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El Abad de los Bosques

El Abad de los Bosques

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08/12/2019, 12:54
Grombar

-¡Todos a la cuerda! ¡Eyra conmigo! -bramó Grombar mientras echaba mano de su hacha- a menos que sepáis volar. Eso cosa no ha venido a charlar.

El guerrero dio un paso atrás, acercándose a la pared del pozo. El bárbaro balanceaba su hacha sin perder de vista la sombra bajo el agua ensangrentada. Una sonrisa lobuna afloró a sus labios, al fin un combate digno.

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08/12/2019, 16:30
Eyra

No hacía falta que Grombar me apremiara para que me colocara a su lado, espada en una mano y escudo en otra.

–Debemos acabar con lo que sea antes de que estemos flotando –respondí al bárbaro.

Si no lo hacíamos rápido, seríamos incapaces de luchar. Ya costaba moverse con la sangre por las rodillas, sería imposible si la sangre sobrepasara nuestro torso. Además, aquello que buceaba parecía estar realmente cómodo bajo el líquido...

Vamos, muéstrate...

Intentaba vislumbrar las ondas que se formaban al bucear aquella cosa, tratando de predecir el camino que tomaría y soltar una estocada allí donde pudiera pasar. Debíamos matarlo pronto...

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08/12/2019, 23:21
Nörsil

- Atentos. Intentemos pescar.
El elfo con su mano libre. Saca de la mochila el brazo del totem y lo sostiene con su brazo extendido horizontalmente y dispuesto a ensartar con la punta de su espada a lo que aparezca.

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09/12/2019, 07:17
Bratynne

El nivel del líquido subía y subía, llegaba ya hasta sus rodillas, la ladrona fue hacia la cuerda. Antes de encaramarse y trepar lanzó un par de miradas hacia arriba, hacia el saliente ¿Estaría allí otra vez el espectro de aquella mujer? No lo veía, así que sacó los virotes de su ballesta y los sujetó en la boca y después trepó hacia arriba agradeciendo salir de aquella piscina cubierta por aquel líquido asqueroso y rojo que le estaba calando los pantalones. Además, desde arriba, tendría una mejor posición para disparar.

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09/12/2019, 11:38
Director

Un contorno umbrío y alargado se proyecta en las aguas insidiosas, escurriéndose serpentinamente entre los huesos flotantes. Moviéndose a gran velocidad, arrastra tras de sí los despojos que se cruzan en su camino, que parece acariciar sibilino. Los aventureros auguran lo peor: Aún sin haberla visto, esa cosa parece no tener fin. No es desencaminado pensar que mida tanto o más como el pozo en que se encuentran. Un rimero de burbujas chispean agolpadas donde antes se veía el pentagrama. Está vivo.

La mente belicosa de Grombar comprende lo que va a ocurrir y llama a todo el grupo a su lado. El bárbaro calienta la muñeca balanceando la pesada hacha mientras señala con la mano libre la cuerda. Lelouch corre a esconderse detrás de él y mira la cuerda atada arriba, más atractiva que nunca, deseando que no hubiera un techo sobre ellos y para poder trepar por ella hasta el cielo.

Eyra es consciente de la ventaja de la criatura, sabe que se siente cómoda y segura en su medio. Por eso, ya con la espada lista y el escudo en posición defensiva, se posiciona al frente, buscando asestar el primer golpe. Del mismo modo Bratynne busca la superioridad táctica para su ballesta y ello la lleva a trepar de vuelta hasta el piso superior. Para su alivio, no hay rastro del espectro arácnido... Por ahora.

La valentía de Nörsil no conoce límites y no parece medrar pese a sus atrevimientos. Sintiéndose seguro tras el mithril, el elfo toma el brazo de ónice y lo extiende horizontalmente. La sombra misteriosa y la mano de oro reaccionan a la vez, la una atraída por la otra: los dedos de la reliquia se extienden temblorosos como si implorasen ayuda; la corriente opaca enfila su rumbo hacia ellos, rápida y mortal, oscureciéndose al acercarse...

Eyra no espera más. Adivinando el curso de su objetivo, su espada es la primera en hundirse. El acero entra en contacto con una columna dura y escamosa. La guerrera persiste y hiende la hoja tanto como sus fuerzas le permiten, atravesando el cuerpo viscoso de extremo a extremo. La criatura se convulsiona violenta, claramente afectada y herida. Eyra siente como el ser agita su cuerpo conmocionado y rectifica presta el movimiento, recuperando el arma que podría haberse quedado problemáticamente enganchada.

Nörsil, en idéntica anticipación, manipula la reliquia y efectúa seguro una aguda estocada donde sabe que la oscuridad se concentrará... Pero para su desgracia, sus músculos todavía afectados por la grave caída no consiguen reunir la fuerza suficiente. El mithril conecta pero la resistencia de la armadura reptiloide es superior.

Entonces el enemigo responde. Emergiendo siniestra de las aguas granates, la serpiente abisal por fin se deja ver: negra, larga, escuálida y asesina. Tan magra se ve que no parece haberse alimentado en meses, pero no por ello sus dientes se ven menos amenazadores: curvados y afilados como sables, probablemente más letales aún que las bocas del pentagrama. Sobre ellos, tres pares de ojos macilentos y demacrados analizan su entorno veloces para acabar todos ellos fijados y clavados en la reliquia que sostiene Nörsil...

El elfo, dándose cuenta del peligro que corre, trata de reaccionar... Pero es demasiado tarde. La cabeza de la sierpe se enrosca sobre su brazo izquierdo y encierra los dientes despiadada. El metal élfico y encantado se empeña audaz en resistir la presión pero termina cediendo, incapaz de contestar la fuerza tajante de los colmillos. Nörsil, chillando a lágrima viva un grito desgarrador, los siente traspasarle y sufre un dolor inexpresable, su sangre manando a borbotones y mezclándose con las aguas, enrojeciéndolas aún más... Su vista nublándose en un mar de dolor inaguantable e insoportable, donde su muerte nada muy cercana...

Acribillado, sin sentir el brazo y a punto de perder la conciencia, el elfo castigado deja caer la reliquia. Cuando esta chapotea, por fin el monstruo abismal pierde el interés y libera a su pobre víctima de la prisión. Zafándose con sus últimas fuerzas, un Nörsil moribundo solo puede dejarse caer, anegarse y abandonarse al dolor extremo que ahoga sus sentidos...

Por si no pudieran empeorar más las cosas, el nivel del agua sigue aumentando: Ya a todos les llega casi hasta la cintura. Dentro de poco ya no harán pie, y entonces serán presa fácil para su pérfido verdugo...

- Tiradas (8)

Notas de juego

Los que quieran involucrarse en combate, se agradecerá la tirada de iniciativa. Para auxiliar a nuestro pobre elfo no hace falta.

@Merebor Te he consumido suerte para conservarte consciente, pero esto solo podrá ocurrir una vez. Puedes actuar pero imagínate muy limitado. ¡¡¡Ánimo Nörsil!!! 

@Beiron Desde la posición elevada Bratynne tiene +1 a la tirada de ataque. El manual solo lo menciona para ataques cuerpo a cuerpo pero me parece tontería no aplicarlo también a los proyectiles:)


Eyra ataca, impacta y causa 11 puntos de daño a Gula (herida).

Nörsil ataca, pero falla, a Gula.

Gula ataca, impacta y causa 15 puntos de daño a Nörsil (moribundo + lesión grave brazo izquierdo).
 

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09/12/2019, 15:43
Lelouch

Lelouch se impresionó al ver aparecer la enorme serpiente negra que parecía salida de sus peores pesadillas. Su cuerpo escamoso lucía realmente duro aunque no lo suficiente como para que la poderosa Eyra no lo atravesase. - Tenemos que matarlo si queremos continuar - se dijo el clérigo a la vez que pensaba en realizar un ataque sobre el inmenso monstruo. No obstante, sus pensamientos cambiaron con brusquedad cuando la mandíbula del reptil se ciñó sobre el brazo de su compañero. - ¡Hay que ayudar a Nörsil! bramó Lelouch.

El grito desgarrador del elfo le dio al religioso la determinación suficiente para dejar sus temores a un lado. Con presteza, Lelouch se concentra y comienza a recitar su conjuro. La sensación de humedad en sus piernas en condiciones normales lo molestaría pero su ensimismamiento parecía ser absoluto. ¡Aguanta Nörsil, por favor! - pensaba una y otra vez mientras enunciaba el hechizo. Sus energías estaban dedicadas a una única empresa, salvar al valeroso elfo.

- Tiradas (1)
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09/12/2019, 17:47
Bratynne

Una vez alcanzado el saliente, la ladrona descolgó la ballesta de su espalda, tensó la cuerda y puso uno de los virotes en la guía y apuntó hacia abajo. Desde aquella altura el panorama se establecía con más nitidez: No tardó en distinguir bajo las púrpuras aguas una sombra alargada que se movía directa a Nosril… Fue a avisar a su amigo, pero su intento se interrumpió: una sierpe negra y escuálida emergió de entre las purpuras aguas, abrió su boca, dientes blancos y enormes cerniéndose  sobre el brazo del elfo que sostenía  la reliquia ¡El maligno brillo de sus tres ojos atravesaba la oscuridad!  El elfo gritó de dolor, ¡Maldita bestia! Entonces Bratynne apuntó con cuidado, contuvo la respiración, apretó los dientes !Tenía que salvar a Nosril¡ No podía fallar ¡No! ¡No fallaría!

- Tiradas (2)
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09/12/2019, 23:27
Grombar
- Tiradas (1)
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10/12/2019, 10:33
Eyra

Logré acertar a aquella criatura, aunque... eso no significó acabar con ella. De hecho, tras mi ataque, en vez de responder a mí como imaginaba que haría, fue directa a Nörsil. Sí, todos los seres vivos de aquel lugar parecían tener cierta predilección por las reliquias que habían escondidas.

Nörsil cayó, y... con él, todo lo que tanto esfuerzo nos había costado conseguir.

–Ayudad al elfo –grité, mientras yo iba directa a por las reliquias.

Sabía que aquella cosa atacaría a quien tuviera las reliquias, así que... pensaba hacerme con ellas. De esa forma, les sería más fácil a mis compañeros ayudar a Nörsil. Sólo debía estar preparada para defenderme, algo que no me sería difícil gracias a mi escudo.

Notas de juego

Mi idea es recoger las reliquias. Aunque si me da tiempo a atacar también, ataco, xD

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10/12/2019, 17:39
Nörsil

- ¡Aaargh! - todo sucede muy rápido, los golpes de sus compañeros, su golpe fallido, el profundo mordisco. La visión se le nubla a Nörsil cuando cae hacia atrás al ser soltado por la bestia.

Cae en los brazos de Lelouch que en un gesto forzado lo sujeta por las axilas y posa una mano sobre el rostro de Nörsil. El flujo de la vida pasa del clérigo al elfo quien siente lo cerca que ha estado de la adnê's y cómo regresa al complicado lugar en el que están sus compañeros y él mismo.

Al recuperarse hace un gesto de asentimiento al clérigo. Y se pone en disposición de seguir en el combate.

- Tiradas (1)
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10/12/2019, 18:32
Director

Lelouch acude veloz al auxilio de Nörsil, como si su propia vida le fuera en ello. La brutal imagen que acaba de presenciar ha arremolinado en su interior todos los sentimientos que le llevaron a convertirse en acólito. La muerte se pasea entre ellos y el monstruo es el sicario que clama las vidas en su nombre...

...Pero los dioses no han determinado que la vida de este elfo acabe hoy. Sujetándolo, Lelouch extiende la palma de su mano sobre la raíz de la profunda hemorragia. Como por obra de milagro divino, el brazo maltrecho comienza a sanar: la sangre deja de manar, la carne se reconstruye, los tendones tornan a su enlace, el hueso recupera su forma y el terrible desgarro queda reparado... Nörsil acaba de resucitar, rebosante de fuerza y energía, rescatado de un amargo final. Lelouch queda exhausto y agotado - sin duda, el mayor esfuerzo que ha realizado nunca.


--Nörsil, extático y vibrante, saborea eufórico el sabor de la vida recobrada: aún en el pozo fétido en el que se encuentra, se deleita unos segundos tocando, mirando, escuchando, oliendo... Son sensaciones de las que había estado a punto de despedirse para siempre.  El placer de volver a vivir es demasiado grande, apasionado y embriagador... Aunque el elfo trata de reubicarse y contraatacar, el estupefacto espadazo yerra de mucho.

--Eyra, movida bien por brillante estrategia o por una codicia subyacente, acude rápida a recuperar la mano de oro. La guerrera está dispuesta a desprenderse de su arma con tal de recuperarla cuando, para su sorpresa, es la propia reliquia la que se agarra y se engancha firme a su muñeca, como negándose al final hundido y patético al que era abocada. Eyra siente un afecto cálido al contemplar la perfección del metal precioso y el compuesto perfecto del ónice, tan obstinadamente sujeto a ella... Determinada, levanta su escudo, dispuesta a defender la reliquia de cualquiera que intente arrebatársela.

 --A Grombar no le gusta el líquido rojo y sangriento que está cerca de empaparle, y menos si esa sangre pertenece a uno de sus compañeros. El bárbaro ataca a la serpiente lleno de furia, dispuesto a rebanar, despedazar y triturar al reptil traicionero. La cabeza del monstruo marino responde sumergiéndose a toda velocidad; el hacha se hunde y se clava en ella igualmente, pero el agua amortigua ligeramente la cadencia del golpe. El ser abisal ha sobrevivido... A duras penas.

----La sierpe esperpéntica se siente acorralada y desesperada. En su estado desnutrido y malherido, solo desea huir y esconderse... Pero la llamada de la reliquia es superior. Los seis ojos enfermos no pueden apartar la mirada posesa de la reliquia, la mano de oro asegurada a la muñeca de la guerrera... Y emprende de vuelta su ágil vuelo acuático.

--El monstruo extiende al máximo su larguísimo cuerpo y se lanza contra Eyra hecho un torrente destructor. La guerrera alza su escudo en el momento oportuno, pero este recibe tantas dentelladas como si le hubiera caído encima un tornado de pirañas. Incapaz de subsistir, el firme escudo acaba rindiéndose y reventando en diminutas astillas de madera y esquirlas de metal. En su caída, uno de los colmillos encuentra el muslo derecho de la guerrera y se clava en él, causando una nueva herida, dolorosa y supurante, pero lejos de mortal.

--Bratynne observa la escena con horror. El apuro y sufrimiento de sus compañeros le es insoportable, debe intervenir rápido: el enemigo es demasiado fuerte e impredecible. La ladrona calcula con determinación los patrones de movimiento de la serpiente; la nauseabunda fluencia de su nado ondulante. Lo reconoce primero tras el ataque a Nörsil, que luego repite idénticamente contra EyraBratynne ya lo ha comprendido. Audaz y segura, apunta la ballesta y dispara en el mismo instante y posición en el que sabe que aparecerá el monstruo... Y así es como ocurre: El virote hace diana en su repelente cabeza, justo cuando esta emergía para un nuevo ataque, la lengua viperina no puede más que tragarse el certero proyectil: directo, potente y demoledor como un cañonazo en una muralla. 


El cuerpo endriago del horrible ofidio se sacude epiléptico y desfallece en súbito final. Sus tres pares de ojos malignos se cierran mientras sus escamas se pudren y descomponen aceleradamente. Al mismo tiempo, el nivel del agua purpúrea desciende apresurado, drenándose hasta dejar el pozo prácticamente seco. El centro de la sala, donde antes descansaba el tétrico dibujo del pentagrama, ahora es ocupado por unas escaleras de caracol que descienden hacia la oscuridad indescifrable.

Los aventureros tratan de recuperar el aliento. Han hallado todas las runas y superado sus adversidades; forzosamente tras esas escaleras debe hallarse la última reliquia, y con ella su premio... O su condena.

- Tiradas (11)

Notas de juego

RESUMEN DE ASALTO

Orden de iniciativa:
Lelouch (xx) Nörsil (20) Eyra (20) Grombar (16) Gula (16) Bratynne (15)

1- Lelouch cura (crítico) 26 puntos de golpe a Nörsil y restaura la lesión.

2- Nörsil ataca, pero falla a Gula.

3- Eyra consigue la reliquia Mano de oro y ónice.

4- Grombar ataca, impacta y causa 8 puntos de daño a Gula (gravemente herida).

5- Gula ataca, impacta y causa 9 puntos de daño a Eyra y rompe su escudo.

6- Bratynne dispara, impacta y causa 8 puntos de daño a Gula (muerta).

CONCLUSIÓN RONDA 1: VICTORIA DEL GRUPO

Lelouch (Ileso, agotado) Nörsil (Ileso y curado de lesión) Grombar (Herido leve) Bratynne (Herida leve) Eyra (Herida, escudo roto)

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10/12/2019, 21:27
Nörsil

Nörsil jadeante se gira y abraza a Lelouch. Sin darse un instante para recuperar el aliento no para de hablar parece estar extasiado de la vida que le recorre.

- ¡oL ,somicih hcuoleL! ah odis osorbmosa. soL sesoid et nahcucse.

- ¡ovarB ,ennytarB! ¡zadua y asicerp! -mirando hacia arriba.

- ¡rabmoG, aryE! siebah odahcul omoc senoepmac ed sol sopmeit soremirp. adnauC somitsiser ne le osap led ohcertsE otsogna ne al arreuG led ablA. - dice comprobando el estado de sus compañeros Eyra y Grombar.

Quizás no lo entienden todos al no hablar élfico, pero el reconocimiento, el agradecimiento y la alegría, traspasan la barrera del idioma.

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10/12/2019, 22:01
Eyra

Lo tenía, ¡tenía la mano! O, más bien, ella me tenía a mí... Aferrada a mí tal como estaba, parecía no querer desprenderse de mi brazo por nada del mundo, y... por alguna extraña razón, yo tampoco quería desprenderme de ella. De lo que sí me desprendí, fue de los trozos de escudo... El escudo estaba inservible, ya... Aunque con aquella reliquia, podría comprarme cientos de ellos.

–Tengo la mano –dije en tono serio a mis compañeros–, pero... faltan la cabeza y la pierna.

Tal como lo decía, tanteaba con mi brazo libre en el agua alrededor mía. Con algo de suerte, lograría dar con alguna de las reliquias... Si no, tal vez las hubiéramos perdido para siempre.

¡Vamos...! ¿Dónde estáis?

No quería ni imaginarlo, con todo lo que nos había costado conseguirlas... ¿de verdad tanto esfuerzo para nada? Me negaba a creerlo... Al menos Nörsil estaba sano, aunque no apenas pude contestarle a la efusividad con la que me hablaba en elfo... No podría hasta que diera con las reliquias que faltaban.

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10/12/2019, 22:59
Bratynne

Guardó los virotes y volvió a anudar la ballesta a su espalda. Bratynne bajó ágilmente por la cuerda y en el último tramo saltó para caer en el fondo del pozo con un PLAF que salpicó de gotas rojas a Grombar.

Jajaja. Rió alegre de ver que Nosril estaba bien. Dio una palmada en la espalda del elfo y guiñó el ojo a Lelouch ¡Bien hecho!

Jajaja rió de nuevo ¿Qué buscas Eyra? Y conforme preguntaba dio unos toquecitos con el dedo a la bolsa que colgaba en bandolera de su hombro. ¡Las reliquias están aquí! Jejeje rio pícaramente

¡Ah! Dio un respingó como si hubiera recordado algo y fue hacia el cadáver de la sierpe negra, se agachó y agarró el virote que le faltaba

Se me olvidaba algo… tiró y tiró, pero estaba clavado muy profundo

Siguió tirando hasta que cedió

Creo que nos queda poco para acabar esta aventura… señaló con la saeta el agujero por el que descendía una escalera de caracol y la sangre que la empapaba cayó goteando sobre el suelo TiC TOC TOC

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11/12/2019, 02:27
Lelouch

Amigos... - dijo Lelouch exhausto pero con una gran alegría - ¡Hemos sobrevivido! Se sentía agotado, ayudar a su compañero era algo necesario y ahora se estaban manifestando las consecuencias de ello. - ​​​​​​¿No deberíamos quizá tomar un breve descanso antes de continuar? Nuestra condición no es la más óptima para encontrar más aventuras - dijo señalando las piernas de Grombar y Eyra. - Comer algo siempre sienta bien... 

Notas de juego

Dado que estoy agotado he dado por hecho que puedo descansar (no se si es válido)

 

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11/12/2019, 10:40
Eyra

Cuando Bratynne mostró las reliquias, di un ligero suspiro de alivio a la par que cesaba la búsqueda. Por un momento, temí lo peor... y es que, por alguna extraña razón, pensé que lo que había caído era toda la bolsa y no únicamente la mano.

Finalmente me acerqué al elfo y observé su estado. Tras la cura de Lelouch, parecía casi en mejor estado que yo...

–¿Cómo te encuentras?

Diría que estupendamente, pero... no debíamos olvidar que nuestro compañero había estado al borde de la muerte momentos antes. En cuanto a la idea del clérigo de descansar, asentí con la cabeza conforme.

–Un pequeño descanso no vendrá mal –añadí, a la par que retiraba la reliquia de mi brazo y lo guardaba a buen seguro en mi bolsa de viaje–. Pero solo unos minutos, nada demasiado largo.

No quisiera que el espectro de antes nos volviera a dar caza.

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11/12/2019, 15:41
Nörsil

- ¡Estoy fantástico Eyra!, casi no me lo creo lo vivo que estoy a pesar de toda esta podredumbre y encierro.
Tumbaos si lo necesitais yo vigilare primero...

Enfundo la espada. Saco el arco y vigilo la bajada de las escaleras. Aunque también echo alguna mirada hacia arriba, consciente de la intranquilidad de Eyra y Bratynne.

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11/12/2019, 23:40
Director

El grupo acuerda un pequeño y necesario descanso tras el intenso combate. Los efectos de la fatiga son severos: la privación del sueño, la ausencia de luz, la carencia de aire puro... Todo hace mella y nubla el juicio de los aventureros. Por ello devoran la poca comida que aún conservan comestible y aprovechan cada segundo de reposo... Todos excepto Nörsil, incapaz de dar bocado y atrapado aún por la euforia.

Mientras los demás recuperan fuerzas, el elfo atisba el espectro de la vieja arácnida al acecho, primero una vez desde los escombros, luego otra desde el ángulo opuesto... Tensando su arco y simulando practicar, el fantasma huye asustadizo cada una de las veces. Después de verlos vencer al monstruo abisal, no se atreve a compararse al grupo invicto. Nörsil prefiere no mencionarlo para no perturbar el valioso descanso de sus amigos.

Por desgracia, el sosiego es efímero. Los seísmos y temblores vuelven a importunarles y la tentativa de un nuevo desprendimiento corta de raíz su ociosa quietud. El malogrado techo amenaza con caer sobre sus cabezas en cualquier momento: no hay otra opción que continuar por la escalera de caracol y confiar en que las duras pruebas hayan terminado de una vez.

Para su fortuna, el descenso es rápido. Los rocosos escalones comienzan incómodos, quebrados y fracturados, pero conforme bajan su estado mejora notoriamente. Lo mismo ocurre en las paredes, los quiebros y grietas desaparecen dejando sitio a un muro liso e impoluto, como recién construido. Parece que la corrupción y la decadencia de la mazmorra no hubiera llegado hasta aquí. Los aventureros comienzan a sospechar cuando sus ya desechas antorchas se apagan, pero no es necesario encender de nuevas: Una luz tenue y acogedora les indica el camino al final de los peldaños.

El último escalón termina en una pequeña estancia de lo más desconcertante. Se halla perfectamente iluminada desde cada uno de sus rincones, pero esta iluminación no tiene fuente visible. El patrón irregular de las salas anteriores vuelve a repetirse aquí, pero esta vez de forma exagerada: la piedra se funde en toda clase de misteriosas formas, tonos y tamaños, haciendo casi imposible discernir donde empieza y acaba cada bloque y qué pretende representar. El techo dibuja desconcertantes mosaicos que se inician bellos, coloridos y elegantes pero rápidamente se interrumpen con otras secuencias igualmente inacabadas. El diseño de este lugar es un rompecabezas imposible de comprender.

El suelo está ocupado casi en su totalidad por un enigmático estanque de aguas oscuras. Se alimenta de regueros que brotan espontáneos de la bóveda caótica y desbaratada. Es imposible adivinar su profundidad pues, al observarlo detenidamente, da la sensación de que no tuviera fin. En el centro del estanque flota una plataforma sobre la que yace un féretro, negro como el ébano. Tras él, acariciado por las débiles olas, un monolito artesanalmente esculpido sostiene un torso maquiavélico, carente de cabeza, manos y piernas. El pecho ha sido bañado y recubierto de rodio, oro, platino y tungsteno a semejanza de la más hermosa, valiosa y resistente armadura que se haya contemplado jamás. En el lado izquierdo del tórax, donde debería ubicarse el corazón, hay un llamativo agujero que arruina el aspecto cuasi-divino de la última reliquia.

Una voz extraña y distorsionada resuena en la mente de todos, arrebatándolos de su absorta contemplación. Los aventureros buscan su origen, pero al igual que la luz, no existe o no es visible. Cada una de las palabras se acompaña de mareos y vahídos repentinos, abrumando aún más a los ya extenuados aventureros. La habitación simula alterarse y deformarse por momentos, y las aguas oscuras se enrojecen y agregan en siniestras formas danzantes y anárquicas. Un pálpito oscuro y pulsante toma el control de las olas que ahora se expanden desde el monolito hacia ellos. Las intensas corrientes mágicas lo confirman: Han llegado al final de la mazmorra.

Tras esta turbadora introducción, la misteriosa voz interior comienza a hablarles...

Notas de juego

A partir de ahora iniciamos una conversación en la que todos podéis intervenir como y cuando queráis, todas las veces que os apetezca. Extenderemos esto como mínimo 24 horas para dar oportunidad a todos los que deseen participar. Estaré especialmente atento a este periodo y trataré de responder con la mayor celeridad posible.

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11/12/2019, 23:52
Voz

La fluctuante y lejana voz es casi un susurro, pero sus palabras se adivinan sin ninguna dificultad. Su timbre, totalmente neutro y carente de emoción, se acolcha a tus oídos en hospitalaria intimidad. No sabes qué es, a quién pertenece, de dónde proviene... Pero quiere hacerte creer que puedes confiar plenamente en sus palabras:

-Has llegado muy lejos... Has luchado mucho para llegar hasta aquí... ¿Estás cansado? ¿Confuso? ¿... Perdido? No debes preocuparte... - La voz se calla, e inesperadamente te sientes aliviado por un momentáneo relajamiento. - Yo también fuí como tú una vez... Curioso, devoto, luchador, apasionado... - La calma aparente se consterna con su último adjetivo. - Imperfecto... 

-Seguramente tendrás preguntas... Lo usual en los seres de tu naturaleza. - La paz vuelve a su discurso. - Yo también tengo algo para tí... Algo especial. Un regalo... Una meritoria recompensa por batallar tan duro y recuperar mis preciados tesoros... - Un tinte nostálgico impregna las últimas sílabas, casi imperceptible. - Pero primero debes devolver lo que me pertenece. Es sencillo: Arroja las reliquias a las aguas... Despréndete de su pesada carga, y te daré una oportunidad única en tu existencia. - Sus frases se amontonan y revuelven en tu cabeza, pesadas y seguras como sentencias firmes e incontestables. - Sin conocer límite, podrás realizar todos tus deseos... Podrás gozar de la perfección absoluta... Podrás ser parte de mí.

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12/12/2019, 07:59
Bratynne

Escuchó atónita la voz. Era el alma del abad, sin duda, la que hablaba. Bratynne se dio cuenta entonces en que Nosril estaba en lo cierto en sus advertencias. Traer las reliquias hasta allí había sido un terrible error. El abad las necesitaba, pero…. ¿Para qué? ¿Eran parte de algún rito? No lo sabía, pero desde luego estaba segura de que, si las arrojaban al estanque, lo único que conseguirían sería desencadenar un mal terrible.