante armadura abollada y deslustrada, su grácil figura aplastada y molida...

- Tiradas (1)

Notas de juego

3 puntos curados, ánimo elfo valiente:)

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01/12/2019, 17:45
Nörsil
- Tiradas (1)

Notas de juego

Bebo otro sorbo.

@Merebor De acuerdo, ¡cuantos consideres!

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01/12/2019, 20:51
Eyra

Al principio me sentí aturdida, pero... poco a poco, fui pudiéndome incorporar. Tenía algunos rasguños, y golpes por todas partes del cuerpo, pero... por fortuna, nada especialmente grave. Ni siquiera la rodilla, que tantos problemas solía darme. Podía sentirme afortunada.

—Bien por aquí —dije, una vez pude ponerme en pie.

Luego me sacudí el polvo y miré a mi alrededor. ¿Dónde estábamos ahora? ¿Nos habría perseguido aquel ser fantasmal? ¿Cómo estaban mis compañeros? Nörsil, quien bebía su poción, parecía malherido... pero, ¿y los demás? Al menos esperaba que hubiéramos podido conseguir nuestro botín...

—¿Tienes el corazón, Bratynne?

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02/12/2019, 07:50
Bratynne

Puf Suspiró de alivio. Pasó el dorso de la mano por su frente ¡Había estado cerca! Bratynne se inclinó entonces para asomarse al borde del pozo que se había descubierto con el derrumbe. En el fondo, sus compañeros. Todos parecían estar bien menos el elfo. No alcanzaba a verlo. Entonces unas rocas se movieron un poco, luego un poco más y de debajo de ellas emergió finalmente Nosril. Sus movimientos eran pesados y lentos, debía estar herido, el elfo cogió algo que Bratynne identificó como una pócima y la bebió, luego preguntó a ella y Lelouch como estaban

Estamos bien respondió contenta de escuchar la voz de Nosril.

Tenemos la reliquia. examinó entonces la pieza que tenia en las manos: aquel corazón indómito que se negaba a dejar de latir a pesar de que había sido separado del resto del cuerpo. 

¿Hay alguna salida allí abajo? Preguntó a la vez que analizaba el pozo: siete metros de profundidad, asideros en las paredes, descenso sencillo.

 

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02/12/2019, 16:42
Lelouch

Lelouch, se agarró con fuerza al saliente de manera que su cuerpo quedó colgando. Notaba la tensión en sus dedos pero frente a la gran caída eso no era nada. Tras unos instantes logró colocarse en una posición más cómoda apoyando sus pies en uno de los salientes que descendían hasta el final del abismo. Salvo Bratynne el resto habían caído al vacío, por lo que esta rápidamente preguntó por su salud. Lelouch estaba preocupado pero se alegró al oír las voces de Eyra y Norsil. Grombar no había hablado pero nadie dudaba de la entereza del valeroso guerrero. 

 

El clérigo pensaba que lo más útil sería reunirse y continuar como un grupo. Asi que tras las palabras de Bratynne añadió:

Hay unos salientes que descienden hasta donde os encontráis. Si hay alguna salida podríamos bajar cuidadosamente y reunirnos.

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02/12/2019, 18:26
Director

Lejana, una risa desquiciada de mujer anciana resuena cruel desde el arco de las escaleras hasta el fondo del pozo en el que se encuentran. Los ecos rebotan vibrantes entre sus cuatro paredes. No hay salida aparente: ni puertas, ni ventanas, ni pasillos, ni un solo agujero. Solo una runa medio oculta y solitaria decora la estancia, encerrada y fúnebre: Hambre

Eyra se reconforta de la lejanía de la carcajada: el ser fantasmal les observa, pero desde la distancia. Se burla, pero en realidad les respeta. Nörsil, algo mejor tras saciarse del brebaje curativo, trata de convencerse de lo mismo, sin poder olvidar la mirada y la sonrisa retorcida que le cruzó antes del accidente.

Grombar, tras cerciorarse de estar libre de lesiones, recoge la antorcha de Lelouch, caída junto a él. La débil llama remanente alumbra con timidez una línea cavada en el suelo rocoso.

El bárbaro, con manos y pies, empieza a barrer el suelo de cantos y piedras. Eyra se une a él, cuando ambos se dan cuenta de que muchas de las piedras en realidad son huesos rotos: costillas, tibias, húmeros, mandíbulas, cráneos... Todos de origen humano. La mayoría de trozos se acumulan en el centro, donde ahora centran su esfuerzo. Entre impresionados y asustados por el hallazgo, Bratynne y Lelouch descienden hasta sus compañeros para ayudar.

Las líneas confluyen entre sí formando un pentagrama invertido. El pentagrama ha sido toscamente horadado escarbando zanjas por las que corre vivamente el mismo líquido sangriento que ya han visto antes en los muros del exterior. En la punta de cada una, al inicio de cada trazo, hay una elaborada boca grabada: cinco en total, dotadas de afilados dientes metálicos y alrededor de las cuales se observan algunos parches de musgo granate. Las desgraciadas bocas tienen algo de relieve y profundidad... La suficiente como para introducir una mano.

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02/12/2019, 19:40
Grombar

Grombar frunció el ceño tras el descubrimiento del pentáculo y las hambrientas bocas que sólo presagiaba más dolor. Se irguió y sopló la llama de la antorcha para avivarla. Recogió su arma que yacía semienterrada entre los cascotes.

-Bratynne, ven a ver esto. Es algún tipo de mecanismo o trampa. No pienso meter la mano ahí dentro -se hizo a un lado y buscó en su mochila algo con lo que alimentar la antorcha.

El bárbaro estaba seguro de que esa vieja insidiosa volvería y no quería enfrentarla a oscuras.

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02/12/2019, 19:59
Bratynne

Cogió la antorcha y se acercó a donde le señalaba el bárbaro refunfuñando entre dientes. Quería que investigara donde el no se atrevía a meter la mano por miedo a que fuera una trampa. ¡Gajes del oficio! Se dijo a si misma mientras acercaba la luz, intentando ver que había dentro de aquellas extrañas oquedades con forma de boca distribuidas en las puntas del pentagrama.

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02/12/2019, 20:13
Director

Bratynne no tarda en corroborar las palabras de Grombar. El recelo del bárbaro es bien fundado: entre los dientes metálicos de las bocas hay muelles y tensores que seguro se dispararán al detectar contacto... Bajo ellos, una cavidad alberga el plasma rojo que fluye por las zanjas que forman el pentagrama.

La experta ladrona alcanza a ver una muesca en el interior de la cavidad. El nivel de la sangre está a varios centímetros por debajo de ella. 

- Tiradas (1)
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02/12/2019, 22:22
Eyra

–Cinco boca y cinco somos nosotros –dije en voz suave, más para mí misma que para mis compañeros–, qué siniestra coincidencia.

Por supuesto, yo... como Grombar, no pensaba meter mi brazo allí. Aún tenía muy presente lo del trono, como para jugarme a ser de nuevo devorada por algún extraño mecanismo-demonio. Sin embargo, lo que sí hice, fue coger un hueso largo... quizás algún fémur, y probar a introducirlo ligeramente en una de las bocas.

Veamos si te gusta esto...

No sabía si reaccionaría o no, aunque tenía curiosidad.

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02/12/2019, 22:47
Director

Eyra, veterana en tretas demoníacas, toma el fémur más largo que encuentra en el pozo. Al hacerlo, no puede evitar notar que las baldosas a sus pies son tan irregulares como lo eran en el pedestal superior, y al presionar se sienten igual de huecas. Tampoco los bloques en las paredes encajan, pareciendo tomados de habitaciones diferentes, con texturas, tonos y medidas completamente azarosos. Todo este foso huele a engaño.

La avezada guerrera lleva a cabo su experimento. La reacción es inmediata. Tan pronto el fémur es introducido y bañado en la sangre de la cavidad, los afilados dientes metálicos se cierran despiadados y parten el desvalido hueso, quebrándolo y descuajándolo en menos de un segundo.

Los aventureros sienten un pequeño temblor bajo ellos, distante e incierto. Al siguiente instante, la letal mandíbula de la boca vuelve a abrirse y los pedazos de restos óseos viajan subsumidos en el río sanguíneo del pentagrama, sin más efecto.

Si eso hubiera sido una mano, ya no estaría unida a su cuerpo.